Relaciones China-Japón

Sebastian

Colaborador
¿Iría China a la guerra por unas islas despobladas?

Redacción
BBC Mundo
Lunes, 28 de abril de 2014


Un buque de la Guardia Costera de Japón (izquierda) navega cerca de un barco

de vigilancia chino en las proximidades de las islas que se disputan.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encuentra de gira por Asia. El miércoles aterrizó en Japón pasa sostener conversaciones con uno de sus aliados clave en la región. Antes de su llegada, Obama dio declaraciones a un diario japonés en las que defendió la soberanía nipona sobre un grupo de islas en el Mar de China Oriental, que tanto Tokio como Pekín reclaman como propias. Según el mandatario, las islas están incluídas en un tratado de defensa entre Washington y Tokio.

Celia Hatton, periodista de la BBC en Pekín, analiza hasta qué punto estaría China dispuesta a irse a la guerra por las islas en disputa.

Las islas, conocidas como Diaoyu en China y Senkaku en Japón, son difíciles de encontrar en un mapa regional.
Esta pequeña cadena de cinco islotes deshabitados y tres rocas estériles se encuentran casi exactamente entre China y el sur de Japón.

Por décadas, las autoridades japonesas han controlado las islas, muy valoradas por su ubicación estratégica en el Mar de China Oriental y los posibles yacimientos de petróleo y gas que habría en sus profundidades.

Pero en los últimos años, Pekín ha revitalizado su campaña por reivindicar su soberanía sobre las islas, lo cual ha causado tensión en la región.

En la década de los años 70, los líderes comunistas chinos objetaron la soberanía japonesa sobre las islas, pero ambos países acordaron dejarles el problema a las generaciones futuras.

La disputa tomó fuerza en 2012, cuando el gobierno japonés le compró las islas a un propietario privado. Los nacionalistas japoneses, indicó Tokio, querían implementar proyectos de desarrollo en ese territorio, un plan que las autoridades querían frenar, en parte para aplacar a China. Pocos en Pekín creyeron esa explicación.

Cambio

Obama recibió bendiciones en su paso por el santuario de Meiji, en Tokio.

En cambio, la modificación del status quo le dio a China una oportunidad para mostrar su creciente apetito político.

"Cuando (el presidente) Xi Jinping asumió el poder, cambió el enfoque básico de la política exterior china", explica Cheng Xiaohe, profesor de la Universidad de Renmin, en China. "(Ha pasado) de mantener un status quo de bajo perfil a una nueva estrategia más activa".

Para la frustración de los líderes chinos, Japón no ha reconocido públicamente el reclamo de Pekín. Por eso, para presionar a Tokio, Pekín intensificó el patrullaje en el área.
Jets de combate chinos sobrevuelan regularmente las islas, mientras que embarcaciones de guerra han navegado en las cercanías.

"Si Japón se niega a hablar sobre este problema, China deberá rondar las islas Diaoyu para hacer valer sus derechos soberanos", señaló Liu Jiangyong, profesor de la Universidad de Tsinghua, en China.

En noviembre pasado, Pekín tomó una medida sorpresiva al restringir el tráfico aéreo en una zona que forma parte del área en disputa. Algunos países, entre ellos EE.UU., ignoraron la nueva normativa china, pero -para Cheng- se trata de una estrategia a largo plazo de Pekín.

"El plan de China es reservarse una especie de derecho y de libertad para emprender una acción militar si algo pasa en las islas Diaoyu o en otra área en disputa", explicó el experto.

"Una pulgada de territorio"
"Si China y Japón tuvieran una relación amistosa, el interés militar por las islas se reduciría"
Liu Jiangyong, Universidad de Tsinghua​

En China, el gobierno está usando otra herramienta para mantener el problema de las islas al frente de la política exterior. Se trata de propaganda antijaponesa.

Incluso a los jóvenes chinos se les recuerda con regularidad la existencia de tensiones chino-japonesas que datan de la Segunda Guerra Mundial.

"Dispárales a los demonios japoneses" es un videojuego en internet que fue lanzado en febrero por People.com, un sitio web del gobierno.

Los jugadores escogen un supuesto jefe militar japonés de una galería de figuras históricas y obtienen puntos por dispararle con un arma.

El juego es caricaturesco, pero cabe preguntarse: ¿es esta campaña apenas un juego de Pekín? ¿realmente Xi Jinping iría a una guerra por un pequeño y despoblado territorio? La respuesta parece ser afirmativa.

"Sí, las islas son pequeñas, pero desde la perspectiva china, una pulgada de territorio es lo suficientemente grande para que China luche por ella", indicó el doctor Cheng.

En última instancia, se trata de un problema circular. El valor simbólico de estas islas seguirá aumentando a medida que ambos países presionen por controlarlas.

"Si China y Japón tuvieran una relación amistosa, el interés militar por las islas se reduciría", añade Liu.

Frente a la embajada japonesa, las medidas de seguridad son muy estrictas. Hay paredes de cuatro metros de alto que impiden que cualquier persona vea lo que pasa en su interior. Soldados de rostros sombríos vigilan el exterior.

Hay muchas razones por las cuales China y Japón evitarían una guerra territorial, incluyendo sus lazos comerciales y la amenaza de una intervención de Washington. Pero la presencia de esos guardias les recuerda, no sólo a los que están dentro de la embajada sino a los que están afuera, que la amenaza de un enfrentamiento militar nunca está lejos.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias...onal_china_japon_islas_disputa_mr_finde.shtml
 

Barbanegra

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Pekín despliega cazas tras el ingreso de aviones militares japoneses a la zona en disputa
Pekín ha desplegado cazas tras el ingreso de aviones militares japoneses a la zona de identificación aérea que es tema de disputa actualmente entre las dos naciones, informa el Ministerio de Defensa chino.

Los aviones de combate de la Fuerza Aérea china fueron enviados después de que "los aviones japoneses entraron en la zona de identificación de la defensa antiaérea" designada por Pekín, señaló el Ministerio.

Esto ocurre después de que en la víspera un caza chino y un avión militar nipón protagonizaran un incidente en el que casi chocan en el aire mientras sobrevolaban el Mar Oriental de China.

El incidente fue hecho público este domingo por el Ministerio de Defensa nipón, cuyos representantes aseguraron que una de los aviones chinos pasó a escasos 30 metros de una aeronave de vigilancia OP-3C de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército).

Este primer incidente tuvo lugar ayer en torno a las 11.00 hora local (03.00 GMT del sábado) en una zona sobre alta mar, mientras que una hora más tarde otro caza voló a unos 50 metros de un YS-11EB (avión nipón destinado a labores de inteligencia) en una zona contigua, explicó el ministerio. Los aviones de combate chinos fueron identificados por Tokio como modelos SU-27.

Esta semana se dio a conocer que Japón considera la posibilidad de instalar puestos fronterizos militares estratégicos en los islotes cercanos a las islas en disputa. Desplegará allí hasta 1.000 efectivos.

En noviembre de 2013 China amplió unilateralmente su zona de defensa aérea sobre las islas Senkaku (Diaoyu para China), que Pekín reclama aunque estén administradas por Tokio. Como consecuencia, Japón denunció la violación de su soberanía marítima por China. Casi a la vez Corea del Sur anunció la ampliación de su zona de defensa aérea al islote disputado Roca Socotra, que se encuentra en la esfera de los intereses surcoreanos, japoneses y chinos.

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/129116-china-dcazas-aviones-militares-japon
 

Barbanegra

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General chino acusa a Japón y EEUU de provocar a Pekín
El segundo jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de China, Wan Guanzhong, acusó hoy al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y al secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, de provocar a China con sus comentarios.

"Los discursos de Abe (viernes 30) y Hagel (sábado 31) son acciones para provocar a China", manifestó el teniente general, en su intervención en la conferencia de seguridad Shangri-La Dialogue, que se clausura hoy después de tres jornadas de debates.

"Los discursos de Abe y Hagel me dieron la impresión de que estaban coordinados, se apoyaron entre sí, se animaron y aprovecharon la ventaja de hablar primero", destacó Wang sobre lo que calificó de ataque inesperado.

El viernes pasado en Shangri-La Dialogue, Abe denunció intentos unilaterales para alterar el "statu quo" en Asia, aunque sin mencionar directamente a Pekín.

"Abe atacó, directa o indirectamente a China", afirmó el general chino.

Al día siguiente, Hagel sí acusó a China directamente de "acciones desestabilizadoras" en la región.

"En los últimos meses, China ha adoptado unilateralmente acciones desestabilizadoras para asegurar sus reclamaciones (soberanistas) en el Mar de China Meridional", manifestó Hagel.

El teniente general Wang indicó que si tuviera que comparar la actitud de ambos políticos se quedaría con la del estadounidense, "porque es más directa".

El militar chino insistió en que su país no tiene ningún programa expansionista y reiteró el compromiso de Pekín con el progreso y la paz en la región.

China y Japón se disputan las islas Senkaku/Diaoyu, administradas de facto por Tokio.

En el Sudeste Asiático, China, Taiwán y Vietnam litigan por las islas Paracel, mientras que los tres anteriores más Brunei, Filipinas y Malasia reclaman total o parcialmente el archipiélago de las Spratly.

