De la entrevista a Allievi por DefenSur.
En relación a las MEKO-140 y 360, empresas de Francia y Turquía han hecho propuestas para modernizarlas, incluso aprovechando las capacidades que hay en el país. ¿La Armada ya decidió si las va a modernizar o comprar otros buques como las fragatas Absalon ofrecidas por Dinamarca o las FREMM de Italia?
JEMGA: La Armada va por los dos caminos. Puntualmente, tenemos proyectos que ya están incorporados a lo que se llama el Banco de Proyectos de Inversión (BAPIN), para la adquisición de fragatas multipropósito. Nosotros no especificamos un modelo o clase de buque,sino que determinamos cuáles son las características que debe tener, qué requerimientosdebe satisfacer, etc. Definimos qué capacidades necesitamos al pedir ese medio que se quiere adquirir. En función de qué requerimientos y qué capacidades se requieren de una unidad naval, de un submarino, de una aeronave, etc., luego se analizan las ofertas. La compra de material bélico tiene sus complejidades y consideraciones, tanto en la parte técnica, operativa, financiera y geopolítica. Por ejemplo, en cuanto a lo técnico y operativo, analizamos que el buque tenga misiles antiaéreos, antisuperficie, cañones, torpedos, sensores, su planta propulsora, sus dimensiones, etc. Además, se toman en cuenta consideraciones económicas y geopolíticas. Por ejemplo, un dato no menor es si el fabricante es un ente estatal o es una empresa privada. En el caso particular de Argentina, es clave si ese medio que se va a adquirir tiene componentes británicos, porque Gran Bretaña pone restricciones a suministrarle a la República Argentina, componentes que sean británicos. Lo sabemos y nos vemos afectados por ejemplo con los cazas Súper Etendard Modernisé del Comando de la Aviación Naval (COAN), donde los ingleses no nos brindan ciertos componentes del asiento eyector. También está otro aspecto relevante, que es el presupuesto y la financiación de dichas adquisiciones. Podemos tener un proyecto, pero ese proyecto debe tener el respaldo presupuestario correspondiente para poder adquirirlo. Entonces, ¿por qué digo que vamos por las dos partes? Obviamente, la evolución operativa y los saltos tecnológicos, nos imponen que estemos atentos al último estándar para que la Armada Argentina se mantenga en el estado del arte y cuente con reales capacidades militares, tanto a nivel específico como conjunto. En este período de transición que vive la Armada, es muy importante ver si tenemos opciones o alternativas de buques que están operativos, no son nuevos, pero que pueden ser tenidos en cuenta para una adquisición como buques que formen parte de la transición hasta que adquiramos unidades nuevas. Respecto a la modernización de las MEKO-360, la Armada ya tiene listo todo el proyecto. Obviamente, tenemos ofrecimientos de Aselsan (Turquía) y de Thyssen Group. (Alemania), que diseñó nuestros cuatro Destructores MEKO-360 y seis Corbetas MEKO-140, aunque éstas fueron fabricadas bajo licencia en Argentina.
Las modernizaciones son procesos muy complejos, que abarcan un sinnúmero de sistemas. Para dar un ejemplo, en una primera etapa, en los Destructores MEKO-360 apuntamos a la modernización de planta de propulsión, la generación eléctrica, la producción de agua y vapor, los componentes auxiliares en sí. Si yo quiero modernizar un buque y solo apunto a que tenga sensores y armas modernas, pero no invierto en su sistema de propulsión, va a ser un excelente lanzador de misiles, pero como una batería costera.
Entonces, la primera etapa que tenemos que cumplir es que los buques a modernizar recuperen y mejoren su movilidad y seguridad náutica, lo que nosotros llamamos “MOVINAU”. La segunda etapa, que no puede estar separada del tema MOVINAU, es todo lo relativo a modernizar e integrar los sistemas de comando y control, los equipos de comunicaciones, guerra electrónica y ciberdefensa, sensores, radar, sonar, electroópticos y el armamento (cañones, torpedos, misiles antiáereos y antisuperficie, etc.). Entonces, es todo un complejo sistema de adquisición, en donde, por ejemplo, Aselsan nos ha propuesto toda la segunda etapa, pero no la primera. Y tiene que ser una modernización integral de los buques, lo cual no quiere decir que tenga que ser todo con el mismo proveedor.
