Vamos a ver. Israel se saca de la manga el número de de sus interceptaciones, que llegan casi al 100%.
Los misiles le seguirán llegando y, en cambio, cada vez decaerá más la defensa. ¿Cuántos Arrow-4 tiene Israel? Estoy convencido que no muchos porque cuestán un riñón, como el F35 y sus vuelos ruinosos. Y esto es un juego de saturación e insistencia. Lo sabremos relativamente pronto porque coincidirá con las "ganas de llegar a un acuerdo".
¿Israel ha destruído la capacidad misilística de Irán? La realidad es que no. Y tiene lógica porque es el principal valor militar de Irán. ¿Destruirá su capacidad nuclear? Si acaso la retrasará, pero no la conseguirá destruir nunca a no ser vaya allí caminando directamente. No es Irak.
Es cuestión de matemáticas. Pero si lo hemos vivido en Ucrania todo el rato!!!. Es lógico, quieren dar la sensación de "control". Pero la cosa está absolutamente fuera de control. Y eso es lo "real".
Mira, decir que Israel “se inventa” las tasas de interceptación es como taparse los ojos ante algo que está más que comprobado. No solo Israel lo dice: países como US y UK, que son aliados clave, han validado una y otra vez la efectividad de sus sistemas de defensa aérea. Estamos hablando de una tecnología de punta, con una coordinación que pocos países en el mundo pueden igualar. Frente a ataques masivos, que podrían saturar cualquier defensa, Israel ha demostrado que puede responder con éxito. Y no es que se quede en el pasado: sus sistemas se modernizan constantemente, se adaptan a las nuevas amenazas y se refuerzan gracias a alianzas estratégicas sólidas. Su defensa está pensada en capas, como una cebolla, para no depender de un solo sistema, como el Arrow-4. Sí, estos sistemas son caros, pero cuando vives bajo amenaza constante, proteger a tu gente no tiene precio. Además, mucho de ese costo lo cubren acuerdos con otros países, así que no es un gasto que Israel asuma solo.
Sobre Irán, no es que Israel haya querido arrasar todo su arsenal misilístico, porque esa no es la estrategia. La idea es mantenerlo a raya, ir desgastándolo poco a poco y hacer que a Irán le cueste caro, tanto en recursos como en política, usar esos misiles. Lo mismo pasa con su programa nuclear: el objetivo no es destruirlo de un solo golpe, sino retrasarlo, complicarlo y exponerlo al mundo. Y en eso, Israel lleva más de diez años teniendo éxito con operaciones encubiertas, ciberataques y sabotajes en instalaciones clave. Pensar que solo una invasión total resolvería el problema es no entender cómo funcionan estas estrategias más discretas, pero igual de efectivas.
Comparar esto con la guerra en Ucrania, la verdad, no tiene mucho sentido. Son realidades completamente diferentes. Israel tiene una autonomía tecnológica impresionante: fabrica sus propios sistemas de defensa, sus drones, misiles, inteligencia artificial y hasta satélites. Ucrania, en cambio, depende casi al 100% de la ayuda militar extranjera, desde equipos hasta entrenamiento y logística, que encima es bastante frágil. Israel no está invadido ni al borde del colapso. Tiene el control total de su espacio aéreo, sus fronteras clave, su infraestructura energética y militar, y toma sus propias decisiones sin dudar. Decir que solo “parece” que tiene el control es pasar por alto que, en la práctica, lo tiene y lo demuestra con una eficacia que incluso sus adversarios reconocen.