El 14 de diciembre, el gobierno de Estonia anunció que enviará un nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania con un valor aproximado de 80 millones de euros, el cual incluye misiles anti-tanque FGM-148 Javelin. Este forma parte de una estrategia que el país báltico está planificando a largo plazo, con el fin de continuar apoyando a las Fuerzas Armadas Ucranianas dado el contexto de guerra.

Continuando con el comunicado del Ministerio de Defensa de Estonia, el nuevo paquete de asistencia militar está diseñado para maximizar los beneficios en relación a Ucrania, sin desatender los asuntos de defensa locales. Este incluye, como ya hemos mencionado, misiles anti-tanque FGM-148 Javelin pero también ametralladoras, vehículos, municiones, equipos de buceo, embarcaciones y otros equipos necesarios. Cabe aclarar que las cantidades exactas de cada una de estas provisiones no han sido reveladas por cuestiones de seguridad.

Al respecto, el Ministro de Defensa estonio, Hanno Pevkur, destacó la importancia de los suministros fundamentalmente por las necesidades que tiene Ucrania e incentivó a que el resto de los aliados se sumen a la asistencia. En textuales palabras expresó: “El régimen ruso está apostando a que el mundo libre renuncie a su apoyo a Ucrania (…) continuaremos brindando un apoyo significativo y sostenido a Ucrania hasta que Ucrania haya ganado la guerra. Lo que está en juego no es sólo la seguridad de Ucrania, sino también la seguridad de Estonia, la transatlántica y la global en su conjunto”. 

Tal y como hemos mencionado, el FGM-148 Javelin es un sistema antitanque portátil, de un peso un tanto menor a 21 kilogramos. Está integrado por una unidad de refrigeración de batería (BCU), una Unidad de Comando y Lanzamiento (CLU) reutilizable y un tubo contenedor del misil. Dada su mejoría, hoy en día su alcance tiene hasta 4 kilómetros, duplicando el alcance original, el cual era de 2 kilómetros. Esta característica en particular hace que el FGM-148 Javelin pueda ser utilizado contra vehículos blindados y ligeros como así también contra búnkeres y edificios. 

Asimismo, el misil anti-tanque Javelin opera con dos modos de ataque. Uno es de ataque directo, en este caso el misil adopta una trayectoria directa desde el operador hasta el objetivo y se usa generalmente para posiciones enemigas fuertes o aeronaves de ala rotatoria. Mientras que el otro modo es el “Top Attack”, el cual está diseñado para destruir objetivos blindados, especialmente tanques.  Con lo cual, la capacidad de atacar es diversa y flexible, lo que le permitirá a Ucrania elegir el modo de operación en torno al objetivo que se presente. Siguiendo con esta línea, Pevkur hizo hincapié en la importancia de que Estonia suministre este tipo de equipamiento a Ucrania no solo por sus capacidades operativas sino también, teniendo en cuenta el equipamiento del cual dispone Rusia y la inversión que hace para ello.

Al respecto, es importante aclarar que no es la primera vez que Estonia le brinda ayuda a Ucrania sino que esta se ha estado incrementando con el transcurso del tiempo.

Acerca de la asistencia militar de Estonia a Ucrania desde la invasión rusa

Desde el 2022, año en el cual comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania, la ayuda a este último país por parte de Estonia ha ascendido al 1,4% de su PIB aproximadamente (o el equivalente total de 500 millones de euros). Esta ayuda se refiere a diferentes tipos de armas, equipos de protección y suministros médicos e incluso se tiene en cuenta, el citado nuevo paquete de asistencia militar.

Como hemos mencionado anteriormente, Estonia además se ha comprometido a llevar a cabo una estrategia a largo plazo para ayudar a Ucrania, de la cual forma parte este nuevo paquete. En este sentido, la idea es asignar específicamente el 0,25% del PIB anual para asistencia militar a Ucrania durante los próximos cuatro años. Este compromiso, el cual convierte a Estonia en uno de los principales países donantes a Ucrania en términos militares, según Pevkur, está basado fundamentalmente en la seguridad ucraniana y en la de Europa en su totalidad.

En resumidas cuentas, el objetivo no está abocado a una asistencia militar reducida solamente a equipamiento sino que el fin es que la misma sea amplia, diversa y a largo plazo, incorporando hospitales de campaña, suministros médicos e incluso alimentos, entre otros suministros. De manera tal que, como ha expresado el Ministerio de Defensa de Estonia, la ayuda sea completa y abarcativa, resultando más provechosa para la seguridad de Ucrania en particular y del territorio europeo en general.

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