A través de esta nueva serie de artículos dentro del portal Zona Militar me permitiré analizar cómo las decisiones del presidente Gustavo Petro, han generado consecuencias para cada una de las Fuerzas Armadas de Colombia. Sus declaraciones y juicios aunque, no impliquen una orden directa, generan consecuencias para la adquisición, mantenimiento y donaciones de material militar para la actualización y aumento de las capacidades de cada una de las instituciones que se encuentran adscritos al Ministerio de Defensa. También analizaremos las consecuencias de la inactividad y falta de conocimiento por parte del Ministro de Defensa Iván Velásquez Gómez, dentro de las adquisiciones realizadas por la FAC, EJC y ARC, qué afectan el presupuesto y disminuyen las capacidades que habían sido planeadas para cada una de las fuerzas y su desarrollo en la década 2020 y 2030. En esta primer entrega analizaremos los efectos sobre la Fuerza Aérea Colombia.

Ala de Caza

Tal vez la más grave consecuencia de las indecisiones del Ministro de Defensa y del Presidente de la República es la pérdida del ala de caza de la Fuerza Aérea Colombiana, siendo claro que los Compes, que son en Colombia los presupuestos a futuro para la adquisición de elementos de alto costo, fueron establecidos con anterioridad, apropiándose los dineros necesarios para este importante segmento de la defensa aérea, no fueron aplicados con la omisión de la firma del contrato para hacer efectivo el primer Compes de diciembre de 2022 implicó qué no se pudiera adquirir un nuevo caza para reemplazar el Kfir.

Los tres candidatos para dicho reemplazo y compra, fueron y son el SAAB GRIPEN Sueco, el F-16 Estadounidense y el Rafale Francés, y aunque había una clara preferencia por parte del presidente Petro a favor de la opción francesa, y una clara opinión del ministro de Defensa sobre la oferta Sueca, al final y en realidad lo único cierto es que no se firmó el contrato. Lo anterior y a pesar de años de planeamiento por parte de los oficiales de la Fuerza Aérea truncó de forma total el recambio de los aviones de caza de la Fuerza Aérea colombiana.

Siendo claro que, las indicaciones políticas, el miedo a darle la cara a la opinión pública sobre el gasto, la incapacidad por parte del ministro de saber explicar a los colombianos las partidas ya establecidas y cómo estás no afectarían el presupuesto general de la nación generó que para 2026 el ala de caza desaparezca dentro de la Fuerza Aérea Colombiana.

Sumado al anterior las declaraciones faltas de tacto por parte del presidente, generaron que Israel negara la entrega de suministros para mantener por lo menos por un par de años la flota de Kfir, se debe recordar que Israel fue el primero en negar a Colombia la adquisición de piezas de repuesto para las distintas armas provenientes y fabricadas en este país. Con posterioridad el presidente mediante una nueva declaración, de hace pocos días, también negó la suscripción de nuevos contratos con el estado israelí.

Así las cosas, los Kfir dejarán de funcionar a finales de 2024, sin reemplazo real a pesar de los múltiples anuncios positivos por parte de especialistas pero que no se concretan en una realidad y sin la confirmación del mantenimiento de la flota actual a realizar por parte de la empresa Industria Aeroespacial de Israel AIA, en 2025 Colombia perderá su capacidad supersónica y de interdicción.

Ala de Ataque a Tierra Turbofan o LIFT

Tras la salida de los A-37 como aviones de ataque contra insurgencia, también se hacía necesaria la compra de un avión tipo LIFT, cuyas ofertas más cercanas presentadas fueron la del Europeo M-346 Master de Leonardo y la del Coreano KAI T-50 Golden Eagle de Korean Aerospace Industries, destacando que a pesar de los buenos deseos de especialistas, oficiales y en general de la sociedad colombiana son inalcanzables dado que los presupuestos futuros no se encuentran destinados para reemplazar mediante un avión turbofán los aviones de este tipo.

Más cuando los aviones tipo LIFT, deberían ser mixtos de tal manera que sirvieran de entrenadores avanzados y de aviones de ataque como se ha desarrollado en todas las fuerzas aéreas del mundo, sin embargo los oficiales de la FAC ignoraron esta corriente, y se pretendió reemplazar a los T 37 con aviones de hélice T 6 Texan II, siendo tal decisión totalmente absurda por ser aviones con capacidades distintas. Lo anterior debido al desconocimiento de los políticos encargados del Ministerio de Defensa que siguieron permitiendo la compra de los T 6 Texan II, sin revisar de ninguna forma las irregularidades en la contratación, ni analizar que no son reemplazo para los T 37 y en cambio se han gastado recursos totalmente necesarios para la actualización de la flota.