Respecto a la compra de fragatas que se encuentran operando, hay un ofrecimiento puntual, como dijo el Secretario Battaleme, para incorporar fragatas europeas con sensores y armamento muy modernos y capaces. En ese orden, a fines de septiembre, dos almirantes van a ir a Italia, Dinamarca y Noruega para, in situ, tener las primeras reuniones técnicas y operativas para ver en qué condiciones están esos buques, qué vida útil les queda, si hay que hacerles mantenimiento o reformas y cuándo serán desprogramados.
Al respecto de la adquisición de buques que se encuentran operando, quiero dar un ejemplo. Se ha hablado mucho del San Giorgio, un buque anfibio italiano. Cuando se hace la consulta, si bien la marina militar italiana tiene programada su desafectación, la fecha de dicho evento no es durante el presente año ni el siguiente y probablemente sea en unos años. Entonces, cuando uno dice Italia ofrece el San Giorgio, ¿por qué la Armada Argentina no lo compra? Porque lo ofrece a partir de una fecha que todavía no está del todo definida. Es por eso que se pueden hacer previsiones, reuniones respecto a la posibilidad de su adquisición, pero no hay al día de hoy precisiones respecto a su fecha de desafectación. Lo mismo puede ocurrir con otros medios que se ofrecen y no tienen una fecha definida de desafectación.
Con los submarinos nos pasó lo mismo. El año pasado Noruega nos ofreció sus submarinos ULA, que serían desafectados en el corto plazo. Pero como luego hubo demoras en su proyecto de adquisición de nuevos submarinos, nos informaron que van a continuar operando los ULA por un tiempo más.
Me gustaría poder transmitir la tranquilidad que la Armada Argentina está atenta a todas las posibilidades que surjan. Obviamente, somos quienes en primera instancia queremos renovar nuestros medios, ya sean buques, submarinos, aeronaves, helicópteros, armamento y vehículos de Infantería de Marina, etc. Pero es tan importante tener certezas sobre la disponibilidad de medios nuevos o usados como también tener el presupuesto para concretar su adquisición. Un submarino nuevo lleva siete años de construcción. Entonces, la renovación de medios de la Armada son proyectos de mediano y largo plazo. No es que mañana va a llegar el San Giorgio o las fragatas danesas. A los países de primer mundo, a veces también se les demoran sus proyectos de desarrollo o adquisición de nuevos medios y obviamente, no desprograman lo que tienen funcionando hasta que incorporan los nuevos.
Dada la histórica amistad entre Argentina e Italia y la afinidad personal del Presidente Milei con la Primer Ministro Meloni, es factible que se avance en la transferencia del Buque de Asalto Anfibio San Giorgio y/o sus unidades gemelas de esa clase?
JEMGA: La Armada Argentina necesita la capacidad de proyección estratégica, porque aparte es la única de las tres FFAA que puede brindar la capacidad de desembarco anfibio. Esta capacidad se vio drásticamente reducida desde hace más de veinte años, cuando se desafectó el Buque de Desembarco ARA “SAN ANTONIO”. Solamente la Armada le brinda al instrumento militar de la nación esa capacidad de trasladar tropas y capacidad de fuego a grandes distancias. Pese a que no contamos con al menos un buque especializado para nuestra Infantería de Marina, sea del tipo LPD (portahelicópteros con dique inundable) o LST (desembarco de tanques), el adiestramiento de nuestros infantes lo seguimos haciendo con otros medios propios y también desde buques de marinas amigas, como las de EE.UU., Francia o Brasil. De hecho, ahora estamos mandando sesenta Infantes de Marina para participar de las operaciones anfibias en el UNITAS LXVI.
La Infantería en Marina está adiestrada, practican los movimientos buque a costa con sus embarcaciones y vehículos anfibios a rueda y oruga. También lo hacen a través de los helicópteros Sea King de nuestra Aviación Naval. Obviamente, necesitamos buques de asalto anfibio tipo LPD/LST porque son más idóneos para la proyección del poder naval a tierra, además de ser buques que pueden cumplir un rol fundamental en apoyo a la comunidad ante emergencias naturales como las inundaciones.
FUENTE:
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