EFE
 

Sebastian

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Parte 1

Breve historia de las relaciones sino-japonesas desde la Segunda Guerra Mundial: del optimismo a la desconfianza
Enviado por Adolfo J. Rodríguez el Dom, 01/06/2014 - 14:01

Análisis GESI, 9/2014

El ascenso económico, político y militar de China plantea un reto para el mundo en su conjunto, si bien de manera especial para Japón, en su papel de segunda potencia de la región de Asia Oriental. Recientemente se ha discutido mucho acerca de la reacción política de Tokio en vista a la progresiva acumulación de poder por parte de Pekín en las dos últimas décadas.

Simultáneamente, la esporádica incidencia de “brotes de conflicto” entre los dos países no cesa de añadir presión a la relación bilateral, y renueva el gran interés existente en su análisis desde diversos puntos de vista. Por mi parte, en este breve análisis histórico expondré las principales claves que explican el progresivo deterioro de las relaciones sino-japonesas desde el final de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, cuando pasaron por un periodo de relativa pujanza, hasta su estado calamitoso actual. Así pues, dividiré la exposición entre tres periodos correspondientes con: 1) los años de la Guerra Fría, 2) la década de los 90 y 3) el nuevo siglo.

Las relaciones sino-japonesas durante la Guerra Fría
Las relaciones entre Japón y la República Popular China (RPC) desde la Segunda Guerra Mundial no estuvieron siempre marcadas por la controversia propia de los últimos años. A pesar de que indudablemente surgieron desde entonces numerosos puntos de fricción entre los dos países -que en el pasado habían estado inmersos en una guerra cruenta que segó millones de vidas humanas- las respectivas actitudes de Japón y China a lo largo de la Guerra Fría fueron lo suficientemente constructivas como para permitir la creación y el mantenimiento de una relación en términos positivos.

Durante los años previos al final de la Guerra Fría, Japón “buscó una política cooperativa y conciliatoria hacia China” que incluyó al menos tres características principales: (1) un profundo interés en la reconciliación a través de la mejora de las relaciones económicas y comerciales, (2) una postura generalmente sumisa en relación con los asuntos históricos, y (3) la adaptación a y en alguna medida cooperación con los objetivos estratégicos de los líderes chinos.[1]
Todo ello no fue óbice para que el restablecimiento y normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países tuviera que esperar hasta el año 1972 con el primer ministro Tanaka Kakuei, ya después de que los Estados Unidos ya hubieran tomado la iniciativa con su política de normalización de China.

Con todo, durante estos años Japón mostró un profundo interés en la expansión de sus lazos económicos con China. Para ello no dudo en hacer valer su voluntad de cometer actos de verdadera herejía contra las convenciones ideológicas dominantes de la Guerra Fría, actuando autónomamente en pos del desarrollo y la mejora de sus relaciones comerciales con los chinos.[2] Para los japoneses, esta actitud de acercamiento no era algo nuevo surgido después de 1972.

Por el contrario, durante los años previos a 1972 Japón había venido siendo pionero en sus intentos marcadamente tempranos de acercamiento a la RPC, si bien principalmente desde un punto de vista comercial. En este sentido es reseñable que tan pronto como en 1952 Japón ya había iniciado relaciones comerciales bilaterales con la RPC, llegando a sustituir a la Unión Soviética como su mayor socio comercial en 1965.[3]

En sintonía con lo precedente, Japón tuvo la ocasión de mostrar su actitud particularmente benevolente para con Pekín de nuevo en 1979, cuando se convirtió en el primer país fuera del bloque comunista en incluir a China en sus programas de ayuda extranjera al desarrollo. Ciertamente abundaba entre las élites japonesas de este periodo la creencia de que el progreso y el desarrollo de China no podrían más que denotar efectos benignos para Asia.

La política japonesa en esa época reflejaba pues una actitud asistencial en relación con la RPC, fuertemente anclada en la esperanza de que “con el tiempo los principios del liberalismo comercial triunfarían conforme el comercio y el desarrollo transformara [a la RPC] en un socio cooperativo”. [4]

La actitud de Japón hacia China durante este periodo fue también más lenitiva en lo concerniente a los denominados "problemas históricos". Partiendo del reconocimiento explícito de la “responsabilidad por el serio daño causado por Japón al pueblo chino a través de la guerra en el pasado”, [5] incluido en el comunicado conjunto sino-japonés emanado con motivo del restablecimiento de relaciones diplomáticas en 1972, la sensibilidad del Gobierno japonés con las inquietudes chinas sobre la memoria histórica fue muy alta hasta el final de la Guerra Fría.

Esta receptividad por parte de Tokio puede además apreciarse examinando la manera en que las disputas históricas fueron gestionadas por el Gobierno japonés durante esta época. Un ejemplo de ello es la disputa surgida en 1982 cuando la RPC protestó por el cambio en el contenido de unos libros de texto escolares autorizados por el Ministerio de Educación japonés.
Los chinos se quejaron porque, según se informó, en la nueva redacción la actuación de Japón durante la guerra era explicada en una luz más positiva que anteriormente.[6] Inmediatamente después de que se presentasen las quejas por parte de la RPC, y a pesar de que como se demostró posteriormente los hechos eran falsos, y la información había sido un error de la prensa japonesa, el Gobierno de Japón no tardó en disculparse a sus vecinos asiáticos, prometiendo revocar la –en realidad inexistente– revisión de los libros de texto y promulgando nuevas regulaciones destinadas a limitar el contenido de los libros de texto en el futuro. [7]

Por otro lado, incluso un primer ministro considerado de línea dura como Yasuhiro Nakasone, fue obligado a abstenerse de visitar el controvertido Santuario Yasukuni, que consagra a los caídos de Japón, incluyendo a catorce criminales de guerra declarados en los Juicios de Tokio, a consecuencia de vehementes protestas procedentes de Pekín.

Nakasone visitó Yasukuni el 15 de agosto de 1985 en el cuadragésimo aniversario de la rendición de Japón en la Guerra del Pacífico, afirmando que era de “sentido común en todo el mundo que un jefe de estado pueda visitar y honrar el lugar donde el país conmemora a aquellos que dieron sus vidas por él”. [8] Sin embargo, a pesar de su previa insistencia en la normalidad de la visita, las fuertes protestas procedentes de China –que decía temer la remilitarización de Japón– provocaron la cancelación sine die de los planes de visita a Yasukuni del primer ministro Nakasone en el futuro. [9]


El polémico Santuario Yasukuni de Tokio​

Otro aspecto donde Japón también mostró su suavidad frente a China tiene que ver con lo que se podría denominar como la acomodación y cooperación de Japón con la estrategia conjunta a largo plazo de la RPC en los años previos al final de la Guerra Fría.[10] Antes de la normalización de 1972, es un hecho aceptado que el primer ministro japonés Eisaku Sato solamente accedió a incluir la denominada “Taiwan clause” (cláusula Taiwán) en el acuerdo conjunto EEUU-Japón de 1969, al verse bajo la presión de Washington.
Esta cláusula, que establecía que “el mantenimiento de la paz y la seguridad en el área de Taiwán es también relevante para la paz y seguridad de Japón”,[11] y que por consiguiente resaltaba la importancia estratégica de Taiwán frente a las reivindicaciones de la RPC, fue pues unicamente aceptada por los japoneses bajo presión norteamericana y con el objetivo de facilitar la devolución del archipiélago de Okinawa, que todavía obraba en poder de los EEUU.[12]

El proceso de inclusión de la “cláusula Taiwán” es un buen indicador de las reticencias de los japoneses para secundar la estrategia de EEUU hacia China durante los años previos a la normalización.
En todo caso, las pruebas sugieren que en ese momento Japón no veía a China como un enemigo de la guerra fría y no aceptó fácilmente la visión geopolítica que consideraba a China como un enemigo comunista, tan influyente en los Estados Unidos de la época. Hay asimismo pruebas de que el primer ministro Shigeru Yoshida (el gran arquitecto del Japón de la posguerra) se resistió vigorosamente a las peticiones del negociador americano del tratado de paz, John Foster Dulles, conducentes a aceptar al Gobierno de Taipei como legítimo, en lugar del de Pekín como prefería Tokio.
Y ello porque Yoshida, que finalmente tuvo que sucumbir, creía firmemente en que el comunismo chino tenía un origen eminentemente nacionalista y que por ello la relación con los soviéticos sería inestable y estaría destinada a colapsar.
Este es un punto de vista que Chalmers Johnson afirma que no sólo perteneció a Yoshida, sino que era compartida por una miríada de políticos conservadores japoneses próximos a lo que el denomina la “Escuela Yoshida”.[13] Esta predisposición en el seno de la clase dirigente fue determinante cuando en 1971 la República Popular China sustituyó a Taiwán en la Organización de Naciones Unidas, haciendo a Japón actuar más rápido que EEUU a la hora de reconocer a Pekín.


