Revistas militares, notas de defensa y afines...

Iceman

Forista Sancionado o Expulsado
-Finback fíjate que yo por ahí había subido un par de informes "viejos" de Aeroespacio.. digo para ponerlos todos juntos en alguna sección.
 

Gonzalingo

Forista Sancionado o Expulsado
Gracias Finback.
Este material es importante para que jovencitos como yo conozcamos mejor la historia. Gracias de nuevo, saludos
 

Pinguin

Colaborador
Colaborador
Revista NOTICIAS "Los “sordos ruidos”

Internacionales
Los “sordos ruidos”
En la región se ha desatado una alarmante carrera armamentista. El clima bélico y las paradojas de la integración sudamericana.



Cuántas divisiones de tanques tiene el Papa?”, preguntó vociferante Stalin a quienes le advertían cierto enojo del Vaticano. No descubría nada nuevo. Dos siglos antes, Voltaire había escrito que “Dios siempre está del lado de los batallones más fuertes”.
Por eso, los gobiernos que quieren jugar fuerte en el tablero internacional recurren al armamentismo. Claro que todos invocan la defensa. Ninguno incrementa sus arsenales diciendo que lo hace para poder atacar a otros países. Hasta Hitler dijo que sólo se trataba de fortalecer la capacidad defensiva del Reich cuando puso a la industria Krupp, que funcionaba como acerería en Essen desde el siglo XIX, a producir armamentos en gran escala.
Todos los gobiernos que ingresan al terreno armamentista aducen razones de defensa. Incluso los más lunáticos. En definitiva, hasta el armamentismo es bueno si se trata de la defensa de un pueblo. De todos modos, a las guerras las inician, precisamente, los que incrementan sus arsenales. Entonces, ¿cómo distinguir a los belicistas de quienes de verdad sólo buscan resguardar las defensas?
Por el discurso y por lo que Gilles Delleuze llamó “la organización del poder”. Si se tiene en cuenta la sintonización del discurso con lo señalado por el filósofo francés que escribió “La lógica del sentido”, se obtiene un detector de mentiras infalible a la hora de dilucidar intenciones ocultas.
Cuando Japón puso la Mitsubishi a producir desenfrenadamente aviones caza Zero, no dijo que los necesitaba para diezmar la flota norteamericana en Pearl Harbor. Arguyó razones de defensa, pero bastaba tener en cuenta las proclamas de los ultranacionalistas que habían invadido Manchuria y derribado el gobierno moderado de Inukai, para saber lo que de verdad se proponían.
América Latina está lejos de aquellos fanatismos. Sin embargo, el incremento de arsenales y ciertas alianzas instalaron la sensación de que se recorre un sendero militar que podría desembocar en una guerra. ¿Cómo se explica semejante sugestión?
El armamentismo es parte de la lógica del poder en el tablero mundial; aunque no siempre significa que el armamentismo tenga lógica.
La Europa en la que todos competían en capacidad militar transitó la historia de guerra en guerra y desembocó en dos autodevastaciones. Pero en la medida en que avanzó el proceso de integración, la acumulación de armas se desaceleró porque aunar políticas y economías le restó sentido.
Paradójicamente, en el momento en que Sudamérica más habla de integración, más señales se acumulan de que se acerca a una carrera armamentista. Nunca hubo tantos liderazgos hablando al mismo tiempo de unidad sudamericana y hermandad entre los pueblos. Jamás se había gesticulado tanto en sentido integracionista. Sin embargo, no sólo que lo avanzado en materia de integración efectiva es casi imperceptible, sino que, además, gobiernos de declamada sensibilidad social invierten en armamentos cifras que ayudarían a disminuir la indigencia que lacera sus respectivos pueblos.
Semejante contradicción alimenta dos tipos de sugestiones. Una es puntual y tiene que ver con la historia de cada país. La otra es regional y surge de proyectos geopolíticos y alianzas estratégicas que parecen avanzar hacia posibles colisiones.

