Agrupación Aérea Presidencial (AAP)

¿Cuantos años tienen los Spirit y el S70?...¿mas de 20?
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Me atrevo a dar una respuesta pues fui testigo de ello.
1.Al otro dia...16 de diciembre de 2015,la AAP dejó de terner un Jefe Militar de la AAP,que era un Oficial Superior de la FAA y se autonombró quien fuera Jefe de Operaciones de MacAir.
2.Se estableció ese mismo dia que las aeronaves de la AAP serian operadas por Pilotos Civiles,casi todos ellos provenian de su empresa.Pasó el tiempo y la FAA solicitó la revision de la medida,la cual no tenia paragon en la historia de la AAP desde su creacion,entonces a los seis meses se autorizó volar como Copilotos a Aviadores Militares,esto generó inmurables inconvenientes y fue dejada esta medida para volver a pilotos civiles.Luego en otra medida se tomó la decision que los Copilotos de la FAA,todos Comandantes con mucha experiencia en aviones de transporte,podian ser Copilotos cuando el Cte fuera un ex Oficial de la FAA,que habia solicitado el Retiro y volaba en la Aviacion General,esto nuevamente generó algunos inconvenientes y la FAA no insistió más,niguna aeronave de la AAP fue operada por personal de la FAA,como lo hacen todas las naciones del mundo occidental,oriental,de oceanía y de cualquier galaxia.
Hasta su entrega de gobierno esta medida se cumplió.
3.Al B-757-200 Virgen de Lujan se lo dejó estacionado en El Palomar para disposicion final,esta medida nunca ocurrió y el personal tecnico de la AAP que dependia de la FAA (Oficiales y Suboficiales) le efecturaon mantenimiento de aeronave estacionada largo tiempo,poniendo de manifiesto su alto compromiso con la AAP,es por ello que el B-757-200 está como está ahora.
4.Solo los helicopteros de la AAP fueron operados por Aviadores Militares de la FAA,pero.....el presidente solicitaba volar con el helicoptero de la PFA por razones estrictamente personales.
5.Se dió el caso que el LJ60 matricula T-10,en cuyo fuselaje dice FUERZA AEREA ARGENTINA,fuera operado por pilotos civiles.La FAA debia solicitar a la AAP poder usar al T-10,avion para realizar MEDEVAC sin escalas desde Lima a Aeroparque por ejemplo.
Hay mucha mas tela por cortar...son todos iguales,los caracteriza la transversalidad del tema.
 

Yelmo58

Colaborador
Convendría hacer una pequeña verificación con google antes de colgar ese tipo de "noticia"



No estamos en un sitio de chismes o de grieta.
 
Convendría hacer una pequeña verificación con google antes de colgar ese tipo de "noticia"



No estamos en un sitio de chismes o de grieta.
Reconozco el error en la no verificación, pero tal como dice lo que usted subió, el autor de ese texto, un periodista del diario La Nación, afirma que el hecho fue real, aunque no relatado por la señora en un libro.
 

Daniel1962

Moderador
Miembro del Staff
Moderador
Reconozco el error en la no verificación, pero tal como dice lo que usted subió, el autor de ese texto, un periodista del diario La Nación, afirma que el hecho fue real, aunque no relatado por la señora en un libro.
(la cita debe ser del libro -humoristico- de Carlos Reymundo Roberts, "XXXXXXmente ")
Fin Off Topic

 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Muy mala la nota de La Nación . Además no dice que la mayoría de los vuelos no estan contabilizados y se hacen con aviones de las provincias y de YPF.
 

FerTrucco

Colaborador
Dos medios, dos notas... y dos pilotos distintos. En relación con los hechos de fines de 2001, la visión desde el "helicóptero de la foto":


 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
No puedo leer el link de La Nacion porque me niega el acceso digital,lo puede subir al texto?
Con respecto a la nota de Infobae rescato la figura del Brigadier (R) VGM Juan Carlos "PACÚ" Zarza,una excelente persona,profesional,operó todos los helicopteros de la FAA como Comandante,hasta los CH-47 CHINOOK,es un año mas antiguo que Yo,y ya desde Cadete (compartimos tres años en el Cuerpo de Cadetes) se destacó por su personalidad y templanza.Con su accionar en Cristo Redentor cumplió con su deber de aviador militar al servicio de Presidencia de la Nacion.
Por ello me gustaria leer el articulo de la Nacion.
 
