Conflicto en Sudan del Sur

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EJERCITO DE SUDAN RECUPERA EL CONTROL DE UNA CIUDAD EN DARFUR DEL SUR


El Ejercito sudanes recupero el control de la localidad de Kareyda, a 100 kilometros de la capital de Darfur del Sur, que el pasado martes fue tomada por el rebelde Ejercito de Liberacion de Sudan (SLA), informo un portavoz de las autoridades regionales. Segun explico, aunque los insurgentes se retiraron de la zona, la operacion militar continua. En los combates en Kareyda perdieron la vida nueve soldados del Ejercito regular sudanes. Por su parte, un portavoz del SLA informo sobre cuatro milicianos muertos. Segun las autoridades locales, los rebeldes destrozaron la torre de television de Kareyda, saquearon edificios gubernamentales, comisarias de policia y el mercado y causaron varios heridos entre la poblacion civil. Desde febrero de 2003, los combates entre el Ejército sudanes y las numerosas milicias independistas de Darfur, en el oeste de Sudan, costaron la vida a mas de 300.000 personas y obligaron a abandonar sus hogares a casi 2,7 millones. El Gobierno de Sudan afirma a su vez que el conflicto causo 10.000 muertos. Durante el 2011 el SLA junto a otro grupo guerrillero de Darfur, el Movimiento Justicia e Igualdad, y el Movimiento Popular de Liberacion de Sudan sector norte que opera desde Sudan del Sur formaron el llamado Frente Revolucionario para derrocar al Gobierno central.
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Un presidente pidió al Gobierno que deje de robar


La falta de petróleo puede estimular casos extremos de sinceridad. El mandatario de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha solicitado a 75 altos cargos que devuelvan los4.000 millones de dólares que han robado al Estado




Cuando un país depende casi por entero del petróleo y se encuentra con que laproducción ha caído en picado por un conflicto con el país del que recientemente se independizó, es necesario encontrar una alternativa con urgencia.

En este caso, el presidente de Sudán del Sur Salva Kiir ha decidido decir la verdad, y reconocer que sus colaboradores no hacen otra cosa que robar a manos llenas. Exactamente, 4.000 millones de dólares desde que el país se independizara de Sudán en julio de 2011.

"Alrededor de 4.000 millones de dólares no aparecen debido a que han sido substraídos por ex y actuales altos cargos, así como individuos corruptos relacionados con miembros del Gobierno", denunció Kiir en la misiva. "La mayor parte de este dinero se ha sacado del país y se ha depositado en cuentas extranjeras. Algunos lo han utilizado para comprar propiedades, pagadas al contado", denunció.

Kiir, a cambio, ha ofrecido una amnistía a todos los funcionarios que hayan robado. A la espera de una respuesta, el presidente tiene el desafío de sacar adelante un país con 8,6 millones de habitantes con uno de los peores niveles de sanidad y educación del mundo, sin apenas infraestructura, y con el problema de que el 99% de los ingresos del Estado dependen del petróleo, aunque ahora se ha suspendido la producción por un conflicto con Sudán sobre el precio a pagar por exportar el crudo por los oleductos y puertos de ambos países.
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Cumple un año el país más joven del mundo, en medio de una crisis

Sudán del Sur es el último Estado creado. Los desafíos de un país que lucha por sobrevivir en un entorno cargado de violencia interna y problemas económicos.

Sudán del Sur


A un año del nacimiento de la República de Sudán del Sur, que se creó tras separarse del norte, el país más joven del mundo lucha para mantenerse a flote en un contexto de grandes complicaciones.
El aniversario, que se cumple el 9 de julio, estará marcado por un entorno de violencia interna y tensiones con su vecino del norte, ya que el Gobierno de la flamante nación no logra ofrecer los servicios básicos a los ciudadanos.
El panorama actual se vuelve más desalentador después de que el país sufriera la suspensión de la producción de petróleo, la llegada de un gran número de sursudaneses procedentes del vecino Sudán, el alto nivel de analfabetismo y unos servicios sanitarios ineficaces.
Cientos de miles de sursudaneses regresaron a su tierra tras independizarse de Sudán, el 9 de julio de 2011, con la ayuda de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que contribuyó al traslado de más de un millón de personas.
Sin embargo, actualmente la ACNUR teme no poder responder a sus necesidades en los próximos meses.
Son miles las personas que se acomodan en alojamientos temporales donde se les proporciona comida de forma provisional hasta que son trasladados a sus estados de origen.
Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan las autoridades sursudanesas es la sanidad: tan solo hay tres grandes hospitales y la proporción es de un médico por quinientos pacientes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que sitúa a Sudán del Sur entre los peores puestos en ese campo.
Una encuesta reciente de la Oficina Nacional de Estadísticas sursudanesa apunta que casi la mitad de la población está por debajo de la línea de pobreza, lo que se ha agudizado por el fuerte aumento de los precios.
El panorama se complica si a todo eso se suma la paralización de la producción de petróleo, anunciada en enero pasado por el régimen de Yuba, en respuesta por la supuesta confiscación de su crudo mientras pasaba por los oleoductos de Sudán.
El presidente sursudanés, Salva Kiir, reveló recientemente que dispone de una lista de 75 funcionarios acusados de robar fondos por un valor de 4.000 millones de dólares que tendrían que haber sido destinados a la construcción de clínicas, escuelas y carreteras.

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Tras la separación, Sudán y Sudán del Sur llegaron a un acuerdo sobre el petróleo


Sudán y Sudán del Sur llegaron a un acuerdo en su disputa por las tasas de tránsito en la exportación de crudo sursudanés que atraviesa el territorio de Sudán, según comunicó a primera hora del sábado el mediador de la Unión Africana (UA), Thabo Mbeki, en Adís Abeba.

"El petróleo volverá a circular pronto", dijo el sudafricano Mbeki al término de la sesión del Consejo de Paz y Seguridad de esta asociación de naciones africanas que se celebró en la capital etíope.

"Las dos partes llegaron a un acuerdo sobre todas las disposiciones financieras en relación al petróleo", indicó Mbeki. "Ahora tendremos que acordar cuándo deberán las compañías petroleras prepararse para reanudar la producción y exportación".

Sudán del Sur había suspendido en enero la producción de petróleo al no poder llegar a un acuerdo sobre las tasas de tránsito con la vecina Sudán, país del que se escindió el año pasado. Esta disputa dañó significativamente a la economía de ambos países. La mayoría de reservas de petróleo están en Sudán del Sur, pero los oleoductos para su transporte circulan por el vecino país.

El jueves expiró el ultimátum que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas había dado a ambos países. El gremio había dado de plazo hasta el 2 de agosto a ambos países para que pusieran en marcha un plan de paz y solucionaran los numerosos conflictos pendientes entre ambas naciones.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que visitó este viernes la capital sursudanesa de Yuba, saludó el acuerdo y repartió elogios para ambas naciones.

"Admiramos el coraje de los líderes de la República de Sudán del Sur por tomar esta decisión", aseguró. "Ya era tiempo de dar un cierre al 'impasse' (del petróleo), para el bien del pueblo de Sudán del Sur y sus aspiraciones de un futuro mejor ante los desafíos que enfrenta".

Clinton destacó que el acuerdo ofrece a Sudán "una forma de salir de las extremas tensiones económicas que está experimentando".

