El pasado miércoles, el Senado de los Estados Unidos designó a la general Laura Richardson para dirigir el Comando Sur de las Fuerzas Armadas de los
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El Comando Sur y la designación de Richardson: ¿Cómo influye en la Argentina?
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Durante su
audiencia de confirmación en el Senado de los Estados Unidos y frente al Comité de Servicios Armados, Richardson respondió a diversas preguntas. Entre ellas, el Senador Mark Kelly puntualizó en indagar sobre su posición frente a la asociación con países de Sudamérica y las diversas problemáticas que se enfrentan.
Puntualmente, Kelly destacó que esta asociación “es fundamental para garantizar la seguridad y la estabilidad en la región”, pero se mostró intranquilo por los esfuerzos de China para perseguir acuerdos de armas con los “países de nuestro patio trasero”.
Destacó que el potencial de los aviones de combate chinos en Sudamérica es “motivo de gran preocupación” y, por ende, que debe ser discutido. Focalizó en que Argentina solía volar aviones Mirage III de origen francés, pero que al retirarlo en el 2015 ha tratado de adquirir un reemplazo en el que China no debe ser una opción.
“Sigue siendo un problema que estemos teniendo un desafío para vender aviones de combate occidentales a Argentina. Por eso han mirado y perseguido comprar el JF-17 a los chinos, lo cual es una gran preocupación para mí y para los demás”, destacó Kelly.
El Senador preguntó a Richardson qué cree que es posible hacer frente a la situación “para ayudarlos a satisfacer sus necesidades de adquisición”, utilizando plataformas estadounidenses o de aliados. Frente a esto, Richardson puntualizó en que comparte su preocupación sobre la presencia china en el área de operaciones del sur, y que su compromiso está con la Argentina de ser confirmada para el cargo.
La general finalizó su argumento haciendo hincapié en que se buscará contrarrestar la influencia externa de China en el hemisferio compartido y “en el vecindario”. Además, respondiendo a la pregunta del Senador Kelly sobre si el Departamento de Estado debería intervenir para garantizar que el JF-17 chino no se venda a la Argentina, Richardson puntualizó en que trabajará de cerca con la “nación socia de Argentina” para evitar que suceda.
Las declaraciones surgen en un contexto de incertidumbre sobre el accionar estadounidense frente a la presencia china en la región, específicamente en alusión directa a los ofrecimientos de venta del caza supersónico PAC JF-17 Thunder a la Argentina. Sin embargo, es de público conocimiento que
Richardson expresó que se comprometerá a entablar mejores relaciones con la Argentina y cooperar con el país para que adquiera un “nuevo caza supersónico de procedencia occidental”.
Para la Argentina, dotar a la Fuerza Aérea de un nuevo caza supersónico se torna una necesidad primordial,
principalmente luego de retirar Mirage III y Finger en el año 2015. En este sentido, la nominación de Richardson al mando del Comando Sur podría suponer una gran oportunidad para la Argentina de obtener un sistema de armas que dote al país de capacidad de interceptación supersónica, cuestión anhelada en las Fuerzas Armadas.