Vietnam

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por BRECHE


Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 33) :


19.- La operación “Hirondelle” (“Golondrina”) (parte 01) :

En julio de 1953, “Hirondelle”, fue una de las operaciones aerotransportadas más brillantes en cuanto a lo bien planeadas y ejecutada que se realizó en la Guerra de Indochina.

La operación “Hirondelle”, fue un golpe tipo comando, ejecutado por los paracaidistas del general Gilles, sobre una de las ciudades más importantes del Noreste : Lang Son, abandonada tres años antes en la retirada de la RC 4 (Ruta Colonial 4), dejando los depósitos intactos por Constans “el magnífico”, el coronel a cargo de la guarnición.

El general Gilles, tenía un plazo de cuarenta y ocho horas para ejecutar su maniobra, el tiempo en que dos divisiones del Viet-minh operarían un relevo.

Golpeó el 17 de julio, lanzando dos batallones sobre la ciudad. En dos horas, y sólo al precio de dos muertos, Bigeard con el 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales) se ampara de un primer depósito. A medio día, Tourret, el jefe del 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque), el otro batallón, penetra en el segundo depósito. Junto a éste último batallón salta una SGP (Section de Génie Parachutiste-Sección de Ingenieros Paracaidistas, que a futuro se transformará en la 17ª Compagnie Parachutiste du Génie-Compañía Paracaidista de Ingenieros).

A las cuatro ya está efectuado el inventario del botín. Es impresionante : mil fusiles ametralladora “Skoda” en cajas, completamente nuevos, seis camiones “Molotova”, unos quince mil litros de gasolina, con lo que se podía organizar unos bonitos fuegos artificiales. Sin contar con toneladas de víveres, de medicamentos y de uniformes militares, y con armas individuales en número importante. Para las actividades de demolición se usa la SGP. Se destruyeron más de 5.000 toneladas de depósitos enemigos.

El repliegue se lleva a cabo por la RC 4 hacia Tien Yen. Para esto se lanza al 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) y otra SGP en Loc Binh, para asegurar la retirada. Mientras tanto el GM 5 (Groupe Mobile-Grupo Móvil), es llevado por vía marítima desde Haiphong y desembarcado en Tien Yen, para traer a los paracaidistas de vuelta. Los barcos esperan en ese lugar su regreso con los paracaidistas. La unión de la columna de paracaidistas replegándose con el GM 5 se produce en Dinh Lap. Desde allí todo el contingente se repliega hasta Tien Yen, donde los paracaidistas son llevados por los barcos a Hanoi vía Haiphong.





Plano de ejecución de la operación.



Cuarenta y ocho horas más tarde y efectuado el repliegue sin dificultades, Gilles recibe a “sus” paracaidistas en Tien Yen, va de un grupo a otro, con los labios hacia adelante y moviendo la cabeza sin decir palabra.

Las palabras, las deja para los otros, esos generales locuaces y entusiastas que revolotean alrededor de Cogny, el cual contagiado por el ambiente, exclama con gran énfasis : ¡Bien por los paracaidistas! Frase que se hará famosa.....


Veamos como fue esta operación......pero en imágenes (casi como fotonovela) :





El 17 de julio de 1953, hacia las 8 de la mañana, el teniente Rivier, el médico-jefe del 6° BPC observa su unidad en pleno de lanzamiento (al norte de Lang Son), a lo largo de la RC 4, durante la operación “Hirondelle”. Esta operación tuvo como objetivo destruir los depósitos de materiales y de armas, situados cerca de la ciudad, ocupada como punto de distribución de la ayuda de la República Popular de China al Viêt-minh desde octubre de 1950. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Paracaidistas de una de las dos CIP (Compañía indochina Paracaidista) del 6° BPC observan un lanzamiento al principio de la operación “Hirondelle”. Un mortero de 60 mm. es visible al primer plano, identificándolos como miembros de una sección de apoyo. Se distingue algunas bufandas de color que identifican las CIP del 6° BPC : bufanda amarilla para la 6ª CIP (teniente Magnillat) o blanca para la 26ª CIP (capitán De Wilde). Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Paracaidistas del 6° BPC en la operación “Hirondelle”. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, el teniente Magnillat (a la izquierda), el jefe de la 6ª CIP del 6° BPC está en la entrada de la cueva Tam Thanh en las calizas de Ky Lua, después de que su unidad hubiera encontrado allí una parte de las existencias de armas y de materiales del Viêt-minh. El acceso estaba defendido por dos ametralladoras que fueron silenciadas, una por un disparo de bazuca de la 6ª CIP, el otro por un avión F8F “Bearcat”. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Uno de los camiones soviéticos Molotova escondidos en la cueva Tam Thanh, designada como N°13 en los planes de la operación, en las calizas de Ky Lua, encontrados por la 6ª CIP del 6° BPC durante la operación “Hirondelle”. En la foto también se distingue una pequeña parte de las existencias de armas y de materiales de Viêt-minh (fusiles ametralladoras Skoda, cohetes de SKZ, miles de litros de combustible, motores nuevos, municiones de todo tipo y calibre, etc.). Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Fusiles ametralladores checos Skoda y cohetes de SKZ (Sung Khong Zat : cañón sin retroceso) encontrados en las cuevas de Ky Lua por la 6ª CIP del 6° BPC durante la operación “Hirondelle”. 1000 fusiles ametralladoras tipo Skoda (repartidos en 250 cajas) serán encontrados en la cueva Tam Thanh, de los que algunos serán guardados como pruebas de la ayuda china al Viêt-minh, el resto fue destruido. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, paracaidistas de la 6ª CIP del 6° examinan fusiles ametralladoras checas Skoda y cohete de SKZ, sacados de cajas del ejército de la República Popular de China, encontradas en la cueva Tam Thanh, situada en las calizas de Ky Lua, cerca de Lang Son. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





El comandante Bigeard, el jefe del 6° BPC, en el curso de la operación “Hirondelle” que pretende destruir existencias importantes de armas y de materiales en las cuevas de las calizas de Ky Lua, en Lang Son. Foto sacada el 17 de julio de 1953.

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Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 34) :


19.- La operación “Hirondelle” (“Golondrina”) (parte 02) :





De la izquierda a la derecha, algunas “figuras” del 6° BPC durante la operación “Hirondelle” : el sargento primero Balliste, el sargento Gosse y el adjunto Prigent, que morirán todos en Diên-Biên-Phu y el cabo Cazeneuve, que será uno de los pocos supervivientes de la 12ª Compañía del teniente Trapp. Todos llevan sombreros de selva de confección local (específicos al batallón), pronto serán reemplazados por la mítica “gorra Bigeard”. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, la evacuación sanitaria de un herido de una unidad paracaidista por uno de ocho helicópteros de tipo Sikorsky S-51 de los que dispone el CEFEO (Cuerpo Expedicionario francés en Lejano Oriente). Los compañeros del herido, la mayoría del 6° BPC, lo instalan en el helicóptero en una camilla, con la que está equipado. Foto sacada el 17 julio de 1953.





En la fase inicial de la operación “Hirondelle”, dos paracaidistas del 8° Choc, armados con un fusil ametrallador FM 24/29 y una sub-ametralladora MAT 49, beben té ofrecido por un habitante de Lang Son. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, tres paracaidistas del 8° Choc, posan ante un letrero de la carretera en Lang Son. Esta fotografía es histórica, ya que los franceses nunca más llegarán hasta allí, tan al norte. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, un paracaidista del 8° Choc armado con un fusil ametrallador FM 24/29, está en la esquina de un edificio cerca de cartel de propaganda de la República Popular de China. Su batallón es encargado de tomar y retener Lang Son, y de prestar asistencia al 6° BPC para encontrar y destruir los depósitos del Viêt-minh en las calizas de Ky Lua. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, un sirviente de fusil ametrallador FM 24/29 del 8° Choc consulta un anuncio de propaganda china que alaba la potencia del ejército de la República Popular de China, que abastece una enorme asistencia y logística al Viêt-minh (1.000 toneladas al mes en 1953, 4.000 toneladas en 1954). Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Paracaidistas del 8° Choc, sirviendo un fusil ametrallador FM 24/29, están prestos a reaccionar en caso de un contraataque de los elementos Viêt-minh que se desbandaron en el momento del salto de las unidades sobre Lang Son, durante la operación “Hirondelle”. Una treintena de paracaidistas vietnamitas (sección del teniente Boulay) del 6° BPC atacaron directamente el pueblo de Khon Cuong, lo que sembró el pánico en las filas del Viêt-minh. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, mientras que un sirviente de fusil ametrallador FM 24/29 está al acecho, un cabo del 8° Choc armado de una carabina US M1, se informa sobre el dispositivo Viêt-minh cerca de unos habitantes de Lang Son. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





El 17 de julio de 1953, a las 16 horas, se produce la destrucción de los depósitos de armas y de materiales del Viêt-minh, escondidos en las cuevas de las calizas de Ky Lua, por las cargas explosivas puestas por los zapadores-paracaidistas de la SGP. El conjunto de los paracaidistas (2.001 hombres en total) se reagrupó sobre el RC 4 para empezar el repliegue a la señal del teniente coronel Ducourneau, al mando de operación “Hirondelle”.





Llevando un “liner” (casco ligero) modificado “Extremo Oriente”, de un casco M1, el teniente coronel Ducourneau, jefe del GAP 2 (Grupo Aerotransportado) y que dirige el grupo operacional formado para la operación “Golondrina”. Está rodeado por personal de su estado mayor (la boina en tela camuflada “US” es uno de los tocados característicos de las unidades orgánicas del GAP 2). Foto sacada el 17 de julio de 1953.

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Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 35) :


19.- La operación “Hirondelle” (“Golondrina”) (parte 03) :





El teniente coronel Ducourneau (a la izquierda) y el comandante Bigeard, en Lang Son durante la operación “Hirondelle” : los paracaidistas atacan el corazón de un bastión Viêt-minh, destruyen tres meses de aprovisionamiento para dos divisiones enemigas, devuelven pruebas del sostén logístico chino y escoltan a 200 refugiados civiles. Lang Son es para los “coloniales” una ciudad símbolo (combates de 1885, matanza de la guarnición por los japoneses en 1945 y la triste evacuación en octubre de 1950). Foto sacada el 17 de julio de 1953.





El teniente coronel Ducourneau, el jefe del grupo operacional formado por el 6° BPC, el 8° Choc y una SGP, transmite sus órdenes por un equipo de radio SCR 300 mientras que se disipa el humo soltado por los explosivos en la destrucción de los depósitos del Viêt-minh escondidos en las cuevas de Ky Lua, objetivo de la operación “Hirondelle”. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





El reverendo padre Chevalier, capellán del GAP 2, gran aficionado de la fotografía y el cine, toma algunas fotos de lugares típicos durante la operación “Hirondelle”. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, cerca de 200 habitantes de Lang Son aprovechan la presencia de los paracaidistas franceses para huir bajo su protección de la región que está bajo administración del Viêt-minh, desde 1950. En respuesta a la retirada de las tropas francesas de Cao Bang y de Lang Son en octubre de 1950, así como de la tragedia de los combates de la RC 4, que ya hemos tocado en las entregas anteriores, esta zona se hizo un bastión y un eje logístico (vía la frontera china) vital para el Viêt-minh. Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Mientras que las unidades paracaidistas que participan en la operación “Hirondelle” se preparan moverse (después de la destrucción de los depósitos de armas y de materiales del Viêt-minh), habitantes de Lang Son que escogieron evacuar la región, se reúnen la tropa, con el fin de gozar de su protección. La columna de repliegue contará con 200 refugiados (hombres, mujeres y niños). Foto sacada el 17 de julio de 1953.





Durante la operación “Hirondelle”, durante el repliegue en la RC 4, un paracaidista vietnamita del 8° Choc, que fue atendido por el famoso “golpe de bambú”, causado por el calor (40°), repone sus fuerzas un instante. Su papeleta medica, al cuello de su chaqueta camuflada, indica que ha sido asistido por el teniente De Carfort, médico-jefe del batallón. Foto sacada el 17 de julio de 1953.






Paso del río en Sông Ky Kong gracias al sistema de pontones instalado por los zapadores de una SGP sobre Loc Binh con 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), enviada allí como elemento de recepción y cobertura de la columna que se repliega después de la destrucción de los depósitos de Viêth-minh en Lang Son, en el marco de la operación “Hirondelle”. En primer plano, los paracaidistas del 6° BPC y refugiados. Foto sacada el 18 de julio de 1953.






Después de la reunión del GM 5 y las unidades paracaidistas que han participado en la operación “Hirondelle” (en Dinh Lap, el 18 de julio de 1953 hacia las 19 horas), los camiones GMC del GT 515 (Groupe de Transport-Grupo de Transporte), unidad de reserva general basada en Hanoï, trasladan a los paracaidistas a Tien Yen. Foto sacada el 19 de julio de 1953.






Durante la operación “Hirondelle”, un médico del GM 5 asiste a un soldado víctima de una insolación, bajo la mirada de un cabo del 5° REI (Regimiento Extranjero de Infantería), en el curso del repliegue de las unidades por la RC 4 con destino a Tien Yen. Foto sacada el 19 de julio de 1953.






Una de las piezas de artillería del Ejército Vietnamita Howitzer HM 2 (de calibre 105 mm), que apoya con sus disparos, el avance GM 5 por la RC 4, durante el repliegue en dirección a Tien Yen de las unidades participantes en la operación “Hirondelle”. Foto sacada el 19 de julio de 1953.

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Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 36) :


19.- La operación “Hirondelle” (“Golondrina”) (parte 04) :





En el curso de la operación “Hirondelle”, un bulldozer del GM 5 avanza a la cabeza de columna, para despejar los obstáculos (arboles derribados) y reparando los cortes del camino (daños provocados por el monzón) en la RC 4, para permitir al convoy que se replegaba hacia Tien Yen no disminuya su avance. Foto sacada el 19 de julio de 1953.





En el marco de la operación “Hirondelle”, después de haber embarcado a bordo los camiones GMC del GT 515 con los paracaidistas que vuelven de Lang Son, la infantería y los vehículos blindados del GM 5 avanzan por la RC 4 con destino a Tien Yen. Algunos soldados de infantería tuvieron la posibilidad de poder tomar sitio sobre los costados de uno de los carros M 24 “Chaffee” de la escolta (la parte trasera no era buen lugar a causa del gran calor fuerte soltado por el motor). Foto sacada el 19 de julio de 1953.





El LST (Landing Ship Tank) A 656 “Vulcain”, ex LST 490 de la US Navy construido en 1943 y trasladado en Indochina en 1951 en el marco del programa de ayuda de los Estados Unidos hacia Francia y Vietnam, llevado a cabo por el MAAG (Military Advisory Assistance Group). Este barco participa en la operación “Hirondelle” desembarcando elementos del GM 5 en Tien Yen, y luego devolviendo las unidades paracaidistas a Hanoï vía Haïphong. Foto sacada el 19 de julio de 1953.





El almirante Auboyneau (a la izquierda) y el general Cogny vinieron para felicitar a las unidades que habían participado en la operación “Hirondelle”", en su llegada a Tien Yen. Con ellos está el capitán Tourret, al mando del 8° Choc y antiguo asistente del comandante Bigeard en el 6° BPC en el momento de los famosos combates de Tu Lê (16 en el 24 de octubre de 1952, que ya tocamos anteriormente). Foto sacada el 19 de julio de 1953.





En medio de un revoltijo de equipos y de armas, un paracaidista que había participado en la operación “Hirondelle” duerme sobre el puente del LST (Landing Ship Tank) L 9002 “Orne”, que le devuelve a Hanoï vía Haïphong. Foto sacada el 19 de julio de 1953.





Campamento improvisado de los paracaidistas del 6° BPC sobre el puente del LST (Landing Ship Tank) L 9002 “Orne” navegando hacia Hanoï (donde el 6° BPC tiene su guarnición en “Séminaire”) vía Haïphong después del éxito de la operación “Hirondelle”. Foto sacada el 19 de julio de 1953.





A bordo del LST (Landing Ship Tank) L 9002 “Orne” (ex LST 508 de la US Navy), a la altura de Punta Pagoda, un paracaidista del 8° Choc vela el cuerpo de uno de los dos soldados a víctima de una insolación en el curso del repliegue por la RC 4, que se realizó a continuación de la destrucción de los depósitos de armas y de materiales Viêt-minh de Lang Son. En forma de mortaja, el cuerpo del muerto está envuelto en un trozo de velamen de paracaídas. Foto sacada el 19 de julio de 1953.





El general Navarre condecora el estandarte del 6° BPC, que sostiene el jefe del batallón, el comandante Bigeard. Foto sacada en agosto de 1953.


Fuente :

Les Paras (E. Bergot)

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Un dato de "Hirondelle": del GAP con el 2e BEP, 6e GPC, y la II/1er RCP juntaron 2001 paracaidistas, en 60 Dakotas y solo 22 accidentes de salto
 
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por BRECHE
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 37) :


20.- Fotos Paracaidistas Franceses en Indochina entre julio de 1953 y hasta el final del conflicto (excepto operación “Castor” y Dien Bien Phu, que se presentaron en el tema correspondiente) :





Lanzamiento en paracaídas de un batallón paracaidista, en el marco de la operación “Camargue” en Anam, en la región costanera de Quang Tri con la participación del comandante de Bréchignac (“Bréche”), al mando de un grupo de paracaidistas (II/1° RCP). Foto de julio de 1953.

En julio de 1953, se pone en marcha la operación “Camargue” en el Annam Central. El objetivo de la operación es destruir el regimiento 95 y hacer una diversión que permita trabajar el Laos Central Una decena de batallones, entre ellos el II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas), el 3° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas) y los vehículos del 1° REC (Regimiento Extranjero de Caballería) son destinados para la operación.

Es el 28 de julio al amanecer que se pone en marcha la operación. El ataque se pone en marcha a partir de un desembarco en el norte de Hue en una zona de laguna. Se realiza un despliegue importante de vehículos anfibios del 1° REC, diez batallones, paracaidistas, comandos de la infantería de marina, dos grupos de artillería. Pero el resultado decepcionante porque los viets se ocultaron y escaparon, aunque en un primer momento parecen conseguir cercarlos. El regimiento 95 al final se oculta y escapa al cerco y se desvanece en la naturaleza. El 4 de agosto, la operación es desmontada.

La operación no es exitosa; pero las zonas controladas fueron calmadas durante un cierto tiempo, los viets tuvieron que retroceder bastante lejos. Se puede hablar de fracaso en el sentido que no hubo contacto con las tropas viets. Es un semi-éxito, porque el sector quedó tranquilo por relativamente mucho tiempo. Pero un gran fracaso en relación a los medios desplegados.






Un paracaidista (probablemente del II/1° RCP) que acaba de ser lanzado en paracaídas en Anam, en la región costera de Quang Tri, durante la operación “Camargue”, suena del clarín con órdenes. Foto de julio de 1953.





Los paracaidistas del II/1° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas) están preparados la acción, después de haber oído disparos a la salida de un pueblo, durante la operación “Camargue”. Foto de julio de 1953.





Durante la operación “Camargue”, los paracaidistas (probablemente del II/1° RCP) que fueron lanzados en paracaídas en Anam, en la región costera de Quang Tri, avanzan lentamente y con mucha dificultad sobre la arena. Foto de julio de 1953.





Legionario-paracaidista de origen vietnamita del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) poco después de un salto de entrenamiento en Tong, armado de una pistola-ametralladora MAT 49. Viste de una tenida camuflada Windproof, de origen británico. Presenta además una práctica muy difundida en el seno de las tropas aerotransportadas en Indochina, una correa adherida a una argolla en los costados de su casco M1, destinada a evitar la pérdida de éste en caso de desenganche en el momento del salto. Foto de agosto de 1953.





Una batería de un cañón de 75 mm sin retroceso sobre su cureña, del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) en el momento del ejercicio de combate que sigue de un salto de entrenamiento en Tong. Foto de agosto de 1953.





Reagrupación en el suelo de los paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) después de un salto de entrenamiento que precede a un ejercicio de combate a Tong. Foto de agosto de 1953.





En Tong, en el curso de un salto de entrenamiento seguido por un ejercicio de combate, legionarios-paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) se precipitan sobre un paquete que contiene una arma pesada. Foto de agosto de 1953.





En Tong, después de un salto de entrenamiento seguido por un ejercicio de combate, legionarios-paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) liberan un paquete que contiene una arma pesada, de las cinchas que lo adhieren a un armazón tubular destinado a amortiguar su caída en el suelo y los tres paracaídas. Foto de agosto de 1953.





En Tong, después de un salto de entrenamiento con un ejercicio de combate, un equipo (sirvientes de mortero de 60 mm.) de los legionarios-paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) comienza a moverse. El sirviente se desplaza con su pieza completa sobre el hombro (puede ser separada en tres cargas para el transporte: bípode, tubo y placa de base) para minimizar el tiempo de puesta en ejecución. Los sirvientes transportan las municiones en sus embalajes de cartón. Foto de agosto de 1953.





Travesía de un arroyo por paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) en el sector de Hung Yen en el momento de la operación “Brochet”. Foto de septiembre de 1953.





Un legionario-paracaidista de 2ª clase (originario de Hanoï) del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) en el curso de la operación “Brochet”, que pretendía desmantelar el Tieu Doan 42 (batallón 42) de Viêt-minh. Esta vestido con una tenida camuflada “Windproof” británica, entallada y modificada localmente, apodada “piel de salchichón”. Su casco US M1 es modificado “EO” (Extremo Oriente) por el añadido de un barbiquejo de confección local que lo hace apto para el paracaidismo. Foto de septiembre de 1953.





En el curso de la operación “Brochet”, un puesto de mando del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) se ha estado instalado en un pueblo. Entre los equipos colgados en la choza, se distingue una carabina de culata abatible US M1A1 y una emisora de radio SCR 536. Un operador de radio (levantado) asegura el servicio del puesto con un equipo de radio PRC 10 apoyado en su espalda. Foto de septiembre de 1953.





Avance en arrozales de los paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) en el sector de Hung Yen, durante la operación “Brochet”. Foto de septiembre de 1953.





En el curso de la operación “Brochet”, legionarios-paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) avanzan en un arrozal. El primero lleva su metralleta en posición de “seguridad” (con el cargador replegado para evitar una ráfaga accidental), además colocó un paquete de cigarrillos bajo el elástico de camuflaje de su casco, en el sitio donde se acostumbraba poner el paquete de las curaciones. Es seguido por un tirador con un fusil ametrallador tipo 1924/29. Foto de septiembre de 1953.





En el curso de la operación “Brochet”, heridos del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) son evacuados por un helicóptero Hiller 360. Foto de septiembre de 1953.





Legionarios-paracaidistas del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) presentan una rudimentaria pero muy eficaz trampa del Viêt-minh, de la que uno de los suyos acaba de ser víctima : una tablilla sobre la cual son clavadas puntas de acero, que era escondida en el fondo de un hoyo cavado bajo el agua de un arrozal o de un arroyo. Sorprendido en pleno avance, el soldado se pone pesadamente el pie sobre las puntas, concebidas para agravar la herida e impedir retirar el dispositivo por simple tracción. Foto de septiembre de 1953.





El teniente-médico Patrice de Carfort del 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque) con un herido, en el momento de la operación “Brochet”, el 30 de septiembre de 1953. Foto de septiembre de 1953.





Un sargento del 8° Choc (Grupo Paracaidistas de Choque) en el momento de la operación “Brochet”. Foto de septiembre de 1953.





Ahí está “Bréche”, el comandante Brechignac con el teniente Le Kerros, del II/1° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), durante la operación “Mouette”. Foto de octubre de 1953.








Paracaidistas del II/1° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), durante la operación “Mouette”. Foto de octubre de 1953.





Durante la operación “Mouette”, que pretende anular a la División 320 de Viêt-minh (Daï Doan 320), la tripulación de un carro TD (Destructor de Tanques) M36 B2 del RBCEO (Regimiento Blindado Colonial de Lejano Oriente) observa el resultado de un tiro de su cañón de 90 mm de alta velocidad. A los lados paracaidistas del II/1° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas). Foto de octubre de 1953.





Durante la operación “Mouette”, el general de brigada Gilles de las Tropas Aerotransportadas, al volante de un jeep, conduce al general de división Cogny hacia el sur de Ninh Binh. Foto de noviembre de 1953.





Paracaidistas del II/1° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), Navidad de 1953.





El 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales) acabar de escapar de una trampa tendida por la 304ª División Viêt-minh en Band Hom Song, en Laos. Detrás del comandante Bigeard, los tenientes Allaire (bigotes) Bourgeois (gafas oscuras). Foto de enero de 1954.








Miembros del 1° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales), en Laos, en operaciones sobre Muong Saï y Seno junto al 6° BPC, al 3° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas) y al 1° BPL (Batallón de Paracaidistas Laosianos), en enero de 1954.





Sobre el río Rojo, a bordo de un LCM (Landing Craft Material), prisioneros franceses, entre ellos varios paracaidistas, liberados en el marco de un cambio de presos entre el Ejército Francés y el APVN (Ejército Popular de Viêtnam) en Viet Tri (Tonkín), llegan a Hanoï. En el segundo plano, el puente Doumer. Foto de julio de 1954.





Liberados en el marco de un cambio de prisioneros entre el Ejército Francés y el APVN (Ejército Popular de Viêtnam) en Viet Tri (Tonkín), prisioneros franceses, entre ellos varios paracaidistas, llegan al puerto de Hanoï, después de un trayecto efectuado a bordo de un LCM (Landing Craft Material) sobre el río Rojo. Foto de julio de 1954.





En Su Tay (Tonkín) al borde del río Rojo, el teniente coronel De Aboville junto a un teniente del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) que acaba de ser liberado después de cuatro años de cautividad por el APVN (Ejército Popular de Viêtnam) durante un intercambio de prisioneros efectuado en Viet Tri, por encima del río. Foto de julio de 1954.





Oficiales del reconstituido 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) en la región de Hué en Indochina, en julio de 1954.





Uno de los paracaidistas tomados prisioneros en Diên Biên Phu el 7 de mayo de 1954 y liberado en Viet Tri el 28 de agosto de 1954 redescubre el sabor de una bocanada de cigarrillo a bordo de un LCM (Landing Craft Material) navegante sobre el río Rojo, que devuelve los presos liberados en Hanoï.





En Haïphong, un destacamento de honor de los paracaidistas del reconstituido 1° BEP, espera la llegada de los presos franceses libertados. Foto de agosto de 1954.





En el hospital Lanessan de Hanoï, el general Cogny, al mando de las FTNV (Fuerzas Terrestres del Norte de Viêtnam), aprieta la mano de un paracaidista que forma parte de los 3.290 supervivientes de la guarnición de Diên Biên Phu (sobre un efectivo de 10.998 prisioneros) liberados en el marco de los acuerdos de Ginebra. Foto de agosto de 1954.





En Haïphong, prisioneros franceses libertados de los campos de Viêt-minh, entre ellos paracaidistas, pasan delante de legionarios de un destacamento de honor. Foto de septiembre de 1954.





Legionario paracaidista libertado de un campo de prisioneros del Viêt-minh, sobre una camilla en un navío de desembarco LCM (Landing Craft Material), encargada de la evacuación de los heridos transportados por helicóptero. Foto de septiembre de 1954.





A bordo de un navío de desembarco LCM (Landing Craft Material), el coronel Lepage (a la izquierda) y el coronel Charton, tomados prisioneros en la RC 4 en 1950, son transportados al ser liberados por el Viêt-minh. Foto de septiembre de 1954.





El teniente coronel Bigeard y el coronel Langlais recientemente liberados, en el momento de su llegada al hospital Lanessan de Hanoï. Foto de septiembre de 1954.
 
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por BRECHE
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 38 ) :


21.- Los Paracaidistas Franceses en Indochina (a modo de resumen) :


A.- Las Principales Unidades :


A1.- Las Primeras Unidades :

Las primeras unidades paracaidistas desembarcaron en Saigón en 1945: eran los “boinas rojas” de la Semi-Brigada SAS, que estaba organizada en comandos perfectamente adaptados al guerrilla que reinaba entonces en Indochina. 1° Batallón de Choque SAS (formado a fines de 1945) y 2° Batallón de Choque SAS (formado en 1946).

Fueron reforzadas, en febrero de 1947, por los 2 batallones del teniente coronel Sauvagnac :

- I/1° RCP
- III/1° RCP

Por lo que estos dos más el 1° Batallón de Choque SAS, conformaron los 3 batallones de la Semi-Brigada de Marcha Paracaidista. Además existía un 2° Batallón de Choque SAS, que actuó en forma independiente.

A partir de 1948, el Cuerpo Expedicionario Francés dispuso sin interrupción de una reserva general aproximadamente de 7 batallones paracaidistas :

- 2 batallones de paracaidistas legionarios.
- 3 de paracaidistas coloniales.
- 2 de paracaidistas metropolitanos.

Se añadieron a éstos, a partir de 1951, las unidades paracaidistas del Ejército Vietnamita, Laos y Camboya.


A2.- Los Batallones Extranjeros de Paracaidistas (BEP) :

Fueron creados en Argelia en 1948, 1° y 2° BEP pasaron más de 6 años en Indochina.

El 1° BEP fue empleado en Tonkín a partir de noviembre de 1948. Fue aniquilado en el desastre de la RC4 en octubre de 1950, y reconstituido en Hanoï, en marzo de 1951, y volvió ser destruido en Dien Bien Phu, en mayo de 1954..

El 2° BEP desembarcó en Saigón en febrero de 1949 e intervino en toda la Guerra de Indochina. Después de la batalla de la RC4, fue desplegado en Tonkín, donde participó con 1° BEP en todas las grandes operaciones del cuerpo expedicionario. Las 2 unidades desaparecieron juntos a Dien Bien Phu, en mayo de 1954.


A3.- Los Batallones de Paracaidistas Coloniales :

La Semi-Brigada SAS se formó en 1945 a partir del 2° RCP (ex SAS), de los Comandos de Francia y de Africa, del antiguo Batallón de Choque, y de veteranos de Indochina del 5° RIC, con el objeto de tener una plataforma de tropas paracaidistas para recontrolar Indochina. En enero de 1948 pasó a redenominarse Semi-Brigada Colonial de Comandos Paracaidistas.

Por esta razón, sus batallones fueron llamados sucesivamente en 1948 GCCP (Grupo Colonial de Comandos Paracaidistas), en 1949 BCCP (Batallón Colonial de Comandos Paracaidistas) y posteriormente en 1951 BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales). Los batallones coloniales de comandos paracaidistas se sucedieron en Indochina. Contrariamente a los BEP, los batallones coloniales llegaban de Bretaña como unidad constituida, para una estancia de dos años. Este sistema tenía defectos : por cierto eran más homogéneos, pero necesitaban más tiempo para acostumbrarse en el país.

El 2° y 5° batallones pasaron la primera temporada en Cochinchina y en Anam en 1948-49, y la segunda en Tonkín, en 1951-53.

1° y 6° (3°) batallones hicieron también dos estancias: 1949-51 y 1953-54.

El 3° batallón, fue una unidad que realizó una estancia especial entre 1949-50, para dar un poco más de apoyo a los otros dos batallones, que habían tenido muchas bajas. Este batallón, fue aniquilado en 1950 sobre el RC4, y reconstituido en 1951. Fue disuelto para dar la base al 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas), en Agosto de 1953, siendo el batallón que engalanó vietnamitas, al mando del comandante Botella en Dien Bien Phu.

El 4° batallón nunca llegó a formarse para ser trasladado a Indochina.

El 7° batallón, después de la primera estancia en 1950-51, no alcanzó a volver a Indochina antes de la caída de Dien Bien Phu.

El 8° BPC, fue el único creado en Indochina, combatió allí de 1951 a 1954 y se transformó en el 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque), en 1953.

A excepción de 2°, 5° y 7° batallones, todos, de una u otra forma, desaparecieron en Dien Bien Phu.


A4.- Los Paracaidistas Metropolitanos :

Fueron representadas por el 1° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), cuyos batallones I y III participaron en las ofensivas en Tonkín del otoño de 1947 en el curso de la operación Lea y Ceinture.

Elementos del 1º RCP fueron enviados a Indochina : en 1946 una compañía, luego dos batallones (I y III) en 1947. Estas unidades estuvieron en Asia desde 1947 hasta enero de 1949, en el seno de la Semi-Brigada de Marcha Paracaidista. En Octubre de 1948 el 2º batallón llega de refuerzo a Indochina, quedándose en Asia hasta 1950.

Por otro lado, existía otro batallón de paracaidistas metropolitanos, el 10º BPCP (Batallón Paracaidista de Cazadores a Pie), constituido en Marruecos en 1947, fue enviado a Indochina en 1950, creado al parecer, con base a los Cazadores a Pie (alpinos). Empleado en Tonkín, participó en la batalla de Vinh Yen, en Enero de 1951 y a la de Nghia Lo en Octubre. Fue disuelto y parte de su personal se asignó al Ejército Vietnamita en Agosto de 1952 como base para al 3º BPVN (que participó hasta el final del conflicto).

Durante cerca de 18 meses hubo en Indochina unidades del 1° RCP.

En 1952, el personal repatriado del BPCP, fue rebautizado como II/ 1º RCP, con el fin de que los paracaidistas metropolitanos siempre estuvieran representados en Indochina, siendo enviado en el mes de noviembre de ese año. Combatió en Tonkín desde 1952 a 1954, y desapareció en Dien Bien Phu.


A5.- Las Unidades Nativas de Paracaidistas :

Para compensar las pérdidas en las unidades paracaidistas francesas, las primeras compañías indochinas paracaidistas (CIP) fueron creadas a partir de 1948. En 1951, el general de Lattre ordenó el amarilleo de todos los batallones paracaidistas agregando una compañía vietnamita. Paralelamente, el ejército vietnamita creó 5 batallones de paracaidistas :

- 1º BPVN en 1951.
- 3º BPVN en 1952 por transferencia de personal del 10º BPCP.
- 5º BPVN por transferencia del 3º BPC, en 1953.
- 7º BPVN en 1953 con base al personal francés del 1° BPK (Bataillon de Parachutistes Khmer-Batallón de Paracaidistas Camboyanos).
- 6º BPVN en 1954.

También hubo un batallón camboyano, así como un batallón laosiano, que se desintegró a Sam Neua en el momento de la invasión de Laos en 1953. Se formó un segundo batallón laosiano, que combatió hasta el final del conflicto.


B.- Estrategia de Utilización de los Paracaidistas :


B1.- Estrategia General :

Desde el principio de la guerra, los paracaidistas fueron esencialmente empleados en operaciones de desempeño de los puestos.

El Cuerpo expedicionario francés controlaba en efecto el país, por una red de pequeños puestos repartidos en los pueblos de Indochina, compuestos por un suboficial europeo y una sección autóctona.

Cuando eran amenazados por la guerrilla, una compañía de paracaidistas era lanzada sobre el puesto, como refuerzo. Esta estrategia recordaba la estrategia defensiva de la Antigua Roma, los puestos que desempeñaban el papel de limitanei, y los paracaidistas el de las legiones.

Hasta la primavera de 1950, un batallón de paracaidistas bastaba con hacer huir una división Viet-minh : en Nghia Do, cerca de Lao Kay, en Febrero de 1950, el 5ª BPCP (comandante Romain-Desfossés) rechazó el ataque de la División 308.

En Dong Khé, asaltado por la misma división en mayo de 1950, el 3º BCCP recuperó el puesto de los Viets en una media hora con apoyo aéreo de 24 P-63 Kingcobra.

Después del desastre del RC4, en el cual desaparecieron el 1º BEP y el 3º BCCP, los paracaidistas fueron empleados con más circunspección en estas operaciones de recuperación de puestos, pero con mucha mayor dificultad. A modo de ejemplo, hizo falta la intervención de 3 batallones (2º BEP, 8º BPC y 10º BPCP) en Nghia Lo en la Región Alta en octubre de 1951 para rechazar la ofensiva de la División 312.

En octubre de 1952, el lanzamiento en paracaídas del 6º BPC en Tu Lé para defender Nghia Lo fue la última tentativa de este género. Hay que reconocer que con 3 divisiones frente a él, el batallón del comandante Bigeard no tenía ninguna posibilidad, y debió replegarse sobre el Río Negro abandonando a algunos de sus heridos.


B2.- Cambios de Estrategia (1947-1950) :

Durante estos 3 años, el cuerpo expedicionario reocupó el territorio por operaciones ofensivas en toda la Indochina. Los paracaidistas fueron largados sobre el objetivo, donde esperaban las unidades móviles que llegaban por el tierra (en algo recuerda la operación Market Garden).

Esta táctica permitía sorprender al enemigo y evitar que se reforzara durante el avance siempre lento de la infantería.

Fue empleada en el momento de la operación Lea y Ceinture (ataque del reducto Viet-minh en Tonkín), en la cual el gobierno Viet-minh estuvo a punto de ser capturado por las tropas del coronel Sauvagnac.

En noviembre de 1951, la ofensiva de Lattre sobre Hoa Binh (operación Tulipe) fue encabezada por el lanzamiento del 1º BEP, del 2º BPC y del 7º BPC sobre el país Muong.


B3.- Aumento de la fuerza del Viet-minh (desde 1950) :

El aumento de la fuerza del Viet-minh permitió a éste resistir a las unidades móviles francesas. Los batallones de paracaidistas entonces fueron empleados como infantería en las operaciones terrestres, a menudo “como punta de lanza” de los grupos móviles.

