Perfecto, como no quiero ser un tonto ni un sinvergüenza, aconséjame, "concretamente" vos....que propones, digo concretamente con quien hay que aliarse para no ser un tonto ni un sinvergüenza...Estimado, el Programa del F-16 para Reino Unido y para Estados Unidos, es un Pancho y una Coca, y acá en Argentina tenes a tontos y sinvergüenzas por igual hablando de Entrar al Mundo, de tener un Eje serio de Política Exterior y de Defensa, de ser Socios Globales de la OTAN etc etc. Yo he llegado a leer a lo que consideraba gente medianamente seria, decir que, si Estados Unidos le dice, "NO" al Reino Unido respecto a algo relacionado con la Argentina, por consiguiente, Reino Unido tiene que acatar las ordenes de "Papi USA", Pensar así es ridículo. Reino Unido y Estados Unidos, gestionan Europa, África, Medio Oriente y ahora con el AUKUS también Asía de manera conjunta, con Alianzas de Inteligencia, Militares, Económicas, Nucleares, Tecnológicas, etc; Y acá se piensa que porque te vendan un F-16, las cosas cambian, acá estamos Totalmente Infiltrados, nada de lo que ocurre en este país es serio, todo es un cambalache.
Geopolítica Argentina
- Tema iniciado Rumplestilskin
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Tomo la respuesta desde mi punto de vista aunque la pregunta no sea dirigida a mi. Salvando las diferencias para mi Turquia es un ejemplo a imitar. Y aclaro de antemano que hay un montón de cosas de los turcos en cuanto a política exterior que no me gustan para nada, desconozco como serán las cosas puertas para adentro.
Pero hay que reconocer que siempre llevan el agua para su molino. Son parte de la OTAN, con todo lo que eso significa pero asi y todo no pestañaron a la hora de comprar s400 a Rusia, supongo que lo vieron mas conveniente por alguna razón. Tienen sus propios programas y es claro que apuntan a afianzarse como potencia regional, independientemente de a quien le tengan que pisar la cabeza o con quien tienen que transar para lograr objetivos puntuales. Les cabera el adjetivo que sea, pero me parece una actitud mas sincera a decir A y hacer B como la gran mayoría.
Con esto no quiero decir que tenemos que andar increpando a los britanicos por Malvinas o la Antartida, tampoco hay que pasarse de tontos o bocones, menos por el echo que no tenemos espalda para sostener eso. Las relaciones maduras y búsqueda de soluciones por la diplomacia con otros Estados, aunque tengamos intereses contrarios, me parece siempre la mejor opción. Y entendiendo que la subyugación frente a grandes potencias en ciertos temas es inevitable para no caer en el terreno de los parias o para lograr ciertos favores económicos y/o políticos, pero hay una linea fina que divide eso a ser una especie de Estado moderno completamente vasallo de intereses foráneos.
Los F16 ya estaban ofrecidos a los gobiernos anteriores, sólo que Argentina no tomaba la decisión.
Tampoco es que EEUU le va a dar a un país cualquiera un SdA simplemente porque un gobierno que dura 4 años le tira flores, más siendo Argentina donde no hay casi política de Estado y cada presidente que asume quiere re-fundar todo y deshacer lo del anterior sin fijarse qué conviene y qué no.
Pero la realidad es que a pesar de los movimientos pendulares del Estado argentino, en los foros internacionales, Argentina desde que es Argentina vota en el 90+% de los casos junto a EEUU; los coqueteos con China en verdad no son más íntimos de los que hacen otros países que están mucho más alineados con EEUU. De hecho la relación económica EEUU China es más voluminosa y sofisticada que la que tiene Argentina con China. Argentina le puede vender soja y carne a otros, porque son commodities, pero las empresas líderes de EEUU fabrican en China y eso es mucho más difícil de desarmar.
Washington siempre exagera por default ante nuestros encuentros con China, porque histeriqueando consigue que acá los desprevenidos se hacen eco y así nos alineamos sin pedir nada a cambio.
Pero en el fondo Washington nos cuenta en su esfera, por eso nunca deja de apoyarnos en el FMI o de ofrecernos armamento y participación en ejercicios, si no no lo haría.
Tampoco es que EEUU le va a dar a un país cualquiera un SdA simplemente porque un gobierno que dura 4 años le tira flores, más siendo Argentina donde no hay casi política de Estado y cada presidente que asume quiere re-fundar todo y deshacer lo del anterior sin fijarse qué conviene y qué no.
Pero la realidad es que a pesar de los movimientos pendulares del Estado argentino, en los foros internacionales, Argentina desde que es Argentina vota en el 90+% de los casos junto a EEUU; los coqueteos con China en verdad no son más íntimos de los que hacen otros países que están mucho más alineados con EEUU. De hecho la relación económica EEUU China es más voluminosa y sofisticada que la que tiene Argentina con China. Argentina le puede vender soja y carne a otros, porque son commodities, pero las empresas líderes de EEUU fabrican en China y eso es mucho más difícil de desarmar.
Washington siempre exagera por default ante nuestros encuentros con China, porque histeriqueando consigue que acá los desprevenidos se hacen eco y así nos alineamos sin pedir nada a cambio.
Pero en el fondo Washington nos cuenta en su esfera, por eso nunca deja de apoyarnos en el FMI o de ofrecernos armamento y participación en ejercicios, si no no lo haría.
Última edición:
A mi lo que me preocupa con el alineamiento estadounidense es que no es conveniente seguir su politica exterior porque ellos son un país que no paga costo por sus acciones a nivel penalización. Nosotros todos nos cuenta mil en el mundo, a ellos 10 pesos.