El presidente estadounidense, Barack Obama, también saludó el acuerdo alcanzado.

"Estados Unidos continuará apoyando los esfuerzos para avanzar en una paz duradera para el pueblo de Sudán y Sudán del Sur", dijo Obama en un comunicado. "Aliento a las partes a aprovechar el impulso creado por estos avances para resolver los restantes temas fronterizos y de seguridad".

Las negociaciones entre ambas naciones lideradas por la UA comenzaron desde la independencia de Sudán del Sur, en julio de 2011.

En mayo, la ONU había ordenado a ambas partes el cese de hostilidades, el retiro de las fuerzas de la disputada región fronteriza de Abyei y un acuerdo sobre las tasas petroleras en un plazo de tres meses, con la amenaza de que impondría sanciones.

El viernes, la UA extendió el plazo hasta el 22 de septiembre y pidió a ambas partes que regresen rápidamente a la mesa de negociaciones para finalizar los acuerdos sobre los asuntos pendientes.

"El estatus final de Abyei será tratado el próximo mes en una cumbre entre los dos presidentes", dijo Mbeki.

Las negociaciones restantes fueron suspendidas hasta el fin de Ramadán, a fin de mes.
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Sudán del Sur: El ejército derriba helicóptero de la UNMISS



21 de diciembre, 2012 — La Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) informó que un helicóptero del organismo mundial fue derribado a tiros hoy por el ejército de ese país.

Los cuatro tripulantes de la nave murieron en el incidente, dijo el portavoz de la ONU en Nueva York, Eduardo Del Buey.

“En comunicaciones entre la Misión y las fuerzas armadas de Sudán del Sur, el ejército le dijo a la UNMISS que disparó a un helicóptero en Likuangole, en el estado de Jonglei, al este del país. El helicóptero de la ONU se encontraba en misión de reconocimiento. Los informes inciales dan cuenta de que la aeronave se estrelló y se incendió”, especificó el portavoz.

El helicóptero no transporta pasajeros, señaló la UNMISS y extendió sus condolencias a los familiares de los tripulantes. Indicó que se encuentra investigando las circunstancias del suceso.
http://www.un.org/spanish/News/story.asp?newsID=25302#.UNTWIG8mZcs
 

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Sudán y Sudán del Sur se acusan de nuevas incursiones y ataques en la frontera

Las autoridades de Sudán y de Sudán del Sur se acusaron hoy recíprocamente de apoyar a milicias que han realizado incursiones y han matado a civiles en zonas en torno a la frontera entre ambos países.

El gobernador de la zona de Abu Yibeha, en el Estado sudanés de Kordofán del Sur, Al Fadel Wanis, señaló en declaraciones a la prensa que los rebeldes del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán/Sector Norte (MPLS-N) atacaron a familias en esta área y mataron a 37 personas.

Según Wanis, los rebeldes del MPLS-N (una facción apoyada por Yuba que opera en el sur del país vecino) lanzaron un ataque sobre milicias progubernamentales y civiles, en el que murieron nueve habitantes y 15 milicianos.

Tras ese ataque, estallaron enfrentamientos entre las tropas sudanesas y los rebeldes, un grupo de en torno a 500 hombres armados, en los que fallecieron ocho rebeldes y cinco miembros de las fuerzas gubernamentales.
Wanis explicó que el Ejército sudanés ha tomado el control de la zona escenario de ataques.

Frente a esta versión, el MPLS-N acusó en un comunicado a milicias apoyadas por el Gobierno de Jartum de haber matado a 17 civiles en Kordofán del Sur.

Los rebeldes aseguraron que estas milicias están apoyadas por el dirigente opositor sursudanés Lam Akol, que había sido ministro de Exteriores cuando los dos países todavía estaban unidos.

Mientras, el portavoz del Ejército sursudanés, Philip Aguer, informó ayer en una rueda de prensa de que sus fuerzas repelieron un ataque perpetrado por milicias en la zona de Abudi, en el estado del Alto Nilo, fronterizo con Sudán.

En los choques, los rebeldes mataron a 17 civiles, según Aguer, mientras que las fuerzas sursudanesas mataron a siete de esos milicianos, acusados de estar respaldados por Jartum.

Sudán del Sur se independizó de su vecino del norte en julio de 2011, pero desde entonces los combates fronterizos entre ambos países han sido constantes y estuvieron a punto de desembocar en una guerra, en abril del año pasado.

EFE
 

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EEUU asegura que el presidente de Sudán del Sur está abierto a negociar 'sin condiciones previas'
Estados Unidos ha reconocido este lunes haber recibido garantías de que el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, está dispuesto a comenzar las negociaciones "sin condiciones previas" con la oposición del país, incluido el ex presidente Riek Machar, con el objetivo de poner fin a la violencia.

"Kiir me aseguró que está listo para iniciar conversaciones con Riek Machar para poner fin a la crisis sin condiciones previas en el momento en que su interlocutor esté dispuesto a ello", ha admitido a la prensa el enviado especial de Estados Unidos a Sudán y Sudán del Sur, Donald Booth, tras reunirse con el mandatario africano.

Booth ha mantenido este lunes lo que ha calificado como diálogo "franco y abierto" con Kiir en Juba con el objetivo de tratar "una serie de medidas para poner fin a la devastadora violencia en Sudán del Sur". Booth ha llegado hoy mismo a Yuba para hallar una solución "inmediata" a la crisis que vive el país tras el fallido golpe de Estado.

Por otro lado, el Pentágono ha ordenado movilizar un contingente de 150 infantes de marina (marines) desde la Base Aérea de Morón (Sevilla) al Cuerno de África para que estén preparados ante una eventualidad en la crisis en Sudán del Sur, según ha confirmado el Departamento de Defensa estadounidense.

Estos marines están preparados para actuar de emergencia en Sudán del Sur para escoltar al personal diplomático y evacuar al alrededor de centenar de estadounidenses en el recién creado país, ha informado este lunes el Comando de África del Departamento de Defensa.

"Basados en la situación en Sudán del Sur y las amenazas contra personal estadounidense y sus propiedades", los soldados de Morón han sido enviados a la base de Camp Lemonnier, en Yibuti.

"Al desplazar a estas fuerzas podremos movernos más rápidamente para responder a la crisis en la región, si es necesario", ha indicado la fuente del Pentágono.

Estados Unidos destacó en Morón medio millar de infantes de marina como fuerza de respuesta rápida en África tras el atentado del 11 de septiembre de 2012 contra su consulado en Bengasi (Libia), donde fallecieron el embajador, Christopher Stevens y otros tres compatriotas.

El despliegue se produce después de que este fin de semana cuatro soldados estadounidenses resultaran heridos en un ataque contra tres aeronaves Osprey (con capacidad de despegue vertical) en Sudán del Sur mientras efectuaban labores de evacuación.

El pasado jueves, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó el envío de 45 soldados a Sudán del Sur para proteger a personal diplomático y ciudadanos estadounidenses en el país africano.

Sudán del Sur se independizó de Sudán en julio de 2011, pero desde entonces ha reinado la inestabilidad y las fricciones internas, que desembocaron en el intento de golpe de Estado de la semana pasada.

