Acciones varias de las distintas guerras

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Los secretos más asombrosos de la Segunda Guerra Mundial
Un pueblo llamado Swastika, la desaparición del apellido Hitler en las guías telefónicas y las máscaras antigás de Disney... A 70 años de su finalización, algunas curiosidades pocos conocidas del conflicto bélico



Walt Disney durante la presentación del prototipo de la máscara antigás inspirada en Mickey Mouse. Crédito:
La máscara antigás Disney
Durante toda la Segunda Guerra Mundial, existió el miedo a que alguno de los contendientes recurriese al uso de los gases venenosos, tal como había ocurrido durante la Gran Guerra. Ese temor hizo que a los habitantes de las ciudades se les proporcionasen máscaras antigás, para protegerse en caso de un ataque aéreo. En Estados Unidos, a pesar de encontrarse muy lejos de sus enemigos, también se tomaron precauciones, repartiéndose miles de máscaras entre los civiles. Pero el ejército pensó que los niños pequeños podían mostrarse reticentes a colocarse la máscara, en un momento en el que su vida corría peligro, por lo que había que idear algo para evitar ese posible contratiempo. Así, el 7 de enero de 1942, el propietario de la Sun Rubber Company, T. W. Smith, y un diseñador, Dietrich Rempel, presentaron al jefe del Servicio de Guerra Química, el general William Porter, una máscara antigás inspirada en un personaje tan querido por los niños como Mickey Mouse. La máscara sería fabricada bajo licencia de Walt Disney. El Ejército dio luz verde a la fase inicial proyecto. La empresa fabricó un millar de máscaras que fueron obsequiadas a altos funcionarios del ministerio de Defensa y militares. Finalmente, ante el progresivo alejamiento de la posibilidad de un ataque con gas, se abandonó su fabricación masiva

Swastika no cambia de nombre...
En 1911, en Ontario, Canadá, dos hermanos encontraron una mina de oro cerca del lago del mismo nombre. Los descubridores llamaron a la mina Swastika, por el ancestral símbolo de buena suerte en las culturas hindú y budista, sin tener manera de saber entonces que unos años después Adolf Hitler lo escogería como símbolo de su infausto movimiento político. Alrededor de la mina creció un pequeño pueblo que se llamó también Swastika. En 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, las autoridades de Ontario decidieron cambiarle ese nombre con inequí- vocas connotaciones nazis por otro más apropiado, Winston, en honor del primer ministro británico, Winston Churchill. Pero los habitantes de Swastika no estuvieron de acuerdo y decidieron mantener el nombre. Así, a partir de entonces, se podía leer en un cartel a la entrada del pueblo: "Swastika. Población 545. Al infierno con Hitler, nosotros la escogimos antes".

Pero Jaguar sí lo hace
La prestigiosa marca de automóviles británica Jaguar, sinónimo de lujo y prestaciones deportivas, no siempre se llamó así. Hasta poco después de la Segunda Guerra Mundial, la empresa tenía el nombre de SS Cars. Jaguar nació en 1922, cuando dos aficionados al motociclismo, Williams Lyons y William Walmsley, fundaron la empresa Swallow Sidecar Company (SSC) para fabricar sidecars para motocicletas. Pero la joven compañía centró su atención en los automóviles, creando carrocerías de aire deportivo para coches de serie como el Austin Seven o el Morris Cowley. En julio de 1931, la firma se dedicó a divulgar información de lo que sería su próximo modelo. Un aviso publicitario de la época decía "Atención, ya viene el SS"; las siglas SS se referían al nombre de la compañía Swallow Sidecar. En ese momento, esas letras no tenían las connotaciones negativas que adquirirían después, por ser las mismas que designaban a la organización criminal liderada por Heinrich Himmler, pero eso cambiaría posteriormente. En 1935, William Walmsley dejó la compañía y William Lyon decidió refundar la empresa con el nombre de SS Cars Ltd., centrada ya únicamente en la fabricación de vehículos. En ese año, la marca SS se anotó su primer gran éxito al presentar el SS 90, un deportivo biplaza que inmediatamente se convirtió en el coche a batir en pruebas de carretera y que sería bautizado como Jaguar por su gran agilidad y velocidad. En 1937 debutó el emblema Jaguar, que se extendería a todos los modelos SS; la idea surgió de uno de los socios, que encontró necesario darle un toque más atrevido a la marca, aunque ésta continuó siendo oficialmente SS Cars. Durante la Segunda Guerra Mundial, el esfuerzo bélico de la compañía se concentró en la fabricación de piezas para aviones, sidecars y remolques ligeros, quedando paralizada la producción de ve hículos. En 1948 se reanudó la actividad, pero los propietarios de la empresa se encontraron con el problema de que el nombre de SS Cars tenía unas evidentes connotaciones nazis que perjudicaban su imagen. El compartir las siglas con la organización que tantos crímenes había cometido durante la guerra no era la mejor estrategia para acercarse a los deseos del consumidor británico. Así que el nombre de la marca sería finalmente sustituido por el de Jaguar, el de su deportivo más famoso.
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Los primeros autos deportivos de la empresa Swallow Sidecar Company, luego conocida como Jaguar.

Cambios en la guía telefónica
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, en 1939, en la guía telefónica de Nueva York aparecían un total de 22 personas apellidadas Hitler. En 1945 ya no había ninguna; presumiblemente, todos ellos habían optado por cambiar su funesto apellido

La alegría de pagar impuestos
La entrada en guerra de Estados Unidos tras el ataque japonés a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, espoleó a la totalidad de la sociedad norteamericana, que se concienció de que la victoria sólo sería posible si cada uno afrontaba su cuota de responsabilidad, ya fuera en el frente o en la retaguardia. Así se entiende que, en los meses siguientes a la entrada en el conflicto, el compositor Irving Berlin alcanzase su cota más alta de popularidad con un tema titulado I paid my income tax today ('hoy he pagado mi impuesto sobre la renta'). Durante ese tiempo, fueron pocos los norteamericanos que no tararearon en algún momento la pegadiza canción, cuya estrofa, pronunciada por un imaginario hombre de la calle, decía: "¿Ves aquellos bombarderos en el cielo? Rockefeller ayudó a construirlos y yo también". En la canción, ese hombre se mostraba también orgulloso de que, con su dinero, se fueran a construir "un millar de aviones para bombardear Berlín". Sin duda, eran otros tiempos; en la actualidad, es poco probable que una canción que anime al pago de impuestos alcance el favor popular

La contribución de Elizabeth Arden
En Estados Unidos, el ramo de la cosmética, al igual que todos los sectores de la economía, también fue movilizado. Por ejemplo, la pionera en el desarrollo y popularización de esta industria, la canadiense Elizabeth Arden (1882-1966), fue la encargada de producir la crema de color negro destinada a camuflar el rostro de los soldados norteamericanos en misiones nocturnas. En 1943, Arden recibió también el encargo del Cuerpo de Marines de crear un lápiz de labios y un esmalte de uñas para su personal femenino, con el fin de mantener la uniformidad de la tropa también en ese aspecto 4. Para ello, Arden se desplazó a las instalaciones que los Marines tenían en Camp Le Jeune, en Carolina del Norte. Después de examinar los colores del uniforme que las auxiliares debían usar, de color verde, y escuchar sus comentarios, escogió un color que hiciera juego con el uniforme, así como con los cordones y las insignias de rango. El color recibiría el adecuado nombre de Red Victory (rojo victoria). Los nuevos pintalabios y esmaltes de uñas gozarían de una entusiasta acogida, no sólo entre el personal militar femenino de los Marines, sino de todo el Ejército. Las trabajadoras de la industria bélica se sumaron también a la moda, acudiendo a las fábricas luciendo la patriótica línea de cosméticos. Ese fulgurante éxito animó a Arden en 1944 a poner a la venta una "versión civil", con una presentación más sofisticada, bajo el nombre de Montezuma Red 5. El resto de fabricantes norteamericanos de cosméticos se subiría también al carro del éxito, creando colores con nombres patrióticos para competir en ese mercado abierto por ella. Curiosamente, en 1941 el FBI había investigado a Elizabeth Arden al sospechar que sus salones de belleza en Europa daban cobertura a agentes nazis.
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La empresaria cosmética Elizabeth Arden.