Y sobretodo me preocupa la falta de conciencia sobre la realidad argentina. Bien o mal, nuestros vecinos son repúblicas democráticas, aun Bolivia. Dios nos bendice. Solo Estados Unidos tiene tal suerte, aun con el problema del narco en mexico. Nosotros giramos la cabeza y vemos gente que fue elegida por el pueblo en elecciones no amañadas. La enorme mayoria son cristianos. Para cada lado un oceano. El destino de la Argentina esta irremediablemente ligado a sus vecinos y al sur global. Nadie del norte va a representar nuestros intereses. Nosotros tenemos como interes la democracia, la desigualdad, el narcotrafico, el comercio que es muy bajo, el desarrollo tecnológico, la ESTABILIDAD POLITICA sobretodo. Nosotros vamos a encontrar oido en el norte pero no impulso, ellos no van a impulsar nuestra agenda.
Nosotros debemos tener la mejor relacion política con el norte. Pero sin perder de vista que nuestros intereses no son los de ellos. Y que la Argentina debe junto con Brasil alinear la politica exterior y los regimenes politicos de América Latina a través de incentivos para construir una región que beneficie sus aspiraciones porque son países con gran potencial pero que necesitan a los otros porque irremediablemente tendran la voz mas fuerte en cualquier mecanismo de dialogo multilateral, pero condicion necesaria primero es el alineamiento de toda sudamerica al menos.
Yo cuando hace unas semanas vi a Boric y Lula en China defendiendo los intereses y diciendo lo que no les gusta, me molesto no ver al Presidente de Argentina. Al margen despues hicieron una payasada de contracumbre y paso lo de los cuadros.
Con una Venezuela con un dictador y criminal como Maduro y con una Argentina que se alinea en contra de la región, latinoamerica no puede llegar a ningun puerto.
Estimado, el Programa del F-16 para Reino Unido y para Estados Unidos, es un Pancho y una Coca, y acá en Argentina tenes a tontos y sinvergüenzas por igual hablando de Entrar al Mundo, de tener un Eje serio de Política Exterior y de Defensa, de ser Socios Globales de la OTAN etc etc. Yo he llegado a leer a lo que consideraba gente medianamente seria, decir que, si Estados Unidos le dice, "NO" al Reino Unido respecto a algo relacionado con la Argentina, por consiguiente, Reino Unido tiene que acatar las ordenes de "Papi USA", Pensar así es ridículo. Reino Unido y Estados Unidos, gestionan Europa, África, Medio Oriente y ahora con el AUKUS también Asía de manera conjunta, con Alianzas de Inteligencia, Militares, Económicas, Nucleares, Tecnológicas, etc; Y acá se piensa que porque te vendan un F-16, las cosas cambian, acá estamos Totalmente Infiltrados, nada de lo que ocurre en este país es serio, todo es un cambalache.
El tema que Trump pateo el tablero y dejo desconcertado al FO.
La recientes medidas de la actual administración de EEUU que impone restricciones al intercambio de inteligencia con Ucrania y se retira de la seguridad europea, que ya vio sus primeras pinceladas con las restricciones en el programa europeo para el F-35, está llevando a los analistas en Londres a proponer llevar adelanto planes de contingencia, sobre todo por que creen que pone en duda el futuro del programa Trident de UK, ellos tiene control operativo sobre su arsenal nuclear, sin embargo, los misiles, instalados en cuatro submarinos nucleares, su mantenimiento está a cargo de ambos países pero sujetos a renovaciones e inspecciones periódicas por parte de Estados Unidos (raro, eso solo era padecido por la Argentina).
Recuerden el comentario de la vocera oficial de la Casa Blanca que " a futuro UK se convertirá en una nación islámica con capacidad nuclear"....
Me parece que en UK están preocupados porque ven que Trump se vuelca hacia Israel y ellos están quedando en un segundo plano.
Bien planteada tu posición, pero Lula acá jugo fuerte una carta y perdió , y sigue apoyando a una persona condenada por la justicia y enemiga del gobierno, el caso de Boric me parece mas lógico su proceder aunque parte de su electorado lo cuestiona fuertemente en su política exterior por A o por B, mientras tanto al perro verde el manejo económico no le va mal, diría que bastante bien y eso acá en el barrio es determinante. La política exterior de Brasil esta totalmente desbocada , su Canciller ni siquiera es atendido por Marcos Rubio, no me parece un ejemplo de pragmatismo, me suen a fracaso.
Última edición:
Lula tiene mucha solidaridad con CFK, no con el kirchnerismo. Yo al menos no veo a Lula simpatizando con el kirchnerismo.
Puede ser que este desbocada. Pero aun la veo infinitamente mas coherente que la Argentina.
https://www.infobae.com/economia/20...beneficiarios-del-juicio-por-la-expropiacion/
Como seguira esto...
La jueza Preska ordenó a la Argentina entregar el 51% de las acciones de YPF a los beneficiarios del juicio por la expropiación
Se trata de un fallo que el país podrá apelar y está encuadrado en la demanda por la que el Estado ya fue condenado a pagar más de USD 16.000 millones por haber expropiado mal la petrolera en 2012
Como seguira esto...
Interesante... puede el ejecutivo entregar el 51% de las acciones? o debe pasar por el congreso? si debe pasar por el congreso y el congreso dice que no, las jueza tiene potestad de tomar medidas contra el ejecutivo, los congresistas?
Hay fallos judiciales que evidentemente podemos catalogar de extravagantes, cuanto menos, incluído en tema del embargo de la Fragata Libertad. El tema es, como en el caso de la Fragata, que actuó una organización multinacional de alguna forma, aclarando el tema del derecho y corrigió eso. Acá el problema es que no sé si hay un organismo que pueda hacer eso, y tenemos que evaluar cuáles son las ramificaciones posibles. Por un lado, es bueno, en última instancia que el presidente haya criticado a Kicillof pero aclarado que apelará la decisión.
