Tenemos suficientes recursos para hacer viable un ‘coche volador’, afirma el CEO de Eve de Embraer
Prototipo de avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) de Eve. Foto: Cortesía de Eve Air Mobility.
En la carrera por desarrollar un “coche volador”, Eve, una subsidiaria de Embraer, ha visto a sus competidores quedarse en el camino. El principal reto para las empresas del sector es conseguir financiación para cubrir las elevadas inversiones necesarias para sacar adelante un producto innovador. Pero el escenario parece más positivo para el brasileño. Eve tiene el capital necesario para operar durante los próximos dos años, según el CEO de la compañía, Johan Bordais.
“Eve está bien, con más efectivo disponible hoy que a principios del año pasado. Es suficiente para los próximos dos años”, afirma el ejecutivo en una entrevista exclusiva con Broadcast.
En este escenario, Bordais no ve la necesidad, por ahora, de recaudar más capital para desarrollar el “coche volador” de Eve, cuya entrada en funcionamiento está prevista entre 2027 y 2028.
Con efectivo en mano y la mayor cartera de pedidos del mercado, la filial de Embraer es una de las más indicadas para poner en el aire los llamados aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), mientras que sus competidores han pospuesto o abandonado proyectos por problemas financieros. “Tenemos todo lo necesario para lograrlo, con la tecnología y el mercado disponibles, pero debemos avanzar al ritmo adecuado”, afirma el CEO.
Los competidores enfrentan dificultades financieras
En febrero, la empresa alemana Lilium, considerada uno de los principales nombres en la producción de este tipo de aviones, se declaró en quiebra. La empresa afirmó que las opciones de financiación para asegurar el futuro de la compañía no se materializaron a tiempo y que las posibilidades de reestructuración eran muy poco probables. Unos meses antes, la empresa alemana Volocopter se declaró en quiebra. La empresa inglesa Vertical tuvo que ceder su control a los acreedores para sobrevivir a una crisis económica.
Por otra parte, Eve actualmente tiene alrededor de 420 millones de dólares en efectivo después de una reciente recaudación de fondos.
En diciembre de 2024, por ejemplo, la empresa recaudó R$ 200 millones del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para desarrollar el prototipo de su eVTOL. El valor se suma a los R$ 500 millones aprobados en octubre por la institución de fomento para la construcción de la fábrica de vehículos en Taubaté (SP).
En segundo lugar, Bordais dijo que la compañía, que todavía está en la etapa previa a los ingresos, ha sido cautelosa a la hora de gastar “cada centavo del dinero de los inversores”. Nos comprometemos a devolver este dinero. No mañana, sino en los próximos 50 años, y a llevar la solución a los clientes de eVTOL», afirma.
Eve cerró el primer trimestre con cerca de 2.800 pedidos de “coches voladores”, con una cartera de 28 clientes en nueve países, una de las mayores del sector. El valor del libro en preventa es de aproximadamente 14 mil millones de dólares. En servicios y soporte, la compañía cuenta con 14 clientes y en tráfico aéreo, 21. Estos dos frentes suman un potencial de ingresos de US$ 1.600 millones.
La compañía quiere realizar el primer vuelo de prueba este año
La compañía espera volar el prototipo de ingeniería, presentado públicamente el año pasado, en 2025. En la siguiente etapa, comenzará la construcción del primer prototipo de conformidad, para realizar el vuelo de prueba de esta aeronave en 2026.
Se espera que durante el próximo año y el siguiente, Eve construya cuatro prototipos de certificación más a medida que alinea los criterios de cumplimiento con la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac). Según el director general, la aprobación de la agencia debería llegar en 2027. Con ello, el "coche volador" podría entrar en operación comercial entre 2027 y 2028. El eVTOL también debe ser certificado en Estados Unidos.
Bordais considera que más que la velocidad, Eve se centra en crear un producto funcional y sostenible. “Lo que importa no es fabricar el primer eVTOL, sino fabricar el correcto”, afirma. En este sentido, añade que el desarrollo del vehículo es un trabajo a largo plazo. “Obtener la certificación y volar es solo el punto de partida de esta maratón. Después, debemos garantizar y respaldar las operaciones de nuestros clientes”, concluye.
Empresa tem US$ 420 milhões em caixa, o necessário para os próximos dois anos
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