Noticias de la Gendarmería Nacional Argentina

Derruido

Colaborador
Estimado, a esta altura esta mas que claro que los "afligidos" por el "desaparecido" en realidad no quieren que aparezca (ni vivo ni muerto) , sino que el que "desaparezca" sea MM. Historicamente, fueron primero por las FFAA y las desintegraron. Ahora van por la GN. Y tengamos conciencia que al gobierno ya es de lo ultimo que le responde mas o menos alineadamente a los fines de mantener cierto orden ciudadano. Ni la PFA ni la PPBA, tienen sus "simpatias" para el lado oficialista por los motivos que todos conocemos. La Policia de la CABA es un embrion manejado por un incompetente burocrata de comite. No quisiera estar en los zapatitos de la Bullrich. Se aproximan tiempos muy tormentosos para la Patria. La historia se repite ciclicamente y cada vez con matices que empeoran cada ciclo. Saludos!!!.
Esto es POLITICO Fogoneado por la misma que contribuyó con la tragedia del 11.................

Besos
 

Derruido

Colaborador
Y vos supones que en los 70's a los "papis" y abuelitos de estos de hoy, les daba el voto???. Igual estrategia. Iguales tacticas. Los perejiles son sus adversarios en el gobierno. Y con practicamente nulas herramientas (legales y facticas) para neutralizar la amenaza terrorista. Al respecto hay reuniones de dirigentes de la orga "RAM" con popes de las FARC. Que podemos esperar al respecto?. Saludos!!!
Te faltó Vaca Narvaja y cía..................

Besos
PD: Monte Tucumano, pero en otra época y con otros participantes. A éstas alturas estoy convencido de eso.
PD: Buscan otra Patagonia Rebelde, pero épica.
 

Derruido

Colaborador
esano

El comandante sospechado se defiende: "No detuvimos ni matamos a nadie"
La Gendarmería en la mira, a un mes de la desaparición de Maldonado


El comandante Escola del escuadron de Gendarmeria Esquel Chubut. (Maxi Failla)


El Jefe de Gendarmería en Esquel, Juan Escola, habló por primera vez y dijo que “no estuvimos ni cerca de detener a nadie” el 1° de agosto. Ese fue el día en que la fuerza desalojó un predio tomado por mapuches, donde supuestamente estaba Santiago Maldonado. Por otra parte, ayer detuvieron a la mujer que amenazó en las redes sociales a la hija del Presidente.

El comandante Juan Pablo Escola, segundo al mando del Escuadrón 36 de Esquel de Gendarmería Nacional, fue quien lideró el grupo de 31 gendarmes que ingresaron a Cushamen el 1 de agosto pasado alrededor de las 11 de la mañana. Es el día en que, según testigos, se vio por última vez a Santiago Maldonado.

Bajo su supervisión transcurrieron las acciones que más de 20 horas después desembocaron en la denuncia que hoy conmueve al país. Hay quien lo señala como el principal responsable de haber capturado a Maldonado, para después meterlo en una camioneta que se marchó del Pu Lof con dirección a Esquel. Su testimonio revela algo muy distinto. “Nunca estuvimos ni cerca de detener a alguien”, le dice a Clarín.

El gendarme aceptó hablar por pri mera vez desde que estuvo en el campo que ocupa un grupo radicalizado indígena, donde también conviven miembros de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). “El 1 de agosto no detuvimos a nadie, no matamos a nadie, no estuvimos ni cerca de detener a alguien. Duermo tranquilo, actuamos correctamente”, señala. De acuerdo a su versión, él y un equipo de diez gendarmes de Esquel, a los que conocía, y 21 de El Bolsón, de los cuales no sabía sus nombres, entraron a Cushamen. Tomó la decisión después de que dos agentes resultaron heridos de gravedad sobre la ruta 40 ante una lluvia de piedrazos impulsada por unas 20 personas.

“Fracturado, sangrando y todo, un gendarme avanzó conmigo, no se dio cuenta de sus heridas de la tensión que teníamos. Eso fue como a las 11,30. Ibamos lento y muy pesado, con el chaleco antibalas, con los cascos, los borceguíes. El suelo era arcilloso, muy incómodo”, detalla.

El comandate explica que al tiempo que arremetían, lanzaban gases y proyectiles antimotín. “No íbamos armados con armas 9 milímetros, ningún arma de guerra fue usada”, dice. Ante la embestida, los miembros del Pu Lof corrieron hacia el río. La distancia y la velocidad entre unos y otros era amplia, apunta. “Nunca estuvimos a menos de 40 metros. Tampoco me esperaba que corrieran hacia el río, pensé que se iban a escapar por los costados. Iban rápido, no le seguíamos el paso. Nuestro equipo pesa unos 7 kilos en total ¿cómo íbamos a hacer para capturarlos?”, dice.

De acuerdo al comandante, los militantes indígenas bajaron por un pro- nunciado declive que conduce al río. Dice que no sabe si los que escapaban cruzaron el río Chubut, pero que él decidió que era peligroso para su gente seguirlos en ese sector escarpado y barroso. “Quedamos a varios metros de la costa del río, pensé que podían sorprendernos, no los veíamos. No alcanzamos el río. Ordené el repliegue hasta la zona de la casilla, en la entrada del predio”, explica.


Escola afirma que la imagen de Maldonado a la vera del río, capturado por dos o tres gendarmes que lo golpeaban, es falsa. “No ocurrió, no estaban las condiciones para detener a uno de ellos”, asevera. El grupo de gendarmes retornó a un camión Eurocargo apostado al lado de la casilla en la que permanecían dos mujeres y dos niños. “Volvimos todos, no ví que nadie se quedara retrasado. En el camión teníamos mate, estábamos cansados. Las mujeres, los chicos, todos estábamos cerca. ¿Ocultar a una persona en ese sector? ¿Se imagina lo difícil que es?”, reflexiona. El camión Eurocargo tampoco estuvo en las inmediaciones del río, como indican los testimonios. “Hay fotografías, el camión quedó atrás de la casilla”, dice.