Buenas tardes Sr. Bigua82:

“Había tres destinos para el expresidente”. El piloto que evacuó a De la Rúa desde el techo de Casa Rosada revive, al detalle, aquel día histórico​

Claudio Zanlongo fue el piloto de helicóptero que trasladó a Fernando De la Rúa, luego de que presentara su renuncia al Congreso Nacional



LA NACION>Lifestyle

En exclusiva revela que, en medio del estallido social, habían previsto tres posibles “vías de escape” para el ex presidente: la Quinta de Olivos, Campo de Mayo y Uruguay​

20 de diciembre de 202108:36
Constanza Bengochea
PARA LA NACION
La imagen del helicóptero sobre Casa de Gobierno se presenta como una amenaza para cada presidente. Cada tanto aparece en carteles, en algunas marchas, para recordarles que el final siempre los está sobrevolando. Claudio Zanlongo no aparece en la foto: está dentro de la cabina, es quien maneja el helicóptero presidencial. Va concentrado, esquivando cables, intentando no apoyar las ruedas sobre el techo del Salón Blanco que, en cualquier momento, puede desmoronarse. Le tocó ser protagonista de una jornada histórica, del último vuelo de Fernando de la Rúa, el 20 de diciembre de 2001. Hoy, 20 años después de aquél “diciembre trágico”, su testimonio resulta fundamental para reconstruir uno de los pasajes más difíciles de nuestra historia moderna.
Luego de la negativa del PJ de conformar un gobierno de unidad nacional, Fernando De la Rúa renunció a su cargo como presidente y el 20 de diciembre, a las 19.52 horas, abandonó la Casa Rosada en helicóptero
Luego de la negativa del PJ de conformar un gobierno de unidad nacional, Fernando De la Rúa renunció a su cargo como presidente y el 20 de diciembre, a las 19.52 horas, abandonó la Casa Rosada en helicópteroArchivo
Oriundo de Don Torcuato, Claudio Zanlongo ingresó en la Fuerza Aérea en 1980 decidido a cumplir su sueño de convertirse en piloto. “Antes de terminar el secundario averigüé todas las alternativas. Un curso afuera, en el exterior, era muy oneroso. Por eso me propuse entrar en alguna de nuestras fuerzas armadas, porque en cualquiera de las tres podés ser piloto. Finalmente me decidí por la Fuerza Aérea porque era la que más apoyo social brindaba: ayudaba a la gente en las inundaciones, en la lucha contra el cólera... además participa en Cascos Azules. Me especialicé en helicópteros, donde hice la mayor cantidad de mis horas de vuelo”, cuenta.

-¿Cómo llegó a convertirse en piloto presidencial?
-En el año 94, Carlos Menem compró el helicóptero presidencial, un Sikorsky S-70. Hasta ese momento, el presidente se trasladaba en distintos helicópteros que eran propiedad de la Fuerza Aérea. El Sikorsky es un helicóptero muy rudo y utilitario: en los Estados Unidos los usaban como recambio de los viejos Bell UH-1H, utilizados en la guerra de Vietnam. Cuando llegó al país, seis pilotos hicimos el curso para manejarlo. Finalmente, los dos más jóvenes del grupo quedamos como pilotos oficiales del helicóptero presidencial.
Durante 10 años, Claudio Zanlongo estuvo a cargo del helicóptero presidencial
Durante 10 años, Claudio Zanlongo estuvo a cargo del helicóptero presidencial

“Muchachos la idea es sacar al Presidente del techo”

