Las batallas mas humillantes de la historia

No se olviden del amigo Pirro, rey de Epiro !!!


Durante su reinado aumentó el territorio de Epiro a costa de zonas de Macedonia y Tesalia. Se enfrentó a Casandro y Demetrio Poliorcetes en Macedonia, derrotándolos y haciéndose con el reino hasta ser expulsado por sus habitantes, que proclamaron a Lisímaco de Tracia, su aliado, como rey. Posteriormente viajó a Italia en ayuda de los tarentinos, enfrentándose a la República romana a la que derrotó en dos ocasiones, pero a costa de tales pérdidas, que fue finalmente derrotado en la batalla de Benevento y se vio obligado a retirarse.

Batalla de Asculum (279 a. C.)

La guerra se reemprendió al año siguiente, en 279 a. C. Poco se conoce de esta campaña. Los cónsules en Roma eran Publio Decio Mus y Publio Sulpicio Severo. Apulia fue el principal campo de operaciones, y la gran batalla de la campaña se libró cerca de Asculum. El primer encuentro tuvo lugar a las orillas de un río, donde la naturaleza desigual del terreno complicaba los movimientos de la falange, dando ventaja a los romanos. Sin embargo, Pirro maniobró hasta situar a sus enemigos en llano, donde los romanos fueron derrotados y se retiraron a su campamento. Éste se hallaba tan cerca del campo de batalla, que no cayeron más de 6000 romanos, mientras Pirro, de acuerdo a lo que rezan sus comentarios, perdió 3.505 soldados. Esta victoria no concedió ventaja alguna a Pirro, y se vio obligado a retirarse de nuevo a Tarento para pasar el invierno sin mayores avances. Por su victoria en Asculum, a dicho tipo de triunfo se le llama desde entonces victoria pírrica, cuando el triunfador consigue un éxito a costa de importantes daños.22 Respondiendo a las felicitaciones por haber vencido a los romanos, Pirro afirmó:

Ἂν ἔτι μίαν μάχην νικήσωμεν, ἀπολώλαμεν ¡Otra victoria como ésta y estaré vencido!
 
Nelson en Canarias

Una de las derrotas más humillantes de la historia fue la del almirante Nelson en Santa Cruz de Tenerife, en 1797. En la oportunidad, una flota británica de varios navíos, encabezada por una balandra y una goleta, desembarcó 4000 efectivos d einfantería a los que los españoles solo opusieron 1700, la mayoría milicianos civiles pobremente armados. Los comandaba el viejo teniente general Antonio Gutiérrez de Otero, un anciano de 74 años anfermo de gota, nacido en Aranda del Duero, Burgos (Castilla La Vieja). 4000 contra 1700 y la paliza fue brutal. Los españoles tuvieron 32 muertos y 40 heridos. Los británicos 226 muertos (155 de ellos ahogados y 5 desaparecidos), 123 heridos y 300 prisioneros, además de una balandra hundida. El resto d ela flota se dio a la fuga y lo peor, NELSON PERDIO SU BRAZO DERECHO. Tremenda paliza, de esas que los ingleses se encargan muy bien de ocultar o minimizar, como la de la Contraarmada en Galicia, o Cartagena con Lazo. Y de sus grandes victorias...bueno...ustedes ya saben el dicho "¡¡¡Los ingleses combatieron duramente HASTA EL ULTIMO IRLANDES!!!".
 