EFE/DPA
 

Sebastian

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Los rebeldes de Sudán del Sur controlan ya dos de los diez Estados del país

La ONU estima que más de un millar de personas podría haber muerto en la violencia étnica

José Naranjo Dakar 23 DIC 2013 - 17:28 CET


Funcionarios de la ONU abandonan Juba rumbo a Uganda. / I. SCOTT (AFP)

La facción rebelde del Ejército de Sudán del Sur, que se ha alzado en armas contra el presidente Salva Kiir controla ya las capitales de dos de los diez estados del país, en concreto Jonglei y Unidad, mientras los enfrentamientos y actos de violencia, que incluyen ejecuciones sumarias, se extienden por múltiples zonas.

Naciones Unidas habla ya sin tapujos de al menos quinientos muertos confirmados desde el domingo 15 de diciembre, aunque según Toby Lanzer, coordinador humanitario de la ONU, probablemente ya sean más de un millar, así como cientos de heridos y unos 100.000 desplazados internos, de los que 40.000 buscan refugio en las instalaciones de la ONU. Kiir ha anunciado una ofensiva, que se prevé “inminente”, para recuperar las ciudades de Bor y Bentiu, capitales de ambos estados, que suman una cuarta parte de la superficie del país.

Asimismo, la organización humanitaria Médicos sin Fronteras ha informado de la existencia de combates en el estado de Alto Nilo. De estos dos últimos estados procede buena parte del petróleo que exporta este joven país, que alcanzó su independencia el 9 de julio de 2011. Al menos tres campos petroleros han detenido su producción desde el comienzo de la violencia.

Al reconocer que había perdido el control sobre ambos estados, Kiir anunció que la ofensiva esperaría a que todos los ciudadanos estadounidenses fueran evacuados. Precisamente la capital de Jonglei fue el escenario el pasado sábado de un intenso tiroteo contra tres aviones militares de EEUU que estaban llevando a cabo tareas de repatriación, con el resultado de cuatro soldados americanos heridos. Horas después, el presidente estadounidense Barack Obama informó al Congreso del envío de 46 militares a Bor para continuar sacando a sus ciudadanos del país, que se unen a los 45 enviados la semana pasada a Juba, la capital del país, para reforzar la seguridad de la Embajada. No obstante, EE UU mandará finalmente 150 marines provenientes de España.

La mayoría de los muertos son civiles y los testimonios de que se están llevando a cabo asesinatos en función del origen étnico son ya incontables. Si bien el propio Gobierno sursudanés y muchos analistas coinciden en señalar que el origen de la crisis es político, lo cierto es que el factor étnico está muy presente en la violencia desatada de los últimos días.

Salva Kiir es dinka y su ex vicepresidente y rival político Riek Machar es nuer, dos de los grupos étnicos más numerosos del país que ya en el pasado, sobre todo durante la larga guerra civil que acabó con la partición de Sudán en dos países, vivieron enfrentamientos y tensión. Kiir ha reiterado en las últimas horas su oferta de diálogo “sin condiciones”, pero Machar ha pedido la previa liberación de sus diez leales detenidos y que dichas conversaciones se lleven a cabo fuera del país, en Adis Abeba por ejemplo, en un claro intento de implicar a organizaciones supranacionales, como la Unión Africana, en el conflicto.

El origen de la actual crisis que desangra a Sudán del Sur hay que buscarlo en la fuerte rivalidad entre Kiir y Machar. El todopoderoso Salva Kiir, primer presidente del país desde que alcanzó la independencia, jefe de gobierno, y gran líder y comandante en jefe del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, no parece dispuesto a permitir que nadie le haga sombra.

Sin embargo, Riek Machar, hasta mediados de este año su vicepresidente, ha anunciado su intención de presentarse a las elecciones de 2015 y disputar el poder a Kiir, a quien acusa de deriva totalitaria. La tensión entre ambos llegó a su punto álgido durante la reunión del Consejo Nacional de Liberación del pasado 14 y 15 de diciembre, tras lo cual Kiir acusó a Machar de estar preparando un golpe de estado y ordenó su detención y la de una quincena de sus seguidores, entre ellos varios ex ministros.

Sin embargo, miembros de la Guardia Presidencial de la etnia a la que pertenece Machar se negaron a acatar esta orden y comenzaron a enfrentarse con miembros de la etnia del presidente Kiir. La chispa saltó pronto a los cuarteles de la capital, Yuba, y de ahí se ha extendido a otras regiones, sobre todo a aquellas como Jonglei, Unidad y Alto Nilo, en la que la presencia de nuer en el Ejército es más notable. Amnistía Internacional ha constatado la existencia de persecución y asesinatos por razón de la etnia en ambos bandos enfrentados.

Los esfuerzos de mediación de los líderes de países vecinos, como Uganda, Kenia y Etiopía, así como las llamadas a la moderación por parte del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, han sido hasta ahora estériles.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/23/actualidad/1387816125_581632.html
 

Sebastian

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EE UU envía 150 marines a Sudán del Sur

Un centenar de norteamericanos se refugian en su embajada tras el estallido del conflicto entre el Gobierno y militares rebeldes

Juan Diego Quesada Washington 23 DIC 2013 - 20:27 CET1


Familias sursudanesas buscando refugio / AFP

Estados Unidos enviará 150 marines a Sudán del Sur, un país al borde de la guerra civil, para tratar de evacuar a un centenar de compatriotas refugiados en su embajada en Juba, la capital, y garantizar la seguridad de la legación, informó el lunes el departamento de Defensa estadounidense. El 15 de diciembre una facción rebelde del ejército del país africano se alzó en armas contra el presidente Salva Kiir y desde entonces la violencia se ha extendido por varias ciudades de la nación más joven del planeta.

El contingente de marines, proveniente de España, aterrizará probablemente en Djibouti, un pequeño país en el cuerno de África. Una vez allí esperará instrucciones. No es la primera misión de estas característica que EE UU realiza desde que estallase el conflicto. El domingo, militares estadounidenses evacuaron vía aérea a decenas compatriotas de la ciudad de Bor (bajo el control de los rebeldes). El día anterior no habían podido completar la misión al sufrir un ataque de los insurgentes. La operación que tuvo éxito se realizó en coordinación entre el Gobierno de Kiir y la Organización de Naciones Unidas. Hasta ahora, un total de 380 norteamericanos han sido evacuados a través de Nairobi, Kenia, u otras ciudades cercanas.

El enfrentamiento entre las dos facciones del ejército de Sudán del Sur (una leal al presidente Kiir y otra al exvicepresidente Riek Machar) se desencadenó hace ocho días. En las primeras 48 horas de enfrentamientos se contabilizó medio millar de muertes y más de 800 heridos. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, dijo temer que la violencia se extendiera contra la población civil, tal y como las organizaciones humanitarias denuncian que está ocurriendo. Human Rights Watch (HRW) aseguró que ambos bandos están acabando con la vida de la población en función de su etnia, incluidos mujeres y niños.

Washington es el principal apoyo de este joven país fundado en julio de 2011 tras décadas de guerra interna en Sudán. Tras el estallido del conflicto entre militares, la ONU informó que se han registrado combates en al menos 14 lugares diferentes del país, la mayoría motivados por enfrentamientos entre etnias. La organización calcula que hay unas 40.000 personas intentando refugiarse de las balas en sus instalaciones y unos 62.000 desplazados.

