En este caso concreto fue una decision de diseño para aprovechar la capacidad industrial instalada en el país, bajar costos y reducir tiempos de desarrollo.
Tradicionalmente va a notar que la mayoría de los vehículos de combate en el mundo son monocascos y no agradan los chasis. Generalmente, con chasis terminan siendo más alto y esa característica era mal vista en el pasado.
Pero en años recientes se están observando varios desarrollos en el mundo que recuperan la idea del chasis. Por un lado, tal parece que esa altura adicional y la separación entre la caja protectora y el resto de las cosas añadidas al chasis mejora la protección frente a minas, explosivos improvisados y, también, facilitaría el mantenimiento y las reparaciones.
Por otro lado. Como el chasis contiene muchos de los componentes ruidosos, la cabina con la tripulación termina siendo más silenciosa y eso es cada vez a apreciado para operaciones de larga duración.
Dicho esto, la tendencia continúa siendo mayoritariamente a favor de los monocascos. La mayoría de los vehículos de combate de ruedas en el mundo son monocascos y la mayoría de los proyectos en desarrollo continúan siendo monocascos.
Los vehículos de combate sobre chasis son minoría, pero el Guarani no es el único diseño resiente que apuesta por esta solución. Otro ejemplo muy interesante fue el proyecto sueco SEP, que recurría a chasis tanto para la propulsion de ruedas como cadenas.