Con la entrega del TC-64 a finales del pasado mes de diciembre, la Fuerza Aérea Argentina concretó uno de sus más importantes logros de los últimos años: la modernización de su flota de Hércules C/KC-130H. Sin embargo, la recepción de la última “chancha” modernizada por la Fabrica Argentina de Aviones (FAdeA) abre los necesarios interrogantes de cara al futuro del principal medio de transporte con que cuenta la República Argentina.

A lo largo de más de 50 años de servicio, los Hércules de la fuerza aérea aún se mantienen vigentes y relevantes para cumplir un importante abanico de misiones. Desde el transporte militar, las aeorocooperaciones con el Ejército y Armada, y, las más reciente, el traslado de un radar RPA-200 a Nigeria. Siendo empleados en el invaluable esfuerzo que significó su despliegue en el marco de la Pandemia COVID-19, participando de vuelos de repatriación de ciudadanos nacionales y de países limítrofes.

No obstante, fue precisamente esta participación de los KC-130H de la I Brigada Aérea la que generó las primeras alarmas frente al acuciado desgaste que sufrieron hasta ese momento algunas de las unidades recientemente modernizadas. Generando que se iniciaran planes para la incorporación de medios a fin de complementar en algunas tareas a los Hércules.

En primer lugar, se continuó con el entonces programa de modernización por parte de FAdeA, la cual ha completado los trabajos de actualización de aviónica y recuperación de cuatro unidades. Siendo estos los C-130H TC-61, TC-66, TC-64 y el KC-130H TC-70. Es preciso recordar que el KC-130H TC-69 fue el primero en recibir la actualización en los Estados Unidos por parte de la empresa L3 en su planta de Waco, Texas.

Al respecto, aún resta por recuperar el último Hércules de la flota de la Fuerza Aérea Argentina. Siendo este el Lockheed L-100-30, TC-100, variante civil de la aeronave militar, cuyo contrato para iniciar los trabajos fue aprobado durante el año 2021. No reportándose mayores precisiones al respecto. Además, como ya se ha indicado, se espera que próximamente el TC-69 ingrese a FAdeA para comenzar los requeridos trabajos de PDM.

Con esta situación a cuestas, se reduciría la flota de Hércules a cuatro unidades operativas en el corto/mediano plazo. Por lo cual, desde el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea fueron confirmadas las gestiones para la incorporación vía leasing de un C-130H adicional proveniente de la Guardia Aérea Nacional. Analizando, en caso de que los recursos disponibles lo habiliten, en incorporar unidades adicionales a fin de no reducir las capacidades de la I Brigada Aérea, teniendo presente la multiplicidad de compromisos y misiones que deben realizar. Siendo algunas de las más destacas su despliegue en apoyo a las Bases Antárticas Argentinas, ya sea para su abastecimiento o en caso de necesidad urgente como son las evacuaciones médicas de personal.

De este modo, los planes adicionales han consistido en la compra y recuperación de aeronaves. Siendo estos los casos del Boeing 737 T-99 “Islas Malvinas” y la reincorporación de los Fokker F-28, que habían sido dados de baja años atrás. Ya sea para ser empleados en vuelos de fomento para LADE, apoyo a las Misiones de Paz y ayuda humanitaria, o, en el caso de extrema necesidad, como atestiguó la Pandemia, de evacuación de emergencia de ciudadanos argentinos en diversos puntos de la región. Expresando además la intención de contar con un 737 adicional en versión carga.

Estas adquisiciones permiten parcialmente liberar de las mencionadas misiones los Hércules C/KC-130H actualmente en servicio. Sin embargo, como se ha expresado en reiteradas oportunidades, la Fuerza Aérea Argentina precisa la selección y compra de una nueva aeronave de transporte mediano táctico, la cual permita hacer una mejor gestión y uso racional en misiones de transporte, al igual que lanzamiento de cargas y paracaidistas. En el pasado fueron recibidas y evaluadas propuestas de Airbus, con su C295, y de Leonardo, con el C-27J Spartan. No obstante, la falta de decisión política y recursos no han permitido avanzar con esta adquisición. Evaluando y realizando estudios de factibilidad para revivir a los Fokker F-27 Friendship dados de baja hacer años.

Por último, a pesar de que el programa de modernización logró extender considerablemente la vida útil de los Hércules señalados, durante los próximos años se deberá iniciar seriamente un estudio a fin de definir un reemplazo de los Hércules en el mediano y largo plazo. Ya sea por variantes más nuevas dentro de la línea Legacy (más precisamente “H” a ser dadas de bajas por otras fuerzas) o, inclusive, evaluar otras alternativas en el mercado. Lo cual, en este último caso, en el presente contexto económico que atraviesa la República Argentina, pareciera ser una empresa utópica.

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5 COMENTARIOS

  1. Y, ya se debería estar pensando hace rato en que en algún momento hay que reemplazarlos… y lo ideal sería algo nuevo, si se pudiera prescindir de las partes británicas en el C-390 creo que sería ideal, sino un C-130J

  2. La modernización del parque aéreo también podría haber incluído algún futuro para los P3 Orión que ahora no tenemos ni uno funcionando.

  3. Y digo los 390 de Brasil. Si ya fabricamos componentes
    Se podría avanzar en formas de pago .además ya es un avión en uso .y vendría bien aprovechando lazos

  4. Los 390 brasileños cuestan como 95 palos verdes cada uno. Ponele que con las partes que hacemos acá tengamos un descuento del 15%…imposible. No quieren comprar aviones de combate que cuestan 25 palos cada uno como los F-16 usados de Dinamarca y van a comprar KC-390 por 80 millones cada uno ???

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