El primer ministro japonés Shigeru Yoshida (derecha) intentó resistirse a las presiones del negociador estadounidense John F. Dulles (izquierda) para que Japón reconociese a Taiwán tras la guerra​

La inclinación positiva hacia los intereses y preocupaciones fundamentales de la RPC se pudo apreciar también durante el proceso de normalización. En el comunicado conjunto que concluyó las negociaciones para la normalización de las relaciones diplomáticas, Japón se comprometió a prestar un reconocimiento diplomático pleno a la RPC, declarando su respeto y entendimiento de la posición china según la cual “Taiwán es una parte inalienable del territorio de la República Popular China”, y extinguiendo sus relaciones oficiales con el gobierno de la isla.[14] Incluso en medio de la conmoción internacional provocada por el incidente de Tiananmen en 1989, cuando el Ejército Popular de Liberación chino llevó a cabo una represión brutal de unas protestas masivas, Japón mostró una repuesta mucho más suave a los hechos que el resto de países, miembros del G-7 o no.[15]

Así, Japón no solamente fue el primer país en levantar las sanciones a China en 1990, apenas un año después del incidente,[16] sino que además jugó un papel activo trabajando para “ayudar a China a salir de su aislamiento”,[17] y tomando el “liderazgo diplomático en favor de la reintegración [de Pekín]” en el orden internacional.[18] Ciertamente, con el objetivo de conseguir un rápido levantamiento de las sanciones impuestas por otras naciones y por instituciones internacionales “Japón usó su influencia en el Banco Asiático de Desarrollo y en otros lugares”, [19] en beneficio de los intereses chinos.

Por otro lado, en un gesto destinado a reafirmar el compromiso japonés con la continuación del acercamiento económico con China, un grupo representativo de líderes del mundo de los negocios japonés realizó una visita a China poco tiempo después con el objetivo de “reafirmar la relación comercial”.[20]


El incidente de Tiananmen en 1989 es habitualmente citado como el punto de partida del empeoramiento de las relaciones sino-japonesas de posguerra​

Las relaciones sino-japonesas en la primera década de la posguerra fría (1990-2000)
La década de los 90 empezó lo que más tarde se llamaría la “década perdida” deJapón, mientras “la emergencia de China como un gigante económico ensombrecía el recuerdo del éxito de Japón”. [21]

En este contexto, el incidente de la Plaza de Tiananmen se considera comúnmente como el punto de partida de la erosión de las relaciones sino-japonesas, la cual empezó al final de la Guerra Fría y se aceleró a mitad de la década.[22] “Aunque las relaciones sino-japonesas estaban empezando a entrar en una etapa de interdependencia económica e incluso política a finales de la década de los 80”, este progreso se ralentizó a causa del incidente de Tiananmen, que hizo que muchos japoneses se empezaran a cuestionar la naturaleza pacífica del régimen chino.

En todo caso, este incidente fue únicamente el primero en una serie de acontecimientos que indicarían un nuevo ritmo en la música de las relaciones sino-japonesas. Se pudieron percibir cambios relevantes en ambos lados de la relación.

Por el lado de China, hubo señales que apuntaban hacia una actitud más agresiva en la búsqueda de sus objetivos estratégicos. Los chinos llevaron a cabo una serie de pruebas nucleares durante la primera parte de la década, [23] dando lugar a fuertes protestas por parte de Tokio y a la suspensión de la ayuda al desarrollo japonesa en 1995. Poco tiempo antes, en 1992, China había promulgado una ley que aseveraba en términos muy enérgicos la soberanía china sobre las islas Senkaku como las llaman los japoneses, o Diaoyu como las denomina Pekín.[24] En el otoño de 1995, el gobierno japonés detectó la intrusión de aviones militares chinos en su espacio aéreo.[25]

Además, China elevó el tono de su amenaza militar contra Taiwán cuando en 1996, movida por el miedo a que el resultado de las elecciones presidenciales taiwanesas de ese año diese lugar a la secesión oficial de la isla, trató de intimidar a los votantes taiwaneses llevando a cabo una serie de pruebas de misiles al otro lado del estrecho.

El incidente acabó con una demostración de apoyo a Taiwán por parte de la Armada estadounidense que envió varios portaaviones que navegaron a través de las aguas del estrecho de Taiwán, en una clara señal de su disposición a ayudar al gobierno de la isla en caso de un hipotético ataque chino, y ante la completa impotencia de Pekín.[26] Sea como fuere, todos estos incidentes sirvieron para espolear entre los japoneses la preocupación incipiente sobre de la asertividad china.

Por otro lado, estos acontecimientos dieron también como resultado una actitud más agresiva por parte de Tokio. “El gobierno japonés, desde finales de la década de los 90 [tomó] una línea cada vez más dura en sus negociaciones con China”, rechazando la habitual táctica china de recurrir al pasado colonial para obtener concesiones diplomáticas de parte de Japón (history card). A pesar de ello, hubo también señales de continuación o inercia de algunas dinámicas positivas.

En 1992, el Emperador Akihito, que había accedido al trono poco tiempo antes, hizo la primera visita a China de un emperador japonés desde el final de la guerra, en un gesto que para muchos en su momento indicaba el “fortalecimiento de las relaciones entre los dos gigantes de Asia Oriental”.[27]

En 1995, la llamada “declaración de Murayama”, a través de la cual el gobierno japonés finalmente expresó por primera vez una disculpa global por su papel en la Guerra del Pacífico, comunicó el “profundo remordimiento y… la sincera disculpa” de Japón por el “tremendo daño y sufrimiento [causado] a los pueblos de muchos países, particularmente a los de las naciones asiáticas”.[28]


El primer ministro Hashimoto y el presidente Clinton acordaron en 1996 extender la alianza a las "áreas que rodean Japón", lo que fue entendido por China como una injerencia sobre Taiwán​

En el marco de la Alianza de Seguridad entre Japón y EEUU, en 1996, el primer ministro Ryutaro Hashimoto y el presidente Bill Clinton se pusieron de acuerdo en extender la cooperación en el marco de la alianza a “situaciones que puedan emerger en las áreas que rodean Japón y que tendrán una importante influencia en la paz y la seguridad de Japón”, [29] una propuesta que no gustó a Pekín, ya que en realidad suponía un incremento sutil del área operacional de la alianza desde la islas japonesas hacia escenarios más alejados, lo que en la RPC fue interpretado con preocupación, como un acuerdo sobre el apoyo de Japón a EEUU en la eventualidad de un conflicto en Taiwán.
 

Sebastian

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Parte 2

Breve historia de las relaciones sino-japonesas desde la Segunda Guerra Mundial: del optimismo a la desconfianza
El nuevo siglo
El comienzo del nuevo milenio atestiguó un “desplazamiento de la diplomacia china de Japón hacia una postura más asertiva”,[30] a la vez que la relación bilateral experimentó una serie de crisis esporádicas que llevaron la relación a su peor momento de todo el periodo de posguerra.

Aunque con altibajos, la tendencia general fue hacia un progresivo empeoramiento de la relación bilateral. Dos problemas fueron determinantes en la acumulación de las tensiones sino-japonesas durante la década de los 2000:
  • Las repetidas visitas del primer ministro Junichiro Koizumi al Santuario Yasukuni, en su capacidad oficial de primer ministro de Japón. Contrariamente a lo que había ocurrido cuando el problema de las visitas a Yasukuni surgió en los años 80 con Nakasone como primer ministro, en esta coyuntura Koizumi decidió no ceder a las presiones provenientes de los países vecinos, y continuó realizando su visita anual durante todo su mandato.[31]
  • Esto vino a demostrar que “la asistencia económica japonesa y el [uso del] comodín de la historia (history card) [por parte de China]… ya no tenían mucha influencia”.[32]

El primer ministro Junichiro Koizumi (izquierda) continuó realizando sus visitas anuales al Santuario de Yasukuni a pesar de las fuertes protestas procedentes de China y otros países asiáticos​
  • La intensificación de la disputa territorial en relación con las islas Senkaku/Diayou fue otro factor en la desestabilización de las relaciones sino-japonesas de principio de siglo. En septiembre de 2010, las autoridades japonesas arrestaron a la tripulación de un barco pesquero chino que había colisionado contra una patrulla de la Guarda Costera Japonesa mientras operaba en aguas disputadas alrededor de las islas Senkaku/Diaoyu. El arresto causó una gran crisis diplomática entre los dos gobiernos que se alargó durante tres meses.[33] Las tensiones derivadas de la disputa de soberanía por las islas, administradas por Japón, se incrementaron muy rápidamente. [34] El punto álgido llegó en 2013, cuando una fragata china dirigió su radar de control de tiro contra un buque destructor de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa japonesas en aguas cercanas a las islas en disputa.[35]
Al mismo tiempo, el gobierno japonés anunció en 2005 que dejaría de suministrar ayuda al desarrollo a China en los próximos años, bajo la justificación de que el país vecino ya era capaz de financiar su propio desarrollo.[36] Sin embargo, con el telón de fondo del deterioro de la relación bilateral entre crisis ocasionales, la interacción económica entre los dos países continuó incrementándose, y en 2007 China se convirtió por primera vez desde la guerra en el mayor socio comercial de Japón.[37]

En cuanto a su relación con los Estados Unidos, el principio de la década de los 2000 estuvo marcada por una considerable retirada del compromiso estadounidense en Asia Oriental, como consecuencia de los esfuerzos exigidos por la llamada “Guerra contra el terror” después de los atentados del 11 de septiembre. Desde 2001, “los vínculos terroristas con Oriente Medio [fueron] más inminentes para EEUU que para Japón”.[38]

Los japoneses empezaron a sentir preocupación de que el compromiso de EEUU con la alianza se debilitase, lo que les llevó a prestar un apoyo enérgico a las políticas anti-terroristas norteamericanas, tanto internas como internacionales, en un intento de satisfacer la secular exigencia norteamericana de que Japón “muestre más la bandera”, esto es que ponga a sus hombres en primera línea y no se limite a dar apoyo diplomático o de otra suerte.

