La Segunda Guerra Mundial en Color

Para mí no tuvieron problemas.
Recuerdo que los rusos hicieron un estudio para cambiarle el cañón a sus Sherman ante una posible falta de suministro de munición, pero al final lo abandonaron, ya que jamás tuvieron problemas de ese tipo.
Si no tuvieron problemas, con la munición de tanques, menos con la de armamento individual.
Aunque hay pocas fotos del uso de armas foráneas en el ejercito de la URSS..., puede que el de la foto este en segunda línea o fuera del frente.
Lord...la foto es de Stalingrado y por "la facha" del soldado, sospecho estaba en "el frente"
 
Imágenes de Kharkov ocupada por los nazis (1942)

Coches alemanes en la plaza Central de la ciudad (ahora plaza de la Libertad)


Un bote cruza un rio Lupan, al fondo se observa la Catedral de la Anunciación




Conjunto de edificios Derzhprom, muy de la ciudad de Járkov., construido durante la era soviética, junto a la plaza de la Libertad


Vista desde la plaza Tevelev (ahora plaza de la Constitución)


El edificio demolidos por bombardeos y fuego de artillería de los barrios alrededor de la Catedral de la Anunciación





Un tranvía que pasa por la calle Sverdlova (ahora Poltava Manera).
 


El asedio de Budapest.
(Granaderos SS Alemanes tomando un descanso en Hungría el 5 de enero de 1945.)
Menos conocido que los de Stalingrado y Leningrado, el asedio de Budapest fue de una intensidad y violencia inusitadas, comparable a las batallas citadas en territorio soviético y al Levantamiento de Varsovia de agosto de 1944. El asedio de Budapest fue una larga batalla librada entre noviembre de 1944 y el 13 de febrero de 1945, y es catalogada como una de las batallas más sangrientas de la historia de la Humanidad (ya de por sí bastante sangrienta).
Hungría entró en la Segunda Guerra Mundial formando parte de las potencias del Eje junto a Alemania, Italia y Japón en 1941 y tras declarar hostilidades a la Unión Soviética, Gran Bretaña y Estados Unidos. Así fue como el Ejército Húngaro combatió durante años en el Frente Oriental, hasta que cuando la contienda se volvió en favor de los Aliados, sobretodo tras la capitulación de Rumanía y Bulgaria que en 1944 se cambiaron de bando.
Budapest era de importancia vital para Hitler, debido a su cercanía a Viena. Stalin, por su parte quería exhibir músculo y cobrarse una buena pieza delante de los aliados occidentales ante la próxima conferencia de Yalta. El rodillo del Ejército Rojo avanzaba inexorablemente por la Europa oriental.
Los alemanes defendían la capital húngara con un fuerte contingente de panzers y muy bien parapetados en las colinas de Buda. Hitler ordenó a los 150000 defensores resistir hasta la muerte, según era costumbre del Führer: «ni un paso atrás». Fueron cercados por tropas soviéticas y rumanas, que superaban ampliamente el doble de la cifra de defensores alemanes y húngaros. Hubo un momento en que los tanques del 4º Cuerpo de Ejército Blindado llegaron al perímetro de la desgraciada ciudad y podrían haber intentado romper el cerco, pero Hitler ordenó la retirada.
Ante la fuerte resistencia ofrecida por la capital, el Ejército Rojo optó por dar un rodeo para embolsarla por completo y fue conquistando paulatinamente otras zonas de Hungría. Las dos alas soviéticas se encontraron finalmente el 26 de Diciembre de 1944 en el cruce de carreteras de Esztergom, completando el asedio de Budapest, donde quedaron encerrados unos 800000 civiles y los defensores. El 29 de diciembre, el mariscal soviético Malinovski envió emisarios a la ciudad sitiada para negociar la rendición, pero nunca volvieron. Unos pensaron que los habían asesinado los nazis, y otros que fueron liquidados por los propios soviéticos. El caso es que Malinovski continuó el asedio de Budapest al interpretar la desesperación de sus hombres como un desafío de los defensores.
El 13 de febrero de 1945, el comandante alemán de la plaza, el general von Wildenbruch se rindió ante el Ejército Rojo. Cuando Budapest capituló, los soviéticos capturaron más de cien mil prisioneros y hubo ejecuciones masivas. El maltrato y los saqueos se extendieron a la indefensa población civil. Muchos miembros de las SS trataron de escapar, ya que los soviéticos torturaban antes de ejecutar a aquellos del cuerpo dirigido por Himmler que caían en sus manos. Por ello muchos se hacían pasar por soldados húngaros para evitar ser asesinados. El Ejército Rojo se estaba tomando cumplida venganza de las atrocidades cometidas por los nazis en la invasión de la URSS. La mayoría de los oficiales de las SS se suicidaron antes de la rendición efectiva.
La caída de Budapest constituyó una gran victoria para la Unión Soviética, a pesar del retraso y la infinidad de bajas causados por sus defensores germano-húngaros en los planes de Iósif Stalin por expandir su influencia a Europa Central. Precisamente con la toma de la capital magiar, las tropas del Ejército Rojo tuvieron el inmediato acceso a Checoslovaquia y Austria, lo que sin duda mejoró sustancialmente la posición de Moscú de cara al futuro reparto de Europa con los Aliados Occidentales tras el inminente fin de la Segunda Guerra Mundial.
 
