Estados Unidos y sus relaciones con Asia

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EEUU y China estrechan lazos militares

Miércoles 21 de Agosto de 2013 09:05
(defensa.com)

La reunión en el Pentágono entre Chuck Hagel, Secretario de Defensa de EEUU, y Chang Wanquan, Ministro de Defensa chino, ha impulsado algunos aspectos de cooperación y transmitido un clima de entendimiento entre las dos potencias. Ambos daban una rueda de prensa conjunta al término de su encuentro en la que Hagel ha hecho énfasis en que "una relación entre ejércitos sostenida y sustantiva es un pilar importante para esta fuerte relación bilateral". Por su parte, el líder militar chino ha explicado que Pekín quiere "seguir incrementando el entendimiento mutuo, realzar la confianza, promover la cooperación y potenciar un desarrollo sano y estable de nuestras relaciones nacionales y militares".

Chang dio a conocer la aceptación por parte de su Gobierno para que la Armada china participe en los ejercicios militares RIMPAC (Rim of the Pacific Exercise) en 2014, consideradas una de las más importantes maniobras navales. Tienen lugar en Honolulú (Hawai) cada dos años y son gestionadas y organizadas por la Flota del Pacífico de la Armada de EEUU. El año pasado Rusia fue invitada por vez primera a tomar parte. Por otra parte, y según confirmó Hagel, este fin de semana EEUU y China pondrán en marcha unos ejercicios antipiratería conjuntos en el Golfo de Adén (en el "cuerno de África", frente a las costas de Yemen y Somalia). Así mismo ambos pactaron "acuerdos de consultas militares, y continuar estudiando las reglas de comportamiento en las actividades militares en aire y mar".

En lo que respecta a la especie de "Guerra Fría" que se vive en el Pacífico, donde los principales países están aumentando considerablemente su infraestructura militar, Hagel se limitó a concretar que su país "ve con buenos ojos y apoya el alzamiento de una China próspera y responsable que ayude a resolver problemas regionales y globales", mientras que Chang aseguró que "lo más importante es que China esté lista para trabajar con EEUU para mantener la paz y la estabilidad regional (en alusión a Asia-Pacífico)". Con todo ello, el representante chino se refirió a la importancia del modelo de consenso impulsado por Obama y Xi Jinping, por el que se está construyendo una relación basada "en el respeto y la cooperación de beneficio mutuo".

Esta mini gira que ha emprendido el mandatario chino por tierras norteamericanas comenzó la semana pasada en Hawai, con una reunión con Samuel Locklear, comandante del Comando del Pacífico de EEUU. Además, también se reunió en Colorado con Charles Jacoby, que dirige el Comando de Defensa Espacial de EEUU y el Comando Norte.

(Javier Martínez)
 

Sebastian

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Biden intenta disipar temores y reafirma en Seúl el giro de EE UU hacia Asia

El vicepresidente pide a Corea del Sur que se acerque a Japón contra las aspiraciones chinas de expansión territorial

Jose Reinoso Pekín 6 DIC 2013 - 15:31 CET2


El vicepresidente de EE UU, Joe Biden, en una conferencia en una universidad en Seúl. / WOOHAE CHO (AFP)

"Quiero dejar una cosa absolutamente clara. La decisión del presidente (Barack) Obama de reequilibrar (las políticas exterior, económica y militar) hacia la cuenca del Pacífico no está en cuestión". Es el mensaje que ha emitido este viernes el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, desde Corea del Sur, en medio de las especulaciones de que Obama no ha respondido a las expectativas que creó cuando al principio de su mandato aseguró que Asia-Pacífico era prioridad absoluta para Washington.

Su Administración se comprometió a incrementar la influencia, los recursos y el alcance diplomático de Estados Unidos en la región y fortalecer la presencia militar con objeto de que para 2020 el 60% de los barcos de guerra estadounidenses tengan su base en la zona, frente al 50% en la actualidad. Pero en su segundo mandato las crisis en Irán, Siria y Egipto han absorbido la atención de Obama en política exterior, mientras en temas nacionales ha estado centrado en problemas de gran alcance político y confrontación con los republicanos por el cierre de la Administración, que le obligaron a cancelar su previsto viaje a Asia en octubre pasado.

La decisión llevó a muchos en la región a preguntarse si Asia seguía siendo prioridad para Washington. ”En cada país en el que he estado me han hecho este comentario: ¿Cuándo cree que el presidente va a poner algo de carne en el asador? Hasta ahora, han sido sobre todo palabras y compromiso diplomático. Quieren que vaya más allá de solo palabras”, aseguraba hace una semana el congresista estadounidense republicano Steve Chabot.

La consejera de seguridad nacional, Susan Rice, ha afirmado recientemente que Asia continúa siendo prioritaria, y ha dicho que Obama visitará la región en abril próximo y que Estados Unidos seguirá profundizando su compromiso con la zona “independientemente de los sitios de conflicto que surjan en cualquier otra parte del mundo”.

Obama ve el continente, que está experimentando un rápido crecimiento, vital para los intereses de su país, y este es el mensaje que ha trasladado Biden a sus interlocutores en el viaje asiático. "Estados Unidos nunca dice algo que luego no hace ", ha señalado éste en Seúl para despejar dudas.

En un discurso en una universidad de Seúl, Biden ha afirmado que los cambios que se están produciendo en Asia van a transformar el mundo, y que nos encontramos en un momento de inflexión en el que tenemos la oportunidad de modificar la historia, informa Associated Press. El mandatario ha recordado que el crecimiento requiere paz, pero ha advertido que con él vienen también nuevas tensiones y amenazas.

La gira asiática de una semana del vicepresidente, que llegó anoche a Seúl tras haber estado en Japón y China, está destinada a reforzar la determinación de Estados Unidos de ser una potencia en Asia, pero ha estado protagonizada por la crisis provocada por la reciente declaración por parte china de una nueva “zona de identificación de defensa aérea” (ADIZ en sus siglas en inglés) sobre unas islas en el mar de China Oriental que se disputan Pekín y Tokio. La medida requiere que todos los aviones que la crucen informen a las autoridades chinas de sus planes de vuelo y mantengan contacto por radio. Washington y Tokio se han negado. El conflicto ha venido a sumarse a otros latentes, como el programa nuclear norcoreano, las rencillas históricas de Japón con China y Corea del Sur y las diferencias territoriales de Pekín con muchos de sus vecinos.

"Estamos en un momento en el que la situación en Asia nororiental es muy incierta y las tensiones en la región van en aumento. Creo que el viaje del vicepresidente a Corea del Sur y la región será de mucha ayuda para la paz", ha asegurado la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, según informa la agencia de este país Yonhap. Biden ha urgido a Seúl a que incremente la cooperación y mejore las relaciones con Tokio, que están marcadas por el pasado imperialista de Japón y su ocupación de la península coreana durante la Segunda Guerra Mundial.

La ADIZ china se superpone con la de Japón, pero también con la de Corea del Sur, que estudia ampliarla en respuesta al movimiento chino. Seúl ha preparado un borrador para una nueva zona aérea que incluya las islas de Mara y Hong y el Centro de Investigación del Océano de la isla de Ieo, que está construido sobre un arrecife submarino dentro de las zonas económicas exclusivas coincidentes de Corea del Sur y China, según Yonhap. Washington ha rechazado la zona de defensa china, que, según ha dicho, rompe el status quo en el Mar de China Oriental, y Biden ha vuelto a recordarlo en Seúl. Ha dicho que “no tendrá ningún efecto en las operaciones americanas”. “Ninguno, cero”. Puede que Washington disienta también con la ampliación que quiere llevar a cabo Seúl.

En las conversaciones entre Biden y Park han ocupado un lugar prominente las negociaciones para el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano, que se encuentran estancadas. Corea del Norte ha expresado en repetidas ocasiones su interés en reanudar las conversaciones a seis bandas —algo que también quiere China— para poner fin a su programa atómico. Pero Corea del Sur y Estados Unidos han exigido a Pyongyang que dé pasos antes que demuestren su compromiso con la desnuclearización.

“Que no quede ninguna duda, Estados Unidos está comprometido a hacer lo que haga falta para defender a nuestros aliados y a nosotros mismos contra la agresión norcoreana. Punto”, ha dicho Biden en su discurso en la Universidad Yonsei, según France Press. “La comunidad internacional no aceptará ni tolerará una Corea del Norte dotada de armas nucleares”. El sábado, visitará la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas antes de regresar a Estados Unidos.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/06/actualidad/1386340271_369646.html
 

Sebastian

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EEUU, aliado y proveedor en la región de Asia-Pacífico

Lunes 30 de Diciembre de 2013 12:35

La Administración Obama ha reorientado en los últimos años la estrategia de su política exterior a la región de Asia-Pacífico, bajo la denominada Pivot/Rebalancing to Asia, pretendiendo frenar y hacer contrapeso a las crecientes aspiraciones de China en la zona. El último golpe en la mesa de Beijing ha sido la declaración de una nueva Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), que abarca a las disputadas con Japón islas Senkaku.