-¿Qué recuerda del 20 de diciembre de 2001?
-Esa mañana llevamos al De la Rúa desde Olivos hasta la Casa Rosada. Todos los movimientos rutinarios del helicóptero los ordenaba el edecán de turno. Él nos llamaba a nosotros y nos decía “el Presidente necesita que despeguemos a tal hora”. Esa era la rutina. Dejamos al presidente frente al edificio del Correo, como de costumbre.
-¿Notó algo distinto?
-No vi nada anormal en las inmediaciones, pero sabíamos por los medios de comunicación que la cosa venía difícil. El año anterior había renunciado el vicepresidente [por Chacho Álvarez], después hubo tres ministros de economía distintos y pasó lo del corralito. Había caos social. Además, el día anterior el Presidente había decretado el Estado de Sitio, por lo que las garantías constitucionales de todos nosotros no estaban aseguradas. Era muy grave lo que estaba pasando en el país y uno no era ajeno a eso. Pero esa mañana el caos no había llegado a Plaza de Mayo... todavía.
-¿Qué hizo luego de dejar al presidente en Casa de Gobierno?
-Despegamos y volamos a Mariano Moreno, la séptima brigada aérea dependiente de la Fuerza Aérea, donde estaba el taller de mantenimiento presidencial. El helicóptero, a diferencia del avión, tiene muchas superficies móviles que requieren un mantenimiento constante. Estábamos esperando que los mecánicos terminasen su trabajo cuando nos llamó Jefe de la Agrupación Aérea, el comodoro Sergio Castro. No era habitual que él nos llamase. Como le dije, lo normal era que nos llamase el edecán. Y cuando uno recibe un llamado “no habitual” prende las luces de alarma y piensa: “Algo está pasando”. Eso, sumado al momento social que vivía el país...
PRESIDENTES EN LA TORMENTA. DE LA RÚA Y LA CRISIS QUE MARCÓ EL CAMBIO DE SIGLO
-¿Qué le dijo el comodoro Castro?
-Nos pidió que volemos a Aeroparque y que nos quedemos allí, a la espera de nuevas instrucciones. Dijo que, tal vez, durante el día podíamos tener algún movimiento urgente. Cuando llegamos nos llamó nuestro jefe y nos dijo: “Miren, muchachos, la idea es sacar al presidente de Casa de Gobierno desde el techo”. Nos quedamos asombrados. Si bien el helicóptero presidencial está preparado para aterrizar en cualquier lado -mientras el piloto evalúe que es seguro para los que están a bordo y también para terceros-, hacía mucho tiempo que no se aterrizaba en el techo de la Casa de Gobierno. La última vez que se hizo fue en 1987, cuando el presidente Raúl Alfonsín, en Semana Santa, dio el famoso discurso que dijo: “Felices Pascuas, la casa está en orden”. Después, el arquitecto responsable de la Casa Rosada prohibió que se volviera hacer por “fallas estructurales”.
Claudio Zanlongo revela los tres destinos para el ex presidente De la Rúa que habían previsto quienes planearon la evacuación: Olivos, Campo de Mayo ó Uruguay.
Claudio Zanlongo revela los tres destinos para el ex presidente De la Rúa que habían previsto quienes planearon la evacuación: Olivos, Campo de Mayo ó Uruguay.
-Es decir que desde 1987 nadie aterrizaba sobre el techo de la Casa Rosada.
-Claro. Además hay que tener en cuenta que cuando la Casa Rosada fue construida no había helicópteros. Lo que luego se usó como helipuerto es el techo del Salón Blanco, que no tiene columnas en el medio: es una gran bóveda con escasa resistencia, que a lo largo de todos esos años de uso generaron grietas y fallas estructurales. Por eso, hace años, se decidió no aterrizar más allí y se hizo un helipuerto -que ahora está en otro lugar- frente al Correo Central, a 230 metros de la Casa de Gobierno. Nosotros aterrizábamos ahí y luego los autos de la custodia presidencial trasladaban al Presidente hasta la Casa Rosada.
-¿Por qué cambiaron la rutina aquella tarde del 20 de diciembre de 2001?
-Porque era riesgoso llevar al Presidente desde Casa Rosada hasta el helipuerto. Había tal caos alrededor de la Casa de Gobierno, la zona era el epicentro de todo. Fue por eso que se consideró la alternativa del techo. Si bien estaba prevista una situación así, porque hacíamos prácticas de evacuación, nunca evaluamos la posibilidad de que hubiese semejante caos social que nos impidiera llevar al Presidente desde Casa Rosada al helipuerto.
-¿Cuál era el mayor peligro?
-El tema fue que el techo, como hacía muchos años que no se usaba para aterrizajes, estaba lleno de antenas y cables. Había un cable inmenso, como de diez pulgadas de diámetro, que iba de la Casa Rosada al Banco Central. Era muy peligroso. Y con toda la gente abajo podía terminar en una tragedia. Por eso, el que nos estaba ordenando aterrizar ahí, había subido al techo. Él también era piloto, hacía turno con nosotros, y desde ahí, a través de la radio, nos fue guiando por los corredores más despejados para poder llegar.
A pesar del estado de sitio decretado por el Presidente la noche anterior, al día siguiente la gente se congregó en la Plaza de Mayo
A pesar del estado de sitio decretado por el Presidente la noche anterior, al día siguiente la gente se congregó en la Plaza de Mayo

