A pesar de las protestas manifestadas por China, el gobierno de los Estados Unidos confirmó que financiará parte de las futuros compras de armamento de Taiwán con un mecanismo utilizado para operaciones con países soberanos. Más precisamente, el denominado como foreign military financing (FMF) impulsado por el Departamento de Estado para esta clase de operaciones.
La noticia se desprende de una reciente notificación enviada por la administración del presidente Biden al Congreso, donde fue informado a los legisladores que el programa será utilizado para financiar un paquete de asistencia militar a Taiwán por un valor de USD 80.000.000.
Denominado como de Financiamiento Militar Extranjero (FMF), se trata de un programa perteneciente a la Agencia de Cooperación de Defensa y Seguridad (DSCA) de los Estados Unidos, el cual posee el objetivo de financiar la adquisición de artículos y servicios de defensa para países extranjeros y organizaciones internacionales. El FMF permite a los países socios elegibles comprar artículos, servicios y entrenamiento de defensa de los EE. UU. a través del FMS o, para un número limitado de países, a través del financiamiento militar extranjero de contratos comerciales directos.
Este cambio en la postura de los Estados Unidos fue confirmado a medios como CNN, al consultar a funcionarios sobre esta cuestión. Al respecto indicaron que: “El FMF se utilizará para fortalecer las capacidades de autodefensa de Taiwán a través de una capacidad de defensa conjunta y combinada y una mayor conciencia del dominio marítimo y capacidad de seguridad marítima“.
Por su parte, desde el Departamento de Estado agregaron: “De acuerdo con la Ley de Relaciones con Taiwán y nuestra política de larga data de una sola China, que no ha cambiado, Estados Unidos pone a disposición de Taiwán los artículos y servicios de defensa necesarios para permitirle mantener una capacidad de autodefensa suficiente“, expresó el portavoz a la cadena CNN en una declaración. “Estados Unidos tiene un interés permanente en la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, lo cual es fundamental para la seguridad y la prosperidad regional y global“.
A pesar de la decisión y justificaciones del gobierno de los Estados Unidos, desde la República Popular China han expresado oposición a la implementación de este programa en favor de Taiwán, considerando que dañan los intereses manifiestos que posee el país en la región, socavando su soberanía.
En palabras del Ministerio de Asuntos Exteriores de China expresaron que los EE. UU. deben “dejar de mejorar las conexiones militares entre Estados Unidos y Taiwán y de armar a Taiwán” y “dejar de crear tensiones a través del Estrecho de Taiwán”. Por su parte, desde el Ministerio de Defensa chino indicaron que tomaran las medidas necesarias para contrarrestar esta situación en lo especifico a capacidades militares.
Si bien estos fondos no son destinados a parte de los actuales planes de reequipamiento de Taiwán, al día de la fecha, el gobierno de la isla avances en sus planes de incorporación de nuevos cazas F-16 Block 70, como de tanques M1A2T Abrams. Al igual que el fortalecimiento de sus capacidades de su flota de superficie. Todas esta compras han sido realizadas bajo el programa FMS de los Estados Unidos.
A su vez, se debe mencionar también que, bajo la ley denominada como “Taiwan Enhanced Resilience Act”, el gobierno se comprometió durante el periodo 2023-2027 a invertir USD 2.000 anuales para mejorar las capacidades de defensa de la isla.
Por último, miembros del Congreso de los Estados Unidos han expresado su posición al respecto. Así es el caso del congresista Michael McCaul, presidente del Comité de Asuntes Exteriores, quien expresó: “Me complace que la administración esté implementando aún más nuestra Ley de Fortalecimiento de la Resiliencia de Taiwán de manera bipartidista al finalmente proporcionar FMF a Taiwán. Estas armas no solo ayudarán a Taiwán y protegerán a otras democracias en la región, sino que también fortalecerán la postura de disuasión de Estados Unidos y garantizarán nuestra seguridad nacional frente a un Partido Comunista Chino cada vez más agresivo.”
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