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Milei, en alianza con Francia: litio, ingreso a la OTAN y el plan para comprar submarinos
El Gobierno profundizó la relación con la administración que encabeza Macron y busca sumarse a la alianza militar. Francia busca minerales estratégicos
www.iprofesional.com
El-comechingón
Fanático del Asado
Juicio por YPF: cómo sigue la demanda en EEUU y cuándo el Estado deberá pagar un fallo que ya superó los USD 17.000 millones
Juicio por YPF: cómo sigue la demanda en EEUU y cuándo el Estado deberá pagar un fallo que ya superó los USD 17.000 millones
La jueza Loretta Preska emitió un fallo que obliga a la Argentina a entregar el 51% de las acciones que tiene en la petrolera de bandera a Burford Capital. El país va a apelar, como confirmó Milei. Opciones y dudas para lo que viene
www.infobae.com
Buenas tardesJuicio por YPF: cómo sigue la demanda en EEUU y cuándo el Estado deberá pagar un fallo que ya superó los USD 17.000 millones
Juicio por YPF: cómo sigue la demanda en EEUU y cuándo el Estado deberá pagar un fallo que ya superó los USD 17.000 millones
La jueza Loretta Preska emitió un fallo que obliga a la Argentina a entregar el 51% de las acciones que tiene en la petrolera de bandera a Burford Capital. El país va a apelar, como confirmó Milei. Opciones y dudas para lo que viene
Además de tratarse de una demanda legal que tiene, en su origen, manejos políticos sospechosos, desde el punto de vista normativo, la decisión del juez no podía ser otra.
Dicho esto, ayer vi a un especialista que presentó información muy interesante. Lo que Argentina debería hacer (no sé si ya está presentando una demanda) es cuestionar el valor de la demanda (USD 16 mil millones, sin intereses).
El problema radica en el tipo de cambio del dólar vigente en el momento de los hechos y el adoptado por el tribunal en cuestión.
No es un tema menor. El valor caería (o más bien se desplomaría) a valores manejables para la República Argentina.
En cualquier caso, en mi opinión, la entrega del 51% de las acciones de YPF no se concretará bajo ninguna circunstancia.
Saludos cordiales.
Eduardo Moretti
Colaborador
Argentina y Reino Unido reanudan diálogo militar secreto, según medio británico
Tal como expuso el medio The Economist, Argentina y el Reino Unido habrían reanudado un diálogo militar secreto con el objetivo de explorar un acuerdo que
www.escenariomundial.com
Avanza diálogo entre Argentina y Reino Unido: contactos militares secretos con USA para contrarrestar a China
En USA están preocupados por Argentina y el Atlántico Sur ya que Rusia y China cuentan con 15 bases en la Antártida.
Avanza diálogo entre Argentina y Reino Unido: contactos militares secretos con USA para contrarrestar a China
En USA están preocupados por Argentina y el Atlántico Sur ya que Rusia y China cuentan con 15 bases en la Antártida.
urgente24.com
Haushofer
Forista Sancionado o Expulsado
Dentro del diálogo militar secreto entre Gran Bretaña y Argentina
Un acuerdo contrarrestaría a China y complacería a Estados Unidos. Requiere una diplomacia hábil en las Malvinas.
Los altos mandos estadounidenses están preocupados por el Atlántico Sur. Es un punto de partida hacia la Antártida, donde Rusia y China cuentan con 15 bases en conjunto, luchando por asegurar recursos. Está conectado al Pacífico por el Estrecho de Magallanes, la única ruta marítima segura entre ambos océanos, aparte del Canal de Panamá, afectado por la sequía. El tráfico a través del Estrecho está en aumento, al igual que la pesca ilegal china a ambos lados. China está impulsando proyectos de infraestructura en toda la región. Los principales generales estadounidenses han visitado el extremo sur de Argentina tres veces en los últimos dos años.
A primera vista, Estados Unidos está bien posicionado para gestionar cualquier amenaza. El presidente argentino, Javier Milei, es un aliado muy dispuesto. Gran Bretaña tiene aviones de combate Typhoon y el buque patrullero HMS Forth estacionados en las Islas Malvinas. Pero las fuerzas armadas argentinas están en mal estado. Gran Bretaña se centra en defender las Malvinas (soberanía que Gran Bretaña ostenta y Argentina reclama) de Argentina. Como legado de la guerra de las Malvinas, Gran Bretaña mantiene estrictas restricciones a la venta de armas a Argentina. Estas han obstaculizado los esfuerzos de este país por mejorar sus fuerzas armadas y la han impulsado a comprar aviones y armamento chinos, alarmando a Estados Unidos.
Ahora, una combinación de factores, incluyendo la inusual perspectiva del Sr. Milei sobre las islas y el entusiasmo estadounidense por la modernización militar argentina, ha creado una oportunidad para un nuevo acuerdo estratégico en el Atlántico Sur. Discretamente, tras una larga pausa, se ha reanudado el diálogo entre los ministerios de defensa argentino y británico. Argentina quiere que Gran Bretaña flexibilice sus restricciones a la compra de armas. Gran Bretaña desea una aceptación discreta de su papel en el resto del Atlántico Sur, incluso mientras Argentina mantiene su derecho constitucional sobre las Malvinas. Gran Bretaña también quiere que Argentina colabore con él en asuntos prácticos para mejorar la vida en las Malvinas.