Muchos analistas y comentaristas empezaron a partir de este momento a describir lo que se percibió como una transformación radical de la política de seguridad japonesa la cual, a modo de ejemplo, hizo posible por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que Tokio desplegase efectivos militares a una zona de combate.

Sin embargo, ni el cambio en la política oficial ni los llamativos titulares que provocó nos pueden dar una adecuada visión de conjunto.

La política de seguridad japonesa está aún muy constreñida por limitaciones legales y culturales y, tal y como había sido el caso durante la mayor parte del periodo de posguerra, no es posible percibir un impulso hacia la adquisición de un papel propio de gran potencia.

Al final de la década anterior, el debate japonés sobre política militar y de seguridad continuaba girando sobre temas como el derecho al ejercicio de la seguridad colectiva, el estatus de las bases militares norteamericanas en territorio japonés, o la reforma del pacifista artículo 9 de la Constitución.

[1] Mike M. Mochizuki, "Japan's Shifting Strategy toward the Rise of China," The Journal of Strategic Studies 30, no. 4-5 (2007): 746-748.
[2] Vid. íbid.
[3] Michael J. Green y Benjamin L. Self, "Japan's Changing China Policy: From Commercial Liberalism to Reluctant Realism," Survival 38, n. 2 (1996): 35-58; Chalmers Johnson, "The Patters of Japanese Relations with China, 1952-1982," Pacific Affairs 59, n. 3 (1986): 402-428.
[4] Green y Self, "Japan's Changing China Policy,” 36.
[5] Ministry of Foreign Affairs of Japan, Joint Communiqué of the Government of Japan and the Government of the People’s Republic of China [Comunicado conjunto del Gobierno de Japón y del Gobierno de la República Popular China], 29 de septiembre de 1972, http://www.mofa.go.jp/region/asia-paci/china/joint72.html
[6] La prensa japonesa informó que el termino "agresión" (shinryaku) había sido sustituído por el más positivo "avance" (shinshutsu) (Mochizuki 2007, 747). En febrero de 1983, el primer ministro Yasuhiro Nakasone declaró en la Dieta Nacional Japonesa que la Guerra Sino-Japonesa había sido una "agresión" comenzada por los japoneses y otros dirigentes del Partido Liberal Democrático (PLD) se dieron prisa en clarificar que, a pesar de las afirmaciones chinas, no había ningún riesgo de que el militarismo pudiera resurgir en Japón (Johnson 1986).
[7] Chalmers Johnson, "The Patters of Japanese Relations with China, 1952-1982," Pacific Affairs 59, no. 3 (1986): 402-428.
[8] Vid. Hidenori Ijiri, "Sino-Japanese Controversy Since the 1972 Diplomatic Normalization," 644.
[9] Ibid.
[10] Mike M. Mochizuki, "Japan's Shifting Strategy toward the Rise of China," 748.
[11] Declaración conjunta del presidente Nixon y el primer ministro Eisaku Sato, Washington, D.C., 21 de noviembre de 1969. http://www.niraikanai.wwma.net/pages/archive/sato69.html
[12] Mike M. Mochizuki, "Japan's Shifting Strategy toward the Rise of China," 748.
[13] Chalmers Johnson, "The Patters of Japanese Relations with China, 1952-1982."
[14] Yutaka Kawashima, Japanese Foreign Policy at the Crossroads, Washington, D.C.: The Brookings Institutions, 2003, 97; Mike M. Mochizuki, "Japan's Shifting Strategy toward the Rise of China," The Journal of Strategic Studies 30, no. 4-5 (2007): 748.
[15] Hidenori Ijiri, "Sino-Japanese Controversy Since the 1972 Diplomatic Normalization," 644.
[16] Estas sanciones consistieron, en el caso de Japon, en la suspensión temporal de su programa de préstamo de yenes a la RPC.
[17] Yutaka Kawashima, Japanese Foreign Policy at the Crossroads, Washington, D.C.: The Brookings Institutions, 2003, 99.
[18] Mike M. Mochizuki, "Japan's Shifting Strategy toward the Rise of China," 749
[19] Eric Heginbotham y Richard J. Samuels, Mercantile Realism and Japanese Foreign Policy, Working Paper Number 22, Cambridge: MIT Japan Program, 1996, 21.
[20] Ibid.
[21] Kenneth B. Pyle, Japan rising: The resurgence of Japanese power and purpose, New York: The Century Foundation, 2007, 2
[22] Michael J. Green y Benjamin L. Self, "Japan's Changing China Policy: From Commercial Liberalism to Reluctant Realism."
[23] Íbid.
[24] El artículo 2 de la ley establece que: "El territorio de la RPC incluye el territorio continental así como las islas costeras, Taiwán y sus islas afiliadas incluyendo las islas Diaoyu". Ley de la RPC en relación al Mar Territorial y la Zona Contígua,http://www.lehmanlaw.com/resource-c...itorial-sea-and-the-contiguous-zone-1992.html
[25] Michael J. Green and Benjamin L. Self, "Japan's Changing China Policy: From Commercial Liberalism to Reluctant Realism," 37.
[26] Ver reportaje de la BBC en http://news.bbc.co.uk/2/shared/spl/hi/asia_pac/04/taiwan_flashpoint/html/us_role.stm
[27] Charles E. Morrison y Michael Oksenberg, “Japanese Emperor’s Visit Sends Important Signals to the United States,” Asia-Pacific Issues, n. 1 (Octubre de 1992): 1.

[28] Vid. Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, Declaración del primer ministro Tomiichi Murayama "con ocassion del 50º aniversario del final de la guerra". http://www.mofa.go.jp/announce/press/pm/murayama/9508.html
[29] “Japan-U.S. Joint Declaration on Security – Alliance for the 21st Century,” 17 de abril de 1996, http://www.mofa.go.jp/region/n-america/us/security/security.html
[30] Caroline Rose, “’Managing China’: risk and risk management in Japan’s China policy,” Japan Forum 22, n. 1-2 (2010): 149.
[31] Koizumi shrine visit stokes anger, BBC News, 15 de agosto de 2006, http://news.bbc.co.uk/2/hi/4789905.stm
[32] Bush, Richard C. China-Japan Tensions, 1995-2006 - Why They Happened, What To Do. Policy Paper, Washington D.C.: The Brookings Institution, 2009, 2.
[33] Mure Dickie and Kathrin Hille, Japan’s arrest of captain angers Beijing, Financial Times, September 8, 2010, http://www.ft.com/intl/cms/s/0/a09e651a-bb04-11df-9e1d-00144feab49a.html#axzz2ZHSKGahk
[34] Vid.Takai Sakai, “The China-Japan Conflict: The Senkaku/Diaoyutai Islands Clash” The Asia-Pacific Journal, 27 de septiembre de 2010, http://www.globalresearch.ca/the-china-japan-conflict-the-senkaku-diaoyu...
[35]Chinese officials admit to MSDF radar lock allegations, Kyodo News Agency http://www.japantimes.co.jp/news/2013/03/18/national/chinese-officials-a...
[36] David Pilling y Richard McGregor, Japan says to end development aid to China, Financial Times, March 17, 2005, http://www.ft.com/intl/cms/s/0/1c771348-96cc-11d9-9f01-00000e2511c8.html
[37] China becomes Japan's largest trading partner, People’s Daily, April 27, 2007, http://english.people.com.cn/200704/27/eng20070427_370379.html
[38] Richard J. Samuels, Securing Japan: Tokyo's Grand Strategy and the Future of East Asia, New York: Cornell University Press, 2008, 152.
http://www.seguridadinternacional.e...japonesas-desde-la-segunda-guerra-mundial-del
 

Barbanegra

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Altos funcionarios de China y Japón se reúnen en medio de tensas relaciones
La viceprimera ministra de China Liu Yandong se reunió hoy con el ministro de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón, Akihiro Ota, para discutir las relaciones bilaterales, las cuales se encuentran en un mal momento debido a asuntos territoriales e históricos.

Como las relaciones diplomáticas entre los países están en su peor condición desde que fueron establecidas en 1972, ésta es la primera ocasión que un ministro japonés visita China desde que el gobierno del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, fue establecido en diciembre de 2012.

"China otorga gran importancia al Partido Nuevo Komeito", dijo Liu a Ota, refiriéndose al socio de la coalición del Partido Liberal Demócrata de Abe, del que Ota fue presidente.

"Aunque las relaciones bilaterales están en una situación sumamente difícil, la visita del ministro a China tiene un significado extraordinario", declaró Liu al inicio de la reunión en el Gran Palacio del Pueblo.

Al elogiar la contribución hecha por el Partido Nuevo Komeito a las relaciones entre China y Japón, Liu dijo que China sostiene que las dos naciones deben desarrollar relaciones con base en los cuatro documentos políticos firmados por China y Japón con el espíritu de tomar la historia como un espejo para guiar el futuro.

La viceministra indicó que las dos partes deben resolver apropiadamente los asuntos sensibles y continuar promoviendo el diálogo y los intercambios en diversas áreas, para impulsar la confianza mutua y mejorar los lazos entre los dos pueblos.

Liu pidió a Japón enfrentar la historia y hacer esfuerzos concretos para fortalecer las relaciones bilaterales.

