Producción bélica brasileña se reorganiza como en otros países
31/07/2012
Consideraciones humanitarias a la parte, y ellas son varias, la reorganización de la producción bélica brasileña en curso no es nada diferente del que aconteció en países industrializados de grande porte.
Igor Gielow
Secretario de Redacción de la Sucursal de Brasilia
El sector vive de benesses directas o indirectas del Estado desde la carrera armamentista de Reino Unido y Alemania en la volcada del siglo 20.
En los EUA y en Rusia, los mayores exportadores, el fin de la Guerra Fría determinó la concentración en el área. Antes, fabricantes diferentes disputaban contratos dentro del “complejo industrial-militar”, término celebrizado en el discurso-denuncia de despedida del presidente de los EUA Dwight Eisenhower en 1961.
Sin un enemigo y con un mercado a conquistar, las industrias de los EUA pasaron por fusiones: Boeing tragó la célebre McDonnell-Douglas, por ejemplo. En Rusia, las empresas aeronáuticas Mikoyan, Sukhoi, Ilyushin y Tupolev quedaron bajo control único. En Europa, la EADS volcó una potencia.
En Brasil, las grandes exportadoras incentivadas por el gobierno en la dictadura quebraron y ressurgiram, en parte, bajo las bendiciones del Estado -la parte civil de la Embraer siendo la excepción.
La empresa aeronáutica salió en el frente y organizó una división de defensa, yendo además de aviones consagrados como el Super Tucano. También adquirió empresas de tecnología militar, como Atech y Orbisat.
El gobierno estimuló gigantes con dinero a entrar en el área, creando un arcabouço jurídico favoreciendo contenido con participación nacional. La francesa Thales, por ejemplo, se unió a la empreiteira Andrade Gutierrez visando defensa de fronteras.
Ya la Odebrecht es subcontratada de la DCNS francesa para hacer el nuevo estaleiro de submarinos, se asoció a una subsidiária de la EADS y compró la Mectron (misiles).
El foco inicial es lo Brasil, con demanda adicional de seguridad para grandes eventos (Copa y Olimpíada), pero América Latina, África y Asia/Oceanía están en la asesta.
Dictaduras y violadores de derechos humanos deberán estar entre clientes futuros, como en el pasado. No es singularidad brasileña: a Alemania, cuyo pacifismo está en la Constitución, es la tercera vendedora de armas del mundo.
Fuente: FSP
31/07/2012
Consideraciones humanitarias a la parte, y ellas son varias, la reorganización de la producción bélica brasileña en curso no es nada diferente del que aconteció en países industrializados de grande porte.
Igor Gielow
Secretario de Redacción de la Sucursal de Brasilia
El sector vive de benesses directas o indirectas del Estado desde la carrera armamentista de Reino Unido y Alemania en la volcada del siglo 20.
En los EUA y en Rusia, los mayores exportadores, el fin de la Guerra Fría determinó la concentración en el área. Antes, fabricantes diferentes disputaban contratos dentro del “complejo industrial-militar”, término celebrizado en el discurso-denuncia de despedida del presidente de los EUA Dwight Eisenhower en 1961.
Sin un enemigo y con un mercado a conquistar, las industrias de los EUA pasaron por fusiones: Boeing tragó la célebre McDonnell-Douglas, por ejemplo. En Rusia, las empresas aeronáuticas Mikoyan, Sukhoi, Ilyushin y Tupolev quedaron bajo control único. En Europa, la EADS volcó una potencia.
En Brasil, las grandes exportadoras incentivadas por el gobierno en la dictadura quebraron y ressurgiram, en parte, bajo las bendiciones del Estado -la parte civil de la Embraer siendo la excepción.
La empresa aeronáutica salió en el frente y organizó una división de defensa, yendo además de aviones consagrados como el Super Tucano. También adquirió empresas de tecnología militar, como Atech y Orbisat.
El gobierno estimuló gigantes con dinero a entrar en el área, creando un arcabouço jurídico favoreciendo contenido con participación nacional. La francesa Thales, por ejemplo, se unió a la empreiteira Andrade Gutierrez visando defensa de fronteras.
Ya la Odebrecht es subcontratada de la DCNS francesa para hacer el nuevo estaleiro de submarinos, se asoció a una subsidiária de la EADS y compró la Mectron (misiles).
El foco inicial es lo Brasil, con demanda adicional de seguridad para grandes eventos (Copa y Olimpíada), pero América Latina, África y Asia/Oceanía están en la asesta.
Dictaduras y violadores de derechos humanos deberán estar entre clientes futuros, como en el pasado. No es singularidad brasileña: a Alemania, cuyo pacifismo está en la Constitución, es la tercera vendedora de armas del mundo.
Fuente: FSP