El conflicto estalló cuando el presidente Kiir intentó, sin éxito, detener al que era su vicepresidente, Machar, acusándole de un supuesto intento de golpe de Estado. Desde entonces los militares leales a Machar tomaron la ciudad de Bor y las facciones guerrean por el control de otras localidades importantes, algunas de ellas de donde procede buena parte del petróleo sursadanés.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/23/actualidad/1387826870_214482.html
 

Sebastian

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La ONU pide duplicar sus fuerzas en Sudán del Sur

Redacción
BBC Mundo
Martes, 24 de diciembre de 2013


Sólo 29% de los niños van a la escuela primaria y 28% de los menores de cinco años están desnutridos.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó al Consejo de Seguridad a casi duplicar la cantidad de soldados de la ONU en Sudán del Sur, en medio de nuevos informes de presuntas masacres cometidas durante más de una semana de violencia.

Ban Ki-moon pidió agregar 5.500 efectivos de la policía y de cascos azules a los 7.000 que ya están allí, mientras el país más joven del mundo se hunde en el caos y está al borde de una guerra civil.

Ante la actual escalada de la violencia y el cruce de acusaciones sobre supuestas atrocidades, el diplomático aseguró que los responsables de abusos rendirán cuentas.

Decenas de miles de personas han huido de los combates, mientras que los rebeldes presuntamente partidarios del defenestrado vicepresidente Riek Machar se han apoderado de ciudades importantes.

El presidente del país, Salva Kiir, miembro del grupo étnico mayoritario Dinka, quien prometió una acción inminente contra los rebeldes, destituyó en julio pasado a Machar, de la comunidad Nuer.
La semana pasada, el presidente acusó a Machar de un intento de golpe de estado, algo que éste niega.

Se teme que la rivalidad personal entre ambos haga estallar un conflicto a gran escala entre sus etnias.

"Cosas horribles"
¿Quién es Riek Machar?

  • Una figura central en la política de Sudán y Sudán del Sur durante tres décadas.
  • Pertenece a la etnia Nuer, el segundo grupo más grande en Sudán del Sur.
  • Fue un alto comandante del rebelde Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), del que se separó en la década de 1990.
  • Después del acuerdo de paz de 2005 fue nombrado vicepresidente y retuvo el cargo tras la independencia en 2011, hasta su destitución en julio de 2013.
Una periodista en Juba, Hannah McNeish, comentó que según testigos, hubo una masacre en la que más de 200 personas, mayormente de la etnia Nuer, fueron llevadas en manada a una estación de policía y muertas a tiros por fuerzas de seguridad, mientras que otro testigo indicó que pistoleros de la tribu Dinka dispararon a gente de distritos de mayoría Nuer que no hablaban su idioma, aunque no se pudo verificar estas acusaciones.

Se cree que hasta 1.000 personas han perecido en los combates, mientras que los campamentos de la ONU están albergando a más de 40.000 civiles.

El coordinador humanitario de la ONU Toby Lanzer, que estuvo el fin de semana en Bor, al norte de Juba, dijo a la BBC que había presenciado "algunas de las cosas más horribles que uno pueda imaginar". Agregó que las personas "eran puestas en filas y ejecutadas sumariamente".

El corresponsal de la BBC, James Copnall, señala que Sudán del Sur se enfrenta al mayor desafío de su corta existencia, con una sociedad militarizada y cuyos habitantes están "trágicamente acostumbrados al conflicto" que, en este caso, comenzó el 15 de diciembre en la capital, Juba.

Habiendo logrado su independencia hace dos años, los rebeldes de Sudán del Sur que combatieron en la guerra civil de Sudán han seguido peleando entre ellos.


El secretario general de la ONU ha pedido un refuerzo de 5.500 soldados para Sudán del Sur.

"El mundo está observando"
Ban Ki-moon dijo que los ataques contra civiles y soldados de la ONU "deben terminar inmediatamente".

"La ONU investigará los informes de violaciones de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad", advirtió.
"Los más altos responsables tendrán que enfrentar las consecuencias, incluso si sostienen que no tenían conocimiento de los ataques", agregó.

"El mundo está observando a todas las partes en Sudán del Sur", enfatizó.

El secretario general pidió que los refuerzos sean reasignados desde otras misiones de la ONU existentes en otros países africanos, incluidos Liberia y la República Democrática del Congo. Además, solicitó el envío de tres helicópteros de ataque, tres de transporte y un avión militar de transporte.

Dos cascos azules indios murieron la semana pasada durante una incursión rebelde en un campamento de la ONU.


El presidente Kiir ofreció un diálogo a Machar pero sin condiciones.

El presidente Kiir ha dicho al parlamento que está dispuesto a conversar con Machar y que una delegación de cancilleres del este de África ofreció su mediación.
Sin embargo, afirmó que Machar tendría que negociar sin poner condiciones.

Machar declaró a la agencia de noticias Reuters que está abierto al diálogo si se deja en libertad a sus aliados políticos detenidos.
Durante el fin de semana, Estados Unidos desplegó soldados adicionales para ayudar a evacuar a ciudadanos extranjeros.

En Bor, tres aviones militares de EE.UU. se vieron obligados a abortar la evacuación el sábado al ser atacados, aunque el domingo lo intentaron nuevamente con helicópteros civiles estadounidenses y de la ONU.

Sudán estuvo agobiado por una guerra civil de 22 años que dejó más de un millón de muertos, antes de que se independizara Sudán del Sur en 2011.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/12/131223_sudan_sur_onu_conflicto_jgc.shtml
 

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La ONU fortalece su presencia en Sudán del Sur tras cifrar el número de muertos en miles
Tras la carta escrita por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que urgía a reforzar la presencia en Sudán del Sur, el Consejo de Seguridad ha aprobado por unanimidad el envío de 5.500 cascos azules a la Misión de la ONU en la región y conseguir una solución política al conflicto.

Este envío supone prácticamente duplicar la presencia de soldados de paz en la UNMISS, pues la cifra asciende a 12.500, y además supone el envío suplementario de tres unidades policiales con un total de 423 personas (lo que eleva la cifra a 1.323 policías), tres helicópteros de ataque, tres helicópteros con fines utilitarios y un avión de transporte militar C130.

"Debemos abrir un diálogo político, pidiendo a todas las partes que cooperen completamente con UNMISS y autoricen la actuación de las fuerzas temporales de refuerzo, policía y efectivos de logística de otras Misiones de la ONU", explicó Ban Ki-moon ante el Consejo de Seguridad, al que agradeció su pronta respuesta ante un conflicto que, según las últimas informaciones del organismo internacional, se ha cobrado miles de víctimas desde que estalló el 15 de diciembre.

Ban habló de violaciones de los derechos humanos, de crímenes contra la humanidad, ejemplificados con ejecuciones extrajudiciales y fosas comunes.

El secretario general advirtió además que, en lo que respecta a la UMISS, "el desplazamiento de civiles está creciendo y extendiéndose. Ahora mismo hay 45.000 personas buscando protección en las bases de la ONU en Sudán del Sur".

"El ataque a los civiles y al personal de las Naciones Unidos debe cesar inmediatamente", solicitó después de recordar que en la última semana dos cascos azules han fallecido y uno ha resultado herido.

