Historia del Ejército Argentino

Para los que no lo conocen este canal de youtube esta muy bueno
y ahora nos toco el turno a nosotros


Terminaron su servicio con la policia en 1950 (??)
 
Una acotación en cuanto a términos militares:
Los regimientos se denominan con los numerales cardinales, no con los ordinales. O sea, no es "tercer regimiento de infantería mecanizada", sino "Regimiento de Infantería Mecanizado N°3"
Los ordinales se usan para todos los otros niveles orgánicos, superiores e inferiores.

En FAA se aplica también así (cardinales) para los Grupos (y Escuadrones) numerados.
 
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El 25 de mayo de 1814 tuvo lugar la batalla que le da nombre a la calle peatonal más famosa de Buenos Aires:

Las fuerzas

Las fuerzas patriotas que intervinieron en a acción se parecian en el orden de uno mil hombres, de los cuales trescientos fueron aportados por Warnes y el resto por Arenales.

Las fuerzas realistas estaban a mando del coronel José Joaquín Blanco, hábil profesional y de un carácter y valentía similar a la de sus oponentes, que conocía la guerra de esta región de la América y en el la cual se había distinguido; sus efectivos sumaban unos mil doscientos hombres, seiscientos veteranos de infantería, quinientos jinetes y dos piezas de artillería de calibre 4.

La zona donde se libró la acción era montuosa, salvo algunos descampados en las inmediaciones del pueblo de La Florida, y en las adyacencias de las orillas barrancosas (más o menos dos metros de altura) del río Puay.

La vanguardia patriota –unos pocos jinetes- a órdenes del Comandante Mercado se ubicó en un pequeño descampado en el borde del monte existente en el linde norte del pueblo; la artillería sobre la barranca sur del curso de agua; la infantería en el borde sur de la playa, disimulando su emplazamiento con ramas y arbustos; en las alas de este dispositivo y un poco a retaguardia de la infantería, las unidades de caballería; a la derecha la del Coronel Warnes y a la izquierda la del Comandante De la Riva, ambas ocultas en el monte marginal y con la orden de entrar en acción –según criterio de sus jefes- en el momento oportuno y con la misión de rechazar a la caballería enemiga o completar la derrota de la infantería; una reserva atrás del dispositivo, cubierta por el monte, con órdenes de actuar protegiendo especialmente al ala izquierda de la posición patriota. Arenales se hizo cargo de la agrupación de infantería y artillería, reservándose el derecho de la orden de apertura del fuego.


Las acciones

En la madrugada del 25 de mayo, el coronel Blanco atacó a las avanzadas del comandante Mercado, las que retrocedieron lentamente para incorporarse a la caballería de Warnes como estaba dispuesto. Hasta el mediodía el jefe realista no pudo alcanzar la margen norte del río Piray, sin que su caballería pudiera darle datos ciertos sobre el dispositivo adversario. Pese a ello, emplazó su artillería en dicha margen, pero ya bajo el fuego de la artillería patriota, y en las condiciones adversas desplegó su propio dispositivo; un fuerte pique de avanzadas sobre la playa, la infantería en el centro y la caballería en las alas; así pudo trasponer el río, vadeable en ese momento en todas sus partes, ordenando el ataque general.

Mientras ello ocurría, Arenales ordenó pasar al contraataque a la bayoneta, en tanto que Warnes apercibido de la acción favorable se lazaba a un ataque furioso cargando a la caballería enemiga y a la infantería que trataba de repasar el río; por su parte el comandante De la Riva hacía lo propio dispersando el ala oeste del dispositivo enemigo. Derrotadas así las fuerzas de Blanco, retrocedieron maltrechas hacia el pueblo, ocupando la plaza del mismo, para intentar allí una resistencia desesperada.


El duelo personal de Warnes

Fue en esas circunstancias que se presentó el la plaza el coronel Warnes y llamando a grandes voces al coronel Blanco, con quien tenía cuantas que saldar, lo desafió a combate personal. Este, denodado como aquel, respondió al llamado y ambos montados en sus caballos de batalla, se arremetieron sable en mano como en los tiempos medievales. La suerte favoreció al jefe patriota; el valiente Blanco, con varias heridas de corte y punta, murió estoicamente como había vivido, sobre su caballo de pelea, y cayó al suelo ya cadáver.


Las heridas de Arenales

El propio Arenales –después de la muerte de Blanco- dirigió persecuciones de los restos de la caballería realista y fue e esos circunstancias que algunos jinetes enemigos volvieron cara y arremetieron contra él lanza en ristre y, aunque mató con su espada a tres de ellos, fue derribado y dejado por muerto con catorce heridas de lanza.

Los soldados que lo acompañaban le recogieron moribundo, pero gracias a los cuidados del médico y capellán de sus tropas –Fray Justo Sarmiento- pudo sobreponerse a sus heridas y recobrar su salud.