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El "Mensur".
La marca del honor de los Nazis caras cortadas.
Dr. Johann Lardschneider Obersturmbannführer y médico de división, posiblemente tomada entre 1939-1940 cuando se usaron por corto tiempo los símbolos rúnicos en ambos lados del cuello, de la División SS Prinz Eugen. Esta división Volksdeutsche fue conocida por sus crímenes en Yugoslavia.
La gran cantidad de cicatrices faciales (Schmiss) fueron recibidas en uno o más duelos. ( Mensur) y curiosamente no lleva ninguna insignia de herido de guerra pero sobre el botón lleva la cinta de la medalla de segunda clase de la Cruz de Hierro del 1939.
El Mensur.
La marca del honor de, los Nazis caras cortadas.
Una de las tradiciones alemanas más extrañas, cuyas huellas aún se pueden encontrar en los rostros de los alemanes mayores hoy en día, es el maltrato. Tales peleas generalmente se llevaban a cabo entre representantes de varias fraternidades estudiantiles, sin embargo, difieren de los duelos reales en que sus razones no eran en absoluto enemistad o disputa, sino a menudo pretextos muy descabellados. Su objetivo principal era el deseo de afirmarse y, curiosamente, de dejar cicatrices en su rostro.
En realidad ese tipo de cicatrices no son exclusivas de los nazis, si bien la popularidad de algunos de sus miembros, como Otto Skorzeny o Ernst Röhm, las hacen más presentes en los libros de Historia. Dichas cicatrices o marcas se conocen como Schmiss y en realidad eran consideradas cicatrices de honor.
Los Schmiss se dejaban sin curar y sin coser con el único motivo de que cicatrizaran lo más grandes posibles, lo que elevaba el honor y valentía del que las lucía.
Todo proviene de unos duelos típicos de algunas sociedades o asociaciones estudiantiles y universitarias germanas. Dentro de las mismas se seguían algunas tradiciones y rituales, entre las que estaban los mensur. Esta palabra, que podríamos traducir por medida, era como se denominaba a un tipo de combate de esgrima, con ciertas normas muy estrictas, que servía para medir el valor y el honor de los combatientes.
Uno frente al otro, sin el movimiento habitual de los duelos y la esgrima, como estatuas en las que sólo se mueve el brazo armado en torno a la cabeza del contrario y un mandato: no apartarse nunca.
Aunque el origen de este tipo de duelos data de unos siglos antes, tuvieron cierto auge a finales del XIX y en la primera parte del XX.
El objetivo principal del duelo era no apartarse, ya que así se mostraba la falta miedo y el valor más allá el dolor.
Por lo tanto, acoger las heridas sin inmutarse era toda una prueba de esa resistencia y fortaleza.
Una cicatriz en la cara viene a decir que no se apartó la misma a pesar de verla en peligro. No era una lucha a muerte y los daños no solían ser serios, ya que se protegían las partes que podrían conllevar heridas peligrosas.
Pero bastaba con apartar la cara un poco con el objeto de evitar el acero del contrario para perder el combate y por lo tanto manchar el honor. Una vez heridos se ponía poco cuidado en la cura, para que la cicatriz fuera grande y bien visible.Las cicatrices faciales se consideraban muy honorables entre los estudiantes y agregaba autoridad a sus dueños.
Tales peleas sirvieron como prueba de fortaleza, coraje y resistencia. Por lo tanto, las heridas recibidas a menudo eran incluso más importantes que la victoria. Según una tradición tácita, en el siglo XIX, cada estudiante durante sus estudios tuvo que participar en ese duelo al menos una vez. Durante mucho tiempo, hasta mediados del siglo XX, las cicatrices características de los schlegers sirvieron como sello distintivo de las personas que estudiaron en universidades alemanas.
Tales marcas "adornaban" las caras de muchos oficiales alemanes del Tercer Reich y se obtuvieron, en su mayor parte, en absoluto en la guerra.
Otto Skorzeny libró trece duelos y en el décimo de ellos fue cuando recibió el corte en la cara que llevó con orgullo hasta su muerte. Según parece, los estadounidenses lo apodaron Caracortada precisamente por su schmiss.
También Ernst Röhm, cofundador de las SA y asesinado en la Noche de los cuchillos largos, lucía algunas heridas en su cara, al igual que Ernst Kaltenbrunner, destacado miembro de las SS y jefe de la Gestapo
 
El último hombre de las SS: "Conde Sangriento", general Karl von Pückler, Sr. Scar. La batalla de Slivice
Estaba investigando la posibilidad de que existieran checos durante la SGM luchando con uniforme alemán y que no tuvieran "sangre alemana" (los Volksteutsche) y me he encontrado con que supuestamente entre los días 11 y 12 de mayo de 1945, se libró una sangrienta batalla en los alrededores de la villa checa de Slivice. Miles de soldados alemanes junto a unos cuantos civiles intentaban alcanzar las líneas americanas para rendirse, pero les atacaron primeramente los partisanos liderados por Yevgeniy Antonovich Olesenski y luego los soldados rusos. Incluso los soviets fueron apoyados por los cañones americanos de la 4ª división blindada del Duodécimo Cuerpo
El 11 de mayo de 1945, pocos días después de la caída de Berlín y la capitulación de las autoridades nazis, comenzó la última gran batalla de la Segunda Guerra Mundial. En su transcurso las tropas soviéticas, apoyadas por las estadounidenses, derrotaron a las tres divisiones de las SS atrincheradas a 60 kilómetros de Praga.
Se trataba de los restos de la 5 División Wiking, la 44 División de granaderos Wallenstein y la 2 Division Das Reich. Las tropas Alemanas intentaron retirarse de Praga hacia el oeste antes de que comenzasen los combates. Buscaban rendirse ante las tropas estadounidenses para evitar represalias por las atrocidades cometidas durante la invasión a la URSS.
El 8 de mayo, acercándose a la ciudad de Plezen, donde estaban estacionadas las unidades del Ejército estadounidense del general Patton, el conde Pückler-Burghaus inició las negociaciones para la rendición. Sin embargo, el ejército estadounidense no quiso lidiar con los Alemanes y rechazó todas las propuestas.
Dos días más tarde, cuando las fuerzas soviéticas y las de EEUU se reunieron cerca de las ciudades de Ceske Budejovice y Chemnitz, los restos de las SS ya habían logrado atrincherarse en una colina cerca del pueblo de Slivice. Crearon un sistema de trincheras y refugios con ametralladoras y enterraron las piezas de artillería y de tanques.

El grupo de reconocimiento y de sabotaje comandado por el capitán Evgueni Olesinski fue el primero en dar con las posiciones fortificadas de las SS. Utilizando el factor sorpresa, sus soldados y varios guerrilleros locales atacaron a las divisiones nazis. Pero tuvieron que retroceder y perdieron en la batalla a al menos 13 personas. El teniente general y comandante del 2 Cuerpo mecanizado Karp Sviridov y varias brigadas de tanques acudieron a apoyarlos.
El ataque comenzó con un bombardeo de artillería pesada sobre las trincheras enemigas. El bombardeo de artillería soviético fue apoyado por la 4ª División Blindada del XII Cuerpo del 3º Ejército de los Estados Unidos. Sin embargo, los nazis contraatacaron desesperadamente. El comando soviético atacó con una división de lanzacohetes. Después del bombardeo, los alemanes comenzaron a rendirse, pero el grupo finalmente fue rematado desde el aire por los pilotos del 112 ° Regimiento de Aviación de Cazas de la Guardia.
Aproximadamente a las tres de la mañana del 12 de mayo, en la fábrica de Rakovica, Pückler-Burghaus firmó un protocolo de rendición. En nombre de la parte soviética, el documento fue firmado por el comandante de la 104.a División de Fusileros de la Guardia, el mayor general Ivan Seregin, y en nombre de la parte estadounidense, por el jefe de estado mayor de la 4.a División Panzer. Aproximadamente 6.000 soldados alemanes fueron capturados.
Luego, el general de las SS Pückler-Burghaus regresó a su villa y se pegó un tiro.
El 12 de mayo de 1945 Fue uno de los últimos disparos de II. guerra Mundial, en Europa.
Anteriormente había ejecutado a la hija († 5) de su secretaria, a la que también mató († 28). Así terminaba la triste batalla de Slivice.
El General Waffen-SS Karl von Pückler († 59). Se suicidó en los terrenos de la casa número 99 en Čimelice cerca de Písek el 12 de mayo de 1945. Tenía las manos manchadas de sangre de cientos de praguenses.
Tenía una gran cicatriz en la mejilla izquierda (El Schmiss) de un duelo de "Mensur" burgués en Berlín en la década de 1930.
Era un nazi fanático y rápidamente avanzó en la jerarquía militar. El final de la guerra lo tomó en la posición más alta del Gruppenführer SS.
Durante el Levantamiento de Praga, dirigió la 2.a División de Tanques SS del Reich, la 5.a División Panzer SS Viking y la 44.a División de Infantería Motorizada SS Wallenstein, que trató de reprimir brutalmente el Levantamiento de Praga para penetrar al oeste en la zona de ocupación estadounidense.
El general von Pückler fue partidario de la destrucción total de Praga. El 7 de mayo, escribe a su mando: “Por la noche, orden de desplegar lanzallamas y unidades destructivas. Exigimos nuevamente un fuerte despliegue de la Fuerza Aérea contra la Plaza Wenceslao - Prokopy ".
El número de víctimas de la batalla de Slivice nunca se ha determinado con precisión, se estima en miles. Sin embargo, la propaganda actual guarda silencio sobre ellos, aunque se trata de una masacre en pocas horas( según algunas fuentes) , que tuvo el mismo número de víctimas que el famoso Levantamiento de Praga durante los cinco días de su existencia (5-9 de mayo de 1945).
 