En la RC4, en Octubre de 1950, la columna Lepage fue reforzado por el 1º BEP, cuyos contraataques no bastaron para salvarlo de la destrucción.

En Vinh Yen, en enero de 1951, cada grupo móvil había sido reforzado por un batallón paracaidista :

- El 1º BCCP en el GM3.
- El 10º BPCP en el GM1.
- El 7º BCCP en el GM2.

A finales de 1951, para mantener el abastecimiento de Hoa Binh, los dos BEP (1º y 2º), el 1º BPC, el 5º BPC y el 1º BPVN fueron empleados como infantería sobre el Río Negro.

También es un grupo paracaidista el que reabrió el RC6 antes de la evacuación de Hoa Binh. Los paracaidistas fueron empleados por otro lado en todas las operaciones de la limpieza del Delta.

Los paracaidistas fueron empleados como “puntas de lanza”, en casi todas las grandes operaciones, como es el caso de la operación Lorraine, el 1° y 2° BEP, el 3° BPC y GCMA (operación paracaidista “Marion”).


B4.- Incursiones :

Los paracaidistas en Indochina también realizaron incursiones tipo “Comando”.

Además de algunas realizadas el principio de la Guerra de Indochina, entre los años 1946 y 1947, las dos más conocidas son :

- Operación “Chaumière”, contra los depósitos y las fábricas de armamento del Viet-minh, en los alrededores de Tay Ninh, realizada por el 1° BPVN, en abril de 1952.

- Operación “Hirondelle”, contra los depósitos de armamento del Viet-minh, en los alrededores de Lang Son, realizada por el 6° BPC, el 8° Choc, el 2° BEP y una SGP (Sección de Ingenieros Paracaidistas), en julio de 1953.





Mapa de operaciones de las unidades de paracaidistas en 1953 hasta la operación “Castor” (toma de Dien Bien Phu) en el mes de noviembre.



B5.- Las Bases Aéro-Terrestres :

A partir de octubre de 1952, el desplazamiento de la guerra hacia la Región Alta, empujó el mando francés a desarrollar la estrategia de las bases aéro-terrestres, de los campos atrincherados en medio de la selva montañosa, abastecidos y reforzados por avión. Son Na San, la Plaine des Jarres, Luang Prabang, Seno, y finalmente Dien Bien Phu.

El reemplazo paulatino del Ju-52 por C-47 Dakota mejoró bastante las capacidades de transporte del cuerpo expedicionario. La llegada del nuevo C-119 Flying Boxcar permitió hasta transportar carros, la artillería pesada y buldózer. Estas bases eran defendidas por grupos móviles, y los paracaidistas eran las reservas de contraataque.

Así en Na Sa, en diciembre de 1952, son los paracaidistas del Grupo Ducourneau (1º BEP, 2º BEP, y 3º BPC) quienes recuperan los puntos tomados por asalto por la infantería de Giap. Es el mismo grupo, más el II/1° RCP, el que detuvo la ofensiva Viet-minh hacia la Plaine des Jarres en la primavera de 1953.

En el momento de la invasión del Laos Medio por la División 325, en enero de 1954, se enviaron 5 batallones sobre la base aérea de Seno y Banh-Hine-Siu :

- 3º BPVN
- II/1º RCP (comandante Bréchignac)
- 2º BEP (comandante Bloch).
- 1º BPC (capitán de Bazin de Bezon)
- 6º BPC (comandante Bigeard)

Con la ayuda de 2 GM (grupos móviles), detuvieron a los viets y recuperaron el terreno perdido. Pero Giap se prepara para una gran batalla más para el norte, Dien Bien Phu.

La batalla de Dien Bien Phu fue ciertamente La Hora Final (The Finest Hour) de los paracaidistas en Indochina. Los dos grupos aerotransportados GAP 1 y 2, en total 7 batallones fueron lanzados sobre la hondonada a partir de noviembre de 1953 :

- 1º, 6º y 8º BPC.
- II/ 1º RCP.
- 5º BPVN.
- 1º y 2ª BEP.

Y allí sucumbieron.





Mapa de operaciones de las unidades de paracaidistas en 1954.



En mis próximas entregas trataré mostrar a los Paracaidistas Franceses justamente en Dien Bien Phu, pero no en el contexto de la batalla, que ya ha sido tan bien tratado en el tema correspondiente, sino que desde un punto de vista netamente del accionar de los paracaidistas para reflejar lo que significa realmente el “Espíritu Para”.
 
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Tal como había indicado antes, para continuar me gustaría tratar el tema de los paracaidistas en Dien Bien Phu, contaré algunas historias de los paracaidistas en Dien Bien Phu, a modo de ejemplo, para mostrar lo que significa ese espíritu “Para” del que están tan orgullosos los paracaidistas franceses, hasta el día de hoy, y que nació en Indochina.


Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 39) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 01) :


A.- El teniente Luciani, el paracaidista que atravesó tres veces la portezuela del avión :

Luciani era de ascendencia corsa, de rostro firme, tosco, y su mirada dura no sonríe. A pesar de haber nacido en la costa de Bastia es, paradójicamente, alto, rubio y de ojos azules. Una especie de vikingo de temperamento fogoso, de pocas palabras y que la Legión ha hecho tan duro y penetrante como la daga que lleva en su cinturón.

Esa mañana del 21 de Noviembre de 1953, en el momento del salto, un incidente estúpido le ha hecho meter en la cabeza que no se prepara nada bueno en Dien Bien Phu.

Su avión era el último de la ola de Dakotas. Para el salto, la tripulación había retirado, como era costumbre, la “puerta” que se encontraba metida en uno de los dos batientes del hueco. Como la abertura de una puerta de garaje.

Sin duda habían olvidado algo : retirar la palanca del mando de la cerradura.

Al salir Luciani, a la cabeza de la patrulla de veinte legionarios de su compañía, su arnés se enganchó en la punta de la palanca. Se encontró pegado contra el casco exterior de la cabina, a merced de la velocidad y del aire de la hélice, a trescientos metros de altura. Como el largaje continuaba, Luciani se vio, además, literalmente atado, como en un capullo, por las bandas de abertura de los paracaídas de sus hombres.

Desde su posición, vio desfilar el campo, la carretera y el pueblo. Luego las primeras estribaciones de las colinas peludas, a continuación... la jungla y las montañas.

Pensaba : “Si mi arnés se suelta ahora, lo mejor que podría ocurrirme es ir a podrirme a algún lugar de la selva...”

Sombría perspectiva. Por suerte para él, en el momento de volver el personal del avión, el encargado de lanzamiento se dio cuenta que había algo que andaba mal. Sacó la cabeza por la portezuela y vio a Luciani. Con la cara deformada por el viento, chilló : ¡No se mueva! ¡Ahora lo sacaremos de ahí!

Por la radio, el piloto pidió autorización para pasar de nuevo por la DZ.

“Torricelli”, la central de la torre de control, replicó : De acuerdo. Pero espabílese, el largaje de material va a empezar en diez minutos.

El piloto contesta : Comprendido. Sólo pasaremos brevemente.

El piloto ordena al encargado de lanzamiento : Tienes cuatro minutos para recuperar al muchacho. Si no lo consigues, mala suerte, lo llevaremos a Hanoi.

El cielo sobre Dien Bien Phu estaba aglomerado. Toda la aviación de Indochina se hallaba allí. Bombarderos y cazas en busca de sus objetivos, Fairchild-Packett lanzando material, Dakotas civiles que daban vueltas y vueltas, perdidos en busca de una DZ donde largar su avituallamiento. En medio de todo esto, el avión de Luciani que se colaba intentando no perturbar el orden de los pasillos aéreos.

Mientras tanto, con infinitas precauciones, el encargado de lanzamiento se había deslizado lo más lejos posible por la parte exterior del avión, con el brazo extendido hacia Luciani. Éste consiguió agarrarse de la manga que venía en su socorro, encontró un pequeño apoyo para su bota y empezó a trepar hacia la puerta. Intentaba reírse : atravesar la portezuela a trescientos metros de altura en sentido contrario, es toda una hazaña.

Un momento de suspenso : el arnés estaba suelto. A partir de ese instante, el más mínimo paso en falso, podía lanzar a Luciani al espacio, y caería en vertical sobre una colina de bosques que se encontraba lejos del dispositivo amigo. Se estremeció, contuvo la respiración. ¡Uf! ¡Por Fin, ya está! Con la punta del pié izquierdo se había apoyado en el borde de la abertura. El encargado de lanzamientos tiró de él hacia el interior de la cabina. Los dos hombres se miraron, mudos. Estaban pálidos y cubiertos de sudor; finalmente habló el encargado de lanzamiento : ¡Bien, habrá que volver a empezar! ¡En posición!

Por segunda vez en esa misma mañana, Luciani se inclinó en el entrante metálico, con la mirada hacia abajo. Iba a saltar, pero el piloto gritó : ¡Espere! El control de vuelo me ha avisado que abajo en la DZ se están matando...

Nuevo paso. El Dakota quedó representado en el eje. En el momento en que, en diagonal y por debajo, un Packett lanzaba su carga que constaba de dos toneladas de alambradas en rollo. Luciani pensó : “Menuda pinta hubiese tenido en medio de estos “colchones de faquir...””

De pronto se puso rígido : abajo, distinguía a un soldado que corría en la zona de salto. Se encontraba en plena trayectoria de las alambradas. Dos toneladas.

En el último momento, levantó la cabeza y se quedó inmóvil. Pareció un dibujo animado. Alrededor de él, los rollos tocaron tierra, rebotaron a un metro de él. Ninguno le tocó. Un verdadero milagro...

Se da la señal de salto : ¡Vamos, Go!

Luciani saltó. Todavía no se le habían acabado las emociones. En cuanto se abrió el paracaídas, comprobó que lo habían soltado a quinientos metros. Un descenso que iba a durar cerca de cinco minutos.

Naturalmente debajo de él había otros aviones que daban vueltas y pasaban cerca de él. Luciani tenía la sensación de ser un peatón en medio de un carrusel de coches. Si un ala o un motor se enganchaban en el velamen, significaba una caída libre. Un Dakota de Aguila Azul (civil) le pasó rozando. Luciani reconoció incluso al piloto y observó su turbación. El piloto, llamado Bourdens, no tenía bastantes ojos para orientarse en medio de estos obstáculos aéreos.

Pareció preguntar : ¿Y tú de donde sales?

Por fin, Luciani tocó tierra. Sin más problemas. Fue a parar a dos pasos de un refugio donde cuatro paracaidistas estaban comiendo.

Uno de ellos dijo : ¡Mira que bien, llegan refuerzos!

El segundo aclaró : ¡Estas loco, es un espabilado que se agarra a las nubes para llegar después del follón!

El tercero preguntó : ¿Estás bien a pesar de todo muchacho?

Luciani tenía los nervios de punta y esta última pregunta hizo desbordar la copa. Fríamente, se levantó, fue directo hacia el paracaidista y, sin mediar palabra, le dio un puñetazo en el ojo.

Luciani tardó en recobrar el control, sin embargo la mala impresión subsistió. Iban a pasar cosas muy desagradables en la hondonada de Dien Bien Phu......

Su olfato no solía engañarle. No obstante, no podía saber, en ese momento, hasta que punto tenía razón. Tampoco podía saber que algunos meses más tarde tendría un papel importante en la batalla, hasta el punto de poner al propio Giap en un difícil dilema.

Luciani, este paracaidista, que en un solo día traspasó tres veces la portezuela, el 21 de Noviembre de 1953, bloqueará él solo la máquina viet el 31 de Marzo de 1954.






Momento de pausa en un puesto del 1° BEP. Fecha diciembre de 1953.





Puesto del 1° BEP. Fecha diciembre de 1953.











Patrullas del 1° BEP. Fecha diciembre de 1953.



Aquel Marzo de 1954, la cosa se ponía complicadísima para los franceses en la hondonada. Béatrice había caído el 13, Gabrielle el 14, Anne Marie el 15.

Dos batallones de paracaidistas habían sido enviados como refuerzo, el 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas) el 14, y el 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales) el 16.

En ese atardecer del 30 de Marzo, el ataque viet se desarrollaba en una amplitud nunca antes alcanzada, Todo a empezado, o mejor dicho vuelto a empezar, a las 17 horas. Un terrible bombardeo se ha abatido sobre la hondonada, dirigido principalmente sobre los emplazamientos de los 105 y 120. Después sobre las cimas de las colinas. Finalidad del ataque : las Dominiques (1 y 2) y las Elianes (1, 2 y 4).

Las primeras han caído en menos de una hora, las segundas en setenta minutos. Al caer la noche, los viet han descendido hasta los “Campos Elíseos”, una gran llanura que separa Eliane 1 de Eliane 2.

Poco después de las veintidós horas, Hanoi un telegrama de Castries. Resume la situación en pocas palabras, pero cada una de ellas deja entrever lo irreparable, el texto exacto dice así : “Resumen de la situación : Dominique 1, 2 y 6, y Eliane 1 han caído. Eliane 2 es nuestra en parte. Combates en el interior de Huguette 7. Isabelle acosada sin contacto. Cuatro piezas de artillería fuera de combate. La situación será difícil de restablecer sin refuerzos exteriores. Haremos lo posible. Firmado de Castries.”

El general Cogny, al mando de Tonkín, se encuentra ausente : tenía una “cena en la ciudad”. Como nadie sabe donde pasa la noche, no se enterará hasta por la mañana.

Los operadores de radio se encuentran en la ciudadela donde se halla radicado el estado mayor. Sólo conocen Dien Bien Phu por las voces que les llegan impersonales de trescientos kilómetros de distancia. Pero saben perfectamente lo que significa ese mensaje : está todo perdido...

Todo está perdido y es para esta noche. En medio de su furia, los viets han llegado al corazón del campo atrincherado. Un esfuerzo más, y pasarán el río, llegando al PC.

Son las 11 de la noche. Todo está en silencio. Ello quiere decir que no será posible hacer nada para ayudar a Dien Bien Phu, hasta por la mañana. Hay que esperar nueve horas. Una eternidad para los que luchan.

Acaba de llegar Bodet. Es el general al mando de la aviación de Tonkín. Se siente impotente, no puede intervenir. Ya lo sabía pero no podía quedarse tranquilamente en su casa o en el despacho. Por lo que ha venido a sentarse cerca del puesto de escucha, como si así estuviera más cerca del puesto cercado, como aquel que se sienta a la cabecera de un moribundo sabiendo que no puede ayudarle en su combate solitario por sobrevivir.

Cuando se prolonga el silencio de la radio, su labio inferior tiembla de inquietud. Este insignificante general de aviación, con su bigote negro y sus piernas en forma de paréntesis, líder de las escuadrillas de merodeadores con escarapela de tricolor sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial, tiene fama de tener un corazón “así de grande”.

Si los paracaidistas lo saludan no es únicamente por respeto al reglamento.

De vez en cuando, el general no puede más, toma él mismo el micrófono y contacta con el comandante de avión Luciole, que monta una guardia inútil sobre la hondonada invadida de niebla. Solicita el parte meteorológico local, la respuesta, visibilidad vertical nula. En la hondonada no se ve nada. Solamente los disparos de los 105, al otro lado del Nam Yum y, al pie de Eliane 4, la larga llama roja del último mortero de 120, los viets han acabado con los otros.

En su PC, Langlais se estira de los pelos con el rostro de asceta bruscamente encendido en las mejillas, cuando un puesto, charlatán un momento antes, deja de emitir bruscamente.

Un voz estrangulada, chapurreando en franco-árabe, pronuncia algunas palabras : ¡Los viets, los viets, son muchos los viets!

Se trata de Eliane 2. Langlais contacta inmediatamente con Allioux, el jefe de la artillería : Golpeen duramente Eliane 2, los viets han puesto pie en la colina. Tiro de prohibición : no deben avanzar ni un metro.

Zoulou kilo 50 de Zoulou kilo : todos sus tubos, repito, todos sus tubos sobre Saxo 410.

“Zoulou kilo” es la clave de Allioux, “Zoulou kilo 50” la de Bergot, el comandante de la compañía de morteros, “Saxo 410”, en el código, designa la cima de Eliane 2. Por el momento el puesto está instalado en un agujero, cerca de Trapp, una especie de refugio donde se defienden en desorden las secciones de asalto del 6° BPC, los heridos del 5° “bawouan” y el estado mayor reducido del RTM de Nicolas, replegado de Eliane 1.

Bergot va a contestar, pero una voz se eleva del aparato de radio, sobre el ruido producido por la artillería : No disparen, no disparen, Eliane 2 no ha caído; acabo de llegar a la cumbre. Hemos rechazado a los viets y estamos de nuevo en las posiciones.

En medio de esta noche de pesadillas, de explosiones, de asaltos, de gritos, y de heridos, esta voz solitaria resuena incongruente. Desde las cinco de la tarde, es la primera vez que alguien habla serenamente y anuncia que los viets han retrocedido. Contactado, Bigeard avisa a Allioux y seguidamente a Langlais. Circunspectos, los comandantes dialogan con el solitario de Eliane 2. Creen alguna astucia enemiga. Pero en la radio, la voz, breve pero impaciente a la vez, repite con el tono que se adopta frente a un auditorio de retardados mentales : No me hagan perder tiempo. Estoy en la cumbre y no es el momento para discursos.

Allioux pregunta prudente : ¿Quién es usted?

La respuesta viene de inmediato : Aquí el teniente Luciani, del 1° BEP. No tengo tiempo para darles mi curriculum vitae. Se me ha dicho que tomara Eliane 2 de nuevo. Lo he hecho. No sé cuantos somos, pero los viets no han avanzado desde hace un rato.....

Entonces, temblorosa, la voz emocionada de Alliox se hace patética : Escuche. Su clave será “100”, la nuestra “los amigos”. Le será enviado todo lo que nos pida como tiro. Aguante, estamos con ustedes.

Para comprender la emoción que ha sobrecogido al comandante de artillería, como el silencio casi religioso con el que todo el mundo ha escuchado a Luciani, hay que imaginar el viento de catástrofe que soplaba y que la determinación de un solo hombre ha detenido.

Es la medianoche del 30 al 31 de marzo de 1954. La suerte del combate, de lo que los viets llaman “las cinco colinas”, ha cambiado de sentido. Nadie se ha percibido de ello en el primer momento y la batalla ha continuado todavía durante seis noches y seis días en las colinas, con sus crepúsculos sangrientos y sus amaneceres lívidos. Pero, a partir de ese momento, la segunda ofensiva del Viet-minh ya no avanzará más de un solo metro sobre las colinas del Este.

Luciani aguanta toda la noche. Cien en un principio, le quedan alrededor de cincuenta hombres cuando, por la mañana, Fournier y su compañía vienen a relevarlo. Fournier también ha estado brillante, durante toda la noche, ha contenido el paquete viet en la desembocadura de los “Campos Elíseos”. Bigeard ha retenido el flujo al pié de Eliane 1.

Posiblemente, únicamente han flaqueado los “bawouan”. Pero Botella pronto tendrá ocasión de resarcirse. El día se levanta gris y desapacible. Pocos aviones vienen a ver los resultados. De Castries, impresionado por el gesto de Luciani, piensa por un momento en aliviar el peso que representa la guardia de Eliane 2. Pero Bigeard no se muestra de acuerdo : Mi coronel, mientras tengamos un sólo hombre vivo, no debemos aflojar...

Luciani puede descansar tranquilo, ha sido comprendido el sentido de su gesto.

En su blocao de Muong Thanh, a unos diez kilómetros de la hondonada, Giap se ensaña durante una semana sobre esta ridícula posición, sobre la que lanza su mejor división, la 316, a la que, se dice está agregado Li Cheng-Hou, un general chino, consejero militar del Viet-minh.

Durante una semana, Giap pierde hombres, para nada. Simplemente porque todos los paracaidistas, desde los comandantes hasta los segundas clases, saben que es ahí donde hay que resistir. Y, compañía tras compañía, los batallones paracaidistas van acabando con los viets. Hasta el 6 de abril, día en que Giap renuncia por fin.





Paracaidistas del 1° BEP. Fecha enero de 1954.





Atención de un paracaidista herido en Dien Bien Phu. Fecha enero de 1954.





Descanso y comida de los paracaidistas del 1° BEP antes de la lucha. Fecha febrero de 1954.





Heridos del 1° BEP prestos a ser evacuados por aire. Fecha marzo de 1954.



Fuente :

Les Paras (E. Bergot ).
 
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 40) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 02) :


B.- PIMs Paracaidistas en Dien Bien Phu :

- ¡No te has mirado bien! ¡Tienes una pinta!





Puesto de radio del 6° BCCP durante la operación “Claude”, en 1949. Nótese a un PIM (“Prisionero Interno Militar”), usando la manivela del equipo de energía.



El sargento Ganzer no se ríe. Desde las cinco de la tarde de ese 13 de Marzo de 1954 no han dejado de ser atacados desde todas partes. Un diluvio de hierro y de fuego que lo llena todo de un humo amargo y de un polvo ocre que se levanta con las explosione y que nunca llega a caer del todo. Y, en medio del infierno de estas primeras horas de lo que se convertirá en la batalla de Dien Bien Phu, el sargento, para no desfallecer, se pelea con su miedo, con sus hombres, con los viets. No se encuentra en primera línea, pero está tan expuesto como los legionarios de Beatrice, que luchan en este momento contra las tropas asaltantes. Su trabajo consiste en asegurar el tiro de una de las piezas de mortero de 120, colocada en los flancos de Dominique 2, contra viento y marea. Principalmente contra unas condiciones terriblemente adversas, ya que en el espacio de dos horas, en esta posición donde los combatientes se ven obligados a mantener el busto fuera del agujero, más de la mitad del efectivo de la compañía ha sido matado.

- ¡ Ganzer ! – vocifera el jefe de sección, que se encuentra muy cerca, en el Puesto Central, una especie de cabaña medio derruida -. Envía dos tipos a la segunda pieza, el cabo Drescher y los cuatro ayudantes acaban de ser matados...

- Ya no me queda nadie, mi teniente. Acabo de enviar a Scoch y a Pfenning a atender la pieza número tres...

Es entonces cuanto Tu – llamado Toutou por la sección de morteros – ofrece sus servicios para asegurar la permanencia del tiro en la segunda pieza.

Ganzer observa al pequeño vietnamita. Con su sombrero plano, arrugado como una pasa, sus ojos tan redondos y una nariz aplastada, curiosamente vuelta hacia arriba, parece un payaso en espera de su número.

“¡No te has mirado bien! ¡Tienes una pinta!”

Pero Tu no se pica. No entra dentro de sus atribuciones el picarse. Es un PIM.

Los PIM son los “Prisioneros Internos Militares” que siguen a las compañías como auxiliares encargados de las tareas de poca responsabilidad, como transportar las cargas, los aparatos de radio, cocinar un poco, hacer algo de colada. Este nombre genérico encierra dos categorías : los “PIM de hecho”, que son “propiedad privada de las unidades. Recogido generalmente en el curso de las operaciones, con un viejo fusil – o sólo con la “pinta de viet” -, recibieron primero una paliza, pero el mismo día compartieron las raciones de los que les habían hecho prisioneros. Al día siguiente, prepararon la comida, después de haber llevado el aparato de radio del jefe; con lo que las dos partes sacarán provecho de la situación. Quince días más tarde, estaban ya “integrados” en la compañía. Con una paciencia completamente asiática, se habían confeccionado un uniforme – ni del todo civil, ni completamente militar – y a partir de entonces unían su destino al de la unidad.





En el curso de un reconocimiento del GMNA (Grupo Móvil Norafricano) en el pueblo de Dong Luong, los tiradores y los PIMs (“Prisioneros Internos Militares”) de la unidad se ponen a cubierto. Uno de estos últimos es portador de una emisora receptora BC-1000, uno de las tareas tradicionalmente destinado a los PIMs, al igual que el transporte de las municiones y de los heridos. Foto de junio de 1951.



Al contrario de los “PIM de hecho” (clandestinos por definición), los “PIM de derecho” son recogidos por la Cruz Roja y “prestados” a las compañías durante la duración de una operación. Pero, si ésta lo permite, siguen la suerte de los primeros : integrados rápidamente, se convierten en “PIM orgánicos”, figurando en los controles del material junto a las carabinas, las lonas de las tiendas de campaña o los equipos colectivos.

Tu es un “PIM de derecho”. Pero es también un “clandestino”, paradójicamente. Hace ya seis meses que pertenece a la sección paracaidista de morteros pesados. Es lo mismo que decir que conoce el material tan bien como sus propios miembros; en la práctica tanto como el jefe de pieza. Por otra parte, ha saltado sobre Dien Bien Phu con los legionarios. Lo que, por supuesto, es completamente ilegal.

Antes de partir, al pie de los aviones, cuyos motores ya estaban en marcha, el teniente Molinet, al mando de la compañía de morteros, se lo indicó al jefe de sección. Pero éste contestó tranquilamente :

- No tiene importancia. Lo he declarado evadido desde hace dos días y lo he enrolado bajo un nombre falso...

- ¿Por qué?

- Porque es el ordenanza más potable que he tenido sede hace años. Y eso bien vale una pequeña trampa : es la única cosa que hace soportable las guerras...

Desde el 20 de Noviembre, Tu, conservando siempre su título de “PIM orgánico”, forma parte de la sección ( con un estatuto híbrido que contiene algo de turista admitido y algo de postulante tolerado ), a condición de permanecer en un papel subalterno y de no mezclarse en trabajos serios. Sobre todo, cuando da comienzo el combate.





Revisión diaria matinal de PIMs (“Prisioneros Internos Militares”), en el campo de Kompong Cham. Foto de mayo 1952.



Tu sonríe dulcemente al sargento Ganzer. Siempre sonríe, incluso cuando el teniente, para desahogarse, lo insulta o lo maltrata. Normalmente, sabe cuál es su sitio.

- ¿Qué hacer, entonces? – le pregunta a Ganzer -. Si Drescher muerto, la segunda pieza ya no poder tirar. Con Tu, poder...

Con el rostro brillante de sudor, el cuerpo manchado de polvo, Ganzer apenas interrumpe la alimentación de su pieza para suspirar :

- No tengo tiempo para discutir. No eres capaz... no sirves para esto. ¡Aparta! – Se da vuelta y ordena - ¡Fuego!

- En primer lugar, no sabrías arreglártelas.

- ¡Sí, jefe! Yo he mirado bien cómo hacer para tirar. Yo saberlo bien.

Ganzer se rinde. Si este obstinado PIM continúa dándole lata, seguro que cometerá un error. Y, allí, en Beatrice, no es el momento adecuado. Los compañeros necesitan la ayuda de los 120.

- Si tanto sabes, ve – contesta -. Pero espabílate.

Tu saluda, recoge al pasar un casco abandonado, y corre hacia el alvéolo. Está sólo. A su alrededor, cuatro cuerpos hechos pedazos. Camaradas, casi amigos. Drescher, el cabo, con su fino bigote rubio y una nariz tremendamente larga. Runde, el borracho, con sus labios rojos a pesar de la sangre derramada. Minitti, el italiano; y Scoch, un antiguo boxeador austríaco, con la cabeza afeitada y el rostro marcado.

Tu, amistosamente, les dirige una sonrisa afectuosa. En seis meses había aprendido a conocerlos y había entre ellos la complicidad y la lástima de los viejos soldados. Pega un ojo en el punto de mira, corrige la puntería, coloca la “bola” en su lugar y anuncia :

- ¡Pieza lista! – reglamentario hasta el final.

- ¡Fuego! – contesta Ganzer, sorprendido y emocionado a la vez.

Durante toda la noche, a pesar del tiro de contrabatería enemigo que matará aún a muchos – entre los cuales Ganzer -, y a pesar de su cansancio, Tu reemplaza él sólo a los seis soldados habituales. Asegurará, sin desfallecer, la misión de la segunda pieza de artillería.

Por la mañana, cuando la “hondonada” de Dien Bien Phu se presente soleada, negra por la pólvora y gris por las cenizas, despedazada, maltratada, pero a la vez extrañamente silenciosa, en Dominique 2, en medio del alvéolo trastornado de un mortero de 120, un PIM agotado se derrumbará sobre el tubo.

Humildemente, como excusándose por haber usurpado el lugar de un combatiente, preguntará a su jefe de sección :

- ¿Quizás, ahora podré llevar la boina de paracaidista?





Paracaidistas franceses seguidos por un PIM (“Prisionero Interno Militar”) en Dien Bien Phu. Fecha marzo de 1954.



Esta historia refleja algo de lo que fueron los PIM en Dien Bien Phu, y además la importancia que ha tenido y tiene la boina para los paracaidistas franceses, y quizás para los paracaidistas de todo el mundo.......la boina es un símbolo en las tropas paracaidistas de casi todo el planeta.


Fuente :

Les Paras (E. Bergot ).
 
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 41) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 03) :


C.- “Bréche” y sus muchachos :

Los franceses del estado mayor “Centro-Este”, que por otra parte se confundía con el estado mayor paracaidista, discutían acaloradamente. Bigeard y la mayoría de los comandantes estaban a favor de reemprender la ofensiva.

Algunas de las colinas estaban perdidas, pero otras se podían recuperar. Entre ellas Eliane 1, abandonada el 30 de marzo. Para esta operación hacía falta un batallón. El 1° de abril es lanzado en paracaídas el II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas) de Bréchignac, su comandante.

Este batallón, que había sido formado en base al antiguo 10° de paracaidistas de cazadores a pie en 1952, ya había estado antes en Dien Bien Phu, en la operación Castor, en noviembre de 1953, y había sido retirado, y no para descansar, ya que ha participando en muchas otras operaciones desde esa fecha.





El II/1° RCP después de su salto en Dien Bien Phu en noviembre de 1953.



Este era el único batallón del 1° RCP que quedó en Indochina desde 1952. A pesar que llevaba la boina roja, el II/1° RCP era un batallón “boina azul” (paracaidistas metropolitanos). Es decir, que, junto a la Legión, un caso particular, era la única unidad paracaidista esencialmente metropolitana. Por este hecho, reinaba cierta rivalidad entre Bréchignac y Bigeard. Cada uno a su estilo había conseguido “su” batallón.

Bigeard a su manera efectuó golpes espectaculares, con algo de teatro y mucha agilidad. En el 6° BPC trabajaban como el jefe, con una vivacidad nerviosa y muy fluida.

Por el contrario, el II/1° RCP había adoptado las cualidades y defectos de su jefe. La disciplina era allí más visible, la maniobra más rigurosa. Bréchignac era achaparrado, macizo, indestructible. Su ascendencia campesina le hacía poner un pie después del otro, asegurar una conquista antes de ir en busca de la siguiente. Su batallón era menos brillante, más discreto que el 6° BPC, pero igualmente eficaz. Con poca publicidad este batallón se había ganado el respeto de sus pares, se presentaba sólido, coherente, homogéneo, lo que exactamente se necesitaba en la hondonada.

Es a Bréchignac, a quien Bigeard entregó la “antorcha de los paracaidistas”, cuando partió hacia Dien Bien Phu consiente del abismo al que se le mandaba. Bréchignac, sencillamente, fingió tomar esta “antorcha” que únicamente existía en la imaginación de Bigeard.

También sencillamente se reunió con los otros en la hondonada. Incluso haciendo algo mejor que ellos : inauguró los saltos de noche.

En Hanoi le habían dicho : ¡Es una locura! La pista de aviación está abatida por los viets y tendrá muchas dificultades.

Tranquilo, Bréchignac, se encogió de hombros; sabía que las dificultades no sobrevendrían en el momento de aterrizar...

Antes de partir, el coronel Sauvagnac, que mandaba el grupo aerotransportado del que dependía el 1° RCP, recomendó a los comandantes de compañía : Oriéntense hacia el Sur-Sureste...

Una bonita teoría.

En la realidad durante el trayecto hacia Dien Bien Phu, Langlais cambia los planes. Más que arriesgarse a los azares del largaje y de las pérdidas, tomó la decisión de posar al II/1° RCP directamente sobre el campo cercado, en medio de las trincheras, de las alambradas de púas, de los piquetes de hierro y de los obstáculos de todo tipo que, ya en pleno día, harían lanzar gritos despavoridos a los teóricos del paracaidismo.

El II/1° RCP saltó.





Zona de salto del II/1° RCP en Dien Bien Phu.



La idea era lanzar todo el batallón, pero cuando los aviones que lo transportaban aparecieron sobre el valle antes del amanecer del 1° de abril, el oficial de la fuerza aérea que mandaba la operación se atuvo estrechamente a las normas prescritas para el lanzamiento que sólo pudo descender algo más de una compañía (la 1ª) antes que diera por concluida la misión. Lo mismo sucedería en cuatro días sucesivos, de tal forma que hasta el 6 de abril no se tuvo reunidos a todos los hombres del II/1° RCP, y eso gracias a que Langlais había obligado, ceñudo, al jefe de la fuerza aérea, a que permitiera un lanzamiento disperso por toda el área del campo.

Tanto los paracaidistas del II/1° RCP, como el creciente número de voluntarios que venían a ocupar puestos de especialistas, de los cuales en muchos casos realizaban su primer salto en paracaídas, que fueron lanzados entre el 1 y 6 de abril de 1954, aterrizaron en medio de la lucha porque justo en ese lapso los viets presionó en su ofensiva sin descanso, mientras los franceses contraatacaban para recuperar posiciones claves.

Pero volvamos al 1° de abril. Ese día, el capitán Marcel Clédic se encontraba en el avión de cabeza. Había repetido las consignas a todos los muchachos y el “Sur-Sureste” era la obsesión de los paracaidistas de la 1ª Compañía. También lo era de los otros.

La oscuridad era total en la hondonada. Durante el descenso, los que se acordaban aproximadamente del eje del avión se olvidaban de todo. Intentaron más bien adivinar dónde se encontraba el suelo.

Los hombres tocaron tierra, no importando dónde, entre unas trincheras silenciosas o agitadas, entre ataque y el contraataque. Estaban completamente perdidos.

Clédic se levantó. Había caído duramente sobre el parapeto de una especie de blocao del que no salía ningún ruido. Se acostumbró a la oscuridad y adivinó a sus pies el zigzag oscuro de un ramal de trinchera. No vio a nadie.

Se preguntó : ¿Dónde estoy?

Se desabrochó a tientas, tomó su carabina que calaba bajo el brazo y decidió esperar a que llegara el día para orientarse y, eventualmente, defender la piel.

No quería pensar en ello, pero al igual que todos los que habían llegado con él, temía vagamente estar en zona viet. A algunos pasos, se reagrupaban unas siluetas. ¿Amigos? ¿Enemigos? Clédic no lo sabía.

Se aplastó contra el suelo y, sin grandes esperanzas, dio una voz a los soldados : ¡Anuncien color!

Le contestó una carcajada : ¡Somos los morteros de la Legión, muchacho!

Clédic suspiró aliviado. Estaba entre amigos. No era el único : a través del campo atrincherado, corrió un inmenso caudal absorbido por los “habitantes” de las trincheras y de las trampas del tránsito. Casi tan deprisa, como un grupo normal, lo que se pudo lanzar del II/1° RCP fue reunido alrededor del PC de Langlais.

Bréchignac apareció en el refugio donde se encontraban los comandantes de las unidades, Botella, del 5° BPVN, Guiraud, del 1° BEP, y Thomas (que acababa de tomar a su cargo el 6° BPC, ya que Bigeard había sido nombrado adjunto de Langlais). No pudieron evitar una carcajada : Bréchignac estaba hecho jirones.

Este murmuró : Me he peleado con unas alambradas.

Langlais le dio la bienvenida y le hizo la pregunta tradicional : ¿El largaje ha estado OK?

Era como un test. Esperaba que las pérdidas no hubieran sido tan grandes, pues en la hondonada quedaban trescientos paracaidistas.

Bréchignac, contesta : Un esguince, eso es todo.

Nadie dijo nada, pero todos pensaron lo mismo : es más que una hazaña. No era un hecho nada corriente, incluso sobre una DZ normal, llana y sin obstáculos.

En pocas palabras, Langlais trazó para el recién llegado el balance de la batalla y expuso sus proyectos. Bréchignac no dijo nada. Escuchó y aprobó.

En medio de esa exposición, crepitó la radio : Huguette 6 acaba de ser atacada.

Huguette era uno de los puntos sensibles : un pequeño punto de apoyo, situado al Noroeste, al final de la pista de aviación. Lo ocupaban cien legionarios del capitán Rastouil. No quedaba nadie para enviar allí, pues los paracaidistas estaban ocupados al Este tapando la brecha de las Elianes.

Bréchignac se inclinó sobre el plan direccional, rasgado por grandes trazos azules y rojos.

Es ahí, dijo Botella, señalando con el dedo índice un punto rojo, a un kilómetro del campamento.

Bréchignac dijo : Ok. Voy a enviar a la 1ª Compañía, una estupenda entrada en materia.

Llegó Clédic. Su rostro era cuadrado, sus manos grandes como palas, y su pelo negro y abundante. Frunció sus grandes cejas, al mismo tiempo que escuchaba. Serenamente, dijo : De acuerdo. ¡Allá vamos!

No conocía el terreno. Además, de noche, le era imposible maniobrar adecuadamente. También resultaba peligroso seguir las trincheras que podían conducirle no sabía a dónde. Por lo que salió a descubierto y avanzó, al “cañón”, manteniendo aproximadamente el eje de progresión.

