Mail Sr. Luis Rizzi
“FUERZA AEREA S.A.”
Luis Alejandro Rizzi
“…Y éste es el proceso que se atrofia cuando el homo sapiens es suplantado por el homo videns. En este último, el lenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitamente mas pobre: mas pobre no solo en cuanto a palabras (al número de palabras), sino en cuanto a la riqueza de significado, es decir, de capacidad connotativa”
“…Por desinformación entiendo una distorsión de la información: dar noticias falseadas que inducen a engaño al que las escucha…”
“…El aspecto mas grave de esta preferencia espectacular por el ataque es que viola, en sus mas hondas raíces, el principio de toda convivencia cívica: el principio de oír a la otra parte. Si se acusa a alguien se debe oír al acusado…Por lo general la televisión lleva a las pantallas solo a quien ataca, al que se agita, de tal modo que la protesta se convierte en un protagonista desproporcionado que siempre actúa sinceramente (incluso cuando se ha equivocado de parte a parte)…”
GIOVANNI SARTORI (HOMO VIDENS. LA SOCIEDAD TELEDIRIGIDA)
Luego de ver esta película dejé pasar unos días para expresar mis opiniones sobre temas tan delicados que deben ser abordados con máxima prudencia especialmente por el respeto que merece el público usuario.
“La cuestión” que plantea su director está relacionada con el nivel de “seguridad operacional” o “safety” de nuestra aviación comercial, que a su juicio se encontraría en un nivel mínimo lindando con lo riesgoso.
El director ENRIQUE PIÑEYRO mas de una vez se ha ufanado en el sentido que anticipó que en nuestra aviación comercial podían ocurrir accidentes y los hechos le dieron la razón; en un lapso de dos años se produjeron dos accidentes muy graves, el protagonizado por una aeronave de AUSTRAL en la localidad de FRAY BENTOS y el de una aeronave de la hoy desaparecida LAPA en Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires.
Para el director de la película esos accidentes tuvieron dos causas excluyentes: corrupción y deficiente prestación de los servicios de protección al vuelo por parte de la FUERZA AEREA ARGENTINA e incumplimiento de obligaciones debidamente normadas por parte de las empresas.
La corrupción según el realizador de la película es fácilmente demostrable por la sucesión de varios hechos, por ejemplo la tolerancia de la Fuerza Aérea Argentina, para implementar una alarma suplementaria, en las aeronaves DC-9 sobre el funcionamiento de los llamados tubos “pitot” que son los que sirven para indicar la velocidad de una aeronave en vuelo en el instrumento respectivo, el desconocimiento del idioma inglés por parte de algunos operadores, las deficiencias en los equipos de comunicaciones, la casi permanente “fuera de servicio” de instrumentos esenciales para realizar aproximaciones como los ILS o los VOR para establecer rumbos y fijar posiciones, este instrumento reemplazó a los “viejos radiofaros” muy susceptibles de recibir interferencias no solo climáticas sino de emisoras de radio, amen de otras que sería largo enumerar .
A su vez imputa a las empresas diversos incumplimientos especialmente en la concesión de vacaciones y respeto a los tiempos de descanso y señala anomalías en la instrucción del personal de pilotos.
Esta situación no es novedosa ya que en el año 1968 en las TERCERAS JORNADAS NACIONALES DE DERECHO AERONÁUTICO presenté un trabajo señalando las graves anomalías que ya existían en esa época.
Mas aun recuerdo que allá por el año 1970, si mi memoria no mes es infiel, se accidentó una aeronave de AUSTRAL, matricula LV. GEB un curtiss C-49 carguero que apenas decolado se precipitó a tierra en las proximidades de la llamada CIUDAD UNIVERSITARIA por fallas técnicas en uno de sus motores, por suerte sin consecuencias para su comandante y co-piloto aunque la carga comercial se perdió en su casi totalidad.
La JUNTA de INVESTIGACIONES de ACCIDENTES DE AVIACIÓN en ese entonces aplicó graves sanciones al comandante que la CAMARA FEDERAL EN LO CONTENCIOSOSADMINISTRATIVO dejó sin efecto por no haberse respetado el derecho de defensa. La defensa de esa tripulación me fue encomendada por la ASOCIACIÓN DE PILOTOS DE LINEAS AÉREAS.