Ota calificó a las relaciones entre China y Japón como algo importante para ambas partes y señaló a Liu que el gobierno japonés no cambiará la dirección de su postura de apego a los cuatro documentos políticos y a la "Declaración de Murayama".

La "Declaración de Murayama" fue emitida el 15 de agosto de 1995 por el entonces primer ministro japonés Tomiichi Murayama, quien se disculpó por el daño y el sufrimiento causado por Japón a sus vecinos asiáticos.

En esa declaración, Japón admitió la necesidad de reflexionar profundamente en su historia, aprender de ella y evitar cometer de nuevo los mismos errores.

Ota comentó que el Partido Nuevo Komeito está comprometido con la amistad entre Japón y China y no escatimará esfuerzos para ayudar a superar las actuales dificultades.

Ota llegó a China para una visita de tres días. Él tiene previsto reunirse con altos funcionarios y asistir a la Expo Turismo Internacional Beijing 2014.

http://spanish.xinhuanet.com/photo/2014-06/28/c_133444195.htm
 

Barbanegra

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China pide sinceridad de Japón para mejorar relaciones bilaterales
En respuesta a las palabras de un funcionario japonés de planear un encuentro entre líderes de China y Japón, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, respondió el viernes que si la parte japonesa no tiene una actitud correcta y no toma las acciones prácticas, no será posible mejorar las relaciones entre China y Japón.

Según lo indicado por el portavoz Qin Gang, las relaciones entre los dos países se enfrentan a serias dificultades, cuyo fondo es muy claro. La visita de líderes japoneses al Santuario de Yasukuni ha dañado seriamente los sentimientos de los pueblos chino y de otros países víctimas, y perjudicado la base política de los lazos sino-japoneses.

Además, el portavoz destacó que las Islas Diaoyu son territorio inherente de China y su país tiene la soberanía indiscutible de estas islas.

http://espanol.cri.cn/782/2014/07/11/1s319907.htm
 

Barbanegra

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China: Es ilegítimo que Japón dé nombre a islas en disputa
China protestó contra Japón por poner nombre a cinco islotes de Senkaku (Diaoyu, en chino) cuya soberanía Tokio se disputa con Pekín. Japón busca así mostrar su soberanía en la zona, subraya China.

"China protesta enérgicamente contra este paso de Japón, cuyo objetivo es socavar la soberanía territorial del país, dado que el archipiélago Diaoyu y todas sus islas miembros son una parte del territorio chino, que ya ha dado el nombre de este territorio", dijo el representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang.

"Las acciones de Japón son ilegales e ilegítimas y no pueden cambiar el hecho de que el archipiélago Diaoyu y todas sus islas miembros son parte del territorio chino", agregó Qin Gang, según la agencia de noticias china Xinhua.

El Gobierno nipón nombró 158 islotes, entre ellos cinco pequeños que forman parte de la formación de Senkaku (Diaoyu).

Los islotes eran de propiedad privada, pero en 2012 el Gobierno nipón los compró y anunció su nacionalización, lo que provocó violentas manifestaciones antijaponesas en China. Desde entonces, Pekín envía barcos regularmente a los alrededores del archipiélago.

La tensión entre ambos países se recrudeció considerablemente cuando Pekín anunció en noviembre de 2013 el establecimiento de una zona de defensa aérea sobre el área donde se encuentran las islas Senkaku/Diaoyu.

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/135824-china-nombrar-islas-disputa-japon-ilegitimo
 

Barbanegra

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China acusa a Japón de inventarse ´enemigos´ para justificar su rearme
China expresó su "fuerte oposición" al Libro Blanco de Defensa publicado el martes por el Gobierno japonés, en el que se señala a este país, junto con Rusia y Corea del Norte, como potenciales amenazas ante las que Tokio necesita mejorar su capacidad de defensa, informó hoy la prensa oficial china.

"Todo ello no es más que una excusa de Japón para cambiar sus políticas militares y de seguridad, expandiendo así su ejército", señaló un comunicado del Ministerio de Defensa de China, en el que se destaca que Tokio "ignora los hechos, hace acusaciones sin fundamento y juega la carta de la "amenaza china".

Según analistas citados por la agencia oficial de noticias Xinhua, el documento publicado por el Gabinete japonés expresa el deseo de Japón de volver a ser una potencia militar, al señalar en sus páginas que el archipiélago nipón debe jugar un papel "dominante" en la cooperación militar regional e internacional.

El libro blanco, que Japón suele publicar anualmente, también expresa preocupación por las actividades militares de China en los mares de China Meridional y Oriental, donde Pekín se disputa con los países vecinos la soberanía de varios archipiélagos (Diaoyu/Senkaku, Paracel y Spratly, entre otros).

El documento se publica un mes después de que Tokio aprobara, ante las protestas de países vecinos y de sectores de la sociedad nipona, una reinterpretación de su Constitución pacifista, algo que el libro blanco califica de paso "histórico" para reforzar el papel de las Fuerzas de Autodefensa ante un panorama de creciente inestabilidad en la región.

Este cambio permitirá a Japón ejercer el llamado derecho de autodefensa colectiva, que consiste en defender a sus socios si son atacados, algo hasta ahora limitado por el artículo 9, que impide al país el uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales.

http://www.rpp.com.pe/2014-08-05-ch...para-justificar-su-rearme-noticia_713955.html
 

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Japón planea vender armas a los países miembros de la ASEAN para contener a China
Japón está considerando vender armas a los países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en respuesta a la creciente influencia de China en la región y al deseo de Pekín de hacer valer sus reclamaciones marítimas.

Tokio ha decidido celebrar un seminario a finales de septiembre para reunirse con funcionarios diplomáticos y de Defensa de los Estados miembros de la ASEAN, según la agencia nipona Kyodo News citada por el diario 'Want China Times'. Japón intentará comprender las necesidades de estos países en tecnología de defensa y promover sus propios productos del sector.

Japón ha afirmado que la gran superficie de agua desde el océano Índico hasta el mar de China Meridional y el Pacífico occidental debe seguir siendo libre y no someterse a la soberanía china, según el diario japonés 'Sankei Shimbun'.

La postura de Tokio de que la alta mar debe ser administrada por el derecho internacional y no por la "fuerza coercitiva" obtuvo el apoyo de los países miembros de la ASEAN, escribe el rotativo nipón, que afirma que el armamento fabricado en Japón, especialmente buques y aeronaves, representan inversiones atractivas para estas naciones.

Muchos de los Estados del sudeste asiático necesitan armas y algunos de ellos están implicados en disputas territoriales con China, declaró Hu Wenlong, representante de la Asociación de Investigación de Cultura Militar de China, asociada con el Ejército Popular de Liberación.

Si Japón ofrece préstamos a largo plazo y condiciones preferenciales para vender grandes cantidades de material militar a países que mantienen algún tipo de confrontación con China, estas naciones serían propensas a tomar una postura más dura en disputas territoriales, de manera que el riesgo de un conflicto militar con Pekín aumentaría considerablemente, concluyó Hu.

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/137797-japon-vender-armas-asean-conflicto-china
 

Barbanegra

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Cuatro patrulleras chinas navegan en archipiélago disputado con Japón
Un nuevo incidente naval relacionado con la larga disputa territorial entre Beijing y Tokio por el diminuto pero estratégico archipiélago de las Senkaku/Diaoyu ocurrió este domingo cuando cuatro patrulleras chinas se aproximaron a las islas.

Es el segundo incidente de este tipo durante agosto, según autoridades niponas que protestaron por la incursión en aguas que consideran propias.

Los navíos chinos, identificados como Haijing 2102, 2113, 2146 y 2305, abandonaron las aguas japonesas unas dos horas después de recibir un aviso de las autoridades costeras.

Al recibir el aviso, una de las patrulleras respondió con un mensaje de radio en el que afirmaba que esas aguas "pertenecen a China", relató un portavoz de la Guardia Costera nipona a la agencia Kyodo.

En lo que va de año, se ha registrado una docena de incursiones de navíos chinos en aguas cerca de las Senkaku/Diaoyu. La última se registró el 12 de agosto pasado.

El pequeño archipiélago rocoso es administrado de facto por Japón, pero Beijing reclama su soberanía. En los últimos años, sus aguas han sido escenario de incidentes entre las guardias costeras de ambos países y pescadores de Taiwán. Situado en el Mar de China Oriental en un punto situado entre China, Japón y Taiwán, este deshabitado archipiélago tiene una superficie de unos siete kilómetros cuadrados y se cree que puede contar con importantes recursos marinos y energéticos en el mar y el subsuelo oceánico que lo rodea.

http://www.entornointeligente.com/a...-navegan-en-archipielago-disputado-con-Japon-
 

Barbanegra

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Japón planea aumentar su presupuesto militar para afrontar las tensiones con China
Japón planea aumentar su presupuesto de defensa hasta su punto máximo jamás visto para adquirir drones, aviones de combate y un nuevo submarino de alta tecnología en medio del auge de la rivalidad militar con China y Corea del Norte.

El Ministerio de Defensa de Japón ha pedido un aumento del gasto del 3,5% alcanzando unos 5,05 billones de yenes (48.700 millones de dólares) para el año fiscal que comienza el próximo mes de abril. El aumento incluye el realineamiento de las fuerzas militares estadounidenses que están estacionadas en Japón.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha venido tomando una postura más dura en los temas de la seguridad nacional y también ha puesto fin a una prohibición de que los soldados japoneses luchen en el extranjero, así como también ha flexibilizado las restricciones a las exportaciones de armas.