Dirigiéndose a los responsables políticos de esta crisis, aseguró que "deben saber que el mundo está mirando" y les instó a "sentarse (a dialogar) y buscar una solución al conflicto".

Tras anunciar el presidente del Consejo de Seguridad, Gérard Anaud, la aprobación unánime de la resolución por parte de los quince miembros, se pasará al traslado de efectivos desde las misiones de Congo, Darfur, Costa de Marfil, Liberia y la región sudanesa de Abyei con el fin de frenar la escalada de violencia, aunque Ban aseguró que no es "trabajo de un día para otro".

"Agradezco que los países han aceptado la recolocación temporal de sus efectivos personales y estamos coordinando la operación para que este traslado no afecte sus respectivas tareas", aseguró, después de que la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, mostrara este martes su preocupación al respecto.

Miles de muertos
Mientras tanto, el coordinador humanitario de la ONU en Sudán del Sur, Toby Lanzer, ha denunciado que miles de personas han muerto desde el inicio de los combates en el país.

En declaraciones a la radio Miraya, de la ONU, Lanzer señaló que se ha hallado una fosa común con al menos 34 cadáveres en Bentiu, capital del estado petrolero de Unidad y en manos de los rebeldes. La situación es especialmente "tensa" en Bentiu, que fue tomada por los partidarios del ex vicepresidente Riak Mashar, acusado de la intentona golpista, hace tres días.

Sudán del Sur consiguió su independencia en 2011 después de dos guerras civiles que duraron toda la mitad del siglo XX. Este nuevo conflicto estalló cuando el presidente del país, Salva Kiir, de la etnia dinka, acusó al exvicepresidente Riek Machar, de la etnia nuer, de un intento fallido de golpe de Estado.

"Nada puede justificar la violencia que ha golpeado a esta joven nación. Tenemos que hacer todo lo que podamos para que el mensaje llegue alto y claro (...) Ha llegado el momento de que los líderes de Sudán del Sur enseñen al mundo que están comprometidos para preservar la unidad de una nación que nació como fruto de una larga lucha por la independencia".

Horas antes de la votación en el Consejo de Seguridad, el Ejército de Sudán del Sur recuperó la ciudad de Bor, capital de la provincia de Jonglei, que estaba bajo el control de los rebeldes desde el jueves pasado.

Además, la sede de la ONU en Ginebra ha revelado la existencia de una fosa común en la localidad sursudanesa de Bentiu (estado Unidad) que podría contener hasta 75 cadáveres.

La delegación de Sudán del Sur en la ONU, presente en el Consejo de Seguridad, agradeció "la gran atención a esta crisis que ha tenido Ban Ki-Moon y la comunidad internacional".

"Estamos viviendo un momento de complejo conflicto internacional que está afectado a largas porciones de nuestra población (...) Y aseguro a este Consejo que el Gobierno de Sudán del Sur está haciendo lo que puede en estas difíciles circunstancias para restaurar la clama y la estabilidad en las áreas afectadas del país", concluyó.

EFE
 

Sebastian

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Descubierta una fosa común con 75 cadáveres en Sudán del Sur

La ONU teme que se aceleren las matanzas sectarias

Reuters Ginebra 24 DIC 2013 - 17:05 CET17


Personal de la ONU entrega alimentos en Sudán del Sur. / Reuters-LIVE! / AFP

Una fosa común con 75 cadáveres de víctimas de violencia étnica ha sido descubierta en Sudán del Sur, anunció este martes Naciones Unidas, que ha indicado que está investigando otros dos posibles enterramientos masivos en Yuba, la capital del país más joven del mundo, que se encuentra al borde la guerra civil.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, hizo un llamamiento desde Ginebra a las dos partes en conflicto para que protejan a los civiles y advirtió a los líderes políticos de los dos bandos que podrían ser acusados de crímenes de guerra.

"Se han producido en los últimos días ejecuciones masivas de civiles, basándose en su etnia, así como detenciones arbitrarias por el mismo motivo", señaló Pillay a través de un comunicado. "Hemos descubierto una fosa común en Bentiu y tenemos informaciones que señalan que hay otras dos en Yuba".

El presidente Salva Kiir y el líder rebelde Riek Machar, su antiguo vicepresidente, han indicado que están dispuestos a negociar para tratar de encontrar la salida al conflicto que ha producido cientos de muertos en las últimas semanas. Occidente y los países vecinos temen que se desate una guerra civil a gran escala en Sudán del Sur y han tratado de mediar, entre Kiir, que recibe el apoyo de la etnia dinka, y Machar, que cuenta con el apoyo de la tribu Nuer. Estados Unidos ha enviado 150 marines al país.

Una portavoz de Naciones Unidas indicó que las víctimas enterradas en la fosa común descubierta eran soldados del Ejército de Sudán del Sur, todos de la etnia dinka; aunque precisó que la ONU no había podido identificar a las víctimas. La organización internacional tampoco ha podido visitar las otros dos fosas comunes sobre las que ha recibido informaciones contrastadas.

Pillay, un antiguo juez del tribunal de crímenes de guerra de la ONU, mostró su "profunda preocupación" por la seguridad de todos los que se encuentran detenidos en lugares no determinados, incluidos "cientos de viviles que han sido arrestados en sus domicilios y en hoteles de Yuba".

La facción rebelde del Ejército de Sudán del Sur, que se ha alzado en armas contra el presidente Salva Kiir controla ya las capitales de dos de los diez estados del país, en concreto Jonglei y Unidad, mientras los enfrentamientos y actos de violencia, que incluyen ejecuciones sumarias, se extienden por múltiples zonas.

Naciones Unidas habla ya sin tapujos de al menos quinientos muertos confirmados desde el domingo 15 de diciembre, aunque según Toby Lanzer, coordinador humanitario de la ONU, probablemente ya sean más de un millar, así como cientos de heridos y unos 100.000 desplazados internos, de los que 40.000 buscan refugio en las instalaciones de la ONU.
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Sebastian

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La capital del principal Estado petrolero de Sudán del Sur cae en manos rebeldes

Malakal, capital del Alto Nilo, cayó anoche en medio de intensos combates
La producción nacional de crudo ha bajado desde 250.000 a 200.000 barriles diarios

EFE Jartum 26 DIC 2013 - 13:40 CET2


Un soldado sursudanés en Bor, al norte de Juba. / JAMES AKENA (REUTERS)

Malakal, capital de la principal región petrolera de Sudán del Sur, el Alto Nilo, ha caído en manos de los rebeldes, según han anunciado los insurgentes. La localidad fue tomada anoche en medio de intensos combates de los que la población civil trata de escapar, de acuerdo con un responsable militar rebelde, que ha asegurado que sus fuerzas pronto dominarán los yacimientos de crudo.

La agencia independiente de Sudán del Sur, SSNA, ha confirmado la información y ha señalado que el gobernador de Alto Nilo, Simon Kun Puoch, huyó después de haberse refugiado en instalaciones de la ONU. El ministro sursudanés del Petróleo, Stephen Dau, aseguró este miércoles que la producción nacional de crudo ha bajado desde 250.000 a 200.000 barriles diarios, procedentes en su totalidad de la región de Alto Nilo.