El calentamiento comenzó en febrero de 2024, pocos meses después de que el Sr. Milei asumiera el cargo. Agregados de defensa británicos visitaron el Ministerio de Defensa de Argentina por primera vez en tres años. En septiembre de ese año, los ministros de Asuntos Exteriores británico y argentino se reunieron y organizaron una visita de argentinos a las tumbas de sus familiares en las Malvinas. También acordaron compartir datos pesqueros y reiniciar los vuelos directos mensuales a las Malvinas desde Argentina. El diálogo sobre defensa se intensificó entonces. Una delegación argentina visitó Londres en enero. Próximamente, se espera que una delegación británica visite Buenos Aires.
El Sr. Milei quiere modernizar las fuerzas armadas de su país con el mejor equipo compatible con la OTAN. Está recortando drásticamente el gasto público, pero aumentando el presupuesto de defensa del 0,5% del PIB al 2% en los próximos siete años. El año pasado, Argentina solicitó el estatus de socio de la OTAN.
Gran Bretaña también está interesada en un acuerdo, pero se muestra cautelosa. Comparte las preocupaciones estadounidenses sobre el Atlántico Sur. La aceptación de facto por parte de Argentina de la relevancia británica en la región facilitaría una cooperación más estrecha en todos los ámbitos, desde la ciencia hasta la seguridad, no solo con Argentina, sino también con sus vecinos, Chile y Uruguay. Pero aunque las familias argentinas visitaron el lugar en diciembre, Argentina aún no ha compartido datos de pesca ni ha reanudado los vuelos, lo cual es un paso importante para avanzar en la política armamentística. Los isleños se muestran cautelosos. "Nos sentimos muy seguros", dice Leona Roberts, del Consejo Ejecutivo de las Malvinas, "pero probablemente no nos sentiríamos muy cómodos con que el Reino Unido suministre equipo militar a Argentina".
Gran Bretaña ha bloqueado durante mucho tiempo las ventas de equipo militar con componentes británicos a Argentina, incluso por parte de terceros países. Dada la fortaleza de la industria armamentística británica, esto ha supuesto una seria limitación. En 2020, bloqueó la venta de aviones de combate coreanos con algunas piezas británicas. La política declarada es bloquear las ventas que podrían "mejorar la capacidad militar argentina". Sin embargo, existe margen de maniobra. Gran Bretaña podría permitir ventas que "no sean perjudiciales para los intereses de defensa y seguridad del Reino Unido". Un primer paso podría ser interpretar esa cláusula con mayor flexibilidad.
El futuro
Hay varias razones para creer que un nuevo acuerdo es posible. Pocos consideran a Argentina una amenaza real para las Malvinas. "Es militarmente impensable... [Gran Bretaña] nos borraría del planeta", afirma Alejandro Corbacho, historiador militar de la Universidad del CEMA en Buenos Aires. Gran Bretaña parece más dispuesta a reconsiderar sus restricciones si Argentina planeara realizar grandes compras, ya que eso impulsaría la industria de defensa británica. De ser así, sugeriría que el embargo tiene más que ver con la política que con la protección de las Malvinas. Gran Bretaña sabe que sus restricciones están perdiendo fuerza a medida que más países fabrican equipo militar.
El deseo de Estados Unidos de un nuevo acuerdo también es importante. En declaraciones públicas, ha ofrecido un apoyo firme a la modernización de las fuerzas armadas argentinas. En privado, un estadounidense con conocimiento del tema califica a Argentina de "un socio importante", pero afirma que su ejército "tiene una gran necesidad de equipo y entrenamiento". Pero ese equipo debe ser occidental, no chino. El embargo británico lo dificulta. La intransigencia continua podría terminar fortaleciendo a quienes, en un gobierno post-Milei, creen que el futuro de Argentina, en armamento y política, pasa por China y no por Occidente.
El coqueteo de Argentina con los adversarios estadounidenses es real. A Milei le gusta comerciar con el gigante asiático. En 2023, antes de asumir el cargo, una empresa china parecía dispuesta a construir un gran puerto cerca de la entrada argentina al Estrecho. Ese proyecto fracasó en medio de intensas objeciones tanto extranjeras como nacionales, pero China, que opera una estación espacial en la Patagonia, mantiene un gran interés en la región. Bajo la última administración, Argentina estuvo a punto de comprar aviones de combate chinos, advierte el gobierno estadounidense. En 2021, semanas antes de la invasión de Ucrania, el gobierno anterior firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso que permitía a oficiales argentinos viajar a Rusia para recibir entrenamiento.
Durante la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos presionó a Gran Bretaña para que permitiera a Argentina comprar modernos aviones de combate F-16 con asiento eyectable de fabricación británica. Gran Bretaña se mostró reticente y se encontró una alternativa. Argentina compró F-16 más antiguos a Dinamarca con 40 millones de dólares estadounidenses. Estos no tenían piezas británicas, por lo que no se requirió su aprobación. Sin embargo, Estados Unidos intentó explicar y justificar la decisión ante Gran Bretaña, que la aceptó. Esto representó un avance. "El gobierno estadounidense también estaba interesado en saber si se podían levantar los controles de exportación más amplios", afirma un exfuncionario estadounidense. Un portavoz del gobierno británico afirma que "no tiene planes actuales de revisar la política de control de exportaciones del Reino Unido para Argentina".
Pero es fácil imaginar un cambio en la postura británica. La administración Trump es autoritaria, ignora la ortodoxia y mantiene una estrecha relación con el Sr. Milei, cuya postura prooccidental probablemente contribuye a la flexibilidad británica. Su tono conciliador y su capacidad para romper tabúes sobre las Malvinas son cruciales. Admira abiertamente a Margaret Thatcher, quien dirigió a Gran Bretaña durante la guerra de las Malvinas. Admite que las islas "están en manos del Reino Unido" y asegura que Argentina no intentará recuperarlas por la fuerza. Recientemente, incluso pareció insinuar que los isleños tienen derecho a la autodeterminación, la postura británica.
