Con operativos consecutivos, Eco III y Basalto II, el Ejército Paraguayo realizó varios movimientos en la zona roja de la frontera con Brasil, en los departamentos de Concepción, Amambay, Alto Paraná, Alto Paraguay y Canindeyú.

Estas zonas de frontera seca y húmeda (por el Río Paraná) son consideradas de alta peligrosidad por ser boscosas y de proliferación de cultivos ilegales de marihuana; además considerados de tránsito para organizaciones criminales brasileñas como los conocidos Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.

En Eco III, el Ejército Paraguayo a través de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), junto a personal de la Policía Nacional y la Secretaría Antidrogas, lograron un golpe avaluado en más de USD 2.500.000 al narcotráfico con más de 25 hectáreas de marihuana destruidas y campamentos de acopio suprimidos.

Mientras que Basalto II se ha convertido en un operativo insignia dentro del Ejército Paraguayo, en conjunto con efectivos del Ejército de Brasil. Desde el lado brasileño el operativo se llama Ágata Oeste.

En Basalto II, operativo aún activo, participan Ejército, Armada y Fuerza Aérea; además de los órganos gubernamentales Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior, Policía Nacional, Secretaría Nacional Antidrogas, Dirección Nacional de Ingresos Tributarios y Dirección de Material Bélico.

Con un personal de más de 1.000 efectivos de Fuerzas Armadas y más de 800 efectivos de Policía Nacional del Paraguay, aeronaves Tucano y helicópteros de la Fuerza Aérea, 14 lanchas de la Armada para cubrir los ríos Paraná, Paraguay y Apa; y más de 140 vehículos terrestres rastrillando las zonas fronterizas con Brasil. En cuanto a resultados, de momento, Basalto II suma más de USD 8.200.000 de lucro cesante para las organizaciones criminales que operan en la zona.

DESTACAMENTO INSTALADO Y ACTIVO

En charla con el coronel Luis Apesteguía de la Fuerza de Tarea Conjunta del Ejército Paraguayo, expresó la instalación de la nueva Subárea de Pacificación en el departamento de Canindeyú, la cual fue ordenada por el presidente Santiago Peña.

Ocupamos ahora un lugar incautado previamente que nos sirve como base. Tenemos personal suficiente del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, tenemos vehículos blindados livianos, la posibilidad de apoyo aéreo, tenemos dos aeronaves de ala rotativa que pueden apoyarnos constantemente”, comentó a Zona Militar el coronel Apesteguía.

Recientemente, este destacamento tuvo que apoyar al Ministerio del Interior y a la Policía Nacional en un amotinamiento dentro de la penitenciaría de Pedro Juan Caballero que fue controlado con los efectivos militares de la FTC. 

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1 COMENTARIO

  1. No la tienen fácil los hermanos paraguayos. Esa zona es de extrema peligrosidad, dado que los narcos cuentan con muchos medios y armamento que no tiene nada que envidiar a las fuerzas del estado. La implicancia de los delincuentes brasileros complica mucho las cosas para ellos.

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