Gracias a una serie de imágenes que se viralizaron en las últimas horas, se pudo apreciar como avanza la recuperación de último Fokker F-28 de la Fuerza Aérea Argentina, el T-51. Las fotos en cuestión muestran al tercer ejemplar resucitado luciendo su nuevo esquema y el nombre “2 de abril” en uno de sus laterales, esto último en consonancia con la costumbre adquirida por la FAA en bautizar a sus aeronaves con fechas o lugares relacionados a la Guerra de las Malvinas e islas del Atlántico Sur.
Los avances en la puesta a punto del Fokker T-51 forman parte de la iniciativa impulsada por la Fuerza Aérea para recuperar todos aquellos sistemas de armas que aún mantienen un remanente de vida útil, trabajos que no están ajenos de algunos desafíos de magnitud ya que hablamos de medios que suelen contar con sus líneas logísticas discontinuadas, por lo que la obtención de componentes y servicios resulta complejo y, en algunos casos, oneroso.
Esto situación de resucitar sistemas veteranísimos ha sido impulsada por la decisión obligada de recuperar antes que comprar, ya que la estrechez presupuestaria consuetudinaria que sufren las Fuerzas Armadas Argentinas no permite hacer frente a una acuciante demanda de medios modernos, lo que a devenido en la tan temida obsolescencia en bloque.
Volviendo al Fokker F-28 en cuestión, su recuperación demuestra una vez más el esfuerzo silencioso del personal técnico de la Fuerza Aérea, el cual tienen bien ganado el título de “magos”. Sin embargo, pese a las habilidades y capacidades locales, para algunos trabajos se debe recurrir al extranjero, tal como fue el caso de la reparación del motor Rolls Royce Spey 555-15P S/N 9761. La FAA recurrió a la contratación directa de la compañía Dallas Airmotive, la cual no solo debía ejecutar la reparación de la planta propulsora, sino que además tenía ofrecer una garantía de por lo menos 750 Horas de Vuelo o 6 meses para de los componentes o accesorios que se instalen.
La mencionada contratación forma parte del proceso que se está realizando con el T-51 (ex T-02), aeronave para la cual ya se había licitado a mediados de abril de 2022 el servicio de inspección de mesa y reparación del motor Spey 555-15P, S/N 9125.
Imagen de portada compartida por un seguidor.
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Los Fokker son excelentes, dando por tierra los argumentos acerca de la inviabilidad de los proyectos viejos, de ser actualizados.
Si desperdiciamos lo que tenemos, solo le hacemos el juego al enemigo, al acecho hoy día
Seguimos recuperando aviones de pasajeros para una FAA desarmada. Bien!
Coincido con Csar. Espero se hayan terminado los aviones de pasajeros °a recuperar°. Por otra parte….°Sin embargo, pese a las habilidades y capacidades locales, para algunos trabajos se debe recurrir al extranjero°…..resulta imposible de avanzar solo con esas virtudes para tales recuperaciones. la antigüedad de esos aviones, la extinguida producción en serie de las mismas, la dificultad y costo de repuestos obsoletos /vencidos a obtener en un mercado reducido disponible y muchas veces sospechados de seriedad en sus negocios (me imagino lo que debe costar lograr repuestos con la debida y °trazabilidad y los precios que por ellos se piden) y el tiempo por el cual se piense sigan operativos, no deben ser cosas menores a analizar para llegar a la ACEPTABILIDAD de asumir tales modos de accion.
De los cinco primeros aviones FK 28 que iniciaron su operación en la FAA durante 1975, creo que son los tres recuperados. Al menos el 92 y 93. Hace 48 años.
Excelentes sí, pero poner en vuelo un avión de más de 40 años es un delirio.
El de la nota era avión presidencial…¿antes pasó por la Fuerza Aérea?
Alejandro, el 51, el 52 y 53 se incorporan a la FAA, nuevos, en el año 75, Al igual que el 55 y 54. Ya entonces Presidencia de la Nación contaba con FK 28 en el cual recibieron doble comando algunos de los pilotos antes de iniciar los traslados desde Ámsterdam en donde estaba la planta de la Fokker.
En mi referencia del 22 de mayo 11:45 hay un error, debe decir …..52 y 53…. en lugar de 92 y 93. T 91, T 92 y T 93 fueron las matriculas de los tres Caravelle que, provenientes de Aerolíneas Argentinas, volaron en la FAA entre 1973 y enero de 1975. Justamente la llegada de los FK 28 relevaron a los Caravelle.