Otra batalla humillante, si se la puede llamar "batalla" fue el Bombardeo a Valparaiso, por la escuadrilla española, el 31 de marzo de 1866, durante la Guerr Hispano-Suamericana que enfrentó a siete buques españoles contra Chile, Perú, Bolivia y Ecuador.
En la oportunidad, el comandante de la flotilla hispana, Casto Méndez Núñez, bravo marino nacido en Vigo, deseoso de vengar la afrenta de la "Virgen de Covadonga", decidió bombardear el principal puerto de aquel país (Chile) y neutralizar su flota.
La "Covadonga" había sido arteramente capturada cuando la "Esmeralda", enarbolando bandera británica, se le aproximó simulando necesitar ayuda. La captura de la "Covadonga" motivó el suicidio del almirante español José Manuel Pareja (nacio en Lima) y su reemplazo por Méndez Núñez.
El 24 de marzo el almirante español se situó frente a Valparaiso y dos días después, con 96 horas de preaviso, anunció que iba a bombardear la plaza, dando tiempo a evacuar la población civil, sobre todo hospitales, lazaretos, iglesias e internados. Méndez Núñez informó que iba a bombardear la ciudad, aún a costa de la amenaza de las escuadras estadounidense y británica allí apostadas que amagaron intervenir en defensa de chile. "Mas vale flota sin barcos que barcos sin honra", manifestó el marino español. La escuadra chilena se había retirado a Chiloé y allí permaneció inmovil, "en espera de órdenes".
Llegado el plazo, Méndez Núñez ordenó abrir fuego arrasando, no solo importantes instalaciones costeras sino también el barrio La Planchada (oportunamente evacuados) y numerosos buques de la flota mercante chilena, sin que se registarse reacción alguna, ni apareciese su escuadra, ni fuerzas de la defensa terrestre para contrarrestar el ataque.
El bombardeo duró tres horas consecutivas; se dispararon 2600 cañonazos y las pérdidas superaron los 15.000.000 de pesos, cifra enorme para la época. La reacción chilena solo se limitó a unos pobladores que después del ataque, salieron a pedir la ejecución de los prisioneros españoles capturados durante el abordaje al Covadoga.
La flota española incendió las naves mercantes chilenas y en vista de que no había reacción, se retiró hacia El Callao para enfrentarse a su par peruana que, al contrario de lo acontecido en Chile, le planteó dura batalla.
 
¡¡¡Mi estimado Tanoarg!!! Creo que está bien claro; la humillación está en la INACCION. Más por tratarse de una nación que grita a vivas voces que sus fuerzas armadas son "Vencedoras Jamás Vencidas" (se ve que no toman en cuenta Rancagua que fue de movida nomás) y que en su escudo ostenta el lema "Por la Razón o por la Fuerza" además de autotitularse "Prusianos de América". Ante tan contundentes expresiones marciales, lo más lógico sería suponer que una nación así, a la que le dan 96 horas de preaviso antes de que le bombardeen su principal puerto y base naval, hubiera movilizado sus fuerzas, su escuadra, sus recursos y que se yo cuantas cosas más. en definitiva. Así cualquiera es "jamás vencido" la pregunta es, a falta de razón (en este caso de los españoles, que después de buscar a la escuadra chilena durante días, terminaron bombardeando), ¿donde estuvo la fuerza?
Un abrazo.
 

tanoarg

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Moderador
estimado aulo:
pues...como yo lo veo, eso no fue una batalla, fue un bombardeo a una ciudad con incapacidad de defensa frente a una fuerza naval...osea, fue un tiro al blanco sin capacidad de respuesta, no fue una batalla. si tengo que tomar el mismo parametro, entonces los bombardeos a dresden y hamburgo, tokio, hiroshima y nagasaki, entrarian en el contexto de batalla humillante.
a mi forma de ver, no es un buen ejemplo, respeto tu posteo, pero no comparto la idea.
un abrazo
 
Tanoarg, a mi entender, los ejemplos que pusiste no ssirven para compararlos con este caso; fueron bombardeos, sin preanucios y sobre todo, ¡¡sin preanucios de tantas horas!! No me podés comparar el ataque a Hiroshima con el el tiempo que tuvo Valparaiso de 96 horas. Yo creo que hubo tiempo suficiente como para alistar la flota (que por otra parte, te aclaro, eludió el combate permanentemente) y ensayar un intento de resistencia; más si sos tan guerrero como vivís diciendo. Te repito: una escuadra de solo siete buques como la española vino al otro lado del mundo a enfrentar a cuatro naciones y solo una, Perú, le hizo frente.
 