Clédic se acercó y encontró una especie de trinchera que lo condujo a su objetivo : el encañado de la pista de aviación. Era un itinerario demasiado arriesgado para las tropas de contraataque y que nadie tomaba jamás. Por esta razón, milagrosamente, los viet no lo habían vigilado.

Clédic tomó en un segundo una decisión : nada de utilizar subterfugios. No tenía idea de lo que ocurría, lo único que sabía era que los viets estaban allí.

Ordenó : Primera sección a la derecha, segunda a la izquierda, tercera al centro. Adelante y límpienme todo esto...

Hacia las seis de la mañana, justo antes del amanecer, el general viet al mando de la División 312, se da cuenta que su asunto no avanzaba según el plan previsto. Algo o alguien había intervenido y sembraba confusión. Hizo intervenir entonces a su último batallón, hasta el momento en reserva.

Clédic aguantó el golpe. Fue duro, pero por suerte ya empezaba a clarear y pudo entonces darse cuenta de la situación y del terreno. Llamó a la artillería por radio y, sin conocer los códigos ni las posiciones de las piezas, reguló el tiro.

Ante esto los viets se replegaron lentamente, primero en orden. Iban atravesando en sentido contrario a la brecha de alambradas.

Clédic barreó, literalmente : ¡Al asalto!

Sus hombres salieron de las trincheras y se lanzaron hacia los supervivientes viets. Secciones enteras de enemigos, al encontrar la salida ocupada, echaron a correr por los ramales de las trincheras bajo los disparos de los 105.

A las diez de la mañana, Clédic se vio obligado a llamar a sus hombres que perseguían a los viets fuera del alcance de la protección de los cañones.





El II/1° RCP en Dien Bien Phu. Fecha abril de 1954.



Cuando volvieron, los que, al igual que el general Cogny en Hanoi, empezaban a creer que “todo estaba perdido”, se preguntaron si no deberían cambiar de punto de vista.

Los muchachos de “Bréche” (clave radial de Bréchignac) tenían un estilo que inspiraba confianza.

Es sin duda lo que hizo que Langlais decidiera emprender la reconquista de Eliane 1.


Fuentes :

Les Paras (E. Bergot).

Dien Bien Phu (J. Keegan).

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Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 42) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 04) :


D.- El paracaidista que podría haber muerto casi diez años antes :


Bretaña, Francia, junio de 1944 :

Yves Prigent, tiene una historia particular. En agosto de 1943 llegó a Inglaterra, procedente de Nueva York, no era más que un desertor de la Marina. Junto con unos amigos, había abandonado su barco, el Montcalm, anclado en Filadelfia. El barco pretendía seguir fiel a Francia y dudaba entre “la disidencia” y el “Mariscal”. Prigent escogió.

Se enroló en los paracaidistas de la Francia Libre. A su llegada sus compañeros le dieron un apoyo que llevó durante mucho tiempo, hasta Dien Bien Phu. Para todos Prigent fue a partir del momento de su llegada el “Grumete” Prigent.

Destinado al 2° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), el 5 de junio de 1944 salta en Bretaña con su jefe, el teniente André Botella, que en Dien Bien Phu estará al mando del 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas). Para esta patrulla como para todas las que saltaron esa misma noche, la misión era preparar el terreno al regimiento, tomar contacto con la resistencia para, juntos, bloquear a los ciento cincuenta mil alemanes de Bretaña, con el fin de evitar que vayan a aumentar los efectivos que pudieran oponerse al desembarco aliado en Normandía.

Pero la misión se transformó en algo mayor.

Las patrullas de los tenientes Leblond y Botella, que habían sido largados en la noche entre el 5 y 6 de junio, se establecen en el bosque de Duault, en las Costas del Norte, cerca de Guingamp. En el lugar reuniendo a los partisanos, formaron una base que se denominó “Samwest”. El 11 de junio son descubiertos por los alemanes, y al día siguiente son atacados por numerosas tropas, siendo el campo destruido. Que coincidencia Prigent y Botella en un campo fortificado en el medio de la zona enemiga, que pasará diez años después.

Leblond con los pocos hombres que le quedan ilesos, entre ellos el “Grumete” Prigent, logra salir del bosque, y alcanzar en pequeños grupos la base que los tenientes Marianne y Deplant han organizado cerca de Ploërmel, en el pueblo de Saint Marcel.

De nuevo se formó allí otro campo fortificado, llamado Sain Marcel, siguen las coincidencias otro campo fortificado más, y bastante más grande que “Samwest”. Llegan más paracaidistas SAS y más partisanos. Los alemanes atacaron el 18 de junio, con el apoyo de blindados. Aunque los paracaidistas se defendieron, al final fueron sobrepasados y tuvieron que retirarse, haciendo explotar antes los explosivos y las municiones. Cuando llegan los alemanes sólo quedaban allí una treintena de paracaidistas y partisanos heridos, entre ellos el “Grumete” Prigent, los que son tomados prisioneros.

El 19 de junio Prigent y el resto de los prisioneros, fue llevado ante los edificios de una granja. Allí, un pelotón de fusilamiento dispara con ametralladoras contra ellos.

En un último movimiento reflejo, Prigent se tiró al suelo antes de que le alcanzase la ráfaga mortífera. Luego, de noche, después de conseguir salir del montón de cadáveres bajo los que estaba enterrado, surge justo debajo de las narices de un centinela enemigo.

Había conseguido conservar el “Colt”. Bastó una bala. El centinela alemán cae, sin un grito. Entonces, Prigent, echó a correr, sin saber en que dirección, sólo escuchando los gritos de los otros alemanes, siempre recto hacia delante. Corrió casi desnudo, a través del bosque, sin preocuparse de las espinas que laceraban su cuerpo y golpeaban la profunda herida que tenía en el hombro. Corrió casi como un demente recto hacia delante, como si huyese del infierno, únicamente guiado por un reflejo primitivo, salvaje, no quería morir. Por lo menos, no así. Sólo tenía dieciocho años.


Dien Bien Phu, Indochina, abril de 1954 :

Eliane 1 fue perdida por los franceses el 30 de marzo y luego recuperada el 31 de marzo a las 15:00 y vuelta a abandonar el mismo día cerca de las 18:00 por orden de coronel Langlais, debido a la falta de refuerzos no lanzados en paracaídas, por lo que fue recobrada por el enemigo.

El “Grumete” Prigent fue nombrado adjunto el 1° de abril, pero este ascenso no lo ha conmovido de sobremanera. Le habían dado a elegir entre preparar un pelotón de alumnos oficiales o ser ascendido. Pero él no había querido abandonar a sus compañeros.

Prigent mandaba una sección de “pimpims”, es decir antiguos viets, o antiguos PIM (prisioneros internos militares), o nuevos paracaidistas. “Actúo como adulto”, decía él mismo con aire jovial y una sonrisa pícara bajo un bigote a lo “RAF”, herencia de las SAS.

El “Grumete” y sus amigos eran casi una leyenda en el seno del 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales). Estos amigos eran dos sargentos : Balliste y Gosse. Uno de ellos era bajito, delgado y seco, con rostro de asceta como le gustaban a Bigeard. El segundo era un “pied noir” ( francés de Argelia) de Oran, con ese rostro demasiado regular, demasiado de “romano decadente”, propio de los hombres del Mediterráneo. Balliste tenía veintiocho años, y Gosse veinte.

Los tres valían por una compañía, sobre todo cuando los “pimpims” entraban en juerga.

La llegada en primer lugar del II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas), entre el 1° y 6 de abril, es lo que sin duda decide a Langlais a emprender la reconquista de Eliane 1. La posterior llegada de una compañía del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), el 9 de abril, sólo alentó más este hecho.





El comandante Liesenfeld, al mando del 2° BEP en Dien Bien Phu.





Salto del 2° BEP en Dien Bien Phu. Abril de 1954.



En un principio pensaba en utilizar como elemento de punta de lanza a los hombres del II/1° RCP, más fresco y cuyas compañías contaban con el pleno de los efectivos. Pero Bigeard, que tenía miedo de que le birlaran este asunto en el que tenía gran interés, presenta otro plan, diciéndole : Utilice a “Bréche” si lo desea. Pero después como elemento de relevo. Yo me comprometo a recuperar Eliane 1 con dos compañías. Las conozco y respondo por los oficiales que las mandan : Lepage (1ª Compañía) y Trapp (2ª Compañía). Conseguirán el objetivo...... Una vez echo esto, el resto es para el II/1° RCP.

Langlais titubeó y lo consultó con de Castries. Este, que sentía debilidad por el penacho de Bigeard, aprobó el plan.

El día “J”, fue fijado para el 10 de abril. Para esta operación, de la que dependía la supervivencia del campo atrincherado, toda la artillería se puso a las órdenes de los paracaidistas, así como toda la aviación, la cuál se ocuparía del objetivo al amanecer.

Bigeard se instaló lo más cerca posible, en la colina perpendicular, a unos cien metros de allí, donde disponía de perspectiva directa. A su alrededor, como una mesa de director de orquesta, el montón de aparatos de radio.

Todo empezó a las 05:30, con una intensa preparación de artillería que puso en movimiento todo lo que Dien Bien Phu poseía como cañones.

Son las 06:00.

El director de orquesta (Bigeard), ordena : ¡Alto el fuego!

Trapp se encuentra preparado en su base de partida, en la cual recibe la instrucción : Hervé (clave de Trapp) de Bruno (clave de Bigeard), su turno. Respondiendo : Recibido......

La voz de Trapp no tembló. Era alto, tan alto como Bigeard, pero seco y huesudo. Sus hombres lo llamaban la “araña”. Esbozaba una media sonrisa con el borde de los labios, medio socarrona, medio cómplice. Habían días en que se le mataría a causa de esa sonrisa. Pero esa mañana, le contestan otras sonrisas. Todos los paracaidistas de la compañía (100 hombres aproximadamente), crispados sobre sus armas, sabían lo que tenían que hacer. Algunos, que sabían que iba a ser duro, no quitaban los ojos de su jefe, con una mirada que quiere ser optimista, pero que reflejaba algo de inquietud. Este, con un guiño, dio la orden : ¡Adelante!

Se lanzaron tres hombres hacia delante, el primer equipo de ruptura del dispositivo viet. El que siempre tiene mayor trabajo. Balliste, Gosse, su adjunto, y Kerkérian, el kurdo de tez morena, antiguo guerrero de Irak a las órdenes del “general” Barzani. Un duro a quien nada asustaba.

Corrieron, escalaron los flancos de Eliane 1 y llegaron a las primeras trincheras. Los viets, acosados por la artillería, tardaron en reaccionar.

“Adelante, adelante”, repetía Balliste. El cuidado de perfeccionar la limpieza lo dejó a los otros. Lo único que contaba para él era llegar al centro nervioso de la colina, al PC viet. Se encontró frente a él al cabo de media hora, después de un combate que se fue haciendo más y más duro a medida que se efectuaba la infiltración. En segunda línea, se habían rehecho los viets. Resistían, pero no atacaban.

Balliste no llegó al PC. A las 08:30, le alcanza una bala en plena frente, justo al pie del blocao. Gosse yace un poco más lejos. Una granada lo hirió en las piernas y otra le explotó en el rostro. Se quedó ciego.

Pero la sección Samalens estaba ahí, detrás de Balliste. Llegó con fuerza apartando los últimos obstáculos. Delante de ella, como punta de lanza, los tres mejores vietnamitas del 6° BPC : Tho, un alto tonkinés de rostro angelical, Diem, llamado “con vit” (el pato), por su peculiar forma de andar, y Viet-Viet, un cabo seco y arrugado como una pasa, a quien nunca molestó su nombre. Son los primeros en entrar donde se encuentra el comandante enemigo. Asombrado al ver a unos “compatriotas”, fue apresado sin reaccionar.

Trapp ordenó : Colóquense en defensiva, el contraataque no tardará en llegar.

En un momento, las trincheras cambiaron de mano, los ramales de dirección. El dispositivo empezó a girar hacia el Este. La reacción viet fue violenta, pero olía a despecho e ira. Los contraataques improvisados empezaron mal. Eran apresurados y torpes. Además, el tiro de batería al mando de Bigeard, que se encontraba al corriente de todo gracias a la escucha de los aparatos de radio de sus secciones, causó grandes estragos.

El “Grumete” Prigent se encontraba a la izquierda de la compañía Trapp. Junto con sus “pimpims” que aguantaron los golpes sin dificultades. Incluso se dieron el lujo de replicar a los enemigos lanzando órdenes, las cuales, alocados los bô dôï, obedecieron algunas veces.

Hacia el mediodía, Lepage, después de haberse abierto camino por la derecha, llegó también a su objetivo. Y allí avisó al jefe : Bruno de Lepage, estamos sobre nuestros objetivos......

Bigeard respiró aliviado. No había subestimado a sus hombres y entregó Eliane 1, reconquistada, a Bréchignac y su II/1° RCP, que fue a ocuparla.





Los “amigos” del 6° BPC, durante la operación “Hirondelle” : de izquierda a derecha, el sargento primero Balliste, el sargento Gosse y el adjunto Prigent, todos muertos en Dien Bien Phu y el cabo Cazeneuve, que será uno de los pocos supervivientes de la 2ª Compañía del teniente Trapp. Foto sacada durante la operación “Hirondelle”, el 17 de julio de 1953.



El relevo fue organizado hacia las 16:00. Las dos compañías del 6° BPC descendieron de regreso con sus muertos y heridos. Balliste en primer lugar.

Detrás, el “Grumete” Prigent, que también murió de una bala en la cabeza, al igual que su compañero.

Gosse sobrevivió únicamente algunas horas, ya que el convoy de heridos de que formaba parte cayó bajo un tiroteo viet al pie de Eliane 1.


Actualmente, un monumento conmemorativo lleva grabado el nombre de los héroes y mártires de la Resistencia, que murieron en Sain Marcel en junio de 1944.

Un hombre falta a la llamada : Yves Prigent, el “Grumete”. Murió el 10 de abril de 1954 en Dien Bien Phu, al otro lado del mundo, casi diez años después de haber sido fusilado en Sain Marcel.



Fuentes :

Les Paras (E. Bergot).

Bataillon Bigeard (E. Bergot).

Dien Bien Phu (J. Keegan).
 
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 43) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 05) :


E.- La canción de los “bawouan”, uno de los hitos más importantes de los paracaidistas en Dien Bien Phu :

Hacia las 16:00 de ese 10 de abril de 1954, la 1ª y 2ª compañías del II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas) al mando de los capitanes Charles y Minaud relevaron a las unidades del 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales), que habían retomado Eliane 1. A las 18:45 los viets empezaron un fuerte tiro de artillería, y poco después de 3 batallones viets con todos sus miembros se lanzaron al asalto de Eliane 1, hacia las 22:00 el puesto estaba a punto de caer, las dos compañías del II/1° RCP perdieron el 50 % de sus efectivos, algunas de sus secciones desaparecieron completamente. Bigeard envió a dos compañías del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) de los capitanes Martín y Brandon, de refuerzo, los que avanzaron lentamente sobre la sitiada Eliane 1 con los restos de las compañías del II/1° RCP luchando. A las 00:45, Giap envió otro batallón sobre el puesto y Bigeard en respuesta envió la segunda oleada, la 2ª Compañía del capitán Pham Van Phu y la 3ª Compañía del capitán Guilleminot del 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas), los “bawouan”, para apoyar al 1° BEP.

Pero retrocedamos algunos meses. El 5° BPVN, había participado en la operación Castor, quedándose en la hondonada hasta pasado mediados de diciembre.

El 14 de marzo de 1954, volvieron a saltar en Dien Bien Phu, como refuerzo.





Paracaidistas vietnamitas en un acto de condecoración, después de la operación Castor. Fecha diciembre de 1953.



El día 15 de marzo ya tenían su primera misión. Se trataba de un contraataque contra Gabrielle que había caído el día anterior.

Una fuerza mixta, constituida por una compañía del 1° BEP, y por el recientemente llegado 5° BPVN, encabezada por siete tanques M-24 Chafee del 1° RCC (Regimiento de Cazadores a Caballo), se pusieron en marcha en la oscuridad, para invertir la situación.

En su avance hacia Gabrielle, esta columna de refresco fue intensamente hostigada y en un punto ya fuera del perímetro, de no haber sido por los carros de combate, habría quedado clavada al terreno y destruida. Aún así, tres compañías del 5° BPVN se vieron totalmente detenidas por el shock y la sorpresa que les provocaron los viets. Pero los legionarios y los carros presionaron fuertemente y, con las primeras luces del alba, pusieron pie en la colina de Gabrielle.





André Botella.



El mayor André Botella, ese argelino de Blinda, ese “Pied Noire” (pie negro, sobrenombre de los franceses o hijos de colonos franceses nacidos en Argelia), ese mismo veterano de los paracaidistas franceses SAS en Bretaña en 1944, que desde aquella época era llamado “Pie de Alu”, en recuerdo de su herida en Bretaña, que estaba al mando del batallón, no se desesperó, pero tuvo que hacer algunos cambios. Botella era un caso especial. Varios oficiales de carrera y de complemento del 5° BPVN tuvieron que ser destituidos en razón de que se les consideró casi como un acto de cobardía, su actuación durante el contraataque en Gabrielle, y enviados a trabajar casi como peones.





Paracaidistas vietnamitas en Dien Bien Phu. Fecha marzo 1954.



Pero el batallón estaba bastante desmoralizado. Nuevamente flaqueó en el ataque viet contra Eliane 1 y 2 del 30 y 31 de marzo, pero Botella y sus “bawouan” pronto tuvieron la ocasión de resarsirse.

Por esta razón, los paracaidistas de la Legión despreciaban a los pequeños vietnamitas del 5° BPVN, los “bawouan”, como se les llamaba con algo de condescendencia.





Paracaidistas del 5° BPVN en Dien Bien Phu, en marzo de 1954.



Pero volvamos a ese 10 de abril de 1954.

Primero los pequeños “bawouan” miraron como se puso en marcha la primera ola de asalto, compuesta por las dos compañías del 1° BEP de la Legión. Esta ola escaló la colina bajo un fuego del infierno y al llegar a la mitad de la pendiente se puso a entonar, grave y marcialmente, el himno de los paracaidistas de la Legión :


“Contra Viets, contra el enemigo,
Por todas partes dónde el combate avisa,
Soldado de Francia, soldados del país,
Subiremos hacia las líneas.”

“Ya pueden llover granadas y escombros,
Nuestra victoria tendrá un estallido mayor.”



Subyugados, los viets, que aguantaron a duras penas, flaquearon y retrocedieron, pero no lo suficiente. Se dio la orden de ataque a la segunda ola de asalto, las dos compañías del 5°, la que no fue para nada superflua.

En ese momento, el comandante de la compañía de cabeza, con voz estentórea, ordenó : ¡Bayoneta al cañón!

Los “bawouan” obedecieron y se lanzaron hacia delante. Pero ocurre algo realmente insólito, casi una locura en estas cincunstancias, que sólo se sabe por los testimonios de los legionarios.

A los “bawouan” les faltaba una canción y las que conocen hablan únicamente de amor, de flores y del cultivo de arroz. Canciones bucólicas, sin relación alguna con la muerte que estaban a punto de afrontar.

Entonces, simplemente, los pequeños vietnamitas del 5°, se lanzan al asalto cantando La Marseillaise, subiendo a fuego sobre Eliane 1.

Y, enfrente, los viets, que habían reconocido a los “fantoches” de que les hablaba la propaganda, retroceden asombrados primero, estupefactos luego, y asustados finalmente.

Para estar a la altura de las circunstancias, los “bawouan” se llenaron de honor llegando los primeros a la cima de la colina.

Hacia las dos de la mañana los viets se retiran, desmoralizados. Una veintena de ellos hasta se rinde a los legionarios.





André Botella.



Al amanecer, Bigeard compromete sobre este puesto la 7ª Compañía del capitán Lecour-Grandmaison del 2° BEP que estaba en reserva en Dominique 3 para participar en la limpieza de las zanjas. Más de 400 cadáveres viets yacen sobre Eliane 1, de las dos compañías del II/1° RCP, una deja de existir, el 1° BEP y el 5° BPVN perdieron a una centena de hombres. Estas unidades recuperaron y retuvieron Eliane 1 y van a quedarse en el puesto veinte días y veinte noches. Cada una de las compañías del 2° BEP y del II/1° RCP pasará por Eliane 1, por turnos de 48 horas, se harán desangrar allí y será rehecha por otra que vendrá en su lugar, ya que el enemigo volvió royendo y lentamente gastando los defensores porque Giap no quiso más estos asaltos frontales que diezmaban a sus divisiones.


Fuentes :

Les Paras (E. Bergot).

La Legión (Georges Blond)

Dien Bien Phu (J. Keegan)

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Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 44) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 06) :


F.- “Usted es un “Para”, ya se las arreglará para que le maten” :

La terminación de todos los ataques generales y la impresión de haber recobrado algo, contribuyó poderosamente a restaurar la moral francesa dentro del campo atrincherado y a mantener la fe en alguna especie de victoria final. Fortaleció también mucho su espíritu el inquebrantable apoyo de las escuadrillas, especialmente las del portaaviones Arromanches, las que corrían más riesgos que las del Armée de l’Air.

Dien Bien Phu siguió luchando por espacio de casi un mes más, con los paracaidistas en la primera línea, con el ejemplo personal de varios jefes, Langlais y Bigeard especialmente, pero también de los otros jefes de paracaidistas Tourret del 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque), Guiraud del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) y Bréchignac del II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas), y también de otros como Vadot (Legión extranjera) y Chenel (cuyos Thais se habían esfumado de la batalla), que animaban a quienes mantenían contacto con ellos, como era el caso del grueso de la guarnición “combatiente”, en el curso de las visitas diarias de estos hombres de estos hombres a sus unidades. Pero se necesitaban refuerzos.

Fuera de la hondonada, sin embargo, la moral francesa se hallaba deprimida y las intenciones francesas resultaban confusas. Cogny y Navarre sabían con una certidumbre felizmente negada a quienes se hallaban en Dien Bien Phu, cuán poco restaba de las fuerzas de las fuerzas disponibles con lo que pudiera invertirse el giro de los acontecimientos. Existía en reserva un buen batallón aerotransportado, el 1° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales); otro recientemente creado, el 7° BPC, no había arribado todavía a Indochina.

Este único batallón disponible, el único con que contaba Cogny, había sido retenido tanto tiempo por él, que dejó pasar el momento en que su intervención podría haber sido útil. Ahora se resolvía a lanzarlo a la batalla.

El 1° de mayo, después de muchas vacilaciones y de “discutir” con general Cogny y el coronel Langlais, el general Navarre, principal comandante en Indochina, finalmente aceptó enviar a otro batallón a Dien Bien Phu. El 1° BPC, al mando del capitán de Bazin de Bezons se puso en alerta en Hanoï. Asombrosamente no hubo ningún efectivo que faltó cuando se echaron a andar los planes, y aunque la situación del campo sitiado era obvia. Incluso hubo un enfermos, que “se escaparon” del hospital, u otros que pusieron encima de sus viajes de repatriación, la voluntad de la unidad, de estar “con sus brotes”.

Durante la noche del 2 al 3 de mayo de 1954, la 2ª Compañía del capitán Edme fue lanzada en la cada vez más reducida superficie del campo. Su llegada serviría para reemplazar al prácticamente perdido II/1° RCP, pero no serviría para compensar las múltiples pérdidas sufridas por los demás batallones, además se dudaba acerca de la llegada de otros refuerzos. Después de aterrizar, la 2ª Compañía del 1° BPC se fue enviada a Eliane 2, donde relevaron progresivamente I/13ª DBLE (1° Batallón de la 13ª Semi-Brigada de la Legión Extranjera) del comandante Robert Coutant.





El capitán Edme al mando de la 2ª Compañía del 1° BPC.





El sargento Collard de la 2ª Compañía del 1° BPC.



Durante la noche siguiente, fue lanzada la 3ª Compañía, al mando del capitán Jean Pouget.

Pouget, hasta muy recientemente ayudante de campo del general Navarre, y que dejó voluntariamente su cómoda posición para saltar en Dien Bien Phu.

En la noche de del 4 al 5 de mayo, la 4ª Compañía del 1° BPC (capitán Tréhiou) fue lanzada. Tréhiou se ofreció voluntariamente a ser lanzado en paracaídas en el Dien Bien Phu, aunque tenía un tobillo fracturado, el que sostuvo firmemente con un yeso.

En la noche del 6 al 7 de mayo, en Eliane 2 los soldados eran mandados por Pouget. A través de los géisers podía ver como se concentró para el asalto uno de los batallones comunistas y, tras pedir una contrapartida de los siete obuses franceses que todavía permanecían activos, contempló como sus granadas los dispersaban con fuertes ventajas. Pero aquel era sólo un respiro momentáneo.

El asalto, precedido por una intensa barrera de fuego, se tornó ahora general. En cada punto del perímetro, la infantería comunista presionaba hacia las alambradas francesas. Los cuerpos de los muertos servían para que cruzaran las alambradas los que llegaban detrás. En un torrente de mensajes enviados a Langlais y a Bigeard, todos los puestos avanzados señalaban que se habían producido penetraciones : Eliane 10 y 4, defendidos por los restos del 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas) y del propio 6° BPC de Bigeard, sufrieron la penetración alrededor de las diez de la noche y Claudine 5, defendido por una compañía del I/2° REI (1° Batallón del 2° Regimiento Extranjero de Infantería), fue invadido al mismo tiempo. Sin embargo, por increíble que parezca, estas guarniciones modestas y tremendamente acosadas, todavía pudieron encontrar fuerzas y ánimos para contraatacar y, para, lo que resulta aún más increíble, rechazar al enemigo abrumadoramente más fuerte que tenían ante sí. Los escasos restos de tres compañías de la Legión Extranjera, cuya dotación apenas superaba el centenar de hombres, contraatacaron en Claudine 5 a las diez y media y arrebataron el puesto a un regimiento viet, integrado por 3.000 hombres, en cuyas manos acababa de caer la posición.

Pero la aritmética de la batalla actuaba inexorablemente en contra de los franceses. Los aviones de transporte sobrevolaban la zona con la esperanza de lanzar la otra compañía del 1° BPC (la 1ª del teniente Faussurier), que todavía no estaba en Dien Bien Phu, pero, aunque hubieran logrado su propósito no podrían haber alterado el equilibrio en un ápice. En combates de una terrorífica ferocidad los franceses perdían cada hora más del equivalente de una compañía. Hacia las once de la noche, sin que se hubiera experimentado interrupción alguna, toda una compañía desapareció en Eliane 2, entre una verdadera erupción de tierra. Los zapadores del 98° Regimiento viet habían hecho estallar una mina.

Más ni siquiera eso acabó con la resistencia en Eliane 2. Si los jefes viet hubieran estudiado la historia de la guerra de minas, habrían sabido que, para aprovechar su efecto, resultaba vital que el ataque se hubiera producido casi al mismo tiempo que la detonación. En Eliane, los viet, cometieron el mismo error que el Ejército de la Unión en Petersburg en 1864 y que los británicos en Hawthorn Redoubt en 1916. Contando con la desorganización total de las defensas, retrasaron su avance para asestar un golpe concentrado. La pausa dio a los supervivientes su oportunidad, que no dejaron de aprovechar, de guarnecerse en los bordes del cráter abierto. Cuando aparecieron las oleadas de los infantes comunistas, resueltos a acabar con la resistencia, los franceses abrieron un fuego mortífero contra sus filas. Horas más tarde aún resistían, y Pouget fue verdaderamente capaz de contraatacar en su ayuda.

Para consolidar este éxito, Pouget necesitaba refuerzos. Pero también los precisaban todos los demás jefes de unidades de la fortaleza. Vadot actuando como jefe adjunto del Estado Mayor en el Cuartel General, explicó a Pouget que no había nada que enviar, y cerró su mensaje con palabras que resumen la “filosofía Para” : Usted es un paracaidista, ya se las arreglará para que le maten.

Alrededor de las cuatro de la mañana de aquel 7 de mayo de 1954, en un intercambio de granadas, en su última trinchera todavía no ocupada, Pouget se sumió en la inconsciencia.

Pouget escribió el hecho más menos de la siguiente forma :

“Estuve en Dien Bien Phu entre el 3 y el 7 de mayo. La memoria que guardo es un bloque de tiempo. No había día o noche. Nunca dormí. No recuerdo comer. A las cuatro de la mañana había una calma. Eramos 35 a la izquierda en mi puesto, con una ametralladora y una granada. Por la radio, dije : “No puedes enviarme refuerzos…para salir”. Él dijo : “¿Dónde quisieras que los consiga?. Sabes que no hay nada a la izquierda”. Y terminó diciendo muy simplemente : “Usted es un paracaidista, ya se las arreglará para que le maten.” Construimos una barricada con los cadáveres en la entrada puesto, ya que no teníamos ninguna bolsa de arena, y esperamos. Y vimos las sombras el venir uno por uno, el Viet-minh. Decidía lanzar mi granada y nos conseguí inmediatamente el fuego de vuelta. Una de mis impresiones pasadas era sentir la pared de los cadáveres que temblaban bajo explosión del fuego. Entonces una granada debe haber golpeado mi casco porque la red fue quemada y el casco abolló. Los cascos americanos son muy sólidos. Perdí el sentido y cuando vine en mí, desde una máscara de un cirujano, escuche una voz : “Eres un prisionero del Ejército de la República Democrática de Vietnam”.”

Años más tarde, Pouget, se hará famoso durante la guerra de Argelia, particularmente para su papel durante la sublevación en Argel el 13 de mayo de 1958. Después de dejar al ejército, se destacará como periodista y escritor.

Poco después del amanecer, le tocó el turno al resto de los paracaidistas en los demás blocaos de Eliane. Bréchignac y Botella mantuvieron en sus enlaces de radio con el Cuartel General, un constante comentario acerca del avance de los viets. Alrededor de las nueve, “interrumpido por los disparos audibles de los últimos defensores y por los gritos de los heridos”, aquellos dos esforzados militares se despidieron de Bigeard. Pocos segundos más tarde cayeron en manos de los comunistas.

Casi al mismo tiempo, se pierde Eliane 10 la posición pasada al lado este del río Nam Youm, sostenido por el “restos de restos” de 6° BPC (teniente Trapp), así como Claudine 5, en el flanco occidental, sostenido por 2ª Compañía del I/2° REI (capitán Schmitz).

Se acabó el tiempo. Después de una despedida con Hanoi, el Cuartel General deja de combatir. De Castries y otros oficiales, sabiendo las “ganas” que le tenían los viets, por el asunto de Tu Lé y otros más, le recomendaron a Bigeard que se cambiara su uniforme de paracaidista por otro, a lo que él se negó rotundamente.

El 7 de mayo de 1954 a las dieciséis horas treinta minutos, cuando los viets entraron por fin al campo cercado e hicieron salir a los supervivientes, casi no encontraron hombres con el uniforme camuflado.

Ellos no habían levantado los brazos. Habían sido cogidos las noches anteriores en sus trincheras, sobre los puntos de apoyo. Vencidos, pero no sometidos.

Siete batallones de paracaidistas quedaron sepultados en Dien Bien Phu. Merecen ser mencionados :

El 1° y 2° Batallón Extranjero de Paracaidistas.
El 1° y 6° Batallón de Paracaidistas Coloniales.
El 8° Grupo de Paracaidistas de Choque.
El II/1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas.
El 5° Batallón de Paracaidistas Vietnamitas.

A los que hay que añadir a la 1ª Compañía Extranjera de Morteros Pesados Paracaidista y los dos hospitales de campaña paracaidista, más otro creado en el mismo Dien Bien Phu.

Además de todos los refuerzos, paracaidistas o no, diplomados o no, que saltaron a la hondonada. Para nada quizás, únicamente por las ganas de estar con los “amigos”.





Esta foto muestra a voluntarios que serán lanzados en paracaídas sobre Dien Bien Phu, lo más oprobable que en abril de 1954. Aquí se puede observar a un voluntario africano colonial, y a posiblemente a un infante colonial, el primero de la derecha y el primero de la izquierda, pero en su gran mayoría los voluntarios eran del I/3 REI, por lo que el soldado del centro, que tiene una estampa típica de un legionario, pero que además puede verse sobre su cabeza lo que parece ser la gorra de cuartel de la Legión, típica de la infantería de ésta, pudiera pertenecer a dicha unidad. Detrás está claro, el instructor “sumario”, una boina verde. Mis agradecimientos a Lucitez por esta fotografía.





Embarque de voluntarios a bordo de un Dakota. Fecha abril de 1954.





Voluntarios de la Legión Extranjera, que fueron lanzados en Dien Bien Phu, muchos de ellos, sin entrenamiento paracaidista, y lanzados con todo el equipo. Fecha abril de 1954.





Citación a la orden de la división para un legionario del I/3 REI (1° Batallón del 3° Regimiento Extranjero de Infantería) que fue voluntario para ser lanzado el 30 de abril de 1954 sobre el campo atrincherado de Dien Bien Phu sin entrenamiento paracaidista.



Después de leer todas mis entregas de este tema, hay algunas cosas que me gustaría puntualizar.

En Dien Bien Phu se hicieron 11.000 prisioneros de los que se liberaron no más de 3.500.

Cerca de 7.000 prisioneros de Dien Bien Phu fallecieron en espacio de mas o menos 4 meses. Esa tasa de mortalidad rebasa la de los campos de exterminio nazis.

Las causas fueron varias, pero se puede indicar que los prisioneros del campo atrincherado efectuaron una marcha forzada de varios cientos de kilómetros entre Dien Bien Phu y los campos de concentración situados cerca de la frontera con China en el alto Tonkín. Durante esa marcha la mayoría de los heridos eran abatidos en cuanto no podían marchar más.

Una vez en los campos la poca y mala comida y las enfermedades tropicales pudieron con miles de soldados.

Los Viets no eran especialmente sádicos pero consideraban que era mejor guardar la comida y los medicamentos para sus soldados (que continuaban la guerra).

Lo mismo había ocurrido con los muchos otros prisioneros que habían sido prisioneros desde 1946 en Indochina.

Esa tragedia fue ocultada a la opinión publica mundial por varias razones :

- Las tropas francesas estaban constituidas por personal de las colonias o por extranjeros (aunque la mayoría de los legionarios franceses murieron combatiendo).

- La opinión publica estaba preocupada por otros problemas en esa época de postguerra mundial.

- Los medios de comunicación franceses pertenecían a una progresía de tendencia izquerdista (Le Monde, Liberation) que se declaraban abiertamente pro Viets (la mayoría de sus dirigentes como Ho Chi Min o Giap habían estudiado en la Sorbona).

Pero esta situación, unida a un sentimiento del desprecio del que habían sido objeto por parte del poder político, marcaron a muchos de los oficiales y suboficiales que habían combatido en Indochina, especialmente los de paracaidistas y los de la Legión Extranjera.

La historia de la Guerra de Indochina está marcada por el heroísmo de las tropas en contraposición con los Políticos y un Alto Mando a veces inepto

La amargura con que el Ejército Francés se alejó de Indochina fue muy diferente de la que había envenenado su propia estima después de 1940. Nadie, ni siquiera el Viet-minh, puso en tela de juicio el honor o el valor del ejército. Había luchado bien y valientemente durante mucho más tiempo de lo que sus jefes políticos tenían derecho a esperar; había combatido sin quejarse; había peleado solo. Lo que irritaba al ejército no era, por eso, haber perdido una guerra una vez más. Era que hubiese tratado durante tanto tiempo de ganar una guerra por los caminos erróneos, los mismos que EEUU cometería años más tarde. Dien Bien Phu, en un cierto sentido, fue una dramática ampliación de una estrategia fundamentalmente equivocada : un intento de vencer según normas occidentales, en especial las reglas de la batalla “decisiva”, a un enemigo que jugaba un juego diferente. Cuando muchos de los oficiales se dieron cuenta del verdadero “juego”, chocaron siempre con un Alto Mando partidario de esas “otras” estrategias, las equivocadas, o de un poder político que siempre imponía lo que era correcto o incorrecto para llevar adelante esta guerra de guerrillas como tal.

El talante Ejército Francés de 1954 difería también del de 1940 en el hecho de que su amargura no era estéril ni de carácter autodestructivo. Al contrario, esta amargura demostró ser el ingrediente fundamental en un proceso de revalorización y cambio. Recién salido de Indochina, el ejército se vio requerido para enfrentarse a una nueva guerra de liberación nacional sobre un terreno mucho más familiar y más favorable, Argelia. Aquí, bajo la tutela de los hombres que habían aprendido por dura experiencia las lecciones de la “guerra revolucionaria”, y en algunos casos de los adoctrinadores comunistas del Viet-minh, se estableció un programa de contra, concebido para traer irrevocablemente a los aldeanos hacia el bando francés. Tanto éxito tuvo este programa que, aunque el Gobierno no pudo evitar comprometer en el conflicto a las masas de reemplazos metropolitanos, el Ejército de Liberación Nacional de Argelia nunca fue capaz de elevar la pugna al nivel de grandes unidades y hubo que limitarse a soñar con infligir un nuevo Dien Bien Phu a los franceses. Desde luego, que si se aplicaran exclusivamente los criterios militares de victoria, el Ejército Francés, hacia 1960, había ganado indiscutiblemente la Guerra de Argelia. El violento ultraje que sintieron los regimientos de paracaidistas y de la Legión Extranjera al conocer la decisión del general De Gaulle de tratar con los jefes nacionalistas, debe ser entendido en este contexto. Y no cabe sorprenderse hallar muchos de los nombres, que ustedes ya han leído en el transcurso de mis entregas en este tema : Chateu-Jobert, Romain-Desfossés, Trinquier, Saint-Marc, Guiraud, Brechignac, Tourret y Botella, y de varios otros héroes de la Guerra de Indochina y Dien Bien Phu, entre los implicados para frustar esta decisión, especialmente en el putsch de 1961.