El argumento de Japón para esta escalada armamentista es su preocupación por el rápido desarrollo militar de China. Pekín ha superado a Japón como la segunda economía más grande del mundo y el gasto de defensa de China se ha cuadruplicado en la última década hasta los 808.000 millones de yuanes (132.000 millones de dólares).

Japón también sigue los movimientos de Corea del Norte ya que la mayoría del archipiélago de Japón está dentro del alcance de los misiles Rodong norcoreanos. El año pasado el Ministerio de Defensa de Japón emitió un libro blanco con la intención de convencer al pueblo de que la actividad militar del régimen de Pionyang era un factor desestabilizador grave para Japón y el mundo.

El ministro de Defensa japonés, Itsunori Onodera, dijo en una reunión presupuestaria que el aumento del gasto "garantizaría la seguridad en el mar y el espacio aéreo que rodean Japón y los elementos de disuasión y respuesta a un ataque a las islas remotas y la reacción ante los grandes desastres".

http://actualidad.rt.com/actualidad...-presupuesto-militar-afrontar-tensiones-china
 

Barbanegra

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El ministerio de Defensa de Japón solicita un incremento del 3,5% en el presupuesto militar de 2015 para contrarrestar la influencia de Pekín
El Ministerio de Defensa japonés ha propuesto que para el próximo año fiscal se incremente un 3,5% el presupuesto militar para llegar a una cifra que gire en torno a los 50.000 millones de dólares.

El objetivo sería fortalecer las capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR en sus siglas en inglés), reforzando la seguridad marítima y la defensa aérea. Como telón de fondo aparecen los contenciosos con Pekín que han ido cogiendo forma a lo largo de los últimos años, sobre todo el vinculado a la soberanía de las islas Senkaku.

En el caso de que se respalde la propuesta en el Parlamento nipón a finales de 2014, el presupuesto de defensa se situaría en el mayor nivel desde los años 90, después de que durante la última década se hayan registrado continuos descensos presupuestarios propiciados por la delicada situación económica del país. Sería el tercer incremento propuesto por el Ministerio liderado el ministro Itsunori Onodera desde la llegada de Shinzo Abe en 2012 al gobierno, en consonancia con el ambicioso plan de Defensa que prevé incrementar un 5% la inversión militar de Japón entre 2014 y 2019, alcanzando un gasto de casi 175.000 millones de dólares durante el próximo lustro.

En lo que se refiere al gasto específico en armamento, se ha cursado pedido por seis cazas F-35A, respecto a la seguridad marítima, Japón también espera acelerar, como ya adelantó defensa.com el pasado mes de julio, la adquisición de dos nuevos destructores Aegis dentro de la flota de ocho buques que se esperan incorporar hasta 2020. Por otro lado, se habría formalizado una compra de unos 3.800 millones de dólares con el objetivo de entregar 20 nuevos aviones de patrulla marítima P-3C para asegurar el reemplazo de los Kawasaki P-1 actualmente operativos en las Fuerzas de Autodefensa de Japón.

También se habría puesto en marcha un plan para buscar la incorporación de submarinos de la clase Soryu, aunque no se ha especificado el número de unidades. Está proyectada la compra de helicópteros y nuevos aviones no tripulados, aunque en este caso no se ha hecho mención al prototipo seleccionado. Otra de las partidas a las que hace referencia este nuevo presupuesto, y que sería de unos 1.100 millones de dólares, comprenden la solicitud de trasladar tropas norteamericanas desde las bases de Okinawa hasta otras bases norteamericanas en Asia-Pacífico, como Guam o Iwakuni, después de las fuertes protestas de la población autóctona en los últimos años en las zonas en las que se han desplegado efectivos norteamericanos.

Este sería un nuevo paso en la nueva política de Defensa de Tokio que cambiaría la posición adoptada durante el último medio siglo. En el último año se ha aprobado, entre otras medidas, la posibilidad de poder desplegar tropas en ayuda de sus aliados y la modificación de las restricciones que se aplicaban a la exportación de armamento nipón a nivel internacional. Aún así, este incremento todavía puede parecer insignificante para hacer frente al enorme gasto militar chino, que para este año ha hecho oficial una inversión en defensa total que supera los 130.000 millones de dólares, consolidándose como la segunda potencia militar a nivel mundial. (J. Martínez)

http://www.defensa.com/index.php?op...encia-de-pekin&catid=64:restomundo&Itemid=187
 

Barbanegra

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el enemigo de mi enemigo...
India y Japón estrechan relación ante China
La visita del primer ministro indio, Narendra Modi, a Japón, ha conseguido una rareza en política internacional: dejar a todos satisfechos. Modi ha logrado 35.000 millones de dólares en inversiones japonesas en su país y el refuerzo de una “alianza global y estratégica”. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, estrecha lazos económicos y estratégicos con un país que considera clave frente al poderío creciente de China. Y Pekín opta por no darse por aludido ante los comentarios del jefe del Gobierno indio en contra la mentalidad “expansionista”.

Abe y Modi, dos líderes de ideas abiertamente nacionalistas, mantienen una magnífica relación personal. Eso ha quedado en evidencia durante la visita de cinco días, que comenzó en la antigua capital imperial de Kyoto con un fuerte abrazo entre ambos, algo insólito en la formal cultura japonesa.

Su cumbre en Tokio el lunes reflejó esa misma sintonía. Ambos líderes acordaron intensificar su cooperación en el área de seguridad, incluido el desarrollo de maniobras conjuntas, y celebrar reuniones periódicas de sus ministros de Exteriores y Defensa.

En materia económica, Japón se ha comprometido a doblar su inversión directa en India en los próximos cinco años, donde en ese plazo destinará 35.000 millones de dólares a la inversión en los sectores público y privado. Ambos países aumentarán también su cooperación en materia de tierras raras -lo que permitirá a Tokio reducir su dependencia de China- o en el desarrollo de un tren de alta velocidad para la India. “Nuestras relaciones bilaterales son las que tienen mayor potencial del mundo”, declaraba Abe.

Ninguno de los dos mencionó específicamente a Pekín, con el que ambos mantienen disputas territoriales y que se muestra cada vez más firme en sus reclamaciones de soberanía en el mar del sur de China. Pero en un encuentro con empresarios japoneses, Modi lanzó lo que algunos han interpretado como una advertencia indirecta a Pekín y sus reclamaciones territoriales.

“En todas partes en torno a nosotros vemos una mentalidad expansionista del siglo XVIII: acorralando a otro país, allanando las aguas de otros, invadiendo otros países y capturando territorio”, señaló el primer ministro indio.

En febrero Modi ya había acusado a China de expansionismo: “China debería abandonar su política expansionista y forjar lazos bilaterales con India en favor de la paz, el progreso y la prosperidad de los dos países”, dijo entonces.

China, que desde la elección de Modi ha dado fuertes señales de buscar una intensificación de los lazos con su país vecino y miembro de los BRICS, ha optado por restar importancia a esas declaraciones. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Qin Gang, afirmó que “son comentarios hechos por él en los que no sé a qué se está refiriendo”.

La analista Gauri Khandekar, del think tank europeo FRIDE en Bruselas, descarta que Modi vaya a dar un giro significativo a la política exterior de su país. A su juicio, Modi, muy interesado en desarrollar la economía india y fomentar la inversión extranjera, no va a alinearse decididamente con Tokio en detrimento de Pekín. Tampoco al revés. China e India aspiran a elevar su intercambio bilateral en un 50 por ciento para 2015 y situarlo en 100.000 millones de dólares.

La estrategia de Modi, considera Khandehar, representa “una extensión de su política como no alineado, también representa una política exterior pragmática. Modi simplemente hará lo que considera que va a beneficiar más a la India”. Ello pasa por una mejora de los lazos con Japón, pero también con China. A su juicio, la cumbre de los BRICS de julio en Brasil, en la que Modi y el presidente chino, Xi Jinping, tuvieron ocasión de dialogar, representa “una indicación muy clara” de la política exterior del Gobierno indio: “no alinearse con nadie” pero “dialogar cuando surja la oportunidad”.

http://www.vanguardia.com.mx/indiayjaponestrechanrelacionantechina-2156640.html
 

Barbanegra

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Relaciones entre China y Japón están en uno de sus momentos más críticos
Al cumplirse hoy dos años desde que Japón nacionalizara de facto un archipiélago en disputa con China, la relación entre ambas potencias asiáticas atraviesa por uno de sus peores momentos. El codiciado grupo de cinco islas deshabitadas y tres arrecifes, que suman unos 6,3 km2 (ver infografía), es llamado Senkaku por los japoneses y Diaoyu por los chinos. Está, además, ubicado en las cercanía de importantes rutas marítimas y bancos de peces. Y se cree que bajo de su lecho marino habría importantes reservas de gas y petróleo.

La tensión entre Beijing y Tokio, alimentada también por los esfuerzos territoriales reivindicativos chinos y su búsqueda de posicionamiento regional y el plan del premier japonés Shinzo Abe de modificar el carácter pacifista de la Constitución por uno activo militar, se ha extrapolado al ciudadano común y corriente, que hoy manifiesta un profundo recelo de sus vecinos.