Tanoarg, a mi entender, los ejemplos que pusiste no ssirven para compararlos con este caso; fueron bombardeos, sin preanucios y sobre todo, ¡¡sin preanucios de tantas horas!! No me podés comparar el ataque a Hiroshima con el el tiempo que tuvo Valparaiso de 96 horas. Yo creo que hubo tiempo suficiente como para alistar la flota (que por otra parte, te aclaro, eludió el combate permanentemente) y ensayar un intento de resistencia; más si sos tan guerrero como vivís diciendo. Te repito: una escuadra de solo siete buques como la española vino al otro lado del mundo a enfrentar a cuatro naciones y solo una, Perú, le hizo frente.
 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
Tanoarg, a mi entender, los ejemplos que pusiste no ssirven para compararlos con este caso; fueron bombardeos, sin preanucios
lo de preanuncio es relativo...mas cuando estas en guerra desde hace 4 años y la campaña de bombardeos la venis sufriendo desde siempre.

y sobre todo, ¡¡sin preanucios de tantas horas!! No me podés comparar el ataque a Hiroshima con el el tiempo que tuvo Valparaiso de 96 horas.
por supuesto que no!!...en esa epoca 4 dias es igual que una hora al dia de hoy...solo pensa que un preanuncio de 4 dias, tenes que informar oralmente, esta retrasmitida por chasqui hasta la unidad militar mas cercana, despues al estado mayor o junta rectora (tambien por chasqui), de ahi tomar la decision de informar a tu flota que se mueva hasta valparaiso y tener todo la suerte del mundo que tu flota este al completo en dotacion y capacidad...y despues trasladarse a 5 nudos (con suerte que tengas viento) hasta valparaiso...osea...4 dias...es sinonimo de nada en el tema tiempo.

Yo creo que hubo tiempo suficiente como para alistar la flota (que por otra parte, te aclaro, eludió el combate permanentemente) y ensayar un intento de resistencia; más si sos tan guerrero como vivís diciendo. Te repito: una escuadra de solo siete buques como la española vino al otro lado del mundo a enfrentar a cuatro naciones y solo una, Perú, le hizo frente.
la escuadra estaba formada por brulotes, buques de linea, fragatas, goletas, monitores o bergantines?...de cuanto eran las libras de los cañones? eran del 5? del 7? del 12? cuantos alineaban por banda?...cuantos buques eran de la armada de chile? en que condiciones estaban?...como salio peru?
un abrazo
 
Tanoarg, ¿y que clase de estrategia es esa que deja desguarnecidos a su principal puerto y ciudad costera y aleja a su flota de un punto que evidentemente, iba a ser atacado? ¿Como a se deja a merced del enemigo a la flota mercante y los almacenes fiscales que fueron arrasados?, ¿era todo un juego entonces? Yo a eso le llamo rehuir el combate. La escuadrilla española estuvo buscando a la chilena por todo el litoral, era seguro que iba a dirigirse a Valparaíso y eso los chilenos lo sabían perfectamente. Debieron fortificar la plaza y apostar sus naves allí. Incluso artillar sus muchos mercantes pues para ello, tuvieron seis meses. Por otra parte, la escuadra española si bien contaba con la fragata acorazada Numancia, era inferior en número y operaba muy lejos de sus bases, en un medio completamente hostil como era el enorme litoral pacífico sudamericano. Por consiguiente, debía cubrir un frente extremadamente amplio y complejo. No olvides que a esa alianza entraron Ecuador y Bolivia y que ambos, si bien no tomaron parte en los combates, fortificaron sus puertos y emplazamientos costeros, especialmente el de Guayaquil. La situación era completamente desfavorable para España que, aún así, paseó sus buques de Chiloé a El Callao a su antojo. Y fue en El Callao donde realmente hubo batalla.
Aquí tenés un detalle de ese enfrentamiento, una actitud muy distinta a lo acontecido en Valparaíso. Lo extraje de Guerra hispano-sudamericana (1865 - 1871)

“La defensa del Callao consistía en una serie de baterías que se habían emplazado al norte y sur de la población, en tanto que los escasos y débiles buques de guerra se situaron en el centro, a las órdenes del capitán de navío AP Lizardo Montero Flores; la comandancia general de baterías del norte la tenía el coronel EP José Joaquín Inclán Gonzáles Vigil; en las defensas de este sector sobresalía la Torre Junín, con dos cañones Armstrong de 500 libras, y el fuerte Ayacucho, con dos cañones Blackey de 450 libras, colocado cerca de la estación del ferrocarril; las principales defensas eran el fuerte Santa Rosa con dos cañones Blackey de 450 libras, la Torre de La Merced, giratoria y blindada, con dos cañones Armstrong de 300 libras, y la batería Zepita, que hacía frente a la Mar Brava y disponía de dos cañones de 68 libras y cuatro largos cañones de 32 libras. Las tropas a órdenes del general EP Juan Buendía, se situaron en las Chacaritas y la caballería en Bellavista. La armada española compuesta de seis fragatas y la corbeta Vencedora, más algunos transportes, contaba en total con unos 300 cañones.