No fueron los franceses
El 10 de mayo de 1940, la ciudad alemana de Freiburg fue bombardeada, muriendo un total de 57 personas. La propaganda nazi se encargó de difundir el hecho asegurando que la acción había sido llevada a cabo por la Fuerza Aérea francesa para aterrorizar a la población germana. En realidad, el ataque era el resultado de un error de la propia Luftwaffe. Tres aviones Heinkel He 111, que tenían como misión arrojar sus bombas sobre la ciudad francesa de Dijon, quedaron desorientados a consecuencia del mal tiempo y confundieron Freiiburg con la localidad gala, arrojando allí su cargamento de bombas.
La zanahoria, ¿buena para la vista?
¿Quién, de niño, no escuchó decir a su madre que hay que comer zanahorias porque son buenas para la vista? A pesar de la indiscutible sabiduría inherente a las madres, en este caso esa aseveración no es más un mito, que tuvo su origen precisamente en la Segunda Guerra Mundial. A finales de 1940, la Luftwaffe vio cómo sus bombardeos nocturnos sobre territorio británico recibían una respuesta cada vez más dura por parte de la RAF. Uno de los pilotos ingleses que obtenía resultados más destacados sería John Cunningham (1917-2002), apodado Cat's Eyes (ojos de gato), por la prensa británica. Cunningham, que se convirtió en un aviador muy famoso, reveló que su secreto, el mismo que el de sus compañeros de caza nocturna, era comer zanahorias, lo que les proporcionaba una mejor visión en esas condiciones gracias a la vitamina A que contiene esa hortaliza. El truco de Cunningham fue aventado por la prensa, por lo que la población británica quedó convencida de que comer zanahorias era bueno para la vista. Sin embargo, esa afirmación era parte de un enga- ño de las autoridades militares británicas, destinado a ocultar a los alemanes la auténtica razón de esa repentina mejora de las prestaciones de la RAF en el combate nocturno. Los científicos británicos habían desarrollado un avanzado equipamiento de interceptación antiaérea, que debía permanecer en secreto para que los alemanes no intentaran contrarrestarlo. Tras la guerra, nadie se encargó de desmentir la aseveración de Cat's Eyes, por lo que el mito de los poderes visuales de la zanahoria continuaría vivo
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Allerberger and Hetzenauer, German Snipers Racked Up Over 600 Kills
Oct 17, 2015

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Jozef Allerberger was born in the vicinity of Wals-Siezenheim, Austria, on 26 December 1924 (although in his memoirs he states he was born in September), the son of a local carpenter. Sent to the Eastern Front in June 1943 as a machine gunner, Allerberger was lightly wounded at Stavropol and experimented with a captured Soviet Mosin-Nagant 91/30 rifle with a 3.5x PU telescopic sight whilst recuperating. Eventually he made 27 kills before being sent for sniper training at Seetaleralpe, and being assigned a Karabiner 98k sniper variant with 4x telescopic sight. At the end of the War he would often use a Gewehr 43 with ZF4 4x telescopic sight and an MP40 submachine gun.


During combat, Allerberger was noted for using the Wehrmacht-taught technique of an umbrella with the cloth removed and foliage woven into the arms which he held to his front in order to camouflage himself. This camouflage was quickly assembled and lightweight and adaptable to many circumstances.



In 2005, a book titled Sniper on the Eastern Front: The Memoirs of Sepp Allerberger, Knight’s Cross ISBN 1-84415-317-7 was published, written by Albrecht Wacker based on interviews with Allerberger. The book was noted for suggesting that the Soviets had cannibalised their own comrades’ corpses, and graphic depictions of torture. This translation into English is an abridged version of the book Im Auge des Jägers. The first three volumes of this work appeared under the title Der Wehrmachtsscharfschütze Franz Karner, as Allerberger was initially reluctant to be named.

According to his memoirs, Allerberger was awarded the Knight’s Cross of the Iron Cross by Field Marshal Ferdinand Schörner, the commander of Army Group Centre, on 20 April 1945, although no official documentation ever recorded the award. However, this was not uncommon at this late point in the war.

After the war, Allerberger worked, like his father, as a carpenter. He died on 1 March 2010 in Wals-Siezenheim.

During the war he met a fellow Austrian, Matthäus Hetzenauer. Allerberger would rack up a total of 257 confirmed kills, while Matthäus Hetzenauer racked up 345 all on the Eastern Front. That made their combined total 602 confirmed kills.





After spending most of 1943 in basic training, Hetzenauer trained as a sniper during March – July 1944 at the Truppenübungsplatz Seetaler-Alpe in Steiermark, before being assigned as Gefreiter to the 3rd Gebirgsjäger Division. He utilised both a Karabiner 98k sniper variant with 6x telescopic sight and a Gewehr 43 with ZF4 4x telescopic sight. He saw action against Soviet forces in the Carpathians, Hungary and Slovakia.


On 6 November 1944 he suffered head trauma from artillery fire, and was awarded the Verwundeten-Abzeichen three days later.

On multiple occasions he served with fellow sniper Josef Allerberger. They were able to inflict heavy casualties on Soviet infantry.

Gefreiter Hetzenauer received the Knight’s Cross of the Iron Cross on 17 April 1945. Generalleutnant and Divisions commander Paul Klatt had recommended Hetzenauer because of his numerous sniper kills, which totalled two enemy companies, without fear for his own safety under artillery fire and enemy attacks. This recommendation was approved by General der Gebirgstruppe Karl von Le Suire and General der Panzertruppe Walter Nehring.

Hetzenauer was captured by Soviet troops the following month, and served 5 years in routinely appalling conditions in a Soviet prison camp.

He died on 3 October 2004 after several years of deteriorating health.
 

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David and Goliath of World War Two – The Shortest Soldier Captured The Biggest!
Oct 15, 2015

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The World War Two story of David and Goliath – an Allied 5ft 3in soldier who captured Germany’s tallest soldier at 7ft 6in has been uncovered.


Bob Roberts, who was photographed when Jakob Nacken was captured, has been awarded France’s highest military honour, the Legion d’Honneur, by the French Government.

Bob was one of the British Army’s smallest soldiers and arresting one of Germany’s tallest soldiers in the war has to be one of the most extraordinary events captured on camera.

Bob recalls how it was a true David and Goliath moment and is one of 3,000 Allied veterans to be honored with the Legion d’Honneur by the French Government 70 years after the war ended, as their stories of heroism have emerged years later.

