Algunas preguntas pontuales:
- Ustedes estan en guerra con UK?
- Ustedes no tienen relaciones diplomaticas con UK ?
- Ustedes no tienen relaciones comerciales con UK?
- Ustedes no tienen empresas de UK operando en Argentina?
Lo pregunto porque estamos hablando de aviones de transporte/tanqueros, no de aviones de combate.
En serio, no creo que UK deje de ganar dinero por cuenta de una hipotesis de conflito descabellada.
Que hay de concreto y que es leyenda urbana?
Puede visitar la página del ministerio de relaciones exteriores del Reino Unido y corroborar por usted mismo (yo ya lo hice en varias oportunidades a lo largo de las décadas que llevo en este foro y no tengo tiempo de volver a hacer la tarea ahora). Corroborará que existe un bloqueo a la provisión de sistemas de armas, componentes y repuestos a Argentina. El mismo continúa tan firme como siempre.
Es fácil notar que esto abarca los componentes del KC-390, entre otras cosas.
Luego, tenemos declaraciones de representantes del gobierno británico cuándo Argentina expreso interés por el Gripen brasileño y el AT-50 coreano. Con respecto a este último, existen comunicaciones oficiales públicas entre Argentina y Corea.
También podríamos recordar que las turbinas de los destructores argentinos y los elementos pirotécnicos de los asientos eyectarles de aviones obsoletos, como los Super Standard.
Podríamos recordar protestas británicas a cada intento argentino de intentar adquirir algo de relevancia. Protestas que también parecen estar detrás de la suspensión de algunas adquisiciones, como un antiguo buque polar que casi se adquiere a Australia. O, al menos, eso referencian algunos que trabajaban en esa adquisición.
Problemas de este tipo que afectan todos los sistemas de armas a lo largo de toda su historia de servicio y cada intento de adquirir algo, incluso aunque sean cosas usadas, obsoletas y/o inofensivas.
Más allá de ello, los sistemas de armas y sus componentes tienen sus especificidades respecto a las cuestiones comerciales, empresas, etc.
Sabemos que la relaciones diplomáticas entre UK y Argentina pueden pasar por vaivenes por cualquiera de las partes. No casualmente en ambos países suelen existir declaraciones publicas en tiempos de campañas electorales.
Dependiendo de las circunstancias, estos vaivenes diplomáticos pueden ir más allá que simples declaraciones y, obviamente, afectar el soporte de cualquier sistema de armas.
Imposible tener certezas sobre la que pasará en los próximos treinta años.
Un cliente de un sistema de armas tiene que tener expectativas de que el mismo contará con soporte durante toda la vida útil del sistema y, en el caso de Argentina, eso no se puede afirmar respecto a sistemas de armas, componentes y/o servicios bajo jurisdicción del Reino Unido.
Por otro lado, la realidad es que mientras ese conflicto continue vigente y no se puedan restablecer negociaciones bilaterales sobre esa cuestión, incluso aunque los británicos no objetarán, Argentina debiera abstenerse de buscar ese proveedor. Eso debiera ser la política exterior con independencia de la posición británica. Argentina debiera tener su propia posición, la cual debiera consistir en recurrir a otros de los múltiples proveedores que existen en el mundo.
Sin perder de vista que más allá de la política exterior del gobierno de turno, en Argentina, existen leyes que prohíbe establecer vínculos con compañías que tengan actividades sobre los territorios ocupados, entre otras restricciones que tampoco deben ignorarse. Donde reina el estado de derecho, se supone que la ley esta para cumplirse, no para ignorarse, por parte de cualquier funcionario publico argentino.
Para algunos, como yo, debiera irse más allá de ello y reducir los vínculos comerciales y económicos con el Reino Unido. Pero somos la irrelevante minoría.
En cualquier caso, cuanto menos deben respetarse las leyes vigentes en Argentina, por un lado; y, por propio interés, minimizar la dependencia de un proveedor de armas y subsistimos no fiable, por otro lado.