Noticias de Egipto

Sebastian

Colaborador
¿Cómo se originó la profunda crisis en Egipto?

Redacción
BBC Mundo
Jueves, 15 de agosto de 2013

La incursión policial en dos campamentos de protestas ha dejado decenas de heridos.

La presidencia interina de Egipto decretó el estado de emergencia durante un mes tras los violentos enfrentamientos este miércoles entre simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi y las autoridades.

El asalto policial a dos campamentos de protesta de seguidores de los Hermanos Musulmanes causó un elevado número de muertos. El gobierno interino informó este jueves que más de 500 personas fallecieron y según el Ministerio de Salud 3.572 resultaron heridas en la jornada de violencia.

BBC Mundo le presenta las claves de los últimos acontecimientos en la crisis en Egipto.

¿Qué ha ocurrido en los campamentos de protesta en El Cairo?
Las fuerzas de seguridad se movilizaron en la madrugada del 14 de agosto para desalojar dos campamentos de protesta de los partidarios del derrocado Morsi a las afueras de la mezquita Rabaa Al Adawiya en El Cairo y en la plaza Al Nahda, en el oeste de la ciudad.

El gas lacrimógeno fue utilizado para dispersar a los manifestantes y se escucharon ráfagas de armas de fuego. Además, se utilizaron bulldozers blindados para dispersar los campamentos.

James Reynolds, corresponsal de BBC desde El Cairo

"Poco antes de las siete de la mañana, desde una esquina de la calle cerca del campamento establecido en la mezquita Rabaa, vi comenzar la incursión policial.

Un bulldozer militar blindado condujo hacia las barricadas en los extremos del campamento. La excavadora se abrió camino a través de las filas de ladrillos y sacos de arena. Los manifestantes, seguidores de Morsi, respondieron lanzando piedras y quemando neumáticos.

Al mismo tiempo, la policía antidisturbios, en vehículos blindados, avanzó por las calles cercanas. Durante más de dos horas oí el chasquido de munición real. Las explosiones fuertes fueron acompañadas del ruido profundo, ensordecedor de explosiones de gas lacrimógeno.

Durante un tiempo, era difícil respirar sin una máscara de gas. Algunos residentes locales colocaron pañuelos en sus caras y observaron el despliegue policial desde sus balcones".

Se reportaron varios cientos de muertos durante el violento desalojo pero las cifras varían entre la versión de las autoridades y la de los Hermanos Musulmanes.

Los partidarios de Morsi califican los enfrentamientos de masacre, pero sus opositores acusan a algunos de ellos de cometer actos de violencia extrema contra las fuerzas de seguridad.

Los dos campamentos fueron ocupados por partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi, quien fue destituido por los militares el pasado 3 de julio después de las masivas protestas callejeras contra sus políticas.

Sus simpatizantes exigen su reincorporación y han desafiado las advertencias de las autoridades para poner fin a las sentadas.

¿Qué originó la crisis en Egipto?
Durante su primer año de gobierno, el presidente electo Mohamed Morsi se distanció de instituciones clave y de varios sectores de la sociedad. Para muchos egipcios, el presidente islamista no estaba resolviendo los problemas económicos y sociales del país.

Egipto se fue polarizando cada vez más entre los simpatizantes islamistas de Morsi y sus opositores, entre los que se incluyen miembros de la izquierda, liberales y seculares.
Los problemas se agudizaron a partir de noviembre de 2012 por la redacción de la nueva Constitución que fue aprobada por la Asamblea Constituyente (dominada por los aliados de Morsi), pese al boicot por parte de liberales, laicos y la Iglesia copta.

A medida que aumentaba el descontento de la oposición, Morsi emitió un decreto que daba poderes especiales a las fuerzas armadas hasta la celebración de un referéndum el 15 de diciembre de 2012 sobre el proyecto de Constitución, lo que los críticos dijeron que equivalía a una forma de ley marcial.

A finales de abril, activistas de la oposición crearon la base para el movimiento de protesta contra Morsi.

Millones de personas salieron a la calle el pasado 30 de junio para manifestarse en contra de las políticas del mandatario, lo que coincidió con el primer año de su gobierno.

El pasado 3 de julio, el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Abdul Fatth al Sisi, anunció que suspendía la Constitución y nombró al jefe de la Corte Constitucional Suprema, Adly Mansour, como presidente interino hasta que se convoquen elecciones.

El golpe militar fue apoyado por los opositores, que se agruparon en el movimiento civil contra Morsi llamado Tamarod, que significa "revuelta" en árabe, y cuyos representantes acompañaron al ejército en su anuncio en televisión del derrocamiento del islamista.

Desde esa fecha, Mohamed Morsi permanece detenido en paradero desconocido.

Los partidarios del expresidente islamista han celebrado manifestaciones casi diarias para exigir su restablecimiento ante la sede de la Guardia Presidencial, en El Cairo, que se convirtió en un punto incendiario.

Muchos creen que este es el lugar donde se encuentra detenido el depuesto presidente Morsi.

¿Quién es Mohamed Morsi?
Morsi surgió de las filas de los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista prohibido en el país durante décadas, y se convirtió en el jefe de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia.

Mohamed Morsi fue el quinto presidente de Egipto y el primer civil e islamista en ocupar ese puesto. Es, además, el primer presidente electo democráticamente en Egipto tras ganar por un pequeño margen las elecciones en junio de 2012.

Reemplazaba así a Hosni Mubarak, quien se mantuvo en el poder durante 30 años hasta que fue derrocado tras protestas populares en febrero de 2011.

Desde que Morsi fue expulsado del poder -sólo duró un año en el cargo- los enfrentamientos entre sus seguidores y las fuerzas de seguridad habían dejado un saldo de más de 250 muertos hasta el desalojo del miércoles.

¿Qué ocurrirá ahora?

Desde que Mohamed Morsi fue expulsado del poder, sus partidarios se han manifestado casi a diario para pedir su restablecimiento.

En medio de la compleja situación política que atraviesa el país, el presidente interino, Adly Mansour, ha trazado un plan para una transición que incluye una revisión de la Constitución que aprobó Morsi y nuevas elecciones parlamentarias a principios de 2014.

El plan ha sido rechazado por los Hermanos Musulmanes y también ha recibido críticas de los partidos de izquierda y liberales.

El general Abdul Fattah al Sisi prometió "no excluir a nadie ni a ningún movimiento" y pidió medidas para "empoderar a los jóvenes y su integración en las instituciones del Estado".

Sin embargo, no ha definido hasta el momento la duración del período de transición o qué papel desempeñará el ejército.
El ejército es el más poderoso organismo gubernamental en Egipto, y muchos dicen que funciona como un Estado dentro del Estado. Las empresas de propiedad militar constituyen una proporción significativa de la economía del país.

Reacciones
Tras los enfrentamientos este miércoles, la presidencia declaró el estado de emergencia durante un mes.

Entre otras reacciones a los cientos de muertos, Mohamed El Baradei, vicepresidente interino de Egipto y premio Nobel de la Paz, anunció su dimisión.

En un comunicado, el Baradei defendió su postura pacífica ante el desarrollo de una jornada de violencia: "No puedo seguir asumiendo la responsabilidad de las decisiones con las que no estoy de acuerdo y temo sus consecuencias. No puedo asumir la responsabilidad de una sola gota de sangre".