Aviones turbo hélice Contrainsurgencia

En cuanto a aviones contra insurgencia los Embraer AT-27 Tucano siguen en completo funcionamiento, descontando naturalmente los dos aviones perdidos por un trágico accidente que no se debió a las máquinas como tal; y los AT 29 súper Tucano que continúan en pleno uso operativo y son la fuerza fundamental que tiene la capacidad de realizar acciones de Defensa Nacional dentro del conflicto interno. Aquí nace otro nuevo cuestionamiento, por qué aviones iguales como el Textron T-6 Texan y el AT-29 Súper Tucano se encuentran en la misma Fuerza Aérea cuando el mantenimiento de dos aeronaves genera sobrecostos, lo lógico es que la Fuerza Aérea hubiera querido más AT 29 para fortalecer la flota dada su doble capacidad de entrenamiento y ataque, segunda capacidad de la cual carecen los aviones fabricados en Estados Unidos.

Entrenadores Básicos

En cuanto a los entrenadores básicos, es compresible la decisión totalmente consciente, de la compra de los Cessna 172 Skyhawk por ser el avión de la Fuerza Aérea que entrena en sus primeras fases a los pilotos y deberá reemplazar a los ya envejecidos Calima, supuestamente fabricados en Colombia (aunque no se pueden fabricar más en el país), y que, a pesar del revisionismo del nuevo gobierno, no se ha planteado una investigación seria sobre dicho contrato.

Flota de aviones de transporte

En cuanto a la flota de transporte se debe decir que no ha existido por parte del Ministerio de defensa el mayor interés en mejorar las capacidades, y qué el último incremento de la flota ha sido por una compra con apoyo de Estados Unidos y que fue tramitada durante el anterior gobierno. Al momento no existe por parte de la actual cúpula trámites para la adquisición de nuevos C-130 Hércules, u otros aviones que puedan cumplir las misiones de transporte tan necesarias para la Fuerza Aérea, como los de la familia Airbus Casa 295, sin existir presupuesto por parte del FAC o el Ministerio para tal proyecto. Y a pesar de que el presidente Petro firmó un acuerdo con AIRBUS para la adquisición y construcción de Drones jamás se ha mencionado la intención de adquisición de este importante recurso en este segmento de las capacidades aéreas.

Vehículos Aéreos no Tripulados

En cuanto a drones se debe destacar el acuerdo firmado en España para el dron de vigilancia SIRTAP, del cual todos esperamos mucho y es un gran acierto, pero la falta de visión por parte del Ministerio, que no ha visto los desarrollos en este sector que se han presentado en la guerra del Nagorno Karabaj, en el ataque por parte de Hamas a Israel y la consecuente respuesta de este estado contra la franja de Gaza y en la guerra de Ucrania, ha impedido la visión de drones de alta cota con capacidad de ataque, drones de ataque, drones kamikaze y drones de ataque de caída libre, quedándonos ya en la superada categoría de drones de vigilancia.

Ahora es importante destacar que la CIAC Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana, ya tiene modelos probados y certificados y es extraño qué dichos elementos no sean adquiridos por parte de las Fuerzas Militares de Colombia, siendo que más bien prefieren adquirir drones a compañías privadas por lo que el número de aviones construidos en Colombia del tipo, es mucho menor a los adquiridos en el exterior, lo que es una burla para la supuesta política del Gobierno respecto a la construcción y desarrollo tecnológico que debe dar el sector defensa a la nación.

Volviendo nueva y lastimosamente a las declaraciones del presidente debemos tener en cuenta que los principales drones con que cuenta la Fuerza Aérea Colombiana son de origen israelí, estos son los Elbit Hermes 900 y Elbit Hermes 450, cuyo destino y mantenimiento está en duda debido a las diferencias políticas del doctor Petro con el Estado de Israel.

Helicópteros

Otro segmento en el cual la Fuerza Aérea es imprescindible es el de los helicópteros; en primer lugar se debe decir que las declaraciones del presidente Petro nos dejan sin respaldo y apoyo para el mantenimiento de la flota de AH-60 Arpía dado que el desarrollo de este helicóptero de ataque es un acuerdo con empresas israelitas lo que implica que dichos helicópteros en cuanto a sus sistemas de ataque pueden quedarse sin piezas de repuesto en el corto plazo; en segundo término el resto de la flota de helicópteros de la Fuerza Aérea colombiana viene siendo mantenido por la CIAC y la misma fuerza, y se han obtenido donaciones que si bien llegaron durante el gobierno Petro fueron tramitadas por su antecesor, sin que a la fecha exista una declaración oficial sobre nuevos proyectos para fortalecer las capacidades heliportadas de la fuerza.

Otros aspectos y cuestiones de defensa aérea

El presidente Petro sin darse cuenta ni entender, y ante la incapacidad del Ministro de Defensa, dejaron en duda dos contratos fundamentales que ya fueron firmados y que darían  a la Fuerza Aérea nuevas capacidades que nunca ha tenido, el primero de ellos son los sistemas antiaéreos Barak MX de la Israel Aerospace Industries , y el segundo los aviones de inteligencia y guerra electrónica (EW) con la compañía Elbit Systems, contratos que se realizan con las firmas de Israel y qué tras el veto israelí y la manifestación del presidente de no adquirir material de ese país quedan en duda perdiendo así un desarrollo importante para la Fuerza Aérea.