Bob is now 92 and is a great-grandfather, during the war he was a Corporal serving with the British Army in France. He says that there were many times when he was almost killed but he was lucky enough to scrape through with his own life.

Bob lost his younger brother Ernie during the war, who had just been entered service a few days before being shot and killed.
 

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Roban lápida de uno de los comandantes más famosos de las SS Panzer
Michael Wittmann, con un solo tanque, destruyó 14 tanques británicos, 15 carros de transporte y 2 cañones antitanques en 15 minutos.



Michael Wittmann

Las autoridades francesas de la ciudad de La Cambe, Normandía, investigan el robo de una lápida del cementerio. Claro que se no se trata de cualquier tumba la que fue atacada, sino que es donde descansas los restos del capitán de las SS Waffen, Michael Wittmann, uno de los oficiales alemanes a cargo de tanques panzer más admirados por su arrojo y heroísmo, en la última etapa de la Segunda Guerra Mundial.

La tumba del ex soldado alemán solía ser visitada por neo nazis y siempre tenía flores, hasta que esta semana la lápida desapareció y la policía sospecha que fanáticos de ultraderecha están detrás del ataque a la tumba de Wittmann.

Héroe de los panzer

El taque panzer de Wittmann.

La valentía y talento que mostró Wittmann al frente de su tanque Panzerkampfwagen VI Tiger ha sido reconocida incluso por los soldados aliados. En el 101.º Batallón de Tanques Pesados de las SS, el llamado Barón Negro, destruyó 141 tanques, 132 cañones antitanques y un número indeterminado de otros vehículos, ubicándolo entre las estrellas de los tanques alemanes.

Pero el momento de mayor fama de Wittmann, quien recibió de Hitler la condecoración de Caballero de la Cruz de Hierro, fue el 13 de junio de 1944. Ante la arremetida de los aliados en territorio francés, tras el desembarco en Normandía, emboscó a la 7ª División Acorazada británica. Con su sólo tanque, destruyó 14 tanques, 15 carros de transporte y 2 cañones antitanques, en 15 minutos. Esta hazaña elevó a lo más alto al capitán de las SS.

Parte de la columna británica que destruyó Wittmann.

El 8 de agosto de 1944. Wittmann fue acorralado por 8 tanques Shermans. No se rindió y embistió contras los enemigos. Destruyó a tres, pero los otros cinco lo atacaron desde todos los ángulos, reduciendo a cenizas su tanque.

Sus restos fueron enterrados en un lugar sin identificar, pero en 1983, el cuerpo de Wittmann y de su tripulación fueron identificados y luego enterrados en La Cambe.

Tras el robo de la lápida, el alcalde de la localidad francesa, Bernard Lenice, declaró: “La lápida será reemplaza. Incluso si se trata de un soldado alemán, los muertos deben ser respetados”.
 

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La legión de árabes nazis que luchó junto a Hitler
Aprobada por el líder nazi y el Gran Muftí en 1941, la Legión Árabe Libre formó parte del ejército alemán y, junto con pequeños grupos de paracaidistas de la misma procedencia, combatió en contra del imperialismo francés e inglés




Miembros de la Legión Árabe se toman unos momentos de descanso antes de seguir con sus tareas diarias - Wikimedia

Desde italianos hasta letones. Si por algo se destacó el régimen de Adolf Hitler fue por reclutar a casi todo aquel que pudiese empuñar un arma para defender los intereses del nacionalsocialismo. Sobre todo, cuando la Segunda Guerra Mundial estaba absolutamente perdida y un brazo capaz de disparar un fusil era más valioso que mil monedas con las que adquirir munición. Un proceder raro si se tiene en cuenta que, para el «Führer», el perfecto ser humano era el alto, blanco rubio y con ojos azules. En base a ello, llama la atención que el líder alemán aprobase que en las filas de la «Wehrmacht» (las fuerzas armadas germanas) se crease la «Legión Árabe Libre», una unidad en cuya creación colaboró el Gran Mufti y que estaba formada en buena parte por militares árabes dispuestos a combatir contra Francia e Inglaterra. Dos países que se habían establecido, en una buena parte de los casos, por la fuerza en otros tantos países del norte de África.
La historia de la «Legión Árabe Libre», así como la de las unidades musulmanas que se crearon antes de ella, había permanecido en la sombra estos últimos años. Sin embargo, ha vuelto a ganar un espacio en la actualidad después de que, la semana pasada, el ministro israelí -Benjamín Netanyahu- desatara una increíble polémica al afirmar que el Gran Muftí de Jerusalén (Muhammad Amin al-Husayni) fue el líder que introdujo a fuego en la cabeza de Hitler la idea de que había que aniquilar a los judíos. «Hitler no quería exterminar a los judíos en aquel tiempo, los quería expulsar. Y el Haj Amin al Huseini fue a Hitler y le dijo: “Si los expulsas, vendrán aquí (a Palestina)”. Entonces, Hitler preguntó: "¿Qué tendría que hacer con ellos?" Y el Gran Muftí le contestó: “Quémalos”», señaló el líder político durante un discurso en el Congreso Sionista Mundial.
El Gran Mufti, el primer paso hacia la Legión Árabe

Independientemente de que lo explicado por Netanyahu sea cierto o no, lo que sí se puede afirmar es que el devenir de la «Legión Árabe» está íntimamente ligada al Gran Mufti (el líder religioso más importante del Islam por entonces y que se hizo famoso por las múltiples controversias que protagonizó al apoyar la expulsión por las bravas de Francia e Inglaterra del norte de África). Su historia como personaje de influencia estuvo desde el principio ligada al odio hacia los británicos. Y es que su predecesor, Faysal I -rey de Irak-, dejó este mundo por culpa del servicio secreto de la Pérfida Albión. Este, según decían las malas lenguas, estaba tan deseoso de que este político contrario a Su Majestad dejase el cargo a alguien más proclive al imperialismo que acabó con su vida mediante uno de sus espías. Sin embargo -y dejando a un lado esta leyenda- se llevaron una gran sorpresa cuando el testigo fue recogido por Muhammad Amin al-Husayni, quien rezumaba odio hacia ellos.
Fuera como fuese -por suerte o por obra y gracia de los agentes secretos británicos-, al-Husayni logró convertirse en el máximo representante del Islam a nivel político y religioso en 1922 tras ser nombrado presidente del Gran Consejo Musulmán. Este fue también el momento en que, apoyado en su gran poder. comenzó su Guerra Santa particular contra el dominio británico de Oriente Medio. Concretamente, este líder apostaba por la libertad de los territorios musulmanes y creía que la mejor forma de luchar contra ellos era fomentando las revueltas violentas.