La comunidad internacional se ha unido en una condena conjunta de los acontecimientos e instaron al gobierno de Egipto a que se abstuviera de utilizar la violencia.

"La violencia sólo hará que sea más difícil que Egipto salga adelante en el camino hacia la estabilidad duradera y la democracia y va directamente en contra de los compromisos por parte del gobierno interino para buscar la reconciliación. Nos oponemos firmemente a un retorno a un estado de emergencia y hacemos un llamado al gobierno a que respete los derechos humanos básicos", aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Para el editor de Medio Oriente de la BBC, Jeremy Bowen, el futuro del país dependerá de acercar a los opositores hacia el acuerdo.

"Tanto el ejército como los Hermanos Musulmanes piensan que el futuro de Egipto está en juego. Ambos tienen razón. Pero sin consenso nacional ningún egipcio conseguirá tener una vida mejor", apuntó en su cuenta de Twitter este miércoles.



http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130814_claves_crisis_egipto_ap.shtml
 
Por eso es preferible la estabilidad de un estado dictatorial moderado y laico donde la gente vive tranquila, estudia y trabaja. Es la única oportunidad e una vida normal que puede tener esa gente. La democracia o la caída de esas dictaduras solo trae fanatismos, totalitarismos fundamentalistas, guerra civil y la destrucción de esos países.
huh
 
pero no funciona por el golpe militar que esta trayendo esto, osea esto es por el golpe militar no por la democracia
No creo que sea tan simple. Si la democracia sirve para que una mayoria imponga su voluntad sobre el resto de las minorias. no es democracia. Si, se vota y todo eso, pero no es realmente una democracia. Quizas lo sea en teoria, pero esa definicion teorica no garantiza para nada que el sistema sea justo. Y siempre que haya injusticia, tarde o temprano corre sangre.
Los problemas en Egipto viene de antes del ultimo golpe militar, no son una consecuencia de este. Diria que es todo lo contrario. El golpe es una consecuencia de los problemas.
 
¿Y acaso la situacion actual en la que las minorias no solo imponen su voluntad a las mayorías, sino que las masacran es mejor que la anterior? Porque en ese caso, las unicas elecciones válidas son las que nos gustan a cada uno...
 
¿Y acaso la situacion actual en la que las minorias no solo imponen su voluntad a las mayorías, sino que las masacran es mejor que la anterior? Porque en ese caso, las unicas elecciones válidas son las que nos gustan a cada uno...

No se donde di a entender eso.

El sistema democratico en paises divididos casi irreconciliablemente (por las causas que sean) solo funciona si hay plata para comprar/cambiar voluntades (hay algunos ejemplos pero no muchos). De lo contrario, sucede siempre lo mismo: en mayor o menor medida, esto que vemos. Si no son masacres mounstrosas, es persecucion de enemigos politicos y represion.
La democracia es una herramienta, no es el fin mismo. EL objetivo es que todos vivan mejor, si esto no se logra, la democracia no cumpe su función.

Para que se entienda, la democracia no se impone, sino que se logra (a veces, se compra).
 
Uds. ven lo que quieren ver. Las "elecciones" pusieron en el poder a un grupo extremista que quiere imponer la ley islámica a todo el paìs (apedrear mujeres, encarcelarlas si son violadas, cosas democráticas por el estilo).
La "masacre" puede suceder en cualquier lado cuando un grupo se enfrenta con armas de fuego a las FF.SS. con el objetivo de que que muera gente para hacer quedar mal al gobierno.

Durante décadas dictaduras dominaron Irak, Siria, Egipto, y eran países abiertos, laicos, sin sharia, con paz social, con educación, los mayores niveles de vida de la región, servicios básicos cubiertos, etc.
Todo eso se fue al caño en pos de la libertad. Ahora no tienen agua, ni luz, abandonan el país para vivir de refugiados, las mujeres no pueden salir a calle, están en guerra civil, llenos de islamistas fanáticos que descuartizan gente, comen corazones de soldados, secuestran occidentales, matan a cualquiera que no diga allah hu akbar.
 
ARGENTVS dijo:
...Irak, Siria, Egipto, y eran países abiertos, laicos, sin sharia, con paz social, con educación, los mayores niveles de vida de la región, servicios básicos cubiertos, etc...
A pesar de estar mas o menos de acuerdo con lo que pones, no puedo dejar de pensar que no me hubiera gustado ser Kurdo en la epoca de SH en irak.
Igual creo que coincidimos en que la democracia no se impone por las armas.
 
El problema en estos paises es que hay facciones / grupos que se valen de la democracia (o mejor dicho del sistema electoral) para acceder al poder y una vez en el, se dedican a imponer sus ideas y sistemas de gobierno / forma de vida / religion, obligando al resto de la poblacion a hacer lo que ellos quieren, violando sus libertades individuales incluso
 

Sebastian

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Egipto se encuentra al borde de una guerra civil

16 de agosto de 2013 Nikolái Surkov, Rusia Hoy
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha recomendado a los ciudadanos rusos que se abstengan de visitar Egipto debido al empeoramiento de la situación en el país.


Expertos rusos comentan las posibles salidas de la crisis en el país aŕabe. Fuente: Reuters
El Ministerio de Situaciones de Emergencia ha comunicado su disposición para evacuar a los rusos que se encuentren en Egipto en caso de que el gobierno diera la orden.

Según las últimas informaciones durante la disolución de los manifestantes antigubernamentales en El Cairo y otras ciudades han muerto más de 500 personas. Egipto lleva ya un mes, desde el 14 de agosto, en estado de excepción y en 11 provincias hay toque de queda.

El nivel de violencia de los enfrentamientos en El Cairo ha provocado el miedo a que estalle una guerra civil en Egipto. Varios expertos rusos reconocen que el riesgo de que surja un conflicto es grande, sin embargo confían en la cordura de la élite egipcia y en su capacidad para llegar a un acuerdo en el último momento.

La catedrática sobre Oriente Medio de la MGIMO Marina Saprónova, considera que teniendo en cuenta los últimos acontecimientos no es de esperar una rápida estabilización de la situación en Egipto. "La situación es muy complicada, el país es grande, la sociedad está dividida", dice.

Sin embargo esta experta está convencida de que no habrá guerra civil: "En Egipto no se dará un escenario como el de Libia o el de Siria. El potencial revolucionario no es tan grande y lo más importante es que no hay financiación extranjera. Los actores regionales no están interesados en la desestabilización”.

Marina Saprónova cree que finalmente en Egipto habrá una vuelta al viejo sistema, ya que en el país, al igual que antes, tan solo hay tres fuerzas políticas reales: los islamistas, los representantes del antiguo régimen y el ejército. "Todo lo decidirá el consenso entre estas tres fuerzas, porque las demás fuerzas no tienen capacidad para influir sobre la situación", recalcó la profesora.

El ejército jugará además un papel muy importante en el país. "En el futuro cercano debería aparecer un plan de regulación política, una especie de hoja de ruta, desarrollada por los militares. Se cambiará la constitución, las enmiendas afectarán a los poderes del presidente que serán reducidos, mientras que aumentará el papel del ejército. La nueva constitución es la base de la renovación del sistema político, se formará un gobierno y habrá elecciones", constató Marina Saprónova.

