México y la lucha contra el narcotráfico

Nocturno Culto

Colaboracionista
Colaborador
La Revolución pendiente del Ejército mexicano
-Tras un sexenio de lucha contra el 'narco', las Fuerzas Armadas han ganado poder y perdido imagen
-Centrados en la seguridad interna, los militares carecen de doctrina exterior
Luis Prados México 28 ABR 2012 - 23:52 CET


El presidente que salga de las urnas el 1 de julio se encontrará una patata caliente al poco de tomar posesión: cómo frenar la violencia y qué hacer con unas Fuerzas Armadas que mantienen desplegados más de 50.000 soldados, la mitad de su fuerza operativa, en la guerra contra el narcotráfico. En el sexenio que acaba, la institución ha ganado poder y perdido imagen, pero no se ha reformado para afrontar los nuevos tiempos.

La primera batalla de la guerra contra el crimen organizado es la de la imagen. Al riesgo de la corrupción —un general retirado acusado, condenado y exonerado de vínculos con el cartel de Juárez fue asesinado a tiros la semana pasada en un barrio céntrico del DF— se unen las acusaciones por violaciones de los derechos humanos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha acumulado centenares de denuncias contra el Ejército de las que este solo admite una mínima fracción. La más grave la realizó en noviembre Human Rights Watch al responsabilizar a las Fuerzas Armadas de 170 casos de tortura, 24 ejecuciones extrajudiciales y 39 desapariciones forzadas. Además, de 252 soldados implicados tan solo 19 han sido condenados, según cifras oficiales.

Las autoridades militares reconocen “errores” pero niegan rotundamente violaciones sistemáticas. “La guerra contra el narco supondrá un altísimo coste para el próximo presidente. ¿Cómo salir de esta desgracia?”, se pregunta Rubén Aguilar, ex portavoz del expresidente Vicente Fox (2000-2006) y muy crítico con el combate frontal contra los carteles lanzado por su sucesor, Felipe Calderón, que ha causado más de 47.000 muertos. “El mayor riesgo es que aparezcan vídeos mostrando abusos de soldados como los de EE UU en Irak o Afganistán”, afirma. “Ha habido accidentes pero no voluntad de violar los derechos humanos. Se ha mantenido el control de las tropas”, añade.

El Ejército ha hecho esfuerzos para minimizar estos peligros. “Para evitar la corrupción y que se politicen, los militares rotan mucho. Dos años es el tiempo habitual de estancia en un lugar. Un general puede haber servido en 15 Estados”, apunta Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) experto en temas militares. También, como dice el general Ricardo Trevilla, portavoz de la Secretaría de Defensa, “se ha fortalecido el espíritu de pertenencia, incrementando el salario del soldado un 100%, hasta los 10.000 pesos mensuales [unos 600 euros], y dándole más ventajas para viviendas y becas, lo que ha permitido reducir las deserciones”, que en estos seis años llegaron a los 56.000 casos.

Pese a todo, los militares gozan de amplio respaldo popular. Basta con preguntarle a un vecino de Veracruz o Nuevo León si quiere que se retiren los marinos y los soldados de sus ciudades para obtener el no más rotundo. Según una encuesta de julio de 2011 realizada por el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, el 81% de los entrevistados aprobaba el trabajo que realiza la Marina y el 69%, el del Ejército, frente a solo el 40% que lograba la Policía Federal; el 31%, la estatal, o el 24%, los jueces. Un total de 130 soldados han muerto y medio millar resultado heridos en la lucha contra el narco.