Esta fotografía me llamó poderosamente la atención por el gesto de cubrirse la cara en un intento de ocultar haber caído prisionero y me puse a rebuscar toda la información que pude.
He aquí un paracaidista obergefreiter ( cabo primero) germano capturado en Bélgica en 1945,el cual,por la vergüenza que experimenta tan aguerrido combatiente,oculta su rostro.
Se nota que tiene varios distintivos que van desde "Hitler Jugend"(juventudes hitlerianas),como una distinción al mérito deportivo o DRA (Deutscher Reichs-Ausschuss fur Leibesubungen) y su lazo de la cruz de hierro de segunda clase.
Una vez que se sabe que el protagonista de nuestra foto es un obergefreiter, está casi todo hecho. Tirando del hilo, he descubierto que la fotografía pertenece a los archivos históricos de la revista "Time".
Fue tomada en Weywertz (Bélgica), el 15 de Enero de 1945, por el fotógrafo Sargento Bill Augustine. Junto a los camaradas que figuran al fondo, este paracaidista fue capturado por el 16 Regimiento de Infantería Americano.
El 7 de enero de 1945, una semana antes de la foto, Hitler había ordenado la retirada de las tropas que habían tomado parte en la última gran ofensiva del ejército alemán, la Batalla de las Ardenas; fue ésta una de las últimas intervenciones significativas de los paracaidistas alemanes, empleados como infantería, dada la superioridad aérea de los aliados desde el desembarco de Normandía (6 de junio de 1944).
Una última fotografía, coloreada, da cuenta del uniforme del paracaidista. Encima de la guerrera, lleva el típico tres cuartos de estos combatientes, el llamado knochensack (saco de huesos), un kenning muy germánico.
Para el cabo la guerra había terminado en la Ardenas. y su gesto nos crea unos sentimientos encontrados....
Consecuentemente, el dietario de la posguerra admitió la tesis que la ‘Ofensiva de las Ardenas’, había sido el irrevocable y desalentado afán de un enardecido líder, que apenas tenía resquicio de obtener la gloria, escribiéndose otra de las páginas más cruentas en cuanto al parámetro de víctimas.
En esta convulsión del ser o no ser por la supremacía mundial, la tenacidad estadounidense, unido a los continuos bombardeos y una oportuna estratagema de las divisiones británicas en el Norte, impidieron la progresión germana.
Acababa de nacer el año nuevo de 1945 y con él, las tropas alemanas con útiles y pertrechos deteriorados y soldados bisoños y otros consumidos por la antigüedad, abrieron brecha a su retroceso ante un fornido contragolpe aliado, que, a fin de cuentas, iba a ser uno de los últimos de la guerra.
 
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El Drama de Twentol: El sacrificio de Corrie van Baalen Bosch (1944)

En algún momento durante la Segunda Guerra Mundial, en Deventer, Holanda, Corrie Bosch se involucró en actividades de la resistencia a través de un grupo de estudiantes de la Escuela de Agricultura. Estos estudiantes vivían en una casa en Sallandstraat y junto con otros formaron uno de los Deventer Knokploegen (KP), grupo de resistencia. Corrie todavía vivía en casa, junto con su madre y dos hermanas menores. Su padre se vio obligado a trabajar en Alemania. Las actividades de resistencia de Corrie, como mensajera que transportaba tarjetas de recibos falsos, tarjetas de identidad y tarjetas maestras de distribución, fueron observadas por su madre con mucho miedo.
Con el tiempo Corrie se enamoró de uno de los estudiantes, Joost “Jos” Wanders Westland van Baalen, con quien se casó el 28 de marzo de 1945.
Corrie y Jos se mudaron a la casa de estudiantes en Sallandstraat. Dos semanas después, el domingo 8 de abril de 1945, el comandante adjunto del KP, Joop Zwijnenberg, instruyó a cinco miembros del equipo, incluido Jos van Baalen, para que se mudaran a la planta de lubricación abandonada Twentol, ubicada en el Sr. H.F. Boerlaan, cerca de uno de los puentes sobre el IJssel. Tuvieron que ocupar el Twentolfabriek para proteger el puente y protegerlo de la posible destrucción alemana, a la espera de que se acercaran las tropas canadienses. El mensajero Corry Bastiaan proporcionaría provisiones al grupo, pero a Corrie van Baalen-Bosch se le permitió tomar su lugar porque quería estar cerca de su esposo. El lunes 9 de abril, Corrie se unió a los cinco en la fábrica. El mismo día, el grupo recibió refuerzos de dos KP más (hombres). Pero la acción, liderada por Jan van Gennep Lührs, fracasó: el martes por la mañana, 10 de abril, los alemanes volaron el puente, sin que los KP (ligeramente armados) pudieran objetar.

Los ocho jóvenes combatientes de la resistencia, incluido Corrie van Baalen-Bosch, decidieron permanecer en sus puestos. Uno de ellos (Gerard Verhoeven) se topó con un cabo de la Wehrmacht durante un recorrido por la fábrica. Después de una pelea logró capturarlo, pero lo dejó ir nuevamente después de que el hombre había prometido permanecer en silencio. Poco después apareció una patrulla alemana en la fábrica. Se produjo un tiroteo, matando a dos de los KP, y luego los alemanes prendieron fuego a la fábrica. Solo Verhoeven escapó. Los otros cinco, incluidos Corrie y Jos, fueron arrestados y llevados a una casa en Snipperlingsdijk, que en ese momento servía como un puesto de comando para los alemanes. Los cinco probablemente fueron interrogados brevemente. Entonces el oficial al mando alemán decidió ejecutarlos por sus actos de resistencia. Esto sucedió unas horas más tarde en el parque cercano Het Hoornwerk, al que habían llevado a los cinco. Un soldado del hospital alemán, Ernst Gräwe, quien se negó a participar en la ejecución, también recibió un disparo. El sonido del avance de los canadienses se podía escuchar en la distancia. Apenas un par de horas más tarde aquel mismo día liberarían a Deventer.

