El gigante fallido: Historia del bombardero Consolidated B-32 Dominator
Diseñado como alternativa de respaldo en caso que el B-29 de Boeing fallara. Usaba los mismos motores, un diseño similar al del B-24, cabina presurizada y defensas a control romoto.
De 1500 ordenados, apenas unos 110+ fueron construídos y usados en misiones de reconocimiento fotográfico.
Fue el último avión en entrar en combate durante la IIGM, teniendo la última baja aérea al perder un tripulante ante fuego de cazas japoneses.
Durante vuelos de reconocimiento, TRAS la rendición japonesa, varias misiones fueron interceptadas por pilotos japoneses. Esto llevó a la decisión de ordenar el retiro de las hélices de todos los aviones japoneses para evitar que volvieran a hacerlo.
Los pilotos japoneses declararon que lo hacían por miedo a que estuvieran bombardeando, ya que no podían tolerar la vista de bombarderos sobre sus ciudades.
Ningún ejemplar fue derribado, por lo que el diseño demostró cierta capacidad de supervivencia, llegando en la ocasión de la última baja aérea a su base con fuertes daños.
El armamento defensivo también parece haber funcionado muy bien, dañando severamente y derribando algunos interceptores japoneses. Sobre todo considerando que eran vuelos en solitario sin el apoyo de fuego defensivo de otros bombarderos en formación.