Su conspiración, aunque en su núcleo hubiese hombres más viejos y más poderosos, fracasó y, retrospectivamente, parecía condenada al fracaso. Pero esta afirmación podría ser utilizada como un epitafio para todo lo que el Ejército Francés intentó durante los veinte años que ahora desechamos como la “era de la descolonización”. Porque ni en Argelia ni en Indochina, disfrutó siquiera el ejército de cualquiera de las condiciones previas “objetivas” del éxito, o sea la superioridad decisiva en número, una segura información o un total apoyo popular. Obligado a operar en ambientes que eran por definición hostiles, nunca consiguió el estímulo compensador de un unánime apoyo nacional a lo que estaba tratando de realizar. Consiente de su aislamiento moral llegó a convencerse de que el respaldo del pueblo contaba menos que la propia opinión del ejército sobre si mismo. Su voluntad última de confrontación con la voluntad del pueblo, personificado en De Gaulle, reveló que ese convencimiento era una ilusión y determinó una derrota de sus aspiraciones políticas tan completa como la que su estrategia había tenido en Dien Bien Phu.

Pero no todo es malo y derrota, ya que esto significó a la vez, que el Ejército Francés, y en especial sus paracaidistas, se hubieran transformado, gracias a ello, en una de las fuerzas armadas más profesionales y de mejor calidad en todo nuestro planeta, y quizás por no decirlo......en la mejor.





Paracaidista del 17° RGP (Regiment de Genie Parachutiste-Regimiento de Ingenieros Paracaidistas) en Afganistán en el año 2001.



Fuente :

Dien Bien Phu (J. Keegan).
 
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 45) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 07) :

El siguiente es uno de los temas más escalofriantes y crudos que me ha tocado escribir. Pido las disculpas del caso, pero la historia y la realidad han sido así.

Del mismo modo este tema que a continuación les entregaré me servirá para agregar más información a este tema de Los Paracaidistas Franceses en Indochina, y al mismo tiempo hacer un homenaje a unos hombres que iban a la guerra, muchas veces a salvar vidas más que a combatir. Esos soldados que la mayor parte de les veces no estaban dotados de armas, sino que de vendas, gasas, alcohol, morfina y tantas otras cosas. Y que su gran enemigo era la muerte misma.

Valga entonces mi homenaje a los Servicios Sanitarios, y en este caso específico a los Servicios Sanitarios de los Paracaidistas Franceses.


G.- Los Hospitales de Campaña Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 01) :

Como información preliminar me gustaría indicar como era la estructura de los Servicios Sanitarios de los Paracaidistas Franceses en Indochina.





El teniente-médico Dumetz de la Semibrigada de Paracaidistas SAS en Indochina en 1946.



Cada batallón disponía de uno o dos oficiales médicos, con estudios universitarios en medicina. Cada compañía, eran cuatro por batallón (de 150 hombres cada una), disponía de un encargado médico general, regularmente un enfermero, con estudios universitarios en ello. Cada sección, eran tres por cada compañía (de 50 hombres cada una), disponía de un “médico”, que era simplemente un soldado paramédico que había tenido cierta preparación en el servicio mismo, o algunas veces preparación universitaria anterior en enfermería.





En octubre de 1951 capitán-médico Chataigneau, del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), gravemente herido en los combates de Nghia-Lo, es llevado en camilla por legionarios (armados de fusiles MAS 36 CR 39) hacia el puesto de Giai-Ho para su evacuación médica.



Ahora los batallones se agrupaban en los llamados Grupos Aerotransportados (que en Indochina eran dos, el GAP 1 y el GAP 2), que agrupaban a tres o cuatro batallones cada uno, dependiendo del caso. Cada Grupo Aerotransportado tenía un Hospital de Campaña Paracaidista. o ACP (en francés Antennes Chirurgicales Parachutistes). El ACP 3, al mando del teniente-médico Louis Résillot, pertenecía al GAP 2 y el ACP 5, al mando del capitán-médico Ernest Hantz, pertenecía al GAP 1.

Sólo como ejemplo podemos decir que el ACP 5 (Hospital de Campaña Paracaidista) fue creado en 1948 en Indochina dependiente del Hospital de Lanessan en Hanoî.

Fue lanzado en varias de las operaciones, especialmente junto a las del 1° BEP.

Fue lanzado en Diên Biên Phu durante la operación “Castor” en noviembre de 1953, quedándose allí hasta el fin de la batalla, en mayo de 1954.

El ACP 3 fue creado en 1949 en Indochina, y al igual que el anterior, dependiente del Hospital de Lanessan en Hanoî.

Opera en el norte de Vietnam y participa en los primeros combates de Na-San, luego Lai-Chau y después en la Plaine des Jarres a principio de 1953 (siempre en Tonkín).

En enero de 1954, apoya al GAP 2 comprometido en Laos, donde recibe a más de mil heridos y realiza intervenciones quirúrgicas en más de 300, obteniendo una Citación con Palma.

El 16 de marzo de 1954, es lanzada en paracaídas a Diên Biên Phu, junto al 6° BPC de Biegard, y se instala en el punto de apoyo “Isabelle” donde asiste a más de 600 heridos, realiza 331 intervenciones quirúrgicas, entre las que están 216 a heridos graves, recibiendo una Segunda Citación con Palma.

Esta unidad constaba del teniente-médico Résillot, del adjunto Chaumette, del sargento mayor Pietri, de los sargentos enfermeros Chassier y Babacar, el cabo enfermero Guyollot, y los enfermeros de 1ª Segalen y Le Van Dang

En Diên Biên Phu, el 17 de marzo, se lanzó parte de un tercero el ACP 6, al mando del capitán-médico Jean Vidal, el que se completó en base a miembros de los otros ACPs y de refuerzos lanzados en paracaídas. Cada ACP disponía de una cierta implementación y estructura, y de los médicos y enfermeros necesarios, para una condición normal de funcionamiento, la que obviamente no era Diên Biên Phu. Ellos podían enfrentar los heridos más graves y realizar algunas de las intervenciones quirúrgicas necesarias para asegurar su supervivencia.

En Diên Biên Phu, además, existían otros dos Hospitales de Campaña, los que en el transcurso de la batalla se fusionaron, formando uno sólo. Estos eran los Hospitales de Campaña Móviles o ACM (en francés Antennes Chirurgicales Moviles). El ACM 29 al mando del comandante-médico Paul Grauwin y el ACM 24 al mando del teniente-médico Jacques Gindrey. Como coordinador de los ACM estaba el capitán-médico Le Damany, que anteriormente era el médico jefe de las unidades de la 13ª DBLE (Semibrigada de la Legión Extranjera).





En febrero de 1952, una evacuación sanitaria de un herido del 10° BPCP (Batallón Paracaidistas de Cazadores a Pie) en un helicóptero Hiller M360, pilotado por el comandante Bartier, durante los combates llevados a cabo por el 10° BPCP en la región norte de Thaï Binh.





El 17 de julio de 1953, hacia las 8 de la mañana, el teniente Rivier, el médico-jefe del 6° BPC observa su unidad en pleno de lanzamiento (al norte de Lang Son), a lo largo de la RC 4, durante la operación “Hirondelle”. Esta operación tuvo como objetivo destruir los depósitos de materiales y de armas, situados cerca de la ciudad, ocupada como punto de distribución de la ayuda de la República Popular de China al Viêt-minh desde octubre de 1950.





Durante la operación “Hirondelle”, el 17 de julio de 1953, durante el repliegue en la RC 4, un paracaidista vietnamita del 8° Choc, que fue atendido por el famoso “golpe de bambú”, causado por el calor (40°), repone sus fuerzas un instante. Su papeleta medica, al cuello de su chaqueta camuflada, indica que ha sido asistido por el teniente De Carfort, médico-jefe del batallón.





En septiembre de 1953, en el curso de la operación “Brochet”, heridos del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas) son evacuados por un helicóptero Hiller 360.





En septiembre de 1953, el teniente-médico Patrice de Carfort del 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque) con un herido, en el momento de la operación “Brochet”, el 30 de septiembre de 1953. Esta es una fotografía mítica de los médicos militares franceses en Indochina.



En Indochina se crearon un total de 8 ACPs, la mayor parte no asignada a los GAPs en forma directa. Durante todo el conflicto estas ACPs efectuaron 329 salidas operacionales en las que estuvieron 8.730 intervenciones quirúrgicas (alrededor de 5.010 entre 1953 y 1954).

Con lo anterior claro me permitiré entregar a continuación las memorias de uno de los miembros de estos Hospitales de Campaña Paracaidistas en la batalla de Diên Biên Phu.


“Recuerdo aquel marzo de 1954, como una luz macilenta inundaba esa trinchera de Diên Biên Phu.

Me había ido a Indochina, desbordante de entusiasmo y de coraje. Para este lejana aventura, había dejado a mi familia y mis amigos y como todos mis amigos, había aportado mi sentido del deber. Había que defender el honor de Francia pero también, por supuesto, confirmar mi reputación de luchador..... En Asia, yo creía sinceramente que contribuiría a cortar la inexorable expansión marxista.





Atención de un paracaidista herido en Diên Biên Phu.



Embriagado por el ruido de las explosiones y de las ráfagas de las armas automáticas, estúpido de cansancio y por las noches el sueño, la lluvia, el lodo viscoso es allí, palpitando en la acción de los combates, siendo afligido por mi impotencia, angustiado pero sin embargo bien decidido contener al agresor Viet, agazapado como yo, invisible, en la sombra de las trincheras próximas. Una granada de un mortero de 60 mm. explota y el combatiente se desploma.....

Ningún grito, un inconsciente velo negro y un cuerpo acurrucado. Me deslizo en el charco innoble de lodo enrojecido de la trinchera. A mi lado, mi amigo de combate yace, con la cara arrancada.

Bajo una barrera de fuego terrorífica, los últimos supervivientes de la compañía, despavoridos, se repliegan pisoteando los cuerpos, entre los que hay algunos que todavía se mueven, o simplemente a otros, les arrastran sin contemplaciones relevándose, hay que intentar todo para sacar a un amigo de una muerte cierta...... Gestos magníficos y heroicos de solidaridad, prueba admirable de esta fraternidad entre hombres poco acostumbrados a revelar sus sentimientos y su corazón. Todos estos actos consumados, por cierto inconscientemente, con el miedo en el vientre, y con un solo fin, alcanzar ese banderín que muestra una Cruz Roja, que marca el puesto de socorro del sector.





El teniente-médico Patrice de Carfort del 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque) atendiendo heridos de la unidad en Diên Biên Phu.



En esta trinchera todavía cubierta por los disparos de los viets, amontonamos estos pobres andrajosos. La evacuación hacia el Hospital de Campaña es imposible, el cerco es prácticamente total

En todos los casos escuchamos de ellos sonidos angustiosos, pero lo más difícil es reparar cuelas de estos heridos están en peligro de muerte inminente.....

- Tapar una herida de pecho abierta y asfixiante por una cura oclusiva.....

- Colocar una venda o una compresa sobre una herida vascular muy hemorrágica.....

- Enderezar y entablillar, algunas veces en forma sumaria con una estaca o un fusil, y sentir un fuerte estruendo en el muslo o la pierna y un grito, debido al dolor.....

- Y luego colocar curaciones individuales sobre todas las heridas, aliviar con la morfina, devolver la calma y la comodidad relativa de una de estas camillas, calmarse y tener el ánimo de hacer una de esas papeletas de evacuación posterior, la que se fija sobre el pecho del herido inconsciente, y que permitirá conocer más tarde su nombre, la naturaleza de sus heridas y los cuidados y las medicinas que recibió en la atención de avanzada.

Poco a poco, en la penumbra del puesto de socorro, en medio de las explosiones cercanas y la crepitación incesante de las ametralladoras y de fusiles ametralladores, el color blanco de las curaciones contrasta con el tinte fecal del lodo..... Esperamos.....

El contraataque desesperado en los paracaidistas y la reconquista de la trinchera, hace aflorar un abrazo de los supervivientes de la compañía diezmada. La repliegue de algunas decenas de combatientes, casi despavoridos y resignados se efectúa al amanecer. Con una pantalla de humo, se efectúa un largo desfile de camillas, donde se quejan los heridos traqueteados, en esta carrera hacia el Hospital de Campaña, a través de los cráteres de las explosiones de obús y de las enredadas trincheras a medias derrumbadas.....

Los muertos accesibles han sido cubiertos con algunas apaleadas de tierra en el fondo de la trinchera, una sepultura muy modesta para estos jóvenes de Francia.

Nos zambullimos en la entrada del Hospital de Campaña, mientras se desencadena el tiro de artillería enemiga. Una de las granadas alcanza de frente el grupo electrógeno, provocando una obscuridad casi completa, para realizar la selección quirúrgica.





Heridos esperan su evacuación de uno de los hospitales de campaña de Diên Biên Phu.




La información entregada por el grupo de las transmisiones, permite descubrir un espectáculo bastante alucinante : una cuarentena de heridos semidesnudos sobre las camillas puestas en el suelo sobre el lodo, una decena de otro menos graves, están en cuclillas contra las paredes.

Algunos PIMs (Prisioneros Internos Militares) son alertados y proceden a su aseo sumario, tomando en cuenta que no es un asunto delicado el suprimir la capa de lodo viscoso que recubre todo : ropas, piel, heridas y transforma el suelo en una verdadera ciénaga.....

La selección quirúrgica hecha por un joven cirujano es un acto capital, porque arrastra a una elección de terribles en consecuencias : el diagnóstico preciso del que la vida del herido depende.....

- Los moribundos ya comatosos (cerca de 1 herido de 10), con heridas craneales o heridas múltiples muy graves, están por encima de todo recurso quirúrgico, reciben rápidamente una inyección de Morfina para atenuar sus sufrimientos hasta el fin. Algunos todavía conscientes parecen increíblemente resignados; varios antes de su último soplo pronuncian los nombres de seres queridos, piden ser bautizados, pero el capellán bloqueado por un fuego de barrera habría llegado demasiado tarde.

- Para todos los demás heridos el grado urgencia debe ser descubierto, y no es el menor asunto en tal avalancha de heridos. Quitadas las curaciones primitivas, el cirujano establece el balance de las heridas y el estado del choque.

Simultáneamente con gestos casi automáticos, todo el equipo de enfermeros del Hospital de Campaña comienza su accionar de rodillas alrededor de las camillas, cada uno de siete enfermeros tiene su papel bien definido. Los heridos recibirán pues, sistemáticamente, los sueros antitetánico y antigangrena, los antibióticos, para posteriormente recibir la medicación preoperatoria (Phénergan, Atropina, Dolosal, etc.). El enfermero reanimador vigila pulso, tensión arterial, la respiración; coloca las inyecciones intravenosas, sueros glucosados y salados, plasma, y a veces sangre, la que por desgracia es lanzada en paracaídas de muy pequeñas cantidades. A veces hay que hurgar hasta la raíz del muslo, para descubrir una vena profunda permeable.





Un paracaidista herido es sostenido por dos de sus compañeros que le evacuan hacia el hospital de campaña del campo atrincherado de Diên Biên Phu.





Durante la batalla de Diên Biên Phu, un paracaidista trae al puesto de socorro a un compañero vietnamita herido que tiene afirmado por el cañón su fusil MAS 36/CR 39.



En medio de todos estos preparativos y en medio de la incomodidad más completa, el cirujano confecciona un programa operatorio de acuerdo a la gravedad y de acuerdo a la urgencia de las heridas : las de tórax asfixiantes, las hemorrágicas, y las traumáticas graves, son la prioridad absoluta.

Durante este tiempo, el enfermero instrumentista prepara mesa y las ropas blancas operatoria, además de las ligaduras. Hay que ser económico, recuperar todo lo reusable y que habitualmente se desecha : compresas, curaciones, ligaduras, etc. El esterilizador se pelea con su autoclave calentado con un “primus” (cocinilla) a parafina (kerosene), la que falta, y el grupo electrógeno, que agotado, sucumbirá repetidas veces.

La selección es terminada, la que retrasa posiblemente la gestión operatoria, pero permite la puesta en condición de todos los heridos, los que desfilarán ahora sin interrupción sobre la pequeña mesa de operaciones flexible de nuestro Hospital de Campaña Paracaidista.

¡Sala de operaciones! Un término muy pomposo para designar el túnel recubierto, afortunadamente, de gruesos leños y de un lecho de tierra. Para aportar una aparencia de limpieza y que se acerque en algo que pudiera asemejarse a una sala de operaciones, el techo y las paredes fueron guarnecidos con paracaídas, los que se renovaban de vez en cuando. En efecto, cada explosión cercana rociaba de tierra el sector operatorio y las mesas de instrumentos esterilizados. Esta tierra era detenida en las telas, las que se hinchaban de agua cenagosa, la que chorreaba en estalactitas dando un espectáculo como en una cueva natural. Unos hilos colgados del techo obligaban las gotas a seguir un trayecto más oblicuo, lejos de las zonas operatorias.
 
publicado en: http://guerradevietnam.foros.ws/t878...-1945-1954/45/
por BRECHE
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 46) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 08 ) :


G.- Los Hospitales de Campaña Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 02) :

De esta forma se tenían salas blancas con flujo de aire hiper aséptico, todo en forma improvisada.

El anestesista, que era un enfermero, pero también el cocinero, va intentar todo para aportar un poco de comodidad a nuestra intervención quirúrgica.









Los hospitales de campaña de Diên Biên Phu estaban instalados bajo tierra; los heridos recibían allí los primeros auxilios.



La ausencia de aparato de circuito cerrado para un entubado endotraqueal, impone una anestesia por vía intravenosa en el Pentothal. La equipo de éter con una antigua máscara Ombredanne sin oxígeno (ya que el lanzamiento en paracaídas de las botellas de gas comprimido es muy difícil) proporciona sólo una anestesia ligera en la última instancia del despertar, ya que a menudo el herido se mueve. Debemos luchar para vencer el empuje abdominal y para mantener un miembro fracturado durante la desecación del yeso.

Con prioridad, son tratados los heridos de gran urgencia :

- Cierre de una herida de pecho asfixiante y abierta, después de la colocación de la cura oclusiva, el verdadero “fuelle de fragua” donde brota el pulmón desnudo a través de las costillas fracturadas. Estas heridas son una causa común de muerte por asfixia de los heridos de guerra, pero en Diên Biên Phu, la proximidad del puesto de socorro y su rápida evacuación rápida permitían a veces tapar la brecha por medios sumarios antes de la sutura del cirujano, impidiendo la evacuación del aire.

- Las heridas vasculares necesitarán la ligadura de la arteria o de la vena rota, con todos los riesgos semejantes a los de una extremidad después de amputación secundaria inevitable.

- Los miembros despedazados, son amputados directamente sobre las camillas, con el anestesista y el cirujano de rodillas. Lo mismo ocurre otros heridos menos graves, cuyas heridas son un poco más leves, las que son cerradas y suturadas, y las pequeñas fracturas son emparejadas a “pelo”, mientras otras curaciones son hechas bajo anestesia..... Todas estas operaciones menores hechas deprisa entre cada “intervención grande”, porque hay que hacer todo rápidamente, muy rápido, y el cirujano es único.

- Los heridos de abdomen (algunas veces se tienen 7 en 24 horas) recibirán una laparotomía exploratoria para detectar todas las lesiones internas debidas una por bala o un pedazo de granada, incrustados donde no sabemos dónde.

La operación es a veces larga y laboriosa. La hemorragia interna necesita la ligadura de arterias y venas internas, la extirpación del bazo o del riñón o el taponamiento, raramente eficaz, de heridas del hígado. Hay que hacer todo rápidamente para suturar y cerrar las perforaciones múltiples y intestinales.

Hacen falta suturas estancantes, salvo para el intestino, debido a las materias fecales hiper sépticas que tiene en su interior, para esto se confecciona un ano artificial exteriorizando. Esta perforación es lo único capaz de evitar una peritonitis postoperatoria.

El cierre de la pared debe ser sólido y el empuje abdominal debido a una anestesia demasiado ligera impone el uso de hilos sólidos, algunas veces hilos de bronce, ya que esto no es la microcirugía.

Y qué decir de los poliheridos que asocian una herida abdominal o toraco-abdominal con fracturas expuestas de pierna, o una herida mutiladora de la cara con un ojo estallado y una traqueotomía para lesiones graves de la boca o del maxilar inferior, etc.....

A cada instante, otros heridos en espera, imponen una gestión quirúrgica imprevista con toda urgencia, lo que obliga al cirujano a dejar la operación en curso, para socorrer la gravedad de otros heridos nuevos.....

Entre cada transferencia de los heridos sobre la mesa, damos una pequeña cabezada (pequeña siesta) sobre un montón de paracaídas, el anestesista cocinero nos aporta una ración de carne de vacuno sazonada, el arroz y el Nescafé en saquito. El poco aire que entra al enrarecido ambiente del Hospital de Campaña es por ya al llegar la noche no tenemos ninguna noción de la hora y del tiempo.





Durante un tiro de artillería de Viêt-minh, un camión sanitario GMC 6x6 sirve de refugio a soldados, durante de la batalla de Diên Biên Phu.





Heridos son transportados a bordo de un camión en el momento de la batalla de Diên Biên Phu.





Durante la batalla de Diên Biên Phu, heridos esperan su evacuación en un camión sanitario GMC 6x6, cerca de un hospital de campaña del campo atrincherado.





Al pie de un camión GMC con banderín de la Cruz Roja, heridos de todas las unidades y un camillero esperan la llegada de un avión sanitario Dakota, durante la batalla de Diên Biên Phu.





En la pista de aterrizaje del campo atrincherado de Diên Biên Phu, los camilleros y los heridos leves suben rápidamente a bordo del avión Dakota sanitaria, los soldados más graves con el fin que el avión no se mantenga demasiado tiempo en es lugar y de correr peligro de ser tocado por la artillería del Viêt-minh. En primer plano, una ambulancia Dodge.





Durante la batalla de Diên Biên Phu, heridos son evacuados a bordo de un avión de transporte Dakota sanitaria sobre la pista de aviación del campo atrincherado.





El avión con los heridos se apresta a despegar de Diên Biên Phu.



De noche, el cielo es rayado por balas trazadoras de la DCA de los viets y los relámpagos deslumbrantes de las explosiones de obús sobre una T luminosa balizada, la DZ, que indican que lanzamientos en paracaídas se efectuarán a pesar del tiempo cubierto que precede el monzón. Los Dakota y los Packetts giran sin cesar sobre la hondonada de Diên Biên Phu, para largar la carga lo más bajo posible (unos 150 mt.), mientras que luciérnagas deslumbrantes se mezcan alumbrando todo este paisaje de desolación.

Siempre por oleadas llegan otros heridos y hay que, sin embargo, operar a los que esperan desde hace 24 horas : cerrar heridas, sacar objetos incrustados (balas, esquirlas), enucleaciones (extracción de globos oculares), una amputación secundaria o una ligadura de un tronco arterial, una abertura de abceso, reintervención para oclusión, etc., etc., etc.....

Los heridos del cráneo llegan al final, porque para ellos, no se puede hacer gran cosa : lavar la papilla cerebral con suero caliente, quitar las esquirlas óseas compresivas y entrar a recubrir con lo que queda del cuero cabelludo, inundando de antibióticos

En un minuto ocurre una explosión de una granada de obús que había caído en las horas anteriores y estaba sin desactivar, provocando un golpe sobre la pared de la “sala de selección” con un estruendo ensordecedor..... La pared se derrumba enterrando a un enfermero y varios heridos sobre sus camillas : sacamos a pala toda esta tierra viscosa, para retirar al enfermero reanimador atónito y empezar a trabajar sobre las heridas abiertas y llenas de lodo, de los heridos.....

En los túneles vecinos, donde han sido conducidos, los operados de los días precedentes, se encontraban asombrosamente silenciosos en sus literas metálicas sobrepuestas hasta los leños del techo que gotean agua cenagosa

¡Deberán sin embargo, ceder rápidamente su sitio “privilegiado”! En seguida será ocupado por nuevos recién llegados...... El médico de su batallón a algunas decenas de metros de ahí tomará el relevo del cirujano del Hospital de Campaña, en condiciones todavía más precarias.

A menudo pasó que estos mismos heridos vuelven, después de haber retornado al combate, pero ahora con una nueva herida. Allá, solamente éramos los testigos estupefactos de estos actos de valor inverosímiles impuestos por una resistencia desesperada la fuerza de los Viet. Pero cómo tener una arma en una mano con el otro brazo con una faja, o estar en pie con una enorme herida de muslo o una amputación de pierna y luchar.

Era difícil de quedar insensible en ciertas situaciones trágicas, como la de ese teniente herido casi moribundo, que pide que se asista antes de él a su ordenanza marroquí herido, al que llamaba “Luz de la luna”.

O ese legionario de origen alemán, que reconocía haber abandonado a su familia, y que pedía que se le avisara a su mujer en Tubingen.

O ese gran negro senegalés entre los que ambas órbitas habían sido arrancadas por un pedazo de esquirla y cuyos lóbulos anteriores del cerebro colgaban por los ojos y la nariz, y que hablaba todavía con intermitencia gimiendo, y que vivirá todavía diez horas aliviado por inyecciones repetidas por Dolosal.....

Y cuántos otros todavía.....

Ya que las ropas blancas de operación, no pueden más ser lavados en el agua sucia sacada del Nam-Youm por los PMIs, esterilizamos estos andrajos hediondos en el autoclave calentada a parafina.




En Diên Biên Phu, el Hospital de Campaña instalado bajo tierra; los heridos reciben allí los primeros auxilios.



El cirujano privado de blusa opera torso desnudo con un delantal de caucho. Las manos enguantadas de gruesos guantes de caucho se zambullen en el alcohol, para luego pasar a trabajar en la herida o el abdomen lleno de materias fecales sangrientas saliendo de las vísceras rotas.

Las semanas interminables fluyen y los lanzamientos en paracaídas nos abastecen de manera muy irregular. Hay que economizar todo : ligaduras, compresas, curaciones, antibióticos y hasta el alcohol de 90°, Mercurocromo, alcohol yodado, y anestésicos generales, y hacemos cada vez más anestesias locales usando sólo Novocaína.

Las grandes ampollas de los sueros son demasiado frágiles para soportar el lanzamiento en paracaídas. Por esta razón, en Hanoï, tomaron botellas de champaña “Bière Segi”, vaciaron su contenido y las acondicionaron con los sueros en Hanoï. Se traspasaba con una aguja de la tubería a la cápsula vaciada.....

La sangre falta cada vez más y para restablecer, en forma insuficiente, la masa sanguínea utilizamos el plasma seco y Subtosan.

Le Damany, nuestro médico-jefe del campo atrincherado, hostiga servicio de salud de Hanoï, que acondiciona sin tregua las cajas de medicinas, materiales, camillas, grupos electrógenos, instrumentos, cubiertas y víveres, los que serán largados, la noche siguiente, a gran altitud, pero con la abertura del paracaídas retrasada, ya que la DCA instalado sobre las alturas de la hondonada de Diên Biên Phu se ha vuelto demasiado precisa.





Un sargento legionario vacuna a un niño thai en un pueblo del valle de Diên Biên Phu.





El capitán-médico Le Damany vacuna a un niño de pecho thai en un pueblo del valle de Diên Biên Phu.



Después de recuperación en los alambrados y las trincheras, en las barbas de los viets, los paquetes son despachados en seguida hacia los médicos de avanzada y a los Hospitales de Campaña. A pesar de las pérdidas inévitables, paquetes derribados o capturados por los viets y simplemente la desaparición de otros, los cuidados jamás han sido interrumpidos.....

Vidal en el 2° BT (Batallón Thai) con el ACP 6 (Hospital de Campaña Paracaidista N° 6) es sobrepasado y se repliega sobre el ACP 5. Vamos a trabajar juntos durante últimos días de la batalla. El ACM (Hospital de Campaña Móvil) del GONO (Grupo Operativo Noroeste, las fuerzas no paracaidistas de Diên Biên Phu) con Grauwin y Gindrey a la cabeza, se encuentra próximo al PC de De Castries. El ACP 3 se encuentra aislado en Isabelle con Résillot a la cabeza, el cual como todos los médicos que ejercían esta cirugía de guerra de avanzada, se habían adaptado a pesar de todo a estas condiciones aparentemente desconsoladas.








Durante la batalla de Diên Biên Phu, un helicóptero sanitario Sikorsky S-55 H-19, sobrevuela la colina “Isabelle” del campo atrincherado.











Evacuación de los heridos a bordo de un helicóptero sanitario Sikorsky S-55 H-19, en el momento de la batalla de Diên Biên Phu.

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Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 47) :


22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 09) :


G.- Los Hospitales de Campaña Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 03) :

La imposibilidad de toda evacuación sobre los hospitales de la retaguardia, imponía un funcionamiento autónomo y prolongado en estos hospitales improvisados de campaña.





El comandante-médico Paul Grauwin, fue uno de esos héroes silenciosos de Diên Biên Phu.



Una de las imágenes inolvidables y grabadas en mi mente, era ver al doctor Grauwin, operando bajo bombardeo enemigo, vestido únicamente con unos shorts y con su eterno cigarrillo en los labios. Él contará con la inestimable ayuda de Geneviève de Gallard, el “ángel de Diên Biên Phu”, que por sus actos heroicos es nombrada legionaria honoraria de 1ª clase y recibe la Cruz de Caballero de la Legión de Honor.

Geneviève de Gallard, enfermera en el ACM y todos nuestros enfermeros, los médicos de las unidades y los cinco cirujanos dispersos, formaban allá equipos dinámicos y entusiastas a pesar del peligro permanente, el cansancio y el embrutecimiento de las semanas sin sueño.





Geneviève de Gallard dando primeros auxilios a un herido en Diên Biên Phu.



¡En el ACP 5 tratamos cerca de mil heridos en un mes!..... Pero el médico de avanzada, será siempre el eslabón indispensable, bajo la autoridad de Le Damany, médico-jefe del campo atrincherado.





Operación quirúrgica practicada por el comandante-médico Grauwin en el hospital de campaña de Diên Biên Phu.





Operación quirúrgica practicada por el teniente-médico Jacques Gindrey, en el hospital de campaña de Diên Biên Phu.



Por su papel técnico y humano, inspiraba confianza al combatiente al que prestaba asistencia en el mismo corazón de los combates. Aportaba un sostén moral indescriptible. El “Médico” era el refugio extremo en caso de heridas para los hombres de tropa o los suboficiales y es él quien a menudo recogía las confidencias antes de su último suspiro.

En Diên Biên Phu, tenía también entera responsabilidad de los heridos trabajados algunas horas antes.





Atención de los primeros heridos y muertos en Diên Biên Phu del II/1° RCP.



El 7 de mayo de 1954. Caída del campo atrincherado de Diên Biên Phu.....

Los viets silenciosos y oscuros llegan a la entrada del Hospital de Campaña, en el curso de una operación que me piden interrumpir con rabia al corazón. ¡Di Vé! ¡ Maolen!

La vuelta en la superficie, salimos despavoridos y deslumbrados por la luz de día.

Prisioneros franceses son heridos por minas antipersonales : se les impone la limpieza de minas del campo de aviación con vistas a una evacuación aérea eventual. Estos heridos, pierden extremidades, y los enfermeros-médicos viets, simplemente les hacen una curación y amarran un “cable eléctrico” en la raíz del miembro, dejándolos así por más de 4 horas.

Bajo tiendas improvisadas con paracaídas, hay que amputar al nivel del muslo con material y medicinas chinas desconocidas. Nuestros Hospitales de Campaña, fueron considerados verdaderos botines de guerra por los viets.

Todos los heridos desde el fin de los combates fueron sacados de los refugios y es bajo la lluvia esperan su evacuación hipotética.

Totalmente privados de nuestros cuidados, con curaciones horriblemente manchadas, los yesos podridos donde bullen y se mueven gusanos blancos, amputados sin muletas, heridas abiertas sin curaciones y operados del abdomen que vomitan y reclaman un sedante, totalmente descarnados, en andrajos pero sin embargo llenos de esperanza de una liberación próxima y de cuidados en la cama verdadera de hospital.

¡Deberán esperar sin embargo la autorización de Ho-Chi-Min¡ El que por su “clemencia humanitaria” permitirá a estos desgraciados, salir en helicóptero hacia Hanoï y otros lugares, acompañados por Geneviève y por un o dos médicos, a partir del día 18.





Evacuado desde Diên Biên Phu en un avión sanitario DHC-2 Beaver, un herido es transportado sobre una camilla hacia un hospital de campaña, en el aeródromo de Luang Prabang.





Evacuado desde Diên Biên Phu en un avión sanitario DHC-2 Beaver, un herido va a ser trasladado hacia un hospital de campaña situado cerca del aeródromo de Luang Prabang.





Evacuado desde Diên Biên Phu en un helicóptero sanitario Sikorsky S-55 H-19, un herido es transportado sobre una camilla hacia un hospital de campaña, en el aeródromo de Luang Prabang.





Evacuado de Diên Biên Phu, un herido es transportado sobre una camilla hacia un hospital de campaña en el aeródromo de Luang Prabang.





En el aeródromo de Luang Prabang, un herido de Diên Biên Phu es evacuado con destino a Hanoï en un avión de transporte Dakota.



Otros combatientes heridos, después de una emocionante despedida, son separados, sin consideraciones, de sus compañeros y toman el camino de la cautividad para reunirse en los campos de prisioneros al norte de Indochina en la frontera china.

Los médicos también serán separados de heridos y enfermos de la columna larga de presos. Esta separación trágica nos impedirá aportarles una ayuda y algunos cuidados elementales.

La ausencia de consejos de higiene y de profilaxia de las enfermedades tropicales, explicará la alta mortalidad de la tropa y de los suboficiales en los campos de prisioneros. Y sin embargo, el simple hecho de beber exclusivamente agua hervida, suprimía la casi totalidad de las afectaciones intestinales parasitarias o infecciosas : amibiasis, ascaris, lambliasis, espiroquetosis, etc. También una simple tableta de Nivaquine impedía una crisis mortal de malaria grave.

Los campos de prisioneros franceses en Indochina fueron diezmados por el descuido orgulloso del mando Viet. Su negativa de la asistencia de la Cruz Roja Internacional y la incompetencia total de sus enfermeros-médicos, absolutamente ignorantes, constituían un crimen indigno, que se habría debido denunciar ampliamente a la opinión pública internacional de la época.

Usted deberá sin embargo debe saber que, allá, no soñaban, egoistamente, con salvar su piel sino existía un sentimiento extraordinario de compañerismo y de solidaridad. Comprendemos mejor las hazañas oscuras que han sido cumplidas y que jamás conoceremos.

Muchos de los heridos, de amputados o inválidos, deben la vida al amigo desconocido que no volvió de allí nunca más.





La enfermera Geneviève de Gallard, después de su salida de Diên Biên Phu, arriba a Luang Prabang, el 24 de mayo de 1954.



Estas vivencias, de hace más de 55 años y pertenecían a Diên Biên Phu.....”


Fuente :

Lo anterior fue extraído y adaptado del artículo aparecido en el Boletín de Enlace de la Asociación de Veteranos de Diên Biên Phu (Amicale des Anciens de Diên Biên Phu) de marzo de 2007, cuyo autor es el capitán-médico Ernst Hantz (al mando del ACP 5).


Y cuando se hable de los héroes.......no los debemos dejar de lado......ya que quizás muchos de ellos han sido héroes más que ningunos otros.

Vaya mi homenaje a todos ellos...........







Hasta aquí dejamos el tema de Dien Bien Phu, nos quedan sólo un par de entregas para terminar este tema y en que entregaremos algo de otros paracaidistas franceses en Indochina.
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Fernando!

Una MUY buena recopilación de imágenes y datos sobre el conflicto del sudeste asiático. Muchisimas gracias por el aporte. Recién voy por la mitad del thread, pero da gusto leerlo.
Las fotos son excelentes, ¿hay alguna forma de conseguirlas en hi-res? Lo que tengo de la intervención francesa en Vietnam lo tengo todo en libros, pocas fotos digitalizadas.

Saludos!!!
 
Las fotos son excelentes, ¿hay alguna forma de conseguirlas en hi-res? Lo que tengo de la intervención francesa en Vietnam lo tengo todo en libros, pocas fotos digitalizadas.