El operativo duró entre 40 y 45 minutos. “Comenzaron a labrar el acta con lo actuado. Nada extraño ocurrió”, detalla. “En la tranquera pusimos a 4 ó 5 personas, algunas gendarmes mujeres que incluso hablaron con representantes de Derechos Humanos. Nadie nos preguntó por Maldonado y eso que estuvimos ahí 5 horas o más”, indica. Para Escola el encubrimiento es una hipótesis improbale. “Eramos gendarmes de Esquel y El Bolsón, algunos sin relación. Si hubiéramos detenido a alguien habríamos levantado el acta. Cualquiera de los transeútes o de los otros gendarmes en la tranquera o de los periodistas o los mismos niños y mujeres en la casilla habrían visto la detención o nos habrían preguntado algo”, indica.

“Tendríamos que haber confabulado todo con transeúntes, mujeres y chicos mapuches y entre 65 gendarmes, muchos de los que no se conocían entre sí”, se defiende. Escola llegó a su casa a las 19, aproximadamente. A las 22 se fue a la cama y durmió 9 horas de un tirón. El 2 de agosto tuvo libre. No recibió llamadas del trabajo sobre irregularidades en Cushamen. A las 8 del 3 entró a su oficina y prendió la televisión. “Entonces me enteré de que había un desaparecido y decían que lo habíamos llevado nosotros”, dice.

“Entonces me enteré de que había un desaparecido y decían que lo habíamos llevado nosotros”, dice.




Idea Loca, soy de la RAM, ataco un puesto de una estancia, el puestero defendiendose hiere de gravedad a uno de los atacantes. Lo retiran los compañeros........... el cabecilla del ataque se comunica con un ex montonero vinculado, ven la posibilidad política de embarrar la cancha............. fingen un acto en una ruta, sabiendo que Gendarmería va a tener que ir a despejar. Sucede justamente eso........... luego por arte de magia, anuncian que uno de los que cortaron desapareció............. Macri Gato, vos sos la Dictadura......

Creo que si el ADN de los trapos ensangrentados encontrados en el puesto atacado, confirman la idea loca..................

Besos
 
Idea Loca, soy de la RAM, ataco un puesto de una estancia, el puestero defendiendose hiere de gravedad a uno de los atacantes. Lo retiran los compañeros........... el cabecilla del ataque se comunica con un ex montonero vinculado, ven la posibilidad política de embarrar la cancha............. fingen un acto en una ruta, sabiendo que Gendarmería va a tener que ir a despejar. Sucede justamente eso........... luego por arte de magia, anuncian que uno de los que cortaron desapareció............. Macri Gato, vos sos la Dictadura......

Creo que si el ADN de los trapos ensangrentados encontrados en el puesto atacado, confirman la idea loca..................

Besos


Hicieron del pibe un perfecto George Kaplan. Si les resulta bien vamos a ver mas denuncias de "desaparecidos".
 

Derruido

Colaborador
Alguno tiene por ahí algún libro para revivir los muertos?. Objetivo de resurrección, Adolfo Alsina.

Besos
Pd: Por ahora.
 
La pregunta que me surge ahora es que si es "artesano", donde están sus artesanías?. Porque después de un mes nadie salio a hablar del tipo de trabajos que hacia. Solo es un "artesano" que mereodaba por la patagonia cortando rutas yendo y viendo cruzando la frontera Chile Argentina?
 

Daniel1962

Moderador
Miembro del Staff
Moderador
Alguno tiene por ahí algún libro para revivir los muertos?. Objetivo de resurrección, Adolfo Alsina.

Besos
Pd: Por ahora.

Un poquito exageradamente defensiva tu propuesta. Bah, me parece, no sé digo...
Repotenciando tu escenario, el último bastión a defender cual seria: ¿Florianópolis? ¿o directamente Maiami?

La pregunta que me surge ahora es que si es "artesano", donde están sus artesanías?. Porque después de un mes nadie salio a hablar del tipo de trabajos que hacia. Solo es un "artesano" que mereodaba por la patagonia cortando rutas yendo y viendo cruzando la frontera Chile Argentina?

Muy lejos de mi ponerme en defensor de nadie, pero aqui una nota de LN. Lo describe como tatuador part-time y viajero.
http://www.lanacion.com.ar/2059239-...maldonado-era-incapaz-de-actuar-con-violencia

Para sus amigos, Santiago Maldonado era "incapaz de actuar con violencia"

Así describen al joven desaparecido a su paso por Chiloé, donde estuvo hasta abril; participó de una protesta de pescadores

Domingo 03 de septiembre de 2017
Loreley Gaffoglio
ANCUD, Isla Grande de Chiloé.- "Juan" o "el Brujo" -apodos con los que se lo conoce aquí a Santiago Maldonado y que remiten a su admiración por el lonko araucano Calfucurá y a los brebajes medicinales, pócimas y licores que preparaba- es un defensor de la naturaleza y un joven "comprometido con las causas justas", "pormenorizadamente informado sobre las represiones y desapariciones de mapuches en la Araucanía", pero "incapaz de actuar con violencia".


Marcos Ampuero Y Pablo Cárdenas, los tatuadores que compartieron el trabajo con Maldonado.
Así lo describen quienes frecuentaron en esta localidad al mochilero. Ellos dibujan un perfil muy disímil de un miembro de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) capaz de intimidar a un puestero.

En su trato verbal con los carabineros no se colaban rasgos de agresión, tampoco procacidad o insultos solapados. Sin embargo, según sus amigos, fue firme en su negativa a tatuar a cualquier miembro de las fuerzas de seguridad.

"Tenía un compromiso con la causa mapuche", dijo Caty Rozas, amiga de Maldonado[/paste:font]
Impasible, sin subir el tono de voz, les comunicaba a esas fuerzas que no toleraba: "Yo elijo a quién tatuar y a quién no". Su desacuerdo ante cualquier gesto de intimidación o gresca entre pares lo empujaba incluso a disculparse con quien fuera en un bar para evitar peleas. Templanza, mesura, humor, carisma, respeto, conciencia de sus límites y ansias de libertad para poder recorrer geografías como mochilero y no quedarse mucho tiempo en ningún lugar, salvo aquí, son los rasgos de personalidad con los que describen a Santiago sus amigos en el local de Legend Tattoo, Marcos Ampuero, de 31 años, y Pablo Cárdenas, de 28.