Tokio no está dispuesto a ceder ni un sólo milímetro de este archipiélago y la tensión y el rearme crecen en una región ya caliente, por la amenaza permanente de Corea del Norte. Pero el apoyo norteamericano no es baladí, el papel de Estados Unidos como gran aliado en la zona de Japón y Corea del Sur se verá respaldado por la adquisición de armamento de factoría norteamericana, con importantes contratos en ciernes y en el futuro cercano, cifras millonarias que compensan la activa política de Washington en la región y con las que el sector de la defensa norteamericano ya empieza a frotarse las manos.

A la adjudicación por parte de Corea del Sur a Lockheed Martin de aviones F-35, en el marco del megacontrato de cazas F-X, en el que también postulaba el europeo Eurofighter, se suma ahora el anuncio de Japón de reforzar su gasto militar en los próximos cinco años: 230.000 millones de dólares destinará el país hasta 2019 a la compra de armamento, un paquete que incluirá aviones de despegue vertical, aviones no tripulados, vehículos anfibios y submarinos.

Si bien, lo hemos visto en Seul, las adquisiciones pasan por la pertinente apertura de procesos licitadores a los que concurren fabricantes de todo el mundo, no cabe duda de que el apoyo estratégico de Estados Unidos en la zona pesa, y mucho, a la hora de elegir proveedor. Para la industria de defensa europea, el poder estratégico de Washington complica sin duda sus opciones de venta, relegado el Viejo Continente a una fuerza de segunda, cuando no de tercera fila, en la política mundial.

Con unos presupuestos internos en caída libre, el sector europeo necesita colocar su producto en mercados exteriores y del respaldo institucional del Viejo Continente para poder hacerlo.

A escasos días, al cierre de esta edición, de la convocatoria del Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno de diciembre, la cita abordará el desarrollo de nuevas capacidades de defensa, centrado en los denominados programas pioneros (comunicaciones por satélite, reabastecimiento aéreo en vuelo, ciberdefensa, sistemas de aeronaves no tripuladas, etc.) y el gran capítulo del fortalecimiento de la industria y el mercado europeo de defensa, el gran reto.

En este recién estrenado 2014 se hará operativa la restructuración del gigante europeo del sector, EADS, como Airbus Group, un cambio llamado a ganar competitividad en un mercado mundial cada vez más complejo.
http://defensa.com/index.php?option...-de-asia-pacifico&catid=68:opinion&Itemid=198
 
Estados Unidos va a desplegar 12 aviones F-22 Raptor y un portaaviones más en la zona Asia-Pacífico.

Como principal prioridad estratégica, la región Asia-Pacífico ha obtenido una reorientación de la política norteamericana convalidada por el presidente Obama en enero de 2012. Desde esa fecha, se han hecho anuncios en ese sentido.
La cooperación militar con Australia fue reforzada y se está haciendo lo mismo con Japón y Corea del Sur, donde es norma el envío de medios militares suplementarios a esa parte del mundo.
El 13 de enero, la US Air Force anunció su intención de enviar 12 aviones de combate del tipo F-22 “Raptor” a la base aérea japonesa de Kadena.
Estos 12 aviones F-22 Raptor, están basados actualmente en Langley, Virginia, de donde saldrán también alrededor de 300 hombres para poner en vuelo los aviones en Kadena.
Con respecto a las capacidades aeronavales, el portaaviones USS Theodore Roosevelt, hasta ahora en la base de Norfolk, se trasladará a la costa oeste.
De los 10 portaaviones de la US Navy actualmente en servicio, solamente 4 (el USS Dwight Eisenhower, USS George Bush, USS Harry Truman y USS Abraham Lincoln,) estarán desplegados en la costa atlántica, dos en Norfolk y dos en Newport News.
Quedarán en la costa oeste los USS Nimitz y USS John Stennis (en Bremerton) y los USS Theodore Roosevelt, USS Carl Vinson y USS Ronald Reagan. Este último reemplazará al USS George Washington, afectado permanentemente en Japón, cuando sea indispensable hacer los trabajos de media vida.
Por otra parte, hay otro elemento que demuestra la reorientación de las prioridades militares norteamericanas que se puede leer en el último Bulletin of Atomic Scientists que señala que más del 60% de los patrullajes efectuados por los 14 SNLE (submarinos nucleares con lanzadoras) de la US Navy se llevaron a cabo en la región de Asia Pacífico.

http://english.hani.co.kr/arti/english_edition/e_international/620232.html

http://bos.sagepub.com/content/70/1/85.full
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Sebastian

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Obama viaja a Asia para convencer a sus socios de su compromiso con la región

En 2011, EE UU anunció su intención de centrarse en Asia para contrarrestar la influencia china. Siria, Irán y, ahora, Ucrania han impedido el viraje

Eva Saiz Washington 22 ABR 2014 - 17:25 CET1


Barack Obama a punto de embarcar en el Air Force One rumbo a Japón. / Cliff Owen (AP)

Casi tres años después de que la Casa Blanca anunciara su intención de centrar su política exterior en Asia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se embarca este martes en una gira que le llevará a Japón, Corea del Sur, Malasia y Filipinas con la tarea de convencer a sus socios asiáticos de que la región sigue siendo una prioridad pese a que Ucrania, ahora, y Siria o Irán, en los últimos meses, han obligado a su Administración a desviar la atención del Pacífico.

El mandatario tratará de impulsar los acuerdos comerciales y los compromisos en materia de seguridad con sus aliados en la zona en un esfuerzo por atemperar sus recelos sobre las ansias expansionistas de Pekín –que podrían verse fortalecidas con la agresividad demostrada por Rusia en la crisis ucrania-, sin levantar las suspicacias del Gobierno chino, cuya complicidad se le hace cada vez más necesaria a Washington para contrarrestar el alejamiento de Moscú.

En un principio, la Casa Blanca había planteado el viaje como una oportunidad para apuntalar ese giro diplomático, económico y militar hacia el Pacífico, máxime tras la cancelación de la gira prevista para octubre del año pasado debido al cierre de la Administración.

Desde entonces, la transferencia de tropas y recursos militares a la región se ha visto disminuida debido a los drásticos recortes presupuestarios a los que se enfrenta el Pentágono y la facilidad con la que Rusia se anexionó Crimea han hecho crecer entre los aliados asiáticos de EE UU los recelos de que Pekín pueda calcar la actitud de Moscú en sus reclamaciones territoriales en el mar de China y de que Washington sea capaz de contener la influencia económica y militar del gigante asiático en la zona. “El presidente debe persuadir a la población de que su compromiso con Asia es serio, de que no vamos a hacer más en Europa a expensas de hacer menos en Asia”, ha señalado Richard Haass, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores.

Los drásticos recortes presupuestarios a los que se enfrenta el Pentágono y la facilidad con la que Rusia se anexionó Crimea han hecho crecer entre los aliados asiáticos de EE UU los recelos

La Administración norteamericana ha descrito este viaje de Obama –el quinto que realiza a región- como crucial para el futuro del país. “Nuestras principales prioridades están vinculadas a Asia, ya sea en materia de acceso a nuevos mercados, en la promoción de las exportaciones o en proteger nuestros intereses de seguridad”, señaló el viernes pasado la asesora de Seguridad Nacional del presidente, Susan Rice. Uno de los puntales de ese viraje es el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, en sus siglas en inglés), uno de los procesos de integración comercial más ambiciosos de los que se están negociando en la actualidad, que contempla liberalizar las economías de los países de la región Asia Pacífico y que, de concretarse, aglutinaría el 40% del PIB mundial.

La Administración Obama aspiraba a tener ultimado el TPP a finales de año, pero la reticencia en el Congreso -en concreto, de los propios demócratas que han pedido al presidente que no agilice el proceso para poder salvar su reelección en noviembre- y los desacuerdos con Japón en cuanto a las condiciones de acceso a los mercados agrícola y automovilístico han obligado al Gobierno norteamericano a rebajar las expectativas.

La reunión del jueves con el primer ministro nipón, Shinzo Abe, será uno de los encuentros más trascendentales de la gira del presidente de EE UU. Además del TPP –donde se esperan avances pero no soluciones definitivas- Obama deberá abordar el giro nacionalista que ha impuesto el mandatario japonés a la política de su país –muy diferente del que sus predecesores tenían acostumbrado a Washington- y que ha generado tensiones con el otro socio principal de Washington en la región, Corea del Sur –desde que Abe y la presidenta coreana, Park Geun-hye accedieron al poder hace un año no han mantenido ninguna reunión-.