¿hig resolution? averiguo. me pondre en contecto con "el padre de la criatura", el señor Breche a ver que responde

Por otro lado la excelente pagina namspeak como todos saben dejo de funcionar, sin embargo en este sitio se piuede recuperar gran parte de la informacion que contenia: http://web.archive.org/web/*/http://www.namspeak.com/
 
Dejemos descansar a las para por un rato, un par de temas muy interesantes:

Hospitales en Hanoi y Saigón
Al final del siglo XIX (1883), los colonialistas franceses ocuparon Hanoi. En 1886, la administración francesa diseño un plan maestro para el desarrollo de la ciudad. El área Hô Gươm fue reconstruida en primer lugar, el primer año de la reconstrucción (1886) fue inscrito en la casa N º 3 de la calle Hang Khay que todavía se puede leer. En la segunda etapa de reconstrucción, estanques, lagos y cursos de agua incluida el río tô Lich se
llenaron, y la antigua ciudadela junto con un apéndice de tierra fueron destruidas (1894-1896). Las antiguas calles se habían enderezado y nueva infraestructura hubo de ser añadida. Algunas de las casas antiguas fueron reconstruidas, su original estilo arquitectónico se respetó otros fueron sustituidas por las nuevas casas construidas en estilo occidental con 2 o 3 pisos.
Como resultado surgieron calles de estilo occidental al sur del Lago Hô Gươm, y de la vieja ciudadela, cerca del área de concesión que fue construida en los primeros días del período de colonialismo francés.
La concesión es un área rectangular delimitada por la Av Bach Đăng, Lê Thanh Tông y Trân Thanh Tông, y Trang Tiên y Nguyên Huy Tư en las partes más cortas. La zona era originalmente la base naval de la antigua Hanoi. En agosto de 1875, se le concedió al Ejército francés, que construye cuarteles militares, villas y los hospitales aquí. Estos edificios tienen un estilo arquitectónico básico "ortodoxo", de piedra negras y techos rodeados de verandahs periféricos. La villa del Jefe de Estado Mayor del Ejército francés (en la actualidad el Ministerio de Defensa) todavía lleva la inscripción 1874-1877, que es la fecha de su construcción.

Los primeros hospitales son financiados por los médicos de la Armada en el Servicio Colonial. En sólo unas pocas décadas toda una red de hospitales se pone en marcha. Todos los capitales y cada ciudad importante contarán con un hospital para que las personas enfermas en el territorio se traten. Algunos de estos establecimientos adquirirán fama internacional. Entre ellos se encuentran el Hospital De Lanessan en Hanoi, y el Hospital Grall en Saigón


El antiguo Hospital De Lanessan

Inaugurado en 1894 por De Lanessan, Gobernador General de Indochina y ex médico, el hospital de Hanoi está dotado con 450 camas para empezar. Este número se eleva rápidamente a 500. Toma el nombre de De Lanessan en 1928 y se convierte en el hospital de Indochina que posee los mejores equipos técnicos. Cuando una escuela y luego una Facultad de Medicina se establecen en el lugar, aseguran la clínica y el apoyo necesario para la enseñanza.

Durante la guerra de Indochina, es un importante centro de tratamiento quirúrgico de heridas para las tropas franco-vietnamita. Su capacidad alcanza entonces 1 500 camas.
En 1954, tras el Acuerdo de Ginebra, es cerrado. (Actualmente es el hospital militar No.108 Ruso-Vietnamita; Hospital de la Amistad).


Entrada al Hospital Grall
El Hospital Naval se construye en 1867 y abrió sus puertas en 1873. Empieza bajo administración colonial en 1890, recibe al famoso Dr. Calmette que permanece allí hasta 1905, fecha de la apertura del Instituto Pasteur
Eugène Etienne, subsecretario de Estado para las colonias escribió a Pasteur solicitándole ayuda para instalar en Saigón un laboratorio para fabricar vacunas contra la rabia y para la preparación de la vacuna contra la viruela. Pensó en Calmette quien aceptó el reto; de hecho ya estaba realizando planes al respecto. Se aseguró de recibir apoyo político suficiente e intercambió información con su hermano, redactor de Le Figaro, que estaba muy al tanto de los temas coloniales.

La correspondencia de Calmette de esta época proporciona una imagen fiel del trabajo que allí se desarrolló, incluso más que las publicaciones. Calmette poseía una formación militar y hay que tener en cuenta la estrecha conexión que hubo entre el desarrollo de la salud pública colonial en Indochina y los intereses políticos y militares franceses. Se dedicó a la producción de la vacuna jenneriana y de la vacuna de Pasteur contra la rabia. También llevó a cabo tareas de investigación sobre el cólera, la disentería, los venenos de serpiente, la fermentación del opio y la fermentación alcohólica del arroz. Estos dos últimos sirvieron a la industria local. Hay que destacar un hecho importante: la unión estrecha de la asistencia con la investigación básica, lo que entonces no era habitual en las colonias.

El hospital de Saigón proveía al centro de suficiente material de estudio. De hecho era el mejor equipado de la ciudad. También trabajó con el hospital Cho-Quan, creado para los nativos de la ciudad. Las enfermedades de ambos eran distintas. En el primero predominaban la disentería, la diarrea crónica y las fiebres, siguiendo la terminología de la época. En el segundo había más variedad de enfermedades: afecciones de la piel, viruela, cólera, rabia, lepra, etc. Calmette se interesó mucho en las afecciones de este hospital. En Saigón llegó a montar como decía “una miniatura del Instituto Pasteur”, un centro que funcionaba a la perfección.
El jefe e inspector médico, Grall, establece en su lugar, desde 1905 en adelante, la asistencia médica para los pueblos indígenas, y se convierte en el más alto funcionario administrativo del Servicio de Salud. El hospital toma su nombre en 1925.
A petición de varios otros grandes hospitales militares (415, Coste), fue establecida una coordinación médica en el territorio de Cholon-Saigón durante la guerra de Indochina, que ofreció gran apoyo médico a las fuerzas expedicionarias. En 1958, todavía bajo administración francesa, se convierte en un hospital civil. Es asumida por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Tiene una capacidad de 560 camas y médicos del antiguo régimen colonial francés continuarán trabajando allí. En 1976, se entregó al gobierno de Vietnam y se convirtió en un hospital de pediatría.

El hospital de Cho Lon, Saigon, en 1909​

En el hospital Lanessan de Hanoï, el General Cogny, COFTNV (Commandant Forces Terrestres Nord Viêtnam), saluda a uno de los 3.290 sobrevivientes de la Guarnición de Diên Biên Phu (de 10.998 POWs) liberados tras los Acuerdos de Ginebra - 28 de Agosto de 1954
 
El Comercio del Opio
Vietnam fue una de las primeras paradas de la corriente inmigratoria china que desde las sobre pobladas provincias de Kwangtung y Fukien producidas a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
A pesar que los Emperadores vietnamitas recibieron con agrado a los chinos, que con su habilidad innata contribuirían positivamente a la economía nacional por su conocida capacidad de desarrollar un comercio prospero, rápidamente se encontraron con que también traían el vicio del opio que sabían era un serio inconveniente a ese desarrollo económico.

Casi todo el comercio exterior de Vietnam de la primera mitad del siglo XIX se realizaba con los puertos sureños de China. Los comerciantes chinos de Vietnam gerenciaban eficientemente la salida de “commodities” como arroz, laca y marfil hacia Cantón, que pagaba las importaciones de lujosas y manufacturadas mercaderías chinas. Sin embargo en 1830, los Británicos comenzaron a inundar el sur de China con su opio, dañando seriamente el prospero comercio Sino-Vietnamita.
Los adictos pagaban con plata sus dosis, lo que pronto generó inflación y aumento del valor de las piezas de ese metal precioso.
La Corte Vietnamita fue siempre opositora del opio y su tráfico, considerando ilegal sus “lugares de fumadores”, tanto que en 1820, el Emperador llamo a la conciencia de los parientes y hermanos menores de los adictos, para que los presenten ante la Justicia.
La Corte Imperial continuó sus inútiles esfuerzos por detener el contrabando desde China, hasta que la derrota ante el Mando Militar Francés, y la presión de este Mando, lo forzó a establecer una amnistía Imperial de franquicia (exoneración de impuesto) al opio.

En 1858 la invasión francesa toco las costas de Vietnam, y tras alguna escaramuza en Danang, cercana a la capital Imperial de Hue, partió con rumbo sur hacia Saigón donde los franceses se atrincheraron. Incapaz militarmente de cambiar esa situación el Emperador de Vietnam, les cedió tres Provincias alrededor de Saigón y pago una multa de “indemnización” de casi ¡¡¡4 millones de francos de plata!!!
El mercado del Opio, había quebrado las arcas vietnamitas a través de la Economía indirecta. Viendo lo inevitable el Emperador tuvo que facilitar una franquicia a la comercialización de opio por mercaderes chinos del norte de Vietnam, quienes a cambio le “prestaron” el dinero de la indemnización” que los franceses le exigían.
El plazo con intereses seria a doce años. El Círculo estaba cerrado.

El Sistema francés no se quedo atrás. Seis meses después de la anexión de Saigón comenzaron a importar opio de la India, incrementarle un 10% y venderlo a los mercaderes chinos que lo compraban además con la legalidad con una Licencia.
El opio daba ganancias y los Franceses comenzaron a hacerlo lucrativo para sus fines Coloniales. Así cayeron, los Protectorados de Camboya (1863), el centro de Vietnam (1883) anexaron Tonkin (1884) y Laos (1893). Siempre liberando Licencias para el monopolio del opio que solvento los gastos iniciales de un duro y brutal colonialismo.
Sin embargo el rápido expansionismo francés en la zona, y la conformación de las 5 grandes e independientes Colonias, generaron un déficit fiscal que las hordas de funcionarios públicos franceses en comisión, solo lo aumentaron. A finales de 1890, se impusieron algunas reformas para detener ese déficit fiscal, pero ya quedarían latentes como una de las amenazas al futuro Colonial Francés.

La llegada del analista de impuestos, Gobernador General Paul Domer, volvería a dar aire puro al Sistema, aunque nuevamente una de la herramienta para la solución, sería el Opio.
En 1861, cuando Cochinchina se convirtió en posesión francesa, el opio se utilizaba poco y no existía ninguna fábrica. Los pocos fumadores en Annam, Camboya y China compraban su opio preparado a cualquier comerciante autorizado, con una tasa bastante alta, para importar su producto y venderlo. Estos gastos constituyen los más claros ingresos de los mandarines.

Con la conquista llegó la inmigración china y el opio se consume en forma común. El gobierno de entonces comprendió de inmediato todas las ventajas que podrían derivarse de la venta de este producto, pero en vez de establecer un derecho de venta, preferirá los impuestos indirectos, recurrir al sistema de cultivo. A pesar de las condiciones favorables de su mercado, los agricultores tuvieron toda clase de decepciones

A medida que los oficiales franceses se embarcaban en un campaña de producción masiva de amapolas, algunos de los más experimentados de ellos tuvieron sus dudas en acerca de las posibilidades de éxito. Esfuerzos anteriores para expandir la producción de opio Meo o reducir la cantidad de opio desviado por los contrabandistas habían tenido al menos dos importantes revueltas y muchos incidentes sangrientos como consecuencia de ello. Solo tres años después de que los franceses llegara a Laos, aconsejaron incrementar las entregas de opio por parte de agricultores Meo en la región de la Planicie de las Jarras, lo que produjo que tribus independientes atacaran la guarnición local francesa. Luego, la mala gestión de las relaciones de Francia con el opio Meo había sido un factor contribuyente en el levantamiento Meo que se extendió a través de Laos y Tonkin desde 1919 hasta 1922. Los intentos por resolver el problema del contrabando fueron aún más desastrosos.

En 1914 una ofensiva francesa contra los traficantes de opio Yunnaneses provocó uno de los más violentos levantamientos contra los franceses en la historia de Laos. Después de que los funcionarios coloniales franceses empezaron a hostigar las caravanas comerciales en la región de la PDJ, los comerciantes de opio Yunnaneses llevaron a miles de miembros de tribus montañesas a la revuelta y ocuparon toda una provincia de Laos durante casi un año, hasta que dos regimientos franceses finalmente los obligaron a volver a China. A pesar de esta larga historia de la insurgencia armada en respuesta a los intentos de Francia a hacer frente a los traficantes y a los cultivadores de opio Meo, el monopolio del opio no tenía más opción que expandir la producción Meo y reprimir el contrabando de modo que el aumento de las cosechas no se convirtiera en contrabando. Las consecuencias fiscales de no hacer nada fueron muy graves, y los franceses tuvieron que aceptar el riesgo de provocar un levantamiento sangriento en las colinas.

A medida que el monopolio del opio se propuso transformar la economía del opio tribal en 1939-1940, instrucciones similares a esas fueron telegrafiadas a los funcionarios coloniales en todo las tierras altas aconsejándoles sobre cómo expandir el cultivo de adormidera:

"Su función puede resumirse como sigue:
-fomentar el cultivo;
-supervisar los cultivos y conocer lo más exactamente posible la superficie cultivada;
-reprimir el tráfico clandestino.


Sin embargo, los franceses aplicaron nuevas tácticas para incrementar las chances de éxito y minimizar los riesgos de violencia. Ya no fueron enviados funcionarios de aduanas con jinetes fuertemente armados para patrullar las montañas y los mercados las ciudades para los traficantes, en cambio, se les dio caballos de carga cargados con ropas, plata y mercancías y se les ordenó eliminar a los traficantes por medio de la competencia. En lugar de enviar a oficiales franceses para persuadir a los miembros de las tribus para que aumentaran sus cultivos de opio y crear posibles incidentes desagradables, el monopolio del opio seleccionó a prestigiosos líderes tribales como sus intermediarios. Estos líderes transmitieron la nueva demanda de opio a la tribu, sea cual sea el impuesto o ley tenía más probabilidades de inducir al cumplimiento, y entregó el opio a los funcionarios franceses, después de pagar al agricultor un precio negociado.

A cambio de la cooperación, los franceses apoyaron las aspiraciones políticas de los lideres tribales. La región más importante de cultivos de amapola fueron la Provincia de Xieng Khouang en el noreste de Laos y el país Tai al noreste de Tonkín. Ambas regiones tenían una alta concentración de tribus Meo y rutas de comunicaciones mayores. Las decisiones políticas de elegir a Touby Lyfoung como intermediario en Xieng Khouang, y a Deo Van Long en en el país Tai, tendrían repercusiones impensable para la regla colonial francesa.


Touby Lyfoung habla con un oficial frances.

La ocupación japonesa de indochina produjo un embargo de la Marina Británica a los barcos en Indochina. Esto creo enormes problemas para aquellos que manejaban el Monopolio del Opio. Durante este periodo la colonia enfrentaría la mayor crisis fiscal de su historia.

Mientras el paso del Yunnan permaneció abierto al trafico de opio, el problema de los adictos podía resolverse, pero el comercio del opio necesitó una fuente más confiable de suministros. La única posible solución era inducir a los Meo de Laos y noroeste Tonkin para que extendieran su producción de opio.

Sin embargo, cuando los oficiales franceses se embarcaron en esta campaña de producción masiva de amapola, algunos de los más experimentados de ellos tuvieron sus dudas sobre las oportunidades de éxito. Esfuerzos pasados para aumentar la producción de opio Meo había provocado por lo menos dos revueltas sangrientas.


Deo Van Long

Sin embargo la producción de opio se incrementó, y la producción de opio en Indochina creció de 7,5 toneladas en 1940 a 60,6 toneladas en 1944, un incremento del 800 por ciento en cuatro años. Esto fue suficiente para mantener a los adictos en indochina y los réditos para el gobierno pasaron de 15 millones de piastras en 1939 a 24 millones en 1943.

Después de la abolición del Monopolio de Opio francés en 1950, el gobierno de la Cuarta República creó el Servicio de Contraespionaje y de Documentación Externa (SDECE), que impuso el control encubierto y centralizado del tráfico de drogas. La inteligencia francesa y las agencias paramilitares tomaron el control del tráfico de opio para financiar sus operaciones encubiertas. Tan pronto como la administración civil abolía algunos aspectos del trafico, la inteligencia francesa tomaba su lugar. Para 1951 controlaban la mayoría del trafico desde los cultivos de amapola hasta los centros de consumo. Los campos de amapola Hmong y fumaderos de opio en Saigón y Hanoi fueron unidos vía aérea, utilizando aviones militares franceses.

Entre 1951 y 1954, fue lanzada una operación para financiar las unidades de mercenarios del GCMA. La Operación X fue sancionada por el Coronel Belleux para el SDECE y el Gral Raoul Salan para el Cuerpo Expedicionario de EO. Debajo de ellos, el Comandante Trinquier del GCMA-Tonkin aseguró un suministro estable del opio Meo a través de sus oficiales de enlace que servían con el comandante de la tribu Meo, Touby Lyfoung y el líder de la Federación Tai Deo Van Long para comprar el opio a un precio competitivo. A través de varias agencias francesas paramilitares, el trabajo del GCMA se fue entretejiendo con el comercio del opio, y no sólo para financiar operaciones. Para sus oficiales superiores en Laos y Tonkin, pensaban que a no ser que ellos proporcionaran una salida regular para la producción local de opio, de lo contrario la prosperidad y la lealtad de sus aliados sería minada.


En Saigon, los Binh Xuyen operaban dos grandes plantas de procesamiento de opio, una cerca de los cuarteles generales en el Puente-Y en Cholon y el otro cerca de la Asamblea Nacional, para transformar las flores en opio fumable. Los Binh Xuyen distribuían el opio preparado a los fumaderos y lugres de venta en Saigon y Cholon, algunos de los cuales pertenecían a los Binh Xuyen. Los Binh Xuyen dividieron sus recibos con el GCMA de Trinquier y el 2eme Bureau de Savani. Cualquier opio sobrante de Binh Xuyen que era imposible de comercializar se vendió a los comerciantes chinos locales para la exportación a Hong Kong o a los sindicatos delictivos corsos en Saigon para el embarque a Marsella. El GCMA depositó su porción en una cuenta confidencial manejada por la oficina de Servicio de Acción en Saigon. Cuando Touby Lyfoung o cualquier otro líder Meo necesitó el dinero, voló a Saigon y personalmente sacó el dinero de la “caisse noire”, o la caja negra.

Para mediado de 1953, repetidas ofensivas del Viet Minh en el noroeste de Laos, como el asalto a la PJ, convencieron a los alto comando francés de que estaban en inminente peligro de perder todo el noreste de Laos. Para bloquear futuras ofensivas del Viet Minh, procedieron a establecer una base fortificada sobre un alto valle llamado Dien Bien Phu cerca de la frontera de Laos-Vietnam. El resultado, un completo desastre.

A diferencia de los Meo en Laos, los del noroeste de Tonkin, donde se encuentra Dien Bien Phu, tenían buenos motivos para odiar a los franceses, y fueron un instrumento en su derrota. Cuando la Operacion X en Laos comenzó a comprar el opio crudo directamente de los líderes Meo, en el noroeste de Tonkin consideraciones políticas forzaron a los oficiales del GCMA a seguir una política del monopolio del opio más temprana utilizando líderes Tai, en particular Deo Van Long, como intermediarios con los cultivadores Meo de opio, permitiendo a los señores feudales Tai forzar a los Meo a vender su opio a precios sumamente bajos, lo que provocó un resentimiento hacia los franceses y simpatizar con el Viet Minh.

Para 1954 el Binh Xuyen controlaba virtualmente todos los centros de consumo opio en Saigon y dominaba la distribución de opio preparado a lo largo de Cochinchina, que además consumía más de la mitad del opio, y Saigon y el barrio chino de Cholon tenía la densidad más alta de fumadores en la colonia entera.


Cultivo de amapola Meo


A cambio de la cooperación, los franceses apoyaron las aspiraciones políticas de los lideres tribales. La región más importante de cultivos de amapola fueron la Provincia de Xieng Khouang en el noreste de Laos y el país Tai al noreste de Tonkín. Ambas regiones tenían una alta concentración de tribus Meo y rutas de comunicaciones mayores. Las decisiones políticas de elegir a Touby Lyfoung como intermediario en Xieng Khouang, y a Deo Van Long en en el país Tai, tendrían repercusiones impensables para la regla colonial francesa.
Coincido, que mas allá de las causas politicas, estrategicas y militares, el problema insoluble de esa región marcada por la guerra, fue precisamente el tema económico, y dentro de éste, el económico-referido a la cadena de producción de estupefacientes
habían sitios especiales donde los blancos y la clase alta Vietnamita se reunían a consumirlo

aunque es una droga extraña que duerme a la gente no como otras que ocasionan en algunas personas alteración de los nervios
Este nexo entre "fuerzas irregulares" y otros negocios no era tan nuevo.

Me recuerdo el caso del Destacamento 101, perteneciente al OSS americano, y que tuvo su accionar en Birmania entre 1942 y 1945.

De esta unidad se han tejido muchas leyendas. En algunos círculos se creía que estaban más interesados en las concesiones petrolíferas postbélicas que en las actividades de los japoneses. En otros se decía que estaban incluso involucrados en el contrabando de opio.
la cuestión petrolífera es interesante, existen versiones de intereses norteamericanos por el “oro negro” indochino desde antes de la IIGM. Acá un tímido aporte al respecto. http://guerradevietnam.foros.ws/t555/el-factor-petroleo/

Mientras el paso del Yunnan permaneció abierto al trafico de opio, el problema de los adictos podía resolverse, pero el comercio del opio necesitó una fuente más confiable de suministros. La única posible solución era inducir a los Meo de Laos y noroeste Tonkin para que extendieran su producción de opio.

Un factor importante en el incremento del cultivo y comercialización del opio en Indochina fue sin duda el factor chino y la Provincia del Yunnan. A finales de los años 1940, el derrumbe de la China Nacionalista y la decisión de E U de seguir apoyando al KMT (Kuomintang) traería graves consecuencias a la región y la economía minorista de los campesinos, además sería el principio de la intervención de la CIA en el negocio del opio durante los siguientes 20 años.

Mientras los franceses financiaban su guerra con el comercio del opio, la CIA ayudaba a transformar el estado de Shan en la región de cultivo de amapola más importante del mundo. A finales de 1949 el ejercito revolucionario de Mao empujó al Generalísimo Chiang Kai-shek y a su Kuomintang hacia la Provincia de Yunnan, su último bastión. Sin embargo, el señor de la guerra de la Provincia del Yunnan, el General Lu Han, albergaba amargas quejas contra Chiang Kai-shek.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Lu Han había sido ordenado ocupar la parte norte de Indochina. Ansioso por el saqueo, Lu Han envió sus divisiones irregulares a Tonkin, donde asolaron los campos “como una plaga de langostas”. Para saciar la codicia Lu Han y ganar su tolerancia para el movimiento nacionalista, Ho Chi Minh organizó una "Semana de Oro" del 16 al 23 de septiembre de 1945. Los cuadros del Viet Minh recorrieron todas las aldeas, recogiendo anillos, pendientes, y monedas de los campesinos. Cuando Lu Han bajó del avión en el aeropuerto de Hanoi el 18 de septiembre, Ho Chi Minh le regaló una pipa de oro sólido para fumar opio.

Durante la ausencia de Lu Han, Chiang Kai-shek envió a dos de sus divisiones a ocupar el Yunnan. Cuando los chinos se retiraron de Indochina a principios de junio de 1946, Chiang envió a las mejores tropas de Lu Han a su muerte en el frente norte contra los comunistas chinos, reduciendo al señor de la guerra a la condición de marionetas dentro de su propio feudo. Por cierto, no todas las tropas del Kuomintang se retiraron a principios de junio. La 93º División Independiente retrasó su salida de Laos durante varias semanas para terminar la recogida de la cosecha del opio Meo.

Y así, cuando el Ejército de Liberación Popular entró en el Yunnan, en diciembre de 1949, Lu Han armó a la población y expulsaron a las tropas de Chiang Kai-shek de las ciudades, y abrió la provincia al avance de los ejércitos revolucionarios. Los Nacionalistas Chinos rezagados comenzaron a cruzar a Birmania a finales de 1949, y en enero de 1950 los restos de la 93º División, 16º Ejercito, y el 8º Ejercito del General Li Mi llegaron a Birmania. Cinco mil tropas del general Li Mi, quienes cruzaron a Indochina, en lugar de Birmania, fueron rápidamente desarmados por los franceses e internados en la Isla de Phu Quoc en el Golfo de Tailandia hasta que fueron repatriados a Taiwan en junio de 1953.

Sin embargo, el ejército birmano fue menos exitoso que los franceses en el trato con los chinos. En marzo 1950 unos mil quinientos soldados del KMT habían cruzado la frontera y estaban ocupando territorios entre la ciudad de Kengtung y Tachilek. En junio, el comandante del ejército birmano para Kengtung exigió que el KMT se rindiera o dejara Birmania inmediatamente. Cuando el general Li Mi se negó, el ejército birmano lanzó un asalto sobre la ciudad de Kengtung, y capturaron a Tachilek en cuestión de semanas. Doscientas de las tropas de Li Mi heyeron a Laos y fueron internados, pero el resto se retiró a Mong Hsat, a unos cuarenta kilómetros al oeste de Tachilek y quince millas de la frontera tailandesa. Desde que el ejército birmano había sido atado por tres años al centro de Birmania para combatir cuatro importantes rebeliones, el contingente de Kengtung era demasiado débil para perseguir al KMT por las montañas hasta Mong Hsat. Pero parecía sólo cuestión de tiempo hasta que las tropas birmanas estuvieran disponibles para el asalto final sobre las fuerzas del Kuomintang debilitado.

En este punto, la CIA entró en la lista en el lado del KMT, para alterar drásticamente el equilibrio de poder en la región. El primer signo de la ayuda directa de la CIA a los chinos nacionalistas apareció a principios de 1951, cuando la inteligencia birmana reportó que aviones C-46 y C-47 “sin marcas” estaban realizando al menos cinco lanzamientos de paracaídas por semana a las fuerzas chinas en Mong Hsat. Con los nuevos suministros, los chinos vivieron un periodo de vigorosa expansión y reorganización. Se construyeron bases de entrenamiento cerca de Mong Hsat, con instructores llevados desde Taiwán, y los agentes de la KMT recorrían las provincias de Kokang y Wa a lo largo de la frontera Brimana-China en busca de supervivientes chinos, y las fuerzas del Gen Li Mi alineaban cuatro mil hombres.

En abril de 1950 ,Li Mi lideró una fuerza sobre Mong Mao en el Estado de Wa, donde establecieron un campamento base cerca de la frontera con China. Pronto, aviones sin marca C-47 realizaban lanzamientos sobre el área.

En abril de 1951 el intento por reconquistar el Yunnan comenzó cuando 2000 soldados del Ejercito de Salvación de la Provincia de Yunnan basados en Mong Mao cruzaron la frontera china. Acompañados de asesores de la CIA y suministrados por lanzamientos desde C-47 sin marcas, las tropas de la KMT capturaron Kengma sin resistencia. Pero a medida que avanzaban hacia el norte, el Ejercito Popular de Liberación contraatacó. EL KMT sufrió grandes bajas, y varios asesores norteamericanos fueron muertos. Li Mi y su Ejercito de Salvación retornaron a Birmania, luego de permanecer menos de una semana en China.

En vez de abandonar la aventura, la CIA redobló la apuesta. A finales de 1951 el KMT reabrió la vieja pista en Mong Hsat para que puedan aterrizar grandes aviones provenientes de Taiwán o Bangkok. En noviembre Li Mi voló hacia Taiwán para pasar una largas vacaciones. Tres meses después retornó a la cabeza de un puente aéreo del CAT (Civil Air Transport, luego Air America), que transportó seis mil soldados regulares del KMT desde Taiwán. La inteligencia birmana reportó que aviones sin marcas volaban regularmente desde Taiwán. Una misteriosa compañía norteamericana llamada Sea Supply Corporation y basada en Bankok comenzó a transportar enormes cargas de armamento hacia Mong Hsat. La inteligencia birmana observó que el KMT comenzaba a portar armamento americano nuevo,(ametralladoras, morteros, artillería, AA). Con esta cantidad de suministros, el KMT pasó de ocho mil soldados de tribus montañesas locales, a doce mil soldados.

Luego de un año, el Gen Li MI lanzó su último intento de reconquistar Yunnan. En agosto de 1952, 2100 tropas del KMT de Mong Yang invadieron China y penetraron unos 40 km antes de que el Ejercito Chino los obligara a retroceder a Birmania. No habría más invasiones.

Mientras que el General Li Mi y sus asesores norteamericanos no esperaban que un ejercito de doce mil hombres tomaran la vasta Provincia de Yunnan, habían confiado en que una vez que el KMT pusiera pie en China, las "masas esclavizadas" se levantarían contra Mao y acudirían a Chiang Kai-shek. Luego de tres intentos, habían fracasado claramente en “despertar” el pueblo, el general Li Mi abandonó la idea de conquistar China, y se resignó a sostener la línea en Birmania. El KMT dejó de concentrar sus fuerzas en unas cuantas bases en la frontera de China y las tropas fueron enviadas a ocupar la mayor cantidad de territorio posible. Con el ejército birmano aún preocupado por la insurgencia en otras partes de Birmania, el KMT pronto se convirtió en el único gobierno efectivo en todos los territorios del estado de Shan, entre el río Salween, y la frontera con China (Kokang, Wa, y Kengtung). Estos territorios eran la mayor región de producción de opio de Birmania, y el cambio en las tácticas del KMT, les permitió aumentar su control sobre el tráfico de opio de la región.

La ocupación del KMT centralizó la estructura de comercialización, utilizando cientos de pequeños comerciantes de opio, que recorrían las tierras altas de Shan. El KMT también requirió que cada agricultor de las tribus de las colinas pagaran un impuesto anual al opio. Un misionero estadounidense en la tribu Lahu en el Estado de Kengtung, el Rev. Paul Lewis, recuerda que el impuesto del KMT había producido un aumento dramático en la cantidad de opio cultivado en los pueblos de las sierras que visitó. Las tribus tenían pocas opciones, y todavía puede recordar, la agonía de los Lahu, que fueron torturados por el KMT por no cumplir con sus reclamos. Por otra parte, muchos soldados chinos se casaron con mujeres de las tribus Lahu, estos matrimonios reforzaron el control del KMT en las sierras. A través de su contacto personal en las aldeas de montaña, su poderoso ejército, y su control sobre las regiones productoras de opio, el KMT estaba en una posición ideal para una fuerza de expansión de los Estados de Shan, cuando la producción de opio en la Provincia de Yunnan comenzó a desaparecer a principios de los 1950.

Casi todo el opio del KMT era enviado al sur de Tailandia por medio de caravanas de mulas o aviones. Poco después de arribar a Birmania, el KMT formó una unidad de transporte de montaña, reclutando muleros locales junto a sus animales. Dado que la mayoría de las municiones y suministros eran llevados desde Tailandia, las caravanas de mulas del KMT encontraron conveniente llevar opio en los viajes desde Mong Hsat y pronto desarrollaron caravanas regulares de comercio con Tailandia. Fuentes militares birmanas reclamaron que la mayoría del opio del KMT fue llevado desde Mong Hsat en aviones C-47 "unmarked" volando hacia Tailandia.

Lo que parecía ser un apoyo de la CIA, el KMT comenzó una invasión a gran escala del este de Birmania. A finales de 1952, miles de mercenarios KMT cruzaron el río Salween y comenzaron un avance bien planeado. El gobierno birmano reclamó que eso era el comienzo de un intento de conquista de todo el país. Pero en marzo de 1953 los birmanos desplegaron tres brigadas de choque y rápidamente los obligaron a cruzar de nuevo el Salween. (interesentamente, luego del combate con el KMT en el Wan Hsa La ferry, los soldados birmanos descubrieron los cuerpos de tres hombres blancos quienes no llevaban identificaciones más que algunas cartas personales con direcciones de Washington y New York.)

Como resultado de la invasión, Birmania denuncio que el gobierno de la China Nacionalista por agresiones ante la ONU en marzo de 1953. Pese a los esfuerzos de los Estados Unidos por dejar de lado la cuestión de Taiwán y la negación de toda responsabilidad por el general Li Mi, los birmanos poseían montones de fotos, documentos capturados, y un testimonio convincente para ganar un voto de censura para Taiwán. La cuestión se había convertido en una fuente de vergüenza internacional para los Estados Unidos que utilizó su influencia para convencer a cuatro Comisión Nacional Militar (Birmania, Estados Unidos, Taiwán y Tailandia) sobre el problema en Bangkok el 22 de mayo.

Los Birmanos frecuentemente protestaron de que muchos supuestos chinos se parecía más a Lahus o Shans. Aunque otros observadores ridiculizaron estas protestas, los birmanos tenían razón, entre los 1.925 “soldados” evacuados en noviembre-diciembre de 1953, había un gran número de niños, Shans, y Lahus. Hoy en día viven más de tres mil Lahu en Taiwán producto de estas evacuaciones. Aunque algunos fueron reclutados por las promesas de trabajo, la mayoría fueron simplemente forzados a abandonar sus pueblos, les dieron nombres chinos, los vistieron con uniformes del KMT, y fueron enviados a Taiwán.

Frustrados, los birmanos lanzaron la mayor operación militar contra el KMT en marzo de 1954. Luego de que la fuerza aérea Birmana bombardeara Mong Hsat durante dos días, el ejercito capturó el cuartel general del KMT y empujó a sus dos mil defensores hacia la frontera Thai. Las negociaciones fueron reabiertas en Bangkok, y durante los siguientes dos meses la CAT transportó cerca de 5000 tropas chinas a Taiwán. El 30 de mayo de 1954, el Gen. Li Mi anunció la disolución del Ejercito Nacional de Salvación Anti Comunista de la Provincia del Yunnan. Sin embargo, aún había unas seis mil tropas del KMT en Birmania. Los combates se reanudaron un mes después, y continuaron esporádicamente durante los siguientes seis años.

En el verano de 1960, una fuerza combinada de 5000 tropas birmanas y 15.000 tropas del Ejercito Popular de Liberación lanzaron una ofensiva contra la base del KMT en Mong Pa Liao defendida por unos 10.000 hombres bien posicionados en fortificaciones. Luego de semanas de fuertes combates finalmente fueron derrotados. Mientras que muchos de los reclutas tribales huyeron a las montañas, las unidades del KMT cruzaron el Mekong hacia el noroeste de Laos. Los oficiales birmanos descubrieron armas americanas recientemente fabricadas y cinco toneladas de municiones llevando distintivos americanos.
Meses después la CIA comenzaba a contratar a los remanentes del KMT como mercenarios para sus operaciones secretas en el noroeste de Laos.
 
Antes de continuar quiero dejar expresado, nuevamente, un especial agradecimiento a la gente del foro http://guerradevietnam.foros.ws/t878/los-paracaidistas-franceses-en-indochina-1945-1954/60/ (monocone, Breche, lucitez y todo el resto del foro) que toleran, a duras penas, mis constantes acopios de informacion para ser difundida en ZM.
Para ir volviendo con las para:

Un dato de "Hirondelle": del GAP con el 2e BEP, 6e GPC, y la era el 8° Choc de Tourret, el tercer batallón de "Hirondelle" juntaron 2001 paracaidistas, en 60 Dakotas y solo 22 accidentes de salto
el II/1° RCP, ya que este batallón estaba destinado a ser usado en la operación "Camargue", que se llevaría a acabo la semana siguiente en Annam Central


Clasificando el material.-

Esquema de la Ops Hirondelle mostrando las grutas en la zona de Ky Lua.-

Gruta de Tham-Than, donde se encontraron el armamento y camiones.-

Ampliación de foto ya vista, con el Tte.Cnel. Ducournau a cabeza descubierta.-

" Chapeau les paras!!! "




El 17 de julio de 1953, hacia las 8 de la mañana, el teniente Rivier, el médico-jefe del 6° BPC observa su unidad en pleno de lanzamiento (al norte de Lang Son), a lo largo de la RC 4, durante la operación “Hirondelle”. Esta operación tuvo como objetivo destruir los depósitos de materiales y de armas, situados cerca de la ciudad, ocupada como punto de distribución de la ayuda de la República Popular de China al Viêt-minh desde octubre de 1950. Foto sacada el 17 de julio de 1953.
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tengo una duda sobre la fotografia


no se a Uds. pero a mi me parece el mismo lugar, y figura durante la op Castor. alguna idea?

A ver la prmera foto es definitivamente de Lang Son.

Te voy a dar una razón técnica muy breve, porque tengo un tema en confección de los uniformes usados por los paras en Indochhina.

Si te fijas sobre la cabeza del teniente Rivier hay una gorra. Te voy a hacer un resumen de la historia de esa gorra, porque la tocaré en ese otro tema, pero te diré que después de Tu Lé, Bigeard, para que "sus" paras se vieran diferentes mandó a confeccionar algún tipo de tocado original. El 6° BPC empezó a usar una boina camuflada con tela USMC. Fue estrenada en la Navidad de 1952 en Na San.

En abril de 1953 el 6° BPC se encuentra en Na San con el II/1° RCP de Brechignac. Los del 6° vieron como el II/1° RCP llevaban el mismo tipo de boina.

Entonces Bigeard, tan mediático y farandulero como era, mandó a diseñar otra cosa. La elección recayó sobre un pequeño sombrero, estilo “pescador de caña”, casi como una mezcla entre un “sombrero de selva” tipo australiano y gorra US “Bonnie”, la que se empezó a usar desde mayo de 1953 en el 6°.

Esa es la gorra que ves en la cabeza de Rivier.

Pero la pregunta por que no es Dien Bien Phu. Vamos a esto. Después de Lang Son ("Hirondele"), el 6° vuelve a Hanoi a recibir al 1° BPC, y casi se van de espaldas, cuando ven llegar a los paras del capitán De Bazins, usando unas gorras casi iguales.

Después de un enojo inicial, Bigeard mandó a diseñar otra cosa......y de ahí nació la "gorra Bigeard", la que fue estrenada en Dien Bien Phu, la otra ya no se usaba.

Por esa razón puedo decir que esa foto es de Lang Son.

Respecto de la segunda.

Yo no la colgué, porque la copia que tengo no es tan buena como la que tu pones, y una gran cantidad de textos se indicaba que era Dien Bien Phu. Aunque yo, por un texto que dispongo, casi tenía la seguridad que era Lang Son, pero ante la duda no la colgué.