En la entrevista con Rusia Hoy añadió que la situación en Egipto dependerá de hasta qué punto el gobierno es capaz de resolver los problemas económicos. "En este punto jugará un papel muy importante los actores externos, como por ejemplo Arabia Saudí", dijo Marina Saprónova.

El profesor de la universidad RGGU, Grigori Kosach, comentó que los actuales sucesos en Egipto son el segundo y último acto de un golpe de Estado : "En el país había dos centros de fuerza y uno tenía que acabar con el otro antes o después".

El experto advierte que en Egipto se dan premisas muy serias para que haya una guerra civil: "Ahora se está intentado apartar a los Hermanos Musulmanes del proceso político. El resultado será un movimiento de radicalización. Pasarán a la clandestinidad con todas las consecuencias que esto acarrea. Habrá un enfrentamiento soterrado entre los islamistas y el poder".

Grigori Kosach también considera que la actual ola de violencia puede provocar un cisma en las estructuras de poder y un movimiento de una parte de ellas hacia el bando de los Hermanos Musulmanes, ya que los más probable es que haya células islamistas en el ejército, en la policía y en los servicios secretos.

En opinión del este entrevistado por Rusia Hoy, la crisis puede ahondarse por el hecho de que el actual gobierno egipcio es extremadamente inestable. "En el gobierno no hay una opinión única en cuanto a cómo hay que actuar con los manifestantes. Esto queda demostrado por la dimisión de al-Baradei. Puede que le sigan otras figuras", constató el profesor.

En cuanto al futuro político de Egipto, Grigori Kosach señaló que en una situación de debilidad de la administración civil, los militares pueden intentar establecer un dictadura, aunque esta no duraría mucho tiempo ya que el exterior vería muy mal este paso. "Los generales no quieren perder la ayuda extranjera. Por eso tienen que restablecer la vida parlamentaria y redactar una nueva constitución", explicó.

El docente de la facultad de política de la MGU, Vasili Kuznetsov, dijo en entrevista con Rusia Hoy que en Egipto es más probable que haya "un largo periodo de violencia política", como el de Argelia en los años 90 que una guerra civil como la que hay ahora mismo en Siria.

En su opinión hay toda una serie de factores que desestabilizan la situación. En primer lugar, la división de la sociedad en dos grupos prácticamente del mismo tamaño. En segundo lugar, los graves problemas económicos que es imposible solucionar de forma rápida. Y en tercer lugar, la gran cantidad de armas que tiene la población y la afluencia de combatientes de Libia y Siria.

"Hay dos escenarios posibles. En el primero la élite política podría ser más inteligente que la población y llegar a un acuerdo que tranquilizara a las masas. Pero solo es posible si el pueblo no tiene armas. El segundo escenario es una guerra armada", considera Vasili Kuznetsov.

Como señala este experto para superar la crisis los militares deberían en primer lugar desarmar a la población y alcanzar un acuerdo con los hermanos musulmanes.

"Deberían crear un gobierno de tecnócratas. Y sería necesario que no hubiera democracia parlamentaria en los próximos dos años. El gobierno no debería someterse a la calle. Por otro lado se podría crear algún tipo de órgano conjunto en el que participaran los islamistas. A ser posible también poner en marcha los recursos de la diáspora egipcia en el extranjero", recalca.
http://rusiahoy.com/internacional/2...entra_al_borde_de_una_guerra_civil_31153.html
 
En este link en vivo, Live Stream de Al Jazeera con lo que está ocurriendo en Egipto, es en ingles.


Saludos.
 

Sebastian

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Egipto cancela las maniobras navales con Turquía

Egipto cancela las maniobras navales con Turquía

Egipto canceló hoy los ejercicios navales que planeaba celebrar en octubre próximo conjuntamente con Turquía, en protesta por la “injerencia” de Ankara en sus asuntos internos.

Un comunicado del Ministerio egipcio de Exteriores, citado por AFP, califica de “inaceptables las declaraciones y acciones de Turquía que suponen una clara injerencia en los asuntos internos de Egipto y se contradicen con la voluntad del pueblo egipcio”.

Anteriormente, Ankara llamó a consultas a su embajador en El Cairo tras la violenta represión de los partidarios del depuesto presidente islamista, Mohamed Mursi. Egipto respondió con una medida simétrica.

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reiteró hoy su llamamiento a convocar urgentemente una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la situación en Egipto y criticó la introducción del estado de emergencia en este país.

Ankara censuró desde un principio el golpe militar del pasado 3 de julio que apartó del poder a Mohamed Mursi e instó en más de una ocasión a liberar al presidente depuesto, que permanece incomunicado y en un paradero desconocido.

La víspera se supo que EEUU cancela la próxima edición de los ejercicios militares Bright Star que celebraba conjuntamente con Egipto cada dos años. El simulacro estaba previsto para septiembre.


La violencia estalla en Egipto en el ‘día de ira’ islamista contra el Ejército

Decenas de personas mueren en el país árabe en una jornada caótica
Son ya más de 600 personas las fallecidas tras la carga contra los campamentos pro Morsi
El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido contención a los líderes del país



Los manifestantes retiran a los heridos de la plaza Ramsés, de El Cairo. / K. ELFIQI (EFE)

Lo que iba a ser una jornada de protestas - un día de ira - en todo Egipto contra la masacre del miércoles en El Cairo y en defensa del depuesto presidente Mohamed Morsi se ha convertido en otro día de violencia descontrolada en El Cairo y otras ciudades del país árabe que, según fuentes oficiales citadas por Reuters, ha dejado más de 50 muertos. En las calles del centro de la capital egipcia el tiroteo ha sido constante desde primera hora de la tarde, con francotiradores parapetados en edificios y, según algunas fuentes, helicópteros militares disparando contra la muchedumbre.

Al igual que el miércoles, el número de víctimas varía según las fuentes. Testigos citados por la Agencia France Presse, afirma que solo en una mezquita cercana a la plaza Ramsés, epicentro de las manifestaciones de hoy, hay al menos 20 cadáveres. Fuera de la capital, las fuerzas de seguridad también han reprimido las manifestaciones de los partidarios de Morsi. Fuentes oficiales citadas por Al Jazira hablan de seis muertos en Ismailia (al noreste del país) y ocho en Damieta (en el delta del Nilo).

Las manifestaciones han partido de varias mezquitas de El Cairo tras el rezo del mediodía del viernes - el día de descanso musulmán - para confluir en la plaza de Ramsés. Algunos manifestantes se han escrito sus nombres en el cuerpo para facilitar su identificación. La televisión ha mostrado imágenes de francotiradores disparando a las marchas que avanzan hacia el centro de la capital. Algunas de ellas han logrado esquivar las barreras policiales. Según Al Jazira, el Ejército ha afirmado que disparará con fuego real a todos los intentos de asalto a edificios oficiales.

Numerosos líderes de la hermandad, hasta el miércoles refugiados en el campamento de la mezquita de Raba al Adauiya, en la capital egipcia, se han dispersado, muchos de ellos escondidos. Sobre varios de ellos penden órdenes de detención, porque la fiscalía considera que han incitado a la violencia durante diversos incidentes desde el golpe. La hija de 17 años de Mohamed Beltagy, vicepresidente del brazo político de la hermandad, el Partido Libertad y Justicia, falleció en la carga militar en el distrito de Ciudad Náser.