El sábado 14 de abril de 1945 tuvo lugar el funeral de Corrie van Baalen-Bosch y sus compañeros de combate. El interés público era enorme. Se publicaron impactantes fotos de su cuerpo sin vida en la caja de madera abierta en varios periódicos, incluso en el extranjero. El British Daily Mirror tenía el título: "Triunfo en la muerte: ella dio su vida para que su país pudiera vivir". Y en la Voz de los Países Bajos, que apareció en Londres el 5 de mayo, la leyenda decía: "La expresión pictórica más conmovedora que hemos visto de la naturaleza de la lucha de Holanda contra los alemanes
 
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Fiódor Vasilievich Tokarev

El diseñador que supuso para la Unión Soviética lo que pudo ser Browning para Estados Unidos o Mauser para Alemania.
Nació el dos de junio de 1871 en el poblado cosaco de Egorlýkskaya, a orillas del río Don, en el seno de una familia también cosaca.
Cuando varios años más tarde preguntaron a Fiódor Tókarev cómo llegó a diseñar armas, el afamado armero contestó: “A mi juicio fue por casualidad. De niño conocí a un armero y me entusiasmé mucho con trabajo. Creo que todo empezó con ello.”
En 1887 ingresó como estudiante en la Escuela Mecánica Militar de Novocherkassk, capital de los cosacos del Don, donde conoció a Chernolijov, diseñador y técnico de armas que participó en el desarrollo del fusil reglamentario ruso.
En 1907, siendo alumno de la Escuela de Armamento de Oranienbaum, Tókarev pudo conocer el trabajo y el manual sobre armas automáticas escrito por el armero ruso Vladímir Grigórievich Fiódorov, quien en 1916 desarrollara el primer fusil automático de asalto en el mundo.
A principios de 1913 el fusil automático de Tókarev, desarrollado por el armero con piezas complicadas torneadas por él personalmente en la planta de Sestroretsk, demostró los mejores resultados en las pruebas comparativas en un polígono. El Ejército ruso ordenó fabricar cuanto antes 12 fusiles según el modelo de Tókarev para sucesivos ensayos.
Faltaba solo ensamblar los fusiles pero estalló la Primera Guerra Mundial.
En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, tras dos concursos esta arma de fantásticas prestaciones en su época fue seleccionada para reemplazar totalmente al viejo fusil Mosin de 1891.
En 1941 gran parte del Ejército Rojo, especialmente las unidades acuarteladas cerca de la frontera occidental, ya estaba dotada de los SVT, pero al estallar la guerra casi todos se perdieron durante la tremenda derrota que surfió el Ejército en los primeros meses del año.
La industria resultó incapaz de recuperar esta pérdida abrumadora de material bélico y las nuevas unidades ya se armaban con viejos Mosin. Además, los fusiles veteranos destacaban por la sencillez y bajo coste de producción y por su simplicidad de manejo (cosa muy importante en condiciones de grandes reclutamientos durante la guerra).

Sin embargo, aunque se redujo considerablemente, la producción de SVT no cesó. Durante la guerra surgió un fenómeno imprevisto por el diseñador: un arma que resultó tan buena durante sus pruebas en polígono no se adecuó a las condiciones de aquella guerra, a la suciedad en las trincheras, al barro y al frío, a la escasa preparación de los soldados que entraban en combate… Con frecuencia los soldados soviéticos tiraban estos fusiles para reemplazarlos por los viejos Mosin, que no les fallaban nunca.

Pero, no obstante las dificultades de su mantenimiento, los fusiles de Tokárev fueron muy admirados por las unidades que tradicionalmente tenían alto nivel de preparación personal (y mejores condiciones para realizar este mantenimiento).
Sobre todo, esto sucedió así entre los infantes de la Marina, las tropas aerotransportadas y los destacamentos de reconocimiento.
Además, se han fabricado cerca de 50 000 SVT-40 en su versión de fusil de francotirador. Pese a varios desperfectos (por ejemplo, se observó que el SVT-40 padecía de dispersión vertical del disparo, fenómeno inaceptable para un fusil de francotirador, motivo por el cual en cesó la producción de la versión de francotirador del SVT-40) frente a la modificación de francotirador de Mosin, los SVT con mira telescópica fueron usados por varios conocidos francotiradores soviéticos, por ejemplo por la primera dama del tiro de precisión: la teniente Liudmila Pavluchenko con 300 efectivos enemigos “en su haber”.
El primer país fuera de la Unión Soviética en utilizar el fusil SVT fue Finlandia, que capturó unos 4000 SVT-38 durante la Guerra de Invierno y más de 15 000 SVT-40 durante la Guerra de Continuación. El SVT fue extensivamente usado por los finlandeses, a pesar de que las fallas y roturas eran frecuentes debido a la munición diferente y al regulador de gas mal ajustado. La Alemania nazi y otros países del Eje capturaron cientos de miles de fusiles SVT durante la Gran Guerra Patriótica.
Como los alemanes no tenían muchos fusiles semiautomáticos confiables, el SVT (denominado SIG.259(r) por el Heer) fue ampliamente utilizado por estos contra sus anteriores dueños. Incluso se llegó a publicar el manual del SVT en alemán.

Según datos aproximados, la producción total del SVT-38/40 fue de unos 1,6 millones de fusiles, hasta que fueron dados de baja al término de la Segunda Guerra Mundial.

Han trascurrido muchos años desde aquella época, pero hasta ahora los SVT siguen siendo usados por cazadores y criadores de ciervos en las zonas septentrionales rusas.

Fiódor Vasílievich Tókarev estuvo trabajando casi 75 años (el famoso diseñador falleció en 1968, a la edad de 97 años).
 
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Ejemplar de Panzerkampfwagen VI Tiger I con el numeral 332 y su tripulación en un descanso pertenecientes al 501st Schwere Panzer Abteilung (Batallón acorazado pesado) en el frente oriental en enero / febrero de 1944.
El schwere panzerabteilung 501, comúnmente abreviado como S. Pz. aprox. 501 fue una de las primeras y principales unidades blindadas de élite de la Wehrmacht, y participó en varios frentes durante la Segunda Guerra Mundial como una fuerza de respuesta de emergencia.
Luego los reemplazo por Tiger II a mediados de 1944.
Esta unidad luchó y se rindió en Túnez, volviendo a formarse en septiembre de 1943, luego luchó en el frente oriental siendo destruida, fue reformada por segunda vez en julio de 1944 siendo rearmada con Tiger II, finalmente fue desactivada el 11 de febrero de 1945.
El schwere panzerabteilung 501 se le atribuye la destrucción, durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, de unos 450 tanques enemigos, frente a una pérdida de 120 tanques entre, Panzer VI Tiger I, Panzer VI Tiger II, Panzer III y Panzer IV.
A pesar de ser, como todos los demás batallones de tanques pesados autónomos, una formación temible, sin embargo, posee una relación de pérdida/Victoria extremadamente baja para este tipo de departamentos.
Esta peculiaridad radica en el hecho de que lucharon inicialmente en un frente, el norte de África, relativamente pobre, en comparación con el frente ruso, de grandes formaciones blindadas enemigas.
Me gustaria saber tu perfil en nuestros grupos o paginas...solo por curiosidad..y darte un trato preferente...gracias y saludos.
 