Más presupuesto y más efectivos

Pero la implicación de los militares en la guerra contra el narco ante la incapacidad de los cuerpos de policía podría alterar su papel institucional. Así lo cree Sergio Aguayo, investigador del Colegio de México y profesor del Colegio de la Defensa Nacional durante 30 años: “En las últimas décadas lo más impresionante es que las Fuerzas Armadas han adquirido un poder propio, con más presupuesto y más efectivos, frente al presidencialismo, que ya no existe. Quedan la élite técnico-financiera, la Corte Suprema y los militares como ejes del poder. Si Enrique Peña Nieto, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quiere restaurar el presidencialismo, habrá que ver cómo responden los militares”. El presupuesto militar se ha duplicado desde 2006 pasando de representar el 0,5% del PIB en 2007 al 0,7% en 2011.

Hijo de la Revolución y padre del Estado priista, el Ejército nunca fue golpista ni entrenado por EE UU. Sin embargo, explica Benítez, “siempre ha estado enfocado en la seguridad interna y carece de doctrina de guerra exterior”. El enemigo eran los movimientos sociales o políticos —los jóvenes del 68, los grupos guerrilleros en los setenta, el zapatismo en los noventa— y nunca hasta ahora las organizaciones criminales.

Con esa tradición, en México se establece, a diferencia de lo que ocurre en Sudamérica, una relación cívico-militar basada en la autonomía de las Fuerzas Armadas a cambio de su lealtad al presidente. Ejemplo de esa autonomía es que los generales aún hoy presentan una terna al jefe del Estado para que elija a uno de ellos como secretario de Defensa.

Sin embargo, este esquema amenaza con resquebrajarse. Por una parte, el auge del crimen organizado obligó a los militares a combatir un enemigo transnacional sin tener experiencia en cooperación internacional —el presidente Ernesto Zedillo fue el primero que desplegó tropas en el exterior, en Centroamérica, para proteger a las víctimas del huracán Mitch en 1998— y siendo casi tabú recibir ayuda de EE UU. Por otra, la era del presidencialismo autoritario acabó con la salida del PRI del poder en 2000.

Por estas razones muchos analistas e intelectuales consideran la reforma militar tan inaplazable como la fiscal o la energética, creen necesario dotarse de una doctrina de seguridad nacional y proponen un ministro civil de Defensa formando un Estado Mayor Conjunto del Ejército y la Marina, divididos actualmente en dos ministerios. Desde dentro, el general Trevilla afirma: “Nuestro pensamiento jamás va a ser el de policías y es difícil que participemos en misiones en el exterior con tantos problemas internos. Necesitamos una política de defensa que nos dé un rumbo”.

Salvo el candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, que ha prometido acuartelar a los militares en seis meses, ni Peña Nieto ni Josefina Vázquez Mota, por el Partido Acción Nacional (PAN), han concretado sus propuestas más allá de asegurar firmeza contra el crimen organizado. Y ninguno de los tres ha dicho una palabra sobre su visión de las Fuerzas Armadas o la participación de estas en la proyección exterior de México.
 
Interesante tema sin lugar a dudas compañero Nocturno Culto, es un hecho que la "guerra" contra al narco ha formulado una serie de disyuntivas dentro y fuera de las fuerzas armadas, ya que existen personas que basadas en la creencia erronea que la "guerra" contra el narco es la unica funcion de las Fuerzas Armadas han pedido el disminuir sus tropas y aumentar el numero de policias, sin siquiera considerar las atribuciones constitucionales que nuestros cuerpos armados tienen,pasando por los que plantean, que se deberia formar una guardia nacional, para que estos conflictos internos no causen que nuestras fuerzas armadas sean una fuerza meramente policial y que se tenga que depender de Washington para la defensa de nuestro territorio, pero lo que es un hecho, es que en base a las operaciones conjuntas que la Semar(Secretaria de Marina) y la Sedena(Ejercito y Fuerza Aerea) han tenido que desarrollar se ha visto que en un futuro sera necesario el poder congregar ambas secretarias para establecer un mando conjunto y eficientar sus acciones y esfuerzos, el unico problema es que nuestro pais carece de personal civil realmente especializado en el ambito castrense, por lo que sera muy dificil el poder tener un ministro civil en el corto plazo, a menos que se recurra a algun General o Almirante en retiro.