La Administración norteamericana ha descrito este viaje de Obama –el quinto que realiza a región- como crucial para el futuro del país

China no se encuentra dentro del itinerario de Obama, pero su sombra va a estar presente en toda su visita. El contencioso entre Tokio y Pekín sobre la redefinición unilateral de la zona de defensa aérea china sigue sin resolverse, aunque EE UU lo ha considerado ilegal, Filipinas ha incrementado sus reclamaciones sobre el arrecife Scarborough. Hasta ahora, Washington ha optado por no tomar partido en todas las querellas territoriales sobre el mar de China para no soliviantar a las autoridades de Pekín. El presidente estadounidense, no obstante, tiene previsto anunciar la renovación de la presencia militar de su país en el archipiélago filipino, en un gesto que desde la Administración quieren presentar como una reválida del anuncio del envío, en 2011, de 2.500 marines a Australia, lo que se consideró como el símbolo de la nueva alianza de EE UU con Asia.

Los recortes en el Departamento de Defensa, sin embargo, han impedido que la Administración pueda cumplir sus compromisos militares con la región –solo 1.500 marines han arribado a Australia- y la flota naval y aérea destinada a la zona es cada vez más obsoleta, incrementando los recelos de los países asiáticos sobre el alcance del compromiso de EE UU con Asia y su capacidad a la hora de frenar potenciales agresiones chinas. El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, sin embargo, insiste en la importancia de la región. En su reunión con los Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático en Hawai el mes pasado, dejó claro que “pese a la reducción presupuestaria, el Pacífico es nuestra prioridad”.

“Ellos están preocupados por los recursos que se van a destinar para cumplir ese viraje, financieros y militares, pero, sobre todo la atención de los legisladores en Washington”, sostienen desde el Centro Woodrow Wilson. El Congreso estadounidense considera que, de momento, la Casa Blanca ha fallado en su estrategia de aproximación hacia Asia, de acuerdo con un informe que publicó el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. “Pese al progreso en algunas áreas, la ejecución del reequilibrio diplomático ha sido desigual”, advirtió su presidente, el demócrata Bob Menéndez. La Administración Obama es más optimista. “No he percibido ansiedad, de hecho, creo que vamos a la zona justo en el momento en que nuestros aliados están mucho más comprometidos con nosotros”, señaló Rice.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/22/actualidad/1398180305_135017.html
 

Sebastian

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Kenta Wakabayashi | viceministro de Exteriores de Japón
“El tratado entre EE UU y Japón contribuye a la seguridad de Asia”

El político nipón explica que el rearme japonés depende del hecho de que EE UU ya no es la fuerza policial del mundo

Jose Reinoso Tokio 23 ABR 2014 - 17:19 CET1

El viceministro de Exteriores de Japón, Kenta Wakabayashi, en Tokio. / Jose Reinoso

Kenta Wakabayashi, de 50 años, es viceministro de Asuntos Exteriores de Japón. De hablar pausado y respuestas concisas, resalta la importancia de la visita de Estado a Japón que este miércoles ha iniciado el presidente estadounidense, Barack Obama, con una cena informal con el primer ministro, Shinzo Abe. “El Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es la espina dorsal de nuestra política de defensa”, asegura en una sala de la Dieta (el Parlamento) en Tokio. También pasa revista a las relaciones con China, país que califica de peligro para Japón y Asia. Wakabayashi, del Partido Demócrata Liberal, es miembro de la Cámara de Consejeros (Cámara alta), una de las dos cámaras que componen la Dieta. La otra es la Cámara de Representantes (Cámara baja).

Pregunta. ¿Qué espera Japón de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama?
Respuesta. La relación con Estados Unidos es muy importante para Japón, porque el Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es la espina dorsal de nuestra la defensa. Habíamos solicitado la visita del presidente Obama desde hacía mucho tiempo, y estamos muy contentos de que al final se produzca.
Por un lado, están las negociaciones para el TPP (siglas en inglés de Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, que incluye a 12 países), y, por otro, asuntos relacionados con la seguridad, como la base Futenma (en Okinawa). Pero habrá que esperar para ver si se producen grandes progresos durante la visita.

P. ¿Cuáles son los principales obstáculos para la firma del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP)?
R. Estados Unidos y Japón suponen el 80% del producto interior bruto del TPP, así que la cumbre entre los dos países afectará en buena medida el destino del TPP. Ha habido muchas cuestiones entre los países implicados, pero la mayoría han alcanzado un acuerdo y han llegado al punto en el que deben acordar las tarifas arancelarias. Lo que están discutiendo Japón y Estados Unidos es cómo resolver este problema de tarifas arancelarias.

P. ¿Son el acceso de productos agrícolas al mercado japonés y el sector del automóvil los principales puntos de fricción?
R. En lo que respecta a los automóviles, Japón está en el lado fuerte. Estados Unidos debe abrirse. Pero el presidente Obama es del Partido Demócrata, y tiene un gran respaldo de los sindicatos de la industria del automóvil, así que no puede ceder en este campo. En agricultura, es difícil para Japón un acuerdo.

P. ¿Qué piensa del cambio de política de Defensa impulsado por el primer ministro, Shinzo Abe?
R. En realidad no se trata de lo que el Gabinete de Abe esté haciendo, sino de que el Partido Demócrata Liberal, cuando no estaba en el poder, discutió y dio forma a estas políticas de seguridad nacional, y ganó las elecciones (en diciembre de 2012) al presentar estos planes. Así que ahora estamos plasmando estos planes, que incluyen el derecho a la autodefensa colectiva.

P. ¿Por qué modificar el papel de las Fuerzas de Autodefensa de Japón?
R. La situación internacional ha cambiado mucho. Estados Unidos ha pasado de ser la fuerza policial del mundo a, gradualmente, mirar hacia el interior de su propio país. Desde el fin de la guerra fría, el mundo se ha hecho cada vez más multipolar. Así que pensamos que las situaciones relativas a la seguridad nacional también han cambiado mucho. Por supuesto que el Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es la directriz básica, pero la responsabilidad de Japón está aumentando.

P. ¿Es esta también la razón por la que ha aumentado el presupuesto militar para, por ejemplo, mejorar la defensa de las islas (en disputa con China) y comprar más armamento?
R. El presupuesto había disminuido durante mucho tiempo, por lo que hemos decidido atribuirle una cantidad suficiente.

P. ¿Es necesario cambiar el Artículo 9 de la Constitución (pacifista impuesta por Estados Unidos en 1947, según el cual Japón renunció a la guerra para solventar cualquier disputa y el papel de las fuerzas armadas fue limitado a la autodefensa)?
R. El Partido Demócrata Liberal es partidario de cambiar la Constitución. Cuando aún no estábamos en el poder, creamos un borrador de la Constitución revisada, y todos sentimos que queremos cambiar a esta Constitución revisada. Pero, por otro lado, sentimos que hay ciertos logros resultantes de las relaciones internacionales pacifistas de Japón después de la Segunda Guerra Mundial, y hemos incluido esa idea en nuestro plan de revisión. Así que ahora tenemos una idea de derecho limitado a la autodefensa colectiva.

P. ¿Tienen un calendario para cambiar la Constitución?
R. Desgraciadamente, el procedimiento actual para revisar la Constitución está muy limitado, no podemos comenzarlo con el número de escaños que tenemos.

P. ¿Qué papel debe jugar Estados Unidos en la defensa de Japón?
R. El Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es muy importante para la seguridad de Japón, pero contribuye también en gran medida a la seguridad de Asia. Creo que esta importancia no cambiará. El Ejército estadounidense y las Fuerzas de Autodefensa de Japón participan en operaciones conjuntas, y esto tampoco cambiará.

P. El plan de estrategia de seguridad nacional revelado en diciembre pasado cita expresamente la gran preocupación de Japón por el reforzamiento militar de China. ¿Por qué?
R. Consideramos el crecimiento militar de China un peligro para Japón, pero pensamos que es un peligro también para otros países de Asia. El primer ministro, Shinzo Abe, ha corroborado en sus cumbres con líderes de otros países que estos comparten el reconocimiento común de que China es un peligro para todos los países de Asia. En Asia, también tenemos Corea del Norte, pero China está incrementando mucho su poderío militar, y puede ser mayor de lo que reflejan las cifras que hace públicas. No se trata solo de las islas Senkaku (que se disputan Tokio y Pekín, que las llama Diaoyu), intenta cambiar también el status quo en Filipinas y otros países de la zona mediante la fuerza, y esto es un gran peligro.

P. Japón y China han estado jugando al ratón y el gato, con el envío continuo de barcos y aviones, en las islas Senkaku/Diaoyu. ¿Hasta cuándo va a continuar esta situación?
R. Inicialmente, China nunca se mostró interesada por las islas Senkaku. Comenzó a exigir derechos tras conocerse que había recursos energéticos bajo las islas. Esto significa que salvo que China pierda interés en estos derechos, la situación actual no cambiará. Por lo que respecta a nosotros, las Senkaku siempre han sido parte de nuestro territorio y de ningún modo cederemos a las demandas de China.