Desfile en París.

Una de las imágenes icónicas de la Segunda Guerra Mundial. 14 de junio de 1940, las tropas alemanas desfilan por la Avenue Foch, muy cerca del Arco del Triunfo. El Generalleutnat Kurt von Briesen, comandante de la 30º División de Infantería alemana saluda al paso de la columna militar. La denominada Batalla de Francia se extinguía y el desfile del ejército alemán en la Ciudad Luz, era el broche a una fulgurante campaña en el Frente Occidental.

Kurt von Briesen es probablemente uno de los militares menos conocidos de los que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Aún así, su paso por dicha contienda bélica, aunque breve, fue intenso.
Hijo de un general del ejército nació el 3 de mayo de 1886 en Anklam, un pequeño pueblo de Mecklenburg. Ingresa en la milicia en 1904. A partir de ahí inició una prometedora carrera que le llevó a ser teniente en 1906, comandante de la Academia de la Guerra en 1913 y capitán en 1915. Entró como oficial miembro en el Estado Mayor de un Cuerpo de Ejército y de la División 239 de infantería del Ejército que entonces combatía en la Primera Guerra Mundial (1918).

Tras finalizar la contienda es destinado a dirigir el Distrito Militar de Pomerania y durante unos años su función es la de velar por la seguridad fronteriza del país. En 1920 ascendió a mayor, en 1934 a coronel, en 1937 a mayor general y al año siguiente entró a formar parte de la 30ª División de infantería con base en Lübeck. Previamente había sido el comandante del Regimiento de Infantería 68 de Hamburgo.
Hijo de un general del ejército nació el 3 de mayo de 1886 en Anklam, un pequeño pueblo de Mecklenburg. Ingresa en la milicia en 1904. A partir de ahí inició una prometedora carrera que le llevó a ser teniente en 1906, comandante de la Academia de la Guerra en 1913 y capitán en 1915. Entró como oficial miembro en el Estado Mayor de un Cuerpo de Ejército y de la División 239 de infantería del Ejército que entonces combatía en la Primera Guerra Mundial (1918).
Esta unidad participó en la invasión de Polonia del 1 de septiembre de 1939. Estaba encuadrada en el 8º Ejército al mando de Johannes Blaskowitz, uno de los tres de los que se componía el Grupo de Ejércitos Sur (Von Rundstedt) para dicha operación.
Von Briesen fue herido en el antebrazo derecho durante los combates y su arrojo y tenacidad fueron recompensados personalmente por Hitler con la entrega de la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.

Fue el primer oficial que comandaba una división en ser condecorado en la guerra. Hitler y Keitel lo visitaron en el hospital y a partir de entonces su unidad fue conocida como la "División Brieser". Incluso fue motivo de una alusión de Hitler en un discurso emitido ante el Reichstag el 6 de octubre de 1939.

Con la caída de París, la 30ª División de Infantería entró en la capital y Von Briesen tuvo el honor de presidir el desfile de su unidad por la Avenida Foch. Previamente había entregado condecoraciones a sus soldados bajo el Arco de Napoleón y ha pasado a la posteridad por las filmaciones de dicho desfile en el que se puede observar al general von Briesen a caballo saludando y arengando a la tropa. Sin duda ninguna fue el oficial más retratado de todos los que se encontraban por aquél entonces en la victoriosa comitiva alemana de la capital francesa. Por sus méritos en la campaña occidental fué ascendido a general de división en noviembre de 1940.
El siguiente escenario bélico al que es llamado es el frente oriental. Hitler decide el ataque a la Unión Soviética y Briesen es designado Comandante General del LII Cuerpo para operar en el Grupo de Ejércitos Sur del Mariscal de Campo Gerd Von Rundstedt.
El plan del Grupo de Ejércitos Sur era la toma de toda Ucrania y las costas del Mar Negro apuntando posteriormente hacia el Cáucaso.
El 17 de agosto de 1941 Briesen y sus hombres destacaron por defender una cabeza de puente que permitiría a los alemanes superar el río Desna, afluente del Dnieper, en la zona de Kremenchug. En 3 días soportaron el ataque de 3 divisiones de
fusileros, 3 de caballería y 4 brigadas de blindados rusos.
Tras ello continuaron en dirección a Cherkassy y Poltava. Durante una visita a la primera línea en Izyum, Kharkov, el 20 de noviembre de 1941, para inspeccionar el lugar en que debía atacar el Regimiento de Infantería 457, su coche fue alcanzado por ráfagas de aviones soviéticos, recibiendo doce disparos y muriendo en el acto. Su cuerpo fue llevado y enterrado con todos los honores en Poltava (Ucrania), el 24 de octubre de 1941, con todos los honores.
 
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Focke Wulf FW-190A6 Nº20 de 4./Jagdgeschwader 54 (JG 54) en el aeródromo de Immola en Finlandia. 2 de julio de 1944


Boeing B-29 Superfortress 42-24592 "Dauntless Dotty" 869º Escuadrón de Bombardeo, 497º Grupo de Bombardeo, 73º Ala de Bombardeo, 20ª Fuerza Aérea. 24 de noviembre de 1944.


Chicas trabajando en una fábrica de municiones, en algún lugar de Inglaterra. 25 de mayo de 1940
 

Veronica Foster, (n.1922 - m.2000) popularmente conocida como "Ronnie, the Bren Gun Girl", fue un ícono canadiense que representa a casi un millón de mujeres canadienses que trabajaron en las plantas de fabricación que producían municiones y material durante la Segunda Guerra Mundial.
 


