Las nuevas directrices para la Defensa Nacional ya están en vigor (END).
10 de 21, 2018
Aprobadas en Plenario nuevas Política y Estrategia Nacional de Defensa
Propuestas legislativas
MCN 2/2017
PDS 137/2018
La Mesa del Senado promulgó el decreto legislativo 179/2018, que actualiza tres documentos usados para orientar las actividades de Defensa en Brasil.
El texto cambia la Política Nacional de Defensa, la Estrategia Nacional de Defensa y el Libro Blanco de Defensa Nacional. La norma se publicó el lunes (17) en el Diario Oficial de la Unión.
El consejero legislativo del Senado João Paulo Botelho, que actúa en las áreas de Defensa y Relaciones Internacionales, explica que los documentos existen "para dar una satisfacción a la sociedad" sobre las atribuciones y los desafíos de las Fuerzas Armadas.
- Ellos son una carta de intenciones. Un intento de llamar la atención de los civiles para la organización de la Defensa, un área aún poco conocida de la población. El objetivo es mostrar a la sociedad que la Defensa existe y que las personas tienen que preocuparse por ello, por menos que la gente se involucra en guerras -afirma Botelho.
La actualización de los tres documentos fue remitida al Congreso en marzo de 2017 por el presidente Michel Temer, por medio del mensaje (MCN) 2/2017. El texto fue aprobado en octubre de ese año por la Comisión Mixta de Control de las Actividades de Inteligencia (CCAI) y dio origen al proyecto de decreto legislativo (PDS) 137/2018. La materia siguió a los Plenarios de la Cámara y luego del Senado, que concluyó la votación el 13 de diciembre.
Política Nacional de Defensa
La Política Nacional de Defensa (PND) fue lanzada originalmente en 1996, en 2005 y 2012 y ahora recibe la cuarta versión. Una novedad en relación a la publicación anterior es la "concepción política" de Defensa. Según el documento, "la paz y la estabilidad en las relaciones internacionales" dependen de la diplomacia "para la conjugación de los intereses conflictivos de los países".
El texto recomienda que Brasil adopte 28 posiciones políticas en el área de Defensa. El primero de ellos es la solución pacífica de las controversias. "El uso de la fuerza sólo se concretar cuando las posibilidades de negociación se presenten inviables". Otras orientaciones indican que el país debe
apoyar el multilateralismo, participar en organismos internacionales e incentivar la integración de América del Sur.
Los posicionamientos sugeridos por la PND contrastan con declaraciones de integrantes del equipo del presidente electo Jair Bolsonaro. El futuro ministro de Hacienda, Paulo Guedes, afirmó en octubre que el Mercosur "no es prioridad" del próximo gobierno. El diplomático Ernesto Araújo, indicado para ser el futuro ministro de Relaciones Exteriores, criticó lo que califica de "ideología globalista" y defiende el "nacionalismo occidental". El consultor João Paulo Botelho minimiza estas declaraciones.
- El futuro gobierno se alinea muy ideológicamente al presidente [de Estados Unidos] Donald Trump. En un primer momento hubo aquellas posturas un tanto radicales. Pero a la hora 'H' ellos no van a asumir esas posiciones tan aislacionistas. Si hay un tratado internacional con 150 países, ¿por qué formar parte de la media docena que queda fuera? En la práctica, esos documentos van a prevalecer contra ideas de una, dos o tres personas - argumenta Botelho.
En un análisis sobre el "ambiente nacional", la PND destaca que Brasil carece de mayores inversiones en ciencia, tecnología e innovación y en calificación del capital humano ". El texto advierte además que "los estrangulamientos de infraestructura existentes podrían retrasar el efectivo desarrollo del país".
De acuerdo con el documento, la falta de regularidad en las adquisiciones de productos de defensa y en la asignación de recursos presupuestarios "ha desestimulado las inversiones" por parte de la industria nacional.
"El ritmo del desarrollo tecnológico brasileño no permite vislumbrar la eliminación de la dependencia externa en áreas de fundamental importancia en los próximos veinte años".
La PND recomienda que el sector de Defensa dé "mayor atención" a la Amazonía y al Atlántico Sur, donde se concentran las reservas del pre-sal. "La Amazonia Azul" es un ecosistema de área comparable a la Amazonia brasileña y de vital relevancia para el país, en la medida en que incorpora elevado potencial de recursos vivos y no vivos, entre ellos, las mayores reservas de petróleo y gas del país, Brasil". Amazonia Azul es el nombre dado al mar territorial brasileño, contiguo al litoral nacional, en el Océano Atlántico.
El texto define además ocho objetivos nacionales en el área de defensa. Ellos sirven para dirigir la formulación de la Estrategia Nacional de Defensa, el segundo documento actualizado por el decreto legislativo.
Estrategia Nacional de Defensa
La Estrategia Nacional de Defensa (END) fue lanzada en 2008 y actualizada por primera vez en 2012. La tercera versión del documento define acciones que deben ser adoptadas para que Brasil alcance los ocho objetivos inscritos en la PND. Las medidas valen para todas las instancias de los Tres Poderes, así como para sectores no gubernamentales.
De acuerdo con el texto, la Marina debe disponer de medios capaces de detectar, identificar y neutralizar "acciones que representen amenaza en las aguas jurisdiccionales brasileñas". La END cita como ejemplos de "actos ilícitos en el mar" el tráfico de personas y drogas, el contrabando, la pesca ilegal y los crímenes ambientales.
Según el documento, dos áreas del litoral merecen "atención especial" del Poder Naval: una franja entre Santos (SP) y Vitória (ES) y la desembocadura del río Amazonas. El texto recomienda que la Marina instale una nueva base de submarinos en Itaguaí (RJ) y un complejo naval de uso múltiple en las proximidades del delta del Amazonas.
