El nuevo rol que el gobierno quiere asignarle a las FFAA significa propinarles el golpe de gracia. Es renunciar a tener una aviación de combate, una marina de combate, un ejército de combate, cuando tenemos vecinos armados hasta los dientes, y con armamento ofensivo, no defensivo. Es convertir a nuestras FFAA en un organismo policial o, a lo sumo, en una guardia nacional centroamericana. Significa desguarnecer totalmente el país ante la eventualidad de una agresión extranjera. La decisión tomada por el gobierno oscila entre la cortedad de vista y la traición a la Patria. Los pueblos que se niegan a mantener a su propio ejército terminan manteniendo a un ejército extranjero. ¿Combatir el narcotráfico? Los Zetas en Mexico son la consecuencia de poner a las FFAA a combatir la droga. Los Zetas son militares que se corrompieron a partir de esa decisión. Y en nuestro país, además de sueldos de miseria, en las FFAA se ha derogado el Código de Honor Militar. Un cóctel que invita a la corrupción.