P. Las relaciones entre China y Japón han sido tradicionalmente difíciles. ¿Cómo deben gestionarlas en el futuro?
R. Desde el punto de vista político, hay problemas difíciles. Pero en lo que respecta a la economía, China es el principal socio comercial de Japón, por lo que, en este sentido, quizás sea mejor construir la base de nuestra relación mediante el comercio o los intercambios culturales y privados. En lo que respecta a la política, no hay ventaja para ninguno de los dos países en el conflicto, y ambos, probablemente, lo saben. Algún día la situación se distenderá.

P. China y Corea del Sur reaccionan con ira cuando el Shinzo Abe o miembros del Gobierno visitan el santuario de Yasukuni (que Pekín y Seúl ven como un símbolo del pasado imperialista de Japón). ¿Por qué acuden al santuario?
R. La visita al santuario de Yasukuni es una cuestión personal y religiosa, para mostrar el respeto a los caídos en la guerra. Yo también lo he visitado (el martes de esta semana, con ocasión del festival de la primavera).
Es una costumbre. China no dijo nada sobre este derecho después de la guerra. En un momento determinado, comenzó a utilizar muchas cartas diplomáticas. Ahora emplea esta en sus negociaciones diplomáticas, y me siente muy apenado por esto. Pensamos que no es asunto de ningún país extranjero que tengamos tradición de mostrar respeto al espíritu de los muertos en la guerra.
Pero existe un problema. En el pasado, el Gabinete de (Yasuhiro) Nakasone (primer ministro entre 1982 y 1987) reverenció de forma colectiva a criminales de guerra de primer orden en Yasukuni. Estados Unidos considera esto también un problema. Hay un punto importante en eso, y entre mis compañeros que visitan el santuario hay quienes piensan que los criminales de guerra de primer orden deberían ser reverenciados aparte. Yo también lo creo.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/23/actualidad/1398266340_725546.html
 

Sebastian

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Obama corteja a Malasia para contrarrestar el ascenso chino

El presidente de EE UU pacta con el Gobierno de Kuala Lumpur elevar el nivel de la relación bilateral a “asociación completa"

Jose Reinoso Pekín 27 ABR 2014 - 16:41 CET3


Barack Obama choca su mano con un joven en un encuentro en la Universidad de Malaysia, en Kuala Lumpur. / BARBARA WALTON (EFE)

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Malasia, Najib Razak, han acordado elevar el nivel de la relación entre los dos países a “asociación completa” durante la cumbre que han mantenido este domingo en Kuala Lumpur, según ha asegurado Razak tras el encuentro. El pacto incluye mayor colaboración en temas de seguridad, economía, educación, ciencia y tecnología.

Obama llegó a Malasia el sábado por la tarde, procedente de Seúl, para cubrir la tercera etapa de la gira asiática que inició el miércoles en Japón, le llevó luego a Corea del Sur, y concluirá este martes en Filipinas.

El viaje del mandatario americano está destinado a convencer a sus socios asiáticos de que el compromiso de seguridad y económico estadounidense con la región sigue siendo clave para Washington a pesar de que la compleja situación internacional le ha impedido virar la atención hacia Asia-Pacífico como se esperaba. Para Estados Unidos –que lo niega- y los países vecinos de China, se trata de contrarrestar el ascendente poderío económico y militar de Pekín en la zona.

Tras garantizar a Tokio y Seúl el respaldo en temas de seguridad –por ejemplo en la disputa con China por unas islas en el mar de China Oriental, en el caso de Japón, y en las amenazas de Corea del Norte, en el caso de Corea del Sur y Japón- Obama ha cortejado a Malasia, un país con el que Estados Unidos ha tenido relaciones difíciles durante años. La tensión fue notable durante el mandato del primer ministro Mahathir Mohamad (1981-2003), gran crítico de Estados Unidos, aunque las relaciones, especialmente las económicas, continuaron siendo intensas, y con Najib se han reforzado.

Washington considera Malasia un país cada vez más abierto a la influencia americana y un elemento importante en su estrategia de viraje político, económico y militar hacia Asia. Obama es el primer presidente estadounidense que visita Malasia desde Lyndon Johnson en 1966, y quiere potenciar aún más las relaciones con este país de islamismo moderado.

Kuala Lumpur es, al mismo tiempo, un importante socio comercial de Pekín y se ha opuesto a algunos aspectos fundamentales del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP en sus siglas en inglés), un pacto comercial entre 12 países, en el cual no está China, que se encuentra estancado. El TPP es uno de los ejes claves de la política de giro estadounidense hacia Asia, y es una de las prioridades del viaje de Obama.

La inquietud de Kuala Lumpur con Pekín ha aumentado recientemente, en especial después de que China llevara a cabo a finales del año pasado ejercicios navales en aguas en disputa, y Estados Unidos y Malasia han dado pasos para reforzar sus lazos de defensa.

Washington considera a Najib Razak un reformista en el fondo, aunque ha visto con inquietud los esfuerzos de su Gobierno para limitar la libertad de expresión y la oposición política. Najib ha promocionado la imagen de Malasia en el extranjero como país de islamismo moderado. Pero miembros de las comunidades no musulmanas aseguran que está utilizando políticas religiosas peligrosas para acaparar votos, mediante pasos como restringir la práctica de otras religiones. Aunque el islamismo es la religión del Estado y la mayoritaria en Malasia (la profesa alrededor del 60% de la población), existen importantes comunidades de budistas, cristianos e hinduistas. El país tiene 29 millones de habitantes.

El líder de la oposición Anwar Ibrahim ha acusado a Najib de dirigir un Gobierno “corrupto y autoritario”. Las críticas contra Najib han aumentado por acosar a sus oponentes y coartar la libertad de expresión, sobre todo después de que perdiera el voto popular en las elecciones del año pasado frente a la oposición de Anwar. Najib logró mantenerse en el poder mediante lo que sus adversarios dicen que es un sistema electoral sesgado que favorece a su coalición. Anwar fue sentenciado el mes pasado a cinco años de cárcel por sodomía, un cargo que, según ha denunciado, tiene motivaciones políticas, y que ha sido cuestionado por Estados Unidos.

Obama no se ha reunido con Anwar, aunque ha dicho que esto no significa que no le preocupe su situación y ha planteado a Najib la necesidad de mejorar los derechos humanos en Malasia. A la vez, ha reconocido que Estados Unidos tiene también trabajo que hacer en estas cuestiones. Susan Rice, consejera nacional de seguridad estadounidense, tiene previsto reunirse con Anwar, quien fue viceprimer ministro entre 1993 y 1998, el lunes.

Con el viaje de Obama, Najib quiere, de paso, contrarrestar las intensas críticas que ha recibido su Gobierno, tanto dentro como fuera de Malasia –en especial de China- por la gestión de la desaparición del vuelo MH37 de Malasya Airlines con 239 personas (la mayoría de ellos, chinos) a bordo, el mes pasado, y del cual sigue sin haber rastro. Obama ha defendido hoy la labor de Malasia en la búsqueda del aparato estrellado en el océano Índico sur.

Durante la gira asiática, Obama ha tenido que reservar su atención también para la crisis en Ucrania. Este domingo, ha asegurado que las sanciones internacionales previstas contra Rusia enviarán un claro mensaje a Moscú de que debe poner fin a su “provocación” en el este de Ucrania, donde crece el temor a una invasión rusa, informa France Presse. “Mientras Rusia continúe la vía de la provocación en lugar de intentar resolver el problema de forma pacífica y reducirlo, va a haber consecuencias y esas consecuencias seguirán aumentando”, ha afirmado. El presidente estadounidense viaja el lunes a Filipinas, última etapa de su viaje asiático.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/27/actualidad/1398608968_818031.html
 

Sebastian

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EE UU sella un acuerdo con Manila que refuerza su presencia militar en Filipinas

Aumentará la rotación de soldados, barcos y aviones de combate en el país asiático
Obama afirma que la alianza, vista como un contrapeso a China, contribuye a la paz en la región

Jose Reinoso Pekín 28 ABR 2014 - 14:02 CET4


Brindis entre los presidentes Obama y Aquino este lunes en Manila. / LARRY DOWNING (Reuters)

Estados Unidos y Filipinas han firmado este lunes un pacto militar, que permite una mayor presencia de soldados estadounidenses en el país asiático. El acuerdo, rubricado pocas horas antes de la llegada del presidente americano Barack Obama a Manila, se enmarca en la estrategia de viraje político, económico y militar de Estados Unidos hacia Asia. Filipinas, el aliado más antiguo de Washington en la región, es la última etapa de la gira asiática de Obama, que comenzó el miércoles de la semana pasada en Japón y le llevó luego a Corea del Sur y Malasia, antes de aterrizar esta tarde en Manila, donde se ha reunido con el presidente filipino, Benigno Aquino. Tras el encuentro, Obama ha asegurado que la alianza, en principio por diez años, impulsará la paz y la estabilidad en la región, y que Estados Unidos no está intentando renovar viejas bases o construir nuevas.