El Ejército debe "neutralizar concentraciones de fuerzas hostiles" junto a la frontera terrestre y contribuir a la defensa del litoral y del espacio aéreo. De acuerdo con la END, la tropa debe actuar sólo "de forma episódica y puntual" en operaciones de garantía de la ley y del orden, además de colaborar con órganos de seguridad pública en las acciones contra crímenes transnacionales en la franja de frontera.
La Fuerza Aérea Brasileña tiene como misión mantener la soberanía del espacio aéreo. Para ello, debe buscar el dominio científico-tecnológico y conquistar la autosuficiencia en proyectos para eliminar la dependencia externa.
El documento lista además tres sectores estratégicos que necesitan ser fortalecidos en el país: nuclear, cibernético y espacial. El desarrollo del primero queda a cargo de la Marina.
Debe concluir la nacionalización y el desarrollo a escala industrial del ciclo del combustible nuclear, mejorar las tecnologías para la construcción de termoeléctricas nucleares y aumentar el uso de la energía nuclear en actividades pacíficas.
El Ejército debe cuidar del sector cibernético. La END sugiere la actuación colaborativa entre el sector de defensa, la comunidad académica y la industria nacional. Cabe a la Fuerza Aérea desarrollar el sector espacial. Las prioridades son: lanzadores de satélites para comunicación, observación de la tierra, vigilancia, meteorología y navegación, además de satélites para uso gubernamental.
El consultor João Paulo Botelho destaca la importancia de los tres sectores estratégicos. Pero alerta que Brasil debe lidiar con un "problema antiguo": la falta de recursos.
- Siempre se habló en esos tres sectores. Pero desde mediados de 2000, ya se enfrentan a restricciones presupuestarias y contingentes. Sin embargo,
las Fuerzas Armadas prefieren dilatar plazos que interrumpir proyectos. Ellas no van a desistir de estos tres sectores a causa de una crisis. Preferir tener un poquito que no tener nada. Lo que uno podría criticar es que el Ministerio de Defensa está abriendo demasiado el abanico de prioridades en el área de proyectos estratégicos. Si todo es prioridad, nada es importante - evalúa Botelho.
Libro Blanco de Defensa Nacional
El último documento actualizado por el decreto legislativo es el Libro Blanco de Defensa Nacional (LBDN). El texto se divide en seis capítulos, que sufrieron pocos cambios en relación al texto original, de 2012. El LBDN se ocupa de los siguientes temas: Estado Brasileño y Defensa;
Ambiente Estratégico del Siglo 21; Defensa e Instrumento Militar; Defensa y Sociedad; Transformación de la Defensa; y la Economía de la Defensa.
Las principales novedades están en el capítulo sobre el Medio Ambiente Estratégico del Siglo 21.
El documento destaca "una clara posibilidad de cooperación en el campo de la Defensa" entre los países de América del Sur y sugiere el fortalecimiento de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) del Consejo de Defensa Sudamericano. "Deben ser vistos como posibles instrumentos para el desarrollo de una mentalidad de" comunidad de seguridad regional ".
El LBDN defiende también cambios en el actual Consejo de Seguridad de la ONU (ONU), que todavía refleja la realidad geopolítica de la posguerra. Desde 1945, la estructura fue alterada apenas una vez: en 1965, los asientos no permanentes saltar de seis a diez. Pero África, América Latina y el Caribe continúan sin representantes entre los miembros permanentes, que tienen poder de veto, incluso cuando minoritarios. "Sólo una reforma estructural contribuirá a que las decisiones del órgano, que afecten a toda la comunidad internacional, sean tomadas de forma más representativa, transparente, legítima y eficaz", destaca el Libro Blanco.
Otro capítulo que merece destacarse es la Economía de la Defensa. De acuerdo con el documento, un sistema eficiente requiere
"inversiones a gran escala ya largo plazo" para la adquisición de submarinos, blindados y aeronaves. "Estos equipos tienen un determinado tiempo de vida útil, considerándose degradaciones naturales y avances tecnológicos. Necesitan ser renovados periódicamente y, preferentemente, en fechas preprogramadas ".
El LBDN trae también informaciones sobre los gastos del gobierno brasileño en el sector. En 2015, el Ministerio de Defensa asignó el 46,5% de los recursos para el pago de cargas sociales. La gestión y el mantenimiento consumieron el 35,9%. Sólo el 10,5% fue para inversión, reaparición y adiestramiento de las Fuerzas Armadas.
El documento ofrece también comparaciones con gastos de otros países, a partir de datos divulgados por el Instituto de Investigación de Paz Internacional de Estocolmo, en Suecia.
Brasil está en la 11ª posición en el ranking, con US $ 31.95 mil millones. El primero de la lista son Estados Unidos, con 595.470 millones de dólares, 18,6 veces más.
En cuanto a los once países que más gastaron con Defensa en 2015, Brasil es la novena nación con mayor proporción de gastos en relación al Producto Interno Bruto (PIB): 1,4%. Quien más asigna recursos para el sector como proporción de su economía es Arabia Saudita, con el 13,7%.
- Brasil quería alcanzar el 2% del PIB con defensa. La gente no tiene eso, pero el problema también es la calidad del gasto. No sirve gastar mucho con personas que no están trabajando en el área final. La tropa tiene que realizar campo, tiene que enfrentarse a la situación real. No sirve de las Fuerzas Armadas en que el militar sólo hace educación física y documento de la burocracia interna. Él no puede quedarse haciendo guerra de papel. "Tiene que conocer el país-afirma el consultor João Paulo Botelho.
Senado Agencia (autorizada reproducirse siempre que la Agencia Senado)