Los islamistas han perdido los campamentos que comenzaron antes y después del golpe en el que los generales depusieron por la fuerza a Mohamed Morsi, el primer presidente elegido democráticamente, pero ahora prometen mantener su pulso en las calles, desafiando al gobierno interino y desoyendo sus advertencias, después de que el ministerio del Interior dijera ayer que la policía tiene permiso para abrir fuego contra las multitudes que asalten propiedades públicas.

El miércoles la presidencia decretó el estado de emergencia y el toque de queda, en pie entre las 19.00 y las 06.00. Muchos negocios han permanecido cerrados en las jornadas pasadas y muchas calles de El Cairo quedaron vacías aun después del final del toque de queda. El grupo juvenil Tamarod, que convocó las marchas de oposición a Morsi y ha apoyado al nuevo gobierno, ha pedido también a sus seguidores que salgan a las calles este viernes para protestar contra los islamistas y mostrar apoyo a las maniobras militares.

La agencia oficial de noticias Mena ha informado de diversos disturbios y ataques en las pasadas horas contra fuerzas policiales. Según la prensa estatal, dos policías han muerto en una emboscada contra un control policial en El Cairo y otro ha perdido la vida cuando un grupo armado ha cargado contra el vehículo en el que viajaba en Ismailia. La mezquita de Al Azhar, la más prestigiosa institución del islam suní, ha pedido “contención” a las partes en conflicto en un comunicado emitido horas antes del arranque de las marchas islamistas. En Alejandría, la segunda mayor ciudad del país, se ha formado a media mañana una concentración de partidarios de Morsi. En la ciudad de Tanta, en el Delta del Nilo, se han producido enfrentamientos entre la policía y defensores del presidente depuesto. Según France Presse, la policía ha disparado con escopetas de perdigones y gases lacrimógenos contra los manifestantes.

En una reunión de urgencia mantenida el jueves, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió mesura a los líderes y a la cúpula militar de Egipto. “La opinión de los miembros del Consejo es que es importante acabar con la violencia en Egipto y que las distintas partes actúen con gran mesura”, dijo la embajadora argentina ante la ONU, Maria Cristina Perceval, presidenta de turno del Consejo, de 15 miembros. “Hay un deseo común de acabar con la violencia y avanzar en la reconciliación nacional”.

El último recuento oficial del gobierno egipcio es de 538 muertos en la carga del miércoles, aunque en él no figuran muchos fallecidos que los islamistas trasladaron a mezquitas y morgues improvisadas, y no a los hospitales públicos. Ayer por la noche los militares asaltaron sin encontrar gran resistencia una de esas mezquitas, la de Al Imam, y retiraron unos 40 cuerpos. La mayoría ya los habían retirado los familiares de los fallecidos para darles sepelio. Los médicos que emitieron certificados de defunción dijeron que solo por esa morgue improvisada habían pasado 400 cuerpos, algo que este diario no pudo confirmar de forma independiente.

Después de que el presidente norteamericano, Barack Obama, suspendiera unos ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Egipto previstos para el mes que viene y criticara “la violencia contra civiles”, su homólogo egipcio, Adli Mansur, le ha respondido en un comunicado diciendo que con sus palabras incita a “la violencia”. “Egipto se enfrenta al terrorismo contra instituciones del gobierno y varias instalaciones, como iglesias, juzgados, comisarías e instituciones tanto públicas como privadas", dijo Mansur, quien dijo temer que “afirmaciones no basadas en hechos reales acaben fortaleciendo a grupos armados y les animen a seguir en su senda antidemocrática”.

La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande han reclamado el cese "inmediato" de la violencia y han pedido una reunión "urgente" de los ministros de Exteriores de los países europeos para la próxima semana. La Unión Europea ya había anunciado a primera hora una reunión diplomática de alto nivel el lunes para tratar del tema. Merkel ha afirmado que los acontecimientos de Egipto obligan a Alemania a "replantear su relación con el país árabe y ha pedido a la UE que haga lo mismo.

Turquía ha llamado a consultas a su embajador en El Cairo, lo que ha llevado al Gobierno interino egipcio a adoptar la misma medida con su responsable diplomático en Ankara y a suspender los ejercicios navales conjuntos programados por "injerencia". El rey Abdalá de Arabia Saudí ha pedido a todos los égimen y ha mostrado la solidaridad de su Gobierno contra el "terrorismo".

El departamento de Estado de EE UU ha recomendado a los ciudadanos norteamericanos que no viajen a Egipto y ha pedido a los que quedan en el país que lo abandonen. Aun así, la Casa Blanca no ha definido la deposición militar por la fuerza de Morsi como un golpe de Estado. Si lo hiciera, debería suspender los 1.300 millones de dólares de ayuda militar que envía a las fuerzas armadas egipcias cada año. Tras las revueltas populares de 2011, que expulsaron a Hosni Mubarak del poder, los generales tomaron el control del país durante más de un año, para luego dar paso a elecciones democráticas. El gobierno de los Hermanos Musulmanes, elegido por los ciudadanos con mayoría de votos, sólo duró en el poder un año, hasta el golpe militar.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/16/actualidad/1376640509_218975.html
 
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Un conflicto que abre divisiones internas en islamistas y seculares

L CAIRO.- Batalla decisiva: el Estado contra los Hermanos Musulmanes", titulaba ayer el diario Al Masry al-Youm. Sin embargo, los frentes de esta brutal lucha de poder que se libra en Egipto no están tan claros como intenta presentar este diario independiente de El Cairo.
Y es que el baño de sangre de anteayer no sólo profundizó la brecha entre partidos seculares y seguidores islamistas del derrocado presidente Mohammed Morsi, sino que también provocó una profunda división en el seno de los dos campos.
Nadie está dispuesto a hacer concesiones: los seguidores del encarcelado ex presidente seguían ayer atacando comisarías de la policía y edificios gubernamentales, un día después del violento desalojo de sus campamentos de protesta que dejó cientos de muertos.
La minoría cristiana también ha tenido que protegerse luego de una ola de ataques incendiarios y saqueos contra iglesias y otras instituciones.
Y es que en el campo de los islamistas hay activistas que apuestan por protestas totalmente pacíficas y otros que quieren retar el poder estatal con actos de sabotaje y ataques armados.
En el caso de los opositores a los Hermanos Musulmanes se abre ahora una nueva brecha entre los políticos dispuestos a utilizar todos los medios en su lucha contra los islamistas y quienes advierten sobre el peligro de un regreso al antiguo Estado policial de los tiempos de Hosni Mubarak.
El gesto más representativo de este último sector fue la dimisión anunciada anteayer del premio Nobel de la Paz Mohammed el-Baradei como vicepresidente de transición, que rechazó los desalojos violentos de los campamentos de protesta que provocaron una espiral de violencia en todo el país. Por su gesto, es ahora criticado por muchos ex socios políticos.
Otros miembros del Frente de Salvación Nacional, uno de cuyos principales representantes era hasta ahora El-Baradei, publicaron anteanoche una declaración que podría echar más leña al fuego.
"Hoy Egipto levantó con orgullo la cabeza, no sólo para mostrar al mundo entero su victoria sobre las fuerzas políticas que sirven a la religión en Egipto y en la región. Más bien se trata también de una victoria sobre la conspiración de algunos Estados que han intentado apoyar el dominio de la cúpula de los Hermanos Musulmanes", apuntó, triunfante, la coalición secular.
Propuesta
Un vocero del movimiento Tamarod (Rebelión), que con sus protestas masivas a finales de junio fue el instigador del golpe militar para derrocar a Morsi, propuso incluso la expulsión del embajador turco después de que el gobierno de Ankara se puso del lado de los Hermanos Musulmanes.
Pese a los ataques de sus miembros a instituciones estatales y cristianas, los Hermanos Musulmanes siguen viéndose únicamente en el papel de víctimas.
Y, además, siguen buscando su salvación con protestas y actos de sabotaje, sin importar los llamamientos de líderes musulmanes que piden buscar el fin de la crisis mediante el diálogo.
"Y a partir de ahora será aún peor", pronostica Issandr al-Amrani, comentarista del popular blog The Arabist, que considera ingenuos a los políticos liberales que esperan lograr un nuevo comienzo del cambio con ayuda del ejército. Algo que no se logró tras la caída de Mubarak, en 2011.
Al mismo tiempo, Al-Amrani advirtió a los islamistas que no deberían creer que lograrán su objetivo con protestas y alboroto. "Sus opositores saludan la violencia retórica y física de los seguidores de ese campo para justificar así su propia violencia", añadió
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Los coptos sufren represalias por su apoyo al Ejército
Al menos 40 iglesias cristianas han sido quemadas por radicales islámicos