El pacto, denominado Acuerdo de Cooperación de Defensa Aumentada, ha sido rubricado por el embajador estadounidense en Filipinas, Philip Goldberg, y el secretario de Defensa filipino, Voltaire Gazmin. Fija el marco para la rotación de un número mayor de soldados, barcos y aviones de guerra estadounidenses en el país asiático, en un momento en el que Aquino intenta potenciar su capacidad militar para hacer frente a la creciente presencia marítima de China en áreas que se disputan los dos países en el mar del Sur de China.

La alianza concederá a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos acceso temporal a un número determinado de campamentos militares y le permitirá posicionar aviones de combate y barcos, en lo que es percibido como un esfuerzo de Washington para contrarrestar el ascenso militar chino en la zona.

Obama, sin embargo, ha intentado diluir esta visión, y ha lanzado un mensaje conciliador a Pekín. “Queremos ser tu socio en la defensa de la ley internacional”, ha dicho en una rueda de prensa conjunta con Aquino en el Palacio Malacañang, informa Associated Press. “Nuestro objetivo no es contrarrestar a China. Nuestro objetivo no es frenar a China. Nuestro objetivo es garantizar que las reglas y las normas internacionales son respetadas y eso incluye las disputas internacionales”. Ha añadido que cuando Estados Unidos tiene diferencias con sus vecinos, las resuelve mediante el diálogo. “No vamos por ahí enviando barcos y amenazando a la gente”. El nuevo acuerdo “eleva nuestra cooperación en seguridad a un nivel más alto de compromiso y promueve la paz y la estabilidad regionales”, ha reafirmado, por su parte, Aquino, quien se ha mostrado también partidario de solucionar los conflictos territoriales marítimos de forma pacífica.

El embajador Goldberg ha asegurado que el nuevo acuerdo de seguridad formará parte del tratado militar ya existente entre Estados Unidos y Filipinas, y no introducirá una presencia militar permanente norteamericana en el país con la apertura de nuevas bases. “Servirá para actualizar nuestra alianza de seguridad para responder a los desafíos cada vez más complejos del siglo XXI, ya sean terrorismo, crímenes transnacionales o desastres naturales como el tifón Haiyan [también llamado Yolanda]”, ha afirmado el embajador en la ceremonia de firma. El trato permitirá también un mayor número de actividades de entrenamiento conjunto de los Ejércitos de los dos países.

El pacto ha sido recibido con críticas de Pekín y protestas de activistas filipinos. “Dado que Filipinas tiene una amarga disputa territorial con China, el movimiento es especialmente perturbador, ya que puede envalentonar a Manila en su trato con Pekín”, asegura este lunes en un editorial la agencia oficial Xinhua. “Una Manila más firme e incluso imprudente podría avivar las tensiones regionales y, en cambio, alterar la política de reequilibrio de Obama”.

Los activistas filipinos argumentan que el acuerdo da marcha atrás a logros democráticos alcanzados cuando las bases militares estadounidenses fueron cerradas a principios de la década de 1990, lo que puso fin a casi un siglo de presencia militar norteamericana en el país.

Obama ha intentado transmitir que el pacto no va destinado a dominar Filipinas. “Una mayor cooperación entre las fuerzas americanas y filipinas mejorará nuestras nuestra capacidad para entrenar, hacer ejercicios y operar el uno con el otro y responder más rápido a un abanico de desafíos, incluidas crisis humanitarias y desastres como el tifón Yolanda”, señala el presidente estadounidense en una entrevista por escrito con el grupo de medios local ABS-CBN. “También ayudará a Filipinas a continuar edificando su capacidad defensiva, y nos ayudará a promover la cooperación en seguridad en la región”.

Obama insiste en que las instalaciones filipinas seguirán bajo el control de Manila y que las fuerzas americanas rotarán para llevar a cabo entrenamientos conjuntos, como ya se hace en algunas ocasiones, y no tendrán su base en el país. La Constitución filipina prohíbe la existencia de bases permanentes estadounidenses, aunque cientos de militares americanos han sido desplegados en el sur de Filipinas desde 2002 para suministrar formación antiterrorista a los soldados filipinos que luchan contra milicianos islamistas.

Con su viaje a Filipinas, que finaliza este martes, el presidente estadounidense cierra una intensa gira en la que ha transmitido a los líderes de los cuatro países visitados el claro compromiso de seguridad y económico de Washington con Asia-Pacífico, a pesar de que la complicada situación internacional —Sira, Irán y Ucrania, entre otros— ha impedido a Estados Unidos bascular la atención hacia esta zona del mundo como había anunciado.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/28/actualidad/1398682253_611137.html
 

Nocturno Culto

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EEUU y Filipinas firmarán un nuevo acuerdo de Defensa con la vista puesta en las ambiciones marítimas de Pekín

Lunes 28 de Abril de 2014 08:14


(defensa.com)

Washington sigue reforzando a sus aliados en el este de Asia frente a las pretensiones chinas en el Pacífico. Un nuevo acuerdo de Defensa con Manila para los próximos diez años se firmará esta semana. A través de este pacto de seguridad que permite el regreso militar a Filipinas tras más de dos décadas de ausencia, EEUU podrá desplegar todo tipo de tropas, buques o aeronaves de combate en el archipiélago.

La alianza, que se ha negociado a lo largo de los últimos ocho meses, ha sido anunciada por representantes gubernamentales de ambos países y coincide con la llegada de Obama a Filipinas, última parada dentro de la gira que el presidente ha emprendido por Asia durante la pasada semana y donde ha visitado a sus aliados más importantes en la región: Japón, Corea del Sur y Malasia.

Fuentes citadas por la prensa norteamericana han explicado que, sin duda, se trataba del acuerdo de Defensa más importante que se había cerrado con este país en las últimas décadas. Además, Filipinas también recibirá financiación para modernizar y fortalecer a sus Fuerzas Armadas, aunque todavía se desconoce el número de efectivos estadounidenses que se incorporarán al archipiélago ni dónde estará la principal ubicación.

La presencia estadounidense en el país había sido un elemento de controversia dentro de la opinión pública, aunque el apoyo y el refuerzo que brindó Estados Unidos durante los momentos del Tifón Haiyan han consolidado más esta histórica alianza que abre la puerta de nuevo a una estrecha cooperación militar, pero de momento se desconoce si se volverá a la base naval Subic Bay, uno de los principales enclaves estadounidenses del Pacífico desde que el país se independizase de España en 1898.

Filipinas aprobó la retirada de tropas norteamericanas en 1992 después de que el Senado votase en contra de la renovación del contrato para mantener a los efectivos norteamericanos en su territorio, aunque hasta ahora se habían seguido manteniendo unas buenas relaciones entre las partes.

Tras suscribir este acuerdo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos maneja cerrar nuevos pactos con otros países del sudeste asiático, como Vietnam, Malasia o Taiwán, que también mantienen contenciosos marítimos y territoriales con Pekín.

El relanzamiento de las relaciones bilaterales entre Washington y Manila se enmarca dentro de la nueva política exterior de la Casa Blanca conocida como “pivote asiático”, y por el que Estados Unidos ha reorientado gran parte de sus recursos en política exterior hacia esta región que se perfila como uno de los puntos más calientes del planeta durante el siglo XXI.

Al hilo de esta nueva política internacional, Washington quiere asegurar la protección de los intereses de su aliado frente a las ambiciones de Pekín, tanto en el mar de China Oriental como en el mar del Sur de China. Falta por ver la reacción de Pekín a esta nueva alianza.

(J.Martínez)
 

Sebastian

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El bloqueo indio al acuerdo de la OMC eclipsa la visita de Kerry

El secretario de Estado de EE UU se reúne con Modi en busca de relanzar la relación con India

Joan Faus Washington 1 AGO 2014 - 21:55 CEST1


Kerry y Mody, este viernes en Nueva Delhi. / EFE

La que tenía que ser la visita que allanara la reconciliación diplomática entre Estados Unidos e India, tras varios encontronazos en el último año, ha quedado eclipsada por las divergencias comerciales. El bloqueo de Nueva Delhi al histórico acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) -alcanzado a finales de 2013 entre más de un centenar de países para reformar los sistema aduaneros a escala global- deja un sabor agridulce a los esfuerzos del secretario de Estado de EE UU, John Kerry, en convencer al Gobierno indio de que la Administración de Barack Obama demuestra con hechos su larga promesa de mantener una alianza estratégica al más alto nivel con un país clave en el tablero de Asia Central y que aspira a que sea un contrapeso al auge de China.

