Todos estamos un poco shockeados con la noticia de la baja del Escuadrón 707. Que era caro de operar y caro de mantener es indudable, pero deja un hueco importante en la capacidad de transporte de la FAA. Es una baja no prevista y no planificada. En estos momentos muchos están pegados a los teléfonos de algunas empresas de leasing. La previsión no estuvo presente. Si éste gobierno tuvo o no culpa, dependerá del concepto de cada uno. Lo cierto es que se giraron fondos para que el TC-95 regrese al servicio y se sume al TC-91, pero quienes asignaron dichos fondos, de un día para el otro los cortaron.
Aún si mañana alguien decide poner el dinero –más de 4 millones de dólares- el TC-91 recién volvería a operar a mediados de Septiembre y el 95 lo haría en Diciembre. Pero el dinero no es todo…la FAA no dispone de gente capacitada para abordar todos los trabajos que requieren ambas aeronaves, hay que tercerizar más del 50% de las obras, y eso insume más tiempo y más dinero.
No se trata de un simple check A y B, sino también de tener que implementar muchos boletines que durante muchos años no fueron aplicados y ello en contra de las normas nacionales e internacionales sobre habilitación aérea. Hay “paquetes” pendientes de 2, 4, 6 y hasta 8 años que deben ser aplicados a los aviones. Esto muestra dos cosas. Primero que el TC-91 operaba sin las habilitaciones al día y segundo, que desde 1998 que no se hacían los trabajos en tiempo y forma.
El retrotraernos a 1998 nos hace justamente caer en la época del sultanato del turco, muchos dirán “este turro comenzó todo…” pero lamento desilusionarlos, la historia de tanta imprevisión va mucho más atrás en el tiempo, incluso llega hasta épocas de gobiernos no constitucionales. Veamos por ejemplo que aeronaves o sistemas de armas jamás fueron renovados de modo adecuado:
Douglas DC-3
Sikorsky S-61R
Guaraní II
Aerocommander 500U
BAC Canberra
Mirage IIIBJ/CJ
CH-47 Chinoox
Boeing 707
Como verán el tema viene de larga data, ni hablar que jamás se reemplazó a los Pucarás perdidos en Malvinas o que jamás se implementó una medida concreta resultante de las enseñanzas de Malvinas ( reabastecimiento aéreo, RWR, lanzaseñuelos, etc). Del listado, siempre se dijo que los Fokker F-27 eran el reemplazo de los DC-3, pero pocos lo creyeron y en la práctica no fue así. Los Guaraní sufrieron de algunos accidentes, las típicas plantadas de motor y bastante corrosión. Recuerdo en varias revistas españolas que se anunciaba que Argentina adquiría aviones al Reino Unido….eran los Jetstream para reemplazar a los Guaraní. Pero el anuncio fue solo eso. Luego que venían algunos C-12 ó Super King Air, e incluso una tanda de C-212 Aviocar. Obvio…sólo anuncios. A la fecha la aviación de enlace no existe.
Siguiendo el orden “por tamaño” nos encontramos con la dupla F-27 y F-28. Ambas flotas están diezmadas por accidentes y desprogramaciones. Ambos son muy caros de mantener y con repuestos bastante difíciles de conseguir. Los caballitos de batalla de LADE están sintiendo el rigor del paso del tiempo, y los plazos entre disponibilidad cada vez son más cortos. Que vienen los Saab 340, los Saab 2000, los Fokker F-50, los ATR72 y ya pasaron dos años y en concreto nada de nada. Aunque vale aclarar que éstos posibles sustitutos serían de uso exclusivo para LADE, lo que implica que a la FAA regresarían los F-27 y F-28 casi al borde de su desprogramación y como es costumbre…sin reemplazos a la vista.
Las venerables “chanchas”.
Entre 1992 y 1994 se adquirieron 5 C-130B. Fue un intento no lo podemos negar y salió más o menos, ya que uno fue “modernizado” (TC-60) y el “56” está en inspección (quien sabe por cuanto). El resto yace en la plataforma del Palomar. De los 8 C-130E/H originales, uno se perdió en Tucumán (TC-62), otro en Malvinas (TC-63) y otro (TC-67) luego de un palo en Tandil terminó siendo vendido a Paquistán. El resto están “en inspección” casi eterna y de los dos cisternas, se turnan en servicio.