La política interna sigue siendo una barrera formidable en ambos países. Argentina nombró a un nuevo ministro de Asuntos Exteriores en octubre. A pesar del entusiasmo en otros sectores del gobierno, mejorar las relaciones con Gran Bretaña parece ser una prioridad menor para el nuevo ministro. Por su parte, Gran Bretaña se preocupa por quién sucederá al Sr. Milei. Vender armas a una Argentina liderada por Milei puede estar bien, pero dejará el cargo en 2027 o 2031. Un intento en 2016 de restablecer las relaciones fracasó tras el regreso al poder de los peronistas de izquierda. Sería vergonzoso ayudar a Argentina a modernizar sus fuerzas armadas solo para que eso vuelva a ocurrir.
En ambos países, la oposición, que ondea banderas, podría presentar un acuerdo como una concesión y utilizarlo para avivar la ira. En Gran Bretaña, el partido Reform UK de Nigel Farage está en alza en las encuestas y podría presionar fácilmente al gobierno sobre cualquier nuevo acuerdo, presentándolo como una traición a los caídos en la guerra, quizás. En Argentina, los peronistas ya han atacado a Milei por su postura sobre las Malvinas. Con las elecciones de mitad de mandato en octubre, él y su equipo podrían preferir mantenerse al margen del tema por ahora.
Sin embargo, la lógica primordial de la política exterior de Milei es una alineación inquebrantable con Estados Unidos (sin perjuicio del comercio con China). Gran Bretaña tiene una tradición similar, aunque menos absolutista. La administración Trump está tan preocupada por la influencia china en Latinoamérica que amenaza con apoderarse del Canal de Panamá. También tiene clara la amenaza en el Atlántico Sur. Si presiona con más fuerza, sus dos aliados podrían llegar a una conclusión similar y actuar en consecuencia.
Fuente: https://www.economist.com/the-ameri...ueanthem&utm_medium=social&utm_source=twitter
Un acuerdo contrarrestaría a China y complacería a Estados Unidos. Requiere una diplomacia hábil en las Malvinas.
Los altos mandos estadounidenses están preocupados por el Atlántico Sur. Es un punto de partida hacia la Antártida, donde Rusia y China cuentan con 15 bases en conjunto, luchando por asegurar recursos. Está conectado al Pacífico por el Estrecho de Magallanes, la única ruta marítima segura entre ambos océanos, aparte del Canal de Panamá, afectado por la sequía. El tráfico a través del Estrecho está en aumento, al igual que la pesca ilegal china a ambos lados. China está impulsando proyectos de infraestructura en toda la región. Los principales generales estadounidenses han visitado el extremo sur de Argentina tres veces en los últimos dos años.
A primera vista, Estados Unidos está bien posicionado para gestionar cualquier amenaza. El presidente argentino, Javier Milei, es un aliado muy dispuesto. Gran Bretaña tiene aviones de combate Typhoon y el buque patrullero HMS Forth estacionados en las Islas Malvinas. Pero las fuerzas armadas argentinas están en mal estado. Gran Bretaña se centra en defender las Malvinas (soberanía que Gran Bretaña ostenta y Argentina reclama) de Argentina. Como legado de la guerra de las Malvinas, Gran Bretaña mantiene estrictas restricciones a la venta de armas a Argentina. Estas han obstaculizado los esfuerzos de este país por mejorar sus fuerzas armadas y la han impulsado a comprar aviones y armamento chinos, alarmando a Estados Unidos.
Ahora, una combinación de factores, incluyendo la inusual perspectiva del Sr. Milei sobre las islas y el entusiasmo estadounidense por la modernización militar argentina, ha creado una oportunidad para un nuevo acuerdo estratégico en el Atlántico Sur. Discretamente, tras una larga pausa, se ha reanudado el diálogo entre los ministerios de defensa argentino y británico. Argentina quiere que Gran Bretaña flexibilice sus restricciones a la compra de armas. Gran Bretaña desea una aceptación discreta de su papel en el resto del Atlántico Sur, incluso mientras Argentina mantiene su derecho constitucional sobre las Malvinas. Gran Bretaña también quiere que Argentina colabore con él en asuntos prácticos para mejorar la vida en las Malvinas.
El calentamiento comenzó en febrero de 2024, pocos meses después de que el Sr. Milei asumiera el cargo. Agregados de defensa británicos visitaron el Ministerio de Defensa de Argentina por primera vez en tres años. En septiembre de ese año, los ministros de Asuntos Exteriores británico y argentino se reunieron y organizaron una visita de argentinos a las tumbas de sus familiares en las Malvinas. También acordaron compartir datos pesqueros y reiniciar los vuelos directos mensuales a las Malvinas desde Argentina. El diálogo sobre defensa se intensificó entonces. Una delegación argentina visitó Londres en enero. Próximamente, se espera que una delegación británica visite Buenos Aires.
El Sr. Milei quiere modernizar las fuerzas armadas de su país con el mejor equipo compatible con la OTAN. Está recortando drásticamente el gasto público, pero aumentando el presupuesto de defensa del 0,5% del PIB al 2% en los próximos siete años. El año pasado, Argentina solicitó el estatus de socio de la OTAN.