“El Presidente era un hombre de contextura flaquita, el viento no lo dejaba acercarse”

“Ingresamos desde el Cabildo, cruzamos toda la plaza hasta Casa Rosada. Si vos me preguntas qué pasaba en la plaza, tengo que decirte que no miré. No tuve tiempo de mirar. Cuando nos aproximamos al techo, teníamos a este hombre dándonos explicaciones. Pero, como pasa siempre, la Ley de Murphy: en los últimos momentos del aterrizaje se cortó la radio. No sabemos qué paso, pero igual ya teníamos todas las indicaciones y la suerte de que el viento venía desde el este”, recuerda Zanlongo.
-No apagó motores.
-No, más que nada apoyamos las ruedas, siempre con el motor a pleno. Si reducíamos a ralentí [marcha lenta] el helicóptero iba a apoyar todo su peso en el techo. Este helicóptero tiene amortiguadores como si fuesen los de un coche: las ruedas quedan apoyadas, pero sin descargar el peso. Nos mantuvimos como en vuelo estacionario [permite mantener la aeronave en vuelo fija sobre un punto, sin avanzar en ninguna dirección].
-¿Y qué pasó luego de “estacionarse” sobre el techo de la Casa de Gobierno?
-Llegó De la Rúa. Pero había demasiado flujo de aire que era muy difícil acercarse al helicóptero. Había que hacer mucha fuerza para caminar. Además, recuerde que el presidente era un hombre de contextura flaquita, de edad avanzada. Dos personas lo llevaban, una de cada lado, tomándolo de los brazos. Entre el edecán (el teniente coronel Giacosa) y un suboficial de la Fuerza Aérea (de apellido Orazi) le quebraron la cintura hacia adelante y con esa extraña maniobra lograron llevarlo hasta la nave. Orazi abrió la puerta y De la Rúa subió junto al edecán. Fue un momento de estrés muy grande, el helicóptero estaba volando y cualquier ráfaga de viento podía llevarte a hacer un movimiento brusco que provoque que una pala baje y ocasione un accidente.
-¿De la Rúa comentó algo durante el viaje?
-Venía agachado, no le pudimos ver la cara. Cuando el subió, me acuerdo que me di vuelta para ver si estaban atados, pero el presidente era muy inexpresivo. El edecán me levantó el pulgar y despegamos.
-¿Sabían dónde debían trasladarlo?
-No me acuerdo si fue cuando llegamos a Casa Rosada o antes de despegar de Aeroparque que nos avisaron cual era el destino, que era Olivos. Pero también sabíamos que estaba preparado el H01, el otro helicóptero presidencial, con los tanques suplementarios llenos, lo que le daba una autonomía impresionante. ¿Por qué? Quienes planearon la evacuación definieron tres destinos posibilidades: el primero y más lógico era la Quinta Presidencial de Olivos, pero también pensaron en la quinta de Anchorena [Parque Nacional Aarón de Anchorena] en Uruguay, que está 50 kilómetros desde Olivos, o llevarlo a algún punto de Campo de Mayo.
-¿Qué pasó cuando llegaron a Olivos? ¿Había alguien esperándolos?
-Estaba el intendente de la Quinta de Olivos, que era como el encargado administrativo, de confianza del Presidente. No recuerdo ahora el nombre, pero tenía mucha familiaridad con el presidente. A nosotros eso nos llamaba la atención porque había mucho formalismo en torno a la figura del presidente y este hombre siempre andaba medio de sport, distinto del resto. Y ese día, cuando llegamos a Olivos, yo me bajé y le abrí la puerta del helicóptero al presidente y este hombre ya estaba ahí esperándolo. Fue la primera vez que vi al presidente sonreír y abrazarlo. Yo no sé si eran los nervios del momento o la sensación de haberse sacado una mochila de encima, pero parecía aliviado. Posteriormente nos enteramos que había renunciado. Hay cosas que se me van borrando con los años, pero me acuerdo de esa escena porque me llamó la atención el gesto.