Así se desprende de una encuesta binacional publicada esta semana, que señala que el 93% de los japoneses tiene una impresión negativa de China, la cifra más alta desde que el sondeo comenzó a aplicarse en 2005. A su vez, el 86,8% de los chinos dijo tener una opinión desfavorable de Japón, cifra levemente inferior al récord de 93% obtenida el año pasado.

La principal razón que explica el resquemor hacia los chinos radica en el hecho de que, para el 55,1% de los japoneses consultados, “las acciones de China son incompatibles con las normas internacionales”, indica el comunicado de la ONG japonesa Genron y el diario estatal China Daily, patrocinadores del sondeo, consignó la agencia France Presse.

“Por otro lado, ‘las islas Diaoyu/Senkaku’ (64%) y “la incorrecta comprensión histórica’ (59,6%) fueron dos de las principales razones para la impresión desfavorable que tiene Japón entre los chinos”, agrega el informe sobre el sondeo.

Esto, considerando que Beijing reitera que Tokio no ha abandonado del todo su pasado imperialista y que, al mismo tiempo, arremete contra Abe, a quien acusa de tener una “incorrecta” interpretación de la historia, y de querer remilitarizar a Japón. Tokio, a su vez, acusa a su vecino de aferrarse al pasado por razones de política interna e insiste en que durante los últimos 70 años se ha disculpado bastante y ha cimentado una senda de paz, recuerda France Presse.

Otro de los hallazgos de la encuesta es que el 53,4% de los chinos prevé una confrontación militar en medio de las tensas relaciones políticas bilaterales. En cuanto a los japoneses, un 29% cree que habrá un enfrentamiento armado entre los dos países.

Independientemente de las diferencias entre ambos gobiernos, el sondeo señala que el 70,6% de los japoneses y el 65% de los chinos consideran importantes las relaciones bilaterales. En cuanto a las cumbres de líderes (suspendidas desde 2012, cuando Abe asumió), más de la mitad de los encuestados en los dos países manifestaron que son necesarias.

http://www.latercera.com/noticia/mu...tan-en-uno-de-sus-momentos-mas-criticos.shtml
 

Shandor

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Las islas que China fabrica para extender su dominio marítimo
La aparición de las nuevas islas en el Pacífico es un dramático cambio en una larga disputa territorial en la región entre China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam

China está construyendo islas sobre arrecifes. Foto: Archivo
El barco se mueve bruscamente de arriba abajo, también de un lado al otro. El ruido del motor diésel estremece la cubierta y martilla la cabeza. El pescado seco y los humos del motor llenan el ambiente. Con la camisa pegada al pecho por el sudor, dormir es imposible.
Llevamos más de 40 horas navegando por el Mar de China Meridional. La mayor parte del tiempo a la velocidad del paso humano. "¿Quién querría ser pescador?", me pregunto en voz alta.
De pronto me llama la atención una especie de plataforma en el horizonte. Parece tierra, pero en el GPS no hay nada. Ya había visto fotografías aéreas de la zona, muestran enormes trabajos de China para reclamar tierras, algo que ocurre desde el pasado mes de enero.

Construir islas es una nueva estrategia de China en la zona. Foto: Archivo
Hay camiones, grúas, tubos de acero y el centelleo de las soldaduras. Son millones de toneladas de rocas y tierra dragadas del lecho marino y amontonadas sobre los arrecifes para formar nueva tierra.
Sobre un bloque de concreto un soldado nos observa con sus prismáticos. Somos los primeros periodistas en documentar la construcción. Le pido a nuestro capitán que se acerque pero de repente la luz de una bengala se eleva sobre nosotros. Es una advertencia de los chinos.
Nuevas islas
La aparición de las nuevas islas es un dramático cambio en una larga disputa territorial en la región entre China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam.
Sólo China y Taiwán lo reclaman todo: no sólo las islas Spratly sino también los arrecifes Scarborough (o de la Democracia) y las islas Paracelso. Filipinas y Vietnam reclaman también grandes extensiones que incluyen gran parte de las Spratly.

Mapa que muestra la zona en conflicto. Foto: Archivo
A principios de este año, la presencia china en las islas Spratly se limitaba a un puñado de bloques de hormigón sobre atolones de coral. Ahora, se están construyendo islas sobre cinco arrecifes. Es más, de uno de ellos parece estar emergiendo una base aérea con una pista suficientemente grande para que la usen aviones de combate.
La estrategia sirve para hacer frente a un grave déficit de los chinos en la zona. De todos los países que reclaman porciones del Mar de China Meridional, es el único que no tiene bajo su control una isla real.
Los chinos sólo tienen arrecifes. El de Johnson Sur lo tomó en 1988 tras una sangrienta batalla que dejó 70 marinos vietnamitas muertos. Desde entonces, ha evitado cualquier confrontación militar.
Durante décadas, pareció una cuestión más bien latente, pero en 2012 el Partido Comunista reclasificó la zona como de "interés nacional esencial". Eso sirvió de adelanto a que de hecho se dispone a hacer valer sus intereses.
Ahora Pekín parece haber decidido que llegó el momento de seguir adelante con su reclamación por la vía de hecho: una cadena de islas y lo que virtualmente será un portaaviones insumergible.
Filipinos en medio de la nada
El Mar de China Meridional está lleno de extraños puntos con bases militares y colonias civiles. Es complicado descifrar qué es qué y quién controla qué. Vietnam tiene ocho puestos permanentes, Malasia también varios a las afueras de la costa de Borneo y China, hasta ahora, siete.
Filipinas tiene nueve, uno de ellos es Pagasa. Desembarcar allí es un auténtico alivio tras dos días y dos noches navegando entre óxidos. Pagasa es una minúscula isla de aguas cristalinas y arenas blancas, está lejos de Filipinas y de Vietnam, y mucho más del resto del mundo.
El estado la compró después de obligar a venderla por una suma simbólica a un excéntrico hombre de negocios, Tomas Cloma, que la ocupó en 1956 y la llamó "Freedomland" ("Tierra de la libertad").

Los marines filipinos del Sierra Madre luchan para mantener la moral alta. Foto: Archivo
La intención de Manila era convertirla en un bastión militar. Pero hoy, los búnkeres de hormigón se deslizan hacia el mar y las baterías antiaéreas están oxidadas. Sólo la pista de aterrizaje sirve.
Quedan 30 infantes de marina en la base. Cuando voy a visitar al comandante, a las diez de la mañana, está durmiendo. Ya por la tarde, todavía con cara de sueño, me recibe. "Eso es información clasificada", responde cuando le pregunto con qué armamento cuenta para defender el enclave. Miro alrededor, no parecen más que unos cuantos rifles.
No podrían hacer nada si un día el ejército chino decide borrarlos del mapa. Pero su activo más importante son las 30 familias que viven en el lugar. Según Manila, son 200 personas, pero sólo encuentro unas cien. Tienen comida y casa gratis, además hay una escuela para los niños.
Mary Jo llegó para montar un negocio de pesca pero se arruinó. Aceptó el trabajo de administradora de la isla. Tiene grandes planes, sólo que no cuenta con suficientes fondos. "Los chinos tienen tanto dinero", lamenta. "Nosotros tenemos poco, pero es importante que sigamos aquí. Si no, me parece que los chinos vendrían".
Porque una cosa es dispararles a soldados, como hizo China en 1988, y otra bien distinta es hacerlo sobre mujeres y niños.
"Barco fantasma"
A 16 horas de Pagasa, justo antes del anochecer, llegamos a Ayungin. Los arrecifes asoman entre las olas y de alguna forma tenemos que atravesarlos sin encayar.
No muy lejos, asoma la silueta del Sierra Madre, un barco fantasma filipino atascado en los arrecifes. Desde el sur se nos acercan guardacostas chinos, pero llegan demasiado tarde, el agua está muy baja como para que puedan pasar en sus grandes naves.

Mapa de la zona en disputa. Foto: Archivo
Ya había visto fotos del Sierra Madre, pero la realidad es todavía más impactante. Desde la cubierta, se ve incluso peor. Está podrido y hay que tener mucho cuidado con donde pone uno el pie... y las manos: al subir por una escalera arranco accidentalmente un pedazo de madera.
Me disculpo. La escena es absurda y hasta cómica, si no fuera por lo trágico. Los once infantes de marina, lejos del aire marcial de todos los militares, parecen avergonzados de cómo viven. "Es muy duro para mis hombres", dice el joven teniente al mando. "Estamos lejos de casa y a veces hay poco que comer, así que eso nos lo pone muy difícil".
Los barcos chinos vuelven a asomar a lo lejos. Llevan más de un año bloqueando cualquier intento de llevar ayudas y suministros al Sierra Madre. Si hubiéramos venido por el suroeste, nos hubieran interceptado.
La armada filipina ayuda a los infantes de marina con suministros que lanzan en paracaídas una vez al mes. Pero la realidad es que subsisten con lo que pescan.
El Sierra Madre, según mi GPS, está a 120 millas náuticas de la costa de Filipinas, todavía dentro de su reclamo de 200 millas de "zona económica exclusiva". Y, sin embargo, Pekín alega que este arrecife sumergido es parte integral de su territorio.
Poderío chino
China está al inicio de su floreciente poderío naval. La velocidad del cambio es enorme. Pekín construye barcos de guerra y submarinos más rápido que ningún otro país, incluido Estados Unidos. Ya está en camino un segundo portaaviones.

