Historia del Ejército Argentino

El Regimiento de Granaderos recuerda la defensa de la Casa de Gobierno el 16/6/1955
 
Los bombardeos fueron realizados por la Aviación Naval (la Marina Naval, según tres artículos de Infobae palmface )
Sin embargo, en tooodos los artículos periodísticos, meten a la Fuerza Aérea.
Si señor, fue la aviación naval, acaso dije lo contrario si es así pido las disculpas del caso y corrijo.
 
Los bombardeos fueron realizados por la Aviación Naval (la Marina Naval, según tres artículos de Infobae palmface )
Sin embargo, en tooodos los artículos periodísticos, meten a la Fuerza Aérea.
Hubo ataques de la FAA, creo que Meteor de Morón, base que estuvo en puja entre rebeldes y leales todo el día.
Hay fotos de Gloster Meteor con la leyenda Cristo Vence no sé si de junio o de septiembre.
 
"Aparatos de la VII Brigada Aérea con asiento en Morón despegaron a las 15.31 al mando del capitán Carlos Carús, arribando a la zona de combate detrás de los aviones navales, volando a muy baja altura, sobre la avenida Rivadavia. Los recibieron con intenso fuego desde Plaza de Mayo y las azoteas de la Casa Rosada pero eso no impidió que llevasen a cabo su cometido.

A la altura del Cabildo, los aviones abrieron sus compuertas inferiores y se elevaron para arrojar las bombas. Primero lo hizo el capitán Carús, seguido por los primeros tenientes Luis A. Soto y Juan Carlos Carpio y los tenientes Guillermo Palacios y Enrique Marelli, que al mismo tiempo accionaban sus cañones. Los aparatos pasaron sobre la sede gubernamental, se adentraron en el Río de la Plata, efectuaron un amplio giro sobre sus aguas y regresaron por el mismo camino, ametrallando la parte posterior del edificio.

Cuenta Ruiz Moreno que en su segunda pasada, Carpio distinguió al teniente Mulhall disparando temerariamente desde los techos de la Casa de Gobierno, en el sector más expuesto y bajo una lluvia de balas y eso despertó su admiración. “¡Que cojones tiene ese tipo!”, pensó."

 
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"Aparatos de la VII Brigada Aérea con asiento en Morón despegaron a las 15.31 al mando del capitán Carlos Carús, arribando a la zona de combate detrás de los aviones navales, volando a muy baja altura, sobre la avenida Rivadavia. Los recibieron con intenso fuego desde Plaza de Mayo y las azoteas de la Casa Rosada pero eso no impidió que llevasen a cabo su cometido.

A la altura del Cabildo, los aviones abrieron sus compuertas inferiores y se elevaron para arrojar las bombas. Primero lo hizo el capitán Carús, seguido por los primeros tenientes Luis A. Soto y Juan Carlos Carpio y los tenientes Guillermo Palacios y Enrique Marelli, que al mismo tiempo accionaban sus cañones. Los aparatos pasaron sobre la sede gubernamental, se adentraron en el Río de la Plata, efectuaron un amplio giro sobre sus aguas y regresaron por el mismo camino, ametrallando la parte posterior del edificio.

Cuenta Ruiz Moreno que en su segunda pasada, Carpio distinguió al teniente Mulhall disparando temerariamente desde los techos de la Casa de Gobierno, en el sector más expuesto y bajo una lluvia de balas y eso despertó su admiración. “¡Que cojones tiene ese tipo!”, pensó."

A eso de las 17.30 cuando nadie lo esperaba, se produjo una nueva incursión aérea, de cuatro Gloster Meteor rebeldes que, volando a baja altura, ametrallaron el frente del gran edificio policial con sus cañones de 20mm.

Los proyectiles arrasaron los cuatro pisos por el lado de Av. Belgrano, entre el 3º y el 6º, provocando daños en el interior y dejando como saldo al oficial principal Alfredo Alucinio muerto y al radioelectricista Lorenzo Lissi, herido.

Fueron destruidos ventanas, puertas y mobiliario, todas las paredes sufrieron perforaciones y la Dirección de Comunicaciones quedó completamente arrasada, además de producirse daños menores en otras dependencias.