En Buenos Aires se celebró con júbilo esta victoria y el gobierno del Supremo Director don Gervasio Antonio Posadas dispuso que la calle más céntrica de la ciudad llevara el nombre de Florida.
 
29 de Mayo – Día del Ejército Argentino

El 29 de mayo de 1810 Mariano Moreno, designado el día anterior como Secretario de Gobierno y Guerra de la Junta, decretó la creación de los regimientos 1 y 2 de Patricios; el 3, originado en los efectivos de arribeños y las compañías de indios naturales; el 4, a partir de las milicias de Montañeses; y el 5, tomando a los elementos del Batallón de Andaluces.

Asimismo se remontó como regimiento al conocido como de Fernando VII, encarándose la reestructuración de la caballería y la artillería heredadas del estado virreinal.

 
"Proclama de la Primera Junta de Gobierno de 29 de Mayo de 1810.


¡Cuerpos Militares de Buenos Aires! La energía con que habéis dado una autoridad firme a vuestra Patria, no honra menos vuestras armas, que la madurez de vuestros pagos distingue vuestra generosidad y patriotismo.

Agitados los ánimos por la incertidumbre de nuestra exigencia política, supisteis conciliar todo el furor de un entusiasmo exaltado con la serenidad de un ciudadano que discurre tranquilamente sobre la suerte de su Patria y las armas que cargábais no sirvieron sino para abrir a la razón, para que recuperando sus derechos fuese la única guía de una resolución magnánima que debe fijar el destino de estas provincias. Los pueblos antiguos no vieron un espectáculo tan tierno como el que se ha presentado ante nosotros y cuando se creía apurado vuestro espíritu por el contraste a que la triste situación de la península lo había reducido, un heroico esfuerzo se propuso vengar tantas desgracias, enseñando al opresor de la Europa que el carácter americano opone a su ambición una barrera más fuerte que el inmenso piélago que ha contenido hasta ahora sus empresas.

¿Quién no respetará de ahora en adelante a los Cuerpos Militares de Buenos Aires? Si examina vuestro valor lo hallará consignado por las más gloriosas victorias, si se meditan esas intrigas; que más de una vez dieron por tierra con los pueblos esforzados, temblarán al recordar esa gloriosa escena que precedió a la inauguración de esa Junta; la sabiduría presidía vuestros discursos, las más vivas penetraciones disipaban los sofismas y religiosos observadores de los derechos del Rey y del pueblo; nada pudo desviarnos del camino legítimo que habíais meditado para su conservación. Conservad siempre unida la oliva de los sabios al laurel de los guerreros y esperad de la Junta un celo para vuestro bien, igual al que habéis manifestado para formarla. Esta recíproca unión de sentimientos ha fijado las primeras atenciones de la Junta, sobre la mejora y fomento de la Fuerza Militar de estas provincias; y aunque para justa gloria del país es necesario conocer un soldado en cada habitante, el orden público y la seguridad del estado exigen que las esperanzas de los buenos patriotas y fieles vasallos reposen sobre la fuerza reglada correspondiente a la dignidad de estas provincias; a este fin, ha acordado la Junta las siguientes medidas en cuya pronta y puntual observancia interesa sus respetos y todo vuestro celo:

Los Batallones Militares existentes se elevarán a regimiento con la fuerza efectiva de 1.116 plazas, reservado a la Junta proveer separadamente sobre el arreglo de la caballería y artillería volante.

Queda publicada de este día una rigurosa leva en que serán comprendidos todos los vagos y hombres sin ocupación desde los 18 hasta los 40 años.

Volverán al Servicio Activo todos los rebajados que actualmente no estuvieron ejerciendo algún arte mecánico o servicio público.

Los alcaldes del barrio presentarán para el sábado de la presente semana todos los estados de los habitantes de sus respectivos cuarteles, que por anteriores providencias se hallaban pedidos.

Los mismos alcaldes de barrio ocurrirán al vocal de la Junta, Coronel D. Miguel de Azcuénaga, para que en virtud de la comisión particular que tiene para el efecto, de las órdenes respectivas a la incorporación de aquellos individuos que deben aumentar la Fuerza Armada.

Los mismos alcaldes de barrios ocurrirán al mismo Sr. Azcuénaga para que les haga entregar la Armería Real el número de fusiles correspondientes al número de hombres que se vaya aumentando.

Estando igualmente encargado el Sr. Azcuénaga de activar y velar con especialidad sobre los trabajos de armería, se le da razón de los fusiles descompuestos que introduzcan en ella, para que se apresure su compostura y devolución. Los alcaldes de barrios, comisionados y vecinos que tratasen de devolver las armas que se han exigido por bando, harán la entrega en la casa del Sr. Azcuénaga, por cuyo conducto se impartirá las órdenes relativas a esta importante materia.

Habiendo tomado la Junta medidas seguras para el acopio de las armas, capaz de proveer el aumento de nuestra fuerza, espera del celo de los comandantes militares no omitirán diligencia alguna que sea conducente a la integración de sus cuerpos bajo el plan propuesto."
 
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