Un ejemplo del primer caso es Paraguay, donde crece el temor al “armamentismo boliviano”. Dos guerras laceraron la historia paraguaya, dejando huellas imborrables: el exterminio genocida perpetrado por la Triple Alianza en el siglo XIX, y la Guerra del Chaco en la primera mitad del siglo XX. Desde este segundo conflicto, cada vez que Bolivia compra un rifle Paraguay se pone el casco. Por eso la compra de armamentos y el acuerdo militar entre La Paz y Caracas han sugestionado de tal modo a Paraguay, que muchos ven en Evo Morales una amenaza de guerra.
Un temor absurdo si se tiene en cuenta la razón visible de la actual política militar del gobierno boliviano, que es la fisura interna en la que la radicalidad de los departamentos autonomistas, con Santa Cruz de la Sierra a la cabeza, y el centralismo indigenista y colectivista del Altiplano, podrían desencadenar un conflicto de secesión.
Del mismo modo, cierta inquietud se ha instalado en Perú respecto de Ecuador, que si bien no ha realizado compras significativas de armamentos, mantiene una alianza con Venezuela que también se expresa en lo militar. Además, si un presidente moderado como Durán Ballén lanzó sorpresivamente fuerzas ecuatorianas a las nacientes del río Cenepa, desatando la guerra de la Cordillera del Cóndor y doblegando al ejército peruano en la batalla de Tiwinza; cuánto más pueden esperar de un líder nacionalista con la osadía de Rafael Correa.
Por cierto, la madre de todas las sugestiones surge de la tensión entre Colombia y Venezuela, dos países que no han estado en guerra pero mantienen dos disputas que podrían confluir en un “casus belli”: el diferendo sobre delimitación marina y submarina en el Golfo de Venezuela, verdadera yugular petrolera, y la abierta confrontación entre dos modelos políticos contrapuestos.
A esto se suma que la camada de presidentes que con más franqueza han discutido en lo que fueron las más atractivas cumbres de la historia regional, no han solucionado ninguno de los litigios que se acumulan desde hace tiempo. Venezuela tiene diferendos fronterizos irresueltos con Guyana y Brasil una vieja disputa con Surinam. Chile los tiene con Bolivia y Perú, país a su vez acusado por Ecuador de apropiarse de su porción de Amazonia.
Sólo Chile y Argentina sepultaron sus diferendos territoriales, haciendo escuela en materia de solución negociada de conflictos, pero se ve que ningún vecino quiso asistir a clase. De todos modos, más que los litigios sin resolver, lo que sugestiona a la región en forma directamente proporcional al crecimiento de arsenales son los discursos, alianzas militares y organización de poder entre los dos archienemigos sudamericanos: Colombia y Venezuela.
Lo que preocupa de Uribe es el antecedente que implicó su ataque en territorio ecuatoriano y su negativa a ofrecer garantías de que la presencia norteamericana en siete bases colombianas no pondrá bajo la lupa del Pentágono territorios vecinos, por caso una buena porción amazónica de Brasil. Y lo que preocupa de Chávez, además del expansionismo político que lo lleva a interferir públicamente en los asuntos internos colombianos, son sus promesas de ayuda militar a Nicaragua si entra en guerra por sus reclamaciones sobre San Andrés, Providencia y la zona insular de Colombia. También el compromiso que asumió de intervenir militarmente en Honduras y Bolivia si se hunden en guerras civiles.

La sorpresiva llegada de Zelaya a Tegucigalpa puso de relieve la negligencia de Micheletti, complicó al gobierno de facto y lo exhibió al mundo en su faz más represiva. Ver arrinconada a una runfla de golpistas obtusos, que con su estropicio institucional dieron oxígeno a un líder mediocre y oportunista cuyo prestigio estaba en picada, habría causado no sólo satisfacción sino fuera por el riesgo de detonación con efecto big bang que el caso implica en una zona que ha vuelto a ser inflamable.
En este marco, ante los “sordos ruidos” que “oír se dejan”, es lógico temer que cualquier chispa genere una reacción en cadena. En todo caso, el único armamentismo que no debe preocupar es el de Brasil con la desmesurada compra que acaba de acordar con Francia. Ocurre que, para presentarse al mundo como potencia rectora de Sudamérica, Brasil debe exhibir capacidad de mantener un orden y evitar un caos en su vecindario. Por otra parte, más significativo que el acuerdo de armamentos, fue el abrazo estratégico que este implica entre Lula y Sarkozy.
Por qué no se abrazaría, armas mediante, un estadista sudamericano de centro-izquierda con un presidente centro-derechista francés, si hasta el humanista y secular Voltaire escribió que “Dios está del lado de los batallones más fuertes”.

Por CLAUDIO FANTINI - Politólogo y analista internacional.

La nota es una lagrima... alguien deberia decirle a este señor que el estado de indefension de su pais es algo alarmante. Aparte si verificara la antigûedad del material que estaba en uso podra ver que el amterial es hasta peligroso de ser usado, como hemos comprobado mas de una vez en nuestro pais a bace del dispendio de sangre argenta.
Talvez alguno tenga el deseo de llamarle la atencion... [email protected]
 

pulqui

Colaborador
Pinguin, no creo que los más criticable de la nota venga por el lado de "nuestra indefensión", fiajte que no menciona a nuestro país, excepto cuando se refiere a la solución de los diferendos limítrofes con Chile.

A mi modo de ver, el problema de la nota es que parte de un supuesto que nunca pone en debate, y es que en Sudamérica hay una carrera armamentista. Cuando la región dista mucho de algo semejante.
 
Desde su punto de vista hay una carrera armamentista y en muchos aspectos tiene razon, nadie se armo diciendo que iba a atacar tal objetivo, se armo con la excusa de defenderse.
Lo bueno es que cada vez mas esto es tema de debate con lo cual inexorablemente nos va a llevar a discutir nuestra estrategia de defensa.
 

Derruido

Colaborador
Por éstos meses tendría que empezar la delimitación definitiva de los campos de hielos, espero que no salten rispideces.:yonofui:

Salute
Derru

PD: Paz y amor en el barrio, pero con el garrote preparado parece el lema.:yonofui:
 

pulqui

Colaborador
Para mi, una carrera armamentista es una competencia permanente por superar las cualidades y quizá cantidades, de los SdA del o los vecinos.