Kerry se reunió este viernes en Nueva Delhi con el primer ministro indio, Narendra Modi, tras la celebración el jueves de la reunión anual del Diálogo Estratégico entre las dos mayores democracias del mundo. El encuentro -que el Departamento de Estado calificó de “sólido y positivo”- supuso el primer viaje a India de un alto cargo del Gobierno estadounidense tras la victoria electoral de Modi en mayo, y la antesala de la entrevista que mantendrá en septiembre el mandatario indio con Obama en la Casa Blanca.

Washington considera que la decisión india de bloquear en el último momento el acuerdo de la OMC, cuyo plazo de aprobación expiraba el jueves, manda una “señal confusa” y “socava” el clima proempresarial que prometió Modi en las elecciones, según dijo un alto cargo estadounidense a periodistas tras la reunión con Kerry, informa AFP. Nueva Delhi reclama que, a cambio del pacto de la OMC -el único gran éxito de la organización en sus 19 años en funcionamiento-, se le conceda mayor libertad para ofrecer subsidios y almacenar alimentos de la que permite la OMC.

Michael Kugelman, experto sobre el sur de Asia en el Woodrow Wilson Center, un laboratorio de ideas en Washington, cree que las discrepancias sobre la OMC han supuesto una “distracción” pero no han “arruinado” la visita porque el objetivo de ésta era sobre todo simbólico: enviar un “fuerte mensaje” a Modi sobre el compromiso de EE UU con India tras la tensión del último año. “Kerry usó tres días de su agenda para ir a India pese a los problemas” en otras partes del mundo, subraya en conversación telefónica.

La detención de una diplomática, las tensiones del pasado con Modi y el espionaje de la NSA son algunos de los últimos choques entre ambos países​

El comercial supone el último de una serie de choques entre los gobiernos de ambos países y que EE UU buscaba enterrar definitivamente con el viaje de Kerry y la secretaria de Comercio, Penny Pritzker. Como señal de entendimiento y en un intento de limar asperezas, Obama se apresuró a invitar a la Casa Blanca a Modi nada más conocerse su victoria en las urnas. No era un gesto cualquiera, dado que EE UU le negó en 2005 un visado de viaje por su supuesta implicación en una matanza de musulmanes en 2002 en el estado de Gujarat que entonces gobernaba.

El mayor encontronazo en las últimas dos décadas entre los dos gigantes se produjo en diciembre pasado cuando un asunto aparentemente menor -la detención de una diplomática india en Nueva York por mentir en la tramitación del visado de su empleada del hogar y pagarle por debajo del sueldo mínimo- desató en una espinosa crisis diplomática. El arresto de la vicecónsul generó un fervor nacionalista en India e indignó al Gobierno -especialmente por el trato que le dispensó la policía-, que se sintió humillado y retiró privilegios a los diplomáticos estadounidenses en Nueva Delhi. El asunto se resolvió con la expulsión en enero de EE UU de la vicecónsul y la desestimación en marzo del proceso judicial por la inmunidad diplomática que le concedió Washington a última hora.

Desde entonces se ha mantenido un período de impás, en el que se ha entremezclado cierto acercamiento con nuevos baches, como cuando a principios de julio el diario The Washington Post reveló, a partir de los documentos del exanalista de la NSA Edward Snowden, que EE UU espió el partido de Modi. El Gobierno indio reprochó el espionaje al embajador estadounidense y volvió a hacerlo en la visita de Kerry.

Kerry usó tres días de su agenda para ir a India pese a los problemas” en otras partes del mundo
Michael Kugelman, experto sobre el sur de Asia en el Woodrow Wilson Center​

A todo ello se le suman discrepancias clásicas entre ambos países -en protección de la propiedad intelectual, liberalización de la economía india, escasez de visados en EE UU para informáticos indios o respuesta al cambio climático- que han tendido a neutralizar los puntos de entendimiento. “La relación siempre estará en un proceso de mejora y siempre habrá áreas de diferencia, pero lo que es importante es qué hacemos para construir la confianza”, le dijo Modi a Kerry, según explicó un portavoz del Gobierno indio.

La relación con India versa en un amplio abanico de asuntos de vital importancia para Washington, como la estabilidad en Afganistán y Pakistán -enemigo de Nueva Delhi-, el auge de China, la lucha contra el terrorismo internacional o la proliferación nuclear -India, igual que Pakistán dispone de capacidad atómica. En 2008 Washington y Nueva Delhi firmaron un histórico acuerdo de cooperación nuclear civil, que supuso el inicio de una nueva era diplomática de primer nivel y mayor entendimiento que dejó atrás el alejamiento de la Guerra Fría pero que aún no ha logrado consolidarse del todo.

Kugelman considera que la salida definitiva de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2016, al alejar parte del foco de Washington en ese país y Pakistán, le concederá “más espacio” para intensificar la relación con India. Aunque lanza una advertencia a EE UU: Modi desea acercarse a China y “puede que no esté tan interesado” en ser un contrapeso a la creciente influencia de Pekín en Asia. Solo el tiempo dirá cómo evoluciona la convulsa relación.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/01/actualidad/1406922394_644122.html
 

Sebastian

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El interesado acercamiento de EE UU a la India
11 de agosto de 2014 Borís Voljonski, para RBTH
Las causas del acercamiento de EE UU a la India son diferentes, pero la principal es el deseo de convertir a este enorme país no sólo en un socio, sino en un aliado y un promotor de los intereses de Estados Unidos en Asia, así como, en la medida de lo posible, de forzar su salida de los BRICS, una asociación que a medio plazo será capaz de romper con el monopolio de Estados Unidos en la economía y la política mundial.

A principios de agosto hubo tres visitas muy seguidas a la India de destacados miembros de la Administración estadounidense. Primero llego el secretario de Estado John Kerry y después lo hicieron Penny Pritzker y Chuck Hagel, secretarios de Comercio y Defensa, respectivamente.

La mayoría de los periodistas, al valorar los resultados de estas visitas, hacen hincapié en una serie de puntos. Nadie ha ignorado la cuestión de que el primer ministro de India, Narendra Modi, hasta ahora era considerado en Estados Unidos persona non grata y el Departamento de Estado le denegaba constantemente el visado de entrada en el país.

Ahora la situación ha cambiado. Washington necesita cambiar de estrategia urgentemente ya que denegar el visado al líder de una de las principales potencias mundiales es algo inaceptable. Durante su visita John Kerry declaró que ya no existe ningún problema en lo referente a esta cuestión y que los EE UU esperan impacientes una visita de Narendra Modi. Esta tendrá lugar en septiembre, cuando Modi viaje para asistir a la Asamblea General de la ONU, y en el marco de este viaje se celebre un encuentro con el presidente Barack Obama.

También se señalan varios aspectos en las relaciones bilaterales, problemas que no se han solucionado hasta ahora. Por ejemplo, Kerry y la secretaria de Comercio Pritzker no han conseguido que India cambie de posición respecto al proyecto del acuerdo impulsado por Estados Unidos en el marco de la OMC de simplificación de las normas del comercio (Trade Facilitation Agreement). India opina que la firma de este acuerdo le obligará a anular su programa de subsidios a la producción agraria, lo que afectaría al 67% de la población del país y, concretamente, a las capas más pobres y desprotegidas socialmente.

Los emisarios estadounidenses tampoco han conseguido disipar los sentimientos negativos provocados por los casos de espionaje a los directivos del Bharatiya Janata Party, actualmente en el poder, recientemente revelados. Existen otros problemas, como el endurecimiento de la legislación migratoria en Estados Unidos y las medidas discriminatorias tomadas en el Senado contra compañías indias de tecnologías de la información (la llamada ley 744).

Estas cuestiones, a pesar de su gravedad, únicamente reflejan un conjunto más global de problemas relacionados con los procesos en curso de reestructuración del sistema de las relaciones internacionales. El mundo unipolar que Estados Unidos construyó durante los años 90 y cuya inercia se mantuvo durante la primera década del siglo XXI, se encuentra al borde del colapso. En Washington no pueden no entender esto. De ahí sus frenéticos y torpes intentos de cambiar el curso de los acontecimientos.

Precisamente este deseo de mantener el orden mundial unipolar influye en la obstinada negativa de Estados Unidos de reconocer su derrota en Oriente Medio.

Este mismo deseo es la causa de la actual crisis en Ucrania, iniciada por Estados Unidos para alcanzar una serie de fines estratégicos: abrir una brecha en las relaciones entre Rusia y la Unión Europea, hacerse con una importante cantidad del mercado europeo del gas y, en caso de que los acontecimientos se desarrollen según el peor de los escenarios posibles para el mundo (y el más beneficioso para Estados Unidos), condonar la multimillonaria deuda exterior. Una gran guerra lo amortiza todo.