El Gran Mufti- ABC
«Tan explosivas fueron sus arengas, que el alto comisario de Su Majestad dispuso la detención “del alborotador que sobrepasaba los atributos de su jerarquía religiosa para inmiscuirse en política subversiva preconizando métodos de violencia”» explica el autor Fernando P. de Cambra en su obra «El Gran Mufti de Palestina». Perseguido por las autoridades inglesas, el líder político no tuvo más remedio que ir huyendo de región en región escondiéndose de los enemigos que querían acabar con el alboroto que estaba generando. Aunque en varios momentos lograron tenerle casi entre sus manos, los ingleses nunca pudieron tomarse el té de las cinco con este sujeto entre rejas.
En esas andaba la situación (con el Gran Mufti corre que te corre por el norte de África y los ingleses a su acecho) cuando, el 1 de septiembre de 1939, un tal Adolf Hitler -cuyo nombre empezaba a sonar por entonces debido al revuelo que había montado ocupando los Sudetes- decidió invadir con sus tropas Polonia. Desde allí, y con el paso de los meses, bajo el poder de sus «Panzer» cayeron también Bélgica y Francia. Esta última región no pudo más que rendirse tras un mes de combates contra los germanos. La Segunda Guerra Mundial había llegado a la vieja Europa, y también había afectado a Gran Bretaña, la cual declaró la guerra al «Führer» apenas dos días después de que sus tropas pisasen territorio polaco. En base a la teoría de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, el líder político comenzó a barruntar la idea de que debía aliarse con el fascismo. «Mussolini y Hitler cooperarán con nosotros para expulsar a los colonialistas actuales. Debemos levantarnos en armas y favorecer al Eje», solía señalar.
El enemigo de mi enemigo...
No andaba desencaminado el Gran Mufti en cuanto a la elección de sus futuros aliados, pues los alemanes eran partidarios también de buscar las simpatías de los árabes. Eso si, con un objetivo bien distinto: fomentar el revuelo en los países del norte de África dominados por Francia e Inglaterra. Así pues, se pusieron como misión dar la murga a los musulmanes lo más posible mediante una propaganda subversiva constante con la finalidad de que se levantasen en armas contra los europeos. El argumento estrella era que estos les oprimían y debían liberarse de su yugo. Y es que, si esto se producía, los nazis lograrían que ambos países tuvieran problemas para resistir los futuros ataques del «Afrika Korps» alemán y podrían aprovecharse del follón formado por esos lares. Con esta finalidad, Hitler instauró varias radios en lugares como Sttutgart y Berlín que, día si y noche también, llamaban a las regiones bajo dominio aliado a alzarse contra sus captores.
Sus mensajes, que eran locutados principalmente en árabe y francés, comenzaron caldeando el ambiente a base de acusaciones como la siguiente: «Os preguntamos [musulmanes] ¿cómo pueden los musulmanes ayudar a Francia, cuando no os reconoce ningún derecho y os trata como a seres inferiores». No obstante, estos ataques moderados no tardaron en mutar en auténticos golpes directos contra los aliados. Un claro ejemplo fueron los textos que, durante minutos y minutos, repitieron los operadores de radio alemanes durante una de las fiestas religiosas más destacadas de los musulmanes: «Con ocasión de esta fiesta deseamos unir a todos los musulmanes que Francia ha colocado frente a los fusiles alemanes. Rezamos porque Alemania gane esta guerra y porque África del Norte logre su independencia. ¡Abajo el imperio francés!, ¡vivan los árabes!, ¡viva la libertad!». El germen del odio estaba siendo regado a más no poder.

El Gran Muftí, junto a Hitler- Wikimedia
En este contexto de odio, no es extraño que el Gran Mufti partiera hasta Roma con la idea entre ceja y ceja de buscar el apoyo de Mussolini. Con él se entrevistó en octubre de 1941 ofreciéndole la ayuda musulmana y declarar la Guerra Santa contra Gran Bretaña. «Benito Mussolini no quiso o fue incapaz de comprender el alcance de aquellos planes. De aceptar, habría captado a las poblaciones de musulmanes de Albania, Montenegro, Macedonia, Túnez, Libia, Egipto y el Norte Africano […] pero consideró inútiles los servicios de aquel oriental intrigante y peligroso», determina de Cambra en su obra. Lejos de rendirse, el musulmán se dirigió entonces hacia Alemania, a donde llegó el 2 de mayo de 1941. Allí fue recibido por le mismísimo Adolf Hitler, quien, en contra de todo pronóstico, aceptó la ayuda del Gran Mufti para conquistar Europa y el norte de África.
A su vez, el «Führer» aceptó crear una unidad (la futura «Deutsche Arabische Lehr Abteilung» o «Legión Árabe Libre») formada por alemanes y árabes deseosos, según el Gran Mufti, de «liberar a sus hermanos de raza y religión que gemían bajo la esclavitud impuesta por Gran Bretaña y sus aliados». «Hitler realmente era un admirador del imperialismo inglés. Nunca había apoyado el nacionalismo árabe. Pero cuando empezó la guerra contra Gran Bretaña intentó aprovecharse de los musulmanes contra sus deseos más íntimos. Si hubiese sido por él, no se hubiese creado esta unidad, pero sabía que no podía desaprovechar aquel momento», explica, en declaraciones a ABC, Carlos Caballero Jurado (licenciado en Geografía e Historia y autor de varios libros como «La espada del islam. Voluntarios árabes en la Wehrmacht» y «El cerco de Leningrado» -editado por «Galland Books»-).
Los inicios de la legión nazi del islam
Un mes después de que el Gran Mufti y Hitler compartieran una larga conversación y, probablemente, alguna que otra taza de té, se alistaron los primeros 30 voluntarios iraquíes en la «Wehrmacht». Los alemanes, sabedores por su parte de que podrían aunar a un gran contingente de árabes en un futuro, les formaron como oficiales y les encuadraron de forma figurativa dentro de la «Sonderstab F» como «especialistas» y «colaboradores». El por qué no fueron considerados en un principio combatientes a nivel oficial era sencillo: los italianos sentían gran recelo ante la idea de usar tropas musulmanas en los contingentes del Eje. Por ello, precavidos como eran los seguidores de Hitler, prefirieron optar por este grado para evitar futuros problemas con sus aliados. Con todo, en agosto de 1941 los combatientes juraron obediencia al «Führer»» y que lucharían por la independencia árabe. Tras este primer detonante y las arengas de el Gran Mufti, fueron decenas los que entraron a formar parte del ejército alemán.
«A partir de ese momento comenzaron a llegar al ejército germano musulmanes de múltiples orígenes y con objetivos dispares. Los primeros provenían del Próximo Oriente y se alistaban para sacudirse el yugo de los imperios inglés y francés. También se unieron después musulmanes cercanos a la U.R.S.S. (en Asia y el Cáucaso) que querían luchar contra el comunismo de Stalin y favorecer la identidad nacional turca. Finalmente, llegaron uncluso voluntarios balcánicos. Hay que tener claro que cada uno se unía por unos objetivos determinados, no había un sentimiento panislámico entre ellos. Correspondía a motivaciones absolutamente nacionales», explica en experto a ABC.
La primera unidad musulmana fue entrenada para lanzarse en paracaídas
Fuera por la razón que fuese, lo cierto es que los musulmanes que se ofrecieron para combatir por Hitler se fueron acumulando y, el 24 de julio de 1941, los alemanes decidieron agrupar a un grupo de ellos en una unidad de reciente creación llamada «Sonderverband 288». Esta fue una de las primeras formadas por soldados árabes y, curiosamente, no tardó en recibir un objetivo concreto. «Los alemanes crearon con ellos unidades pequeñas de musulmanes que serían entrenados como paracaidistas. La finalidad era que se infiltraran tras la retaguardia enemiga y realizaran labores de sabotaje y comando. Con todo, y a pesar de que recibieron entrenamiento para ello y entraron en acción, no fueron muy efectivas. Pero no por culpa de sus soldados, sino porque, a pesar de que las películas dicen lo contrario, no era efectivo lanzarse por detrás de las líneas enemigas», añade Jurado.
No obstante, esta unidad especial tuvo poca vida pues, con la llegada en noviembre de 1941 de los aliados hasta Libia fusil en mano y cuchillo entre los dientes, todos los miembros de la 288 fueron trasladados a Bengasi e insertados en el «Afrika Korps» para defender la zona. Así continuó la situación hasta que, en 1942, Hitler se decidió a unir a todos los voluntarios musulmanes en una misma unidad que llamó «Legión Árabe de Liberación». Había nacido oficialmente la flecha alemana del Islam, y lo hizo con su propio uniforme y parche. Este último incluía los colores nacionalistas de la región junto a la leyenda «Arabia libre» escrita en árabe y en alemán. En menos de tres meses, se corrió la voz de la existencia de esta unidad y se unieron voluntarios hasta completar un centenar. Todos ellos fueron entrenados en el uso de las armas cortas, fusiles y subfusiles alemanes, así como la conducción y reparación básica de los vehículos más habituales dentro del ejército.
El régimen nazi también aprobó que dentro de esta «Legión Árabe» se formara una nueva unidad llamada «Sonderverband 287». Esta recibiría adiestramiento en Berlín, estaría compuesta por una buena parte de las reservas de la «Sonderverband 288» y, finalmente, tendría como objetivo participar en el ataque que los germanos iban a hacer sobre el Cáucaso con el objetivo de llegar hasta Oriente Próximo. No obstante, este grupo de musulmanes no llegó a luchar en esa zona. Curiosamente, algunos musulmanes sí lucharon después en la batalla de Berlín defendiendo a Hitler hasta el último aliento.
¿Creados con el objetivo de combatir?
La teoría alemana era impecable. Al menos de cara a la opinión pública árabe, a la que buscaban «camelarse» haciendo uso de soldados musulmanes. Sin embargo, la realidad es que, a pesar de que participaron en algunas batallas sonadas, Hitler no buscaba usar estas unidades en grandes contiendas, sino crear un impacto mediático con ellas.