Viendo ahora detenidamente ambas fotos, ambas son de Lang Son.

Después de un enojo inicial, Bigeard mandó a diseñar otra cosa......y de ahí nació la "gorra Bigeard", la que fue estrenada en Dien Bien Phu, la otra ya no se usaba.
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Tuve un pequeño detalle, la otra gorra se siguió usando en oparte del personal. Pero nunca en oficiales. En Dien Bien Phu, los oficiales (todos) y sólo una parte del contingente de tropa usaba la "gorra Bigeard".

Rivier era un oficial, por lo que no debiera haber usado una gorra que no hubiera sido la "gorra Bigeard".

Respecto a la segunda foto, en muchas partes se indica que es Dien Bien Phu, pero al parecer es una información equivocada, en realidad es Lang Son.

En Diciembre de 1951, Bao Dai pasa revista a los paracaidistas vietnamitas (1° BPVN) tras la batalla de Hoa Binh.
En diciembre de 1951 opera sobre Rocher Notre Dame y en Ap Phu To en Tonkín.
A fines de diciembre de 1951 salta sobre Bavi en la rivera del Río Negro.

Apoyo cartográfico a los temas tratados por el Breche.-
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sobre la Operacion Hirondelle...

Durante la primavera de 1953 una nueva ofensiva del Viet Minh en Laos falló contra una campaña en donde los batallones de paracaidistas nuevamente se distinguieron.

El Viet Minh había estado recibiendo asistencia por parte de China. Para cortar esta vía de suministros, los Franceses lanzaron una operación aérea llamada Hirondelle. El objetivo de esta operación fue Lang Son, una importante base de suministros en manos del Viet Minh.

Los objetivos principales eran capturar el pueblo y los depósitos bien custodiados, y destruir todo el material y las instalaciones. Una vez hecho esto, las tropas paracaidistas debían retornar a territorio amistoso antes de que el Viet Minh pudiera reaccionar. El terreno, montañoso y arbolado con solo algunas pocas rutas y caminos, presentaban dificultades adicionales.

El Viet Minh tenía en Lang Son un batallón local y dos compañías provinciales más algunas unidades antiaéreas en la frontera con China, a una distancia de unas ocho millas. Elementos de una división de infantería se encontraba cerca de Thai Nguyen, y podían ser utilizadas en 48 hs. Entre Lang Son y Tien Yen ocho compañías provinciales estaban posicionadas para reaccionar durante el primer día, y de cuatro a seis batallones al segundo día. Era, por lo tanto, imperativo que la operación fuera completada tan rápido como sea posible.

Concepto de la operación

El concepto de la operación anunciado por el General Gilles fue ejecutar un ataque desde el aire la mañana del 17 de julio para capturar y destruir los depósitos cerca de Lang Son y curzar sobre el Song-Ky-Cung. Este cruce, en la cercanía de Loc-Binh, constituía el punto esencial para la retirada. Una acción terrestre asistida por unidades atacando desde Pien Yen iba a tomar parte del 17 al 21 de julio para permitir la retirada de los paracaidistas a través de Loc-Binh y Dinh-Lap, hacia Tien Yen.

La fuerza paracaidista incluía un HQ, tres batallones (los Batallones de Paracaidistas Coloniales 6to y 8vo, y el 2° Batallón de Paracaidistas de la Legión Extranjera), y un pelotón de ingenieros con 14 botes de goma. La columna “pick-up o link-up” consistía en tres batallones de infantería, tres “comandos”, un pelotón de tanques, y una compañía de ingenieros con tres “bulldozers”. Un batallón de paracaidistas y una batería de cañones sin retroceso de 75mm (airborne) fueron tenidos en reserva en Hanoi.

El éxito de la operación dependía tanto de la completa sorpresa como del día y la localización del ataque. Por esta razón todas las preparaciones y planeamientos fueron llevadas acabo con el mayor de los secretos por el comandante de la fuerza asistido solo por un oficial del G2. Las ordenes del G3 fueron dadas por escrito el 15 de julio, las unidades fueron alertadas a las 1400 horas del 16 de julio y confinadas a sus barracas. A eso de las 1500 la reunión de los comandantes de los batallones estaba llevándose a cabo.

Dado que las unidades airborne solo podían llevar consigo armas y equipamiento liviano, el apoyo aéreo fue planeado cuidadosamente. Aviones cazas atacarían todas las instalaciones y puestos de observaciones detectados por fotografías aéreas que podían intervenir en las zonas de lanzamientos. Esta acción tenía que ser hecha 15 minutos antes del tiempo del salto. Fuego de apoyo aéreo durante el salto y para la subsiguiente reorganización tenía que estar disponible. En total se disponía de 56 Bearcats, 10 B-26, varios Morane-500, y Helicópteros para evacuacion.

El raid comenzó el 17 de julio a las 1810 cuando el cuartel general y dos batallones fueron lanzados desde 56 C-47 cerca de Lang Son. A las 1200, cerca de Loc Binh, el tercer batallón junto al pelotón de ingenieros saltaron de 29 C-47.

La operación se llevó a cabo como se había planeado. Las unidades del Viet Minh fueron completamente sorprendidas. Solamente los destacamentos de guardias de los depósitos resistieron. Fueron descubiertos importantes depósitos y preparados para su destrucción por equipos especiales. Una gran cantidad de material fue capturado.


A las 1600 los depósitos fueron destruidos y todos los caminos que se dirigían al sur y oeste fueron minados. Los dos batallones en Lang Son comenzaron a retirarse. Mientras tanto, el batallón en Loc Binh había asegurado el cruce sobre el Song-Ky-Cung y estaba protegiendo el flanco contra posibles movimientos desde la frontera China.


A las 2300 del 18 de julio, la primera unidad de las fuerzas paracaidistas llegan a Dinh Lap, la columna terrestre se acercaba desde Tien Yen. Los ingenieros estaban en condiciones de reparar el camino y los camiones cargaron a los paracaidistas y los llevaron de regreso sobre las últimas horas del día 19 de julio. En la maña del 20 las unidades embarcaron en navíos LTC para ser llevados nuevamente a Hanoi. De los 2001 paracaidistas que saltaron en la operación, las pérdidas fueron realmente bajas: un muerto, un desaparecido, tres muertos por cansancio durante la marcha, y 21 heridos.

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Llegando al fin de este trabajo, y aunque está tocado en varias partes del foro, no puedo terminar mi exposición sin dejar de mencionar a esos paracaidistas franceses que realizaron la “guerra en las sombras” en la Guerra de Indochina.


Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 48 ) :


23.- El GCMA (Groupement de Commandos Mixtes Aéroportés-Agrupación de Comandos Mixtos Aerotransportados) (parte 01) :


A.- Objetivos, formación e inicios del GCMA :

En febrero de 1950, el SDECE (Service de Communication Extérieure et Contre-espionnage-Servicio de Comunicación Exterior y Contraespionaje) decide la colocación de un Servicio Acción en Indochina creando una central : la DCD (Direction Centrale de Documentation-Dirección Central de Documentación) al mando del coronel Gracieux.

En mayo de 1950, el Servicio Acción crea el GCMA bajo la dependencia los las TAP (Tropas Aerotransportadas) a las órdenes del Coronel Grall, fundando una escuela de formación y entrenamiento en Ty Wan (bajo el mando del capitán Saint Jacques).

Todos los cuadros asignados al GCMA provienen de los paracaidistas inter-armas (es decir de los de La Legión, de los Coloniales y de los Metropolitanos), aunque la gran mayoría proviene del 11° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque, basado en Francia).

En septiembre de 1951, al mando del coronel Godard, el GCMA se instala su base de salida en la isla de Cu Laore, con un campo de aviación y una flotilla de transporte. Desde aquí el GCMA cubría toda Indochina : Nor Vietnam, Laos, Sur Vietnam y Camboya, Annam Central y sus Planicies. El Estado mayor se instala en Saïgon.

Las misiones que le son asignadas comprenden :

- Información de inteligencia y acciones sobre la retaguardia del enemigo
- Guerrillas y contra guerrillas
- Infiltración e incursiones de penetración a larga distancia
- Acciones psicológicas y organizaciones de guerrilleros
- Reunión de pueblos en zona enemiga y su constitución en unidades de auto defensa
- Sabotaje


El GCMA también formó equipos de exploradores (tipo Pathfinders). Fue usado para el reconocimiento de los objetivos y la preparación de las operaciones anfibios y aerotransportadas.

Una misión permanente de enlace norteamericana de 2 observadores, residía cerca del Estado Mayor del GCMA, que mantenía también enlaces muy estrechos con 22° Batallón S.A.S Británico en Malasia.

Se estima que el total de efectivos Europeos usados por las GCMA fue de :

Oficiales : 80
Suboficiales : 214
Hombres de Tropa : 163.

Por el GCMA pasaron mas de 20.000 montañeses, aunque algunas fuentes indican cifras un poco mayores.

Varias bases fueron puestas en terreno :

a) País Thaï :

- Lai Chau (base principal) al mando del teniente coronel Bole du Chaumont.

- Nghia Lo al mando del teniente Hans (ribera del río Rojo) que será tomado prisionero y fallecerá por efectos de la tortura en noviembre de 1952 con sargento Muet que fue gravemente herido y el sargento Schoepf que también fue encarcelado. Este grupo cubrió la retirada de la guarnición de Nghia Lo, que después fue salvada por el 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales) en octubre de 1952, historia que ya relatamos anteriormente.

- Than Uyen al mando del teniente Castagnoni y los sargentos Bourdon y Baudoin (en la región Cha Pa Lao Kay).


b) Rivera del Delta de Tonkín :

- Tien Yen al mando del teniente Dabezies y luego al mando del capitán Banhiot (en la zona costanera, RC 4 y la frontera con China). Banhiot era un veterano, que fue un activo miembro de la resistencia en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, que desertó en Indochina sin ninguna explicación, y nunca volvió a ser visto.

- Phuc Yen al mando del teniente Borcard, actuando en la región Phu To con los guerrilleros de los grupos “Potiron” e “Ibiscus” y en Hadong (desde el país Mong hasta la frontera de Annam) con los guerrilleros de los grupos “Tabac” y “Sangsue”.

- Luc Nam al mando del capitán Hernandez (en la región de Dinh Lap Loc y Binh Lang Song fronteriza con China y la RC 4).


c) Annam :

- Isla de Hong Me al mando del capitán Bichelot (en la costa de Thanh Hoa).

- Isla de Cu Lao Re al mando del capitán Preboste y luego al mando del teniente Leger (en la costa de Lien Khu V).

- Kontum al mando del capitán Hentic y luego al mando del teniente Thebault (con las tribus Hrés).


B.- Principales Grupos Guerrilleros :

Se dispuso el establecimiento de grupos guerrilleros compuestos de las minorías étnicas hostiles al Viet-minh, para lo cuál, los responsables y el personal fueron formados en la escuela de Ty Wan.


a) Guerrilleros de la Región Alta :

En octubre de 1950, se forma el grupo “Chocolat” dirigido por Cho Quang Lo, jefe de una compañía de partisanos “Man”, y que fue asesinado en junio de 1952 por los chinos, cuando la 302ª División China pasó la frontera para aniquilarlos. Francia “ignoró el incidente”. Este grupo disponía de 2.500 hombres con 2.000 armas.

En septiembre de 1952, se forma el grupo “Cardamone” dirigido por el teniente Ly Seo Nung para servir junto a los franceses.

Es importante dedicarle algunas líneas e Ly Seo Nung.

El teniente Ly Seo Nung fue la llave maestra del GCMA respecto de las minorías montañesas de Tonkín.

De origen Nung, fue suboficial de un batallón de tiradores tonquineses en 1939. Participa activamente en la resistencia a los japoneses con capitán Cuq en Muong Khuong, replegándose a China después del 9 de marzo de 1945. Posteriormente, llega la cabeza de las unidades locales que liberan la zona situada al este de Lao-Kay de la influencia china, luego de la nacionalista vietnamita, y luego del Viet-minh.

Agente de información, jefe de partisanos de gran valor, fue un reclutador esencial para el GCMA en país Thai y Méo.

Evacuado hacia el sur en el momento del alto el fuego, acaba su carrera como jefe de batallón del Ejército francés en Nueva Caledonia, falleciendo en 1968.





El teniente Ly Seo Nung.



b) Guerrilleros del País Thaï :

En diciembre de 1952, los grupos de la zona son organizados por el capitán Hebert con algunos suboficiales entre los que estuvieron el sargento primero Chatel y sargento Maljean en medio de la zona en que habitaban las tribus de Méos :

- Grupo “Aiglon” en Muong-Lam (región de Cotonh) al mando del sargento Maljean y después al mando del sargento Ansidei.
- Grupo “Colibri” (sector Thuan Chau) al mando del sargento primero Chatel, el que será capturado y colgado.
- Grupo “Calamar” (en el macizo de Long He) al mando del sargento Schneider, el que también será colgado.

En agosto de 1953, estos tres grupos de guerrilleros contaban con cerca de 3.500 hombres en armas.


c) Guerrilleros del Noreste de Laos :

En noviembre de 1952, es formado el agrupamiento “Malo-Servan” por el capitán Desfarges, el teniente Brehier y 9 suboficiales, así como 10 operadores de radio vietnamitas, todos lanzados en paracaídas en la zona. Touby Ly Phong, jefe de los Méos da su apoyo con 1.000 hombres que pasan a formar el grupo “Servan”, en el norte de Sem Neua. Al mismo tiempo, el grupo “Malo”, se establece en la Planicie de Traninh con 8 guerrilleros y 3 comandos de intervención a las órdenes del teniente Mesnier, luego del capitán De Bazin de Bezons entre febrero y noviembre de 1953, el que deja el cargo al serle encomendado el mando del 1° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales), transfiriendo el mando del capitán Sassi, el que establecerá su base en Khang Khay donde creará un centro de instrucción para sus guerrilleros.





Capitán Jean Sassi y el joven capitán Vang Pao, del GCMA, en 1954.



En abril de 1954, se forma el grupo “Sangsue”, al mando del teniente Geronimi (en la región de Kena Bong), el que es incluido en el dispositivo “Malo-Servan”, llegando el agrupamiento a contar con cerca de 4.000 guerrilleros bien armados.

En ese mismo mes, el capitán Marson con Capitán Mournier forman los grupos “Alfa” y “Banane” y más en el norte el grupo “Gamma”.


C.- Historia y otros antecedentes (parte 01) :

Tal como ya indicamos, el GCMA fue creando en mayo de 1950, y su mando se le confió al teniente coronel Grall, entrando en acción inmediatamente, al mismo tiempo que es organizado y sacando de sus experiencias, su doctrina de empleo.





En Annam, en el curso de una parada en un pueblo de la región Hauts Plateaux, legionarios y guerrilleros vietnamitas asisten a una misa católica celebrada por un capellán militar, bajo la mirada de los “montañeses”. Foto sacada en 1950.



La mayoría de los cuadros eran suministrados por el 11° Choc.

El 11° Choc, en la década del 1950 y 1960, era entre los paracaidistas, objeto de broma y curiosidad a la vez. Nunca durante las guerras de Indochina y Argelia, esta unidad había abandonado, como cuerpo constituido, sus cuarteles de Perpignan o de Montlouis. La primera vez que esto ocurrió fue en 1956, cuando se lanzó doscientos (dos “centenas”) de sus efectivos en el Canal de Suez, en la operación Anglo-Francesa para retomar en control del canal contra los egipcios.

Pero volviendo al 11° Choc, se sabe que muy por el contrario, que ha proporcionado parte importante de los mandos de las misiones “especiales” de las GCMA, tanto en Indochina, como posteriormente las realizadas en Argelia.

Los paracaidistas del 11° Choc, tenían una sonrisa de entendidos, una forma extraña de actuar. A veces llevaban gafas negras, haciendo ver que ya no conocían a los compañeros; cuando ocurría esto, quería decir que estaban “de misión”. Se murmuraba en aquella época a este respecto que en Perpignan se formaban más agentes secretos que honrados paracaidistas.

Pero volvamos al GCMA.

En 1951, fue el coronel Godard, jefe en ese entonces del GCMA, quien tuvo a su cargo la normalización de algunas experiencias locales realizadas por hombres aislados que, desde 1947-1949, habían formado algunas unidades de partisanos en las montañas del centro.

Totalmente integrados a la población, incluso en ocasiones se casaron con nativas, por lo que valía la pena ampliar la experiencia.

En la Segunda Guerra Mundial, los británicos del SOE y los americanos del OSS habían usado guerrilleros guiados por ellos en acciones detrás de las líneas en los territorios ocupados por los japoneses en el Sudeste Asiático, especialmente en Birmania.

Recordemos además que ya en 1945, en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial y los primeros días de la reconquista francesa de sus colonias en el Sudesde Asiático, se habían formado unidades guerrilleras y de partisanos guiadas por oficiales franceses.

En 1947, la Semi-Brigada de Paracaidistas SAS (DB SAS) había formado los Comandos Hoa-Hao.





Instructores de la DB SAS y Comandos Hoa-Hao, en 1947.





El capitán Hoa-Hao, en 1947.



Totalmente integrados a la población, incluso en ocasiones casados con nativas, estos hombres aislados habían obtenido tan buenos resultados, que valía la pena ampliar su experiencia.





En esta foto se muestra al capitán De Bazin, que estará al mando del 1° BPC cuando salta sobre Dien Bien Phu en abril de 1954, condecorando por sus actos a Chau Quang Lo, uno de los jefes Hmong en 1947.



Del mismo modo en 1951 se habían formado unidades de comandos mixtos, como los “Comandos Nord Vietnam”, de los cuales el más famoso fue el Comando Nord-Vietnam N° 24, al mando del jefe adjunto Vandenberghe, que fue el que recuperó el cuerpo de Bernard de Lattre en Ninh Binh el 29 y 30 de mayo de 1951.





El suboficial Vandenberghe, el jefe del Comando Nord-Vietnam N° 24 (“Comando Vandenberghe”" o “Tigres Negros”) pasa revista a sus hombres y les hace rectificar sus posturas. Con el fin de sembrar la confusión en el enemigo, el comando se vestía como una unidad por bô-dôï (soldados regulares del Viêt-minh) : uniforme negro y casco “latanier” con insignia Viêt-minh. Además de la carabina US M1, las sub-ametralladoras Thompson M 1928 A1 (específicas de este comando) aseguran volumen y potencia de fuego. Foto sacada en julio de 1951.



Pero estas unidades basaban su accionar en la infiltración, las incursiones, la búsqueda de información y el sabotaje, nunca al nivel del GCMA, de “ser lanzados en paracaídas y actuar solamente dentro de territorios ocupados y con abastecimiento aéreo”, como lo habían hecho muchas unidades aliadas, especialmente en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial.

Volviendo al tema de la integración, se debe recordar que el 80 % del territorio laosiano, el 30 % del territorio camboyano y el 60 % del territorio vietnamita estaba ocupado por la población “Moi” (descendiente del reinado de Champa, instalado en la península indochinesa, doce siglos antes de la invasión), comprenderemos el por qué el mando francés hizo algunos esfuerzos por conquistarla. En estos territorios, el Viet-minh era tan extranjero como los franceses. Más incluso, ya que eran considerados como invasores, los “colonialistas”, lo que fue aprovechado por franceses. Quizá en los años 2000 lo anterior, no sea totalmente válido.

De esta forma, en esta zona, fueron lanzados en paracaídas algunos equipos europeos, generalmente compuestos de un oficial, un suboficial y un radiotelegrafista, pero a veces podía ser solamente el oficial y el suboficial con el radiotelegrafista, con la misión de reclutar a “unos cien”, es decir, una compañía de guerreros locales, con el fin de hacer que el país interior fuese peligroso para el Viet-minh.

Hay que indicar que los grupos de guerrilleros fueron organizados en “centenas”, al igual que el 11° Choc, ya que en la mayoría de las unidades de paracaidistas las compañías llegaban a 150 hombres.

EEUU abasteció el material radio y del armamento, el que fue muy dispar, lo que provocó un gran problema de aprovisionamiento en municiones.

La mayoría de las veces, la acogida hecha a estos paracaidista europeos fue favorable y, salvo contadas excepciones, el mando del GCMA, no tuvo prácticamente ningún problema en el momento de reclutar, instruir y conducir al combate a los guerrilleros, hasta con escopetas de mala calidad, ya que nunca se les confió armamento moderno.

En general, los habitantes de las tribus que habitaban las montañas siempre habían mantenido una relación de suspicacia con los vietnamitas, sus enemigos tradicionales, y aunque fuese difícil de creer, de gran lealtad al régimen colonial francés, especialmente los Thai, los cuales fueron fáciles de reclutar

También consiguieron los franceses el apoyo de las comunidades Meo, Muong, y Nung, que vivían en las mismas zonas que los Thai. En cambio otra importante tribu, los Tho, dieron su apoyo al Viet-minh desde el comienzo. Su región, el Viet-bac, se convirtió en una importante base de resistencia y en trampolín para los ataques de las fuerzas Viets.

Es necesario imaginar las condiciones de vida de estos guerrilleros. A diferencia de los comandos ingleses o americanos, que habían actuado en la Segunda Guerra Mundial, algunos de los cuales eran enviados a la retaguardia después de la misión, para los jefes del GCMA sólo existía una regla : aguantar y continuar hasta que termine la guerra, o hasta que una herida, o la muerte, lo dejara fuera de combate.

Por otra parte, las heridas eran la obsesión de estos hombres abandonados de la mano de Dios. Demasiado alejados para ser evacuados, sabían que el más mínimo “siete” significaba la muerte.....¡Y que muerte!

En el plan estratégico, los comando no tuvieron casi nunca misiones primordiales, ni consiguieron victorias rimbombantes que mereciesen los honores de los comunicados, pero su oscuro y a veces sucio trabajo, permitió que el mando estuviese constantemente informado sobre el enemigo (el asunto de Lang Son entre otros, cosa que ya hemos relatado, fue posible únicamente gracias a la presencia de elementos del GCMA en la Región Media, lo mismo que seis meses más tarde la reconquista de Dien Bien Phu). Presentó, así mismo, la indiscutible ventaja de obligar al adversario a ocupar militarmente unas regiones que creía conquistadas.

Testigo es este informe, dirigido en 1956 por el jefe del batallón regional 700 de la región de Phong Tho : “Los imperialistas franceses han conseguido dejar detrás de ellos a unos agentes suyos que nos crean grandes problemas. En principio no eran más que un puñado, pero actualmente el movimiento de revuelta contra las instituciones de la República Democrática ha ganado en movilidad y amplitud. Hoy día, podemos evaluar el número de estos enemigos en unos dos mil poco más menos. Este movimiento empieza a crearnos muchas dificultades y nos vemos obligados a consagrar fuerzas importantes en la limpieza de las regiones en las que se producen estas infiltraciones...”

Para las GCMA, este informe vale más que todas las menciones del mundo...

En 1954 el GCMA tenía unos efectivos del orden de 15.000 hombres y recibían 300 toneladas de abastecimientos al mes por vía aérea. En el alto mando francés se discutió mucho sobre estas unidades, alegando que consumían unos recursos de los que no se disponía en abundancia, como el suministro aéreo. Pero resultaron útiles para fijar a las fuerzas enemigas.

Lamentablemente, el GCMA, al igual que las otras unidades de comandos mixtos, fue formado demasiado tarde, frente a un mando hostil hacia los métodos no convencionales, que veían en su personal más bien a aventureros, que eran envidiados a pesar de todo, pero con una incomprensión total. El mismo SDECE en la Metrópoli, no apoyó lo suficiente al GCMA, acusándolo a menudo de “desviacionismo”.

transcripcion literal tal cual el material:
Breche dijo:
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 49) :


23.- GCMA (Groupement de Commandos Mixtes Aéroportés-Agrupación de Comandos Mixtos Aerotransportados) (parte 02) :
 
Llegando al fin de este trabajo, y aunque está tocado en varias partes del foro, no puedo terminar mi exposición sin dejar de mencionar a esos paracaidistas franceses que realizaron la “guerra en las sombras” en la Guerra de Indochina.


Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 48 ) :


23.- El GCMA (Groupement de Commandos Mixtes Aéroportés-Agrupación de Comandos Mixtos Aerotransportados) (parte 01) :


A.- Objetivos, formación e inicios del GCMA :

En febrero de 1950, el SDECE (Service de Communication Extérieure et Contre-espionnage-Servicio de Comunicación Exterior y Contraespionaje) decide la colocación de un Servicio Acción en Indochina creando una central : la DCD (Direction Centrale de Documentation-Dirección Central de Documentación) al mando del coronel Gracieux.

En mayo de 1950, el Servicio Acción crea el GCMA bajo la dependencia los las TAP (Tropas Aerotransportadas) a las órdenes del Coronel Grall, fundando una escuela de formación y entrenamiento en Ty Wan (bajo el mando del capitán Saint Jacques).

Todos los cuadros asignados al GCMA provienen de los paracaidistas inter-armas (es decir de los de La Legión, de los Coloniales y de los Metropolitanos), aunque la gran mayoría proviene del 11° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque, basado en Francia).

En septiembre de 1951, al mando del coronel Godard, el GCMA se instala su base de salida en la isla de Cu Laore, con un campo de aviación y una flotilla de transporte. Desde aquí el GCMA cubría toda Indochina : Nor Vietnam, Laos, Sur Vietnam y Camboya, Annam Central y sus Planicies. El Estado mayor se instala en Saïgon.

Las misiones que le son asignadas comprenden :

- Información de inteligencia y acciones sobre la retaguardia del enemigo
- Guerrillas y contra guerrillas
- Infiltración e incursiones de penetración a larga distancia
- Acciones psicológicas y organizaciones de guerrilleros
- Reunión de pueblos en zona enemiga y su constitución en unidades de auto defensa
- Sabotaje


El GCMA también formó equipos de exploradores (tipo Pathfinders). Fue usado para el reconocimiento de los objetivos y la preparación de las operaciones anfibios y aerotransportadas.

Una misión permanente de enlace norteamericana de 2 observadores, residía cerca del Estado Mayor del GCMA, que mantenía también enlaces muy estrechos con 22° Batallón S.A.S Británico en Malasia.

Se estima que el total de efectivos Europeos usados por las GCMA fue de :

Oficiales : 80
Suboficiales : 214
Hombres de Tropa : 163.

Por el GCMA pasaron mas de 20.000 montañeses, aunque algunas fuentes indican cifras un poco mayores.

Varias bases fueron puestas en terreno :

a) País Thaï :

- Lai Chau (base principal) al mando del teniente coronel Bole du Chaumont.

- Nghia Lo al mando del teniente Hans (ribera del río Rojo) que será tomado prisionero y fallecerá por efectos de la tortura en noviembre de 1952 con sargento Muet que fue gravemente herido y el sargento Schoepf que también fue encarcelado. Este grupo cubrió la retirada de la guarnición de Nghia Lo, que después fue salvada por el 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales) en octubre de 1952, historia que ya relatamos anteriormente.

- Than Uyen al mando del teniente Castagnoni y los sargentos Bourdon y Baudoin (en la región Cha Pa Lao Kay).


b) Rivera del Delta de Tonkín :

- Tien Yen al mando del teniente Dabezies y luego al mando del capitán Banhiot (en la zona costanera, RC 4 y la frontera con China). Banhiot era un veterano, que fue un activo miembro de la resistencia en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, que desertó en Indochina sin ninguna explicación, y nunca volvió a ser visto.

- Phuc Yen al mando del teniente Borcard, actuando en la región Phu To con los guerrilleros de los grupos “Potiron” e “Ibiscus” y en Hadong (desde el país Mong hasta la frontera de Annam) con los guerrilleros de los grupos “Tabac” y “Sangsue”.

- Luc Nam al mando del capitán Hernandez (en la región de Dinh Lap Loc y Binh Lang Song fronteriza con China y la RC 4).


c) Annam :

- Isla de Hong Me al mando del capitán Bichelot (en la costa de Thanh Hoa).

- Isla de Cu Lao Re al mando del capitán Preboste y luego al mando del teniente Leger (en la costa de Lien Khu V).

- Kontum al mando del capitán Hentic y luego al mando del teniente Thebault (con las tribus Hrés).


B.- Principales Grupos Guerrilleros :

Se dispuso el establecimiento de grupos guerrilleros compuestos de las minorías étnicas hostiles al Viet-minh, para lo cuál, los responsables y el personal fueron formados en la escuela de Ty Wan.


a) Guerrilleros de la Región Alta :

En octubre de 1950, se forma el grupo “Chocolat” dirigido por Cho Quang Lo, jefe de una compañía de partisanos “Man”, y que fue asesinado en junio de 1952 por los chinos, cuando la 302ª División China pasó la frontera para aniquilarlos. Francia “ignoró el incidente”. Este grupo disponía de 2.500 hombres con 2.000 armas.

En septiembre de 1952, se forma el grupo “Cardamone” dirigido por el teniente Ly Seo Nung para servir junto a los franceses.

Es importante dedicarle algunas líneas e Ly Seo Nung.

El teniente Ly Seo Nung fue la llave maestra del GCMA respecto de las minorías montañesas de Tonkín.

De origen Nung, fue suboficial de un batallón de tiradores tonquineses en 1939. Participa activamente en la resistencia a los japoneses con capitán Cuq en Muong Khuong, replegándose a China después del 9 de marzo de 1945. Posteriormente, llega la cabeza de las unidades locales que liberan la zona situada al este de Lao-Kay de la influencia china, luego de la nacionalista vietnamita, y luego del Viet-minh.

Agente de información, jefe de partisanos de gran valor, fue un reclutador esencial para el GCMA en país Thai y Méo.

Evacuado hacia el sur en el momento del alto el fuego, acaba su carrera como jefe de batallón del Ejército francés en Nueva Caledonia, falleciendo en 1968.





El teniente Ly Seo Nung.



b) Guerrilleros del País Thaï :

En diciembre de 1952, los grupos de la zona son organizados por el capitán Hebert con algunos suboficiales entre los que estuvieron el sargento primero Chatel y sargento Maljean en medio de la zona en que habitaban las tribus de Méos :

- Grupo “Aiglon” en Muong-Lam (región de Cotonh) al mando del sargento Maljean y después al mando del sargento Ansidei.
- Grupo “Colibri” (sector Thuan Chau) al mando del sargento primero Chatel, el que será capturado y colgado.
- Grupo “Calamar” (en el macizo de Long He) al mando del sargento Schneider, el que también será colgado.

En agosto de 1953, estos tres grupos de guerrilleros contaban con cerca de 3.500 hombres en armas.


c) Guerrilleros del Noreste de Laos :

En noviembre de 1952, es formado el agrupamiento “Malo-Servan” por el capitán Desfarges, el teniente Brehier y 9 suboficiales, así como 10 operadores de radio vietnamitas, todos lanzados en paracaídas en la zona. Touby Ly Phong, jefe de los Méos da su apoyo con 1.000 hombres que pasan a formar el grupo “Servan”, en el norte de Sem Neua. Al mismo tiempo, el grupo “Malo”, se establece en la Planicie de Traninh con 8 guerrilleros y 3 comandos de intervención a las órdenes del teniente Mesnier, luego del capitán De Bazin de Bezons entre febrero y noviembre de 1953, el que deja el cargo al serle encomendado el mando del 1° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales), transfiriendo el mando del capitán Sassi, el que establecerá su base en Khang Khay donde creará un centro de instrucción para sus guerrilleros.





Capitán Jean Sassi y el joven capitán Vang Pao, del GCMA, en 1954.



En abril de 1954, se forma el grupo “Sangsue”, al mando del teniente Geronimi (en la región de Kena Bong), el que es incluido en el dispositivo “Malo-Servan”, llegando el agrupamiento a contar con cerca de 4.000 guerrilleros bien armados.

En ese mismo mes, el capitán Marson con Capitán Mournier forman los grupos “Alfa” y “Banane” y más en el norte el grupo “Gamma”.


C.- Historia y otros antecedentes (parte 01) :

Tal como ya indicamos, el GCMA fue creando en mayo de 1950, y su mando se le confió al teniente coronel Grall, entrando en acción inmediatamente, al mismo tiempo que es organizado y sacando de sus experiencias, su doctrina de empleo.





En Annam, en el curso de una parada en un pueblo de la región Hauts Plateaux, legionarios y guerrilleros vietnamitas asisten a una misa católica celebrada por un capellán militar, bajo la mirada de los “montañeses”. Foto sacada en 1950.



La mayoría de los cuadros eran suministrados por el 11° Choc.

El 11° Choc, en la década del 1950 y 1960, era entre los paracaidistas, objeto de broma y curiosidad a la vez. Nunca durante las guerras de Indochina y Argelia, esta unidad había abandonado, como cuerpo constituido, sus cuarteles de Perpignan o de Montlouis. La primera vez que esto ocurrió fue en 1956, cuando se lanzó doscientos (dos “centenas”) de sus efectivos en el Canal de Suez, en la operación Anglo-Francesa para retomar en control del canal contra los egipcios.

Pero volviendo al 11° Choc, se sabe que muy por el contrario, que ha proporcionado parte importante de los mandos de las misiones “especiales” de las GCMA, tanto en Indochina, como posteriormente las realizadas en Argelia.

Los paracaidistas del 11° Choc, tenían una sonrisa de entendidos, una forma extraña de actuar. A veces llevaban gafas negras, haciendo ver que ya no conocían a los compañeros; cuando ocurría esto, quería decir que estaban “de misión”. Se murmuraba en aquella época a este respecto que en Perpignan se formaban más agentes secretos que honrados paracaidistas.

Pero volvamos al GCMA.

En 1951, fue el coronel Godard, jefe en ese entonces del GCMA, quien tuvo a su cargo la normalización de algunas experiencias locales realizadas por hombres aislados que, desde 1947-1949, habían formado algunas unidades de partisanos en las montañas del centro.

Totalmente integrados a la población, incluso en ocasiones se casaron con nativas, por lo que valía la pena ampliar la experiencia.

En la Segunda Guerra Mundial, los británicos del SOE y los americanos del OSS habían usado guerrilleros guiados por ellos en acciones detrás de las líneas en los territorios ocupados por los japoneses en el Sudeste Asiático, especialmente en Birmania.

Recordemos además que ya en 1945, en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial y los primeros días de la reconquista francesa de sus colonias en el Sudesde Asiático, se habían formado unidades guerrilleras y de partisanos guiadas por oficiales franceses.

En 1947, la Semi-Brigada de Paracaidistas SAS (DB SAS) había formado los Comandos Hoa-Hao.





Instructores de la DB SAS y Comandos Hoa-Hao, en 1947.





El capitán Hoa-Hao, en 1947.



Totalmente integrados a la población, incluso en ocasiones casados con nativas, estos hombres aislados habían obtenido tan buenos resultados, que valía la pena ampliar su experiencia.





En esta foto se muestra al capitán De Bazin, que estará al mando del 1° BPC cuando salta sobre Dien Bien Phu en abril de 1954, condecorando por sus actos a Chau Quang Lo, uno de los jefes Hmong en 1947.



Del mismo modo en 1951 se habían formado unidades de comandos mixtos, como los “Comandos Nord Vietnam”, de los cuales el más famoso fue el Comando Nord-Vietnam N° 24, al mando del jefe adjunto Vandenberghe, que fue el que recuperó el cuerpo de Bernard de Lattre en Ninh Binh el 29 y 30 de mayo de 1951.





El suboficial Vandenberghe, el jefe del Comando Nord-Vietnam N° 24 (“Comando Vandenberghe”" o “Tigres Negros”) pasa revista a sus hombres y les hace rectificar sus posturas. Con el fin de sembrar la confusión en el enemigo, el comando se vestía como una unidad por bô-dôï (soldados regulares del Viêt-minh) : uniforme negro y casco “latanier” con insignia Viêt-minh. Además de la carabina US M1, las sub-ametralladoras Thompson M 1928 A1 (específicas de este comando) aseguran volumen y potencia de fuego. Foto sacada en julio de 1951.



Pero estas unidades basaban su accionar en la infiltración, las incursiones, la búsqueda de información y el sabotaje, nunca al nivel del GCMA, de “ser lanzados en paracaídas y actuar solamente dentro de territorios ocupados y con abastecimiento aéreo”, como lo habían hecho muchas unidades aliadas, especialmente en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial.

Volviendo al tema de la integración, se debe recordar que el 80 % del territorio laosiano, el 30 % del territorio camboyano y el 60 % del territorio vietnamita estaba ocupado por la población “Moi” (descendiente del reinado de Champa, instalado en la península indochinesa, doce siglos antes de la invasión), comprenderemos el por qué el mando francés hizo algunos esfuerzos por conquistarla. En estos territorios, el Viet-minh era tan extranjero como los franceses. Más incluso, ya que eran considerados como invasores, los “colonialistas”, lo que fue aprovechado por franceses. Quizá en los años 2000 lo anterior, no sea totalmente válido.

De esta forma, en esta zona, fueron lanzados en paracaídas algunos equipos europeos, generalmente compuestos de un oficial, un suboficial y un radiotelegrafista, pero a veces podía ser solamente el oficial y el suboficial con el radiotelegrafista, con la misión de reclutar a “unos cien”, es decir, una compañía de guerreros locales, con el fin de hacer que el país interior fuese peligroso para el Viet-minh.

Hay que indicar que los grupos de guerrilleros fueron organizados en “centenas”, al igual que el 11° Choc, ya que en la mayoría de las unidades de paracaidistas las compañías llegaban a 150 hombres.

