Sobre el concepto "omnirrol" y su aplicación real en combate.
¿Este conflicto podría cuestionar y por ende redefinir la Doctrina de Guerra Aérea Francesa hasta el nivel de afectar sus ventas?
¿Como reaccionarían los potenciales compradores?
Uno de los errores más comunes en las fuerzas aéreas que compran plataformas modernas es asumir que la doctrina del país vendedor se puede copiar y pegar. El Rafale es un claro ejemplo. Francia diseñó el Rafale bajo la lógica del "omnirrol", un caza capaz de llevar a cabo múltiples funciones (aire-aire, aire-superficie, reconocimiento, etc.) en una sola salida. Pero eso responde a una necesidad estratégica y económica francesa: mantener capacidades nucleares, disuasivas y tácticas con un número limitado de aeronaves.
Ese modelo funciona... en papel, y en ausencia de guerras reales.
El problema llega cuando un tercero —como India— adopta esa narrativa sin tener ni la doctrina táctica, ni la cultura operativa, ni la experiencia acumulada para modularla. Y entonces llegamos a situaciones como la actual , donde un avión con gran potencial técnico fue mal empleado, posiblemente cargado con roles múltiples, sin claridad de misión primaria, sin prioridad de superioridad aérea ni control del espacio de batalla, que es lo primero que busca una fuerza aérea experimentada.
Y aquí viene el verdadero caos: la doctrina india, históricamente influenciada por el modelo soviético-ruso, se basa en plataformas especializadas, vectores de intercepción definidos, planificación centralizada, y sistemas de guerra aérea estructurados en capas. El Rafale no solo es ajeno a esa lógica, sino que la contradice.
El resultado: confusión operativa, contradicciones internas y una integración doctrinal nula. En lugar de potenciar a la IAF, el Rafale pudo haber generado disonancia estratégica, especialmente si sus escasos números impidieron estructurar escuadrones con masa crítica doctrinal propia.
Mientras tanto, los paquistaníes, con doctrina de combate más clara, ejecutaron un plan de intercepción puro: ventaja de altura, concentración de sensores y disparo desde posición ventajosa. No necesitaron multirol, ni sensores hipermodernos, ni campañas mediáticas. Solo doctrina.
Esto no es un defecto del Rafale en sí, sino de cómo se lo emplea. Pero sí puede tener repercusiones: si más operadores lo usan bajo lógicas doctrinales equivocadas, los resultados van a ser decepcionantes, y eso sí termina manchando el prestigio de la aeronave.
Francia tendrá que decidir si mantiene el discurso omnirrol para vender, o si empieza a ajustar su narrativa a las realidades de combate contemporáneas, donde la guerra electrónica, la guerra en red, el SEAD/DEAD masivo y la supremacía aérea inicial son la regla, no la excepción.
Y aquí surge la pregunta de fondo:
¿Está la propia fuerza aérea francesa preparada doctrinal y estructuralmente para una guerra aérea moderna contra un adversario de nivel? Porque al revisar su orden de batalla, no hay plataformas dedicadas a supresión de defensas enemigas, ni aviones de guerra electrónica especializados en misiones de jamming ofensivo tipo cortina, como los Growler estadounidenses o incluso las versiones adaptadas en China o Rusia. Todo recae en el sistema SPECTRA del Rafale, que es excelente para autodefensa, pero insuficiente para abrir un teatro de operaciones hostil.
Si eso se confirma en el campo de batalla a través de sus clientes, no solo el avión se ve afectado, sino la credibilidad de toda una doctrina militar. Y eso, inevitablemente, impacta las ventas futuras. Porque ya no hablamos de capacidades individuales, sino de la coherencia doctrinal del proveedor.
Y ahí, el romanticismo francés del "omnirrol" tendrá que rendir cuentas ante la realidad operativa que ceder ante la crudeza de la especialización táctica.
Saludos