Ampuero no sólo le dio trabajo, también lo albergó en su casa la primera vez que visitó la isla -en marzo del año pasado- con su ex novia mendocina Ximena, una artesana que usaba muchos piercings y que tenía habilidad para hacer bijouterie en macramé.

Fueron dos las oportunidades en que Maldonado se radicó por varios meses en esta isla de fiordos, acantilados, colinas verdes y clima impiadoso sobre el Pacífico. La última vez, desde enero -Migraciones no registra su salida al país- hasta el 21 de abril, cuando se instaló en El Bolsón. Aquí es donde más dinero ganaba como tatuador autodidacta de la old school y donde cosechó un montón de amigos. Su bonhomía -cuentan cinco personas que lo frecuentaron o convivieron con él- es el atributo que todos destacan: "Santiago es una persona muy agradable para estar, con una gran facilidad de sociabilización y tiene una conversación amena".

Su sensibilidad para apoyar reclamos sociales lo empujó la primera vez que vino a sumarse a una protesta de pescadores chilotes contra compañías pesqueras. Al arrojar toneladas de salmones putrefactos al mar, las empresas produjeron un desastre ambiental de fortísimo impacto en el ecosistema. Mariscos, peces, aves y la fauna marinas morían a medida que avanzaba la contaminación, que restringió durante meses la actividad de los pescadores artesanales, única forma de ingreso para el sostén familiar. El reclamo se extendió un mes y fue noticia nacional. Una barricada infranqueable con acampe y ollas populares en el principal acceso a la isla impidió todo movimiento. Nadie pudo salir o ingresar y ello produjo desabastecimiento. Algunos parajes subsistieron abasteciéndose por vía marítima. A pesar de la metodología extrema de la protesta -"la única forma de anular el cheque en blanco para los desmanejos ambientales", dicen aquí- la medida ganó amplio consenso en una mayoría de chilotes.

Fobia al encierro

Caty Rozas, en una de las casas donde se alojó el joven en su paso por Chiloé.
En esa barricada lo conoció una noche a Maldonado Caty Rozas, una artesana de 26 años que pintaba con aerosol la leyenda "Fuera salmoneras" en una de las murallas de la ciudad. Maldonado, que estaba acompañado por su novia y tampoco podía abandonar la isla, tenía sus propios aerosoles y la imitó: "Me pongo a rayar [hacer pintadas] porque te vi que lo hacías. Si no, por respeto a la gente de aquí, no lo hacía". Ése fue el comienzo de una muy profunda complicidad. (Ver aparte).

"«El Brujo» siempre quería volver a Ancud y la segunda vez lo hizo solo. Se quedó en mi casa hasta que consiguió otro lugar", relata Ampuero.

Las fuentes de subsistencia de Maldonado dependían de su trabajo como tatuador dentro del local. Fóbico al encierro, a la faena de tres días seguidos tatuando, se imponía una tregua de dos jornadas de acampe solo en la naturaleza.

"Santiago podía sobrevivir solo en un bosque. Se alimentaba de hongos, raíces y sabía muy bien qué comer y qué no. Un fuego, su carpa, la ollita donde cocinaba cualquier cosa y dormir bajo las estrellas lo hacían feliz", cuenta su amigo.

Relata que Maldonado usaba dos celulares argentinos muy antiguos, sin datos. Uno, de tan destruido que estaba, tenía el teclado roto y con él no podía hacer llamadas. Por eso, usaba el otro aparato para llamar y el dañado sólo para atender las comunicaciones, cambiando el chip argentino por otro chileno mientras estuvo aquí. "Pero ¿por qué no lo botas?", le insistía Ampuero, mientras observaba que Maldonado guardaba en un bolsito distintos chips.

Tres días antes de viajar a El Bolsón, Santiago les contó a sus amigos que había encontrado en la terminal de Puerto Montt un celular de última generación. Adquirió un nuevo chip y así, al menos durante algunos días, usó otra línea chilena. En la causa que investiga su desaparición y que registró una llamada el 2 de agosto, se rastreó sólo un número telefónico chileno. Su plan era vender el nuevo celular en la Argentina porque odiaba la tecnología y las redes sociales. Jamás se mostraba en ellas. Usaba sólo una página de Facebook bajo el seudónimo de Juan Calfucurá para mostrar sus tatuajes.

"Creía-cuenta Pablo Cárdenas, aprendiz de tatuador y quien administra Legend Tattoo-, que los intercambios en las redes eran una pérdida de tiempo, que lo alejaban de la naturaleza".

Hay pertenencias de Maldonado que jamás fueron encontradas y con las que él tenía gran apego, según relatan en esta localidad: su horno eléctrico para esterilizar y hacer tatuajes, que solía transportar en un carrito de supermercado; su máquina de bronce para tatuar; una cámara digital Cannon, con la que fotografiaba su trabajo y que tenía cinta adhesiva por detrás, y una mochila gris grande y nueva que compró aquí.

En el negocio donde trabajó dejó otra verde, con un jean todavía húmedo y dos buzos, confiado en que iba a regresar.

"Su permanencia aquí estaba sujeta a cómo le fuera económicamente con los tatuajes. Cuando el trabajo mermó, se tomó un ómnibus hacia El Bolsón", cuenta Adolfo Guerrero, propietario del complejo de cabañas y de un camping, donde Maldonado vivió hasta que se fue. Guerrero lo describe como " un joven tranquilo, agradable para conversar. Un alma muy libre que había prometido regresar a Ancud".