EEUU abasteció el material radio y del armamento, el que fue muy dispar, lo que provocó un gran problema de aprovisionamiento en municiones.

La mayoría de las veces, la acogida hecha a estos paracaidista europeos fue favorable y, salvo contadas excepciones, el mando del GCMA, no tuvo prácticamente ningún problema en el momento de reclutar, instruir y conducir al combate a los guerrilleros, hasta con escopetas de mala calidad, ya que nunca se les confió armamento moderno.

En general, los habitantes de las tribus que habitaban las montañas siempre habían mantenido una relación de suspicacia con los vietnamitas, sus enemigos tradicionales, y aunque fuese difícil de creer, de gran lealtad al régimen colonial francés, especialmente los Thai, los cuales fueron fáciles de reclutar

También consiguieron los franceses el apoyo de las comunidades Meo, Muong, y Nung, que vivían en las mismas zonas que los Thai. En cambio otra importante tribu, los Tho, dieron su apoyo al Viet-minh desde el comienzo. Su región, el Viet-bac, se convirtió en una importante base de resistencia y en trampolín para los ataques de las fuerzas Viets.

Es necesario imaginar las condiciones de vida de estos guerrilleros. A diferencia de los comandos ingleses o americanos, que habían actuado en la Segunda Guerra Mundial, algunos de los cuales eran enviados a la retaguardia después de la misión, para los jefes del GCMA sólo existía una regla : aguantar y continuar hasta que termine la guerra, o hasta que una herida, o la muerte, lo dejara fuera de combate.

Por otra parte, las heridas eran la obsesión de estos hombres abandonados de la mano de Dios. Demasiado alejados para ser evacuados, sabían que el más mínimo “siete” significaba la muerte.....¡Y que muerte!

En el plan estratégico, los comando no tuvieron casi nunca misiones primordiales, ni consiguieron victorias rimbombantes que mereciesen los honores de los comunicados, pero su oscuro y a veces sucio trabajo, permitió que el mando estuviese constantemente informado sobre el enemigo (el asunto de Lang Son entre otros, cosa que ya hemos relatado, fue posible únicamente gracias a la presencia de elementos del GCMA en la Región Media, lo mismo que seis meses más tarde la reconquista de Dien Bien Phu). Presentó, así mismo, la indiscutible ventaja de obligar al adversario a ocupar militarmente unas regiones que creía conquistadas.

Testigo es este informe, dirigido en 1956 por el jefe del batallón regional 700 de la región de Phong Tho : “Los imperialistas franceses han conseguido dejar detrás de ellos a unos agentes suyos que nos crean grandes problemas. En principio no eran más que un puñado, pero actualmente el movimiento de revuelta contra las instituciones de la República Democrática ha ganado en movilidad y amplitud. Hoy día, podemos evaluar el número de estos enemigos en unos dos mil poco más menos. Este movimiento empieza a crearnos muchas dificultades y nos vemos obligados a consagrar fuerzas importantes en la limpieza de las regiones en las que se producen estas infiltraciones...”

Para las GCMA, este informe vale más que todas las menciones del mundo...

En 1954 el GCMA tenía unos efectivos del orden de 15.000 hombres y recibían 300 toneladas de abastecimientos al mes por vía aérea. En el alto mando francés se discutió mucho sobre estas unidades, alegando que consumían unos recursos de los que no se disponía en abundancia, como el suministro aéreo. Pero resultaron útiles para fijar a las fuerzas enemigas.

Lamentablemente, el GCMA, al igual que las otras unidades de comandos mixtos, fue formado demasiado tarde, frente a un mando hostil hacia los métodos no convencionales, que veían en su personal más bien a aventureros, que eran envidiados a pesar de todo, pero con una incomprensión total. El mismo SDECE en la Metrópoli, no apoyó lo suficiente al GCMA, acusándolo a menudo de “desviacionismo”.

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Transcripcion literal tal cual el material:
Breche dijo:
Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 49) :


23.- GCMA (Groupement de Commandos Mixtes Aéroportés-Agrupación de Comandos Mixtos Aerotransportados) (parte 02) :


C.- Historia y otros antecedentes (parte 02) :

Veamos algo más en concreto de sus operaciones.

En el curso del año 1952, se hicieron más de 30 lanzamientos explotando las informaciones obtenidas y más de 15 lanzamientos con combate, provocando golpes extremadamente sensibles al potencial humano y económico de los rebeldes.





Una joven chica del GCMA, apenas más grande que su arma.



En el curso de las operaciones “Luna Park”, el 25 de abril, “Ardoise”, el 30 de mayo, “Automate”, el 2 de junio, “Brouillard”, el 7 de agosto, “Avantage”, el 10 de agosto, “Bicyclette”, el 15 de agosto, y “Cabestan”, el 19 de septiembre, contra el Ejército del Viet-minh en Tonkín y Annam, matan a 511 rebeldes, hacen 504 presos, recuperan o destruyen 111 fusiles, 4 ametralladoras, 4 fusiles ametralladores, 11 metralletas, 614 juncos de los que 187 están adaptados para alta mar, 553 sampanes, 25 vagones ferroviarios, 2 camiones, 8 puentes, 2 túneles y 30 toneladas de municiones de diversos tipos y más de 400 toneladas de abastecimiento.





Miembro del GCMA a caballo. Porta una metralleta inglesa Sten.



Además, su acción contra las tropas irregulares del Viet-minh, les permiten matar a 800 rebeldes y en recuperar más de 500 fusiles.

En octubre de 1952, el 8° BPC se transforma en el 8° Choc, para ser puesto a disposición del GCMA pero, el general Gilles, poco favorable por estos métodos, recuperó la unidad para las TAP en 1953.

En noviembre de 1952, grupos del GCMA, participaron en la operación “Marion” contra Phu To y Phu Doan, en Tonkín, la operación aerotransportada más grande de la Guerra de Indochina aparte de la operación “Castor”, de noviembre de 1953.





Un francotirador del GCMA.



El GCMA llevó la lucha sobre todos los frentes y campos, los militares, políticos y económicos, buscaron información, crearon, armaron y abastecieron a los grupos guerrilleros, lanzaron en paracaídas a sus agentes, pusieron a la disposición de los comandantes de territorio a sus guías, sus comandos y sus partisanos.

Afirmaron su eficacia en 1952 y hasta principios de 1953, y era raro que alguna operación, sobre cualquier teatro, no hubiera sido hecha sin su participación.

Brillantemente se distinguieron de nuevo en el curso del año 1953 bajo el impulso del comandante Trinquier, que asumió el mando en el mes de mayo.

Después de haber lanzado en paracaídas, en febrero de 1953, equipos en misiones especiales sobre la orilla norte del Río Rojo en el corazón de la zona rebelde, su acción se extendió a Phong To a Than Uyen (Nor Vietnam), llegando así a constituir un grupo guerrillero de más de 2.000 hombres que controlaba toda la región, a pesar de la oposición de las tropas regionales del Viet-minh, a quienes infligió pérdidas muy severas.





Jóvenes miembros del GCMA antes de una operación.



En abril de 1953, el grupo guerrillero “Méo-Lao” de Traninh (en el Norte de Laos) recuperó a 18 oficiales, 45 suboficiales, 20 hombres europeos de tropa, y a 3 oficiales, 6 suboficiales y 100 hombres nativos de tropa, de la columna que se retiraba de Sam Neua, salvándolos así de la cautividad.

Formado en mayo de 1953, en la región de Muong Lam-Tuan Chau (Nor Vietnam) un grupo guerrillero de más de 2 .400 hombres que, por su actividad, permitió la evacuación aérea Na San, en excelentes condiciones, en agosto de 1953.

El grupo, agobiado por seis batallones del Viet-Minh, al cual infligió pérdidas muy grandes, se replegó al macizo montañoso de Pakouan, en noviembre de 1953, contribuyendo a la desorganización de un regimiento de la 316ª División del Viet-Minh.





Miembros del GCMA de las tribus Hmong.



A fines de septiembre de 1953, el Estado Mayor de Hanoï, decide intentar una acción espectacular, para crear algún tipo de diversión, en vista a sus futuras acciones en Dien Bien Phu, para lo cual el 3 de octubre de 1953, seiscientos guerrilleros Thais y Meos del GCMA realizaron un ataque devastador sobre el centro de suministros del Viet-minh en Lao Kay, junto a la frontera China. Apoyados por Paracaidistas y bombarderos B-26, lo repitieron en Coc Leu, base gemela de la anterior.





Los comandos del GCMA asisten a una preparación sobre una maqueta que representa la región de Lao-Kay, Coc Leu y Ho Keou. La operación consiste en volar un puente que une la región con China.





El teniente Pham Duc Long, uno de los comandantes de la operación.





Zona de la operación.





El puente de Lao Kay.



En diciembre de 1953, las GCMA se transforman en los GMI (Groupements Mixtes de l'Indochine-Agrupamientos Mixtos de Indochina), dejando definitivamente su dependencia de las TAP, y pasando a las órdenes del comandante Trinquier, con comandante Bonnigal como jefe del Estado Mayor. Aunque no se crea, esta transformación se debió a temas relacionados con los costos, ya que de esta forma el personal de estas unidades, no recibirían el llamado sueldo del aire, que era un dinero extra que recibían las tropas aerotransportadas “por saltar”.





El coronel Trinquier, uno de los responsables de los GCMA. Esta foto fue sacada cuando comandaba el 3° RPC (Regimiento de Paracaidistas Coloniales), después de reemplazar al coronel Bigeard, en Argelia en 1958.



Los comandos del GMI (GCMA), durante 1953, participaron en la preparación y en ejecución de numerosas operaciones de desembarco sobre las costas del Centro y el Norte Vietnam, recogiendo valiosa información y ejecutando misiones de sabotaje y de destrucción.

A fines de 1953, el conjunto de los hombres que componían las GMI (GCMA) se estimaba en 25.000. Se encontraban principalmente en los confines de Laos, en la Región Alta (de Lai Chau a Phong Saly). Estaban infiltrados a lo largo de la cordillera anamita y ocupaban incluso ciudades como Lao Kay, al final de la famosa RC 4.

El GMI (GCMA), provocó al Viet-minh, durante el año 1953, cerca de 1.000 muertos, 1.200 heridos y 500 prisioneros. Recuperó o destruyó numeroso armamento, entre los que están 670 fusiles, 30 toneladas de municiones, 4 locomotoras y 20 vagones ferroviarios, 4 camiones, 3 puentes, 100 toneladas de abastecimiento, 600 sampanes o juncos de alta mar.

Cuando los franceses llevaron a cabo la operación “Castor”, para la toma de la hondonada de Dien Bien Phu, en noviembre de 1953, elementos del GMI (GCMA), ya estaban en tierra cuando los batallones de paracaidistas estaban descendiendo, y muchos fueron recibidos por ellos, los que se unieron a la batalla.

Lo anterior se debía especialmente a que Dien Bien Phu se hallaba sólo algunos kilómetros al sur de Lai Chau.

Lai Chau era la “capital” de los montañeses Thai, quienes se mostraban sólidamente francófilos y cuya lealtad se hallaba fortalecida por la presencia de soldados franceses del GMI (GCMA) entre ellos. Lai Chau era la llave de defensa de Laos, y se hallaba desde hacía meses asediada y hostigada por el Viet-minh, era una verdadera “espina” en su territorio. Una de las condicionantes del ataque a Dien Bien Phu, fue el desahogo de Lai Chau y de su zona aledaña. Inclusive, se podría haber elegido Lai Chau en vez de Dien Bien Phu, pero Lai Chau se hallaba lejos de la carretera principal que llevaba a Laos y era difícil de abastecer por aire. Para esta operación los suministros por aire eran primordiales, por lo que el valle de Dien Bien Phu era más satisfactorio, ya que si bien estaba ubicada algunos kilómetros más al sur, era el valle más amplio de la frontera con Laos y estaba ubicado a poca distancia de la ruta natural entre el Viet-bac (reducto del Viet-minh) y Luang Prabang, además que en este valle existía una antigua pista de aterrizaje francesa.

De esta forma cuando el valle de Dien Bien Phu fue tomado en la operación “Castor”, Lai Chau fue evacuada, y una de las ideas era que los grupos guerrilleros se establecieran en las zonas de alrededor del “erizo” de Dien Bien Phu o simplemente que se agregaran a las fuerzas de defensa.





En el momento de la evacuación del puesto de Laï Chau, los primeros guerrilleros Thaïs (GMI-GCMA) de esa guarnición llegan con sus mulas al valle de Diên Biên Phu, situado a 70 kilómetros al sur. Foto sacada el 23 de Noviembre de 1953.





En el momento de la evacuación del puesto de Laï Chau, otros guerrilleros Thaïs (GMI-GCMA) de esa guarnición llegan al valle de Diên Biên Phu. Foto sacada el 23 de Noviembre de 1953.





Un guerrillero Thaï (GMI-GCMA) herido es evacuado por paracaidistas del 8° Choc (Grupo de Paracaidistas de Choque) en un helicóptero Sikorsky S-55 H-19. Foto sacada el 25 de Noviembre de 1953.



En la evacuación general, en los primeros días de diciembre de 1953, 20 compañías Thais del GMI-GCMA de 110 hombres cada una, fueron prácticamente aniquiladas en la retirada de Lai Chau, muy pocos supervivientes lograron llegar a Dien Bien Phu. Esto que los guerrilleros supervivientes se dispersaran en grupos pequeños para entablar algún tipo de combate

Durante la batalla de Dien Bien Phu, las fuerzas del GMI-GCMA actuaron de forma destacada contra las líneas de suministros del Viet-minh, que se extendía durante mas de 800 kilómetros, desde Lang Song, pero no lograron cortarla, si en cambio la que provenía de Lai Chau.

En la época de la batalla de Dien Bien Phu, el Viet-minh tenía a 24 batallones de sus fuerzas ocupados en acosar a los GMI-GCMA.

En Dien Bien Phu lucharon un total de 2.575 Thais.

En abril de 1954, el GMI actúan en la operación “Cóndor” que debía permitir aliviar a Dien Bien Phu bloqueando 12 batallones del Viet-minh, haciendo llegar una columna de refuerzo por tierra.

La Fuerza indígena en esta operación estaba compuesta por 300 hombres del grupo GMI-GCMA “Alfa” en el norte de Laos, 650 del grupo GMI “Gamma” al oeste de Muong Te, ya en Vietnam, y otros tres grupos situados entre el río Nam Ou y Dien Bien Phu con nombres clave “Raisin”, “Banane” y “Palmier”.

La operación “Cóndor” incluía el empleo de las unidades del GMI en acciones diversivas, para permitir que la columna francesa avanzase hacia la cercada guarnción. Sin embargo la columna llegó al río Nam Ou sólo cuatro días antes de la caída de la base francesa y totalmente debilitada para seguir avanzando. El grupo “Palmier” y el grupo “Banane” junto con el 5° Batallón de Cazadores Laosianos se retiraron.

En mayo de 1954, miembros del GMI que participaron en la operación “Cóndor”, recuperan a 76 de los supervivientes de Dien Bien Phu, en algún lugar de la selva del valle de Nam Ou. Algunos de los evadidos, supervivientes de emboscadas, se unieron a los comandos que los habían encontrado y salvado, sorprendidos con la facilidad con la que se desplazaban y defendían las zonas





Miembros de los GMI de las tribus Hmong, después de un lanzamiento de armas en paracaídas, en 1954.



El 14 de julio de 1954, más de dos meses después de la caída de Dien Bien Phu, el general Salan, comandante en jefe en Indochina, presidía en la pista de aviación de Lao Kay una toma de armas delante de seiscientos guerrilleros del GMI, fue sin duda la última vez que se izara la bandera francesa en Vietnam del Norte, a cuatrocientos kilómetros de Hanoï, a veinte kilómetros de la frontera de la China Roja.

En julio de 1954, el GMI es “congelado”, como programa.

El cese del fuego del 20 de Julio de 1954 llevó consigo la finalización de las operaciones, de lo que se vieron beneficiadas las GMI. Poco antes, por radio, el comandante francés había ordenado a los cuadros europeos que se dirigiesen a las líneas amigas. Algunos obedecieron y llegaron al sur del paralelo 17°, con sus hombres armas y equipaje. Fue éste el caso de algunas tribus Rhadé y Sedang que encontraron en el lado de Pleiku una seguridad relativa y una forma de vida parecida a la que habían conocido.

En otros casos fueron aviones, que lanzaban octavillas, en las que se podía leer : “La paz está firmada. Diríjanse a la zona francesa al sur del 17° paralelo...”

Otros no pudieron volver. Simplemente porque se encontraban demasiado al Norte y la presencia de los viets constituía una barrera entre ellos y las líneas francesas.

Se sabe del sargento Friche, que después de un largo viaje a pie y muchas peripecias, llegó con aspecto “harapiento” a la misión francesa en Laos, enterándose de que había sido dado por muerto, y más aún tuvo que convencerlos de que estaba vivo y no muerto. Este paracaidista francés, después de su largo recorrido, después de seis meses, llegó a la vista del Mekong. De puesto en puesto, fue contando su aventura. Primero a los laosianos incrédulos, aunque sensibles ante el hecho de que hablaba el dialecto del sur. A continuación a los vietnamitas desconfiados : ¡Lo tomaron por espía ruso!

Tuvo sobre todo grandes dificultades para escapar a los gendarmes franceses. Ellos lo acusaban precisamente de ser un desertor.

Podía contar una y otra vez su odisea y expresar su identidad, pero sus interlocutores se limitaban a encogerse de hombros, esgrimiendo el argumento principal :

- El nombre que da usted, corresponde a un sargento que fue herido y dado por desaparecido en Laos, en julio de 1954.

- ¡Soy yo! – replicaba.

- No. No se puede a la vez estar dado por desaparecido y presente...., insistían una y otra vez los franceses.

En octubre de 1954, fecha de su disolución, el GMI manejaba cerca de 20.000 hombres armados, con 71 oficiales, 219 suboficiales y hombres franceses de tropa.

A partir de esta fecha, los grupos guerrilleros, son abandonados por el Alto Mando, absolutamente indiferente, y serán entregados a su suerte. Más tarde serán aniquilados a pesar de los esfuerzos de los miembros del GMI para salvar al máximo la situación. Años después los americanos también cometerán el mismo error.

Esta tragedia, de estas poblaciones indochinas, abandonadas por el Alto Mando, desgraciadamente se repetirá y acentuará en Argelia, años más tarde.

Algunos jefes guerrilleros no pudieron resolverse a abandonar a sus hombres. Se quedaron junto a ellos y decidieron compartir su suerte. Hacia finales del mes de abril de 1956, es decir, dos años después del término de los combates – los encargados de los aparatos de radio que todavía quedaban en Vietnam del Sur captaron, con lagrimas en los ojos, el último mensaje de los supervivientes de estas GMI, perdidos y sitiados en algún lugar del Norte :

- ¡Pandilla de cerdos! ¡Ayudadnos! ¡Ayudadnos! Por lo menos lanzadnos en paracaídas municiones para reventar luchando y no dejadnos matar como perros...

Unicamente un cuadro de las GMI consiguió volver completo : el teniente C..... (el autor de cuál tomé estas notas no indica su nombre), que defendía el valle de Nam Na, a pocos kilómetros de la frontera de Yuma. En espacio de un año, recorrió a pie cerca de ochocientos kilómetros, de tribu “amiga” en tribu “amiga” , protegido únicamente por su cualidad de francés : la fidelidad de las poblaciones montañesas era algo más que una palabra.

Los Comunistas declararon haber dado muerte a 183 miembros de los GMI, capturado a 300, otros 4.366 se habrían rendido voluntariamente entre julio de 1954 y abril de 1956, aunque su destino fue del todo incierto. De sus mandos franceses nunca mas se supo, ni los Vietnamitas dieron explicaciones.

Aunque parezca increíble, nueve años después de la partida de los franceses, algunas GMI, no solamente resistieron, sino que pasaron a la ofensiva. En la región de Ha Giang (en la carretera 41, que en otro tiempo, había conducido hasta Na San y Dien Bien Phu) los convoyes eran atacados “por unos bandidos”, hasta tal punto que los periódicos de Hanoi recomendaban a los automovilistas que circulasen en grupo. Por otra parte, el Quan Doi Nham Dan, órgano oficial del partido comunista vietnamita, señalaba que en dos meses, las “tropas que operaban en la región del río Rojo (Región Media) habían conseguido matar con grandes dificultades a 183 “enemigos” y capturar 300 “soldados”, obteniendo además la rendición de 4.336 montañeses y recuperado 3.796 armas.“

Naturalmente, los pocos europeos que se habían quedado en las guerrillas, hacía tiempo que habían desaparecido. Pero su ejemplo había servido para forjar la moral de estos “minoritarios”. Además, a pesar de que las acciones que realizaron no pueden, a falta de ejemplos, figurar en el Gran Libro de Oro de los Paracaidistas, ¿quién puede mejor que ellos testimoniar las cualidades paracaidistas?

Seguramente, se han reunido, en el paraíso de los héroes, con sus antepasados de Bretaña, Holanda y Dien Bien Phu.





Paracaidistas Franceses...........Por el Honor de la Boina Roja.



Fuentes :

Les Paras (E. Bergot).

Dien Bien Phu (J. Keegan).

Histoire des Parachutistes Français (P. Gaujac).

Fuentes en Línea :

http://www.quiosegagne.asso.fr

http://demibrigadesas.ifrance.com/

Foro “Le Forum des Parachutistes de Toutes les Nations”

Foro “Paras de Tous Horizons”


Bueno amigos, espero que este pequeño paseo por la Historia de la Guerra de Indochina, junto a los “Paras”, les haya gustado, pido las excusas por lo largo de mi exposición y por el tiempo que me permití darme para terminarlo, varios meses, y además, por otra parte, no puedo llegar hasta el fin sin antes agradecer a todos los que me motivaron a continuar y completarlo, a sus lecturas y obviamente a sus aportes.

Pero debo informarles que no hemos terminado con los Paracaidistas Franceses en Indochina, ya que nos volveremos a encontrar con ellos en otro subforo, y viéndolos a través de un prisma diferente.

Y como siempre un saludo afectuoso desde Chile.

Un gran saludo a BRECHE por tan excelente informe, si alguno desea recabar mas informacion no tiene mas que acercarce al foro, en donde sigue desarrollando otros temas referidos a Vietnam
 
Vietnam, Conflicto Ideológico
Puntualizaciones a un libro español sobre Vietnam

He encontrado esta recensió bibliografica escrita por Tomas Mestre, a finales de 1968. Interesante ver el punto de vista desde el momento.

INTRODUCCION
«El neo-colonialismo está llevando a sus últimos extremos y consecuencias un planteamiento que en la actualidad se presenta bajo esta forma de ultimátum: exterminio o sumisión »
Generalizar sobre este fenómeno del neocolonialismo acarrea riesgos, pero se va a una catástrofe cierta con ese tipo de simplificaciones. Si descendemos a situaciones neocoloniales veremos una y otra vez cómo cada una viene a convertirse en un caso per se; en todo caso no podemos tomar por prototipo a Vietnam y aplicarlo a los países en cuestión.
Tampoco es partidario de usar la artillería gruesa del «genocidio cultural » que el autor toma prestada de Sartre, para tratar cualquier Situación Colonial. El filósofo francés dice que «la colonización no es una simple conquista; es necesariamente un genocidio cultural; no se puede colonizar sin liquidar sistemáticamente los rasgos particulares de la sociedad indígena a la vez que se impide a sus miembros la posibilidad de integrarse a la metrópoli, de aprovechar sus ventajas...»
La colonización inglesa no adoptó la fórmula francesa llamada de la assimilation, pero en modo alguno ha liquidado por sistema de sociedades tales como las Indias, (o los holandeses, las Indonesias). Incluso su sistema de indirect rule ha consistido en aprovechar en grado extremo lo aprovechable de los colonizados, yuxtaponiéndoles lo metropolitano.

«Tanto el antiguo Celeste Imperio como el resto de la zona geográfica continental, se repartiría entre los países europeos, las grandes potencias del momento— (...) Holanda, etc. —que acuñaría en Asia un nuevo molde colonial» . El Celeste Imperio no fue repartido (aparte de Hong-Kong, Macao, Port Arthur..., sino sometido a esferas de influencia nunca bien delimitadas, a lo que se oponía la política de la «puerta abierta» americana, aun a nivel de ejercicio intelectual. No dio tiempo al reparto efectivo. Tampoco Siam, Afganistán o Irán, ni por supuesto Turquía, fueron repartidos; si se libraron no fue por gusto de los europeos, sino por constituir Estados tapones en zonas neurálgicas de fricción. Holanda no pisó colonialmente de una manera decisiva el continente.
Por su parte, Japón, potencia no europea, se anexionó Corea, y más adelante Manchuria.
«No hay ilustración histórica demostrativa de que una metrópoli haya renunciado mansamente a una colonia» .
Si «mansamente» lo elevamos a la enésima potencia, probablemente; si lo aceptamos con mansa exigencia, las ilustraciones históricas son lo suficientemente numerosas como para quebrar el aserto. Concretamente tenemos la masa de las colonias francesas y británicas en África, algunas veces para desgracia de los países emancipados (por ejemplo, los ex-Territorios de la Alta Comisaría Británica en el sur de África, hoy verdaderos «rehenes» de la República del Apartheid). El Mau Mau o el trauma argelino fueron excepciones en el continente, descartando el conglomerado blanquista del África austral. Igualmente Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica (caso extremo de la permutación de vencedores por vencidos y viceversa), pertenecen al grupo de la mansa emancipación.
«En Francia (...) la IV República (...) en lo colonial no cambia para nada la conducta de la III República: intransigencia y ceguera, con un solo objetivo: el dominio territorial sin la más mínima concesión administrativa de autonomía» .
El autor no recuerda la Constitución de 1946, creando la Unión Francesa, cuyas líneas se habían ya esbozado dos años antes. Refiriéndose a portugueses y holandeses, dice un autor: "... en la India, esta expansión por tierra no se había producido: el arranque de unos y otros había sido detenido por los fracasos sufridos en Europa (...). Además, los holandeses habían consagrado una parte de sus esfuerzos a destruir los establecimientos portugueses. Así no había habido, en la India, sino raros establecimientos costeros, encaminados por lo demás a una rápida decadencia". Pierre Meile, Histoire de linde, París, 1965 (p. 63).
Esto se refiere sobre la primera mitad del siglo XVII, mientras Roberto Mesa parece referirse al siglo XIX en cualquier caso.
El título dedicado a la Unión Francesa—el VIII—es el más largo de la Constitución; es la novedad, porque la Constitución anterior no decía nada sobre las colonias.
"La solución francesa de 1946 aparece en su conjunto grandemente revolucionaria y asimiladora, en el espíritu de la Revolución de 1789. El hecho estrepitoso es que hay un buen número de negros y de otros no europeos en el Parlamento francés. No se ve esto ni en Londres ni la Conferencia de Brazzaville; surgen los Estados asociados (protectorados) y las asambleas locales para las colonias, otorgándose a todos los habitantes la ciudadanía francesa; y se promulga para África la Loi cadre de 1956. Las cosas cambiaron con respecto a la anteguerra, aunque no cambiaran en la medida de lo deseable. (Una constitución que en el mismo 1946 había propuesto el Gobierno, más liberal en cuestiones coloniales, fue rechazada en un referéndum).
Hay comprender más los sucesos no-militares..
Es importante, el leer entre líneas los sucesos políticos, desde sus comienzos. Cada país europeo o cada estado-monárquico, tuvo con sus Colonias formas distintas de gobernarlas y explotarlas. Francia, como el resto, tuvo actitudes diferentes acorde a la región geográfica, y aun en forma agravante, las dos Guerras Mundiales, afectaron su modus operandi; en especial hacia el fin de la 2ªGM.
Y la pérdida del rumbo o navegar a rumbos variados pero sin Objetivos Nacionales, provocó los errores militares estratégicos.
A mi entender, (opinion personal) la ausencia del Gral.C. de Gaulle fue aprovechada por el líder Ho Chi Minh y su Staff (por los que lo felicito)
Tal cual sugieres, y a pesar que Ho Chi Minh era un comunista irreversible, una política de dependencia económica y asistencia social y apoyo militar, tendría tal vez, al idioma francés hoy, como segunda lengua y no hubiese precipitado el desastre americano en el Sudeste Asiático. Recordemos que Francia y de Gaulle no eran pro-yanquis..
]PRIMERA PARTE
«Las conversaciones culminan el día 6 de marzo de 1946 con la firma de los Acuerdos Sainteny-Ho Chi Minh, por el (sic) que Francia reconoce la independencia de Vietnam». No hubo tal Independencia.
Ho Chi Minh la había proclamado tras la retirada japonesa. Los franceses sólo reconocerían la República Democrática de Vietnam como un Estado libre dentro de la federación indochina y de la Unión Francesa, aunque poseyendo su propio cuerpo legislativo, ejército y finanzas. La Convención debía ratificarse por referéndum, entre otras condiciones, que no llegó a realizarse.
Las diferencias acerca del estatuto de Cochinchina (colonia, donde se situaban las mejores inversiones francesas) en relación al nuevo Estado (Annam y Tonkín, protectorados), para formar conjuntamente el Estado de Vietnam (los llamados «tres Kys»), no se resolvieron. Es cierto que Bidault encabezaba por entonces el Gobierno, pero también es cierto que de él forman parte los comunistas, que asistirán desde el poder central (París) a la renovación de las hostilidades, a la guerra de Indochina. Sería en mayo de 1947 que el P. C. francés sería echado del carro burgués, no se iría por su cuenta, y menos como protesta por el conflicto colonial. «Son (...) los años duros de la guerra fría y Francia se alinea completamente tras la dureza de la administración Truman».
La guerra fría es un fenómeno del que comenzó a hablarse a causa de su persistencia e intensidad in crescendo, aunque nadie puede precisar cuándo realmente se inició aunque sí por qué. Lo que es cierto es que en 1946 no había alcanzado dureza alguna (la doctrina Truman sería en 1947, el bloqueo de Berlín en 1948, la NAT0 en 1949 y Corea en 1950). De haber sido de aquel modo, ¿cómo iban a estar sentados juntos burgueses y comunistas hasta 1947? La lógica cronológica no es lo fuerte del autor, como demuestra reiteradamente. Lo curioso es que casi a la vuelta de la esquina afirma tranquilamente:
«... la guerra fría que iniciada en Europa, con el bloqueo de Berlín...», con lo cual se equivoca doblemente: objetivamente y consigo mismo.

Tampoco parece impresionarse el autor por menudencias, admitiendo datos sin verificarlos. Así cita al excelente Bernard Fall, para quien la guerra costaría a Francia «cerca de cuarenta y nueve millones de nuevos francos», equivalente a menos de diez millones de dólares. Con una suma décuplo el señor Villar Palasí colocó la primera piedra para un milagro en la Universidad española. La guerra costó varios centenares "de veces más, pero sin alcanzar las mil, por lo que no caben componendas por omisión.

La visita a Washington de De Lattre de Tassigny, Comandante en Jefe de las Fuerzas Francesas y Vietnamitas que combaten en Indochina, en septiembre de 1951, en busca de ayuda económica, hace suponer, «en consecuencia, que Francia admitía ya con todos sus efectos la internacionalización del conflicto » pero en la página siguiente, refiriéndose a principios de 1954, nos encontramos que «en una actuación desesperada, el Gobierno francés se decide por lo que hasta entonces se había negado rotundamente a reconocer: la total internacionalización del conflicto». Transcurren dos años y medio entre ambas frases. Más adelante oiremos algo categórico: «Podría afirmarse que el esfuerzo central de la diplomacia norteamericana en los años de la guerra franco-vietnamita se había centrado en la aceleración de la derrota francesa, llegando incluso, como ya vimos, a negar la ayuda militar sustantiva para la metrópoli en desgracia». No vimos nada. EE.UU., rehusó intervenir directamente cuando el asedio de Dien Bien Phu degeneraba, lo único que habría podido salvarlo. Incluso cuando el general Navarre parecía todavía controlar la aventura, es decir, antes de los furiosos asaltos del Vietminh, los altos dirigentes americanos tuvieron diversas conferencias con objeto de proveer medios para la defensa de la fortaleza y animar a los franceses para «evitar una paz negociada». La atmósfera se puso más tensa cuando la situación francesa comenzó a oscurecerse a mediados de marzo.

Cuando Dien Bien Phu cayó, ya la Conferencia de Ginebra estaba en marcha, durante la cual, y como consecuencia del desastre, Mendés-France fue llevado al poder. En las últimas fases de la guerra U. S. A. aumentó progresivamente su financiación. El propio autor indica que en 1954 «Estados Unidos había corrido con el 60 % de los gastos franceses, unos 950 millones de dólares». ¿En qué quedamos? (Aprovéchese la ocasión para comparar con aquellos «cuarenta y nueve millones de nuevos francos» que le costó a Francia el conflicto entero). Así, pues, si hubo viraje americano, fue en los últimos momentos, días, no «años»: fue en el transcurso de la propia Conferencia de Ginebra, como veremos luego, y aun así el viraje fue forzado, impuesto, no libremente aceptado e ideado.
Al autor le atraen las operaciones militares: «Francia (...) intentaba a finales de 1953 el esfuerzo final (...). El general Navarre ocupaba Dien Bien Phu, y desde allí (énfasis añadido), decidía lanzar la Operación Atalante (sic) (...) y el día 24 (sic) de enero de 1954 la Operación Atalante (sic) se ponía en marcha...» . No nos dice dónde está ni por qué se eligió Dien Bien Phu; tampoco explícita lo de la Operación Atalante (léase Atlante).

Ocurrió que el Vietminh había penetrado en el reino de Laos por aquella zona, y Navarre decidió ocupar aquella posición-fortaleza entre colinas, junto a la frontera laosiana y a poco más de un centenar de kilómetros de China. Sus intenciones eran tanto amenazar las comunicaciones de los invasores como constituir un foco de atracción para los guerrilleros con objeto de inducirlos a combatir en campo abierto y derrotarlos. Pero China (y Rusia), que habían concluido sus obligaciones militares en Corea, realizaron envíos masivos de armas y municiones.
El Vietminh acudió a la cita más pertrechada y numerosa de lo previsto, y el Imperio francés de Indochina tuvo su puntilla en esta ratonera.
«Atlante» fue un desembarco de diversión en Tuy Hoa, a mil cien kilómetros de Dien Bien Phu, lo que muestra con qué obsesión se aplicaban reglas bélicas clásicas a una guerra eminentemente informal. Y la Operación empezó el 21, no el 24 como apunta el autor. Otras operaciones parciales—como la Atlante—fueron Ardéches, Juan-Jura... El conjunto de todo ello, entre otros factores, era el «Plan Navarre».
Hay una fijación que deviene pivote clave en el pensamiento del autor.

Especulando sobre la no intervención americana en Dien Bien Phu, se decide por esta tesis entre las varias enumeradas: «, en último extremo, como los hechos se encargaron de demostrar inmediatamente, el Gobierno estadounidense había ya decidido hacerse cargo directamente del conflicto vietnamita, considerando totalmente desautorizado por sus gestiones fallidas, políticas y militares, al Gobierno francés».
Primero, los «hechos» no se encargaron de demostrar nada; Segundo, Foster Dulles y parte del alto Estado Mayor americano llegaron a ponderar peligrosamente la posibilidad de intervenir atómicamente en el momento álgido del asedio, lo que era absurdo si entraba en sus cálculos sustituir a los franceses;
Tercero, es precisamente por este período (12 de enero de 1954) que Dulles había anunciado formalmente su política de massive retaliation como doctrina de Estados Unidos;
Cuarto, si querían precipitar la débdcle francesa no tenían sino que disminuir o suprimir la financiación de la guerra, que en los últimos años pagó en gran parte el contribuyente americano.

No, los americanos, y eso es lo único que podemos extraer si los hechos y fuentes respetables sirven de algo, intentaron salvar lo salvable (el futuro «Sur») a falta de satisfacer su maximalismo, pero aun así metieron la pata como nunca en su historia.