El poderío naval chino crece a enorme velocidad. Foto: Archivo
De momento, la fuerza naval de EE.UU. sigue siendo mucho mayor y más poderosa, pero se acercan a mayor velocidad de lo que nadie esperaba. Y lo que pasa en el Mar de China Meridional es una expresión de las intenciones de Pekín: dominar mar y aire de la "primera cadena de islas".
A largo plazo, China quiere ir más allá de Filipinas y del sur de Japón hasta la "segunda cadena de islas": Palau, Guam y las Marianas.
Eso sería un cambio cataclísmico en los equilibrios de poderes del Pacífico occidental. En los últimos 70 años, los estadounidenses no habían sido retados por nadie en la zona.
Ahora, por primera vez, un nuevo poder emerge y tiene no sólo la voluntad sino todo lo necesario para desafiar el dominio militar de Washington. Es improbable que en el camino no se desate alguna tormenta..
LA NACION
 

Barbanegra

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El exembajador chino en Islandia, sospechoso de espiar para Japón
El misterio sobre la desaparición del exembajador chino en Islandia aumenta por el rechazo de Pekín a ofrecer ninguna luz, el interés de la prensa local y los rumores sobre su espionaje a favor de Japón.

Se desconoce qué ha pasado con Ma Jisheng desde que abandonó su cargo en enero de la cancillería de Reikiavik y no regresó en marzo, en contra de lo previsto. Su puesto no ha sido aún cubierto y las únicas explicaciones oficiales apuntan al abandono “por cuestiones personales”. Su currículum vitae ha sido eliminado de la web de la embajada y un hueco ocupa el lugar donde aparecía antes su foto. Un diario islandés comunicó recientemente de su ausencia. Poco después, un medio en mandarín de Nueva York aseguraba que él y su esposa habían sido detenidos por pasar información a Japón. La información fue rebotada por el diario hongkonés Ming Pao y recogida después por medios chinos que más tarde la borraron.

Ma ha servido en Tokio en dos ocasiones: entre 1991 y 1995 como secretario de la embajada china y entre 2004 y 2008 como ministro consejero. Las acusaciones son especialmente sensibles por la tensión entre las dos grandes potencias asiáticas, sostenida por la pugna por unos islotes y acentuada desde la subida al poder del ultranacionalista Shinzo Abe. Japón sostiene que el caso es un asunto interno chino.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei, ha repetido en dos ocasiones que carece de información sobre el asunto. Incluso la prensa local ha criticado hoy el secretismo que envuelve el caso. El diario Global Times, editado por el oficialista Diario del Pueblo, ha pedido hoy a Pekín que jubile su tradicional discreción con los temas de espionaje. Su editorial explica que el país es un objetivo crucial para las agencias de inteligencia globales y que las autoridades han fracasado en expresar a la sociedad sus peligros, por lo que los chinos tienen un “conocimiento muy superficial del espionaje”. “Informar sobre este tipo de incidentes educará a mucha gente y les permitirá conocer que los manipuladores de las agencias de inteligencia extranjeras están muy cerca de nosotros”, señala. “Si se confirma que Ma ha sido capturado, esperamos que la historia sea publicada en la prensa para que sirva de advertencia para otros”, finaliza.

El mayor escándalo de espionaje fue protagonizado por Yu Qiangsheng, un funcionario de inteligencia chino que huyó a Estados Unidos en 1985 y reveló que un agente retirado de la CIA trabajaba para Pekín. El exagente se suicidó poco después.

El espionaje ha ocupado recientemente las portadas por un par de casos en el estrecho de Formosa. Un agente doble taiwanés fue condenado la semana pasada a 18 años de cárcel por haber pasado a Pekín listados sobre los agentes desplegados en su territorio. Otro alto funcionario taiwanés encargado de las relaciones con la China del interior ha sido forzado a dejar el cargo recientemente por las sospechas de estar a sueldo de Pekín.

http://sp.ria.ru/international/20140918/161922560.html
 

Barbanegra

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China y Japón reanudan conversaciones marítimas
China y Japón reanudaron las consultas de alto nivel sobre asuntos marítimos, dijo el miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado de prensa.

Las dos partes se reunieron el martes y el miércoles en Qingdao, provincia de Shandong, este de China. Yi Xianliang, subdirector general del Departamento de Asuntos Fronterizo y Oceánicos del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, y Makita Shimokawa, subdirector general de la Oficina de Asuntos Asiático y Oceánicos de la cancillería japonesa, fungieron como representantes en jefe de de las respectivas partes.

Oficiales de los ministerios de Defensa, departamentos marítimos y de otros departamentos relacionados de ambos países, también asistieron a la reunión de dos días, indica el comunicado.

El documento añade que las dos partes intercambiaron opiniones sobre asuntos relacionados con el Mar Oriental de China, así como con la cooperación marítima.

Ambas partes acordaron restablecer los enlaces marítimos entre las agencias de defensa de los dos países, añade.

El mecanismo China-Japón de consultas de alto nivel sobre asuntos marítimos fue establecido en enero de 2012. La primera ronda de conversaciones se sostuvo en mayo del mismo año en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, este de China.

Las dos partes también acordaron, en principio, que la próxima ronda de consultas se realice a fines de este año o a principios del próximo.

http://espanol.cri.cn/782/2014/09/24/1s327520.htm
 

Barbanegra

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¿Se prepara China para una guerra con Japón y Occidente?
Un prominente general chino ha explicado en una entrevista divulgada por la televisión estatal por qué el país se prepara para la guerra aunque quiere la paz.

"El aumento de dos cifras del gasto de defensa a algunos puede parecerles demasiado, pero en el desarrollo del complejo militar todavía estamos muy por detrás". "Nuestras empresas han tomado el mercado mundial y tenemos qué y a quién defender". "China siempre ha sido pacífica y lo sigue siendo actualmente". Estos son algunos fragmentos de la entrevista con el comisario político de la Academia de Ciencias Militares, el general Sun Sijing, que han sido divulgados al inicio de los informativos en China y luego por el canal estatal CCTV, que transmite al extranjero en inglés.

En 2014, el presupuesto militar de China se ha incrementado en un 12,2% (hasta 800.000 millones de yuanes, más de 130.000 millones de dólares). El país continúa la fase activa de la construcción de portaaviones y submarinos. Recientemente ha entrado en servicio el submarino tipo Jin, cuyos misiles pueden llegar a Alaska si se lanzan desde la República Popular China, según escriben periódicos estadounidenses que remiten a la Oficina de Inteligencia Naval. Además, durante los ejercicios de la Organización de Cooperación de Shanghái en agosto, de los cinco participantes China presentó el mayor contingente.
Respecto al creciente interés de Pekín por el espacio marítimo, Sun Sijing explicó: "Tenemos que proteger nuestras fronteras marítimas, sobre todo si somos capaces de hacerlo. Necesitamos construir una armada poderosa para proteger nuestros derechos en el mar". Al mismo tiempo, el militar aseguró: "Nuestro deber es cooperar con los países de todo el mundo para garantizar el acceso y seguridad en los océanos comunes".

El aumento de los gastos en defensa de China irrita a muchos, pero especialmente a EE.UU., ya que el país asiático está cobrando fuerzas en el océano Pacífico occidental, donde Washington siempre ha tenido una fuerte influencia. "La modernización de las fuerzas armadas chinas tiene por objeto proteger el Estado Chino y su integridad territorial. Como ha dicho el presidente Xi Jinping, ni un centímetro de tierra que recibimos de nuestros antepasados debe ser ocupado por otros. Algunos países occidentales tratan constantemente de unirse en las llamadas alianzas para desafiarnos. El problema de Taiwán, la situación en torno a las islas Diaoyu en mar de China Meridional, todo esto amenaza la integridad [de China]. No podemos permanecer en silencio", afirmó el general.

La situación en la zona se agrava por la actitud de Japón, el principal aliado en la región de EE.UU., que por primera vez desde 1945 ha incrementado significamente el gasto en defensa. Así, en julio, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Japón modificó la interpretación de su 'Constitución de la Paz' para poder combatir en el extranjero y defender a sus aliados, incluso si el propio Japón no es atacado.

"Dudo que las autoridades de Japón hayan sacado por lo menos alguna lección de los acontecimientos del pasado. Sus argumentos de mentalidad cerrada rechazan incluso la idea de la aparición de cualquier opositor fuerte entre sus países vecinos. Todavía tienen nostalgia de los días en que derrotaron dos veces a China. Ahora el Gobierno japonés de nuevo está obsesionado con las ideas del militarismo, por lo que incluso tratan de cambiar la Constitución. Esta es una señal muy peligrosa", aseguró Sun Sijing.

El general es el presidente de la organización Estudios del Tratado del Arte de la Guerra de Sun Tzu. 13 capítulos de este antiguo tratado, a los que se refiere el general, han sido durante muchos siglos una guía no solo para comandantes de China y Asia, sino también para militares, políticos, empresarios e incluso deportistas de todo el mundo. Cabe mencionar que la principal tesis del tratado es aparentemente paradójica: "para evitar la guerra, hay que prepararse para ella". Del mismo modo filosófico China ha explicado el significado de su política militar.

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/141750-china-prepara-guerra-japon-occidente
 
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