En cuanto a lo que mencionan sobre el aumento de presupuesto,es una realidad que ha sido un proceso gradual derivado del crecimiento economico del pais, con lo que el estado ha podido tener una mayor cantidad de recursos disponibles para el uso en la renovacion de sus materiales belicos(no necesariamente y exclusivamente para la "guerra" contra el narcotrafico), aunque cabe resaltar, que tambien ayudo mucho el hecho de que el actual Secretario de Defensa, fue al Senado a hacer la chillona en busca de un mayor apoyo en la renovacion de equipo, lo que derivo que se estableciera un sistema para poder obtener mas facilmente los recursos necesarios para las compras de material, exceptuando un par de ellas.

Pero el gran problema de fondo que se deberia de tratar para realmente poder eficientar y desarrollar una verdadera de politica de defensa, es y sera el lograr que cada 6 años(cada cambio de presidente),no se den una serie de bandazos y cambios, que evitan el poder llevar a cabo una verdadera politica de defensa, pero esa directiva deberia surgir del Senado en conjuncion con el Presidente, para que como hacen las naciones de primer mundo, se estableciera una linea a seguir a 20 o 30 años y que el Estado en su conjunto realizara los esfuerzos pertinentes para llevar a cabo esa politica a lo largo de ese periodo de tiempo, y que no se realizaran cambios de fondo cada 6 años a menos que surgiese una situacion que lo ameritara, asi se podrian planear programas multianuales asi como multisexenales y lograr el fortalecimiento de nuestras instituciones, pero desgraciadamente en nuestro pais existe tal grado de division politica, que hace dificil el lograr establecer esta base, aunque habra que esperar quien resulta ganador de las futuras elecciones para ver el rumbo que nuestra nacion tendra -:(-.


Saludos Cordiales
 
Queda demostrado que esta lucha ya esta perdida hace rato por lo menos en México, donde la corrupción esta instalada tanto en las fuerzas de seguridad como en los ámbitos políticos debido al capital narco. Yo la única solución que veo es legalizar la droga, lo dice alguien que nisiquiera fuma tabaco.
 

Nocturno Culto

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Golpe histórico al Ejército mexicano

La detención de tres generales por supuestos vínculos con el narcotráfico abre una brecha entre el poder civil y militar

Luis Prados México 18 MAY 2012 - 21:48 CET

El general Ricardo Escorcia (derecha), detenido ayer, en una fotos sin datar. / noroeste

La detención de tres generales, esta semana, por presuntos vínculos con el narcotráfico, sin precedentes en la historia moderna de México, abrirá sin duda una nueva etapa en las relaciones entre el poder civil y los militares en este país. El estallido del caso, en el ecuador de la campaña electoral, ha desatado las especulaciones sobre la extensión de la corrupción en las filas del Ejército —implicado por el presidente Felipe Calderón en la guerra lanzada a principios de su mandato, en 2007, contra el crimen organizado— y también sobre la posible intencionalidad política de estos arrestos en vísperas de un cambio de Administración tras las elecciones del próximo 1 de julio.

El general de división retirado Tomás Ángeles Dauahare, un militar de gran prestigio y ex número dos de la Secretaría de la Defensa Nacional, y el general brigadier Roberto Dawe González, fueron detenidos el martes por su supuesta relación con el cartel de los hermanos Beltrán Leyva, muy mermado en la actualidad, al que habrían brindado protección en años pasados. Ahora se ha sabido que el general Ángeles estaba siendo investigado desde tiempo atrás por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA). El general Dawe dirigió una división del Ejército en el Estado de Colima, en el Pacífico, una ruta clave en el tráfico de drogas al norte, y fue representante de la Procuraduría General de la República (PGR) en el violento Estado de Chihuahua, fronterizo con EE UU.