El país africano sufre desde el pasado 15 de diciembre los combates entre el Ejército y una facción de militares sublevados, leales al exvicepresidente Riak Mashar, acusado de un fallido golpe de Estado aquel día. Los combates persisten en el estado oriental de Jonglei, limítrofe con Kenia, donde el martes las tropas gubernamentales retomaron el control de la capital estatal, Bor.

Los combates se han cobrado ya las vidas de miles de personas y más de 80.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares huyendo de los enfrentamientos, según Naciones Unidas.

Más de la mitad de los desplazados han buscado refugio en las instalaciones de la misión de la ONU en Sudán del Sur, UNMISS, y solo en la capital, Juba, hay más de 20.000 refugiados en esas bases. El organismo internacional reveló ayer la existencia en Bentiu de una fosa común, que podría contener hasta 75 cadáveres, y de otras dos en la capital.

Este miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el envío de 5.500 cascos azules a UNMISS, aumentando sus efectivos hasta los 12.500 efectivos. Mientras tanto, los acontecimientos en Sudán del Sur, que logró la independencia de Sudán en julio de 2011, son motivo de preocupación en su vecino del norte.

El presidente sursudanés, Salva Kir, declaró que el Ejército continuará sus operaciones para expulsar a los insurgentes de las zonas que controlan. También se comprometió a proteger a los ciudadanos del país y se mostró "profundamente preocupado" por el curso de los acontecimientos, al tiempo que pidió a las fuerzas del orden que se abstengan de cometer abusos contra la población. "Personas inocentes han sido asesinadas en una lucha de poder político que ha sido utilizada por algunos en aras de sus propias ambiciones tribales", destacó Kir.

El mandatario se pronunció así después de que la representante de la ONU en Sudán del Sur, Hilde Johnson, rechazase recientemente calificar lo ocurrido como un conflicto étnico e insistiese en la existencia de una lucha por el poder. Kir —que pertenece a la tribu Dinka— volvió a ofrecer negociar "sin condiciones" a Mashar, su principal rival político, que fue apartado del poder en julio de este año y es miembro del clan Lou Nuer.

El exvicepresidente, no obstante, ha condicionado el diálogo a la liberación de 11 políticos y militares detenidos y su traslado a Adis Abeba (Etiopía), donde podrían llevarse a cabo las negociaciones.

Además de intereses comunes en el sector petrolero, existe un número creciente de sursudaneses que se dirigen a Sudán para buscar refugio. El gobernador del estado de Nilo Blanco (fronterizo con Sudán del Sur), Yusef al Shanbali, ha prometido acoger a estos desplazados.

Varios grupos de Derechos Humanos han reclamado el fin de los combates y el inicio del diálogo entre ambas partes, para lo que han solicitado al mandatario sursudanés que libere a todas las personas detenidas por expresar opiniones políticas contrarias al Gobierno y que comience un proceso de reconciliación nacional con los rebeldes.
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Barbanegra

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Sudán del Sur, dispuesto a acordar un alto al fuego
Los jefes de Estado de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), uno de los principales órganos políticos de África Oriental, han anunciado que el presidente de Sudán del Sur está dispuesto a firmar un alto al fuego con los rebeldes para facilitar el diálogo entre ambos bandos y acabar con la violencia que ha estallado en el país africano. La única condición que ha puesto el máximo dirigente sursudanés, Salva Kiir, es que los rebeldes se sumen a la iniciativa sin dilación.

"El IGAD da la bienvenida al compromiso del Gobierno de la República de Sudán del Sur para instaurar un cese inmediato de las hostilidades y pide al Dr. Riek Machar y al resto de partidos que hagan declaraciones similares", señalaba el organismo en un comunicado emitido tras la cumbre celebrada en Nairobi (Kenia). Los máximos dirigentes de la región ya habían anunciado durante la reunión que no permitirían la caída de Salva Kiir.

El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ha pedido a ambos bandos que aprovechen la oportunidad y comiencen a preparar el diálogo, que, según varias fuentes, podría comenzar de forma oficial el próximo 31 de diciembre. "El IGAD no aceptará que se derroque a un gobierno elegido de forma democrática", ha explicado Kenyatta en la reunión, que también ha servido para condenar la ola de ataques desatada en todo el país y que ha acabado con la vida de centenares de personas. "La violencia nunca ha dado soluciones óptimas".

Temor a millones de desplazados y refugiados
Según Kenyatta, ni Sudán del Sur ni los gobiernos regionales tienen tiempo para buscar una solución en lo que ha calificado como una disputa interna del Movimiento de Liberación Popular de Sudán (SPLM). "La crisis actual, si no se contiene de forma adecuada, provocará millones de desplazados y refugiados y retrasará enormemente [el desarrollo] de la región", ha añadido.

Una de las opciones que está sobre la mesa es formar un nuevo gobierno de coalición que restablezca el statu quo que se rompió el pasado mes de julio cuando el presidente del país, Salva Kiir, destituyó a Riek Machar, que por aquél entonces era vicepresidente, y al resto del Gobierno. Con esta decisión, Kiir rompió el equilibrio entre las tribus Dinka, de la que forma parte, y Nuer, cuyo líder es Machar.

En el trasfondo de esta decisión estaba la intención de Machar de presentarse a las elecciones presidenciales de 2015, lo que fue interpretado por Kiir como una amenaza a su poder dentro del SPLM. Aún así, analistas y expertos coinciden en señalar que la raíz del problema es una lucha de poder y no las tensiones étnicas, aunque sí es cierto que poco a poco la violencia ha ido degenerando en un conflicto tribal que si no se para tiempo podría tener terribles consecuencias para el futuro del país.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/27/52bd96b522601d4f7c8b456e.html
 

Barbanegra

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Siguen combates en Sudán del Sur pese a tregua
Un portavoz de las fuerzas armadas de Sudán del Sur dice que los combates continúan en el estado petrolero de Unidad a pesar de los esfuerzos de líderes regionales para que las dos partes acepten un cese al fuego inmediato.

El portavoz militar coronel Philip Aguer dijo el sábado que las fuerzas del gobierno tuvieron que repeler ataques de efectivos leales a Riek Machar, ex vicepresidente y ahora fugitivo a quien se culpa de lo que el gobierno insiste fue una intentona golpista el 15 de diciembre.

Líderes africanos dijeron al final de una cumbre el viernes que el gobierno sursudanés aceptó poner fin a las hostilidades contra los rebeldes que controlan algunas partes del país. Pero Machar no fue invitado a la cumbre en la capital de Kenia, Nairobi, lo que pone en duda la oferta de cese al fuego.

AP
 

Sebastian

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Sudán del Sur se enfrenta a su tercera guerra civil en 50 años

La independencia del país más joven del mundo ha despertado rencillas étnicas dejadas de lado pero jamás olvidadas

Iliana Mier-Lavin 27 DIC 2013 - 18:01 CET20


Un hombre de la tribu dinka porta un rifle AK-47 en Sudán del Sur. / GORAN TOMASEVIC (REUTERS)

“En Sudán del Sur no hay pueblos. Los tukuls, las chozas familiares, se levantan lo más distanciados posibles entre ellos, a menudo hay más de una hora a pie entre un vecino y otro”, comenta una funcionaria de la Unión Europea que trabaja en Yuba. “Durante la última guerra civil, vivir en comunidad significaba ser atacado una y otra vez por los grupos armados así que la gente decidió vivir lo más alejada posible para sobrevivir”. La guerra civil que asoló Sudán del Sur entre 1983 y 2005 —fue la segunda puesto que hubo una inicial de 1955 a 1972— ha marcado la vida cotidiana del país más joven de la comunidad internacional. Desde que se desató la violencia el pasado día 16, un cuarto de millón de personas han emprendido de nuevo la huída intentando evitar a las diferentes facciones que luchan entre sí.

