Uno de los puntos relevantes del 2022 en el ámbito de la defensa nacional fue la presentación de la Directiva Estratégica Militar, normativa que establece los planes de corto, mediano y largo plazo de cara al próximo Plan de Capacidades Militares. Durante la jornada en la cual se expusieron los alcances de la Directiva, el General de Brigada Martin Lluch abordó uno de los temas que tiene la atención del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, que es la realidad respecto a las existencias de munición que poseen el Ejército Argentino, la Armada Argentina y la Fuerza Aérea Argentina.

A los fines de atender esta necesidad crítica, se elaboró el plan denominado PAMP (Plan de Adquisición de Munición Plurianual), el cual se aprecia como un desarrollo de planificación muy ambicioso que pretende revertir décadas de pérdida de capacidades en materia de insumos para los distintos sistemas de armas que actualmente equipan a las Fuerzas Armadas.

Tal como informamos, la intención del PAMP es recomponer las existencias de munición de las FFAA, atendiendo la importancia que tiene organizar y garantizar una base de reserva para mantener capacidades bien alistadas y adiestradas. El plan, que abarca un periodo de 10 años, buscará materializar la adquisición de material bajo diferentes criterios, tanto de tipo como de necesidades más imperiosas.

Ligado a esto, no solo se buscará adquirir en el exterior, sino que con también se pretende proyectar la posibilidad de avanzar en el desarrollo y producción local, iniciativa asociada con uno de los lineamientos establecidos por el FONDEF en lo que refiere a capacidades de I+D y de producción en serie en el país.

Retomar y afianzar la producción local de diversos tipos de munición no solo permitirá recuperar la independencia que alguna vez se supo tener, sino que también podría establecer los cimientos para sostener el autoabastecimiento, capacidad que gana valor día a día luego de apreciar las experiencias del conflicto ucraniano.

Como se mencionó, el PAMP no solo apunta a incorporar munición para armamento ligero sino que también será extensivo para el armamento de apoyo, artillería de campaña, artillería naval, bombas y misiles para aeronaves, misiles (antiaéreos, aire-aire y anti-tanque) y municiones inteligentes. Es en este último punto donde nos detendremos.

Municiones merodeadoras

A grandes rasgos, las municiones merodeadoras son un tipo de vehículo aéreo no tripulado (VANT) diseñado principalmente para atacar objetivos terrestres más allá de la línea de visión. Gracias a sus sensores electro-ópticos, también pueden cumplir un rol dual como plataformas de vigilancia y reconocimiento.

Actualmente se ofrecen una amplia variedad de municiones merodeadoras, cada una de ellas equipadas con diversos sistemas y diseñadas específicamente para cumplir funciones anti-personal, anti-tanque y de largo alcance. Sus configuraciones también se han adaptado a estas misiones, razón por la cual se pueden encontrar desde variantes aptas para ser transportadas por un infante, a modelos que requieren sistemas de lanzamiento más complejos (algunos incluso ofrecen sistemas de recuperación que permiten la re-utilización).

Pese a que las municiones merodeadoras ganaron notable relevancia durante el conflicto que Armenia y Azerbaiyán libraron en la región del Alto Karabaj durante el 2020, sus antecedentes se rastrean a décadas previas, con el desarrollo de este tipo de VANT por parte de Israel. Las Fuerzas de Defensas de Israel supieron apreciar y explotar el valor de los vehículos aéreos no tripulados equipados con una carga explosiva, destinados a cumplir misiones de alto riesgo para plataformas tripuladas. Así fue el caso del IAI Harpy, el cual se diseñó para tareas de supresión de defensas antiaéreas.

La contienda que enfrentó una vez más a Armenia y Azerbaiyán permitió apreciar el valor de las municiones merodeadoras, ya que estas fueron ampliamente utilizadas por las fuerzas armadas azeríes contra unas fuerzas militares (teóricamente) completamente funcionales, equipadas con un sistema integrado de defensa aérea relativamente moderno y capaz. La conjunción de municiones merodeadoras IAI Harop y vehículos de combate no tripulados Bayraktar TB2 penetrarían y destruirían las defensas antiaéreas armenias, dejando indefensas a sus fuerzas terrestres, las cuales pudieron oponer escasa resistencia ante este tipo de ataques.

Gracias a su capacidad para atacar más allá de la línea de visión, los Harop fueron utilizados para suprimir y destruir los sistemas de defensa antiaérea (S-300, TOR-M2), para luego concentrarse en vehículos blindados, artillería y posiciones armenias. Cuando operaron junto a los Bayraktar TB2, los UCAV oficiaron como plataforma de detección, identificación y para evaluación de daños.

Más cerca en el tiempo, el conflicto en Ucrania ha puesto en relevancia una vez más el valor de las municiones merodeadoras para batir objetivos bien por detrás de las líneas de contacto. Mientras que las fuerzas armadas de Ucrania han hecho uso de algunos modelos polacos (Warmate) y estadounidenses (Switchblade 300) así como medios improvisados (adaptando VANT de diseño comercial con cargas de explosivos), los rusos están empleando profusamente la familia Zala Lancet para destruir objetivos de alto valor, tales como radares, sistemas de defensa aérea y piezas de artillería. Replicando la experiencia azerí, los ataques usualmente cuentan con el apoyo de un VANT de observación.

Asimismo, la llegada de los Shahed-136 de origen iraní otorgó a los rusos la capacidad de batir objetivos estratégicos en la profundidad del territorio ucraniano, campaña que se ha direccionado principalmente contra la infraestructura de energía. El accionar de estas municiones merodeadoras no solo está generando un constante desgaste en la red eléctrica, sino que también demandó que las FFAA ucranianas hayan tenido que reforzar sus sistema de defensa antiaérea, situación que demanda valiosos recursos que podrían estar presentes más próximos a las líneas de contacto.