Y yo no veo eso en LA.
 
Por éstos meses tendría que empezar la delimitación definitiva de los campos de hielos, espero que no salten rispideces.:yonofui:

Salute
Derru

PD: Paz y amor en el barrio, pero con el garrote preparado parece el lema.:yonofui:

Ah no! HV3 otra vez?
¡A comprar armas! ¡A comprar armas!:boxing_smiley: ;) :leaving:
 

Iconoclasta

Colaborador
Para mi, una carrera armamentista es una competencia permanente por superar las cualidades y quizá cantidades, de los SdA del o los vecinos.

Y yo no veo eso en LA.

¿Como que no lo ves?

¿Chile-Perú?
¿Ecuador-Perú?
¿Venezuela-Colombia?
¿Brasil-Venezuela?
¿Bolivia-Paraguay?
 

pulqui

Colaborador
¿Como que no lo ves?

¿Chile-Perú?
¿Ecuador-Perú?
¿Venezuela-Colombia?
¿Brasil-Venezuela?
¿Bolivia-Paraguay?

¿ Y esos países están en ese proceso?

Carrera armamentista no lo veo personalmente como "el país X compra armas, el país B compra armas, hay disputa entre ellos, entonces hay carrera armamentista".

Ningun país país de LA tiene la capacidad econnómica de sostener en el tiempo una competencia del tipo que mencionaba más arriba.
 

Derruido

Colaborador
¿ Y esos países están en ese proceso?

Carrera armamentista no lo veo personalmente como "el país X compra armas, el país B compra armas, hay disputa entre ellos, entonces hay carrera armamentista".

Ningun país país de LA tiene la capacidad econnómica de sostener en el tiempo una competencia del tipo que mencionaba más arriba.
Con tomar un punto específico y después utilizarlo para negociar es suficiente.

Además fijate otra cosa, un pais como el nuestro peleo durante cuantos días:yonofui:, contra una potencia mundial......... Imaginate cuanto tiempo se podría extender un conflicto a nivel continental, es decir un conflicto de baja intensidad.

Si pasa algo, será del tipo relámpago, en donde la otra parte no pueda reaccionar tan rápido. Y todo termine sobre un hecho consumado.

Ya que estamos, cuanto tiempo le toma al EA movilizarse actualmente.:yonofui::svengo:

Ahí está la clave de una guerra moderna de baja intensidad.

Salute
Derru
 

pulqui

Colaborador
Pero creo que vos ahí hablás de otra cosa Derru, primero porque el conflicto de baja intensidad corresponde a la Guerra Fría y segundo porque hablás de la posibilidad de un conflicto bélico, lo que no significa que esos países que se enfrenten tengan la capacidad de competir en el tiempo para ver quien adquiere mejores SdA.
 

Derruido

Colaborador
Pero creo que vos ahí hablás de otra cosa Derru, primero porque el conflicto de baja intensidad corresponde a la Guerra Fría y segundo porque hablás de la posibilidad de un conflicto bélico, lo que no significa que esos países que se enfrenten tengan la capacidad de competir en el tiempo para ver quien adquiere mejores SdA.

Por supuesto Pulqui, ningun país de LA tiene capacidad militar como para producir una gran destrucción en el país vecino (Salvo Brasil, pregunto que país de LA tiene capacidad de debastar una ciudad como Sao Pablo, ojo a Venezuela no lo pongan por que Brasil se está armando para contrarrestar esa posibilidad), pero sí como para dejarlo en una posición de debilidad ante cualquier tipo de negociación.

Si se produce algún tipo de conflicto, éste durará días o tal vez semanas, hasta que la ONU u otro organismo imponga sanciones y embargos a un lado y al otro.

El problema con dichos embargos es que mientras tanto, hasta que éstos producen efectos los enfrentamientos continuan. El nudo de todo pasa por saber a cual de los dos paises lo agarra en mejor posición al momento de producirse un embargo.

No es lo mismo embargar militarmente a un país que ya está armado, que embargar a otro que está peleando con un nivel de armamentos y de reservas muy bajas. Hasta que el embargo pegue de lleno en el país mejor armado, el que está desarmado habrá pasado las de Caín y Abel, por consiguiente al momento del cese de las hotilidades, cuando tengan que negociar el más débil lo hará en una posición de completa inferioridad.

Salute
Derru
 
Para mi, una carrera armamentista es una competencia permanente por superar las cualidades y quizá cantidades, de los SdA del o los vecinos.

Y yo no veo eso en LA.

Exacto. Esa es la definición más adecuada de carrera armamentista. Es la búsqueda de superar a tu enemigo desarrollando armas nuevas que te den una ventaja que el otro no pueda anular. Visto así la única carrera armamentista seria que se vió en el último siglo fue la de E.E.U.U. vs la ex URRS.
 

pulqui

Colaborador
Derru, creo que estamos hablando de cosas distintas. Vos hablás de la posibilidad de un conflicto bélico y cuál país estaría mejor preparado. Yo no niego esa posibilidad.

Lo que cuestiono de la nota es el supuesto de que en LA hay una carrera armamentística, supuesto que no comparto.
 
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