La Guerra de Ucrania sigue dando de qué hablar en todo el mundo, tanto a nivel militar como político y económico. En el transcurso de la semana, los combates se fueron recrudeciendo en dos frentes muy importantes: Bakhmut y Avdiivka.
Ambas ciudades se encuentran completamente rodeadas, pero empecemos por Bakhmut. Esta misma se encuentra en un 70% dominada por los rusos, según declaraciones de Yevgeny Prigozhin, líder del ejercito privado Wagner.
Para ser precisos, los combates en Bakhmut se están dando en el centro de la misma. Las imágenes que llegan desde el frente muestran la ferocidad con la que ambos bandos luchan. Muchos foros aficionados a temas militares la comparan con la famosa batalla de Stalingrado, dado a la similitud de los combates casa por casa. Es correcto afirmar que esta ciudad ucraniana representa un dolor de cabeza para Rusia. Desde el comienzo de las ofensivas sobre ella, el Kremlin ha perdido una cantidad incontable de tropas y equipamiento. Es difícil dar un número, dada a la desinformación que ronda entre ambos bandos. Hace tan solo unos días se pudo ver un tren ruso repleto de vehículos de combate T-55 dirigiéndose al frente de batalla.
El T-55 es un tanque de los años 50 y seguramente una gran cantidad fueron devueltos a la vida luego de estar alojados en galpones durante décadas. Esto significa que Rusia tal vez no quiera arriesgarse a perder su material más nuevo y potente. La producción militar rusa no estaría cumpliendo las expectativas de Putin y su ejército, por lo que deben recurrir al armamento soviético en desuso. Claramente Ucrania también pierde mucho material. El único motivo por el cual la batalla por Bakhmut se mantiene a día de hoy es para causar la mayor cantidad de bajas a los rusos, como mencioné la semana pasada.
Lo curioso es que no se ven videos de soldados ucranianos replegándose del campo de batalla. Esto puede ser una estrategia propagandística, como también puede que aún no hayan dado la orden de repliegue. Pero a decir verdad, la ciudad de Bakhmut se encuentra pronto a caer y todo indica, por los avances de la semana, que la próxima ciudad en ser asediada será Kramatorsk, el objetivo de Putin.
Por otro lado, Avdiivka ha sido rodeada desde el norte y el sur. Esta ciudad representa un punto muy importante para los rusos ya que pueden encerrar a todas las tropas que aún resisten en la ciudad y en los poblados cercanos. A su vez, Avdiivka cuenta con una importante red ferroviaria que conecta con otras ciudades importantes del Oblast de Donetsk. Lo cierto es que todavía no han comenzado las ofensivas hacia el interior de la misma, pero todo parece indicar que próximamente tendremos combates muy intensos por el dominio de la ciudad. Ucrania, por su parte, todavía no mueve piezas en el tablero de batalla. Probablemente, y según expertos militares de la OTAN, se estén preparando para una contraofensiva a gran escala que llegará en la primavera ucraniana.
A su vez, las dos figuras mas importantes del momento, Vladimir Putin y Volodimyr Zelensky, han visitado distintos lugares del frente. El mandatario ucraniano se ha dirigido hacia Bakhmut para entregar medallas a los soldados que combaten allí. Putin, por su parte, se dirigió a Mariupol y fue recibido por la población local con euforia. Obviamente no se hizo esperar el rechazo de la comunidad internacional. Durante la semana el tribunal de la HAYA pidió la detención del líder ruso a toda costa, calificándolo como criminal de guerra.
El líder del Kremlin también se ha reunido con el dictador chino Xi Jinping, donde estrecharon manos y firmaron numerosos acuerdos económicos y militares. Cuyo objetivo principal es el fortalecimiento de ambos países de manera conjunta.
Pero la noticia más alarmante transcurrió el 14 de marzo, donde un dron Reaper estadounidense armado fue derribado luego de colisionar con un caza ruso en pleno Mar Negro. Las autoridades de Estados Unidos mostraron su desconformidad con el accionar de Rusia, pero a su vez los rusos expresaron su rechazo a cualquier presencia norteamericana en las cercanías de su país o zonas de comercio. Como si fuese poco, el 21 de marzo un bombardero pesado B-52 estadounidense fue interceptado por un Su-35 ruso cuando se encontraba volando por el Mar Báltico. Ambos países juegan con fuego y esperan el detonante que puede poner en jaque la paz mundial.
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