Ahora ya mencionado los inconvenientes sobre la compra del sistema antiaéreo de la empresa IAI, tampoco ha existido durante el presente gobierno una preocupación sobre la compra de equipamientos para la protección y defensa de los campos aéreos, no existe ninguna partida para la adquisición de sistemas anti drones o radares de detección contra dichos elementos, a pesar de que Codaltec empresa colombiana tiene alternativas claras en cuanto a radares y sistemas electrónicos que darían la solución en dicha necesidad, pero que naturalmente no son adquiridos porque los oficiales y políticos a cargo desconocen que dichos equipamientos son construidos en Colombia y extrañamente prefieren compras a compañías extrajeras.

Hay una absoluta ceguera de la necesidad que tienen las fuerzas aéreas actuales de contrarrestar el ataque de drones contra los campos aéreos, infraestructura, bases y tropas, más cuando en vídeos recientes vemos cómo grupos irregulares ya están utilizando drones de ataque contra las tropas, pero es natural que para algunos sectores sea más rentable el contratar con empresas extranjeras que el comprar lo fabricado por las mismas empresas del sector empresarial del Ministerio de defensa, no por su calidad sino por las tan interesantes comisiones que se brindan.  Naturalmente se han seguido comprando camionetas para que los altos oficiales puedan transportarse en las ciudades, mientras que las bases aéreas se encuentran si protección.

También dentro de este ítem debemos mencionar el sistema de Defensa Aérea dónde el actual gobierno no ha licitado ni generado ningún interés en la adquisición de nuevos radares, que puedan dar más seguridad a los cielos colombianos, quedando nuestro espacio aéreo desprotegido frente a vuelos ilegales, en este caso me gustaría destacar el desarrollo de Codaltec del radar SIDER, que a pesar de no ser una solución perfecta serviría para muchos propósitos pero que no ha sido adquirido por ninguna de las fuerzas (solo existe uno en operación y fue donado por CODALTEC).

Conclusiones

Así y para finalizar, el gobierno actual no se preocupa por el mantenimiento de la flota de Kfir, sin adquirir un caza nuevo. Tampoco busca solución a la falta de los A-37 y T-37 y, al parecer, nuestra Fuerza Aérea quedará solamente soportada en los aviones brasileros, que no aumentarán su número dado el extraño interés de algunos ex oficiales y oficiales activos en la compra de T-6 Texan II. Tampoco la defensa aérea o las capacidades de inteligencia aumentarán durante este gobierno por desconocimiento y falta de tacto político.

De otro lado el gobierno Petro siempre ha defendido que las fuerzas militares deben ser un contribuyente a la satisfacción de las necesidades sociales, pero vemos cómo tampoco se han adquirido nuevas aeronaves de transporte médico y, más grave aún, tras los múltiples incendios que sufrió el país durante los últimos meses del año 2023 y primeros de 2024, no se han tomado medidas reales para que la Fuerza Aérea tenga la capacidad de sofocar estos eventos a lo largo del territorio nacional. La Fuerza ha actuado con diligencia y capacidad a pesar de la clara falta de recursos frente a dichas emergencias, elementos ya comprados en plenos acontecimientos dejaron de funcionar por la falta del giro de recursos necesarios para su mantenimiento como es el caso de los sistemas anexos a los C-130 Hércules, siendo importante destacar que tampoco ha existido interés por parte del Ministerio de Defensa en mejorar las capacidades que frente a dichas catástrofes naturales tiene la Fuerza Aérea.

Queda en el tintero, también entender cómo, las empresas del sector defensa deben generar desarrollo industrial y económico para el país, según lo anunciado, considerando que no se ha dado la facilidad de que empresas como Codaltec o CIAC sean las únicas proveedoras de sistemas como drones, radares y sistemas antidron, a las Fuerzas Armadas Colombianas quedando así los proyectos que desarrollan dichas entidades en simples sueños sin futuro, contradiciendo todas las declaraciones del señor Gustavo Petro.

Esperemos que durante los dos años de gobierno que le faltan a la actual administración cambie, entienda y construya un mejor futuro para la Fuerza Aérea Colombiana y mejore sus capacidades frente a la defensa y el apoyo a nuestra sociedad.

Publicidad
Cesar Fernando Cepeda Bernal
Abogado egresado de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, especializado en Derecho Comercial, nacido en Tunja Boyacá Colombia. Estudioso de la temas militares enfocándose en las fuerzas armadas de Latinoamérica y en especial de su país. Ha publicado artículos en Las Dos Orillas sobre temas de defensa.

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.