Derruido
Colaborador
"A mí también me pareció que se estaba vendiendo a precio vil"
Lo dijo Puricelli, de Fabricaciones Militares; "no habrá encubrimiento", prometió
El interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares (GGFM), Arturo Puricelli, negó ayer a LA NACION que el organismo a su cargo hubiera participado en un hecho de contrabando de armas, pero no descartó que algún funcionario de menor jerarquía pudiera haber incurrido en un acto de corrupción.
"No existe un caso de contrabando de armas como se ha visto en la Argentina en otras épocas [por los casos de venta irregular de armas a Ecuador y a Croacia]. Está bien que la Aduana y que la Justicia investiguen, pero a esta altura no le veo entidad a la denuncia. Puede ser que haya una connivencia dolosa de algún funcionario de la gestión anterior o algún hecho de corrupción", afirmó Puricelli.
Este santacruceño está al frente de la DGFM desde el 8 de septiembre del año pasado cuando la industria bélica pasó a la órbita del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido. Si bien la venta investigada por el juez Guillermo Tiscornia se había aprobado antes de su asunción, el último de los embarques fue secuestrado durante su gestión.
La designación de Puricelli en la DGFM fue una sorpresa para propios y extraños: se trata nada menos que de un histórico rival del presidente Néstor Kirchner en Santa Cruz en el peronismo de la provincia.
Puricelli gobernó Santa Cruz y lideró el PJ local entre 1983 y 1987. En 1991, perdió el control partidario a manos de Kirchner, pero lo siguió enfrentando hasta entrado 2003.
En los 90, ejerció como funcionario de Carlos Menem (en Encotesa y en el organismo de control de los aeropuertos). Ya en la gestión de Eduardo Duhalde, juró como secretario de Relaciones con las Provincias. Lo echaron en 2003, como un gesto hacia Kirchner, a quien Duhalde ya había elegido como su candidato para las elecciones de aquel año.
Ahora, reconvertido en un funcionario kirchnerista, Puricelli se enfrenta a un escándalo del que dice no tener "nada que ocultar".
-¿Lo sorprendió la causa iniciada por el juez Tiscornia?
-Nunca pensé que este embarque podía tener problemas, pero me parece bien que la Justicia y la Aduana investiguen. Nosotros no tenemos nada para ocultar ni para encubrir. Esta exportación fue una operación normal. Es verdad que el monto de la operación llama la atención. A mí también me pareció que era un precio vil, pero los expertos me explicaron que este material no se puede vender a precios significativos. Tampoco lo podemos vender como chatarra, porque es material bélico.
-¿Ordenó un sumario interno?
-No. Vamos a esperar el resultado final de la causa penal. Si para la Justicia existe alguna responsabilidad, lo investigaremos.
-¿El juez Tiscornia allanó dependencias de la DGFM?
-Sí, nosotros entregamos toda la documentación que nos fue solicitada. Esta operación se aprobó en 2004. Antes de este embarque frenado por la Aduana había habido otros dos que salieron del país vía aérea por el aeropuerto internacional de Ezeiza. Esta venta de armas fue aprobada por una comisión especial integrada por el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Economía y la Cancillería.
Puricelli explicó que la operación con JLD Enterprises Inc fue por un monto total de 330.000 dólares.
-Según las primeras investigaciones, parte del material del embarque tenía la numeración adulterada.
-Es muy difícil que el número de serie esté limado, quizás haya parte del cargamento que tenía los números poco legibles, pero no adulterados.
Por Gabriel Di Nicola
De la Redacción de LA NACION
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/912660
Lo dijo Puricelli, de Fabricaciones Militares; "no habrá encubrimiento", prometió
El interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares (GGFM), Arturo Puricelli, negó ayer a LA NACION que el organismo a su cargo hubiera participado en un hecho de contrabando de armas, pero no descartó que algún funcionario de menor jerarquía pudiera haber incurrido en un acto de corrupción.
"No existe un caso de contrabando de armas como se ha visto en la Argentina en otras épocas [por los casos de venta irregular de armas a Ecuador y a Croacia]. Está bien que la Aduana y que la Justicia investiguen, pero a esta altura no le veo entidad a la denuncia. Puede ser que haya una connivencia dolosa de algún funcionario de la gestión anterior o algún hecho de corrupción", afirmó Puricelli.
Este santacruceño está al frente de la DGFM desde el 8 de septiembre del año pasado cuando la industria bélica pasó a la órbita del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido. Si bien la venta investigada por el juez Guillermo Tiscornia se había aprobado antes de su asunción, el último de los embarques fue secuestrado durante su gestión.
La designación de Puricelli en la DGFM fue una sorpresa para propios y extraños: se trata nada menos que de un histórico rival del presidente Néstor Kirchner en Santa Cruz en el peronismo de la provincia.
Puricelli gobernó Santa Cruz y lideró el PJ local entre 1983 y 1987. En 1991, perdió el control partidario a manos de Kirchner, pero lo siguió enfrentando hasta entrado 2003.
En los 90, ejerció como funcionario de Carlos Menem (en Encotesa y en el organismo de control de los aeropuertos). Ya en la gestión de Eduardo Duhalde, juró como secretario de Relaciones con las Provincias. Lo echaron en 2003, como un gesto hacia Kirchner, a quien Duhalde ya había elegido como su candidato para las elecciones de aquel año.
Ahora, reconvertido en un funcionario kirchnerista, Puricelli se enfrenta a un escándalo del que dice no tener "nada que ocultar".
-¿Lo sorprendió la causa iniciada por el juez Tiscornia?
-Nunca pensé que este embarque podía tener problemas, pero me parece bien que la Justicia y la Aduana investiguen. Nosotros no tenemos nada para ocultar ni para encubrir. Esta exportación fue una operación normal. Es verdad que el monto de la operación llama la atención. A mí también me pareció que era un precio vil, pero los expertos me explicaron que este material no se puede vender a precios significativos. Tampoco lo podemos vender como chatarra, porque es material bélico.
-¿Ordenó un sumario interno?
-No. Vamos a esperar el resultado final de la causa penal. Si para la Justicia existe alguna responsabilidad, lo investigaremos.
-¿El juez Tiscornia allanó dependencias de la DGFM?
-Sí, nosotros entregamos toda la documentación que nos fue solicitada. Esta operación se aprobó en 2004. Antes de este embarque frenado por la Aduana había habido otros dos que salieron del país vía aérea por el aeropuerto internacional de Ezeiza. Esta venta de armas fue aprobada por una comisión especial integrada por el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Economía y la Cancillería.
Puricelli explicó que la operación con JLD Enterprises Inc fue por un monto total de 330.000 dólares.
-Según las primeras investigaciones, parte del material del embarque tenía la numeración adulterada.
-Es muy difícil que el número de serie esté limado, quizás haya parte del cargamento que tenía los números poco legibles, pero no adulterados.
Por Gabriel Di Nicola
De la Redacción de LA NACION
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