Romper los BRICS
¿Por qué precisamente India? En el mundo globalizado actual los acontecimientos en distintas regiones del planeta no pueden observarse de forma aislada. Los fracasos de la política exterior estadounidense y los crecientes problemas en la economía han provocado que Washington se haya quedado sin manos para realizar el “giro estratégico” hacia Asia anunciado a finales de 2011.

Y mientras tanto, China, el principal competidor geopolítico de Estados Unidos, está incrementando no sólo su potencia económica, sino también su influencia política. Por esta razón, la principal tarea estratégica de Washington en Asia y la Región Asia-Pacífico es invertir en la confrontación de China y las demás potencias regionales, en primer lugar Japón e India.

Esto es precisamente lo que la administración de Obama no querría dejar pasar de ningún modo. La crisis del orden mundial unipolar se ve reflejada no sólo en los fracasos de Estados Unidos en su política exterior, sino también (y esto es mucho más peligroso para Washington) en las perspectivas de la pérdida del monopolio del dólar en el sistema financiero mundial.

En este contexto, la iniciativa de los BRICS para crear su Nuevo Banco de Desarrollo, cuyas cuentas figurarán en divisas nacionales, puede suponer una amenaza enorme, aunque sea en el futuro, para el monopolio de Estados Unidos y las instituciones financieras mundiales creadas según el sistema Bretton Woods.

Y esto es precisamente lo que explica el incremento de la actividad de Estados Unidos en sus relaciones con India. Para Washington ahora no hay una tarea más importante que romper las relaciones entre los países de los BRICS.

Si Washington logra romper aunque sea un enlace dentro de esta gran asociación de los BRICS, esto será suficiente para poner punto final a toda la unión, lo podría permitir a Estados Unidos mantener la inercia (o la ilusión) del mundo unipolar durante un determinado periodo de tiempo.

De modo que los intentos de coquetear con India no deben tomarse como un deseo sincero de promover una cooperación en beneficio común de los dos países. En todos los pasos que da en materia de política exterior, Estados Unidos únicamente persigue sus propios intereses. Y aunque en esta etapa estos intereses están motivados por la necesidad de trabar relación con un país concreto, dentro de algún tiempo los Estados Unidos podrían tomar una dirección diametralmente opuesta.

Borís Voljonski es el director del sector de Asia del Instituto Ruso de Investigaciones Estratégicas
http://es.rbth.com/internacional/20...o_acercamiento_de_ee_uu_a_la_india_42625.html
 

Sebastian

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Obama refuerza la relación con India ante el empuje chino en Asia

El primer ministro Modi, vetado durante años por Washington, visita EE UU en una gira triunfal

Marc Bassets Washington 30 SEP 2014 - 23:14 CEST19


El presidente Obama acompaña al primer ministro Modi durante su visita al memorial de Martin Luther King. / Evan Vucci (AP)

Narendra Modi era hasta hace unos meses un paria en Estados Unidos, donde tenía prohibido poner el pie. En 2005 el Departamento de Estado le denegó el visado por su fracaso en evitar una masacre de musulmanes en Gujarat, el estado indio del que era ministro jefe.

El veto ya es historia. Modi —primer ministro de India desde mayo y, por tanto, con inmunidad diplomática— ha visitado EE UU en una gira triunfal. El presidente Barack Obama le ha agasajado. Y la pujante comunidad indoamericana, seguramente la más innovadora y educada de las comunidades de inmigrantes aquí, le ha celebrado como una estrella pop. El nuevo primer ministro, un nacionalista hindú que ha llegado al poder con un programa de reformas económicas que entusiasma en Washington y Nueva York, se ha dirigido a la Asamblea General de la ONU, se ha reunido con gobernadores y con directivos de Google y Boeing, ha recibido todas las atenciones en la Casa Blanca y ha congregado a casi 20.000 personas en el Madison Square Garden de Nueva York.

Se habla estos días en Washington de reset, o puesta a cero del contador, un término al que la Administración Obama recurrió en 2009 para describir el frustrado relanzamiento de las relaciones con Rusia. Con India, una potencia nuclear encajonada entre China y Pakistán, las relaciones nunca han sido tan complicadas como con Rusia, pero en los últimos años “el proyecto de EE UU de consolidar un futuro estratégico con India va a la deriva”, escribe el veterano diplomático Nicholas Burns en The Washington Post. Pese al intento de redirigir la atención de la política exterior norteamericana a Asia, el presidente Barack Obama se ha visto arrastrado a los conflictos en Oriente Medio o en Ucrania.

Un relevo en una potencia como India —el primer ministro pertenece al Bharatiya Janata Party, tras una década de gobierno del Partido del Congreso de la dinastía Gandhi— ofrece “una oportunidad natural para ampliar y profundizar relación”, explican Modi y Obama en un artículo conjunto. “Es hora de fijar una nueva agenda que obtenga beneficios concretos para nuestros ciudadanos”, dicen.

La alianza es económica —las relaciones comerciales dominaron parte de la reunión del martes con Obama— pero también geopolítica. “A EE UU le interesa una India fuerte en Asia para evitar que el continente sea dominado por una sola potencia”, dice Sadanand Dhume, del laboratorio de ideas American Enterprise Institute. Esta potencia es China, el otro gigante asiático, cuyo ascenso inquieta a los aliados de EE UU en la región. “Nadie habla de una política de contención”, precisa Dhume. Pero sí existe la voluntad de reforzar unos vínculos con India, “una potencia dominante en la región del océano Índico y, junto a Japón, el socio más importante de EE UU en Asia a la hora de limitar la firmeza china en la región”, según Burns.

"Durante la conversación me ha impresionado el interés del primer ministro no sólo en abordar las necesidades de los más pobres entre los pobres de India y en revitalizar la economía allí", dijo Obama tras la reunión, "sino también su determinación en garantizar que India actúe como una gran potencia que ayude a traer paz y seguridad al mundo entero".

"Ha habido un gran convergencia en los asuntos internacionales que más preocupan a ambos países, incluidas la paz y la estabilidad en la región Asia Pácifico", dijo Modi. "Estados Unidos es esencial en nuestras políticas de mirar a Oriente con un vínculo a Occidente".

La visita ha tenido una parte de política bilateral: una cena el lunes en la Casa Blanca, en la que por motivos religiosos el primer ministro ayunó; la reunión con Obama; una visita de ambos al monumento a Martin Luther King, el mártir de los derechos civiles, que se inspiró en la no violencia de Gandhi. Pero el momento estelar fue la parte social: la kermés del domingo con inmigrantes y estadounidenses de origen indio en el Madison Square Garden, un acto en el que las fronteras entre la política exterior e interior se difuminaron.

“No creo que ningún otro líder mundial haya celebrado un evento como este”, resume Sadanand Dhume, que asistió al Madison Square Garden. Nueve años después de que EE UU le negase el visado, Modi es un socio imprescindible. Para el primer ministro, eventos como el del domingo son una victoria. “Hay un elemento de redención personal”, dice Dhume.

Una relación estrecha
Visitas. Desde el año 2000, los tres presidentes de EE UU han visitado India: Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama. El mismo número que entre 1947 y 1999 (Dwight Eisenhower, Richard Nixon y Jimmy Carter).

Defensa. EE UU es el segundo país al que más armas compra India, por detrás de Rusia. En el periodo de 2004 a 2008 era el sexto. Ese comercio aumentó en ese periodo un 7,4%.

Perfil. En EE UU hay unos tres millones de indios. El 72,9% de ellos tiene una licenciatura o un título superior (frente al 29% de la población general).

Educación. El curso 2012-2013 había 96.754 estudiantes indios en EE UU, la gran mayoría para cursar un máster. En 1995 eran 31.743.

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/30/actualidad/1412105999_070440.html
 

Sebastian

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Estados Unidos busca instalar un sistema antimisiles en Corea del Sur

El Pentágono anunció su intención de desplegar un moderno sistema antimisiles a Corea del Sur "lo antes posible" como parte de su respuesta a la "amenaza" por parte de Corea del Norte.


Sede del Pentágono. Foto: Wikimedia

WASHINGTONEFElun feb 8 2016 17:10
El Pentágono anunció hoy su intención de desplegar un moderno sistema antimisiles a Corea del Sur "lo antes posible" como parte de su respuesta a la "amenaza" por parte de Corea del Norte tras el lanzamiento de un cohete de largo alcance este fin de semana.

El portavoz del Pentágono, Peter Cook, subrayó en rueda de prensa que EE.UU. y Corea del Sur habían iniciado las negociaciones para explorar "la viabilidad de desplegar y operar un sistema antimisiles lo antes posible" en territorio surcoreano.

"Estamos comenzando las consultas ahora con los surcoreanos, y esperamos que esto avance de manera rápida", subrayó el portavoz.

En concreto, se trataría de una terminal de defensa aérea de gran altitud, conocido con las siglas THAAD, de última generación.