El pasado 30 de junio, miles de coptos se sumaron a las manifestaciones que precedieron al golpe contra el presidente egipcio Mohamed Morsi. Este miércoles, en las horas que siguieron al asalto policial de las protestas islamistas, al menos 40 iglesias eran devoradas por las llamas, tras ataques de grupos extremistas que expresaban así su ira por el apoyo de los cristianos egipcios al golpe de Estado perpetrado por el Ejército. La localidad de Minya, al sur del país, fue la más afectada por los atentados. Hasta 11 templos religiosos fueron asaltados, según datos ofrecidos por la organización copta de derechos humanos Unión de Jóvenes de Maspiro.
Pero las iglesias no han sido el único objetivo de los islamistas radicales. Viviendas particulares, comercios, centros médicos y escuelas ardieron también, poco después de que la policía irrumpiera en los campamentos que los Hermanos Musulmanes y sus seguidores mantuvieron durante seis semanas en El Cairo, en un desalojo violento que ya se ha cobrado más de 600 vidas.
“Mejor pagar este precio que vivir bajo los Hermanos”, dice un sacerdote
Desde hace décadas los cristianos de Egipto, que representan el 10% de una población de 84 millones, se sienten inseguros en su propio país. La violencia sectaria es un peligro latente que estalló con toda su fuerza el miércoles. Ya sean cristianos o musulmanes, a los egipcios no les gusta mostrarse como un pueblo débil y, a pesar de la consternación que sufren, los líderes de las iglesias coptas mantienen un discurso de firmeza pasmosa: “Éste es el precio que estamos pagando por apoyar el derrocamiento de Mohamed Morsi. Ahora lo sabemos. Pero es mejor pagar ese precio que seguir viviendo bajo el régimen fundamentalista de los Hermanos Musulmanes”.
Rafiq Grish, sacerdote y director de la oficina de prensa de las Iglesias Coptas, recuerda vivamente la violencia sufrida por sus fieles en toda la década de los noventa. Y añade, sin variar el tono, que están acostumbrados a sobrevivir en un medio hostil. De pronto, como si se le hubiese olvidado algo importante, asegura con vehemencia: “Hay una cosa que debe quedar muy clara: los ataques que hemos sufrido desde el 26 de enero de 2011 [el inicio de la revolución contra Mubarak] no son el fruto de problemas sectarios. El conflicto es entre los Hermanos Musulmanes y los egipcios que no los apoyan, no entre cristianos y musulmanes”. Según el sacerdote, ambas religiones viven en paz y muchos de los seguidores del profeta Mahoma protegen con su vida las iglesias de sus barrios.
Los que emigran buscan refugio sobre todo en Canadá y EE UU
Los coptos se debaten entre el amor que le tienen a su patria y su deseo de marcharse. Canadá y Estados Unidos, fundamentalmente, se han convertido en la tierra prometida de quienes ya han tomado la decisión de abandonar el país. Inaz Moawad tiene familiares y conocidos que ya se han marchado sin billete de vuelta, pero ella asegura que nadie va a lograr que se vaya porque “alguien tiene que quedarse a defender Egipto de los terroristas”. Esta cristiana de 43 años, se manifestó para pedir la caída de Morsi, el 30 de junio, frente a la Embajada de su país en Madrid. También salió a las calles de El Cairo el 26 de julio, cuando el comandante de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa, Abdel Fatah al Sisi, pidió a los egipcios que salieran masivamente a las calles para dar el visto bueno a los militares en su “lucha contra el terrorismo”, en referencia a los islamistas.
Como otros tantos, Moawad justifica sin ambages el desmantelamiento violento de las acampadas de los seguidores del expresidente, con palabras que demuestran un profundo rencor hacia los Hermanos Musulmanes y sus seguidores: “Estaba aguardando que la policía pusiera fin a las sentadas. Mis suegros viven junto a la mezquita de Rabaa al Adauiya y mi marido no podía ir a visitarlos. El único día que los acampados le dejaron entrar le dijeron que, cuando terminara la visita, no se le ocurriera volver por allí”.
Tradicionalmente, han considerado al Ejército como su única protección
Tradicionalmente, los cristianos en Egipto se han alineado con el único elemento que, en su opinión, ha demostrado ser capaz de garantizarles un nivel de seguridad aceptable: el Ejército. Tras la revolución y las primeras elecciones democráticas, asistieron con temor al ascenso al poder de los islamistas, convencidos de que terminarían infiltrándose en todos los organismos del Estado hasta lograr un poder ilimitado. Quienes opinan diferente deben enfrentarse a las críticas de familiares y amigos como es el caso de Mina Fouad. Este director de cine de ideología liberal no se casa con nadie y se lamenta de que, quienes le critican, parecen haber olvidado: “Hace menos de dos años los militares estaban matando cristianos en Maspiro y ni uno solo de los responsables ha sido juzgado. Por eso ni puedo entender ni compartir el apoyo ciego al Ejército”.
El cineasta se refiere a la represión ejercida por las fuerzas de seguridad en octubre de 2011, en una jornada que terminó con la vida de 28 personas, la mayoría cristianos que pretendían iniciar una sentada frente a la sede de la radiotelevisión pública. “Ya con Mubarak, los militares trataban de fomentar la islamofobia entre nosotros”, continúa Fouad. “No voy a negar que existen grupos extremistas muy peligrosos, pero a los militares les interesa que nos sintamos inseguros y su objetivo es convencernos, con su propaganda del miedo, de que sin ellos estamos abandonados a nuestra suerte”.
Fachada de la iglesia Príncipe Tadros, quemada en un ataque, el jueves en Minya, Egipto. / giro mais (efe)
Una comunidad fundada en el siglo I
La Iglesia copta, fundada en Egipto en el siglo I, es la principal denominación cristiana del país árabe. Pertenece a ella un 10% de los 84 millones de egipcios. Otro 1% profesa otras ramas cristianas.
Los coptos están liderados por el papa Tawadros II, entronizado en la catedral de San Marcos, en El Cairo, en noviembre pasado tras la muerte de su predecesor, Shenuda III. Durante el pontificado de Shenuda III, la Iglesia ejerció a menudo de representante político de la comunidad, lo que supuso una estrecha relación con la dictadura de Hosni Mubarak. Los coptos laicos apuestan por alejar la Iglesia de la política.
Desde finales del siglo XIX los cristianos más pobres ejercen de informales recogedores de basura en la capital egipcia. Viven en Mokattam, un enclave cristiano popularmente conocido como la ciudad de la basura. Mubarak ordenó en 2009 matar a toda la cabaña de cerdos —300.000 animales que devoraban los restos orgánicos— por la peste porcina.
elpais.es
 