El tercer militar arrestado, en la noche del jueves y al parecer en Veracruz, el general de división también retirado Ricardo Escorcia Vargas, había desempeñado a principios del sexenio de Calderón el cargo de subjefe Administrativo y Logístico del Estado Mayor, uno de los 12 puestos más importantes en el organigrama de la Defensa Nacional. Escorcia Vargas se vio envuelto en un turbio asunto a finales de 2007, cuando comandaba la 24 Zona Militar. En aquel entonces militares y agentes de la Policía Federal Preventiva permitieron el aterrizaje de un avión cargado de cocaína procedente de Suramérica en el aeropuerto de Mariano-Matamoros, en el Estado de Morelos (centro del país), donde tanto los tripulantes como la droga desaparecieron. El avión estaba siendo monitorizado por la DEA. El general fue separado y degradado, pero finalmente salió limpio y fue enviado al Estado de Sinaloa (oeste) como jefe de la Tercera Región Militar, cargo en el que apenas duró dios meses, pues en 2008 solicitó un año sabático.

Funcionarios de la PGR a cargo de la investigación, dan por seguro que serán detenidos más militares en las próximas horas y niegan que éstas tengan relación con la política. “Las detenciones carecen de connotación o relación alguna con las campañas en curso o los candidatos en contienda”, ha declarado la PGR en un comunicado.
Las investigaciones contra los tres generales surgen a partir de las declaraciones de diversos testigos protegidos, identificados con los nombres de Jennifer, Mateo e Iván, hombres al servicio del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, que ya han realizado imputaciones en otros casos en el pasado que luego no fueron sustentadas.

La detención del general Ángeles, un militar de trayectoria intachable hasta su retiro en 2008, ha sido acogida con gran sorpresa entre académicos expertos en el mundo castrense, como Sergio Aguayo y Raúl Benítez Manaut. Este último subraya que el jefe militar era un hombre de despacho, al que le gustaba la compañía de intelectuales, y que “los narcos, a quienes habitualmente corrompen, es a los jefes con mando de tropas que actúan sobre el terreno”.

Otros comentaristas apuntaban ayer en la prensa mexicana a la posibilidad de enconos personales dentro de las Fuerzas Armadas, la existencia de un grupo de generales disconformes con la estrategia de guerra contra el narco ordenada por el presidente Calderón, e incluso una suerte de “asesinato de la reputación”, es decir, una operación política para desacreditarle y apartarle de la élite militar que acompañará al próximo presidente de México.

El general Ángeles participó el pasado 9 de mayo en un foro de seguridad organizado por la Fundación Colosio en San Luis Potosí a la que asistió el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, en el marco de su campaña electoral. En aquel foro, el general criticó públicamente la falta de objetivos definidos en la lucha contra el crimen organizado. “Me atrevo a decir que no tenemos estrategia de seguridad nacional”, afirmó. Invitó a desarrollar un plan coherente en ese combate “y no estar dando brochazos por diferentes circunstancias a través de líneas de acción que nos conducen a veces a la nada”. También defendió la creación de una nueva policía o guardia nacional. Peña Nieto no ha perdido un segundo en desligarse del general tras su detención.

Los generales Ángeles y Dawe se encuentran actualmente bajo arraigo durante 40 días, una figura jurídica muy discutida en México, pues permite la extensión de la detención durante todos esos días sin presentación de cargos mientras continúan las investigaciones. Los militares podrían ser procesados penalmente por la justicia civil por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud. Los arrestos se producen también en medio de un recrudecimiento de la violencia de los carteles de la droga con centenares de muertos en lo que va de mes.
 

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México: primeros ataques masivos del narco contra una multinacional


Al menos treinta vehículos y cinco sedes de la empresa de frituras Sabritas, subsidiaria de PepsiCo, fueron quemados el fin de semana. Detuvieron a cuatro presuntos miembros del cártel Los Caballeros Templarios

Crédito foto: EFE



En cinco ataques realizados entre viernes y sábado, centros de distribución y docenas de vehículos de Sabritas fueron incendiados en los estados de Guanajuato y Michoacán, en lo que expertos y representantes de empresarios ven como el primer hecho criminal coordinado a gran escala contra una compañía multinacional desde que hace cinco años y medios se emprendió una ofensiva armada contra los carteles de las drogas.