“Fui un protagonista sin quererlo”

Durante sus diez años como piloto del helicóptero presidencial, Zanlongo trasladó también a Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner (sólo en sus primeros dos años como presidente). “A los cuatro presidentes que pasaron en una semana no los llevé. O no se movieron mucho o cuando lo hicieron yo no estaba de turno”, recuerda.
-A la distancia, ¿sacó alguna conclusión sobre lo que sucedió aquel día?
-Tomé consciencia de que fui protagonista de un momento histórico, pero sin quererlo. Yo tengo un perfil muy bajo. El azar me hizo estar de turno en ese día. Son momentos críticos que uno desea que no vuelvan a ocurrir jamás.
-La experiencia de haber transportado a tantos presidentes le habrá dejado algún recuerdo de todos ellos.
-
El recuerdo de Carlos [Menem] es extraordinario. Era una persona que podemos cuestionar como político, para eso están los historiadores y los politólogos, pero tenía un trato extraordinario. Nos conocía a cada uno por el nombre. Que siendo Presidente tenga la memoria de acordarse del nombre de los pilotos es un gesto hacía que uno se sintiera considerado. Él era esa clase de gente que es el centro, su personalidad llamaba mucho la atención. Siempre se preocupaba por la tripulación. Duhalde tenía un perfil muy parecido. Con De la Rúa ya no teníamos tanto contacto, estuvo menos tiempo en el cargo y no usaba mucho el helicóptero. Y con Kirchner tuvimos la relación normal de presidente-piloto, sin mucho contacto. Estuve dos años con él porque después decidí pedir el retiro.
Desde su retiro, ya como vicecomodoro , Zanlongo se radicó en la provincia de Salta para satisfacer su otra vocación, el compromiso social. “Hace 17 años que vivo en Salta y aún me maravillan sus paisajes -asegura-. La mayoría de los vuelos que hago son sanitarios y de asistencia a la comunidad wichi. En las comunidades andinas hay gente que está viajando a lomo de burro durante 14 o 16 horas para avisar que su señora está con pérdidas de embarazo y nosotros, con el helicóptero, subimos en cinco minutos y la podemos llevar al hospital. Otras veces, como no podemos aterrizar donde está el paciente, dejamos el helicóptero a dos o tres horas de caminata que hacemos con el médico llevando una camilla… esas son las cosas que uno lo hacen sentir realmente útil”, dice.
“Si hoy me preguntas: ¿Preferís ser piloto presidencial o hacer vuelos sanitarios? Yo te digo con seguridad que elijo los sanitarios. Creo que es mi misión en esta vida. Pienso que mi experiencia como piloto presidencial fue necesaria para llegar hasta aquí y poder valorar lo que estoy haciendo”, concluye.
En la imagen, al oeste del Valle de Lerma en tareas de rescate. Desde hace 17 años que Claudio Zanlongo vive en Salta, se retiró de la Fuerza Aérea como vicecomodoro y actualmente realiza vuelos sanitarios
En la imagen, al oeste del Valle de Lerma en tareas de rescate. Desde hace 17 años que Claudio Zanlongo vive en Salta, se retiró de la Fuerza Aérea como vicecomodoro y actualmente realiza vuelos sanitarios
Constanza Bengochea
 
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