Sudán del Sur obtuvo la independencia de Sudán en junio de 2011 entre la euforia de sus ocho millones de habitantes agotados tras 22 años de conflicto, dos millones de muertos y casi un millón de refugiados y desplazados. La nueva nación es rica en petróleo y tiene alguna de las tierras más fértiles de África pero es tan subdesarrollada que cuenta apenas con 60 kilómetros de carreteras asfaltadas y no tiene red eléctrica. Más del 70 % de sus ciudadanos tiene menos de 30 años lo que significa que solo han conocido la guerra y menos de una cuarta parte de la población sabe leer y escribir.

Un caldo de cultivo peligroso para comenzar una nueva andadura que en escasamente dos años y medio se ha topado con un antiguo bache: la falta de visión conjunta de las más de 60 etnias que viven en su territorio y el recurso a la violencia como primera opción.



La guerra civil de los años ochenta y noventa, a menudo erróneamente simplificada como una lucha entre norte y sur, fue una carnicería entre los múltiples grupos étnicos de la región —dinka, nuer, murle, shilluck y las docenas de tribus de la región ecuatorial— que luchaban por obtener sus cuotas de poder político y social en el futuro estado. Las luchas internas causaron más muertos y destrucción que el conflicto contra Jartum en sí. Es más, fue únicamente la existencia del enemigo común, Sudán, lo que consiguió que temporalmente aparcaran sus diferencias y acudieran juntos a las negociaciones de paz que desembocaron en un referéndum de secesión.

Las rencillas entre tribus se barrieron debajo de la alfombra y las tentativas de reconciliación nacional nunca fructificaron. Los líderes militares durante la guerra pasaron sin transición a ser las figuras políticas del nuevo país. Hombres como Salva Kiir, Riek Machar y Lam Akol, que ya en los noventa fueron responsables de las sangrientas escisiones internas en el movimiento rebelde contra Sudán, se encontraron de nuevo en el Ejecutivo y el parlamento administrando un país. Cada decisión, desde el reparto de ministerios hasta la elección de dónde se construía un hospital rural, se percibía a través del prisma étnico intensificando sentimientos de agravio y de marginación.

Si un candidato de la etnia murle no obtenía un escaño en unas elecciones, lo achacaba a una conspiración política contra su tribu y rápidamente lograba apoyos para iniciar una rebelión. Una disputa por pastos para el ganado a nivel local se convertía rápidamente en una disputa nacional. Lo que es un país con estructuras más sólidas se podría resolver por la vía judicial, en Sudán del Sur se resuelve a través de las armas.

La mayoría de las etnias han visto que los dinka, el grupo mayoritario, ha ido acaparando poco a poco todo el poder. El presidente Salva Kiir, un dinka, confirmaba estos temores dando pasos cada vez menos disimulados para eliminar cualquier futura competencia política, incluso dentro de su propio partido.
La gota que colmó el vaso fue la expulsión del Gobierno en junio pasado del segundo hombre fuerte del país, el vicepresidente Riek Machar (de la etnia nuer) que había comunicado públicamente sus intenciones de ser candidato presidencial en 2015. Kiir, que llevaba meses saboteando cualquier iniciativa de Machar dentro del Ejecutivo, lo camufló como una reorganización de su Gabinete que nadie se creyó. Pocos esperaban, dados los antecedentes de Sudán del Sur, que Machar esperara dos años para reivindicarse en las urnas.
Para Boutros Biel, un abogado local que trabaja en temas de derechos humanos en Yuba, “en el momento en que el sentimiento de marginación política de un grupo toque techo y tome las armas, va a provocar un efecto dominó. Todas las demás etnias se van a volver a reagrupar y preparase para lo peor", explicaba hace escasamente un mes.

La aparición televisada del presidente acusando a Machar de promover un golpe de estado fue ese detonante. En cuestión de pocos días las mismas dinámicas de la guerra civil se activaron de nuevo y las facciones armadas —no solo los nuer, también los murle de Jonglei y los shilluk en las riberas del Nilo— volvieron a alinearse de acuerdo con su identidad étnica, dispuestas a retomar el “todos contra todos” previo a los acuerdos de paz de 2005. Los muertos superan ya el millar y crecen los rumores de matanzas étnicas. La voluntad de negociar de Kiir llega tarde y probablemente no consiga aplacar a sus rivales que ya han visto de primera mano que en época de paz, el presidente se comporta como durante la guerra: sin ceder un ápice de poder.

Iliana Mier-Lavin es investigadora sobre conflictos en la Universidad de Columbia.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/27/actualidad/1388163693_667940.html
 

Barbanegra

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Los rebeldes de Sudán del Sur rechazan el diálogo
El llamamiento a la paz que realizaron ayer los principales dirigentes de África Oriental tras una reunión de urgencia en Nairobi (Kenia) ha caído en saco roto. El líder de las fuerzas rebeldes de Sudán del Sur, Riek Machar, ha rechazado el cese de las hostilidades hasta que haya garantías de que el alto al fuego se cumplirá. En una llamada vía satélite con la BBC, Machar aseguró que ya tiene un equipo negociador listo, pero que no se fía de la propuesta de paz realizada por el presidente.

"Hasta que no se establezcan mecanismos [para supervisar el alto al fuego], si uno dice que hay un cese unilateral de las hostilidades el otro no puede fiarse de que eso sea un compromiso", declaró. Por otra parte, una de las condiciones que pusieron los rebeldes para sentarse a negociar fue que los líderes que se encontraban retenidos en Yuba fueran liberados de forma inmediata, algo que hasta el momento no ha sucedido.

Sólo dos políticos de perfil bajo han sido liberados como gesto de buena voluntad, aunque hay 11 dirigentes de alto nivel que siguen encarcelados y parece más complicado que el Gobierno los deje en libertad si no hay un acercamiento con los rebeldes. De hecho, el Gobierno de Sudán del Sur ya ha anunciado que si no hay progresos en las negociaciones retomarán la campaña militar para expulsar a los rebeldes de los estados de Unity, Upper Nile y Jonglei, que ahora mismo están bajo su control en mayor o menor medida.

Pelea cuartelaria
Según la televisión estatal, los liberados son el ex jefe de Gabinete de Machar, Deng Deng Akon, y el ex ministro de Educación Superior, Peter Arwok Nyaba. Se da la circunstancia que Adwok fue uno de los primeros en denunciar que Riek Machar no había urdido plan para dar un golpe de Estado. En cambio, aseguró que el inicio de los combates había sido una pelea cuartelaria entre soldados de la guardia presidencial de las etnias Dinka y Nuer que había llevado a la sublevación de varias unidades del ejército.