Nocturno Culto

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Obama suspende las maniobras militares con Egipto "Bright Star" en respuesta a la masacre de El Cairo

Viernes 16 de Agosto de 2013 11:10

(defensa.com)

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha contestado a la dura represión que este miércoles tuvo en lugar en las calles de El Cairo, con la cancelación de las maniobras militares conjuntas "Bright Star" que los ejércitos norteamericano y egipcio llevan a cabo de manera bianual. Según las cifras que maneja el Gobierno de Egipto, el número de fallecidos podría elevarse a 638 personas y más de 3.000 heridos.
Las maniobras militares conjuntas se realizan desde 1981 e iban a tener lugar en el mes de septiembre en la península del Sinaí.

Obama no hizo mención alguna a la calificación del derrocamiento de Mursi como un golpe de estado, que en cuyo caso significaría la cancelación por parte de EEUU de la ayuda de 974 millones de euros (1.300 millones de dólares) que se le proporciona a este aliado militar, ya que las leyes norteamericanas impiden exportar armamento en casos como éste.

El anuncio por parte del máximo mandatario de EEUU, en el que condena "los pasos adoptados por el gobierno interino y sus fuerzas de seguridad" además de tildarlos de "deplorables", se realizó desde el lugar en el que se encuentra disfrutando de sus vacaciones, la isla de Martha´s Vineyar (Masachussetts).

El presidente Obama, que evitó tomar una decisión de mayor trascendencia, anunció que la colaboración con el gobierno de este país "no puede seguir como antes cuando se ejerce la violencia", aunque recordó que EEUU "no puede determinar el futuro de Egipto", y que deberá ser el propio pueblo el que decida su destino. También quiso hacer referencia a que Egipto "merece algo mejor" a lo que se ha visto desde todos los rincones del planeta en la última semana, y que por supuesto, "el ciclo de violencia debe detenerse".

Por otro lado, Obama hizo alusión a los cambios que tuvieron lugar en el país hace dos años con la caída de Hosni Mubarak en 2011, y sobre los que precisó que EEUU "se sintió inspirado por el deseo de cambio de los egipcios", aunque explicó que el cambio tardaría en llegar "rápida y fácilmente", y que desde Washington se optó por una postura que respetase "la no violencia, el respeto de los derechos universales y el proceso de reformas políticas y económicas".

Con anterioridad a la cancelación de estas maniobras militares con el aliado egipcio, el mes pasado ya EEUUdecidió suspender la entrega de cuatro cazas F-16 a El Cairo, ayuda que se enmarcaba dentro del programa de subvención militar que proporciona Washington al país y que se encuentra dentro de un acuerdo alcanzado con el anterior presidente,Mubarak, en 2010, en el que se firmó la compra de 20 de estas aeronaves.

Situación de emergencia
De momento, y según el gobierno egipcio, la represión del miércoles deja el número de muertes en 638 personas, aunque los Hermanos Musulmanes elevan sustancialmente esta cifra. Se trata de la mayor matanza de la historia reciente del país, que sigue sumando ingredientes que le acercan al peligroso cóctel del estallido de una Guerra Civil.

Ayer jueves, y tras los duros instantes que se vivieron en la capital el pasado miércoles, algunos manifestantes se dirigieron hacia la ciudad de Alejandría, aunque no tuvieron la misma relevancia. Por su parte, el actual gobierno egipcio, liderado por Adli Mansur, desde el pasado mes de julio, tuvo que decretar el estado de emergencia, que se extenderá durante un periodo de un mes, además del toque de queda nocturno desde las siete de la tarde a las seis de la mañana, sobre todo en las principales ciudades egipcias.

Los Hermanos Musulmanes, de luto desde el miércoles, han convocado nuevos actos y manifestaciones para hoy, con "La marcha de la ira de millones" en El Cairo, como respuesta a todas las muertes que tuvieron lugar el pasado miércoles en la capital.

(Javier Martínez)
 

Sebastian

Colaborador
Mueren 36 islamistas en un motín cuando eran trasladados a la cárcel

El Gobierno interino de Egipto inicia una ofensiva diplomática para defender sus acciones

El ministro de Exteriores anuncia una comisión de investigación sobre las cargas militares


El comandante de las fuerzas armadas de Egipto y artífice del golpe de Estado del pasado 3 de julio, el general Abdel Fatá al Sisi, advirtió este domingo a los islamistas de que no tolerará “la destrucción del país y su gente, o el incendio de la nación”. El mensaje quedaba claro: el ejército, que ha tomado el control total del país, no tolerará más desafíos por parte de los Hermanos Musulmanes. No habrá más acampadas o días de la ira sin que actúen ante ellos con contundencia las fuerzas de seguridad. Este domingo, un motín de islamistas que estaban siendo trasladados a un centro penitenciario en El Cairo se saldó con al menos 36 muertos, después de que la policía empleara gases lacrimógenos contra los presos que intentaron escapar del camión con la ayuda de un grupo armado en otro vehículo, según el ministerio del Interior.

En un punto de su discurso, ante representantes de la cúpula de las fuerzas armadas, el general Al Sisi llegó a jactarse de que habla por la gran mayoría de los egipcios, pues “el pueblo goza de la voluntad libre para elegir a quien desee”. A él, sin embargo, no lo eligieron las urnas. En el primer experimento democrático de Egipto fueron los Hermanos Musulmanes quienes ganaron los comicios. Al Sisi fue, más bien, el artífice del golpe y, buscando legitimidad, en julio pidió a la ciudadanía egipcia que saliera a las calles a manifestarse, demostrando que estaba de su parte en lo que calificó de su “lucha contra el terrorismo”. Para el Ejército, pues, las marchas y manifestaciones -siempre que no sean islamistas- han sustituido de momento a las urnas.

El 26 de julio, el día en que el general Al Sisi dijo recibir su mandato de las grandes marchas callejeras, murieron al menos 80 personas en ataques y cargas de las fuerzas de seguridad. Pocas, comparadas con las más de 800 bajas registradas desde el miércoles, tras el desmantelamiento de los campamentos islamistas en Giza y El Cairo. Y por si a los líderes de las naciones extranjeras les cuesta comprender cómo la legitimidad del gobierno se puede adquirir por esos medios, com operaciones militares y cargas contra manifestantes, el gobierno interino del país, al que han aupado y tutelan los generales, ha comenzado una ofensiva diplomática y política para justificar sus acciones recientes.