Iván Konev

Cuando la Alemania Nazi invadió la Unión Soviética en 1941, Konev, a cargo del Décimo Noveno Ejército, libró varias batallas durante la retirada rusa, primero en Smolensk y luego cerca de Moscú. Defendiendo el Frente desde octubre de 1941 hasta agosto de 1942, sobresalió y fue promovido a coronel general, específicamente por su papel en la Batalla de Moscú.
Iván Stepánovich Konev se sentía cómodo en su nueva asignación. Estar al mando de las fuerzas del Frente Kalinin había sido gratificante, y el regreso al mando del prestigioso Frente Occidental fue positivamente estimulante. Konev ya había comandado el Frente Occidental antes, aunque en días difíciles que prefería olvidar. No podía olvidar, sin embargo, ya que la debacle del verano de 1941 había calado profundamente en él.
Después de recibir el mando del Frente Occidental de Zhúkov el 26 de agosto de 1942, Konev se dispuso de inmediato a prepararse para reanudar el duelo mortal con el 9° Ejército de Walther Model. Con mucho esmero reacondicionó su cuerpo blindado.
En una directiva del 11 de septiembre reconfiguró sus fuerzas móviles en un tipo de fuerza coherente y poderosa que era capaz de sostener operaciones ofensivas en las profundidades de las defensas alemanas.
Después de la victoria en Kursk, el Frente Ucraniano avanzó liberando las ciudades de Belgorod, Odesa, Kharkiv y Kiev, empujando a los alemanes a Rumania. Gracias a sus logros, a Koniev se le dio el rango de mariscal de la Unión Soviética en febrero de 1944.
Konev y su ejército siguieron avanzando y cruzaron Bielorrusia, Ucrania, Polonia y Checoslovaquia, cuando en julio de 1944 llego al río Vístula, se le otorgó el título de Héroe de la Unión Soviética. Para septiembre de 1944 su ejército cruzó los Montes Cárpatos y entró a Eslovaquia, donde ayudaron a los partisanos a expulsar a los alemanes.
En enero de 1945, Konev comandó al Ofensiva del Oder-Vístula, que expulsó a los alemanes más allá del río Oder, colocando al Ejército Rojo a menos de 60 kilómetros de Berlín. Al mismo tiempo, parte de sus tropas liberaban a Cracovia en el sur.
En abril, Konev y Georgi Zhúkov forzaron el frente del Oder y avanzaron a Berlín, sin embargo, Konev tuvo que desviarse al suroeste, porque Stalin dio la orden de que sería Zhúkov quien tomaría la capital alemana. Konev se encontró con los estadounidenses en Torgau y luego se dirigió a Praga y después de encontrar una breve resistencia, logró liberarla.
Al finalizar la guerra, Konev fue asignado jefe de las fuerzas de ocupación en Alemania Oriental así como Alto Comisionado de los Aliados para Austria.
En 1946 alcanzó el grado de comandante de las fuerzas terrestres de la Unión Soviética y reemplazó a su rival Zhúkov como Ministro de Defensa.
Sin embargo, Stalin, mirando con recelo los logros de Konev que lo hacían una figura demasiado popular, ordenó que lo designaran comandante del Distrito Militar de los Cárpatos, un cargo mucho menor al que estaba desempeñando en ese momento.
Sin embargo, una vez muerto Stalin, Konev volvió a la vida pública en parte gracias a la relación que tenía con Nikita Jrushchov como al hecho de que había sido el principal responsable del arresto, juicio y ejecución del estalinista Lavrenty Beria en 1953. Después de recuperar los cargos que le habían sido arrebatados, fue designado en 1956 comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del Pacto de Varsovia. Cuatro años después se retiró del servicio, aunque volvería un año después para desempeñar el cargo de comandante de las Fuerzas Armadas de Alemania Oriental. Finalmente fue designado al puesto titular de Inspector General del Ministerio de la Defensa.
 
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Jan Sowka y otros prisioneros polacos en espera de ejecución en el bosque cerca del campo de concentración de Buchenwald, el 11 de mayo de 1942.

Imagen del esclavo polaco Jan Sówka, de 19 años, en espera de ser ejecutado en la horca por el asesinato de un policía alemán.
El 26 de abril de 1942, un trabajador forzoso polaco que trabajaba en el patio de Bauern Schmidt fue golpeado hasta dejarlo inconsciente por un policía alemán llamado Albin Gottwald.
Dos hombres polacos se vengaron de Gottwald y lo mataron a puñaladas en un camino forestal entre Poppenhausen y Einöd. Luego, los dos polacos escaparon. Uno de los dos polacos, Jan Sówka, fue detenido poco después de su fuga.
El 11 de mayo de 1942, diecinueve prisioneros del campo de concentración de Buchenwald fueron llevados al lugar del bosque donde se había encontrado el cuerpo de Gottwald. Serían castigados por el acto cometido por Sówka y su cómplice. Los soldados alemanes construyeron tres horcas, dos constaban de diez ganchos cada una y una era una única horca.
Los diecinueve prisioneros polacos estaban colocados detrás de la horca, y Sówka estaba en el lado opuesto. Las ejecuciones comenzaron a las 10:50 donde los prisioneros fueron ahorcados uno tras otro.
Finalmente, Sówka fue a su vez ahorcado tras ser obligado a presenciar los ahorcamientos en represalia de los demás reclusos. Cientos de trabajadores forzosos polacos de los alrededores fueron detenidos y obligados a presenciar las ejecuciones.
Poppenhausen, Turingia, Alemania. 26 de abril de 1942..
 
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De Héroe a Traidor, Philippe Pétain
«Durante la Primera Guerra Mundial fue un gran soldado pero tomó decisiones funestas en la Segunda» Lo cierto es que durante mucho tiempo Pétain fue considerado un excelente estratega, sobre todo por haber detenido el avance alemán en Verdún en 1916. Pero toda esa faceta quedó eclipsada por su colaboracionismo con los nazis dirigiendo el régimen de Vichy, por lo que fue condenado a muerte por traición, una pena conmutada después a cadena perpetua.
Poco después la derrota que significó para las fuerzas aliadas la batalla de Dunkerque, había pocas esperanzas de que se pudiera defender Francia.
El gobierno francés abandonó París, por lo que las tropas alemanas desfilaron virtualmente sin oposición el 14 de junio de 1940. A la semana siguiente, el gobierno francés se rendía ante Hitler en el mismo vagón de Compiègne en el que los alemanes se habían rendido en 1918, y allí se decide que el ejército alemán ocupa el norte y oeste de Francia.
El gobierno francés designa a Pierre Laval, como presidente; éste decide que el gobierno se retire a la ciudad de Vichy, descartando otras opciones como Lyon y Toulouse por ser tradicionales bastiones de los partidos de izquierda, para gobernar la zona “libre” y una vez allí reunidas ambas cámaras, designaron al mariscal Philippe Pétain como jefe del “Estado Francés”.Ante la invasión alemana, Pétain impulsó un armisticio y poco a poco fue ganando terreno al otorgarle poderes extraordinarios como presidente del Consejo de Ministros, y así llegaría a ser designado como jefe del estado una vez reunido el gobierno en Vichy.
De esa manera Pétain se va convirtiendo en lo que siempre había soñado un régimen dictatorial, el título de “Jefe de Estado” y el renombramiento del país como “Estado Francés” eran un rompimiento fuerte con la tradición “republicana” que la burguesía francesa se había encargado de mantener hasta ese momento. Así, mediante el uso desmedido del culto a la figura de Petain, la burguesía francesa impuso sus condiciones para exprimir al máximo al proletariado en medio de la guerra. Se suspendieron las libertades públicas, lo mismo que los partidos políticos, y todos los sindicatos fueron unificados en una organización de corporativismo laboral, al tiempo que aparecían jurisdicciones con medidas de excepción. Se mostró colaborador al máximo con el ejército invasor, buscando el acercamiento a Hitler ,lo cual se concretó con una entrevista con el Führer en octubre de 1940.
Tras este encuentro Pétain impulsó y extendió a su país la política nazi de persecución a los judíos, extendiéndola también a las logias masónicas, mantuvo campos de concentración al que fueron enviados no sólo judíos y francmasones, sino también exiliados españoles que escapaban del régimen franquista. Se estima en 149 mil el número de judíos franceses enviados por Petain a los campos de concentración alemanes de los cuales sólo regresó el 10%.El gobierno de Petain creó la Legión Francesa, la cual sería la base para la futura División Carlomagno que peleará contra las tropas aliadas en la guerra.
Enemigo implacable de la clase trabajadora y el pueblo pobre que nutría el movimiento de la Resistencia francesa, que peleaba en todo el país por la liberación del país, Petain intentó aplastar este movimiento, lo cual le hizo perder lo que quedaba de su popularidad. Encarceló a 70 mil combatientes de la Resistencia de los cuales 10 mil fueron condenados a muerte por los jueces de su gobierno. Fue uno de los artífices de barbaridades como la redada del Velódromo de Invierno, en la que las autoridades galas arrestaron y deportaron a casi 13.000 judíos.
Con su muerte se acabó también el periplo de un anciano sobre el que cayó todo el peso de la justicia gala en 1945, poco después de la liberación definitiva de Francia por los aliados. Ese año, el país juzgó a su viejo héroe de guerra en un intento de pasar página y tratar de olvidar la vergüenza que suponía el que, durante nada menos que un lustro, su gobierno hubiese colaborado estrechamente con el régimen nazi.
Tal fue era el dolor y el rencor del país hacia este traidor, que Pétain fue condenado a muerte por un tribunal. Con todo, su avanzada edad (90 años) le salvó del patíbulo. De Gaulle conmutó más tarde la pena capital por la de reclusión perpetua. El mariscal fue llevado a un castillo inhóspito de los Pirineos, y más tarde, a una de esas famosas fortalezas que Luis XIV mandó construir a lo largo de Francia. A él le habría gustado que le enterrasen en la necrópolis de Douaumont, donde reposan los soldados de la batalla de Verdún. O habría podido acabar en los Inválidos de París, cerca de Napoleón, pero los restos de Philippe Pétain están enterrados a centenares de kilómetros de los monumentos a los caídos y de todos los honores.
En 1951 muere en la prisión de la isla de Yeu, en la costa atlántica. Desde Madrid llega el único telegrama de condolencia procedente de un jefe de Estado.
 