Tanto Naciones Unidas como los países vecinos siguen centrando todos sus esfuerzos en lograr que los líderes de ambos bandos se sienten a negociar para evitar que los combates sigan castigando a la población civil. Estimaciones no oficiales sitúan ya en 3.000 los muertos desde que estallara crisis a mediados de mes y se teme que la ofensiva militar contra los rebeldes deje miles más.

La toma de la ciudad de Malakal, anunciada ayer a bombo y platillo por el Gobierno sursudanés, se hizo a un coste muy alto de vidas civiles y se teme que suceda lo mismo cuando el ejército se dirija a Bentiu, la capital del estado petrolífero de Upper Nile y que sigue en manos de los militares sublevados. Aun así, según varios analistas ésta será la parte sencilla de la ofensiva militar, ya que se trata de una guerra convencional y el ejército leal al presidente cuenta con apoyo aéreo y tanques.

Sin embargo, y a pesar de que pierdan todas las grandes ciudades, los rebeldes siempre pueden volver a la guerra de guerrillas que tanto daño hizo a Sudán y que podría eternizar los combates. El estado de Jonglei, donde los Nuer son mayoría, se podría convertir en el último baluarte de los sublevados y en ese terreno tendrían ventaja sobre el ejército regular.

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Los rebeldes atacan una ciudad estratégica de Sudán del Sur
Fuerzas rebeldes han lanzado un ataque sobre la ciudad de Bor dos días después de que el Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLA) abortara el primer intento del 'Ejército blanco' de acercarse a sus inmediaciones. Según informaciones no confirmadas, los milicianos rebeldes, que disponen de morteros y numerosos vehículos, han recibido el apoyo de Peter Gadet, ex comandante de la 8ª División del SPLA y aliado de Machar.

El alcalde de Bor, Nhial Majak Nhial, también ha confirmado el asalto. "Estamos luchando contra los rebeldes", ha explicado a Reuters mientras se oían disparos de fondo. La ciudad, que se encuentra a menos de 200 kilómetros de Yuba, ya estuvo en manos de los rebeldes durante unos días y la semana pasada fue reconquistada por el SPLA, que ya esperaba un intento de reconquista.

El propio Riek Machar habría filtrado a medios locales que sus tropas han tomado el control de la ciudad, pero no todavía ha habido confirmación oficial por parte del gobierno. "Ha habido combates esta mañana en Bor", ha declarado a AFP el portavoz del SPLA, Philip Aguer. "Estamos esperando más detalles".

Asimismo, y por primera vez tras el inicio del conflicto, Machar ha asegurado que el 'Ejército blanco' está bajo sus órdenes, algo que había negado en repetidas ocasiones a través de sus lugartenientes. La entrada en escena de esta milicia, que carece de un adiestramiento militar adecuado, podría acrecentar la tensión entre etnias y supone un riesgo aún mayor para la población civil de la ciudad.

Más de 70.000 personas han huido de Bor en los últimos días por temor a que hubiera una contraofensiva, según datos de Médicos Sin Fronteras (MSF). La mayoría han buscado refugio en la ciudad de Awerial, en el estado vecino de Lagos. No tienen acceso a comida ni a agua potable y muchos están escondidos en zonas pantanosas para no encontrarse en medio del fuego cruzado.

La reanudación de los combates reduce de forma drástica las posibilidades de que ambas partes acuerden un alto al fuego y es casi seguro que no cumplirán con el ultimátum que dieron los países vecinos, que expira hoy. Ayer mismo el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, aseguró que si los rebeldes no atendían a razón tendrían que asumir las consecuencias y amenazó con una intervención militar africana.

Compartir el poder no es una opción
Mientras tanto el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha advertido de que no tiene ninguns intención de compartir el poder con Riek Machar y sus aliados. "No es una opción", ha asegurado en una entrevista concedida a la BBC. "Si quieres el poder no te rebelas para luego ser premiado. Sigues un proceso", en referencia a las elecciones presidenciales que se celebrarán en un par de años.

En este sentido, Kiir ha recordado que él fue elegido de forma legítima en 2011 y que no recurrió a un golpe de estado para llegar donde está. "Las elecciones son en 2015. ¿Por qué no esperó y siguió el mismo proceso?". Con estas declaraciones, y a pesar de que sigue abierto al diálogo, Kiir reduce un poco más las ya de por sí escasas posibilidades en un acuerdo inminente. tampoco está dispuesto a liberar a los aliados políticos de Machar que fueron detenidos al comienzo de la crisis y que es una de las condiciones impuestas por el líder rebelde para sentar a negociar.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/31/52c2a630268e3ed57a8b456b.html
 

Sebastian

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ACNUR eleva a 180.000 el número de desplazados en Sudán del Sur

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados cree que más de 10.000 personas han cruzado la frontera por la violencia



Desplazados por la guerra civil de Sudán del Sur. / Ben Curtis (AP)

Unas 180.000 personas han huido de sus casas en Sudán del Sur desde el estallido de la violencia el pasado 15 de diciembre, y de ellas unas 10.000 han cruzado las fronteras del país, informó hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

A fecha de 30 de diciembre, 4.693 sursudaneses han llegado a Etiopía, 3.563 a Uganda y 950 a Kenia, mientras que varios centenares de personas han huido a Sudán, aunque el acceso a las fronteras con este país es limitado, lo que dificulta la tarea de contabilizar a los refugiados con mayor precisión, indicó ACNUR en un comunicado.

La organización expresó su "extrema preocupación" por la situación de las personas que viven todavía atrapadas en medio de los enfrentamientos entre el Ejército, que defiende al presidente Salva Kir, y las fuerzas rebeldes, partidarias del exvicepresidente Riak Mashar, acusado por Kir de un intento de golpe de Estado el pasado día 15.

Este conflicto se ha extendido ya por siete de las diez provincias del país, lo que dificulta el acceso a las personas necesitadas y la labor de los trabajadores humanitarios, hasta el punto de que la agencia ha tenido que reducir sus operaciones en algunas regiones debido a la inseguridad.

“El reparto de ayuda humanitaria de manera ininterrumpida es crucial. La seguridad de nuestro personal y de las personas a las que servimos es lo primero, por supuesto, pero debemos encontrar maneras alternativas de prestar asistencia cuando es absolutamente necesaria”, afirmó el jefe de operaciones de ACNUR África, Oscar Mundia.

ACNUR y sus socios trabajan para prestar ayuda a los desplazados internos del país, incluyendo a las 75.000 personas que viven refugiadas en las bases de la Misión de la ONU para Sudán del Sur en las localidades de Juba, Bor, Pibor, Malakal y Bentiu.

En particular se han repartido toldos de plástico, colchones y otros artículos de primera necesidad a 244 personas que viven en la iglesia católica de Santa Teresa de Kator, distrito de Juba, y a 250 personas que ocupan la estación de tren de Juba.

Además, esta agencia de la ONU continúa prestando ayuda a las 210.000 personas con estatus de refugiados que viven en Sudán del Sur, en su mayor parte procedentes de la vecina Sudán y que ocupan el norte del país, donde se ubican los campos de Yida y Ajoung Thok, que aglutinan a unas 75.000 personas que requieren ayuda vital de comida y agua. También siguen operativos los cuatro campos de refugiados de las provincias de Maban y de Nilo Alto, donde ACNUR distribuye alimentos a más de 122.500 personas.
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