A las 11 comenzaron a moverse los buques españoles, situándose unos al norte de la bahía y otros al sur. A las 12:15, la Numancia hizo los dos primeros disparos, los cuales fueron contestados por el fuerte Santa Rosa y enseguida se extendió el fuego a toda la línea, en tanto que de tierra las baterías no cesaban de responder; a las 12:25, la Numancia que ya había sido alcanzada por un proyectil que no le produjo averías, recibió otro, obligándola a virar para presentar los cañones de la banda opuesta, pero al hacer esta operación un proyectil del Loa y otro de los fuertes cayeron sobre ella, hiriendo los cascos y al almirante Méndez Núñez. Hubo que suspender el fuego por quince minutos y entretanto se llamó a la Almansa al mando de Sánchez Barcáiztegui para que dirigiera su fuego sobre las baterías del sur, que molestaban bastante.

En esta primera hora de combate, uno de los Blackey del fuerte Santa Rosa se inutilizó, pero lo más importante fue que una bomba alcanzó a penetrar por una de las puertas y vino a explotar junto a unos paquetes de pólvora, lo que dio lugar a una formidable explosión, que destruyó la torre, dando muerte a sus defensores y entre ellos, al ministro José Gálvez.

Por el norte, la Villa de Madrid, casi al comienzo de la lucha, recibió una granada de 300 libras que, abriéndole enorme brecha, le mató a 35 hombres e inutilizó los tubos de conducción del vapor, por lo cual hubo que pedir auxilio a la Vencedora, que a remolque la sacó fuera de la línea de fuego. Asimismo, la Almansa recibió otro proyectil de 300 libras que le mató 13 hombres e inflamó la pólvora de los guarda cartuchos, el incendio se propagó y la nave se vio obligada a retirarse aun cuando después de algún tiempo volvió a la pelea. En el norte, la Berenguela recibió un proyectil Blackey de 300 libras que la atravesó de parte a parte abriéndole una brecha de 5 metros cuadrados de área, por donde se precipitó el agua. Otro proyectil del mismo calibre penetró en el sollado e incendió la carbonera inmediata al pañol de pólvora y como el buque se inclinase por el lado de babor, no tuvo más remedio que retirarse.

Sólo a las 17:00, cuando ya declinaba el sol, Méndez Nuñez dio la orden de suspender el fuego; a esa hora todavía los cañones del fuerte Santa Rosa disparaban sus tiros contra el adversario.

Retirada de la escuadra española

Los españoles contaron entre sus filas 43 muertos y 157 heridos y se retiraron a la isla San Lorenzo. El 10 de mayo de 1866, después de enterrar a sus muertos, curar a sus heridos y reparar sus navíos en la isla, los españoles dividieron su escuadrón. Una parte, la Numancia y cuatro de las fragatas de madera, las más dañadas, se dirigieron hacia las Filipinas mientras que el resto, es decir la Resolución, la Reina Blanca y la Almansa, bajo el mando de Méndez Nuñez navegaron hacia el Atlántico sur. Los daños sufridos, las bajas y la falta de equipo militar y personal hicieron desistir a Méndez Nuñez de atacar otros puertos peruanos –como previamente se lo había indicado su gobierno- y sugerir a sus superiores en Madrid no enviar una nueva expedición a aguas chilenas y peruanas. Sin embargo, anticipando una eventual reanudación de las hostilidades, el almirante distribuyó sus naves entre los puertos neutrales de Río de Janeiro y Montevideo, mientras aguardaba la posibilidad de refuerzos de Madrid.