Gran Bretaña también está interesada en un acuerdo, pero se muestra cautelosa. Comparte las preocupaciones estadounidenses sobre el Atlántico Sur. La aceptación de facto por parte de Argentina de la relevancia británica en la región facilitaría una cooperación más estrecha en todos los ámbitos, desde la ciencia hasta la seguridad, no solo con Argentina, sino también con sus vecinos, Chile y Uruguay. Pero aunque las familias argentinas visitaron el lugar en diciembre, Argentina aún no ha compartido datos de pesca ni ha reanudado los vuelos, lo cual es un paso importante para avanzar en la política armamentística. Los isleños se muestran cautelosos. "Nos sentimos muy seguros", dice Leona Roberts, del Consejo Ejecutivo de las Malvinas, "pero probablemente no nos sentiríamos muy cómodos con que el Reino Unido suministre equipo militar a Argentina".
Gran Bretaña ha bloqueado durante mucho tiempo las ventas de equipo militar con componentes británicos a Argentina, incluso por parte de terceros países. Dada la fortaleza de la industria armamentística británica, esto ha supuesto una seria limitación. En 2020, bloqueó la venta de aviones de combate coreanos con algunas piezas británicas. La política declarada es bloquear las ventas que podrían "mejorar la capacidad militar argentina". Sin embargo, existe margen de maniobra. Gran Bretaña podría permitir ventas que "no sean perjudiciales para los intereses de defensa y seguridad del Reino Unido". Un primer paso podría ser interpretar esa cláusula con mayor flexibilidad.
El futuro
Hay varias razones para creer que un nuevo acuerdo es posible. Pocos consideran a Argentina una amenaza real para las Malvinas. "Es militarmente impensable... [Gran Bretaña] nos borraría del planeta", afirma Alejandro Corbacho, historiador militar de la Universidad del CEMA en Buenos Aires. Gran Bretaña parece más dispuesta a reconsiderar sus restricciones si Argentina planeara realizar grandes compras, ya que eso impulsaría la industria de defensa británica. De ser así, sugeriría que el embargo tiene más que ver con la política que con la protección de las Malvinas. Gran Bretaña sabe que sus restricciones están perdiendo fuerza a medida que más países fabrican equipo militar.
El deseo de Estados Unidos de un nuevo acuerdo también es importante. En declaraciones públicas, ha ofrecido un apoyo firme a la modernización de las fuerzas armadas argentinas. En privado, un estadounidense con conocimiento del tema califica a Argentina de "un socio importante", pero afirma que su ejército "tiene una gran necesidad de equipo y entrenamiento". Pero ese equipo debe ser occidental, no chino. El embargo británico lo dificulta. La intransigencia continua podría terminar fortaleciendo a quienes, en un gobierno post-Milei, creen que el futuro de Argentina, en armamento y política, pasa por China y no por Occidente.
El coqueteo de Argentina con los adversarios estadounidenses es real. A Milei le gusta comerciar con el gigante asiático. En 2023, antes de asumir el cargo, una empresa china parecía dispuesta a construir un gran puerto cerca de la entrada argentina al Estrecho. Ese proyecto fracasó en medio de intensas objeciones tanto extranjeras como nacionales, pero China, que opera una estación espacial en la Patagonia, mantiene un gran interés en la región. Bajo la última administración, Argentina estuvo a punto de comprar aviones de combate chinos, advierte el gobierno estadounidense. En 2021, semanas antes de la invasión de Ucrania, el gobierno anterior firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso que permitía a oficiales argentinos viajar a Rusia para recibir entrenamiento.
Durante la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos presionó a Gran Bretaña para que permitiera a Argentina comprar modernos aviones de combate F-16 con asiento eyectable de fabricación británica. Gran Bretaña se mostró reticente y se encontró una alternativa. Argentina compró F-16 más antiguos a Dinamarca con 40 millones de dólares estadounidenses. Estos no tenían piezas británicas, por lo que no se requirió su aprobación. Sin embargo, Estados Unidos intentó explicar y justificar la decisión ante Gran Bretaña, que la aceptó. Esto representó un avance. "El gobierno estadounidense también estaba interesado en saber si se podían levantar los controles de exportación más amplios", afirma un exfuncionario estadounidense. Un portavoz del gobierno británico afirma que "no tiene planes actuales de revisar la política de control de exportaciones del Reino Unido para Argentina".
Pero es fácil imaginar un cambio en la postura británica. La administración Trump es autoritaria, ignora la ortodoxia y mantiene una estrecha relación con el Sr. Milei, cuya postura prooccidental probablemente contribuye a la flexibilidad británica. Su tono conciliador y su capacidad para romper tabúes sobre las Malvinas son cruciales. Admira abiertamente a Margaret Thatcher, quien dirigió a Gran Bretaña durante la guerra de las Malvinas. Admite que las islas "están en manos del Reino Unido" y asegura que Argentina no intentará recuperarlas por la fuerza. Recientemente, incluso pareció insinuar que los isleños tienen derecho a la autodeterminación, la postura británica.
La política interna sigue siendo una barrera formidable en ambos países. Argentina nombró a un nuevo ministro de Asuntos Exteriores en octubre. A pesar del entusiasmo en otros sectores del gobierno, mejorar las relaciones con Gran Bretaña parece ser una prioridad menor para el nuevo ministro. Por su parte, Gran Bretaña se preocupa por quién sucederá al Sr. Milei. Vender armas a una Argentina liderada por Milei puede estar bien, pero dejará el cargo en 2027 o 2031. Un intento en 2016 de restablecer las relaciones fracasó tras el regreso al poder de los peronistas de izquierda. Sería vergonzoso ayudar a Argentina a modernizar sus fuerzas armadas solo para que eso vuelva a ocurrir.