Nadie puede negar la utilidad de las chanchas, tanto en el plano militar como civil; pero hoy hay que hacer mucha fuerza, muchísima fuerza para poder poner 3 o 4 en el aire. El C-130 no es un SdA más, es la columna vertebral del transporte del país, necesitaría días para relatar las misiones civiles realizadas por éstos aviones que van desde la asistencia a catástrofes naturales como el traslado de familiares en algunos casos de accidentes hasta el lugar de los hechos y es también el único medio que puede poner casi en cualquier punto del país y en muy pocas horas un verdadero hospital ante cualquier eventualidad.
Podrá haber intenciones de limitar la fuerza, de reducir los presupuestos, las cometas, las quintas y todo lo demás, pero la chancha es un verdadero avión “cívico-militar”, no necesario sino imprescindible. Que 67 países aún hoy lo operen, habla de ello. Su poca disponibilidad ya no es un tema militar, sino un tema relacionado al bienestar y salud de la población en general. Aquí, se equivocan muy feo con recortar a los Hércules.
Otros dos medios de suma importancia “cívico-militar” son el Twin Otter y el SA-315 Lama. El primero porque es la vía de comunicación y enlace para docenas de poblaciones de la patagonia, y el otro porque es un medio que salva innumerables vidas por año, aunque jamás recibe el reconocimiento del público en general o de la prensa. Quien se haya dado una vuelta por el Aconcagua, para los guías, el Lama es lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte.
Redondeando: la cosa está clara. Hoy yo no cuestiono la política de desatención hacia la flota de combate de la FAA o que no se compren bombas o misiles; pero sí que un país tan extenso, con tan pocos ferrocarriles y carreteras se le esté apretando el cuello a más no poder a la flota de transporte de la FAA, una flota que está más “al servicio de la comunidad” que de los militares mismos. Es un error grosero y cuyas consecuencias pueden ser durísimas, no para los militares, sino para la población en general. Insisto, es un error gravísimo, más allá del político de turno.
Aún si mañana alguien decide poner el dinero –más de 4 millones de dólares- el TC-91 recién volvería a operar a mediados de Septiembre y el 95 lo haría en Diciembre. Pero el dinero no es todo…la FAA no dispone de gente capacitada para abordar todos los trabajos que requieren ambas aeronaves, hay que tercerizar más del 50% de las obras, y eso insume más tiempo y más dinero.
No se trata de un simple check A y B, sino también de tener que implementar muchos boletines que durante muchos años no fueron aplicados y ello en contra de las normas nacionales e internacionales sobre habilitación aérea. Hay “paquetes” pendientes de 2, 4, 6 y hasta 8 años que deben ser aplicados a los aviones. Esto muestra dos cosas. Primero que el TC-91 operaba sin las habilitaciones al día y segundo, que desde 1998 que no se hacían los trabajos en tiempo y forma.
El retrotraernos a 1998 nos hace justamente caer en la época del sultanato del turco, muchos dirán “este turro comenzó todo…” pero lamento desilusionarlos, la historia de tanta imprevisión va mucho más atrás en el tiempo, incluso llega hasta épocas de gobiernos no constitucionales. Veamos por ejemplo que aeronaves o sistemas de armas jamás fueron renovados de modo adecuado:
Douglas DC-3
Sikorsky S-61R
Guaraní II
Aerocommander 500U
BAC Canberra
Mirage IIIBJ/CJ
CH-47 Chinoox
Boeing 707
Como verán el tema viene de larga data, ni hablar que jamás se reemplazó a los Pucarás perdidos en Malvinas o que jamás se implementó una medida concreta resultante de las enseñanzas de Malvinas ( reabastecimiento aéreo, RWR, lanzaseñuelos, etc). Del listado, siempre se dijo que los Fokker F-27 eran el reemplazo de los DC-3, pero pocos lo creyeron y en la práctica no fue así. Los Guaraní sufrieron de algunos accidentes, las típicas plantadas de motor y bastante corrosión. Recuerdo en varias revistas españolas que se anunciaba que Argentina adquiría aviones al Reino Unido….eran los Jetstream para reemplazar a los Guaraní. Pero el anuncio fue solo eso. Luego que venían algunos C-12 ó Super King Air, e incluso una tanda de C-212 Aviocar. Obvio…sólo anuncios. A la fecha la aviación de enlace no existe.