"Acá se hizo muy amigo de una chef y de un mapuche argentino que cantaba en la plaza temas de protesta al estilo León Gieco", dice la pareja de Guerrero, Gladys. "Nosotros nos enteramos por la CNN de su desaparición, pero es imposible que él haya atacado a alguien. Simplemente, nada de eso se condice con el joven que nosotros conocimos".

Cuando se les pregunta hasta qué punto podría llegar el sacrificio de Maldonado con las causas que apoyaba, hay unanimidad en las percepciones: "No creo que él se prestara a ocultarse para visibilizar un reclamo: primero por su familia, por los problemas legales que ello le ocasionaría pero, fundamentalmente, porque nunca condicionaría su libertad, que era su don más preciado. Él quería irse a España, donde tenía una amiga", dice Ampuero.

"Es más simple -agrega Cárdenas- que lo que se escucha por ahí. Si había un reclamo, él apoyaba, conversaba y se hacía amigo de todos y podía tirar una piedra, encapucharse como sucedió aquí para no ser identificado, pero jamás ocultarse. Simplemente, ésa no era su personalidad".

"Cajetilla". Ésa es la palabra que a sus amigos les llamó la atención y que Maldonado usaba para designar aquello en lo que nunca quería convertirse. La mencionaba mientras rapeaba, tocaba la batería y hablaba sobre astrología, vikingos, medicina alternativa y frutos con los que se podía sobrevivir en la naturaleza.

Ahorrativo, no gastaba en comida. Pedía la fruta madura en las verdulerías, la cortaba y la comía.Se las arreglaba para vivir como le gustaba, sin rendirle cuentas a nadie", sintetiza Ampuero.

¿Qué dicen sobre Santiago Maldonado?
Marcos Ampuero

Tatuador

"Santiago podía sobrevivir solo en un bosque. Se alimentaba de hongos, raíces. Sabía muy bien qué comer y qué no. Un fuego, su carpa, la ollita donde cocinaba cualquier cosa y dormir bajo las estrellas lo hacían feliz"

Pablo Cárdenas
Aprendiz de tatuador

"Creía que los intercambios en las redes eran una pérdida de tiempo, que lo alejaban dela naturaleza"

Adolfo Guerrero
Propietario de un complejo de cabañas

"Su permanencia en Chiloé estaba sujeta a cómo le fuera económicamente con los tatuajes. Cuando el trabajo mermó, se tomó un ómnibus hacia El Bolsón"

Caty Rozas
Artesana

"Su horizonte era seguir viajando, conocer gente y ser libre"

Una isla con paisaje irregular y clima hostil

En el paisaje de este archipiélago abundan los precipicios, los claros, los bosques y las playas. Su clima es bastante hostil, caracterizado por fuertes vientos, frío y lluvias.

La cultura ******* nació de la hibridación de los pobladores originarios, los huilliches, conla idiosincracia de los conquistadores españoles. Estos legaron a los nativos unas 140 iglesias. 16 de ellas fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Sobre todo, por su construcción de madera (de alerce, coihue, ciprés o alerce) y por sus colores chillones. Otra de las postales de esta región son los palafitos, las casas construidas sobre pilotes de ocho metros, para hacer frente a la acción de la marea.
 
Estimado, a esta altura esta mas que claro que los "afligidos" por el "desaparecido" en realidad no quieren que aparezca (ni vivo ni muerto) , sino que el que "desaparezca" sea MM. Historicamente, fueron primero por las FFAA y las desintegraron. Ahora van por la GN. Y tengamos conciencia que al gobierno ya es de lo ultimo que le responde mas o menos alineadamente a los fines de mantener cierto orden ciudadano. Ni la PFA ni la PPBA, tienen sus "simpatias" para el lado oficialista por los motivos que todos conocemos. La Policia de la CABA es un embrion manejado por un incompetente burocrata de comite. No quisiera estar en los zapatitos de la Bullrich. Se aproximan tiempos muy tormentosos para la Patria. La historia se repite ciclicamente y cada vez con matices que empeoran cada ciclo. Saludos!!!.
Coincido en que el objetivo es destruir a la Fuerza, una de las pocas instituciones que nos queda. Igual tengo que corregir que PFA es absolutamente leal (incluso puedo decirte que el 90% votó a MM), pasando por un gran cambio y comenzando a desplegarse por todo el territorio nacional. Igual no tenemos la capacidad militar de GNA para defender la integridad ante estos intentos secesionistas.

Enviado desde mi SM-J710MN mediante Tapatalk
 
Un poquito exageradamente defensiva tu propuesta. Bah, me parece, no sé digo...
Repotenciando tu escenario, el último bastión a defender cual seria: ¿Florianópolis? ¿o directamente Maiami?



Muy lejos de mi ponerme en defensor de nadie, pero aqui una nota de LN. Lo describe como tatuador part-time y viajero.
http://www.lanacion.com.ar/2059239-...maldonado-era-incapaz-de-actuar-con-violencia

Para sus amigos, Santiago Maldonado era "incapaz de actuar con violencia"

Así describen al joven desaparecido a su paso por Chiloé, donde estuvo hasta abril; participó de una protesta de pescadores

Domingo 03 de septiembre de 2017
Loreley Gaffoglio
ANCUD, Isla Grande de Chiloé.- "Juan" o "el Brujo" -apodos con los que se lo conoce aquí a Santiago Maldonado y que remiten a su admiración por el lonko araucano Calfucurá y a los brebajes medicinales, pócimas y licores que preparaba- es un defensor de la naturaleza y un joven "comprometido con las causas justas", "pormenorizadamente informado sobre las represiones y desapariciones de mapuches en la Araucanía", pero "incapaz de actuar con violencia".


Marcos Ampuero Y Pablo Cárdenas, los tatuadores que compartieron el trabajo con Maldonado.
Así lo describen quienes frecuentaron en esta localidad al mochilero. Ellos dibujan un perfil muy disímil de un miembro de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) capaz de intimidar a un puestero.

En su trato verbal con los carabineros no se colaban rasgos de agresión, tampoco procacidad o insultos solapados. Sin embargo, según sus amigos, fue firme en su negativa a tatuar a cualquier miembro de las fuerzas de seguridad.