La Legión Árabe, en el frente- Wikimedia
«La “Legión Árabe” fue siempre muy pequeña. En su momento de máxima expansión llegó a ser de un batallón. Su función era político propagandística principalmente. La idea era que, si los alemanes lograban entrar en el Próximo Oriente, las masas árabes les vieran como amigos y no se armaran contra ellos. Es algo parecido a lo que hizo Stalin cuando sus tropas entraron en Polonia: se preocupó de reclutar un contingente considerable de polacos para relajar el fuerte sentimiento anti ruso que había en esa zona», completa el autor a ABC.
De hecho, y siempre según Jurado, muchos de sus miembros no compartían la ideología nazi, pero apostaron por enfrentarse a su enemigo más odiado junto a un ejército poderoso. «En algunos casos llegaron incluso a negarse a combatir del lado alemán. Un ejemplo es el avance sobre el Cáucaso. En ese punto no lucharon porque afirmaron que sus enemigos no eran los rusos, sino los ingleses. Por otro lado, no llegaron a combatir seriamente más que la retirada que hicieron de Grecia. Al final sirvieron, entre otras cosas, para reclutar combatientes para el ejército alemán en el Norte de África», añade el experto.
ABC.es
 
EL VIL METAL EN ESTE CASO PAPEL DURANTE LA SEGUNDA GUERRA EN JAPON

YEN MILITAR JAPONES








El yen militar fue la moneda emitida para los soldados del Ejército Imperial Japonés y de la Armada Imperial Japonesa como salario.

Su periodo de auge fue durante la Guerra del Pacífico, cuando el gobierno emitió una cantidad excesiva de bonos para todos los territorios ocupados.

Durante la guerra, este yen no era la única moneda en circulación, sino que se vio forzado a circular entre las monedas locales.

Al no estar respaldado por oro y no tener un lugar específico de emisión, el yen militar no podía cambiarse por yenes japoneses corrientes.

Para controlar las economías locales, el gobierno japonés obligó a la población a utilizar el yen militar.






1 Yen

Las primeras series del yen militar eran réplicas del yen común con algunas modificaciones.

Generalmente se imprimieron líneas gruesas en rojo sobre el nombre "Banco de Japón" para cancelar el nombre y un texto en el que se promete al portador del mismo pagarle en oro o plata.

Otro texto en rojo indicaba que la moneda era de uso militar para no confundirlo con el yen corriente.




5 Yen



10 Yen



100 Yen



100 Yen

A principio de los años 40, el gobierno japonés emitió unos diseños especiales para el yen militar. Estos se basaban en el yen corriente, pero también incorporaban elementos comunes como pavos reales o dragones.




5 sen







10 Sen






50 Sen

Cuando Japón anunció la rendición incondicional el 15 de agosto de 1945, los billetes de yenes militares fueron incautados por las autoridades militares británicas.

Sin embargo, aunque se emitieron algo más de 1,9 billones de yenes, las autoridades militares japonesas destruyeron intencionadamente más de 700 millones.

El 6 de septiembre de 1945, el Ministerio de Finanzas japonés anunció que el yen militar era nulo.


Si observan durante unos minutos verán que en la mayoría de los billetes, tanto el valor nominal como el numero de serie no están escritos con caracteres japoneses.-
Saludos
Vizcacha
 

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Soldados americanos con “huevos de pascua” para Hitler



Hay muchas fotos de la Segunda Guerra Mundial que son falsas o están mal catalogadas, pero ese turbulento período de la historia no está exento de sucesos extraordinarios. En este caso, la foto es auténtica como corrobora el Archivo Nacional de Estados Unidos. La foto la tomó el primer teniente John D. Moore la mañana de pascua de 1945. En ella aparacen el teniente William E. Thomas y el soldado de primera clase Joseph Jackson. Ambos fueron miembros del 969 batallón de artillería del ejército estadounidense.
 

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57.000 prisioneros alemanes en su marcha a Moscú tras la derrota de Bielorrusia durante la ‘Operación Bagration’, del 17 de julio de 1944



Esta operación y ofensiva soviética fue lanzada tras el desembarco del Normandía. Mientras que casi todo el mundo ha oído hablar del ‘Día D’, muy pocos, a no ser que sean especialistas de la historia, han oído hablar de la ‘Operación Bagration’, que no solo fue una de las mayores ofensivas de la guerra, sino también de las más sofisticadas.
 

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Prisioneros de guerra alemanes recluidos en el campo de prisioneros Nonant le Pin, en 1944



Todos estos prisioneros -casi 30.000- alemanes fueron capturados en la batalla de Falaise Pocket. Las huidas apenas se producían porque al fin y al cabo estos campos de prisioneros tenían el objetivo de protegerlos. Y además, sabían que sus posibilidades eran mucho mejores dentro de esas vallas, puesto que podían ser ejecutados si se topaban con algún miembro de la resistencia o ciudadanos aliados a la resistencia.
 

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Prisioneros alemanes en Moscú



Para demostrar la superioridad del Ejército Rojo, 57.000 prisioneros de guerra alemanes son conducidos por el centro de Moscú, julio 1944
 

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Liberación de presos de guerra en Japón



Guardias japoneses se inclinan ante los Estados Unidos, los prisioneros de guerra que son liberados de un centro de detención de Yokohama después de la capitulación de Japón, 1945
 

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Al parecer el as de p-47 Robert Johnson (27 victorias, 56º Grupo de Caza, 8ª Fuerza Aérea), en una oportunidad ametralló a un piloto alemán cuando éste salto en paracaídas, según el propio Johnson, este piloto alemán le dió mucho trabajo para derribarlo, así que decidió acabar con él para no tener que enfrentarlo de nuevo.
 