Tambien recuerdo otro caso en un accidente ocurrido en el viejo aeródromo de HARDING GREEN, en la ciudad de BAHIA BLANCA, cuando un AVRO 748 propiedad de AEROLÍNEAS ARGENTINAS, se “tragó” la pista debido a la niebla rastrera existente y a una mala maniobra previa al aterrizaje, tambien intervine como defensor del comandante y la Justicia aplicó una “justa sanción” que no le impidió a esa persona continuar en la actividad pero en la función de co-piloto.
Hago estas referencias para acreditar mi seguimiento en estas cuestiones que vienen de antaño sin que se haya advertido por parte de los sucesivos gobiernos mayor interés por mejorar el funcionamiento de los servicios de protección al vuelo.
Asimismo quiero destacar que las veces que se recurrió al PODER JUDICIAL se obtuvieron respuestas satisfactorias.
Tengamos presente que muchas de las personas que trabajan en esos servicios de protección al vuelo tienen dos empleos y por lógica un mínimo tiempo de descanso, sin contar que los salarios rondan en lo irrisorio.
Pero esto no solo ocurre en esta actividad, tambien nuestro sistema educativo en general viene cayendo en picada, la UNIVERSIDAD no ha podido elegir aun a su Rector, la atención hospitalaria presenta deficiencias que solo son suplidas por la abnegación del personal de médicos y enfermeros, el estado de las calles avenidas y rutas en muchos casos presentas deficiencias que son causa directa de accidentes o daños a las cosas y a las personas, la deficiente calidad de la limpieza hace que BUENOS AIRES tenga un triste record en la existencia de roedores, la contaminación del riachuelo es causa eficiente de enfermedades y de menosprecio al medio ambiente llevando la calidad de vida de los vecinos a los límites mas bajos de dignidad y salubridad propio de las regiones mas atrasadas del planeta.
Es bueno señalar las anomalías, es bueno mostrar lo que ocurre y en ese sentido “FUERZA AEREA S.A.” es valiosa, pero lamentablemente pierde objetividad o buena intencionalidad cuando aflora un cierto ideologismo y hasta resentimiento que más que proponer alternativas muestra a su director soslayándose con epítetos que van desde calificar una sola década política como causante de todos los desastres hasta imputar hechos de corrupción de modo genérico, que ante la elocuencia de algunas imágenes pueden provocar en el espectador común la sensación de una impunidad y deshonestidad generalizada.
Por ejemplo cuando en la película se muestra el fastidio de un comandante de AIR FRANCE por la errónea información que recibe del “torrero” en el sentido que estaba en funciones el ILS de la pista 35 de EZE, cuando en verdad estaba fuera de servicio, lo cierto es que esa “novedad” estaba publicada en el “notam” correspondiente y ese comandante la tuvo o debía haberla tenido a su disposición al decolar del aeropuerto de origen, es decir al partir o iniciar un vuelo todo piloto conoce o debe conocer las condiciones de operabilidad del aeropuerto de destino. Es cierto en la película se documenta un error de información por parte de TWR, pero tambien el comandante de ese vuelo preguntó lo que debía saber. Para el caso es tan grave una cosa como la otra.
Lo grave de la película es que solo se muestra una sola cara.
Se presentan en la película explicaciones de los dos últimos accidentes arriba indicados y se pretende exculpar a los tripulantes al tiempo que las responsabilidades se atribuyen exclusivamente a deficiencias de la FUERZA AEREA ARGENTINA en la prestación de sus servicios y control de la actividad, muchas de ellas debidas a la falta de presupuesto para modernizar los equipos, hecho que obviamente no les es imputable y a las propias empresas.
Se pone en tela de juicio el dictamen de la FUERZA AEREA URUGUAYA sobre el accidente de FRAY BENTOS, y se pretende exculpar a la tripulación de toda responsabilidad.
Se dice con acierto en la película que a diferencia de lo que ocurre en un automóvil en los casos que el velocímetro deja de funcionar es posible tener una sensación aproximada de la velocidad a la que se circula, lo que es correcto, por el contrario en una aeronave esa sensación no existe, lo que tambien es cierto.