En al menos un caso, testigos refirieron a las autoridades que hombres armados y con el rostro cubierto lanzaron bombas incendiarias y prendieron fuego a camiones de la empresa.

Autoridades en el estado central de Guanajuato informaron el lunes que varios sospechosos fueron arrestados por los atentados, incluido un supuesto lugarteniente del cartel de los Caballeros Templarios.

Gerardo Gutiérrez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dijo el lunes a The Associated Press que fue "un caso aislado" de lo que asemeja situaciones de extorsiónde grupos criminales contra pequeñas y medianas empresas, y llamó a las autoridades a tomar medidas inmediatas. "Lo que no podemos permitir es que un caso aislado se generalice", señaló.
infobae

Durante un foro hemisférico sobre seguridad, el presidente Felipe Calderón sostuvo que los carteles de las drogas amenazan el crecimiento y el desarrollo, además de que los calificó como "un obstáculo precisamente para la prosperidad, pues ataca, agrede a empresas, a negocios, a grandes y pequeños comerciantes". El mandatario, sin embargo, no se refirió específicamente al caso de Sabritas.

Alejandro Hope, un analista en materia de seguridad y ex oficial de la agencia de inteligencia mexicana, dijo a la AP que es el primer ataque de su tipo que recuerde contra una empresa transnacional en México. "En Ciudad Juárez, prácticamente nunca extorsionaron a las maquiladoras", dijo, en referencia a la localidad norteña fronteriza que ha padecido altos índices de violencia y que tiene una amplia presencia de fábricas ensambladoras conocidas como maquiladoras. "Hay pocos casos de extorsión y se dirigían más a pequeños comercios. Son blancos más fáciles, y con una empresa industrial uno no sabe a quién extorsionar (porque) desde afuera no está claro quién tiene el cheque, el control de la chequera", añadió.

No obstante, la empresa estatal Petróleos Mexicanos ha padecido cientos de robos de combustible en ductos, además de que ha sufrido el secuestro de algunos de sus empleados.

En un comunicado divulgado la noche del domingo, PepsiCo informó que cinco de sus centros de distribución fueron dañados, aunque no se registró ninguna víctima o herido. La empresa señaló que no se ha cuantificado el daño causado. "Reiteramos que, en línea con nuestro código de conducta, todas nuestras operaciones se realizan en el marco de la normatividad vigente y todas nuestras unidades e instalaciones están dedicadas por completo a llevar a nuestros clientes y consumidores nuestros productos", agregó.

En Michoacán, bastión de los Caballeros Templarios, circularon correos electrónicos en los que se sugerían que autoridades utilizaban la flota vehicular de Sabritas para recopilar información de inteligencia. La compañía no respondió a una solicitud de la AP para conocer si la declaración fue en respuesta a supuestos actos de espionaje.

Hope dijo que los ataques no representan necesariamente una nueva etapa en las actividades que realizan los carteles de las drogas, sino que reflejaría más las características de los Caballeros Templarios, un grupo que se muestra con rasgos seudo religiosos y que busca obtener dinero por actividades distintas al tráfico de drogas como la extorsión.

"Los Caballeros Templarios han sido más agresivos en la búsqueda de fuentes alternativas y el uso de extorsión que prácticamente cualquier otro, con la excepción deLos Zetas", añadió el analista.
 
Aunque se acentúan los operativos contra los carteles de la droga, muchos analistas sostienen que por una cabeza que se corta aparecen dos, y no dejan de sorprender con la violencia creciente. Ahora fue el turno de los capos del cartel del Golfo, después de esto me parece que le van a poner la mira a los Zetas.

