La búsqueda de organismos de investigación y fuerzas armadas por soluciones y capacidades más eficientes en términos de defensa aérea no se detiene. Desde los últimos años un creciente número de países viene incursionando en las pruebas y demostraciones con armas de energía dirigida, comúnmente referidas como láser, a fin de hacer frente a un mayor número de amenazas aéreas, como el caso de UAV. Uno de los últimos hitos alcanzados en este incipiente campo de aplicación militar ha sido logrado por el Reino Unido con las pruebas realizadas con su nuevo sistema DragonFire.

Desarrollado en conjunto por el gobierno del Reino Unido (a través de su red de laboratorios) y empresas asociadas, como MBDA, Leonardo y QinetiQ, el DragonFire se presenta como un nuevo sistema de armas de energía dirigida por láser. Su empleo, según lo informado el 19 de enero por el Ministerio de Defensa británico, busca hacer frente a objetivos aéreos más rápidos, agiles y numerosos en el campo de batalla. El empleo generalizado de drones, tanto comerciales como militares, hace que emplear sistemas tradicionales de misiles o artillería sea desde lo económico ineficiente, buscando por tal motivo soluciones que se adapten a este panorama.

En base a lo anunciado por la cartera de defensa británica, recientemente tuvo lugar una prueba de tiro del DragonFire contra objetivos aéreos. No obstante, en su comunicado, se ha expresado de manera enfática que el rango instrumentado del sistema láser es clasificado, solo indicando que puede hacer frente diversas amenazas a grandes distancias.

Al respecto, fue expresado que: “DragonFire aprovecha la tecnología del Reino Unido para poder ofrecer un láser de alta potencia en largos alcances. La precisión requerida equivale a lanzar una moneda de £1 a un kilómetro de distancia”. Añadiendo: “Las armas de energía dirigidas por láser pueden atacar objetivos a la velocidad de la luz y utilizar un intenso haz de luz para atravesar el objetivo, lo que provoca fallos estructurales o resultados más impactantes si el objetivo es la ojiva. Encenderlo durante 10 segundos equivale al coste de utilizar un calentador normal durante sólo una hora. Por lo tanto, tiene el potencial de ser una alternativa de bajo costo a largo plazo para ciertas tareas que realizan actualmente los misiles. El coste de funcionamiento del láser suele ser inferior a 10 libras esterlinas por disparo.”

Si bien su diseño es incipiente, la Royal Navy se hizo eco de estas nuevas demostraciones del DragonFire y las capacidades que podría brindar a sus plataformas navales, emulando lo observado en desarrollos similares por parte de las Armadas de Estados Unidos y Alemania. Desde la fuerza naval indicaron que, al día de la fecha, estos nuevos sistemas de armas de energía dirigida no pueden ser instalados en sus actuales buques, pero esto podría cambiar con la incorporación de las nuevas fragatas Tipo 26 y Tipo 31 siendo construidas en astilleros del Reino Unido.

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