El 5 de mayo, tres días después del combate del Callao, frente a las costas de Uruguay, los blindados peruanos volvieron a capturar una nave española, el bergantín Manuel, que fue hundido por la Independencia después de evacuar a su tripulación. Posteriormente, el día 7 de mayo, el Huáscar apresó a la corbeta hispana Petite Victoria y la despachó como presa al Callao. El 25 de mayo mientras los blindados se acercaban al Estrecho de Magallanes a una velocidad de diez nudos, estuvieron a punto de encontrarse con la división española de Méndez Nuñez, que por precaución, a última hora, decidió utilizar el Cabo de Hornos. De lo contrario se hubiera producido un duelo naval de envergadura en aguas internacionales. Finalmente, tras cruzar el Estrecho de Magallanes, los blindados se unieron a la escuadra aliada en Valparaíso y se pusieron bajo las órdenes del almirante chileno Manuel Blanco Encalada, quien aún se desempeñaba como comandante en jefe de las fuerzas navales aliadas.

Con estos refuerzos, el Perú y Chile decidieron renovar la lucha, pero esta vez en la ofensiva para castigar a los españoles por todos los daños infligidos a los puertos de ambos países. Los aliados estaban convencidos que los nuevos blindados iban a equilibrar el balance de fuerzas. Aquellas modernas naves fácilmente estaban en capacidad de poder atacar puertos en la Península Ibérica, incursionar en las colonias españolas o confrontar a la escuadra peninsular en el Pacífico. El gobierno de Chile sin embargo, favorecía una estrategia un poco más conservadora que contemplaba ejecutar un ataque masivo al debilitado escuadrón español en las costas sudamericanas del Atlántico. Los temores chilenos no resultaban tan infundados pues un tiempo después España despacharía al Atlántico a la fragata de hélice Gerona, la cual cerca de Madeira, capturaría al crucero chileno de 2000 toneladas de la clase Super Alabama, Tornado, que navegaba sin artillería desde Inglaterra hacia Chile bajo el nombre código Cantón.

Para España la victoria fue suya, pues era una operación de castigo y no una invasión. Para Perú y Chile, ellos habían ganado, pues los buques españoles se habían retirado, cumpliéndose lo que dijera Mariano Ignacio Prado el día 1 de mayo en su arenga:
«Mañana probaremos a nuestros enemigos, por tercera vez, que es invencible el pueblo que combate por su honra y libertad».
General EP Mariano Ignacio Prado (1 de mayo de 1866, antes del combate del 2 de mayo de 1866.)


Término de la Guerra

En 1871, se firmó en Washington, un convenio de armisticio por tiempo indefinido entre España, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.

España y Perú firmaron finalmente un tratado de paz y amistad en 1879, por el que se reconocía la independencia peruana y se establecían relaciones diplomáticas entre ambos países. También en 1879 se firmó el tratado de paz con Bolivia. La paz definitiva entre España y Chile se firmó en 1883, en Lima (Perú), durante la ocupación chilena durante la Guerra del Pacífico. Por último, la paz con Ecuador se firmó en 1885.

Consecuencias de la guerra

La guerra contra España significó para América del Sur y especialmente Perú, la consolidación de su independencia y la recuperación de las islas Chincha; para Chile, significó la pérdida de su flota mercante y de su hegemonía comercial en el Pacífico (con la destrucción de los Almacenes Fiscales de Valparaíso), aunque con el pasar de los años se recuperó gracias al resurgimiento de los puertos de Valparaíso y San Antonio. Reanimó el sentimiento de solidaridad y confianza de que permaneciendo unidos podían resistir cualquier propósito de conquista que hacia ellos tuvieran los países europeos.

Para España solo supuso un malgasto de valiosos recursos navales. La idea de esta expedición era simplemente demostrar que España aún se podía contar entre las potencias europeas. Sin embargo tras un breve renacer patriotero, la guerra solo acentuó la incapacidad del gobierno de Isabel II. En ningún caso pretendía España reconquistar nada, por lo que la firma del tratado de paz y el reconocimiento de la independencia de Perú, no suponía ningún esfuerzo y, por otra parte, la flota española volvió relativamente intacta tras causar graves daños al enemigo. La incapacidad del gobierno español en política internacional que supuso esta guerra, movida solo por razones de prestigio ajenas a la mayoría del pueblo español, fue, entre otras causas, el desencadenante de la Revolución de 1868 en España”.