En ambos países, la oposición, que ondea banderas, podría presentar un acuerdo como una concesión y utilizarlo para avivar la ira. En Gran Bretaña, el partido Reform UK de Nigel Farage está en alza en las encuestas y podría presionar fácilmente al gobierno sobre cualquier nuevo acuerdo, presentándolo como una traición a los caídos en la guerra, quizás. En Argentina, los peronistas ya han atacado a Milei por su postura sobre las Malvinas. Con las elecciones de mitad de mandato en octubre, él y su equipo podrían preferir mantenerse al margen del tema por ahora.
Sin embargo, la lógica primordial de la política exterior de Milei es una alineación inquebrantable con Estados Unidos (sin perjuicio del comercio con China). Gran Bretaña tiene una tradición similar, aunque menos absolutista. La administración Trump está tan preocupada por la influencia china en Latinoamérica que amenaza con apoderarse del Canal de Panamá. También tiene clara la amenaza en el Atlántico Sur. Si presiona con más fuerza, sus dos aliados podrían llegar a una conclusión similar y actuar en consecuencia.
Fuente: https://www.economist.com/the-ameri...ueanthem&utm_medium=social&utm_source=twitter
Dentro del diálogo militar secreto entre Gran Bretaña y Argentina
Un acuerdo contrarrestaría a China y complacería a Estados Unidos. Requiere una diplomacia hábil en las Malvinas.
Los altos mandos estadounidenses están preocupados por el Atlántico Sur. Es un punto de partida hacia la Antártida, donde Rusia y China cuentan con 15 bases en conjunto, luchando por asegurar recursos. Está conectado al Pacífico por el Estrecho de Magallanes, la única ruta marítima segura entre ambos océanos, aparte del Canal de Panamá, afectado por la sequía. El tráfico a través del Estrecho está en aumento, al igual que la pesca ilegal china a ambos lados. China está impulsando proyectos de infraestructura en toda la región. Los principales generales estadounidenses han visitado el extremo sur de Argentina tres veces en los últimos dos años.
A primera vista, Estados Unidos está bien posicionado para gestionar cualquier amenaza. El presidente argentino, Javier Milei, es un aliado muy dispuesto. Gran Bretaña tiene aviones de combate Typhoon y el buque patrullero HMS Forth estacionados en las Islas Malvinas. Pero las fuerzas armadas argentinas están en mal estado. Gran Bretaña se centra en defender las Malvinas (soberanía que Gran Bretaña ostenta y Argentina reclama) de Argentina. Como legado de la guerra de las Malvinas, Gran Bretaña mantiene estrictas restricciones a la venta de armas a Argentina. Estas han obstaculizado los esfuerzos de este país por mejorar sus fuerzas armadas y la han impulsado a comprar aviones y armamento chinos, alarmando a Estados Unidos.
Ahora, una combinación de factores, incluyendo la inusual perspectiva del Sr. Milei sobre las islas y el entusiasmo estadounidense por la modernización militar argentina, ha creado una oportunidad para un nuevo acuerdo estratégico en el Atlántico Sur. Discretamente, tras una larga pausa, se ha reanudado el diálogo entre los ministerios de defensa argentino y británico. Argentina quiere que Gran Bretaña flexibilice sus restricciones a la compra de armas. Gran Bretaña desea una aceptación discreta de su papel en el resto del Atlántico Sur, incluso mientras Argentina mantiene su derecho constitucional sobre las Malvinas. Gran Bretaña también quiere que Argentina colabore con él en asuntos prácticos para mejorar la vida en las Malvinas.
El calentamiento comenzó en febrero de 2024, pocos meses después de que el Sr. Milei asumiera el cargo. Agregados de defensa británicos visitaron el Ministerio de Defensa de Argentina por primera vez en tres años. En septiembre de ese año, los ministros de Asuntos Exteriores británico y argentino se reunieron y organizaron una visita de argentinos a las tumbas de sus familiares en las Malvinas. También acordaron compartir datos pesqueros y reiniciar los vuelos directos mensuales a las Malvinas desde Argentina. El diálogo sobre defensa se intensificó entonces. Una delegación argentina visitó Londres en enero. Próximamente, se espera que una delegación británica visite Buenos Aires.
El Sr. Milei quiere modernizar las fuerzas armadas de su país con el mejor equipo compatible con la OTAN. Está recortando drásticamente el gasto público, pero aumentando el presupuesto de defensa del 0,5% del PIB al 2% en los próximos siete años. El año pasado, Argentina solicitó el estatus de socio de la OTAN.
Gran Bretaña también está interesada en un acuerdo, pero se muestra cautelosa. Comparte las preocupaciones estadounidenses sobre el Atlántico Sur. La aceptación de facto por parte de Argentina de la relevancia británica en la región facilitaría una cooperación más estrecha en todos los ámbitos, desde la ciencia hasta la seguridad, no solo con Argentina, sino también con sus vecinos, Chile y Uruguay. Pero aunque las familias argentinas visitaron el lugar en diciembre, Argentina aún no ha compartido datos de pesca ni ha reanudado los vuelos, lo cual es un paso importante para avanzar en la política armamentística. Los isleños se muestran cautelosos. "Nos sentimos muy seguros", dice Leona Roberts, del Consejo Ejecutivo de las Malvinas, "pero probablemente no nos sentiríamos muy cómodos con que el Reino Unido suministre equipo militar a Argentina".
Gran Bretaña ha bloqueado durante mucho tiempo las ventas de equipo militar con componentes británicos a Argentina, incluso por parte de terceros países. Dada la fortaleza de la industria armamentística británica, esto ha supuesto una seria limitación. En 2020, bloqueó la venta de aviones de combate coreanos con algunas piezas británicas. La política declarada es bloquear las ventas que podrían "mejorar la capacidad militar argentina". Sin embargo, existe margen de maniobra. Gran Bretaña podría permitir ventas que "no sean perjudiciales para los intereses de defensa y seguridad del Reino Unido". Un primer paso podría ser interpretar esa cláusula con mayor flexibilidad.