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"Victoria en Francia y la marcha de San Lorenzo" .

1940, Campos Elíseos, un grupo de soldado alemanes son premiados con la clásica Cruz de hierro.
Recién concluida la ceremonia de condecoraciones con la Eisernes Kreuz II. Klasse.
El 14 de junio de 1940, las fuerzas de la Alemania Nazi ocuparon París. La capital francesa había caído frente a las ambiciones de Hitler y así, la Segunda Guerra Mundial empezaba de la peor forma para los aliados.
Al ingresar a la ciudad parisina, los nazis montaron un gran desfile para mostrarle al mundo el poderío del «nuevo orden mundial». Así, miles de tropas desfilaron por la mítica avenida de los Campos Elíseos, pasando por el Arco del Triunfo ante la mirada horrorizada de cientos de franceses.
Sin embargo, hubo una particularidad: los soldados de la Wehrmacht desfilaron al compás de la Marcha de San Lorenzo. La canción que una vez conmemoró la liberación de un pueblo, ahora daba inicio a una sangrienta ocupación.
Resulta que previo al ascenso del nazismo, el ejército argentino le «obsequió» la marcha al ejército alemán como gesto de amistad. Ellos a cambio les obsequiaron otra canción, llamada Alte Kameraden (Viejos Camaradas).
Por una cuestión azarosa la canción terminó siendo utilizada años más tarde para el desfile nazi por las calles de París. Afortunadamente, cuando la ciudad fue liberada en 1944, el general Dwight Eisenhower ordenó (en un acto de desagravio) que las tropas aliadas ingresen a la ciudad al compás de la misma marcha.
Lo que pocos saben es que, años más tarde, la utilización de esa canción casi genera un conflicto diplomático entre Argentina y Francia. En 1964, el Presidente de Francia Charles de Gaulle visitó el país. Era la primera visita de estado de un mandatario francés en la historia visitaba Argentina.
De Gaulle era un héroe de la Segunda Guerra Mundial y fue protagonista de la liberación de su país. Quizá fue por eso que no le gustó nada cuando, durante su recibimiento en el país, la banda tocó la Marcha de San Lorenzo, asociada fuertemente con aquella ocupación que tanto daño les hizo.
Afortunadamente, la situación no escaló de un simple error protocolar y no dañó las relaciones con el país.
 
Soldados alemanes sonríen para la cámara, Operacion Barbarroja, frente oriental 1941.
Ignorantes de lo que habían de padecer.

La Segunda Guerra Mundial ha sido el conflicto bélico más extraordinario de la historia de la humanidad. Ya sea por el número de combatientes, por los ingentes recursos utilizados, por el alcance global de la contienda o por el coste de vidas, nada puede equipararse al estado de guerra en que se halló el mundo entre 1939 y 1945. Nuestra sociedad es heredera directa de aquellos sucesos, que todavía hoy se dejan sentir.
El nuevo orden mundial nacido de la victoria aliada ha condicionado desde entonces el devenir del planeta, además de hacernos ver (aunque últimamente parezca que lo olvidamos) el peligro de los populismos y de los regímenes totalitarios.
La guerra fue el resultado de una escalada demencial, de una nueva forma de hacer política personificada en Adolf Hitler, quien condujo a la humanidad al borde del abismo.
Han pasado más de setenta años desde el final de la guerra, pero su recuerdo sigue estando muy vivo.
Hasta el inicio de la operación Barbarroja, el ejército soviético era una institución caótica. La humillación sufrida en la Primera Guerra Mundial, la estrepitosa invasión de Finlandia o las purgas estalinistas, que habían mermado de forma ostensible el cuerpo de oficiales, convirtieron al brazo armado del régimen comunista en una fuerza atenazada y poco preparada para hacer frente al desafío del experimentado ejército germano.
Pero....¿Por qué se impuso el ejército soviético al alemán? Son varias las teorías que intentan dar respuesta a este gran interrogante. Todas (a las serias nos referimos) tienen algo de cierto y quizás una combinación de ellas sea la respuesta adecuada.
Las fuerzas germanas, aunque poderosas, tuvieron que defender miles de kilómetros cuadrados en un territorio hostil, mal comunicado y en unas condiciones climatológicas adversas. Las reservas alemanas, además, eran exiguas, mientras que las soviéticas fueron muy superiores.
El alto mando ruso podía permitirse enviar a una muerte segura a millones de soldados, sabiendo que una nueva remesa de fervientes patriotas volvería a lanzarse contra el enemigo.
Otro factor a tener en cuenta era que, aún estando el frente occidental más o menos pacificado, la Wehrmacht debía repartir sus tropas en múltiples lugares del planeta; a medida que pasaban los años, los recursos humanos y materiales menguaban y no siempre podían sustituirse.
Por último, y esta es la tesis que defienden Glantz y House para justificar la victoria roja, los generales soviéticos y Stalin, tras un inicio desastroso, supieron sobreponerse a los reveses y reconstruir un ejército más profesional y eficiente; además, de aprender el arte de la guerra a costa de sangre y sudor.
En palabras de los autores, .....“A finales de octubre [de 1941], la Wehrmacht y el Ejército Rojo parecían dos boxeadores sonados, que se mantenían precariamente sobre sus pies pero que perdían rápidamente la facultad de herir al otro de forma decisiva. Como boxeadores profesionales con los ojos hinchados, eran incapaces de ver con suficiente claridad para juzgar la capacidad de aguante”. Y más adelante añaden: “Muchos de estos problemas perduraron hasta el final de la guerra, pero en noviembre de 1942, por primera vez, los soviéticos se tomaron su tiempo para prepararse de forma apropiada para una ofensiva”.....
Concluimos con una recomendación a todos los amantes de la Segunda Guerra Mundial y aquellos que, sin serlo, estén interesados: den una oportunidad a este libro, que su curiosidad se verá saciada. Y no nos resistimos a transcribir una última reflexión de sus autores: “Lentamente, a mediados de mayo de 1945, el sonido de las armas se fue acallando y la guerra en Europa llegó a su fin. Tras haber capturado, con gran coste humano, Bucarest, Belgrado, Varsovia, Budapest, Viena, Berlín y Praga de años de la maltrecha Wehrmacht y sus satélites, los soviéticos reivindicaban de manera indiscutible su parte del pastel del botín de esta victoria sobre la Alemania nazi. Sin embargo, a ojos occidentales, las consecuencias políticas privaban a la Unión Soviética de ese derecho. En cuestión de pocos años, los horrores de la guerra se reemplazaron por el totalitarismo y la amenaza de la Guerra Fría. Tales recelos pronto oscurecieron el sufrimiento, las contribuciones y el triunfo sin precedentes de la población soviética”.