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Siempre se habla de que los pilotos alemanes ametrallaban a los pilotos aliados que se lanzaban en paracaídas cuando eran derribados; pero hubo un piloto de la mancomunidad británica, de Australia, que se especializaba en matar a los pilotos alemanes que saltaban en paracaídas cuando eran derribados por éste piloto aliado, su nombre era Clive Caldwell, y voló tanto en el norte de África, como en el frente del Pacífico (sureste asiático).
 

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Gran Bretaña obtendría su primer derribo de la Segunda Guerra Mundial al tercer día de estar dentro del conflicto. Sin embargo no fue un instante para celebrarlo, ya que el avión abatido no era enemigo, sino británico tras haber sido atacado por error en una acción de fuego amigo.

Sobre las 6:15 horas de la mañana del 6 de Septiembre de 1939, tres días después de que Inglaterra entrase en la Segunda Guerra Mundial, unos observadores situados en medio de la Isla de Mersea del Río Támesis, creyeron avistar a un grupo de aviones enemigos sobre el condado de Essex, próximo a Londres. Inmediatamente se lo comunicaron a los mandos correspondientes de la Real Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force o RAF). Media hora más tarde, a las 6:45, despegaron un grupo de cazas Spitfire del 74º Escuadrón desde Hornchurch y otro grupo de cazas Hurricane del 56º Escuadrón desde North Weald.

Cuando los aviones se dirigían al punto donde pensaban se encontraban los alemanes desde dos procedencias distintas, los Spitfire confundieron a los 6 Hurricane que volaban a 300 metros por debajo de ellos y oscurecidos por la noche con aparatos enemigos. Inmediatamente el comandante Adolph Malan ordenó proceder al ataque y los Spitfire descendieron vomitando fuego de sus ametralladoras. Uno de los Hurricane al mando del oficial Frank Rose resultó dañado por el Spitfire de Vincent Byrne y se vió obligado a aterrizar forzosamente en un campo de hortalizas. Menos suerte tuvo el Hurricane de Montague Hulton-Harrop, ya que el Spitfire del oficial John Freeborn lo alcanzó, derribó y destruyó, perdiendo la vida su piloto. Este pequeño duelo entre aviones ingleses fue conocido como la “Batalla de Barking Creek” en honor al lugar que sobrevolaban.

Nada más enterarse la RAF del triste suceso, formó un consejo de guerra a los responsables del error. Asombrosamente el comandante Adolph Malan se libró de ser juzgado, ya que mintió al tribunal asegurando que él no había dado orden de atacar. La culpa de todo se la llevó John Freeborn, el que había matado a Montague Hulton-Harrop, además de su compañero Vincent Byrne. Sin embargo los tribunales decidieron absolverles a ambos, lo mismo que suprimir las responsabilidades al resto del escuadrón, ya que la equivocación fue fruto del todavía arcaico sistema de comunicaciones y de la inexperiencia de los pilotos.

Fue un acierto absolver a John Freeborn, ya que se convirtió en un “as” durante la guerra al derribar 11 aviones alemanes. Frank Rose, el piloto que sobrevivió aterrizando en un campo de hortalizas, murió el 18 de Mayo de 1940 en Francia abatido por los alemanes. El otro absuelto, Vincent Byrne, fue derribado en Francia y pasó la guerra en un campo de prisioneros alemán, aunque sobrevivió al cautiverio. La principal víctima, Montague Hulton-Harrop, fue homenajeado con la construcción de un memorial en la Iglesia de San Andrés de North Weald, siendo recordado como el primer piloto de la RAF caído en la Segunda Guerra Mundial, aunque fuese por fuego amigo.
 

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Las cifras son pavorosas. El número de aviones aliados abatidos por la caza alemana, entre 1939 y 1945, fue de ¡70.000! De ellos, 25 mil franceses, ingleses y americanos, y 45 mil soviéticos. Es un número astronómico por lo increíble. Humo y llamas que se llevaron otras tantas vidas humanas...

Según datos de la Luftwaffe, 15.400 de estos aparatos fueron derribados por los 105 pilotos que superaron las cien victorias aéreas cada uno. Fueron ciento cinco "ases" que desequilibraron a su favor la balanza de los récords aéreos en esa guerra.
Pero también sufrieron grandes pérdidas. Sólo en aviones de caza, los alemanes perdieron 44.000 aparatos, más 11.000 correspondientes a otros modelos.

Otro dato estremecedor es que sólo la cuarta parte de los pilotos alemanes de la promoción 1943, pudieron sobrevivir más de cuatro vuelos en misión de guerra.


El valor individual llegó a extremos casi suicidas. Allí radica lo épico de la lucha en el cielo. Ser una excelente "muñeca" como llaman al virtuoso del volante, o un piloto capaz de ganar campeonatos de acrobacia, de poco sirvió si tuvieron que enfrentarse a seis o siete aviones enemigos vomitando fuego. Entonces, lo que hacía falta para no huir era tener un corazón a toda prueba, un alto concepto del honor militar, del espíritu de sacrificio, del deber.

Durante la 2ª Guerra Mundial, dieron ejemplos de este coraje a toda prueba los pilotos japoneses –los célebres kamikazes-, los finlandeses en su lucha contra los rusos, los rusos contra los alemanes. Era gente que había anulado su propio sentido de conservación y eso explica que hayan obtenido entre 50 y 100 victorias aéreas por persona, cifras que nunca alcanzaron los pilotos de otras nacionalidades.
 

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Horten Ho XVIII

El Horten H. XVIII fue un proyecto de bombardero intercontinental propuesto durante la II Guerra Mundial basado en el diseño del Horten Ho 229, que posiblemente habría mantenido las características furtivas del diseño anterior, así como una gran capacidad de combustible y una gran carga de bombas, para cumplir los requerimientos del programa Amerika Bomber.

La propuesta inicial que presentaron los hermanos Horten del proyecto de bombardero de largo alcance Ho XVIII fue un diseño en forma de ala volante de elevado alargamiento con sus seis motores a reacción instalados en el encastre alar y las toberas de escape expulsando el flujo impulsor en la parte del extradós, en el eje de simetría del ala. Su diseño inicial se asemejaba al prototipo de ala volante Ho 229, incorporando características especiales para garantizar el pliego de requerimientos, como el tren de aterrizaje principal, que se lanzaba tras el despegue, de modo parecido al Me 163 Komet, o el Arado Ar 234, para ahorrar peso, o el ala, construida en madera y ensamblada con un pegamento con una base de carbón que, según estudios actuales, permitía reducir la señal radar en la frecuencia de los sistemas de alerta temprana aliados. El alcance inicial previsto era de 11500 km con una carga de bombas de 4000 kg y un armamento defensivo compuesto por dos torretas accionadas por control remoto y equipada con 2 cañones de 30 mm MK 103 cada una.

El diseño inicial fue propuesto por primera vez para el proyecto Amerika Bomber y fue revisado personalmente por el mariscal del Reich Hermann Göring. Tras la revisión, los hermanos Horten (con una profunda insatisfacción) se vieron obligados a compartir el diseño y la construcción de la aeronave con los ingenieros de Junkers y Messerschmitt, que presentaron objeciones al diseño en cuestión de alcance, maniobrabilidad y estabilidad, forzándoles a realizar modificaciones en el aparato, partiendo de ideas obsoletas y prejuicios de construcción aeronáutica basados en los dictámenes del RLM, que reducirían la características finales del proyecto.