"Tenía un compromiso con la causa mapuche", dijo Caty Rozas, amiga de Maldonado[/paste:font]
Impasible, sin subir el tono de voz, les comunicaba a esas fuerzas que no toleraba: "Yo elijo a quién tatuar y a quién no". Su desacuerdo ante cualquier gesto de intimidación o gresca entre pares lo empujaba incluso a disculparse con quien fuera en un bar para evitar peleas. Templanza, mesura, humor, carisma, respeto, conciencia de sus límites y ansias de libertad para poder recorrer geografías como mochilero y no quedarse mucho tiempo en ningún lugar, salvo aquí, son los rasgos de personalidad con los que describen a Santiago sus amigos en el local de Legend Tattoo, Marcos Ampuero, de 31 años, y Pablo Cárdenas, de 28.

Ampuero no sólo le dio trabajo, también lo albergó en su casa la primera vez que visitó la isla -en marzo del año pasado- con su ex novia mendocina Ximena, una artesana que usaba muchos piercings y que tenía habilidad para hacer bijouterie en macramé.

Fueron dos las oportunidades en que Maldonado se radicó por varios meses en esta isla de fiordos, acantilados, colinas verdes y clima impiadoso sobre el Pacífico. La última vez, desde enero -Migraciones no registra su salida al país- hasta el 21 de abril, cuando se instaló en El Bolsón. Aquí es donde más dinero ganaba como tatuador autodidacta de la old school y donde cosechó un montón de amigos. Su bonhomía -cuentan cinco personas que lo frecuentaron o convivieron con él- es el atributo que todos destacan: "Santiago es una persona muy agradable para estar, con una gran facilidad de sociabilización y tiene una conversación amena".

Su sensibilidad para apoyar reclamos sociales lo empujó la primera vez que vino a sumarse a una protesta de pescadores chilotes contra compañías pesqueras. Al arrojar toneladas de salmones putrefactos al mar, las empresas produjeron un desastre ambiental de fortísimo impacto en el ecosistema. Mariscos, peces, aves y la fauna marinas morían a medida que avanzaba la contaminación, que restringió durante meses la actividad de los pescadores artesanales, única forma de ingreso para el sostén familiar. El reclamo se extendió un mes y fue noticia nacional. Una barricada infranqueable con acampe y ollas populares en el principal acceso a la isla impidió todo movimiento. Nadie pudo salir o ingresar y ello produjo desabastecimiento. Algunos parajes subsistieron abasteciéndose por vía marítima. A pesar de la metodología extrema de la protesta -"la única forma de anular el cheque en blanco para los desmanejos ambientales", dicen aquí- la medida ganó amplio consenso en una mayoría de chilotes.

Fobia al encierro

Caty Rozas, en una de las casas donde se alojó el joven en su paso por Chiloé.
En esa barricada lo conoció una noche a Maldonado Caty Rozas, una artesana de 26 años que pintaba con aerosol la leyenda "Fuera salmoneras" en una de las murallas de la ciudad. Maldonado, que estaba acompañado por su novia y tampoco podía abandonar la isla, tenía sus propios aerosoles y la imitó: "Me pongo a rayar [hacer pintadas] porque te vi que lo hacías. Si no, por respeto a la gente de aquí, no lo hacía". Ése fue el comienzo de una muy profunda complicidad. (Ver aparte).

"«El Brujo» siempre quería volver a Ancud y la segunda vez lo hizo solo. Se quedó en mi casa hasta que consiguió otro lugar", relata Ampuero.

Las fuentes de subsistencia de Maldonado dependían de su trabajo como tatuador dentro del local. Fóbico al encierro, a la faena de tres días seguidos tatuando, se imponía una tregua de dos jornadas de acampe solo en la naturaleza.

"Santiago podía sobrevivir solo en un bosque. Se alimentaba de hongos, raíces y sabía muy bien qué comer y qué no. Un fuego, su carpa, la ollita donde cocinaba cualquier cosa y dormir bajo las estrellas lo hacían feliz", cuenta su amigo.

Relata que Maldonado usaba dos celulares argentinos muy antiguos, sin datos. Uno, de tan destruido que estaba, tenía el teclado roto y con él no podía hacer llamadas. Por eso, usaba el otro aparato para llamar y el dañado sólo para atender las comunicaciones, cambiando el chip argentino por otro chileno mientras estuvo aquí. "Pero ¿por qué no lo botas?", le insistía Ampuero, mientras observaba que Maldonado guardaba en un bolsito distintos chips.

Tres días antes de viajar a El Bolsón, Santiago les contó a sus amigos que había encontrado en la terminal de Puerto Montt un celular de última generación. Adquirió un nuevo chip y así, al menos durante algunos días, usó otra línea chilena. En la causa que investiga su desaparición y que registró una llamada el 2 de agosto, se rastreó sólo un número telefónico chileno. Su plan era vender el nuevo celular en la Argentina porque odiaba la tecnología y las redes sociales. Jamás se mostraba en ellas. Usaba sólo una página de Facebook bajo el seudónimo de Juan Calfucurá para mostrar sus tatuajes.

"Creía-cuenta Pablo Cárdenas, aprendiz de tatuador y quien administra Legend Tattoo-, que los intercambios en las redes eran una pérdida de tiempo, que lo alejaban de la naturaleza".

Hay pertenencias de Maldonado que jamás fueron encontradas y con las que él tenía gran apego, según relatan en esta localidad: su horno eléctrico para esterilizar y hacer tatuajes, que solía transportar en un carrito de supermercado; su máquina de bronce para tatuar; una cámara digital Cannon, con la que fotografiaba su trabajo y que tenía cinta adhesiva por detrás, y una mochila gris grande y nueva que compró aquí.

En el negocio donde trabajó dejó otra verde, con un jean todavía húmedo y dos buzos, confiado en que iba a regresar.