Opciones

Pese a que por el momento se desconocen los requerimientos puntuales elevados por las FFAA para adquirir municiones merodeadoras, a continuación detallaremos a nivel general algunos de los modelos que actualmente se ofrecen en el mercado y que ya están en servicio.

AeroVironment Switchblade

La familia Switchblade se ofrece en dos versiones: la 300 y la 600. El Switchblade 300 es de tipo anti-personal, pudiendo llevarse en una mochila para un rápido despliegue. El software Switchblade Sensor to Shooter (S2S) combina las capacidades de vigilancia y reconocimiento con las capacidades de ataque de precisión del sistema de misiles de merodeo Switchblade, proporcionando a los operadores imágenes vídeo en tiempo real para obtener una visión centralizada de la zona de operaciones. Lanzable por acción de aire comprimido desde un tubo portátil, el Switchblade 300 cuenta con un proyectil de 40mm como carga explosiva que le permite destruir vehículos ligeros y personal. Su alcance máximo es de 10km, mientras que su autonomía es de unos 10 minutos.

Por su parte, el Switchblade 600 es la versión anti-blindaje (cuenta con la ojiva del misile FGM-148 Javelin), por lo que dispone de una mayor tamaño que le permite contar con una autonomía de 40 minutos y un alcance de más de 40 kilómetros. Al igual que la versión 300, está equipado con sensores EO/IR de alta resolución y controles de vuelo de precisión, así como con la capacidad de “desviarse” y “volver a comprometerse”. Esto último permite a los operadores abortar la misión en cualquier momento y volver a atacar el mismo objetivo u otros en múltiples ocasiones.

Zala Lancet

De acuerdo con lo informado por medios rusos, la versión básica del Lancet puede llevar una ojiva de tres kilos. El drone tiene una velocidad máxima de 110 kilómetros por hora y una autonomía de 40 kilómetros. Para el caso de los Lancet 3, se ha incrementado la carga explosiva a 5kg a la vez que la munición merodeadora también ha ganado en autonomía. Se especula que una nueva variante habría incorporado mejoras en cuanto a alcance y carga explosiva.

Los Lancet también han sido diseñados para proporcionar vídeo e imágenes en tiempo real a la estación de control, la cual está integrada por módulos de inteligencia, navegación y comunicaciones.

IAI Harop

El Harop es un sistema de armas de ataque de larga distancia, concebido para localizar y atacar objetivos con precisión. Por su considerable tamaño, los Harop se transportan y lanzan desde vehículos, y se controlan mediante un enlace de datos bidireccional para un funcionamiento completamente automatizado.

Estas municiones merodeadoras son programadas desde la estación terrestre de control, previo a su lanzamiento, lo que les permite operar de manera autónoma hasta una “zona de espera” predefinida, donde aguardaran hasta que el operador decide tomar alguna acción (capacidad denominada man-in-the-loop). Esta situación puede involucrar varias municiones a la vez, otorgando flexibilidad y cierta capacidad de saturación.

Una vez que se inicia la fase de detección, los sistemas EO/IR del Harop permiten rastrear el objetivo que luego será atacado y destruido por la detonación de una ojiva de 16 kilogramos. Si es necesario, el ataque puede ser abortado y el operador puede volver a atacar nuevamente. Su autonomía es de 9 horas, mientras que su alcance máximo es de 1000 kilómetros (efectivo, de unos 200km).

UVision Hero

Se trata de una completa familia de municiones merodeadoras desarrolladas para fines tácticos, operacionales y estratégicos, categorización que determinará sus performances. La versión más básica la constituye el Hero-30, la cual puede desplegarse desde la mochila de un infante. Dispone de una carga explosiva de 500 gramos, una autonomía de 30 minutos y un alcance de 15 kilómetros.

La Hero-90 es descripta por el fabricante como una munición merodeadora que tiene un alcance de enlace de datos LOS (line of sight) de 40 km. Ideal para objetivos de la categoría vehículos ligeros, cuenta con una autonomía de 45 minutos y una carga explosiva que ronda 1 kilogramos.

El último modelo táctico corresponde a la Hero-120, versión concebida para destruir objetivos blindados y estratégicos. Lleva una ojiva de 4,5 kg y puede mantenerse en vuelo por 60 minutos. Una versión modificada ha sido incorporada por el Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU. en el marco del programa Organic Precision Fires-Mounted (OPF-M, Fuegos de Precisión Orgánicos). Al igual que en las otras variantes, un sistema de control tipo “man-in-the-loop” permite al operador observar a través de los sistemas EO/IR, así como atacar un objetivo seleccionado.

Las variantes operacionales y estratégicas del Hero (400EC, 900 y 1200) incrementan considerablemente las dimensiones y performances, pudiendo batir objetivos desde los 120 a +200km. Sus autonomías van desde las dos hasta las diez horas, mientras que su carga explosiva son de 10, 30 y 50 kilogramos respectivamente. Sus sistemas de lanzamiento son más complejos, demandando rieles especiales. Pueden adaptarse a lanzadores montados en vehículos.

Collage de portada: USMC / IAI / Rheinmetall

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5 COMENTARIOS

  1. Que este en los planes ya es bueno. No entiendo como argentina lo le prestó más atención a estos artefactos, tenemos un atraso mental de 1000 años. Solo se cuenta con algunos pocos que son de reconocimiento creo lo opera la armada argentina. El lancet es buenisimo, habría que ver costo de fabricación pero da resultados.

  2. En esto deberíamos ir comenzando con desarrollos propios, ya deberíamos tener operativos y en producción en serie desarrollos propios hace rato

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