David M. Glantz y Jonathan M. House. Del libro.(Choque de titanes. La victoria del Ejército Rojo sobre Hitler)
 
El comandante del submarino alemán U-177 capitán de corbeta Robert Giese en el periscopio.
Se puede decir que esta foto muestra la imagen estándar y estereotipada del comandante de un submarino alemán que se desarrolló después de la guerra.

Una de las cláusulas del contrato de fletamento de la Kriegsmarine decía: "El comandante es el soberano en su barco " . Esto le dio al comandante poderes casi ilimitados, pero al mismo tiempo le impuso una responsabilidad muy grande, especialmente en una situación de combate. El comandante del submarino en la batalla era el centro de atención de la tripulación y, por lo tanto, no tenía derecho a las emociones y simplemente estaba obligado a mantener la moderación y la compostura. Así es como el famoso as submarino alemán Wolfgang Luth escribió sobre esto: " Es bien sabido que cuando las cargas de profundidad comienzan a estallar, todos miran a los oficiales".
Robert Karl Friedrich Gysae (14 de enero de 1911 - 26 de abril de 1989) fue un comandante de submarino alemán en la Kriegsmarine durante la Segunda Guerra Mundial .
Recibió la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble de la Alemania nazi .
Gysae comandó el U-98 y el U-177 , y se le atribuye el hundimiento de veinticinco barcos en ocho patrullas, para un total de 146.815 toneladas de registro bruto (TRB) de envío aliado.

Gysae, comandante de U 98 y U 177, más tarde comandante de la 25.ª Flotilla, titular de la Cruz de Caballero y Hojas de Roble.
Pasó 506 días en el mar durante ocho campañas.
Vale la pena señalar que Giese tuvo un descanso de siete meses entre campañas, durante los cuales probó el nuevo U 177, entrenó a su tripulación y fue atendido en el hospital después de ser herido durante un ataque aéreo.
Por tanto, sus 506 días se pueden dividir en dos partes: 194 días en seis viajes al U 98, y otros 312 en dos viajes al U 177. Giese sobrevivió a la guerra y murió a los 78 años.
 
Friedrich Konrad Winkler, El Capitan de Stalingrado.
De todos los personajes de la 2GM que he leído, este sin lugar a dudas es uno de los que más interés me ha despertado, a miles de Km de las cloacas de los jerarcas nacis. Soldados con mayúsculas dejaban la vida por Alemania, lucha acertada o no, pero era lo que el destino les deparó.
En la foto el capitán, con aspecto cansado, en las operaciones contra Barrikady en Octubre 1942.
Lleva hombreras de soldado raso con gemelos de oficial posiblemente para confundir a los francotiradores enemigos. El distintivo de asalto de infantería está roto,Algunos veteranos de Stalingrado solían romper este distintivo de asalto como indicación de haber realizado gran cantidad de asaltos en aquel infierno de Stalingrado, y no en otro lugar, lo cual tenía mucho más mérito por la alta peligrosidad.
No obstante he de decir, que es probable que la insignia se rompiera accidentalmente (pues los primeros diseños eran huecos).
Winkler lleva además los prismáticos de 6×30 aumentos.
Friedrich Konrad Winkler nació el 22 de Agosto de 1909 en Worms (una de las ciudades más viejas de Alemania situada en el Rin).
Fue un soldado profesional con 12 años de servicio a sus espaldas, lo que se denomina en alemán como “Zwölfender”.
Fue ascendido a Oberleutnant el 1 de Noviembre 1941 y más tarde ascendido a Hauptmann el 1 de diciembre 1942.
Había sido transferido a la 305. división de infantería a mediados de 1942 desde su unidad previa, el Infanterie-Regiment 56.
Inicialmente sirvió en la Stabskompanie del Infanterie-Regiment 577 (desde el 15 de Octubre Grenadier-Regiment 577) pero más tarde tomó el mando de la 6 compañía en el regimiento, durante los duros combates para tomar la fábrica de cañones de Barrikady en el norte de Stalingrado.
El Grenadier-Regiment 577 fue destruído en enero 1943 en Stalingrado, durante el cerco soviético.
Friedrich Konrad Winkler fue capturado en Stalingrado en febrero y murió poco después en cautiverio soviético en el campo de prisioneros de Beketovka, con sólo 34 años.
Había sido condecorado con: Distintivo de asalto de infantería, cruces de hierro de 1ª y 2ª clase, distintivo de herido en plata, medalla de la campaña de invierno en Rusia en 1941 / 1942, cruz del mérito de 2ª Clase.
Guerra psicológica durante la Segunda Guerra Mundial,
El día de Navidad, Radio Moscú transmitió a los alemanes en Stalingrado "cada siete segundos, un soldado alemán muere en Rusia. Stalingrado es una fosa común".
El mensaje se prolongó durante todo el día, con el sonido de un reloj marcando el fondo
La guerra muestra su cara más cruel en esta ciudad industrial del Volga.
La muerte se esconde detrás de todas las paredes, en cualquier momento…Stalingrado se está convirtiendo en una tumba para mucha gente..."
Memorias de Hans-Erdmann Schönbeck, miembro de la 24º División Panzer alemana en Stalingrado.
 
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