Días despues, el 28 de mayo se inició el Ferry II, donde el C-902, C-904 y C-907 volaron hacia Davis Monthan AFB, que es donde se efectuo la transferencia oficial de las aeronaves a la FAA. Al igual que en la anterior oportunidad estos contaron con apoyo de un F-28 (TC-53) y un L-100-30 (TC-100). En esa misma jornada los aviones llegaron a Monterrey, México. El viernes 29 partieron con destino a la Base Aérea Militar (BAM) La Aurora, Guatemala, donde arribaron con muy malas condiciones meteorológicas, a esto se sumó la existencia de cenizas del volcán Popocatepetl, que podían llegar a ser nocivas para los reactores de las aeronaves.
En esa jornada estaba previsto alcanzar Panamá, pero debido a las condiciones meteorológicas se debió permanecer allí hasta el 30 de mayo, cuando fue posible el arribo a Howard AFB, Panamá. El 31 de mayo se realizan los procedimientos para el despegue de las aeronaves, pero una de ellas presentó un inconveniente en el tren de nariz, que quedó parcialmente retraído. Por ello se efectúan los procedimientos correspondientes, y tras realizar el "dampeo" de combustible se logra aterrizar sin consecuencias negativas. Esto motivo a que las demás aeronaves también retornaran a este destino, donde el personal técnico de la FAA trabajó incansablemente para realizar las reparaciones del caso.
Sin embargo se debió esperar la llegada de una pieza proveniente de LMSW, la que arriba el 2 de junio. El recambio se realiza esa misma noche, quedando la aeronave en condiciones de vuelo. El miércoles 3 se reanudó el ferry, y las máquinas llegaron a la BAM Chiclayo, Perú. Desde de allí se puso rumbo a Pisco, tambien en Perú. En la jornada siguiente, desde esta última base se realizó un vuelo directo con destino final la Vª Brigada Aérea, donde arriban a las 21:30 hs. siendo recibidos por el jefe de la unidad. Finalmente, el 5 de junio se efectuó la ceremonia de arribo de estas aeronaves, con la presencia del Jefe de Estado Mayor del Comando de Operaciones Aéreas, Brigadier Gabriel M. Martínez.