La participación del Pucará en el Conflicto del Atlántico Sur comenzó en los últimos días de marzo, cuando se planificó emplear estos aviones para dar apoyo aéreo en las primeras horas del Operativo Rosario.
El Escuadrón Aeromóvil Pucará, integrado por cuatro aeronaves al mando del mayor Navarro, aterrizó a las 16 horas del 2 de abril en la Base Aérea Militar Malvinas.
Las dimensiones de la pista, su pequeña plataforma y la ausencia de otras facilidades impedían la operación de los Skyhawk, Mirage o Canberra por lo que se decidió reforzar al Escuadrón con una dotación de doce aviones, vista la intención inglesa de recuperar las islas por la fuerza.
Durante los dos meses y medio que los Pucará estuvieron en Malvinas realizaron 186 salidas; completaron 317 horas de vuelo, destruyendo un helicóptero, causando averías a otro y numerosas bajas entre el personal terrestre inglés.
Sin dudas, las misiones características de apoyo de fuego aéreo cercano y de reconocimiento ofensivo fueron ocasiones en las cuales demostró su eficacia y precisión.