"Su permanencia aquí estaba sujeta a cómo le fuera económicamente con los tatuajes. Cuando el trabajo mermó, se tomó un ómnibus hacia El Bolsón", cuenta Adolfo Guerrero, propietario del complejo de cabañas y de un camping, donde Maldonado vivió hasta que se fue. Guerrero lo describe como " un joven tranquilo, agradable para conversar. Un alma muy libre que había prometido regresar a Ancud".

"Acá se hizo muy amigo de una chef y de un mapuche argentino que cantaba en la plaza temas de protesta al estilo León Gieco", dice la pareja de Guerrero, Gladys. "Nosotros nos enteramos por la CNN de su desaparición, pero es imposible que él haya atacado a alguien. Simplemente, nada de eso se condice con el joven que nosotros conocimos".

Cuando se les pregunta hasta qué punto podría llegar el sacrificio de Maldonado con las causas que apoyaba, hay unanimidad en las percepciones: "No creo que él se prestara a ocultarse para visibilizar un reclamo: primero por su familia, por los problemas legales que ello le ocasionaría pero, fundamentalmente, porque nunca condicionaría su libertad, que era su don más preciado. Él quería irse a España, donde tenía una amiga", dice Ampuero.

"Es más simple -agrega Cárdenas- que lo que se escucha por ahí. Si había un reclamo, él apoyaba, conversaba y se hacía amigo de todos y podía tirar una piedra, encapucharse como sucedió aquí para no ser identificado, pero jamás ocultarse. Simplemente, ésa no era su personalidad".

"Cajetilla". Ésa es la palabra que a sus amigos les llamó la atención y que Maldonado usaba para designar aquello en lo que nunca quería convertirse. La mencionaba mientras rapeaba, tocaba la batería y hablaba sobre astrología, vikingos, medicina alternativa y frutos con los que se podía sobrevivir en la naturaleza.

Ahorrativo, no gastaba en comida. Pedía la fruta madura en las verdulerías, la cortaba y la comía.Se las arreglaba para vivir como le gustaba, sin rendirle cuentas a nadie", sintetiza Ampuero.

¿Qué dicen sobre Santiago Maldonado?
Marcos Ampuero

Tatuador

"Santiago podía sobrevivir solo en un bosque. Se alimentaba de hongos, raíces. Sabía muy bien qué comer y qué no. Un fuego, su carpa, la ollita donde cocinaba cualquier cosa y dormir bajo las estrellas lo hacían feliz"

Pablo Cárdenas
Aprendiz de tatuador

"Creía que los intercambios en las redes eran una pérdida de tiempo, que lo alejaban dela naturaleza"

Adolfo Guerrero
Propietario de un complejo de cabañas

"Su permanencia en Chiloé estaba sujeta a cómo le fuera económicamente con los tatuajes. Cuando el trabajo mermó, se tomó un ómnibus hacia El Bolsón"

Caty Rozas
Artesana

"Su horizonte era seguir viajando, conocer gente y ser libre"

Una isla con paisaje irregular y clima hostil

En el paisaje de este archipiélago abundan los precipicios, los claros, los bosques y las playas. Su clima es bastante hostil, caracterizado por fuertes vientos, frío y lluvias.

La cultura ******* nació de la hibridación de los pobladores originarios, los huilliches, conla idiosincracia de los conquistadores españoles. Estos legaron a los nativos unas 140 iglesias. 16 de ellas fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Sobre todo, por su construcción de madera (de alerce, coihue, ciprés o alerce) y por sus colores chillones. Otra de las postales de esta región son los palafitos, las casas construidas sobre pilotes de ocho metros, para hacer frente a la acción de la marea.

Me recuerda a mi abuela, para ser lindo hay que nacer y para ser bueno hay que morir!!!
es un monje tibetano según La Nación!
pensaba que era un buen diario este, pero me equivoque.
 

Jorge II

Serpiente Negra.
Un poquito exageradamente defensiva tu propuesta. Bah, me parece, no sé digo...
Repotenciando tu escenario, el último bastión a defender cual seria: ¿Florianópolis? ¿o directamente Maiami?



Muy lejos de mi ponerme en defensor de nadie, pero aqui una nota de LN. Lo describe como tatuador part-time y viajero.
http://www.lanacion.com.ar/2059239-...maldonado-era-incapaz-de-actuar-con-violencia

Para sus amigos, Santiago Maldonado era "incapaz de actuar con violencia"

Así describen al joven desaparecido a su paso por Chiloé, donde estuvo hasta abril; participó de una protesta de pescadores

Domingo 03 de septiembre de 2017
Loreley Gaffoglio
ANCUD, Isla Grande de Chiloé.- "Juan" o "el Brujo" -apodos con los que se lo conoce aquí a Santiago Maldonado y que remiten a su admiración por el lonko araucano Calfucurá y a los brebajes medicinales, pócimas y licores que preparaba- es un defensor de la naturaleza y un joven "comprometido con las causas justas", "pormenorizadamente informado sobre las represiones y desapariciones de mapuches en la Araucanía", pero "incapaz de actuar con violencia".


Marcos Ampuero Y Pablo Cárdenas, los tatuadores que compartieron el trabajo con Maldonado.
Así lo describen quienes frecuentaron en esta localidad al mochilero. Ellos dibujan un perfil muy disímil de un miembro de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) capaz de intimidar a un puestero.

En su trato verbal con los carabineros no se colaban rasgos de agresión, tampoco procacidad o insultos solapados. Sin embargo, según sus amigos, fue firme en su negativa a tatuar a cualquier miembro de las fuerzas de seguridad.

"Tenía un compromiso con la causa mapuche", dijo Caty Rozas, amiga de Maldonado[/paste:font]
Impasible, sin subir el tono de voz, les comunicaba a esas fuerzas que no toleraba: "Yo elijo a quién tatuar y a quién no". Su desacuerdo ante cualquier gesto de intimidación o gresca entre pares lo empujaba incluso a disculparse con quien fuera en un bar para evitar peleas. Templanza, mesura, humor, carisma, respeto, conciencia de sus límites y ansias de libertad para poder recorrer geografías como mochilero y no quedarse mucho tiempo en ningún lugar, salvo aquí, son los rasgos de personalidad con los que describen a Santiago sus amigos en el local de Legend Tattoo, Marcos Ampuero, de 31 años, y Pablo Cárdenas, de 28.