Características generales

Tripulación: 3
Capacidad: 3700 Kg
Envergadura: 40 m
Superficie alar: 150 m²
Peso vacío: 11000 kg
Peso cargado: 28000 kg
Peso máximo al despegue: 32000 kg
Planta motriz: 6× Flujo axial Junkers JUMO 004B.
Empuje normal: 9 kN de empuje cada uno.
Velocidad nunca excedida (Vne): 900 km/h
Velocidad crucero (Vc): 750 km/h
Velocidad de entrada en pérdida (Vs): 192 km/h
Radio de acción: 7400 km (previsto)
Carga alar: 213 kg/m² a peso máximo
Empuje/peso: 0.16:1 a peso máximo
Armas de proyectiles: 4 MK 103, dos emplazados en el morro del aparato y dos en una barbeta dorsal accionada por control remoto
Bombas: 3700 kg de carga máxima permitida
Otros: Bomba radiológica
 

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Two RAF airmen are buried with full military honors by occupying German soldier


A RAF airman is buried with full military honors by occupying German soldiers, 1943

Full military honors were granted by the Luftwaffe at the funerals of R.A.F Sergeants Butlin and Holden who were shot down over Jersey, Channel Islands. It is thought this was to try and pacify the local population. The Luftwaffe behaved much differently than the SS or Wehrmacht. Much more chivalry.


R.A.F Sergeants Butlin took off on an operation to Frankfurt at 23.15 hrs from R.A.F. Burn in Yorkshire and ditched roughly 3 miles south west of the Channel Island of Jersey after a call was made by Sgt. Odling for assistance. The body of observer Sgt. Holden was eventually washed up on St Queens Bay in Jersey on the 3rd June 1943. On the 5th June his and the body of a Sgt. Denis Charles Butlin from 1663 H.C.Unit lay in state in the Hospital Chapel with hundreds of islanders visiting the coffins to pay their last respects, prior to a service on the morning of 6th June. The coffins were then draped with the Union Jack before being taken to the cemetery. Hundreds of people lined the route but the Luftwaffe prevented them entering the gates of the cemetery.

These gestures weren’t done only by the Germans, the British and the Americans did it too. There’s a World War II story of a kamikaze hitting the USS Missouri and getting full military honors. From Wikipedia:

On 11 April, a low-flying kamikaze, although fired on, crashed on Missouri’s starboard side, just below her main deck level. The starboard wing of the plane was thrown far forward, starting a gasoline fire at 5 in (127 mm) Gun Mount No. 3. The battleship suffered only superficial damage, and the fire was brought quickly under control.[5] The remains of the pilot were recovered on board the ship just aft of one of the 40 mm gun tubs. Captain Callaghan decided that the young Japanese pilot had done his job to the best of his ability, and with honor, so he should be given a military funeral. The following day he was buried at sea with military honors. The dent in the side of the ship remains to this day.

On World War I the allies did the same for the Red Baron von Richthofen, a flying ace (arguably the most famous wartime pilot).

Killing other human beings is not something a normal person will do, even if their life is in danger, often to their own detriment. When American Civil War battlefields are excavated muskets are almost always loaded, and many times they have been loaded over and over without being fired. This basically rendered the gun useless but if someone was not watching closely you would appear to be going through the motions of loading and firing. In Vietnam it was discovered that about 75% of US soldiers intentionally missed or fired high. This brought around a real change in the way basic training was conducted. Soldiers had to be brainwashed into becoming killers. It’s what makes a battle hardened force so much more dangerous than green troops. I would argue that with pilots they are more removed from the supervision of superiors and are more likely to act human without the external pressure to win at any cost.


On Killing: The Psychological Cost of Learning to Kill in War and Society” by David Grossman goes into it extensively, with that example and many others. What’s really interesting is the lengths to which the US Army was forced to change it’s training after WW2 to make ground combat soldiers more capable of killing in battle. They learned that massive numbers of infantry soldiers, from 15-20 percent would find any excuse to not kill, including purposely trying to find other jobs like messenger, faking firing, or even firing over the heads of enemy soldiers, because of a deep-seated, innate revulsion to taking human life. That obviously wouldn’t work on the battlefield. Both strategically to win wars, and tactically for individual soldiers to survive, this had to change. So, the Army changed the way soldiers were trained. Before and during WW2, soldiers were trained by firing at bulls-eye targets. After WW2 they were changed first to man-shaped targets, then green man-shaped targets, then green man-shaped targets that fell down when they were shot. By Korea more than 50% of front-line soldiers were firing, by Vietnam it was over 70%, and by Desert Storm (the last major war before this book was published) it was over 90%. It’s a fascinating read, and it’s written for the lay-person.


Interesting fact: Jersey was the only British territory occupied by the Germans.


Full military honors.


Flowers from the Luftwaffe.

From the great website www.rarehistoricalphotos.com
 

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La historia de los 5 mil argentinos que pelearon en la Segunda Guerra Mundial


Entre los voluntarios hay ex jugadores de Los Pumas. También participó la madre de Luca Prodan. Hay 12 sobrevivientes, el más joven de los cuales tiene 92 años. Mañana se inaugura una muestra en su honor


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    Los doce sobrevivientes, junto a Claudio Meunier.

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    Varios sobrevivientes, durante el entierro del "Caballero negro" en el Cementerio Británico de la Ciudad de Buenos Aires.

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    Varios sobrevivientes, durante el entierro del "Caballero negro" en el Cementerio Británico de la Ciudad de Buenos Aires.

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    Maureen Dunlop, la "Piloto de las Pampas".

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    Varios sobrevivientes, durante el entierro del "Caballero negro" en el Cementerio Británico de la Ciudad de Buenos Aires.

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    Maureen Dunlop, la "Piloto de las Pampas".

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    Maureen Dunlop, la "Piloto de las Pampas".

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    Kenneth Langley Charney, conocido como "Caballero Negro".

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    Kenneth Langley Charney, conocido como "Caballero Negro".

