Como todos los años, el Bulletin of the Atomic Scientists (la Revista de los Científicos Atómicos) pública el “Reloj del Juicio Final” una medida metafórica de los especialistas que alerta de los riesgos y de lo “cerca” que está la humanidad de destruirse a sí misma con las propias innovaciones tecnológicas. 

Este reloj apareció por primera vez en 1947, donde el mayor peligro para la humanidad provenía de las armas nucleares, en particular de la perspectiva de que Estados Unidos y la Unión Soviética se dirigían a una carrera armamentística nuclear. En 2007, el Boletín consideró por primera vez en sus deliberaciones la posibilidad de trastornos catastróficos derivados del cambio climático. En este punto lo más cerca de la medianoche significa el tiempo que tardará el mundo en destruirse. 

En 2020 se estableció 100 segundos para la medianoche, proveniente de los Estados nucleares que amenazan al Sistema Internacional, el 2021 siguió está tendencia peligrosa y el 2022 no fue la excepción de la regla. Los peligros nucleares en este año que transcurre siguen devenidos de los problemas de los anteriores agravados por la falta de diplomacia de los principales actores de la arquitectura nuclear. 

En ese sentido la relación entre Estados Unidos, Rusia y China en el campo nuclear se tensó en cuanto los tres países se embarcaron en un proceso de expansión y modernización de sus arsenales nucleares. La carrera de las potencias en cuanto a los avances en torno a misiles hipersónicos; y las continuas pruebas de armas antisatélite ponen en alerta a la comunidad internacional. China se pone en foco en cuanto está desarrollando un programa a gran escala de China para aumentar su despliegue de misiles nucleares de largo alcance con la construcción de nuevos silos en su territorio. 

Pero no solo estos tres Estados son responsables del contexto inestable de la seguridad nuclear, el mundo es testigo de la expansión ilimitada de las armas nucleares y los misiles de Corea del Norte y los intentos (todavía) infructuosos de reactivar el acuerdo nuclear con Irán, contribuyen a aumentar los peligros.

Yendo un poco más a lo específico, el cambio de administración norteamerciana implicó y generó acciones y decisiones políticas que van por un camino correcto en la búsqueda de la seguridad internacional en el ámbito nuclear. Pero no todo es color de rosas, se evidencian tendencias peligrosas no solo de los Estados Unidos sino de los actores nucleares que aumentan y apuestan a las innovaciones en el campo nuclear lo que genera una actualidad volátil en cuanto aumentan la amenaza desde este sector en específico. 

La renovación del Nuevo START entre Estados Unidos y Rusia y la creación de dos grupos de diálogo con el objetivo de fomentar la  “estabilidad nuclear:  el Grupo de Trabajo sobre Principios y Objetivos para el Futuro Control de Armas y el Grupo de Trabajo sobre Capacidades y Acciones con Efectos Estratégicos, son uno de los puntos importantes de la administración Biden en el plano de la seguridad. 

Otro punto fundamental en el plano de la seguridad en los Estados Unidos comenzó su proceso de Revisión de la Postura Nuclear (NPR), anunció que un objetivo específico sería “reducir el papel de las armas nucleares” en la política de seguridad nacional de Estados Unidos. Se espera que en los primeros meses del año corriente se publique la revisión en la cual como se prevé se establezca que el único propósito del arsenal nuclear debe ser disuadir y, si es necesario, tomar represalias de un ataque nuclear e implementar la política de propósito único. 

Esto conllevaria que si bien Estados Unidos sigue dependendiendo de su arsenal nuclear en gran medida, se buscará rever la doctrina del uso de las mismas para ampliar su campo disuasorio mientras que Rusia y China siguen bajo procesos de innovación de sus capacidades nucleares. 

Con respecto al resto del mapa, una de las grandes preocupaciones es la urgencia por retomar el Acuerdo Nuclear con Irán (JCPOA). Pero este a pesar de las voluntades y las negociaciones en Viena, aún se encuentra lejos de volver a funcionar. Irán en paralelo sigue aumentando sus capacidades de enriquecimiento de Uranio, mejoró sus misiles y sigue siendo un tema de gran preocupación para Medio Oriente lo que para los especialistas bajo el paradigma del Dilema de Seguridad implicaría una nueva carrera armamentística para los vecinos de la República Islámica, como Arabia Saudita e Israel busquen contrarrestar la amenaza de los avances nucleares del programa nuclear iraní. 

Corea del Norte sigue siendo una amenaza en cuanto continuó y continúa con sus pruebas misilísticas con capacidad nuclear, incluyendo vehículos de crucero, balísticos y de planeo, y hay evidencia de que han reiniciado la producción de plutonio. Mientras tanto, desde la ruptura de conversaciones de la administración Trump, Biden no hizo acercamientos con Pyongyang. Pakistán e India se embarcaron en un proceso de modernización de su arsenal nuclear, sus misiles y otras capacidades militares sin que disminuyan los posibles puntos de inflamación que podrían llevar a un conflicto nuclear. 

Los chinos han empezado a construir nuevos silos de misiles balísticos intercontinentales a gran escala, lo que hace temer que China pueda estar considerando un cambio en su doctrina nuclear. China se embarcó a  la mayor expansión para su arsenal nuclear. China ha operado durante décadas unos 20 silos para misiles balísticos intercontinentales DF-5 de combustible líquido. Con 120 silos en construcción en Yumen, otros 110 silos en Hami, una docena de silos en Jilantai, y posiblemente más silos que se están añadiendo en las zonas de despliegue de DF-5 existentes, la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación (PLARF) parece tener aproximadamente 250 silos en construcción,  más de diez veces el número de silos de ICBM en funcionamiento hoy en día. 

Frente a este panorama la comunidad científica alerta y se interpela en cuanto los avances en términos políticos diplomáticos pueden superar o al menos contrarrestar a las innovaciones en materia de desarrollo de capacidades nucleares de los Estados que se mencionó anteriormente. 

Frente a esto parece oportuno situar el reloj del “Juicio Final” a 100 segundos, donde el contexto volátil sumado a la disposición de los gobiernos en apostar a la tecnología nuclear deviene en la pregunta ¿el mundo está seguro bajo el paradigma nuclear actual? o ¿la multiplicidad de agendas individuales y los presupuestos que permiten imaginar nuevas carreras armamentísticas devendrá en un futuro menos prometedor para la seguridad y la integridad del Sistema Internacional?.

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2 COMENTARIOS

  1. La energía nuclear es un peligro para la existencia no solo de los humanos, si no que para todas las especies vivas, se debe abandonar su uso, incluido el uso para generar energia, porque siempre habrá riesgo de un desastre gigantesco, no olvidemos Chernobil y Fukushima.

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