Contundentes operativos contra los carteles de la droga llevados a cabo exitosamente por el ejército mexicano.

http://analisis-global.blogspot.com.ar/2012/09/contundentes-operativos-contra-los.html

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Lo de Mexico es una locura. Creo que todavia no tomamos dimension de lo que esta pasando allá. Y acá si no se cortan de una vez los lazos politicos, judiciales y policiales con los narcos en 10 años vamos a estar igual.
 
Varones solteros solos sin ocupación comprobable o certificado de estudios no entran.

Hay que cerrar fronteras a los peruanos, colombianos y mejicanos, hay que categorizar los conflictos no convencionales, es una guerra global, si los países implicados no hacen lo necesario para eliminar sus focos infecciosos, debieran ser parias internacionales, que sea casi imposible conseguir ningún tipo de visa para entrar, que sus ciudadanos tengan que demostrar hasta la 10º generación anterior que ni un caramelo se afanó nadie en la familia, análisis de sangre, rinoplastía, ADN, todo... esta joda se está desparramando demasiado...
 
México: matan al líder del cartel de Los Zetas, pero se roban el cadáver.

Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, fue abatido al enfrentarse a una patrulla de la Marina mexicana. Pero un grupo comando asaltó la funeraria donde era velado y se llevó el cuerpo.

En un hecho insólito, y que demuestra la situación que enfrenta México con el narcotráfico, el cadáver del jefe del cartel de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, fue robado por un comando armado luego de que las autoridades militares anunciaran que había sido abatido.
El fiscal del Estado de Coahuila, Homero Ramos, confirmó que un grupo de hombres con el rostro cubierto y fuertemente armados sometieron al personal de la funeraria donde se lo estaba velando después de la necropsia, y se llevó el cuerpo en una carroza fúnebre.
Lazcano, el narcotraficante más buscado en México, cayó muerto el domingo pasado en un operativo realizado por la Secretaria de Marina-Armada de México en la localidad de Progreso, noroeste del país.
Según la versión oficial, una patrulla que había descubierto una célula narco intentó detenerlos y fue atacada. Allí cayó muerto Lazcano y un lugarteniente. En el lugar se secuestraron dos fusiles de asalto, un lanzagranadas, 12 granadas, un lanzacohetes y otras armas cortas.
Como había dudas sobre la identidad de los cadáveres, se les tomaron huellas y medidas. Con esos datos se confirmó que uno de los muertos era Lazcano.
Sin embargo, no se sabe muy bien por qué no se resguardó el cuerpo con las medidas adecuadas. Por el contrario, se lo entregó para que fuera velado en una funeraria de Sabinas, en Coahuila. De allí se lo llevaron los que se presume serían integrantes del sanguinario cartel de Los Zetas, ex militares que controlan un amplio segmento de la venta de drogas.
La Marina entregó a "las autoridades locales tanto el material asegurado como los cuerpos", dijo una fuente de la dependencia que pidió guardar el anonimato. "Una vez que los ponemos en manos de las autoridades correspondientes ya no está bajo la responsabilidad de nuestra institución", explicó.
Una de las pruebas periciales con las que cuenta la secretaría de Marina son las "huellas dactilares de los dedos pulgar, índice y medio, tomadas de la mano derecha de uno de los criminales abatidos", dijo la secretaría de Marina en el comunicado. En base a estas huellas se obtuvieron datos de que se trata de Lazcano Lazcano, nacido en 1975 y de 1,60 metros de estatura.
Aunque la fiscalía sostiene que Los Zetas se dividieron y que Miguel Ángel Treviño Morales, alias "Z-40", asumió el mando de la nueva ramificación del cartel, Lazcano era considerado por las autoridades como el máximo líder del cartel, acusado de varias masacres en México y Centroamérica.
La crueldad de Lazcano es tal, que según los testimonios de algunos de sus lugartenientes, solía arrojar a algunas de sus víctimas a los animales salvajes que tenía en una de sus haciendas. Otros testimonios señalan que los hombres de Lazcano obligaban a algunas de sus víctimas a enfrentarse entre sí a muerte por pura diversión.
Lazcano era uno de los narcotraficantes más buscados por el gobierno de México, que ofrecía una recompensa de 2,6 millones de dólares por su captura, mientras que Washington agregó 5 millones más.
Esta no sería la primera vez que desaparece el cuerpo de un capo del narcotráfico. En diciembre de 2010 las autoridades anunciaron la muerte de Nazario Moreno González, líder del cártel de La Familia Michoacana, pero el cadáver nunca se encontró. Se cree que los mismos sicarios que participaron en el enfrentamiento con las autoridades se lo llevaron.
La muerte de Moreno, que es venerado como un santo en algunas regiones del estado occidental de Michoacán, provocó una ruptura dentro de su organización y el surgimiento del cártel de Los Caballeros Templarios, liderado por quienes eran sus colaboradores más estrechos.