Siguiendo el orden “por tamaño” nos encontramos con la dupla F-27 y F-28. Ambas flotas están diezmadas por accidentes y desprogramaciones. Ambos son muy caros de mantener y con repuestos bastante difíciles de conseguir. Los caballitos de batalla de LADE están sintiendo el rigor del paso del tiempo, y los plazos entre disponibilidad cada vez son más cortos. Que vienen los Saab 340, los Saab 2000, los Fokker F-50, los ATR72 y ya pasaron dos años y en concreto nada de nada. Aunque vale aclarar que éstos posibles sustitutos serían de uso exclusivo para LADE, lo que implica que a la FAA regresarían los F-27 y F-28 casi al borde de su desprogramación y como es costumbre…sin reemplazos a la vista.
Las venerables “chanchas”.
Entre 1992 y 1994 se adquirieron 5 C-130B. Fue un intento no lo podemos negar y salió más o menos, ya que uno fue “modernizado” (TC-60) y el “56” está en inspección (quien sabe por cuanto). El resto yace en la plataforma del Palomar. De los 8 C-130E/H originales, uno se perdió en Tucumán (TC-62), otro en Malvinas (TC-63) y otro (TC-67) luego de un palo en Tandil terminó siendo vendido a Paquistán. El resto están “en inspección” casi eterna y de los dos cisternas, se turnan en servicio.
Nadie puede negar la utilidad de las chanchas, tanto en el plano militar como civil; pero hoy hay que hacer mucha fuerza, muchísima fuerza para poder poner 3 o 4 en el aire. El C-130 no es un SdA más, es la columna vertebral del transporte del país, necesitaría días para relatar las misiones civiles realizadas por éstos aviones que van desde la asistencia a catástrofes naturales como el traslado de familiares en algunos casos de accidentes hasta el lugar de los hechos y es también el único medio que puede poner casi en cualquier punto del país y en muy pocas horas un verdadero hospital ante cualquier eventualidad.
Podrá haber intenciones de limitar la fuerza, de reducir los presupuestos, las cometas, las quintas y todo lo demás, pero la chancha es un verdadero avión “cívico-militar”, no necesario sino imprescindible. Que 67 países aún hoy lo operen, habla de ello. Su poca disponibilidad ya no es un tema militar, sino un tema relacionado al bienestar y salud de la población en general. Aquí, se equivocan muy feo con recortar a los Hércules.
Otros dos medios de suma importancia “cívico-militar” son el Twin Otter y el SA-315 Lama. El primero porque es la vía de comunicación y enlace para docenas de poblaciones de la patagonia, y el otro porque es un medio que salva innumerables vidas por año, aunque jamás recibe el reconocimiento del público en general o de la prensa. Quien se haya dado una vuelta por el Aconcagua, para los guías, el Lama es lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte.
Redondeando: la cosa está clara. Hoy yo no cuestiono la política de desatención hacia la flota de combate de la FAA o que no se compren bombas o misiles; pero sí que un país tan extenso, con tan pocos ferrocarriles y carreteras se le esté apretando el cuello a más no poder a la flota de transporte de la FAA, una flota que está más “al servicio de la comunidad” que de los militares mismos. Es un error grosero y cuyas consecuencias pueden ser durísimas, no para los militares, sino para la población en general. Insisto, es un error gravísimo, más allá del político de turno.

e Todo Un poco")-los subsidios (que incluten la construccion d eun elecvtorado que compan a base de $ ya exceden los $21.000 millones-(Unos US$7000 millones) con solo la mitad de esta suma..que FFAA podrian lograrse..!!!!..Viva la demagogia!