Este domingo, después de que la Unión Europea dijera que reevaluará sus relaciones con Egipto, el ministro de Exteriores de este país, Nabil Fahmi, se esforzó en aclarar que, según su opinión, los nuevos gobernantes no luchan contra un movimiento social y político que llegó al poder por medios legítimos, sino contra terroristas armados. “Los actos violentos que ha cometido la otra parte no han sido reconocidos o condenados por occidente”, dijo en rueda de prensa. “Confío en los militares, y estoy seguro de que nuestros oficiales no están obsesionados con el poder”.

No es esa la impresión que se han llevado numerosos enviados internacionales que se han reunido en privado con el general Al Sisi. A principios de agosto visitaron El Cairo dos senadores norteamericanos, los republicanos Lindsey Graham y John McCain, enviados por el presidente Barack Obama. Ambos le dijeron al comandante que lo lógico sería convocar elecciones y dejar que los Hermanos Musulmanes se presentaran, pues sería muy poco probable que volvieran a ser reelegidos. Le pidieron, además, que liberara a Mohamed Morsi, el presidente depuesto, que se halla bajo arresto militar desde el golpe. Al Sisi se negó a escucharles o a ceder y, después de su marcha, autorizó las cargas mortales de los pasados días.

“Egipto se va a convertir en un Estado fallido”, dijo este domingo, evaluando su visita a El Cairo, Graham en la cadena CNN. “La hermandad volverá a la clandestinidad. Al Qaeda acudirá a su ayuda. Y habrá una insurgencia armada, no sólo protestas, en 60 o 90 días”, añadió. En privado, el senador ha dicho a otros legisladores y a oficiales de la Casa Blanca que cree que Al Sisi está “borracho de poder”.

Las cargas militares y la consolidación de los generales en el poder han forzado a numerosos legisladores, como los propios McCain y Graham, a pedirle a la Casa Blanca que rescinda la ayuda militar que ofrece a las fuerzas armadas de Egipto, que asciende a 1.300 millones de dólares anuales. De momento, Obama se ha limitado a condenar la violencia y a suspender una serie de maniobras militares. Fue simbólico que, en las grandes manifestaciones contra los islamistas del 30 de junio, que precedieron al golpe, el ejército de Egipto mandara a sobrevolar la plaza de Tahrir a helicópteros Apache que le ha proporcionado precisamente el Pentágono.

En teoría, la hoja de ruta del gobierno provisional sigue en pie. Contempla una reforma de la constitución y elecciones legislativas dentro del plazo de seis meses. En realidad, poco se ha avanzado en esa dirección, con las seis semanas de protestas islamistas y el caos en el que ha quedado sumida la nación en los pasados cinco días. Y ante la falta de avance de un ejecutivo interino, con el parlamento disuelto, son los militares los que, en la sombra, detentan de momento todo el poder.

“La posibilidad de alcanzar un compromiso con la otra parte murió con las víctimas la semana pasada”, asegura Nathan Brown, experto en Oriente Próximo en la universidad de George Washington. “El nuevo régimen ha hecho posible su actitud actual de la forma más contundente posible. Los egipcios han tomado sus decisiones. Y la mayoría parecen apoyar las afirmaciones del nuevo régimen de que esta es una guerra entre los egipcios de verdad y los terroristas. Las voces discordantes son pocas y están aisladas. Y los líderes del nuevo régimen parecen creerse su propia propaganda”.

Este domingo por la noche, además, el ministerio del Interior anunció que ha prohibido los grupos de vigilantes civiles que en las pasadas jornadas habían creado puestos de control en El Cairo y habían agredido y arrestado a islamistas y a ciudadanos extranjeros.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/18/actualidad/1376823446_900595.html
 

Sebastian

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Los Hermanos Musulmanes se repliegan agotados y desorientados

“Solo nos callarán si nos matan a todos, hasta el último”, asegura un manifestante


Manifestantes proMorsi marchan este domingo en El Cairo. / LOUAFI LARBI (REUTERS)

Están acorralados. Han vuelto a las mezquitas. Y aventurarse fuera de ellas es cada vez más arriesgado. Cientos de los suyos han muerto ya. El cerco de los militares es cada vez más estrecho y manifestarse en las calles es un ejercicio de verdadero coraje. Este domingo se notó el agotamiento y la confusión en la que viven los Hermanos Musulmanes. Debía haber sido un día de grandes marchas en El Cairo, pomposamente anunciado por la llamada Alianza Contra el Golpe. Acabó siendo un día de escaramuzas en territorio enemigo, con multitudes cada vez más magras. En las calles se vio claramente que los islamistas de Egipto están desorientados y faltos de dirección, ante un futuro complicado, pero al que dicen no tenerle miedo alguno.

Tras el rezo de la tarde, pasadas las tres y media, un grupo de islamistas partió de la mezquita de Al Rayan, en el distrito de Maadi, en el sur de El Cairo. Era una de las cinco marchas que se habían convocado, y una de las pocas que no fue cancelada por los Hermanos Musulmanes. En principio iban a avanzar hasta la Corte Constitucional —el más alto tribunal—, pero en el camino más corto había apostados tanques ligeros, soldados y patrullas policiales. En lugar de marchar por esas avenidas, decidieron enviar avanzadillas de dos o tres personas, que comprobaban si el camino estaba libre, sin francotiradores, para liderar las marchas por estrechas calles secundarias. En un momento la manifestación, de unas 2.000 personas, llegó a tomar el metro.

Así ha quedado el movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes. Hace dos meses controlaba los poderes Ejecutivo y Legislativo. Era un modelo para los partidos islamistas del mundo. Tras el golpe tomó las calles y protagonizó acampadas multitudinarias. Pero las constantes cargas militares lo han dejado agotado y confundido, sin un claro plan de avance inmediato. El miércoles, en el desalojo de los campamentos, en El Cairo y Giza, murieron más de 600 de los suyos. El viernes, en una jornada de protesta denominada de la ira, fallecieron al menos 170. Y el sábado, según dijeron ayer las fuerzas de seguridad, hubo 79 bajas. La Alianza Contra el Golpe canceló este domingo la mayoría de marchas “por razones de seguridad”, según Yasmine Adel, una de sus portavoces. Los organizadores decían temer a los francotiradores.

En la marcha de Maadi no se vio a esos tiradores. Había, eso sí, muchos retratos de Mohamed Morsi, el presidente depuesto. El grito más coreado fue “Morsi presidente”. En la cabecera exhibían una pancarta con sangrientas imágenes de la carga policial del miércoles en la mezquita de Rabaa al Adauiya: cuerpos chamuscados, cadáveres de niños, cabezas abiertas con los sesos expuestos. Hadiel Zahar, que tiene 29 años, mostraba un pañuelo ennegrecido y manchado de sangre. Perteneció a un amigo suyo herido de gravedad en las cargas del viernes en la plaza cairota de Ramsés. “La sangre de Egipto se vende ya muy barata”, exclamó. “Pero los militares solo nos callarán si nos matan a todos nosotros, hasta el último”.