Clarín 09/10/12
 

Shandor

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México: aumentan las torturas por lucha antinarco​


mnistía Internacional denunció que en los cinco años que lleva el violento operativo concebido por el presidente Felipe Calderón hubo 4861 casos practicados por el Ejército

Crédito foto: EFE





Las denuncias de tortura en México han ido al alza desde que el Gobierno lanzó hace casi seis años operativos contra los cárteles del narcotráfico en los que actualmente participan decenas de miles de militares y policías federales, dijo el juevesAmnistía Internacional (AI).

El organismo dijo que los casos crecieron al menos un 400 por ciento desde diciembre del 2006 -cuando comenzaron los operativos- hasta el 2011.

El dato surge de las denuncias relacionadas con delitos federales que recibió la autónoma Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México. En ese periodo de cinco años sumaron 4,841 denuncias de tortura, según AI.

Durante el primer año del Gobierno del presidente Felipe Calderón, la CNDH recibió392 quejas por casos de tortura, frente a los 1,627 del año pasado, dijo en rueda de prensa Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional en México.

"En lugar de detener a las personas y llevarlas a ministerios públicos las llevan a cuarteles del Ejército y nunca sabemos qué pasa. Algunas veces concluyen en desapariciones, tenemos casos documentados", dijo Herrera.

Calderón, quien dejará la presidencia el 1 de diciembre a Enrique Peña Nieto, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha defendido los operativos y el trabajo que realizan las fuerzas federales ante la amenaza que representan los cárteles de las drogas.

Durante la gestión de Calderón han sido capturados o abatidos destacados líderes de cárteles de las drogas. El caso más reciente es el de Heriberto Lazcano, máximo líder de los sanguinarios Zetas, abatido por Marinos esta semana.

Herrera dijo que no existe certeza de que Peña contemple cambios para cambiar la tendencia, pues cuando fue gobernador del Estado de México, el más poblado del país, hubo un incremento significativo en asesinato de mujeres, actos de represión y casos de impunidad.

El organismo cuestionó que, a pesar de que México ha firmado diversos convenios para la protección de los derechos humanos, la práctica de tortura ha ido en aumento y como principales responsables son señalados policías federales y soldados.

Amnistía Internacional dijo en su informe que este fenómeno está ligado al envío de militares a las calles para realizar labores de seguridad.

"El Ejercito mexicano es una instancia que no está preparada para llevar a cabo labores policiales ordinarias, es decir, el llamado inmediato es que el Ejército mexicano tiene que abandonar las operaciones de policía ordinaria", dijo Herrera.

El actual Gobierno y Peña han dicho que los militares no pueden dejar las calles por ahora debido a que los policías no están preparados para enfrentar a los cárteles, que con frecuencia corrompen a corporaciones policiales, especialmente las municipales.

En los casi seis años de los operativos han muerto unas 60,000 personas en el país por la violencia ligada al narcotráfico.