El futuro
Hay varias razones para creer que un nuevo acuerdo es posible. Pocos consideran a Argentina una amenaza real para las Malvinas. "Es militarmente impensable... [Gran Bretaña] nos borraría del planeta", afirma Alejandro Corbacho, historiador militar de la Universidad del CEMA en Buenos Aires. Gran Bretaña parece más dispuesta a reconsiderar sus restricciones si Argentina planeara realizar grandes compras, ya que eso impulsaría la industria de defensa británica. De ser así, sugeriría que el embargo tiene más que ver con la política que con la protección de las Malvinas. Gran Bretaña sabe que sus restricciones están perdiendo fuerza a medida que más países fabrican equipo militar.
El deseo de Estados Unidos de un nuevo acuerdo también es importante. En declaraciones públicas, ha ofrecido un apoyo firme a la modernización de las fuerzas armadas argentinas. En privado, un estadounidense con conocimiento del tema califica a Argentina de "un socio importante", pero afirma que su ejército "tiene una gran necesidad de equipo y entrenamiento". Pero ese equipo debe ser occidental, no chino. El embargo británico lo dificulta. La intransigencia continua podría terminar fortaleciendo a quienes, en un gobierno post-Milei, creen que el futuro de Argentina, en armamento y política, pasa por China y no por Occidente.
El coqueteo de Argentina con los adversarios estadounidenses es real. A Milei le gusta comerciar con el gigante asiático. En 2023, antes de asumir el cargo, una empresa china parecía dispuesta a construir un gran puerto cerca de la entrada argentina al Estrecho. Ese proyecto fracasó en medio de intensas objeciones tanto extranjeras como nacionales, pero China, que opera una estación espacial en la Patagonia, mantiene un gran interés en la región. Bajo la última administración, Argentina estuvo a punto de comprar aviones de combate chinos, advierte el gobierno estadounidense. En 2021, semanas antes de la invasión de Ucrania, el gobierno anterior firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso que permitía a oficiales argentinos viajar a Rusia para recibir entrenamiento.
Durante la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos presionó a Gran Bretaña para que permitiera a Argentina comprar modernos aviones de combate F-16 con asiento eyectable de fabricación británica. Gran Bretaña se mostró reticente y se encontró una alternativa. Argentina compró F-16 más antiguos a Dinamarca con 40 millones de dólares estadounidenses. Estos no tenían piezas británicas, por lo que no se requirió su aprobación. Sin embargo, Estados Unidos intentó explicar y justificar la decisión ante Gran Bretaña, que la aceptó. Esto representó un avance. "El gobierno estadounidense también estaba interesado en saber si se podían levantar los controles de exportación más amplios", afirma un exfuncionario estadounidense. Un portavoz del gobierno británico afirma que "no tiene planes actuales de revisar la política de control de exportaciones del Reino Unido para Argentina".
Pero es fácil imaginar un cambio en la postura británica. La administración Trump es autoritaria, ignora la ortodoxia y mantiene una estrecha relación con el Sr. Milei, cuya postura prooccidental probablemente contribuye a la flexibilidad británica. Su tono conciliador y su capacidad para romper tabúes sobre las Malvinas son cruciales. Admira abiertamente a Margaret Thatcher, quien dirigió a Gran Bretaña durante la guerra de las Malvinas. Admite que las islas "están en manos del Reino Unido" y asegura que Argentina no intentará recuperarlas por la fuerza. Recientemente, incluso pareció insinuar que los isleños tienen derecho a la autodeterminación, la postura británica.
La política interna sigue siendo una barrera formidable en ambos países. Argentina nombró a un nuevo ministro de Asuntos Exteriores en octubre. A pesar del entusiasmo en otros sectores del gobierno, mejorar las relaciones con Gran Bretaña parece ser una prioridad menor para el nuevo ministro. Por su parte, Gran Bretaña se preocupa por quién sucederá al Sr. Milei. Vender armas a una Argentina liderada por Milei puede estar bien, pero dejará el cargo en 2027 o 2031. Un intento en 2016 de restablecer las relaciones fracasó tras el regreso al poder de los peronistas de izquierda. Sería vergonzoso ayudar a Argentina a modernizar sus fuerzas armadas solo para que eso vuelva a ocurrir.
En ambos países, la oposición, que ondea banderas, podría presentar un acuerdo como una concesión y utilizarlo para avivar la ira. En Gran Bretaña, el partido Reform UK de Nigel Farage está en alza en las encuestas y podría presionar fácilmente al gobierno sobre cualquier nuevo acuerdo, presentándolo como una traición a los caídos en la guerra, quizás. En Argentina, los peronistas ya han atacado a Milei por su postura sobre las Malvinas. Con las elecciones de mitad de mandato en octubre, él y su equipo podrían preferir mantenerse al margen del tema por ahora.
Sin embargo, la lógica primordial de la política exterior de Milei es una alineación inquebrantable con Estados Unidos (sin perjuicio del comercio con China). Gran Bretaña tiene una tradición similar, aunque menos absolutista. La administración Trump está tan preocupada por la influencia china en Latinoamérica que amenaza con apoderarse del Canal de Panamá. También tiene clara la amenaza en el Atlántico Sur. Si presiona con más fuerza, sus dos aliados podrían llegar a una conclusión similar y actuar en consecuencia.
Fuente: https://www.economist.com/the-ameri...ueanthem&utm_medium=social&utm_source=twitter
Justo estaba viendo como leerlo por que pide una cuenta!
Gracias!!
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