Preguntados por su estrategia, por sus próximos pasos o por un plan de acción, estos islamistas no tienen más respuesta que sus propios temores. “Pueden venir a matarnos, que seguramente es lo que harán, pero responderemos con manifestaciones pacíficas”, decía Mohamed Zawan, de 46 años, de los que lleva 18 afiliado a los Hermanos Musulmanes. En cierto modo, a personas como Zawan se les ve volviendo a una situación que no les es ajena. “De los años que llevo en la Hermandad, muchos los he pasado en la clandestinidad. Es cierto que los gobernantes sabían quiénes éramos y dónde estábamos, pero nos obligaban a actuar de forma callada. Hoy vemos que buscan empujarnos a una situación similar, o peor”.

La manifestación avanzaba estrictamente segregada. Los hombres al frente, seguidos por un grupo aislado y mucho menor de mujeres, la mayoría cubiertas con el niqab, el velo que solo deja al descubierto los ojos. “Egipto es una nación islámica”, decía Nadia Ali, de 21 años. “El Gobierno golpista está actuando contra la voluntad divina y pagará por ello”. Desde la calle, varios vecinos miraban la manifestación con actitud entre curiosa e irritada. Tras cinco días de estado de excepción y toque de queda, El Cairo buscaba la normalidad. Los islamistas quedaban marchando a solas, convertidos en una curiosidad en la calle o, según la voluntad de los generales, un recuerdo del pasado.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/18/actualidad/1376848953_849422.html
 

Sebastian

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EE UU se bloquea ante la crisis egipcia

La impotencia del presidente Obama frente a sus interlocutores egipcios aparece como un elemento central que podría ser una manifestación de un giro trascendental

Los acontecimientos de Egipto tienen una importancia considerable, por supuesto. En una región que podría hundirse en el caos como consecuencia de la monstruosa guerra civil siria, el retorno de los atentados sangrientos en Irak y las amenazas que pesan sobre las revoluciones libia y tunecina —sin olvidar las negociaciones israelo-palestinas, sobre cuyo desenlace ya nadie se aventura a emitir un pronóstico, por prudente que sea—, la gravedad de los sucesos egipcios tiene múltiples repercusiones. Para Egipto, evidentemente, que se juega su futuro: regreso a la dictadura o, pese a todo, incluido el baño de sangre, instauración de una nueva transición democrática. Para Estados Unidos, entre cuyos aliados estratégicos en la zona no solo estaba Arabia Saudí, sino también Egipto. Para Europa, aunque en menor medida, que necesita un Egipto estable. Para las revoluciones árabes, cuyo fin podrían estar anunciando estos hechos. Y, finalmente, para el islam político.

Detengámonos, en esta fase más que incierta de los acontecimientos, sobre el papel y el lugar que ocupa Estados Unidos. La impotencia del presidente Obama frente a sus interlocutores egipcios, unos generales tradicionalmente sumisos a Washington, aparece como un elemento central que podría ser una manifestación de un giro trascendental. Es cierto que al presidente norteamericano todo esto le ha cogido a contrapié. Su discurso de El Cairo, el primer gran discurso sobre política exterior de su primer mandato, un mensaje solemne al mundo árabe, fue interpretado en su momento como precursor de la Primavera árabe. ¿No invitó Barack Obama a los pueblos de la región a conquistar la libertad? Este discurso marcaba, en efecto, un giro estratégico, y el comienzo de una alianza de facto con los Hermanos Musulmanes. Estos últimos eran considerados como la única fuerza capaz de tomar el relevo, pero, sobre todo, en Estados Unidos eran considerados la mejor muralla contra Al Qaeda. Para Washington, una sociedad dominada por la Hermandad no podía dejarse tentar por las sirenas extremistas, especialmente las de Al Qaeda, uno de cuyos principales dirigentes es egipcio.

El problema es que los Hermanos Musulmanes no se han conducido como demócratas, ni mucho menos. Todos sus adversarios, en Egipto sobre todo, y entre ellos su blanco favorito, a saber, los coptos, han venido denunciando incesantemente el golpe de Estado perpetrado solapadamente por el presidente Morsi y sus partidarios al amparo de su victoria electoral. Esto explica que una parte no desdeñable de Egipto haya aceptado, al menos por el momento, la intervención de las fuerzas armadas.

La situación es particularmente compleja. Barack Obama está abocado a denunciar las masacres, los blindados que disparan sobre la muchedumbre, el extremismo de los militares. Y, por lo tanto, a prever ciertas sanciones. Pero estas no pueden llegar muy lejos, pues los intereses estratégicos norteamericanos en Egipto son capitales. Estados Unidos subvenciona a las fuerzas armadas y, a cambio, se garantiza el libre acceso permanente tanto al espacio aéreo egipcio como al Canal de Suez. Mutatis mutandis: para Estados Unidos es tan impensable separarse de forma duradera de Egipto como lo es para Putin y Rusia romper con su único apoyo estratégico en la región, la Siria de Bachar el Asad. Por tanto, no es fácil que abandone a los generales ni que se enemiste con ellos.

La solución, en los términos en que la enuncian sobre todo los dirigentes europeos, pasa por apoyar a los moderados de ambos bandos, en un momento en que uno y otro, militares y Hermanos Musulmanes, están dominados por los extremistas. En mayor o menor medida, los militares tendrán que aceptar el restablecimiento de un proceso democrático. Y más teniendo en cuenta que, ya antes de los acontecimientos, los Hermanos Musulmanes parecían haber perdido mucho terreno entre la opinión pública egipcia.

El actual bloqueo de Estados Unidos en la región es sin duda una de las etapas de una retirada progresiva vinculada a la reconquista de su independencia energética y a un nuevo rumbo diplomático bautizado por Barack Obama "leadership from behind", que, de hecho, es un reflejo de su reorientación hacia su confrontación con China. Esta situación plantea cada día más claramente el problema de la presencia de la Unión Europea, que, no lo olvidemos, es junto a Israel la primera interesada en la estabilidad del Mediterráneo. Si "la naturaleza aborrece el vacío", uno se pregunta a qué esperan los dirigentes europeos para intentar llenarlo. Para el Viejo Continente es una necesidad estratégica a largo plazo cada día más evidente y a la que, al mismo tiempo, sigue pareciendo igual de difícil dar respuesta.
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Egipto: ordenan liberar a Mubarak

La Justicia egipcia dispuso la excarcelación del expresidente Hosni Mubarak, acusado entre otros delitos por la muerte de manifestantes en 2011, quien cesará su arresto esta semana.

Así lo aseguraron fuentes judiciales, mientras voceros de la fiscalía ratificaron a ANSA que la excarcelación se concretará en los próximos días. Mubarak, recordaron las mismas fuentes, está implicado en cuatro procedimientos, el más grave por la muerte de manifestantes en las protestas de 2011 que derivaron en su salida del poder.

El expresidente fue condenado a prisión perpetua por esa causa, pero el veredicto fue anulado y reenviado a otro proceso, con desarrollo sin imposición de detención. Otras tres imputaciones están vinculadas a casos de corrupción, uno de ellas por desvío de fondos públicos.
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