Es difícil comprender la cultura japonesa, aunque mal no les va para nada pero hay algunos gustos un tanto extraños. Japan Air Lines (JAL) es la principal aerolínea de Japón, líder en eficiencia, puntualidad y seguridad. A modo de celebrar sus 20 años sin un solo accidente aéreo, JAL acaba de inaugurar en el aeropuerto de Haneda una exposición con los restos de su último accidente aéreo.
Suena extraño pero es así. Allí se exponen documentos y fotos del 747 accidentado en 1985, restos de los asientos, las grabadoras de voces y de modo inédito la pieza que provocó el accidente: el mamparo trasero de presurización, el cual por una mala reparación provocó la descompresión explosiva en el sector del cono de cola del 747 provocando que la deriva completa se desprendiera en vuelo.
La única foto del 747 aún en vuelo tras perder completamente la deriva
El 12 de Agosto de 1985 un 747SR-46 de JAL con 524 ocupantes despegó del aeropuerto de Haneda, en Tokio rumbo a Osaka cumpliendo el vuelo JAL 123. A doce minutos del despegue y cuando se encontraba a 7.900 metros de altitud, se produjo una descompresión explosiva en el cono de cola del avión. Se desprendió completamente el motor de potencia auxiliar (APU) y casi en su totalidad la deriva entera, provocando daños de consideración en los mandos de los timones de profundidad. A partir de ése momento el Jumbo se volvió incontrolable y aunque los pilotos aplicaban potencia diferencial para mantener el control, el avión sufría severas oscilaciones, con violentos cabeceos y rolidos. La tripulación intentó regresar a Tokio, pero tras 32 minutos de vuelo incontrolado el Jumbo impactó contra el monte Takamagahara, a solamente 100 kilómetros del aeropuerto de Tokio. De modo inédito de los 524 ocupantes, sólo se salvaron 4 mujeres que se encontraban sentadas en una misma fila.
Imagen del mampara de presurización trasero
En Junio de 1978, siete años antes del accidente el Jumbo había realizado un aterrizaje muy brusco, tocando la cola la pista y provocando daños en el mamparo trasero de presurización. Los técnicos de JAL decidieron realizar la reparación del mamparo que es una especie de paraguas. Cambiaron una de las planchas pero al remacharlos realizaron orificios más grandes de lo debido, tan sólo un milímetro de más. Esto provocó que con los continuos ciclos de presurización y despresurización, tales orificios se fueran ampliando y provocaran pequeñas grietas que el día del accidente fallaron completamente.
Cuando se conocieron las causas, el jefe de mantenimiento de JAL, junto a otros directivos se suicidaron para preservar su honor y reparar el daño provocado. Hoy JAL exhibe los restos de ésa tragedia, todo depende del gusto de cada uno; a mi parecer publicitar la seguridad de una aerolínea mostrando los restos de su último accidente, no me resulta de buen gusto.
Suena extraño pero es así. Allí se exponen documentos y fotos del 747 accidentado en 1985, restos de los asientos, las grabadoras de voces y de modo inédito la pieza que provocó el accidente: el mamparo trasero de presurización, el cual por una mala reparación provocó la descompresión explosiva en el sector del cono de cola del 747 provocando que la deriva completa se desprendiera en vuelo.
El 12 de Agosto de 1985 un 747SR-46 de JAL con 524 ocupantes despegó del aeropuerto de Haneda, en Tokio rumbo a Osaka cumpliendo el vuelo JAL 123. A doce minutos del despegue y cuando se encontraba a 7.900 metros de altitud, se produjo una descompresión explosiva en el cono de cola del avión. Se desprendió completamente el motor de potencia auxiliar (APU) y casi en su totalidad la deriva entera, provocando daños de consideración en los mandos de los timones de profundidad. A partir de ése momento el Jumbo se volvió incontrolable y aunque los pilotos aplicaban potencia diferencial para mantener el control, el avión sufría severas oscilaciones, con violentos cabeceos y rolidos. La tripulación intentó regresar a Tokio, pero tras 32 minutos de vuelo incontrolado el Jumbo impactó contra el monte Takamagahara, a solamente 100 kilómetros del aeropuerto de Tokio. De modo inédito de los 524 ocupantes, sólo se salvaron 4 mujeres que se encontraban sentadas en una misma fila.
Imagen del mampara de presurización trasero
En Junio de 1978, siete años antes del accidente el Jumbo había realizado un aterrizaje muy brusco, tocando la cola la pista y provocando daños en el mamparo trasero de presurización. Los técnicos de JAL decidieron realizar la reparación del mamparo que es una especie de paraguas. Cambiaron una de las planchas pero al remacharlos realizaron orificios más grandes de lo debido, tan sólo un milímetro de más. Esto provocó que con los continuos ciclos de presurización y despresurización, tales orificios se fueran ampliando y provocaran pequeñas grietas que el día del accidente fallaron completamente.
Cuando se conocieron las causas, el jefe de mantenimiento de JAL, junto a otros directivos se suicidaron para preservar su honor y reparar el daño provocado. Hoy JAL exhibe los restos de ésa tragedia, todo depende del gusto de cada uno; a mi parecer publicitar la seguridad de una aerolínea mostrando los restos de su último accidente, no me resulta de buen gusto.