En el transcurso del 2024, está previsto que la Real Armada británica se vea obligada a dar de baja dos de sus fragatas de la clase Tipo 23. La drástica decisión se da en un contexto de crisis ante la falta personal, problema que se ha sostenido en los últimos año y que tiene una incidencia directa en la disponibilidad de las Fuerzas Armadas del Reino Unido a la hora de atender sus obligaciones operacionales.

Conforme a lo informado por el The Telegraph, una fuente de la cartera mencionó que la baja de las fragatas clase Tipo 23 se debe a una obligada reasignación de recursos. Está previsto que el personal involucrado en esta decisión sea destinado a las etapas iniciales de formación y adiestramiento para tripular las fragatas Tipo 26.

En su reporte, el The Telegraph destacó que los buques que serán dados de baja son la fragata HMS Westminster y la HMS Argyll. Ambas unidades han recibido en los últimos años diversos trabajos de mantenimiento y modernización, razón por la cual la decisión de darlas de baja ha recibido críticas atento la inversión realizada.

En el caso de la HMS Argyll, se trata de una de las fragatas más antiguas de la Real Armada británica ya que fue comisionada en servicio en 1991. Los últimos trabajos realizados en el buque correspondieron al programa LIFEX (Post-life Extension Program), iniciativa concebida para extender la vida útil de las fragatas Tipo 23 / Duke. El programa incluye una revisión del casco y estructura de las fragatas, así como cambios de diseño para la inclusión de nueva capacidades. En el caso de la Argyll, su vetustez obligó a que los trabajos realizados no fueran tan profundos.

Por su parte, la HMS Westminster también estaba recibiendo trabajos de mantenimiento, puesta a punto y modernización en el marco del programa LIVEX. Sin embargo, a mediados del 2023, se reportó que la iniciativa sería puesta en pausa debido al desgaste y estado que presentaba el buque.

Pese a que la Real Armada británica ya había establecido el cronograma de reemplazo de ambas fragatas, la decisión de anticipar su retiro tendrá un impacto directo en la flota de escoltas, fuerza que ya se encuentra en una complicada situación debido a la baja disponibilidad de algunas de sus unidades por cuestiones técnicas.

La primera de las nuevas fragatas Tipo 26, la HMS Glasgow, recién podrá estar disponible en el 2028, mientras que la segunda unidad se incorporaría a fines de la década, siempre y cuando el programa marche sin mayores inconvenientes. “…De este modo, el número de fragatas de la flota de superficie británica se reducirá a sólo nueve hasta la llegada de los dos nuevos buques…” detalla The Telegraph.

Una fuente de Whitehall justificó la medida a The Tepegraph, al afirmar que la decisión de dar de baja a la Westminster y Argyll permitirá “…actualizar la Armada para convertirla en una fuerza de combate moderna y de alta tecnología…Siempre es emotivo que buques con una larga historia de servicio lleguen al final de su vida útil.Tanto ellos como los marinos que los han tripulado han sido un orgullo para el país. Pero su desmantelamiento es la decisión correcta…”.

La crisis de personal de las Fuerzas Armadas británicas en general, y de la Real Armada en particular, queda expuesta con la merma de los reclutamientos realizados durante el 2023. “…El reclutamiento de la Armada y los Royal Marines descendió un 22,1% en comparación con el año anterior, mientras que el de la RAF cayó casi un 17% y el del Ejército casi un 15%. Aunque el Gobierno tiene previsto reducir el tamaño de las Fuerzas Armadas, las cifras de reclutamiento siguen estando muy por debajo del objetivo…” menciona The Telegraph.

El recorte no solo se limitaría a la fuerza de escoltas, sino que también afectaría a la fuerza anfibia. Al cierre de la jornada de ayer, The Times informó que desde la cartera de Defensa se estaba evaluando retirar a los buques de anfibio HMS Bulwark y HMS Albion a los fines de liberar personal. La baja de estas unidades dejaría sin uno de sus principales medios navales a los Royal Marines, situación que sin duda será analizada en profundidad atento el contexto internacional actual, con los conflictos en Ucrania, Israel y Mar Rojo lejos de resolverse. Sumado a la estrategia del Reino Unido de sostener su presencia en regiones estratégicas como son el Indo-Pacífico y el Atlántico Sur.

Imagen de portada: HMS Argyll. Créditos: CROWN COPYRIGHT – Royal Navy

Te puede interesar: Un helicóptero de ataque AH-64E Apache del Ejército Británico fue volteado por fuertes ráfagas de viento en el sur del Reino Unido

Publicidad

3 COMENTARIOS

  1. Es difícil de entender cómo UK no consigue personal para tripular sus naves. En una época tenían la leva forzosa, ahora no los pueden llevar a las patadas a bordo de los buques.

  2. La pregunta es ¿como esta formada la escolta de sus portaaviones si solo tienen 7 fragatas y 6 destructores?, los americanos usan 7 buques de superficie (4 destructores lanza misiles) y un submarino por cada portaaviones.
    Además las fragatas T-23 van a ser dadas de baja cuando entren la T-26 con lo cual el número no va a cambiar mucho (saldran las 7 que quedan y entraran 8).
    Para andar dando vueltas por el mediterraneo o el mar del norte podran seguir mendigando barcos a otras armadas europeas, pero si los mandan al indico los van a acompañar? digo no se tipo «che españa, alemania, dinamarca, me prestan unas fragatitas que le sobren que me voy al indico a romper las bolas a los chinos» se las van a dar?

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.