Ampuero no sólo le dio trabajo, también lo albergó en su casa la primera vez que visitó la isla -en marzo del año pasado- con su ex novia mendocina Ximena, una artesana que usaba muchos piercings y que tenía habilidad para hacer bijouterie en macramé.

Fueron dos las oportunidades en que Maldonado se radicó por varios meses en esta isla de fiordos, acantilados, colinas verdes y clima impiadoso sobre el Pacífico. La última vez, desde enero -Migraciones no registra su salida al país- hasta el 21 de abril, cuando se instaló en El Bolsón. Aquí es donde más dinero ganaba como tatuador autodidacta de la old school y donde cosechó un montón de amigos. Su bonhomía -cuentan cinco personas que lo frecuentaron o convivieron con él- es el atributo que todos destacan: "Santiago es una persona muy agradable para estar, con una gran facilidad de sociabilización y tiene una conversación amena".

Su sensibilidad para apoyar reclamos sociales lo empujó la primera vez que vino a sumarse a una protesta de pescadores chilotes contra compañías pesqueras. Al arrojar toneladas de salmones putrefactos al mar, las empresas produjeron un desastre ambiental de fortísimo impacto en el ecosistema. Mariscos, peces, aves y la fauna marinas morían a medida que avanzaba la contaminación, que restringió durante meses la actividad de los pescadores artesanales, única forma de ingreso para el sostén familiar. El reclamo se extendió un mes y fue noticia nacional. Una barricada infranqueable con acampe y ollas populares en el principal acceso a la isla impidió todo movimiento. Nadie pudo salir o ingresar y ello produjo desabastecimiento. Algunos parajes subsistieron abasteciéndose por vía marítima. A pesar de la metodología extrema de la protesta -"la única forma de anular el cheque en blanco para los desmanejos ambientales", dicen aquí- la medida ganó amplio consenso en una mayoría de chilotes.

Fobia al encierro

Caty Rozas, en una de las casas donde se alojó el joven en su paso por Chiloé.
En esa barricada lo conoció una noche a Maldonado Caty Rozas, una artesana de 26 años que pintaba con aerosol la leyenda "Fuera salmoneras" en una de las murallas de la ciudad. Maldonado, que estaba acompañado por su novia y tampoco podía abandonar la isla, tenía sus propios aerosoles y la imitó: "Me pongo a rayar [hacer pintadas] porque te vi que lo hacías. Si no, por respeto a la gente de aquí, no lo hacía". Ése fue el comienzo de una muy profunda complicidad. (Ver aparte).

"«El Brujo» siempre quería volver a Ancud y la segunda vez lo hizo solo. Se quedó en mi casa hasta que consiguió otro lugar", relata Ampuero.

Las fuentes de subsistencia de Maldonado dependían de su trabajo como tatuador dentro del local. Fóbico al encierro, a la faena de tres días seguidos tatuando, se imponía una tregua de dos jornadas de acampe solo en la naturaleza.

"Santiago podía sobrevivir solo en un bosque. Se alimentaba de hongos, raíces y sabía muy bien qué comer y qué no. Un fuego, su carpa, la ollita donde cocinaba cualquier cosa y dormir bajo las estrellas lo hacían feliz", cuenta su amigo.

Relata que Maldonado usaba dos celulares argentinos muy antiguos, sin datos. Uno, de tan destruido que estaba, tenía el teclado roto y con él no podía hacer llamadas. Por eso, usaba el otro aparato para llamar y el dañado sólo para atender las comunicaciones, cambiando el chip argentino por otro chileno mientras estuvo aquí. "Pero ¿por qué no lo botas?", le insistía Ampuero, mientras observaba que Maldonado guardaba en un bolsito distintos chips.

Tres días antes de viajar a El Bolsón, Santiago les contó a sus amigos que había encontrado en la terminal de Puerto Montt un celular de última generación. Adquirió un nuevo chip y así, al menos durante algunos días, usó otra línea chilena. En la causa que investiga su desaparición y que registró una llamada el 2 de agosto, se rastreó sólo un número telefónico chileno. Su plan era vender el nuevo celular en la Argentina porque odiaba la tecnología y las redes sociales. Jamás se mostraba en ellas. Usaba sólo una página de Facebook bajo el seudónimo de Juan Calfucurá para mostrar sus tatuajes.

"Creía-cuenta Pablo Cárdenas, aprendiz de tatuador y quien administra Legend Tattoo-, que los intercambios en las redes eran una pérdida de tiempo, que lo alejaban de la naturaleza".

Hay pertenencias de Maldonado que jamás fueron encontradas y con las que él tenía gran apego, según relatan en esta localidad: su horno eléctrico para esterilizar y hacer tatuajes, que solía transportar en un carrito de supermercado; su máquina de bronce para tatuar; una cámara digital Cannon, con la que fotografiaba su trabajo y que tenía cinta adhesiva por detrás, y una mochila gris grande y nueva que compró aquí.

En el negocio donde trabajó dejó otra verde, con un jean todavía húmedo y dos buzos, confiado en que iba a regresar.

"Su permanencia aquí estaba sujeta a cómo le fuera económicamente con los tatuajes. Cuando el trabajo mermó, se tomó un ómnibus hacia El Bolsón", cuenta Adolfo Guerrero, propietario del complejo de cabañas y de un camping, donde Maldonado vivió hasta que se fue. Guerrero lo describe como " un joven tranquilo, agradable para conversar. Un alma muy libre que había prometido regresar a Ancud".

"Acá se hizo muy amigo de una chef y de un mapuche argentino que cantaba en la plaza temas de protesta al estilo León Gieco", dice la pareja de Guerrero, Gladys. "Nosotros nos enteramos por la CNN de su desaparición, pero es imposible que él haya atacado a alguien. Simplemente, nada de eso se condice con el joven que nosotros conocimos".