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    Los doce sobrevivientes, junto a Claudio Meunier.
La Segunda Guerra Mundial se llevó de Argentina cerca de 5 mil voluntarios, entre ellos, 400 mujeres, que participaron activamente de las acciones aliadas durante 4 años. Hoy sobreviven 12 de aquellos valientes –el más joven tiene 92 años– y se reúnen periódicamente para recordar y están en contacto con pilotos veteranos de la guerra de Malvinas. Nunca cobraron una pensión de guerra ni la reclamaron, y son verdaderos héroes de la libertad de Europa. Hoy se inaugura en Rosario una muestra en su honor.
Del primer seleccionado de rugby Los Pumas fueron casi todos a combatir. También la mamá de Luca Prodan, de la banda Sumo, que fue voluntaria y envió a su hijo con su mejor compañera, una argentina que se llamaba Cynthia, quien se ocupó de él y en cuya casa se formó el grupo.
Descubrir historias tan intensas nos lleva a un pasado casi desconocido, lleno de riqueza humana, poco difundido y valorado. Claudio Meunier rescata estas historias en cuatro libros apasionantes, entre ellos, Alas de trueno –junto a Oscar Rimondi–, y Nacidos con honor, que relatan las vidas de estos argentinos, descendientes de ingleses, galeses, dinamarqueses y criollos que no dudaron en ofrecer sus servicios y sus vidas por la libertad.
El Caballero Negro de Malta
Kenneth Langley Charney, conocido como "Caballero Negro", se destaca entre los argentinos que pelearon junto a los aliados. Combatió en las filas inglesas, derribó doce aviones enemigos, dañó seriamente otros 16 y participó del Día D en Normandía. Se ganó su apodo por combatir en la batalla de Malta y por sus temerarias acciones, que consistían en atacar de frente a los bombarderos alemanes y derribarlos de a uno.
Luego de la guerra, se retiró a vivir en paz, lejos del ruido, y tuvo un final oscuro, víctima del alcoholismo. Y fue dado por desaparecido, hasta que Meunier, inquieto y apasionado por las historias de aviación, encontró su tumba en un pequeño cementerio de Andorra.
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Un periódico local que trató el tema había titulado "El héroe sin nombre del nicho 209". Cuando los vecinos se enteraron de quién estaba allí, hicieron poner una placa que decía "Héroe de la Segunda Guerra Mundial".
El nicho donde estaba enterrado no se pagaba desde 1988 y corría riesgo de desalojo. Para evitar que sus restos terminaran en un osario, Meunier organizó un operativo de repatriación que finalizó con el retorno del héroe a la Argentina. Sus restos descansan hoy en el cementerio británico de la Ciudad de Buenos Aires, y en su lápida dice: "Aquí yace un héroe". Eso, dice Meunier, simplifica su gran historia.
El Caballero Negro era bahiense. Si bien había nacido en Quilmes, su lugar de crianza fue Bahía Blanca, donde vivió con su familia en el hotel Atlántico, en las calles Brown y Colón. Charney era un niño inquieto, que con 10 años le sacó el automóvil a su padre y fue detenido en la Avenida Alem.
La "Piloto de las Pampas"
Maureen Dunlop, la "Piloto de las Pampas", murió a los 91 años en el anonimato
. Hija de un australiano, nació en Quilmes en 1920, tomó cursos de piloto en unas vacaciones en Londres y, como lo hiciera su padre en la Primera Guerra Mundial, cuando estalló la segunda viajó con su hermana a Reino Unido. Se embarcaron en 1942 con muchos anglo-argentinos con las mismas intenciones: alistarse al ejército aliado.
Maureen integró junto a otras 164 mujeres el Air Transport Auxiliary del Reino Unido. Su misión fue llevar aviones desde las fábricas o talleres de mantenimiento hasta sus bases. Voló 38 tipos diferentes de aviones y, luego, de la guerra, consiguió la calificación de instructora de vuelo de la RAF.
Maureen Dunlop 2.jpg

De regreso a la Argentina, instruyó pilotos de una naciente Aerolíneas Argentinas y también voló para la Fuerza Aérea, aunque nunca le otorgaron las alas de aviador militar.
En 1982, al ser entrevistada en ocasión de la guerra de Malvinas, expresó su gran dolor por el amor que sentía por ambos países. Pasó sus últimos años en Inglaterra, donde la sobrevive una hija.
Los argentinos muertos en la Segunda Guerra están enterrados en los cementerios militares donde cayeron y en los campos de concentración donde algunos fueron detenidos y torturados. Hay tumbas en Birmania, Egipto, Alemania, Holanda, Francia, Inglaterra. En sus lápidas, se puede leer: "Cuando vuelvas a casa, háblales de nosotros, y diles que por su mañana entregamos nuestro hoy".
infobae
 

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Ases de la aviación finesa

Eino Juutilainen 94 Derribos
Hans Wind 75 Derribos
Eino Luukkanen 56 Derribos
Urho Lehtovaara 44 Derribos
Oiva Tuominen 44 Derribos
Risto Puhakka 42 Derribos
Olavi Puro 36 Derribos
Nils Katajainen 35 Derribos
Lauri Nissinen 32 Derribos
Kyösti Karhila 32 Derribos
Jorma Karhunen 31 Derribos
Emil Vesa 29 Derribos
Turo Järvi 28 Derribos
Klaus Alakoski 26 Derribos
Altto Tervo 23 Derribos
Jorma Saarinen 23 Derribos
Eero Kinnunen 22 Derribos
Antti Tani 21 Derribos
Urho Myllylä 21 Derribos
Väinö Suhonen 19 Derribos
Viktor Pyötsiä 19 Derribos
Erik Teromaa 19 Derribos
Lauri Pekuri 18 Derribos
Jouko Huotari 17 Derribos
Yrjö Turkka 17 Derribos
Jorma Sarvanto 16 Derribos
Aulis Lumme 16 Derribos
Eero Riihikallio 16 Derribos
Eero Halonen 16 Derribos
Martti Alho 15 Derribos
Aaro Nuorala 14 Derribos
Heimo Lampi 13 Derribos
Pekka Kokko 13 Derribos
Yrjö Pallasvuo 12 Derribos
Per Sovelius 12 Derribos
Lasse Aaltonen 12 Derribos
Urho Sarjamo 12 Derribos
Paronen Onni 12 Derribos
Eino Koskinen 12 Derribos
Ahti Laitinen 12 Derribos
Leo Ahokas 12 Derribos
Iikka Törrönen 11 Derribos
Urho Nieminen 11 Derribos
Hemmo Leino 11 Derribos
Niilo Erkinheimo 10 Derribos
Martti Kalima 10 Derribos
Kai Metsola 10 Derribos
Eino Peltola 10 Derribos
Kullervo Lahtela 10 Derribos
Veikko Karu 10 Derribos
Mikko Pasila 10 Derribos
Mauno Kirjonen 9 Derribos
Paavo Berg 9 Derribos
Viljo Kauppinen 9 Derribos
Jaakko Hillo 8 Derribos
Ture Mattila 8 Derribos
Joel Savonen 8 Derribos
Martti Inehmo 8 Derribos
Erik Lyly 8 Derribos
Aulis Bremer 7 Derribos
Valio Porvari 7 Derribos
Lauri Jutila 7 Derribos
Nils Trontti 7 Derribos
Väinö Virtanen 7 Derribos
Toivo Tomminen 6 Derribos
Tatu Huhanantti 6 Derribos
Aarre Linnanmaa 6 Derribos
Pauli Salminen 6 Derribos
Kelpo Virta 6 Derribos
Onni Avikainen 6 Derribos
Lars Hattinen 6 Derribos
Matti Durchman 6 Derribos
Pentti Nurminen 5 Derribos
Aimo Gerdt 5 Derribos
Sakari Ikonen 5 Derribos
Gustaf Magnusson 5 Derribos
Osmo Kauppinen 5 Derribos
Lauri Lautamäki 5 Derribos
Mauno Fräntila 5 Derribos
Kosti Keskinummi 5 Derribos
Paavo Mellin 5 Derribos
Veikko Rimminen 5 Derribos
Aaro Kiljunen 5 Derribos
Pentti Tilli 5 Derribos
Erkki Ehrnrooth 5 Derribos
Jouko Myllymäki 5 Derribos
Veikko Evinen 5 Derribos
Vilppu Lakio 5 Derribos
Kim Lindberg 5 Derribos
Pauli Massinen 5 Derribos
Atte Nyman 5 Derribos
Väinö Pokela 5 Derribos
Jaakko Kajanto 5 Derribos
Arvo Koskelainen 5 Derribos
 
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