Sin embargo mas de un piloto profesional y he hablado con varios y de gran experiencia me han contado que cuando una aeronave pierde velocidad volando en las mismas condiciones que la accidentada, comienza a “vibrar” con lo cual el piloto puede realizar maniobras para recuperarla o bien poder intentar un aterrizaje inmediato. Todo piloto tiene que estar preparado para este tipo como otras emergencias. Pues bien como surge en la película la aeronave volaba con toda normalidad, la tormenta existente no afectaba el vuelo “…las conversaciones de la tripulación eran distendidas…” y el accidente ocurre cuando la tripulación coloca “slats” volando a mas de diez mil metros y a una velocidad normal ya que si bien el velocímetro indicaba “pérdida de velocidad” la aeronave volaba normalmente sin ningún tipo de vibración. El poner “slats” a ese nivel y a esa velocidad es una maniobra vedada y esa fue según la mayoría de los pilotos que he consultado la causa inmediata del accidente. Es cierto que el comandante que en esa etapa estaba encargado de las comunicaciones no lograba contactar con EZE para pedir cambio de nivel, mas esa preocupación probablemente lo desatendió de una maniobra que realizó fatalmente su co-piloto. Con esto no quiero imputar culpas, que además pagaron lamentablemente con su muerte, pero la falta de objetividad puede disimular o minimizar ese error y desviarlos hacia quien nada tuvo que ver como se pretende insinuar en esa tendenciosa película. Mas grave aun de ese modo el error puede reiterarse. La experiencia del accidente habrá sido vana o inútil.
El piloto, como todo ser humano, tiene el patrimonio de poder equivocarse y no por eso debemos perder el respeto y la consideración que nos merecen.
Me parece oportuno transcribir un breve considerando del fallo dictado el 29 de junio de este año por un JUEZ ESPAÑOL, a cargo del Juzgado Nº 2 de MADRID en la causa “GORDILLO URQUIA c/ IBERIA LINEAS AEREAS DE ESPAÑA, MINISTERIO FISCAL” conocida por medio de
www.aviaciondigital.com cuando dice: “…Entendemos y compartimos que en un estado democrático y social de derecho, no puede existir gremios “o castas intocables” y los comandantes y pilotos de vuelo como tantos otros profesionales deben responder por sus comportamientos, no solo ante sus superiores jerárquicos en la empresa, sino ante los ciudadanos usuarios, pero en el presente supuesto, una vez mas prevaleció el principio de autoridad de la línea de mando de la compañía, que en las situaciones como las aquí contempladas debió adecuarse a las razonables exigencias de la seguridad de vuelo que le fueron planteadas, por tratarse además de una avería y fallo técnico de un dispositivo de uno de los motores de la nave que se venía arrastrando desde finales del mes de noviembre (el hecho ocurrió el 5 de enero del año siguiente) y al que no s ele dio solución definitiva hasta el 13 de enero de 2006, esto es ocho días después del incidente que originó el despido del actor que ha de calificarse de improcedente…”.
Estimo que en el párrafo transcripto el juez puso las cosas en su lugar o en su justo término y si bien delegó en la demandada IBERIA la posibilidad de reincorporar o indemnizar a GORDILLO URQUIA, estimo que en nuestro medio hubiera sido reincorporado ya que se hubiera considerado como un despido nulo.
El accidente de LAPA tambien ocurre por un error del piloto que desconoció la indicación de una alarma y omitió visualizar el indicador de posición del “flap” que como lo demostró el propio PIÑEYRO en “WRZ” ESTABA EN CERO, es decir la tripulación olvidó ponerlo en la posición correcta para el decolaje. Si se suma el sonido de una alarma mas una indicación no ponderada no se puede repartir responsabilidades de modo gratuito y hasta diría de modo irresponsable.
Es cierto que en LAPA hubo muchas anomalías especialmente en la ponderación de la aptitud de sus tripulantes, también es cierto que algunos controles pudieron no haberse efectuado con el rigor propio que exige la actividad por ello a lo sumo podríamos hablar de “responsabilidades compartidas” mas no por ello exculpar a la tripulación.
Es a partir del reconocimiento de los propios errores que la actividad podrá ser cada dia mas segura.
En la película tambien se hace referencia a la falta de cumplimiento de las normas legales que regulan el descanso de las tripulaciones y se expone las consecuencias sufridas por algún tripulante que las quiso hacer valer.