Cuando se les pregunta hasta qué punto podría llegar el sacrificio de Maldonado con las causas que apoyaba, hay unanimidad en las percepciones: "No creo que él se prestara a ocultarse para visibilizar un reclamo: primero por su familia, por los problemas legales que ello le ocasionaría pero, fundamentalmente, porque nunca condicionaría su libertad, que era su don más preciado. Él quería irse a España, donde tenía una amiga", dice Ampuero.

"Es más simple -agrega Cárdenas- que lo que se escucha por ahí. Si había un reclamo, él apoyaba, conversaba y se hacía amigo de todos y podía tirar una piedra, encapucharse como sucedió aquí para no ser identificado, pero jamás ocultarse. Simplemente, ésa no era su personalidad".

"Cajetilla". Ésa es la palabra que a sus amigos les llamó la atención y que Maldonado usaba para designar aquello en lo que nunca quería convertirse. La mencionaba mientras rapeaba, tocaba la batería y hablaba sobre astrología, vikingos, medicina alternativa y frutos con los que se podía sobrevivir en la naturaleza.

Ahorrativo, no gastaba en comida. Pedía la fruta madura en las verdulerías, la cortaba y la comía.Se las arreglaba para vivir como le gustaba, sin rendirle cuentas a nadie", sintetiza Ampuero.

¿Qué dicen sobre Santiago Maldonado?
Marcos Ampuero

Tatuador

"Santiago podía sobrevivir solo en un bosque. Se alimentaba de hongos, raíces. Sabía muy bien qué comer y qué no. Un fuego, su carpa, la ollita donde cocinaba cualquier cosa y dormir bajo las estrellas lo hacían feliz"

Pablo Cárdenas
Aprendiz de tatuador

"Creía que los intercambios en las redes eran una pérdida de tiempo, que lo alejaban dela naturaleza"

Adolfo Guerrero
Propietario de un complejo de cabañas

"Su permanencia en Chiloé estaba sujeta a cómo le fuera económicamente con los tatuajes. Cuando el trabajo mermó, se tomó un ómnibus hacia El Bolsón"

Caty Rozas
Artesana

"Su horizonte era seguir viajando, conocer gente y ser libre"

Una isla con paisaje irregular y clima hostil

En el paisaje de este archipiélago abundan los precipicios, los claros, los bosques y las playas. Su clima es bastante hostil, caracterizado por fuertes vientos, frío y lluvias.

La cultura ******* nació de la hibridación de los pobladores originarios, los huilliches, conla idiosincracia de los conquistadores españoles. Estos legaron a los nativos unas 140 iglesias. 16 de ellas fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Sobre todo, por su construcción de madera (de alerce, coihue, ciprés o alerce) y por sus colores chillones. Otra de las postales de esta región son los palafitos, las casas construidas sobre pilotes de ocho metros, para hacer frente a la acción de la marea.
No creo nada de lo que dicen; igualmente es entendible muchos de los que cometen delitos e incluso destruyen lo publico son buenos, indefensos, muy pacificos y que no se metía con nadie. Es muy conocido ese discurso.
 

Daniel1962

Moderador
Miembro del Staff
Moderador
Me recuerda a mi abuela, para ser lindo hay que nacer y para ser bueno hay que morir!!!
es un monje tibetano según La Nación!
pensaba que era un buen diario este, pero me equivoque.

No, no, pará, leé bien: no es una nota de opinión de LN.
La Nación (no son quien para opinar, pero en general me parecen bastante profesionales en lo suyo) hace reportajes, va a buscar información y publica lo que obtiene, no lo que uno quisiera leer. Si es hombre este es bueno o no, si es una Carmelita Descalza o es un Simón Radowitzky no lo vas a obtener de unos reportajes sino de una investigación judicial (una seria, de las que lamenteblemente no abundan en Argentina).

Lo que rescato de la nota es la siguiente contradicción: un amante de la naturaleza, un tipo que vivia conectado con la Pachamama, pero "Si había un reclamo, él apoyaba, conversaba y se hacía amigo de todos y podía tirar una piedra, encapucharse como sucedió aquí para no ser identificado,".
 
Todo bien con l nota de LN; pero la realidad es que sus "amigos" (personas con las que convivió a lo sumo un par de meses si no entendí mal) nunca lo van a mandar al frente...

Por otro lado, a mi me parece hasat contradictorio que una persona "tan buena y pacifica" termine de buenas a primeras en un piquete a una ruta nacional, todo encapúchado y tirando piedras a las FFSS...eso NO es muy pacifico que digamos...
Y tambien llama la atencion que un grupo de personas bastante reticente al contacto con el "huinca invasor sesino usurpador" reciba de un día para el otro a un blanquito como este muchacho, le permitan convivir con ellos, le den hospedaje, lo llamen compañero...
No se, siguen habiendo muchas cosas raras en el caso...
 

Daniel1962

Moderador
Miembro del Staff
Moderador
Todo bien con l nota de LN; pero la realidad es que sus "amigos" (personas con las que convivió a lo sumo un par de meses si no entendí mal) nunca lo van a mandar al frente...

Totalmente de acuerdo. Pero bastan 3 o 4 frases para notar las contradicciones que mencionás abajo.

Por otro lado, a mi me parece hasat contradictorio que una persona "tan buena y pacifica" termine de buenas a primeras en un piquete a una ruta nacional, todo encapúchado y tirando piedras a las FFSS...eso NO es muy pacifico que digamos...
Y tambien llama la atencion que un grupo de personas bastante reticente al contacto con el "huinca invasor sesino usurpador" reciba de un día para el otro a un blanquito como este muchacho, le permitan convivir con ellos, le den hospedaje, lo llamen compañero...
¿Será que hay winkas clase A y winkas clase B?
Y como dice alguno en otro post: si se sacan las máscaras ¿no serán todos (o muchos) "anarquistas" de BA?

No se, siguen habiendo muchas cosas raras en el caso...

Demasiadas...
Y no pinta que vaya a mejorar
 
Arriba