Gentes de mucha fe.
Unos meses atrás estaban con San FREMM.
Que ya era seguro.
Confirmadisimo.
A los escépticos los condenaban por herejes.
Hace una semana se volvieron locos con el santo obispo de Absalon.
Obispo, verdadero salvador.
Ni se acordaron de Fremm.
Pero a los herejes continuaron enviando a la hoguera.
Ahora enloquecen por el glorioso Iver Huitfeldt.
Las más nueva y, por tanto, auténtica fe.
absalon también cayó en el olvido.
Eso sí, los herejes siempre serán herejes. Ni justicia, ni perdón.
Gentes de pocas fe.
Demasiado fugaces vuestras creencias.
Vuelan demasiado de nube en nube con la vana esperanza de llegar al cielo.
Y demasiada arrogancia condenando a los escépticos.
Quizás, sólo quizás, sería buena idea tirarse un cable a tierra.
Unos meses atrás estaban con San FREMM.
Que ya era seguro.
Confirmadisimo.
A los escépticos los condenaban por herejes.
Hace una semana se volvieron locos con el santo obispo de Absalon.
Obispo, verdadero salvador.
Ni se acordaron de Fremm.
Pero a los herejes continuaron enviando a la hoguera.
Ahora enloquecen por el glorioso Iver Huitfeldt.
Las más nueva y, por tanto, auténtica fe.
absalon también cayó en el olvido.
Eso sí, los herejes siempre serán herejes. Ni justicia, ni perdón.
Gentes de pocas fe.
Demasiado fugaces vuestras creencias.
Vuelan demasiado de nube en nube con la vana esperanza de llegar al cielo.
Y demasiada arrogancia condenando a los escépticos.
Quizás, sólo quizás, sería buena idea tirarse un cable a tierra.
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