Norcorea sube la temperatura en la frontera con Corea del Sur
jueves 3 de abril, 10:51 AM
Por Jon Herskovitz
SEUL (Reuters) - Corea del Norte dijo el jueves que estaba listo para renunciar al diálogo y atacar a Surcorea, ignorando un pedido del nuevo presidente de su próspero vecino para que se tranquilice y regrese a conversaciones serias.
En la última semana, Corea del Norte advirtió que podría reducir a su vecino a cenizas y pronunció insultos contra el presidente Lee Myung-bak, quien asumió el cargo en febrero con la promesa de ponerle fin al flujo libre de asistencia a menos que los líderes comunistas de Pyongyang se comporten.
Y el jueves acusó a Corea del Sur de aumentar las tensiones al enviar tres buques de guerra a sus aguas. El Ministerio de Defensa de Surcorea negó la acusación.
Más temprano, Pyongyang envió una carta de dos oraciones de parte de su Ejército a Surcorea, advirtiendo sobre un ataque, que fue seguido por un informe separado en su agencia de noticias KCNA acerca de que la península estaba al borde de la guerra.
"El Ejército de Corea del Sur debería estar claramente al tanto de que la posición de nuestro Ejército revolucionario es combatir cualquier intento por llevar a cabo un ataque preventivo con un ataque preventivo de avanzada," señaló KCNA.
"Nunca puede quitarse la responsabilidad (a Surcorea) por el diálogo suspendido y el contacto entre el Norte y el Sur y por la implementación de una prohibición a los viajes," agregó.
El Ejército de Corea del Norte ha amenazado durante años con ataques preventivos en respuesta a los ejercicios militares anuales conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que dijo están llevando la península a la guerra.
Sus acciones durante la última semana, incluyendo el lanzamiento de un misil y la expulsión de funcionarios surcoreanos de un parque industrial conjunto al norte de la frontera fuertemente armada, son las más agresivas contra Corea del Sur en una década.
Pero no hay señales hasta el momento de que el Norte haya ido más lejos que la furiosa retórica, en lo que muchos analistas ven como un intento por presionar a Corea del Sur y a su aliado Estados Unidos para que haga concesiones para aplacarlo.
Un surcoreano que trabaja en el parque industrial de Kaesong contó por teléfono: "No hubo cambios en las operaciones aquí."
Lee ha dicho que pondrá fin al flujo libre de la asistencia a la que Corea del Norte se acostumbró durante la última década a menos que corrija sus modos y, en particular, muestre progresos en el desarme nuclear.
"Proponemos que las dos partes se comprometan en un diálogo sincero y, a fin de hacerlo, creemos que el Norte tiene que apartarse de sus modos y acciones previas," manifestó Lee a jefes militares, según fue citado por la oficina presidencial.
(Reporte adicional de Lee Jiyeon, Yoo Choonsik y Rhee So-eui. Editado en español por Lucila Sigal)