"De ser instalado, estaría enfocado exclusivamente en Corea del Norte y contribuiría a una defensa de misiles de diferentes niveles que reforzaría las existentes actualmente", agregó Cook, en referencia a las preocupaciones expresadas por China a la posibilidad de tener un sistema de estas características tan cerca de sus fronteras.

El lanzamiento por parte de Pyongyang este fin de semana de un cohete de largo alcance para poner en órbita un satélite es considerado por la comunidad internacional como una prueba balística encubierta, y Washington lo ha tildado de "otra acción desestabilizadora y provocadora".

En 2013, Washington había instalado una batería de THAAD en Guam, una isla estadounidense en el Pacífico, con el objetivo de contener las provocaciones norcoreanas en la región.

Por su parte, en una entrevista con la cadena CBS emitida hoy, el presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que no le sorprendió el lanzamiento del cohete, dado que forma parte de "un patrón de comportamiento" ya observado antes en el régimen norcoreano.

"Hemos estado preocupados por el comportamiento de Corea del Norte desde hace un tiempo", sostuvo Obama al calificar de "autoritario y provocador" al régimen norcoreano, del que afirmó también que "ha violado en repetidas ocasiones resoluciones de la ONU, y probado y producido armas nucleares".
http://www.elpais.com.uy/mundo/eeuu-sistema-antimisiles-corea-sur.html
 

Sebastian

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Rusia critica la intención de EEUU de instalar un nuevo sistema antimisiles en Corea del Sur



8 de febrero de 2016
MOSCÚ, 8 (EUROPA PRESS)

El Gobierno ruso ha cuestionado este lunes la intención de Estados Unidos de instalar un nuevo sistema antimisiles en Corea del Sur y ha argumentado que esta iniciativa solo generaría más tensión.

El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Igor Morgulov, ha expresado esta opinión durante una conversación telefónica con el representante especial del Departamento de Estado norteamericano para Corea del Norte, Sung Kim.

"La parte rusa señalo la necesidad de evitar medidas unilaterales que provocarían una escalada de la tensión", ha señalado en un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso recogido por la agencia de noticias rusa Sputnik.

El domingo Corea del Norte lanzó un cohete con tecnología de misil balístico y poco después Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el inicio de las negociaciones para instalar un nuevo sistema de defensa aérea denominado THAAD (Defensa Terminal para Zonas de Gran Altitud) en suelo surcoreano, proyecto que hasta hoy no gozaba del entero beneplácito del Gobierno de Seúl.

China también ha reaccionado con inquietud a la apertura de las negociaciones sobre el nuevo sistema y ha llamado a la "cautela" en las conversaciones para que tengan en cuenta cómo afectará este sistema al inmensamente precario equilibrio de una región.
https://es.noticias.yahoo.com/rusia...alar-sistema-antimisiles-corea-171239601.html
 
Hablando de EEUU y Asia, el fin de semana vi un documental en Discovery de un gallego que hace una serie llamada "Clandestino" en este caso se denominaba: "El Ejercito Perdido de la CIA" y trataba sobre el último puñado de combatientes Monk, los que en la literatura se llamaban los "Mountaigner", o montañeses, que eran una etnia camboyana, con los que se alío la CIA y les dio entrenamiento y armas para luchar contra el vietcong, una especie de fuego contra fuego. Bueno, concluida la guerra mucha de esta gente fue evacuada a EEUU (como anécdota eran "monk" los chinitos que vivían en la casa de al lado de Clint Eastwood en "Mi Gran Torino") y otros quedaron en el territorio y fueron perseguidos por el ejercito camboyano y vietnamita. El documentalista encontró escondidos en la jungla al ultimo grupo de 150 monk que siguen resistiendo, con AKs de culatas raidas y granadas improvisadas con proyectiles de mortero. Nenitos de 10 años armados haciendo guardia. Gente llena de heridas de tiros. Muy triste. Hoy ya deben ser todos boleta.
 

Reporteros: "Las bases militares de Estados Unidos en Okinawa son un legado de
guerra no deseado para Japón"
 


Funcionario de Japón, llamando a Taiwán 'línea roja', insta a Biden a 'ser fuerte'

PUBLICADO 26 DE DICIEMBRE DE 2020, 2:58 AM SGT

TOKIO (REUTERS) -
Un alto funcionario de defensa japonés instó el viernes (25 de diciembre) al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, a "ser fuerte" para apoyar a Taiwán frente a una China agresiva, y calificó la seguridad de la isla como una "línea roja".

"Nos preocupa que China expanda su postura agresiva a áreas distintas a Hong Kong. Creo que uno de los próximos objetivos, o lo que preocupa a todos, es Taiwán", dijo a Reuters el ministro de Estado de Defensa, Yasuhide Nakayama.

En una entrevista, Nakayama, viceministro de Defensa de Japón, instó a Biden a adoptar una línea similar sobre Taiwán a la del presidente saliente Donald Trump, quien ha aumentado significativamente las ventas militares a la isla reclamada por China y ha aumentado el compromiso.

El compromiso de Japón con Taiwán también ha florecido en los últimos años sobre una base mayoritariamente no gubernamental.

Tokio mantiene una política de "una sola China", equilibrando delicadamente sus relaciones con el gigante vecino China y su aliado militar desde hace mucho tiempo en Washington.

Japón comparte intereses estratégicos con Taiwán, que se encuentra en rutas marítimas a través de las cuales fluye gran parte del suministro de energía y el comercio de Japón.

"Hasta ahora, aún no he visto una política clara o un anuncio sobre Taiwán de Joe Biden. Me gustaría escucharlo rápidamente, luego también podemos preparar nuestra respuesta sobre Taiwán de acuerdo", dijo Nakayama.

Durante la campaña presidencial, Biden pidió fortalecer los lazos con Taiwán y otras "democracias afines".

Hace décadas, como senador, Biden cuestionó si Estados Unidos tenía la "obligación" de defender a Taiwán. Pero muchos en sus círculos de política exterior reconocen que los imperativos de Estados Unidos han cambiado a medida que una China autoritaria en ascenso se ha vuelto más asertiva y busca dar forma a las instituciones globales.

Un funcionario del equipo de transición de Biden dijo que el presidente electo cree que el apoyo de Estados Unidos a Taiwán "debe seguir siendo fuerte, con principios y bipartidista".

"Una vez en el cargo, continuará apoyando una resolución pacífica de los problemas a través del Estrecho de acuerdo con los deseos y mejores intereses del pueblo de Taiwán", dijo el funcionario.

Pekín se ha enojado por el mayor apoyo de Estados Unidos a Taiwán, incluida la venta de armas y las visitas a Taipei de altos funcionarios estadounidenses, lo que tensó aún más los ya de por sí pobres vínculos entre China y Estados Unidos.

China considera a Taiwán gobernado democráticamente como una de sus provincias y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para ponerlo bajo el control de Beijing.

'Línea roja'
"Taiwán es un asunto interno de China", dijo el viernes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin. "Nos oponemos firmemente a la injerencia en los asuntos internos de China por parte de cualquier país o cualquier persona por cualquier medio".

En Taipei, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Joanne Ou, destacó el fuerte apoyo bipartidista de Estados Unidos a Taiwán basado en el "lenguaje compartido" de la libertad y la democracia.

"Taiwán espera trabajar en estrecha colaboración con el equipo de Biden, para continuar mejorando constantemente las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos sobre la base de la sólida amistad existente", dijo.

No se pudo localizar a los funcionarios estadounidenses en Tokio porque la embajada estaba cerrada por Navidad.

"Hay una línea roja en Asia: China y Taiwán", dijo Nakayama, citando una línea roja que el expresidente Barack Obama declaró sobre el uso de armas químicas por parte de Siria, una línea que luego cruzó Damasco. Biden era el vicepresidente de Obama.

"¿Cómo reaccionará Joe Biden en la Casa Blanca en cualquier caso si China cruza esta línea roja?" dijo Nakayama, quien asistió a un funeral por el fallecido ex presidente taiwanés Lee Teng-hui en agosto, antes de asumir su puesto de defensa. "Estados Unidos es el líder de los países democráticos. Tengo un fuerte sentimiento de decir: ¡Estados Unidos, sé fuerte!"

Los aviones de combate chinos en los últimos meses han realizado oleadas de incursiones, incluido el cruce de la sensible línea media entre China y Taiwán, aumentando las tácticas de presión para erosionar la voluntad de Taiwán de resistir, dicen oficiales militares taiwaneses y estadounidenses actuales y anteriores.

Taiwán desplegó su armada y fuerza aérea el domingo cuando un grupo de portaaviones chino liderado por el portaaviones más nuevo del país navegó por el sensible Estrecho de Taiwán, un día después de que un buque de guerra estadounidense transitara por la misma vía fluvial.
 
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