Por tal motivo nosotros cuando estuvimos en la asesoría legal de APLA intentamos establecer para el PILOTO COMANDANTE la estabilidad propia, para evitar que el cumplimiento de sus obligaciones pudiera ser respondida con un despido sin invocación de causa aunque se pague la indemnización fijada por la ley.
Esa garantía laboral se logró negociar en un convenio colectivo suscripto entre APLA y AUSTRAL, pero lamentablemente el poder judicial en su momento la decretó “inconstitucional”, por considerar que esa estabilidad propia era un derecho absoluto.
La cláusula firmada, no impedía el “despido” solo exigía que la justa causa debía ser acreditada judicialmente.
En la película tambien se cuestiona algunas dispensas como la de realizar simulador una vez por año en vez de cada seis meses. Respecto a esta cuestión creo que la cosa pasa por la responsabilidad de la GERENCIA o DIRECCION DE OPERACIONES de cada empresa, que es la encargada directa de velar por la idoneidad de sus tripulantes; podría ocurrir que ciertas personas necesiten concurrir al “simulador” con mayor habitualidad que otras. No olvidemos que en general los DIRECTORES o GERENTES de OPERACIONES son o deberían ser pilotos altamente calificados.
Por ultimo la película no presenta argumentos ni siquiera ingresa en el debate para justificar la mayor idoneidad que podría existir si todos los servicios de protección al vuelo, la habilitación de aeronaves y personal y la regulación y control de la actividad pasara a manos civiles.
No me basta con que en un tono despectivo se diga que solo NIGERIA tiene esos servicios en manos de su fuerza aérea.
Personalmente creo que la aviación comercial ha dejado de ser una reserva militar, por ello he propuesto diversas modificaciones a nuestro código aeronáutico y por ello creo que muchos principios que vienen desde el año 1945 hoy han perdido razón de ser.
Por eso considero que el ESTADO deberá proponer y ejecutar una política aérea integral, pero como elemento de esa política deberá contarse con un elenco profesional y calificado que deberá formar o perfeccionar al personal hoy en funciones como asi a los futuros integrantes de estos servicios. Deberán preverse las inversiones necesarias para mejorar y actualizar la tecnología y establecerse un régimen penal aplicable a todos aquellos que omitan cumplir con sus obligaciones.
La cuestión no pasa ni por fijar un plazo de cien o doscientos días para efectuar el traspaso sino de comenzar a crear un nuevo sistema utilizando lo bueno que hay, corrigiendo lo malo y reitero formando a la gente en esta indudable y delicada profesión.
Por ultimo en algunos de los pasajes de la película que eran propios para presentar un debate esclarecedor, por ejemplo la secuencia de un programa televisivo en la que participa el BRIGADIER CID con el propio PIÑEYRO, éste en vez de debatir optó por la descalificación.
Consecuencia del contenido de FUERZA AEREA S.A. se ha iniciado un proceso judicial contra jefes de la FUERZA AEREA ARGENTINA y la ASOCIACION DE PILOTOS DE LÍNEAS AEREAS ha sido facultada por una asamblea general de pilotos el pasado 19 “…para tomar medidas de acción directa cuando considere necesario en virtud de la degradación de la seguridad aérea, dando mandato a la misma para alertar a los organismos nacionales e internacionales realizando las denuncias que considere pertinente y Mantener a la Asociación en Estado de Alerta, Movilización y en Asamblea Permanente….”.
Lo cierto es que si la situación es realmente grave la responsabilidad es de cada comandante que antes de iniciar el vuelo debe asegurarse de las condiciones de seguridad existentes como lo dispone el art. 84 del código aeronáutico y si las considera insuficientes deberá suspenderlo. Hasta la fecha no conozco un solo caso de suspensión de algún vuelo por estos motivos es decir por “…degradación de la seguridad aérea…”.
La pregunta que queda flotando en el aire es la siguiente: Los comandantes cumplen con su obligación de verificar las condiciones de seguridad del vuelo y si optan por realizarlo es porque consideran que tienen las garantías necesarias para hacerlo con máxima seguridad, ya que pilotos responsables hacen líneas aéreas seguras…
Es lamentable que un halo ideológico y revanchista se haya inmiscuido en esta tan delicada cuestión en la que la información parcial nos lleva a la desinformación, por ello recomiendo a nuestros pacientes lectores el libro de GIOVANNI SARTORI que citamos en el copete de la presente.