Fuente: Reuters
 

Jorge II

Serpiente Negra.
Por eso es casi imposible la lucha contra el narcotrafico y el terrorismo, por grupos como éste de Amnistia Internacional siempre defendiendo a los narcos y terrorista y jamas dicen nada cuando ellos torturan, matan inocentes, matan policias y militares, en una guerra donde no hay reglas la unica forma de ganar la lucha es pelearle de igual e igual porque sino te pasan por arriba.
 
Por eso es casi imposible la lucha contra el narcotrafico y el terrorismo, por grupos como éste de Amnistia Internacional siempre defendiendo a los narcos y terrorista y jamas dicen nada cuando ellos torturan, matan inocentes, matan policias y militares, en una guerra donde no hay reglas la unica forma de ganar la lucha es pelearle de igual e igual porque sino te pasan por arriba.

Amnistia Internacional no "defiende narcos y terroristas", denuncia que los Estados Nacionales cometan actos criminales como son la tortura o los apremios ilegales, y esta perfecto.

No se combate el terrorismo con mas terror, sino con inteligencia criminal.

Cualquier dato arrancado en la tortura esta viciado de nulidad y su valor judicial es cero. Es mas, le va a servir al narco para salir indemne y quedar liberado.

En Uruguay vencieron a Tupamaros cuando la lucha contra ellos quedo a cargo de la Policia y ésta, con metodos de investigación criminal, desbarataron en poco tiempo toda la organizacion.
 

Jorge II

Serpiente Negra.
Acordate que Mexico no es Argentina donde gozan de los derechos humanos, ellos tienen otras leyes donde primero está la patria despues la persona.
 
Tengo que discentir, Mexico respeta los derechos humanos tanto como Argentina, al menos en lo formal (corre para los dos paises)

Investiga quien fue el Comisario General Alejandro Otero Villarino de Uruguay que desarmo MLN sin pegar un solo sopapo. Él en persona detuvo al Pepe Mujica, es más, creo que fue él solo en persona a deternerlo para que no haya tiroteo.

Me corrijo, Villarino desarticulo el MLN que es anterior a Tupamaros, cuando en el 73 se dio el golpe en Uruguay los resabios del MLN se transformaron en el MLN-Tupamaros, y se le ******* de risa a los militares jugandola de policias.
 
Dice el Comisario Otero Villarino: "Yo derroté a los tupamaros y fue un trabajo eminentemente policial. Estábamos aún muy lejos de 1973 (cuando se instauró la dictadura en Uruguay)", explica Otero, quien subraya la falta de medios con la que emprendió su cruzada.

Para completar sus magros ingresos como policía, Otero trabajó de árbitro de fútbol profesional, periodista ocasional e incluso vendedor de libros y ropa.

A pesar de ser su némesis, los guerrilleros lo respetaban, pues el comisario siempre se negó a utilizar la tortura, en contra de las recomendaciones de los agentes de la CIA.
"La CIA reconocía que era el mejor preparado para enfrentarse a los tupamaros. El problema era que no se dejaba controlar", apunta Vallarino, quien recuerda cómo Otero fue llamado a EE.UU. para que les "instruyera" sobre esa guerrilla urbana, "un fenómeno desconocido para ellos".

Otero "no quería ninguna agencia extranjera en Uruguay, ni la CIA ni el KGB", agrega. Finalmente, a principios de la setenta, la CIA logró sacarlo de su cargo.

Sobre la derrota de los tupamaros, Vallarino recuerda que estos mismos admiten el papel que tuvo Otero en esa lucha y agradecen que no los interrogara con "apremios físicos".

Otero es muy claro al respecto: "fue un juego de inteligencia con ellos. De mente a mente".

El que fuera dirigente tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro, hoy día senador del gobernante Frente Amplio, "reconoce en un trabajo periodístico que si no hubieran intervenido otros policías y otros departamentos (en esa batalla), Otero les hubiera liquidado como grupo", recuerda el escritor.
 
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