Al cierre de la jornada de ayer, las Fuerzas Armadas de EE.UU. ejecutaron un ataque contra instalaciones de milicias pro-iraníes en Iraq luego de que acciones ofensivas de elementos de Kataib Hezbolá y grupos afiliados ocasionaran tres heridos en la base aérea de Erbil.

En su comunicado, el Secretario de Defensa Lloyd Austin III detalló que tres efectivos estadounidenses resultaron heridos en Erbil, uno de ellos en condición crítica. La retalía contra los agresores se realizó bajo las instrucciones del presidente Biden, acción que comprendió ataques aéreos a tres instalaciones pertenecientes a los mencionados grupos pro-iraníes.

En su comunicado de prensa, el titular de la cartera de defensa estadounidense mencionó que “…Estos ataques de precisión son una respuesta a una serie de ataques contra personal estadounidense en Irak y Siria por parte de milicias patrocinadas por Irán, incluido un ataque perpetrado por Kataib Hezbolá, afiliado a Irán, y grupos afiliados contra la Base Aérea de Erbil hoy mismo, que tienen por objeto perturbar y degradar las capacidades de las milicias alineadas con Irán directamente responsables…”.

El ataque a la base estadounidense de Erbil fue ejecutado luego de que se confirmara el deceso de Seyed Razi Mousavi, figura prominente ligada a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en Siria. El oficial iraní falleció en Damasco, tras un ataque de precisión presumiblemente realizado por las Fuerzas de Defensa de Israel.

Los ataques en Iraq y Siria son capítulos adicionales en la escalada de violencia en Medio Oriente que no parece tener freno. Con Israel concentrado en la Franja de Gaza y en constante intercambio de golpes con Hezbolá, EE.UU. ha tenido que lidiar con la inestabilidad en el Mar Rojo provocada por las fuerzas hutíes en Yemen, sumado a las constantes acciones de las milicias pro-iraníes, las cuales ya superan el centenar de incidentes.

A esta situación se suma el deceso de Mousavi, quedando a la expectativa si Irán decide dar una respuesta más contundente, como lo hizo tras la muerte del General Qasem Soleimani.

Al respecto, el Secretario de Defensa norteamericano afirmó que “…el Presidente y yo no dudaremos en tomar las medidas necesarias para defender a Estados Unidos, a nuestras tropas y nuestros intereses. No hay prioridad más alta. Aunque no buscamos una escalada del conflicto en la región, estamos comprometidos y plenamente preparados para tomar las medidas adicionales necesarias para proteger a nuestro pueblo y nuestras instalaciones…”.

Vale recordar que la base aérea de Erbil aloja un importante contingente de efectivos y medios de las Fuerzas Armadas de EE.UU., elementos desplegados en apoyo a la operación Inherent Resolve.

Noticia en desarrollo.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: US Army – Cpl. Tommy L. Spitzer

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