Se trataba de la escuadrilla del capitán Carús, integrada por el primer teniente Rafael Cantisani y los tenientes Armando Jeannot y Enrique Marelli, quienes siguieron vuelo hacia la Casa Rosada, para descargar sobre ella nuevas ráfagas de metralla en el preciso momento en que Perón se disponía hablar a la ciudadanía desde el despacho del general Lucero, en el cercano Ministerio de Ejército. Fueron los únicos pilotos de la Fuerza Aérea que se plegaron al alzamiento ya que el resto del arma permaneció leal a su creador.

La escuadrilla de Carús fue repelida con piezas de artillería del Ejército que le perforaron una de las alas de su comandante, aunque sin consecuencias, lo que permitió a los cuatro pilotos seguir viaje hasta Colonia, República Oriental del Uruguay, donde aterrizaron veinte minutos después.

Al escuchar los disparos del último ataque Perón, que acababa de abandonar su bunker, buscó instintivamente protección detrás de una columna mientras el almirante Gastón Lestrade se asomaba por la ventana para ver a los agresores alejándose hacia el este.

-Estos eran los últimos, mi general. No les quedan bombas y se van al Uruguay.
-Ojalá Lestrade, ojalá – respondió el primer mandatario, sumamente angustiado y no del todo convencido.
En plena travesía sobre el Río de la Plata, el teniente Jeannot informó a su superior que en lugar de aterrizar en Colonia seguiría vuelo hacia Montevideo, solicitud que el capitán Carús desautorizó, ordenándole mantener la formación porque los aviones estaban escasos de combustible y no llegarían a la capital uruguaya.

Pese a la directiva, Jeannot siguió adelante y tal como se le había advertido, se precipitó en aguas del Plata, resultando ileso. Sus tres compañeros aterrizaron en Colonia sin novedad.

Media hora antes del ataque al Departamento Central de Policía, dos aviones Catalina que sobrevolaban la Av. 9 de Julio en forma rasante, ametrallaron la imponente mole blanca del Ministerio de Obras Públicas que se alza solitaria en la intersección de la gran arteria céntrica con la calle Moreno. Las aeronaves abrieron fuego y destrozaron con sus cañones destrozando buena parte de su frente a la altura de los pisos 2º, 18º y 19º, perforando sus paredes, arrancando ventanas y generando varios incendios, aunque en este caso, sin matar ni herir a nadie.

También la CGT fue blanco del fuego rebelde cuando uno de los Gloster Meteor de la escuadrilla de Carús acribilló el frente con sus piezas de 20 mm, matando al dirigente obrero Héctor Pessano que desde una ventana enfrentó al aparato con un revolver."
 
También bombardearon la residencia presidencial de avenida del Libertador.
Ese día murió el Ing. Basigalupo, lo encontró estacionado, el Chófer otro conocido Rulo Suárez, fue quien lo llevo dado que tenía que entregar un documento, una esquirla rompió el vidrio de la rural Mercedes Benz 155 D, y lo mató, Rulo en su desesperación regreso con Basigalupo fallecido al edificio de Av. Diagonal Norte 1190
(Esto me fue relatado de primera mano por Roberto D Dadin)
 
Justo esta semana hablaba con mi Padre,
del Bombardeo de Plaza de Mayo quedan marcas visibles en el edificio del Ministerio de Economía.
Del levantamiento Cara Pintada quedan en Patricios.
De las invasiones Inglesas en el Convento Santo Domingo.
En que otros lugares habrá todavía cicatrices de los conflictos en los que participó el EA.
 
Los bombardeos fueron realizados por la Aviación Naval (la Marina Naval, según tres artículos de Infobae palmface )
Sin embargo, en tooodos los artículos periodísticos, meten a la Fuerza Aérea.
Hubo ataques de la FAA, creo que Meteor de Morón, base que estuvo en puja entre rebeldes y leales todo el día.
Hay fotos de Gloster Meteor con la leyenda Cristo Vence no sé si de junio o de septiembre.
De pura ignorancia.
Lamento decir que realmente no están equivocados, sólo que toma un primer plano de culpa la FAA cuando realmente fue en su mayoría la Marina.
Esto no quita que si haya estado involucrados sectores disidentes de la FAA cómo detalla el libro "El bombardeo. Muerte desde el cielo" de Roberto Baschetti; el informe del MinDef del 2005 (por cuál sea la opinión que tengan de Garré) que incluyó registros oficiales que confirmaban la participación de pilotos de la VII Brigada Aérea de Morón; y el brigadier Carlos Armanini, años después, reconoció la participación de algunos elementos de la Fuerza Aérea, aunque trató de minimizarla.
 
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