Como verás, fue una guerra de baja intensidad, con muy pocos muertos (no llegan al centenar) y escasos daños pese a que duró ocho meses. Fue un enfrentamiento en el que no hubo ni vencedores ni vencidos pese a que ambos bandos, en especial el aliado, se adjudican la victoria. Vuelvo a repetirte, a mi entender el honor lo salvó Perú y, por supuesto, España, que combatió en desventaja. En Valparaíso, no ocurrió nada salvo que para salvar algunas naves mercantes, sus capitanes corrieron a izar banderas norteamericanas y británicas. Todo ese conjunto de hechos (aproximarse a un buque enarbolando una bandera neutral para abordarlo, dejar desguarnecida tu principal ciudad y puerto costero, recibir un ultimátum de 96 horas y no atinar a hacer nada, alejar la flota del que era evidente iba a ser el principal objetivo) es una actitud deshonrosa, al menos para una nación que se jacta de consignas como vencer o morir, ejército vencedor jamás vencido, por la razón o por la fuerza y “prusianos” de América.
Te mando un abrazo.
 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
bueno Aulo, yo realmente no lo veo asi, no me parece humillante en lo mas minimo. es una cuestion de puntos de vistas.
un saludo.
 
Para contribuir con la confusión general, ¿a qué llaman humillante? o mejor hecha la pregunta ¿qué es humillante? el que gana una batalla con una proporción (por poner un ejemplo) de 100 a 1 o el que pierde esa batalla.
Personalmente me parece más humillante es aquel que gana una batalla ya ganada desde el inicio, contra unos valientes que se jugaron hasta la vida ante una batalla que sabían que estaba perdida de antemano, pero pusieron lo que hay que poner.
Asi que para mi es humillante ganar una batalla en esas condiciones.
Por ejemplo, la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania con su Blitzkrieg invadió a Polonia que contaba con una caballería mayormente a caballo y por el otro lado Rusia encima.
Cuando los Aliados en El Pacífico, atacaron la Isla de Iwo Jima, algo así como 21.000 soldados japoneses totalmente aislados sin ninguna posibilidad de ayuda contra 100.000 Infantes de Marina.
Otra, El Combate del Golfo de Leyte, una batalla aeronaval entre Aliados y Japoneses, los primeros con 8 Portaaviones, 18 Portaaviones de escolta, 12 Acorazados, 24 Cruceros, 141 Destructores, Submarinos, Lanchas Torpederas y como 1.500 aviones, contra 8 Portaaviones, 9 Acorazados, 19 Cruceros, 34 Destructores y más o menos unos 300 aviones.
O guerras enteras, como la "Guerra de la Triple Alianza" contra Paraguay en dónde es considerado informalmente como un genocidio.
Yo no voy a juzgar que asi es la guerra, que estos se lo merecían y los otros no, etc.etc.
Yo a lo que voy es ¿son verdaderos humillados los que combatieron en inferioridad de condiciones y por supuesto... perdieron?.
 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
Po
r ejemplo, la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania con su Blitzkrieg invadió a Polonia que contaba con una caballería mayormente a caballo
es un mito...sacado de contexto por parte alemana para insultar a los polacos (que en europa, a los polacos lo tienen catalogados de brutos), pero que al tiempo, esa "sacada de contexto", termino modificandose en la vision popular, quedando como una idea romantica de un combate, que ... no existio.
un abrazo
 

Procer

Colaborador
Para mi, (lo postee pero no salio!!), un ejemplo de este tipo de humillante derrota fué la Batalla de la Isla de Savo, en Agosto de 1942 en guadalcanal, 8 buquesjaponeses contra una flota de 23 barcos de guerra aliados, saldo?..gracias a la sorpresa y a los long lancers (torpedos japos), 4 cruceros pesados hundidos aliados, 110 muertos, contra solo 58 japos...sin buques hundidos..paliza y papelon
 
Para mi, (lo postee pero no salio!!), un ejemplo de este tipo de humillante derrota fué la Batalla de la Isla de Savo, en Agosto de 1942 en guadalcanal, 8 buquesjaponeses contra una flota de 23 barcos de guerra aliados, saldo?..gracias a la sorpresa y a los long lancers (torpedos japos), 4 cruceros pesados hundidos aliados, 110 muertos, contra solo 58 japos...sin buques hundidos..paliza y papelon

Ahí está, esta es una batalla humillante, como se dice, fueron por lana y salieron trasquilados...
 
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