El desarrollo de la IA genera un auge exponencial del consumo de energía, sobre todo de sus centros de datos, cada vez más numerosos y sofisticados.Esto provoca un déficit energético cada vez más acuciante y la agricultura se transforma en una parte creciente y de particular importancia en este...
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Rural
El agro y la energía nuclear se unen en sus raíces
- El desarrollo de la IA genera un auge exponencial del consumo de energía, sobre todo de sus centros de datos, cada vez más numerosos y sofisticados.
- Esto provoca un déficit energético cada vez más acuciante y la agricultura se transforma en una parte creciente y de particular importancia en este nuevo orden científico y tecnológico.
Productores y especialistas en la recorrida a campo.
La Inteligencia artificial (IA) es la tecnología de la época, y el 1ro. y más importante de los instrumentos tecnológicos con los que opera la 4ta revolución industrial, que es la digitalización completa de todos los sistemas productivos, incluyendo la agricultura.
Hay que advertir también que
la Inteligencia artificial se integra de manera profunda y necesaria con el despliegue creciente de la energía nuclear. Por eso ambas se expanden a un mismo ritmo, cada vez más acelerado.
La razón de este fenómeno central de la civilización contemporánea es la siguiente:
- El desarrollo de la IA genera un auge exponencial del consumo de energía, sobre todo de sus centros de datos, cada vez más numerosos y sofisticados.
- De ahí que el despliegue pleno de la IA provoca un déficit energético cada vez más acuciante; y sólo la energía nuclear puede resolverlo porque es la única energía limpia, estable, y capaz de escalar de forma prácticamente instantánea; y esto hace que las grandes empresas de alta tecnología –Microsoft /Open AI, propiedad de Elon Musk/ y Facebook – Meta, entre otras- se vuelquen con todos sus recursos humanos, técnicos, y financieros al desarrollo de la energía nuclear.
- Esto hace que la agricultura se transforme en una parte creciente y de particular importancia en este nuevo orden científico y tecnológico.
De ahí la importancia extrema del acuerdo estratégico de cooperación en el uso de las tecnologías nucleares en la agricultura, sellado en Viena entre el IICA (“Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura”) y la OIEA (“Organismo Internacional de Energía Atómica”), cuyos 2 titulares –Manuel Otero y Rafael Grossi- son argentinos, una coincidencia cargada de sentido.
- La Argentina fue el primer país del mundo que sin tener el arma atómica cubrió la totalidad del ciclo nuclear con sus propios recursos, equipos, y financiamiento; y lo hizo alrededor del “Instituto Balseiro”, una de las entidades científicas de investigación y de formación de profesionales de mayor y más reconocido prestigio internacional.
- De modo que la dupla Agricultura / Energía nuclear que hoy impulsan Manuel Otero y Rafael Grossi tiene sus raíces más profundas en una experiencia nacional xtraordinariamente fructífera, al punto de convertirse en una parte de la identidad de los argentinos.
“La esencia de la técnica no es técnica sino cultural”, dice Martín Heidegger; y esto significa que lo esencial para la agricultura y la energía nuclear no son los últimos logros técnicos, no obstante su obvia importancia, sino que esta combinación entre uno de principales sistemas productivos y la tecnología más avanzada se convierte en una actitud de confianza en el cambio tecnológico y de entusiasmo por lo nuevo e innovador; y esto hace que se fusione vigorosamente con su época y aprenda a utilizarla. No hay conocimiento sin empatía.
La agricultura del siglo XXI tiene cada vez más un signo cualitativo, lo que incluye la salvaguarda sistemática y lúcida del Medio Ambiente, al tiempo que deja de ser una disciplina meramente cuantitativa.
Pero lo cualitativo en el mundo moderno es sinónimo de formación de capital humano, lo que significa profesionales altamente especializados, capaces de convertirse en intelectuales orgánicos de la producción agrícola más avanzada.
Este es el ciclo agricultura/ energía nuclear/ Inteligencia artificial, todo lo cual significa un s
alto tecnológico y científico en la producción de agroalimentos.
Es preciso subrayar que esta temática crucial de la época coincide con el contenido del próximo foro del COP-30 que se realizará en Belén, Brasil; y que constituye una extraordinaria oportunidad estratégica para poner de relieve la vinculación profunda y necesaria que existe entre la seguridad alimentaria mundial, que tiene a Brasil como su principal protagonista, y la defensa sistemática del Medio Ambiente, que es el contenido de la sustentabilidad de la producción agrícola.
Todo esto implica ante todo la fusión plena de la producción con la tecnología de avanzada.
Sobre la firma
Jorge Castro
Analista internacional. Columnista del suplemento Económico de Clarín.