En febrero de 1954 los «Cuatro Grandes», reunidos en Berlín, «decidían la celebración de una Conferencia en la ciudad de Ginebra cuya finalidad sería el restablecimiento de la paz en Corea y en Indochina» . La «paz», aunque sin tratado de paz (como con Alemania veintitrés años después de su derrota), se había restablecido en Corea en julio anterior; ahora se trataba de llegar a una solución definitiva para el dividido país. Subsidiariamente la Conferencia debería tratar de Indochina, para la cual se consiguió la paz en forma de alto el fuego, es decir, algo al estilo, de momento, de lo logrado en Corea el año precedente.
El autor no alcanza a vislumbrar el porqué una Conferencia, prevista para unos pocos días, primariamente convocada para arreglar el impasse coreano, lo que concluye es un arreglo para el conflicto abierto indochino y dura, con interrupciones, cerca de tres meses. Observa que los rusos estaban «impulsando la marcha hacia el restablecimiento inmediato de la paz», mientras que Estados Unidos, con «postura obstruccionista (...) incluso llegó a amenazar con retirarse de la mesa de negociaciones» . ¿Entonces? No son datos ni pistas lo que le faltan al autor.
Ocurrió que Mendés-France entró en escena en plena Conferencia, reemplazando a Bidault, «el hombre de las causas perdidas» ; el nuevo y genial político no es objeto siquiera de una palabra laudatoria por parte del autor. El paso del entonces político radical por el poder dejó larga estela en la desgraciada política exterior de la IV República. Fue un izquierdista investido por un voto masivo en una Asamblea dominada por la derecha. Hasta los comunistas votaron «sí».
Mendés-France planteó una originalidad: conseguir un acuerdo en Indochina para todo el 20 de julio (poco más de un mes) o dimitir; pero hizo constar no tan veladamente la posibilidad de enviar antes el grueso del Ejército metropolitano al Teatro de Operaciones. Y pocos días después de llegar a Ginebra, el nuevo primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores francés se entrevistaba privadamente con Chu Lai sin el visto bueno de los americanos. Fue, si se quiere, un gran chantajista. Me extiendo en este punto porque aclarará más cosas que el autor no indica por las razones que sean, probablemente porque los árboles le impiden ver el bosque, es decir, que el Conflicto Indochino le camufla los desarrollos de la gran política mundial. Porque pretender resolver esta penuria diciendo que «guerra fría, pérdida del monopolio nuclear y Revolución china, son, por tanto, los ejes que van a dinamizar las Relaciones Internacionales de la época» y «aportarían los factores resolutorios de cambio en la marcha del conflicto vietnamita » , aparte de ser una perogrullada, es una perogrullada incompleta.
Estaba a punto de cuajar por aquel entonces la Comunidad Europea de Defensa (C. E. D.). Rusia no puede permanecer cruzada de brazos ante el progresivo debilitamiento de Francia mientras se trabaja para la creación de un «Ejército Europeo» sin ingleses ni americanos, pero con alemanes.
Era lógico pensar que la reconstruida Alemania, libre de todo lastre y compromiso, sería la que llevaría la voz cantante. Y sabemos cómo se le corta, incluso ahora, el aliento al Gobierno soviético cuando hay por en medio el factor germano. De ahí la entente profunda entre De Gaulle y el Kremlin, porque este punto esencial y básico les une más que implícitamente: Alemania no debe constituir nunca más un peligro. En compensación, Moscú soporta resignado una serie de movimientos diplomáticos del Elíseo, que a la larga dañan más directamente a los intereses rusos que a los americanos.
Para Rusia, Francia constituye el único centinela alerta del campo occidental contra un rearme nuclear alemán.
Por eso Rusia presionó al Vietminh imparablemente victorioso no sólo a aceptar un compromiso, sino hasta la partición «provisional», a la altura del paralelo 17 y no otro más meridional. Y Mendés-Frances, conseguidos los Acuerdos de Ginebra, y antes de ser inmolado por la rutina parlamentaria, consiguió torpedear la nonata C. E. D., una institución inventada por los franceses y que el Bundestag había ya ratificado. Para los herederos de Stalin, París también valía una misa; y pudo maniobrarse así porque China aún estaba en el tratamiento de sí-camarada-hermano-mayor, es decir, que Moscú decidía por todos, incluidos los triunfantes vietnamitas, Y por si quedan dudas, he aquí al más especial de los specialassistants del presidente Eisenhower, digna de tenerse en cuenta:
«Los franceses eran opuestos a la Comunidad Europea de Defensa, porque no podían dejar de lado su natural aversión de construir una vez más el poder militar de Alemania... Con el apoyo del Consejo de Seguridad Nacional, Eisenhower incrementó la participación americana del coste de la guerra de Indochina de 400 millones a 785 millones de dólares, o virtualmente la totalidad de los gastos de la operación militar francesa. Detrás de esta decisión estaba la esperanza de que, hacerse cargo del cheque de Indochina, ayudaría a ganar la aprobación del Tratado de la Comunidad Europea de Defensa en París»
El autor dice que los Acuerdos de la Conferencia de Ginebra «no [los] firmaron ni los representantes del Sur de Vietnam ni tampoco Estados Unidos»
Este punto es vital.
Lo que ni Washington ni Saigón firmaron fue la Declaración Final de la Conferencia, cuyo punto principal, el 7, entre otras cosas preveía elecciones generales para julio de 1956, que reunificaría el Norte y el Sur. Estados Unidos, pues, dejaron claramente sentados sus propósitos, sin que ni siquiera pueda imputárseles mala fe, tan descaradamente en la superficie estaban sus intenciones, a pesar del endorso verbal del subsecretario de Estado Walter Bedell Smith, hablando por la delegación americana . «En este contexto, los acontecimientos post-Ginebra en Vietnam del Sur siguieron un modelo previsible», comenta un autor americano bien á gauche, perteneciente a la llamada «escuela revisionista» de la guerra fría.
Si las potencias reunidas hubiesen sido consecuentes, especialmente las comunistas, no se hubieran levantado de la mesa de negociaciones sin conseguir las dos firmas, sin ambages, es decir, la americana y la otra. Con ello no justifico la necia política de la que se harían esclavos. Me limito a constatar hechos, y estos hechos gritan que Ginebra fue un escapismo para todos, en primer lugar para Francia, en segundo posiblemente para Rusia y en último lugar (los demás eran comparsas) para EE. UU. El Vietminh podía esperar mucho militarmente, y Francia nada, pero, debe repetirse, ni Ho Chi Minh ni Mao Tse Tung podían influir demasiado por aquellas lejanas fechas en los designios del Kremlin (aparte de que las posiciones de ambos líderes tampoco coincidían). Y los designios se nutren de prioridades, y éstas, para Moscú, llegado el caso, estarán en Europa—una forma de decir Alemania en tales circunstancias—y sus obsesiones hacia ella. En este sentido debe entenderse lo de comparsas, con la particularidad de que los representantes comunistas lo fueron de Moscú, mientras que los occidentales no lo fueron de Washington, como veremos.
Dicho esto parece inútil seguir adelante con el estudio de la famosa Declaración Final, como hace el autor y tantos otros, porque de lo que el mundo debería haberse maravillado no es de que los americanos actuasen en consecuencia con su actitud en Ginebra, sino de que a pesar de ella (no haber firmado la Declaración entre otras cosas) hubiesen aceptado las elecciones era su momento.

De la inmoralidad americana, suponiendo que la política admita tratamientos éticos, fue cómplice una inmoralidad colectiva: el de largarse de Ginebra sin haber conseguido un compromiso sobre bases sólidas y duraderas.

La Conferencia consiguió el alto el fuego, pero fue una conferencia que, más que en Yalta o Potsdam, pocos podían llamarse a engaño sobre el futuro: tan sobrados eran los datos para que no admitiesen especulaciones. Váyase a saber si las especulaciones soviéticas consistían en dejar el asunto en statu quo, es decir, petrificado, como ocurrió con Corea, y como tantos existen por el mundo. Parece que su filosofía fue la de peor. Pero a fines de los cincuentas salió a flote la pugna Moscú-Pekín y Hanoi supo que pudo contar con este factor, ausente en 1954. En todo caso la lucha en el Sur no comenzó prácticamente hasta tres o cuatro años después de haber vencido el plazo para las escrituradas y nunca celebradas elecciones.
 
SEGUNDA PARTE
Lo normal de los tratados, llegado el caso, es quebrantarlos a pesar de las firmas; de Ginebra se esperó angelicalmente que la dialéctica de Dulles cumplimentara en su momento lo que se esforzó en hacer zozobrar durante las conversaciones. Como se dice en francés, Ginebra fue una especie de fuite en avant y un avestrucismo generalizado por distintas razones.

Se contentaron con asegurarse un factor a cortísimo plazo, al contado: un alto el fuego, hecho más respetuoso con las promesas de un futuro, y ese futuro sería presente tan sólo dos años después, replanteando una situación más agudamente.
Y hay más.
Bastantes cláusulas comenzaron a ser violadas (por ambos lados) durante este bienio, sin que la Comisión tripartita de vigilancia — India, Polonia y Canadá—hiciera demasiado para denunciarlo. En definitiva, pues, la cuestión no era tanto la de devolver la vida a un pueblo como la de sacudirse un muerto. Luego Alá proveería.
Y en este sentido, franceses, ingleses y rusos actuaron a una contra los americanos.
Anthony Edén, entonces secretario del Foreign Office, nos cuenta cuan ansioso estaba de conseguir un acuerdo que estabilizase aquella zona y estableciese una «barrera efectiva tan al norte [de Malaya] como fuese posible» contra la amenaza comunista, y dice que Molotov, su colega soviético (ambos eran co-presidentes de la Conferencia) estaba «auténticamente ansioso de alcanzar un acuerdo».
El único impertérrito ante la situación era John Foster Dulles, nos dice Horowitz, que llegó a evitar a todo trance cruzar la mirada con Chu En Lai. Dulles abandonó la Conferencia a la mitad, e intentó boicotear el acuerdo final rehusándolo firmar. Ahí Washington fue desbordado por la acción conjunta anglo-rusa, que acordó que «con objeto de eliminar el problema de la firma, la declaración debería tener un encabezamiento en el que todos los países participantes serían incluidos», con lo que ipso facto se incluía Estados Unidos. Tan sólo un par de semanas antes de la Conferencia, Eisenhower había declarado sin subterfugios: «Yo no seré parte de un tratado que hace esclavos a todos; eso es todo lo que hay»

Tales eran los deseos norteamericanos de precipitar la derrota de los franceses que tan alegremente nos ha venido afirmando el autor.

Se podría llegar hasta la saciedad extrayendo declaraciones y artículos de aquellos momentos, que nos subrayarían la tesis de desconfianza, abdicación, escapismo y pseudotriunfalismo que ha sostenido. Así, por ejemplo, para demostrar hasta qué punto la situación era incierta, la misma víspera de los Acuerdos ginebrinos, el prestigioso Le Monde, escribía:

"El Vietminh se ha afirmado sin duda en el plano militar. Chu En Lai, todavía más en el plano diplomático. A pesar de todo, la URSS permanece el corazón del mundo comunista. En la lucha implacable que opone el Este y el Oeste ella sola posee la potencia industrial y militar que permite asegurar la seguridad de los países del bloque comunista y que pone al Vietminh en medida de proseguir en condiciones favorables un combate moderno cada vez más encarnizado."

"El Vietminh quiere ante todo elecciones generales en Vietnam, elecciones de las que espera un verdadero plebiscito en su favor; no ignora que un alto al fuego sin elecciones, conduciría a una partición de facto de Vietnam..."

"Queda la Unión Soviética. No se ve, a primera vista, lo que esta tiene que ganar en un cese del combate. Por una parte la guerra reafirma su influencia sobre China comunista, mientras que por el contrario una "detente internationale" aproximaría a Pekín a Occidente, en el plano por lo menos de las relaciones económicas y comerciales; por otra parte debilitaría a Francia, que se vuelve en consecuencia más sensible al peligro de un renacimiento del militarismo alemán."

"También teme Moscú que una Francia derrotada se eche en brazos de Estados Unidos". Le Monde del 20 de julio de 1954.
Tres días más tarde el mismo rotativo diría que "de una manera general, el campo oriental ha hecho más concesiones que el occidental...", Le Monde del 23 de julio de 1954.
Esto coordina con las declaraciones del general Bedell Smíth ante los líderes del Congreso, que hablaban de Ginebra como un Munich extremo-oriental:
"...será bueno recordar que la diplomacia raramente ha sido capaz de ganar en la mesa de conferencias lo que no ha podido ganarse o mantenerse en el campo de batalla", The New York Herald Tribune del 24 de julio de 1954.

El sesudo Times londinense se hace eco de las reacciones comunistas:
"...El punto que todos los comentarios comunistas subrayan con especial júbilo es que el acuerdo se ha alcanzado sin la participación de Estados Unidos; y contra su voluntad y a pesar de los "intentos americanos de torpedear la Conferencia" (...). Mr. Edén, a quien Mr. Molotov rindió un cálido cumplido en la reunión de despedida de Ginebra, hasta el momento no ha recibido la atención debida en la Prensa rusa...' The Times del 24 de julio de 1954.

Anthony Edén declaraba en Ginebra: "...Los acuerdos concluidos hoy no podían, por la naturaleza de las cosas, dar completa satisfacción a cada uno (...). Con objeto de conseguir un alto el fuego, hemos diseñado una serie de acuerdos. Son lo mejor que nuestras manos pudieron componer. Toda la voluntad depende ahora del espíritu con que estos acuerdos sean observados y aplicados...". The New York Times del 22 de julio de 1954.

Mendés-France exponía ante la Asamblea Nacional francesa:
"... ¿Cuál será el futuro de los elementos no comunistas en Indochina? Es sobre sus dirigentes que reposa el futuro.
Ellos deben demostrar, en el plazo que se les ha acordado, que un régimen liberal puede oponerse a un régimen comunista (...). Yo digo aquí que las elecciones pueden ser ganadas."

Le Soir del 24 de julio de 1954.

Ho Chi Minh se dirigía a su pueblo por radio:
"... El reajuste de las zonas no significa una división del territorio por el Gobierno (...). Nuestro país será unificado, nuestros compatriotas de las tres zonas serán con toda seguridad liberados. Debemos respetar las cláusulas del tratado firmado con el Gobierno francés y exigir que este último cumpla los compromisos tomados". Le Monde del 27 de julio de 1954.
El círculo vicioso parece cerrado.

El autor, que no se fía de los americanos, aunque digan que dos y dos son cuatro, asombra por la facilidad con que acepta la versión oficial del momento, sin sombra de espíritu crítico, acerca de los incidentes del Golfo de Tonkin (agosto de 1964), pese a los recientes rumores y declaraciones que en torno al caso han abido posteriormente, concretamente una a cargo de uno de los comandantes de los buques afectados. El autor se limita a mencionar «la aplicación de represalias por el ataque efectuado a los dos destructores que se encontraban en el Golfo de Tonkín, en aguas jurisdiccionales de la República Democrática de Vietnam...» Resultaría, según nuevos datos no tan recientes, que no habría habido ataque nordvietnamita, sino pura y simplemente ataque americano contra lanchas torpederas a la vista. No hubo, pues, «represalias». El autor, nunca jurista si puede, se agarra al clavo de la soberanía violada para justificar un ataque que no habría tenido lugar.
Pero el asunto traería cola, una gran cola político-militar


TERCERA PARTE
Tampoco es bastante decir que las Cámaras americanas autorizaron el «uso de represalias». Habría que decir que por dicho(s) incidente(s) Johnson se hizo otorgar plenos poderes indefinidamente, es decir, que consiguió politizar al máximo un expediente legalista concreto en apariencia de alcance limitado, con el agravante de que a su vez habría sido, motivado por una prefabricación. El autor encuentra más cómodo hablarnos un poquito del incidente del «U-2» o del «buque-espía Pueblo» (pp. 74 y 75)

Estados Unidos, «a partir del llamado incidente del Golfo de Tonkin, se lanzó a la agresión directa y no justificada: el bombardeo de las zonas civiles del Norte» (pp. 44 y 45). No fue «a partir de»; fue al cabo de seis meses.
Y las zonas bombardeadas no fueron ni son necesariamente «civiles». En cualquier caso, hay un yerro- aparatoso al precisar la fecha más sintomática del presente planteamiento vietnamita; «... el 7 de febrero de 1965, fuerzas también del Ejército de Liberación se lanzaban sobre la base americana de Pleiku.
La respuesta no se hizo esperar: el día 2 de marzo de 1965, ciento sesenta aviones norteamericanos bombardeaban el territorio de la República Democrática de Vietnam; es el paso definitivo en la estrategia de la escalada...» (p. 75). «Paso definitivo», en efecto, derivado de aquellos plenos poderes conseguidos fraudulentamente por Johnson medio año antes.
El (da respuesta no se hizo esperar» del autor es una espera de veintitrés días; la real fue de apenas doce horas, el mismo día de lo de Pleiku.
¿Fue, pues, represalia o pretexto? ; Pues los vuelos al norte del paralelo 17 ya no cesarían. Por eso, cuando se afirma que la Casa Blanca hizo pública una nota «cinco días más tarde, el 7 de marzo», lo que se quiere decir realmente es también el mismo día, 7 de febrero, pues el caso, como se comprenderá, tenía su urgencia, máxime considerando que acababa de llegar a Hanoi nada menos que Kosygin.
Este encadenamiento de equivocaciones es tanto más curioso porque la referencia de la nota de pie es exacta, salvando el detalle de situar la nota de la Casa Blanca diez años atrás.
En consecuencia, pues, cuando al final de la página se hablará del «mes de abril del mismo año, sólo un mes más tarde...», habrá que entender dos meses más tarde, a no ser que por abril se quiera indicar marzo. Y así sucesivamente. En fin...

Lo que debe remarcarse es que el 7 de febrero de 1965 en el conflicto de Vietnam es el equivalente, en importancia cronológica, de lo que 1492, 1789 ó 1917 suponen para la Historia universal.
Surgen imprecisiones cuando el autor entra en conflicto con la S. E. A. T. 0., cuyo Protocolo anexo dice: «Los Estados Unidos, signatarios del Pacto, reconocen que Laos, Camboya y Vietnam del Sur se beneficiarán de las ventajas ofrecidas por el artículo 4." del presente Tratado» (...). La inclusión de la zona Sur de Vietnam en tal Pacto está en franca violación del artículo 19 de los Acuerdos de Ginebra que prohíbe terminantemente «que las zonas que son atribuidas formen parte de una alianza militar»" (pp. 55 y 56).

Vietnam del Sur no forma parte de la S. E. A. T. O., sino que la Organización lo incluye en su área de defensa en caso de sufrir ataque o «subversión», como Vietnam del Norte entra implícitamente en la del campo socialista..., o cuando menos así se suponía antes de la escalada. Vietnam del Sur no es signatario del Tratado, como tampoco lo son Laos o Camboya. De todas maneras, el autor, siguiendo su costumbre, no indica fuente del extracto citado. Se limita a usar el entrecomillado. Desde luego, eso debería ser suficiente si mis fuentes no rezasen diferentemente.

El Protocolo al Tratado de la S. E. A. T. O. no dice nada de «Los Estados Unidos, signatarios del Pacto (...)», como indica el autor, sino que se habla de «Las Partes Contratantes (...) designan unánimemente (...)», etc..

La primera parte del libro termina con la liquidación del régimen Diem en noviembre de 1963, por lo que la segunda parte, «ideológica», no tiene más remedio que seguir siendo histórica..., o al menos histórica también, para acompañarnos en los acontecimientos de casi un lustro. Abarca, pues, el período llamado de «escalada», del que ya vimos algo. Pero la gradación de la escalada no se apreciará. «...con anterioridad a la firma de los citados Acuerdos [de Ginebra], Estados Unidos había ido ocupando modestas, pero seguras posiciones, mediante una sutil penetración de carácter económico» (p. 67). Lo que de hecho quiere decir es penetración a través de la ayuda económica; por «penetración económica» suele entenderse el progresivo control económico de un país (y por ello también político en determinados contextos) a través de inversiones estratégicas, por ejemplo, la acción estadounidense del sur de Río Grande para abajo.
Es posible que hoy Francia, a catorce años de su derrota, conserve más intereses económicos que los establecidos por los americanos. El Pentágono se lanzó a la aventura del Sudeste asiático por razones eminentemente estratégicas y sigue su derrotero allí por razones crecientemente psicológicas. Y para manipular mejor a las corruptas élites, EE. UU., las baña con una lluvia de dólares. Es lo que se admitirá en la página 91 cuando nos señala que «al Sudeste asiático no acude Estados Unidos, como en América Latina, por ejemplo, para salvar unos intereses económicos concretos puestos en peligro por la subversión interna.

Estados Unidos no cuenta con unas inversiones de magnitud en Vietnam». Perfecto. Aquí podría haberlo dejado, pero debe dejar a buen cubierto la línea de la ortodoxia, insistiendo: «Ello no quiere decir que el hecho económico se encuentre ausente del conflicto, cosa que en buena lógica es inviable en cualquier fenómeno de este tipo» (pp. 91 y 92).
La función gramatical de «inviable» dentro del recargado contexto no es demasiado clara, a no ser qué tengamos presente la intencionalidad del autor. (153)

Acerca del Pacto de Manila


El Pacto de Manila posiblemente fue el premio de consolación—o la carnaza—que los británicos regalaron a los americanos, prometiéndoles su presencia en la Organización a cambio de que se avinieran a no poner obstáculos insalvables para un punto final al problema indochino.
La realidad es que ningún Estado miembro se la tomó nunca demasiado en serio; ni siquiera la Francia gaullista se toma la molestia de darse de baja oficialmente, como ha hecho con la O. T. A. N.
El vínculo entre Ginebra y Manila lo estableció claramente el final de la declaración del presidente Eisenhower en la conferencia de Prensa que convocó con motivo de los Acuerdos de Ginebra: "Estados Unidos prosigue activamente las conversaciones con otras naciones libres con vistas a la rápida organización de una defensa colectiva en el Sudeste de Asia, destinada a impedir nuevas agresiones comunistas directas o indirectas en esta parte del mundo." The New York Times, 22 julio 1954.
El Tratado de la S. E. A. T. 0., se firmaba en septiembre. También los ingleses encontrarían la compensación haciendo apoyar por los reticentes Estados Unidos el Pacto de Bagdad, que se estaba construyendo por este período.

Las promesas de Francia no interesan.Las publicaciones ya no atraen. ¡Temed cuando ésta juventud, despierte! - Saigón, julio de 1948

Me pareció una alegoria adecuada para el tema en cuestión. Tal vez todos en la Indochina Francesa durmieran una siesta muy larga...
Los combatientes de ambos lados, se desangraron por los principios que el guerrero mantiene como Ideales. Y como la Guerra es la continuación de la Politica, los resultados eran previsibles, más alla del valor y esfuerzo puestos de manifiesto.
Sigamos con las Ideas propias sin ofender. Surgen interesantes puntos de vista hacia "las Armas y los hombres", desde cada subforo de Politica y Secuelas. Incluso los Uniformes y Medallas, la Economia y sus trasfondos que no salen en el reporte de bajas.
Fuera de tiempo y motivo, quiero expresar el agradecimiento sin nombres a cada uno de los que aporta y construye.

publicado por monocone en http://guerradevietnam.foros.ws/post.php?p=9655#9655
 
MALAS NOTICIAS:
aprovecho para un repaso historico de como comienza el conflicto para lo cual las propongo retorceder bastante en el tiempo.

El origen de la intervencion francesa
Colonización francesa de Indochina

Mediante el tratado de Nankín del 29 de agosto de 1842, China cedía la isla de Hong Kong a Gran Bretaña y abría al comercio los puertos de Cantón, Amoy, Fucheu, Ning Po y Shanghai. La firma del convenio de Wham Poa por Lagrené el 24 de octubre de 1844 otorgó facilidades a los comerciantes, franceses en los referidos puertos. Rebasando al mismo tiempo la misión que Guizot le había asignado, Lagrené hacía reconocer a Francia el derecho a proteger las misiones católicas. Esta política respondía a un movimiento de la opinión católica francesa, que aspiraba a resucitar el espíritu de las Cruzadas.

Deseoso de captarse el apoyo del partido católico, Napoleón III se erigió en el paladín de estas ideas sobre Extremo Oriente, buscando extender al mismo tiempo el ámbito comercial exterior de Francia. Existe evidente paralelismo entre sus acciones simultáneas en China e Indochina en defensa de los misioneros, y su presión para obtener no precisamente concesiones territoriales, sino la apertura de varios puertos y la instalación de cónsules. El martirio del abate Chapdelaine en Kuang Si y el de los dominicos españoles en Tonkín le justificaban al mismo tiempo el pretexto de una intervención en ambos países. El embajador de Gran Bretaña, lord Elgin, y el de Francia, barón Gros, se reunieron en Hong Kong y decidieron actuar en el mismo corazón de China, en Pekín. En mayo de 1858 los aliados ocuparon los fuertes que defendían la desembocadura del Pei Ho y forzaron el paso hacia aquella ciudad. Habiéndose apresurado a concretar un tratado el emperador chino, las fuerzas francesas mandadas por el contralmirante Rigault de Genouilly quedaron disponibles y fueron dirigidas hacia las costas de Annam.


Admiral Charles Rigault de Genouilly​

Cuando el contralmirante descendió de China y recaló en la bahía de Da Nang el 31 de agosto de 1858, contaba bajo sus órdenes con trece navíos franceses y un barco explorador español. Los dominicos de esta misma nacionalidad habían pagado con su sangre junto a los misioneros franceses, y el gobernador de Filipinas contribuyó a la expedición enviando un destacamento de tagalos. El contingente total de las tropas franco españolas no rebasaba los 3.000 hombres. Rigault de Genouilly acababa de lograr un éxito fulminante en China al amenazar al emperador en su propia capital, y repitió la misma maniobra en Annam. Pretendía atacar Hué desde Da Nang, pero la entrada al río, aunque quizá más factible que en la actualidad, no permitía el paso de las cañoneras; y el camino por tierra a través de un país tan montañoso era harto peligroso para efectivos tan escasos. Por lo tanto, las tropas permanecieron en Da Nang, donde la disentería y el cólera empezaron sus estragos; en algunas semanas murieron 200 hombres.


Desembarco francés en Da Nang, 1858​

Convenía actuar, y dos soluciones se ofrecían al almirante: subir hasta Tonkín, donde, según confidencias suministradas por los cristianos, se preparaba un levantamiento de los partidarios de los Le, o descender hacia Cochinchina, granero del arroz vietnamita. y una fortuita circunstancia provocó la elección: cuando la flota estaba dispuesta a zarpar, en febrero de 1859, el monzón invernal empujó a los navíos hacia el sur. Remontaron el río de Saigón y destruyeron en cinco días las obras que defendían las orillas. El asalto a la ciudadela tuvo lugar el día 17, y las tropas franco-españolas la ocupaban a las diez de la mañana.


Captura de Saigon, 1859​

Portador de pacíficas propuestas, el Admiral François Page sustituyó a Rigault de Genouilly en el mes de noviembre. Francia no pedía ninguna concesión territorial, sino la simple instalación de un encargado de negocios y tres cónsules. La corte de Hué consideró lo precario de los efectivos franceses y lo rechazó. El almirante Page partió unos meses después, hacia China, dejando al capitaine de vaisseau d'Ariès defendiera Saigón con un puñado de hombres contra las incesantes acometidas del mariscal Nguyen Tri Fuong. El heroico destacamento resistió bravamente durante un año, hasta que el almirante Léonard Charner llegó de China y entró en la rada de Saigón con 70 navíos, 470 cañones, una brigada de infantería, doce compañías de marinos, zapadores y cazadores de África. Lanzó un masivo ataque sostenido por la artillería pesada contra las líneas de Chi Hoa, donde Nguyen Tri Fuong había concentrado sus medios defensivos, y los barrió en cuarenta y ocho horas el 24 y 25 de febrero de 1860.

Mientras las tropas francesas avanzaban rápidamente en la parte más rica de Cochinchina, entre el río de Saigón y el Mekong, en Tonkín se desencadenaba un levantamiento de los partidarios de la dinastía Le. Para poder enfrentar a sus fuerzas contra los rebeldes, Tu Duc envió embajadores al almirante, y el 5 de julio de 1862 aceptó unas condiciones mucho más duras que las que había rechazado dieciocho meses antes: no solamente se proclamaba el libre ejercicio del culto católico y se abrían al comercio los tres puertos solicitados, sino que Francia recibía, además, plena soberanía sobre las provincias de Bien Hoa, Gia Dionh y Vinh Tuong, algo como la mitad de Cochinchina, con la añadidura de la isla de Poulo Condore.


Tu Duc​

La diplomacia vietnamita estuvo a punto de ser más afortunada que sus armas. En junio de 1863 Tu Duc envió hacia Francia una embajada compuesta de unas sesenta personas dirigidas por un alto mandarín, Fan Thanh Gian, cuya delicadeza, firmeza y cortesía causaron viva impresión en la corte de Napoleón III.

El embajador solicitaba la recuperación de las provincias mediante la compensación de un tributo anual, y encontró el terreno favorablemente preparado por un inesperado auxiliar: uno de los más distinguidos oficiales del cuerpo expedicionario, el teniente de navío Aubaret, sinólogo apasionado que acababa de publicar la traducción de textos vietnamitas sobre la historia de Cochinchina. Cautivado por las civilizaciones de Extremo Oriente y lleno de respeto por las tradiciones religiosas y familiares de Vietnam, consideraba que Francia carecía del derecho de inmiscuirse en la administración del país: tenía el deber de restituir sus conquistas y conservar solamente algunos puntos como Saigón, Cholón, el cabo Saint-Jacques y un protectorado bastante amplio. Tras la partida de los embajadores vietnamitas, Aubaret fue nombrado cónsul en Bangkok y encargado secretamente de negociar sobre estas bases con Vietnam. Llegó a Hué en mayo de 1864, pero Tu Duc interpretó las propuestas francesas como un signo de debilidad y, en lugar de aferrarse a aquella tabla salvadora, volvió a discutir todo el asunto.

Un fuerte movimiento de opinión se levantaba mientras tanto en Francia en favor del mantenimiento de la naciente colonia. Rieunier, otro teniente de navío, bajo el seudónimo de «Abel» publicó una obra que causó sensación: La question de la Cochinchine, au point de vue des intérets franfais. Demostró en él que la corte de Hué jamás aceptaría lealmente una ocupación ni que fuera restringida, y que esta oposición haría imposible el eficaz aprovechamiento del país. Arman, un diputado por Burdeos y portavoz de los primeros negociantes franceses en Cochinchina, interpeló al gobierno; el ministro de Marina, Chasseloup-Laubat, envió por su parte un informe al emperador en noviembre de 1864, donde abogaba por la conveniencia de conservar lo ocupado en Cochinchina. La presión personal del ministro provocó la decisión de Napoleón III, y los proyectos restitutivos fueron desechados. La corte de Hué tuvo que someterse ante un poder superior, pero Tu Duc no admitió jamás la pérdida de las provincias del sur. Aquel sentimiento era compartido por todo el país, y revistió caracteres emocionantes en una proclama fechada en 1862 que fue citada por Paul Mus, según un estudio del contralmirante Reveillere:

«Al perder el gobierno de nuestro rey quedamos en la misma desolación que un niño que haya perdido a su padre ya su madre. Vuestro país pertenece a los mares occidentales; el nuestro, a los mares de oriente. Igual que el caballo y el búfalo difieren entre sí, nosotros nos diferenciamos por el lenguaje, la escritura y las costumbres. ..La gratitud es lo que nos vincula a nuestro rey. Vengaremos sus ultrajes y moriremos por él. Si persistís en llevar el hierro y el fuego entre nosotros, el desorden será prolongado, pero actuaremos según las leyes del cielo. Nuestra causa acabará triunfando. ..Vuestro valor es temible, pero nos impresiona más el cielo que vuestro poder. Juramos combatir eternamente y sin tregua. Cuando llegue a faltarnos todo, tomaremos ramas de árboles para convertirlas en banderas y garrotes para armar a nuestros soldados.»

¿Cómo administrar al país ante semejante estado de espíritu? Los cuadros tradicionales de los letrados se evadían. A pesar de las recomendaciones del ministro de Marina, Chasseloup-Laubat, que pretendía reclutar mandos vietnamitas, los franceses tuvieron que hacerse cargo de la Administración, impartir justicia y percibir impuestos.

En 1862, el padre Legrand de La Liraye, un misionero nombrado jefe de una Oficina de Información sobre Costumbres e Instituciones, encabezó un entusiasta grupo de jóvenes oficiales de marina. Encargándose de los asuntos indígenas, adoptaron el título de Quan fu (que sus intérpretes annamitas tradujeron por praefectus) y emprendieron el estudio de los caracteres para poder descifrar los Bo (registros de impuestos de Annam), al tiempo que reclutaban milicias indígenas y perseguían a los piratas.

No se tardó mucho en contar con auxiliares oriundos del país, y los oficiales franceses pasaron a ser inspectores de los asuntos locales. Desde 1873 pudieron recibir mejor formación en el Colegio Preparatorio, donde el teniente de navío Luro mantenía un Curso de Administración annamita.

La primera época de la Cochinchina francesa se conoce en la historia como el «período de los almirantes», ya que de 1862 a 1879 la dirección de los asuntos fue confiada a almirantes-gobernadores. El más destacado de ellos fue el almirante de La Grandiere, que impulsó entre mayo de 1863 y abril de 1868 a la joven colonia y fijó definitivamente los límites para la anexión de las tres provincias del oeste (Vinh Long, Soc Trang y Chau Doc ), realizada incruentamente con una tropa de 1.400 hombres del 21 al 24 de junio de 1867.

Gracias al almirante de La Grandiere, el despliegue francés rebasó los límites de Cochinchina. Se le debe el establecimiento del protectorado sobre Camboya en 1863, y fue él quien animó la osada exploración para dar con una vía de penetración hacia China cuando organizó la misión investigadora a través del Mekong. Este río, cuyo curso no había remontado ningún europeo, constituía indudablemente la mejor vía de acceso hacia el sur de China, camino que los británicos buscaban por su parte desde Birmania.

Dos oficiales de marina, Doudart de Lagrée y Francis Garnier, acompañados por el alférez de navío Delaporte, los médicos de la Armada, Joubert y Thorel y el agregado para Asuntos Exteriores, De Carné, partieron de Saigón el 5 de junio de 1866 y remontaron el río primero en una chalupa y luego en piragua. Tuvieron que soportar tan tremendas fatigas, que el jefe de la expedición murió el 12 de marzo de 1868, casi llegando al término de su viaje, y sólo a dos días de marcha del río Azul, donde la misión tenía que embarcar para regresar a Shanghai o a Saigón. Algunas semanas antes de sucumbir, Doudart de Lagrée escribía que la verdadera vía de acceso a China no era el Mekong, sino el río Rojo: «La confirmación de esta ruta sería, sin duda, uno de los mejores resultados de nuestro viaje», aclaraba.

Protectorados de Annam y de Tonkin

Cochinchina y Camboya daban a Francia un magnífico campo de acción: era la parte más rica y menos poblada de lndochina, la única susceptible de un inmediato y alto rendimiento económico. Es indudable que el interés de Francia consistía en limitar su intervención a estos dos países, respetando la autonomía de Annam y de Tonkín. Esta fue la consigna varias veces repetida por los ministros a los almirantes-gobernadores: “Bajo ningún pretexto y por ningún motivo que se presente, evítese comprometer a Francia en Tonkín”. Pero el problema de Tonkín tendría que plantearse en tan fatales condiciones, que hicieron imposible soslayarlo a los representantes franceses.


En algún lugar en la frontera con China​

La intervención en Tonkín tuvo por origen los altercados que con las autoridades vietnamitas de Hanoi sostuvo un comerciante francés, Jean Dupuis, primero al intentar obtener resultados prácticos del descubrimiento geográfico logrado por la expedición que remontó el Mekong. Los miembros de la misión encontraron a Dupuis en Han Keu al terminar su viaje, y le describieron los itinerarios cumplidos en dirección al río Rojo. Dupuis repitió el camino en 1871 partiendo de Yunnán hasta la frontera vietnamita; el ministro francés de Marina se había negado a acreditarlo oficialmente, por lo que el comerciante se hizo con pedidos en Yunnán y, en calidad de enviado chino, intentó atravesar Tonkín; encabezando una verdadera expedición compuesta de 23 europeos y un centenar de asiáticos, transportando en chalupas el material bélico destinado a Yunnán. Logró abrirse paso una primera vez a pesar de la mala voluntad de las autoridades de Tonkín; llegó hasta Yunnán e inició el regreso con 10.000 piezas de estaño. La falta de combustible para sus chalupas le obligó a detenerse en Hanoi, donde pugnó vanamente para obtener unos juncos de transporte que los mandarines habían confiscado. Dupuis esperó instalándose militarmente en una calle de la ciudad, amenazó con bombardear la ciudadela y enarboló el pabellón francés sobre sus cañoneras. La corte de Hué reclamó la inmediata intervención del almirante Dupré, gobernador de Cochinchina.


Lieutenant de vaisseau Francis Garnier, Angkor Vat, 1866​

Hacía falta enviar a un árbitro al lugar para poder juzgar con conocimiento de causa. El almirante eligió para ello a Francis Garnier y le proporcionó una mínima escolta -menos de 200 hombres-, demostrativa de que no le animaba ningún móvil de conquista. Pero los preparativos defensivos del mariscal Nguyen Tri Fuong impulsaron a Francis Garnier a tomar la ofensiva en Hanoi, atacando la ciudadela el 20 de noviembre de 1873; comenzó así la conquista del Delta por propia iniciativa, aunque cayó víctima de una emboscada dos meses después. El tratado del 15 de marzo de 1874 devolvió a Hanoi las fortalezas conquistadas, y el comerciante Dupuis fue expulsado del territorio. Por su parte, Annam reconocía la soberanía francesa sobre las tres provincias de Cochinchina ocupadas en 1867 por el almirante de La Grandiere; los puertos de Hanoi, Haifong y Qui Nhon quedaban abiertos al comercio y Francia obtenía el derecho de instalar cónsules en ellos. Finalmente, Vietnam se comprometía a conformar su política exterior con la de Francia.



Muerte de Francis Garnier​


China, que había aceptado con indiferencia la conquista occidental de la lejana Cochinchina, demostró evidente alarma ante los intentos de Francia sobre Tonkín, tan cerca de sus fronteras. Era indispensable que Vietnam siguiera desempeñando su papel de Estado-tapón: «Este país .-declara un documento chino fechado en 1882- es la muralla del Imperio del Centro. Es una pequeña nación que sirve como protección a las dos provincias de Yunnán y Kuang Si. Aunque quede situada al exterior, no podemos abandonarla».

Mientras China iniciaba sus preparativos bélicos, Francia mantenía unas ilusiones que compartía el primer gobernador civil de Cochinchina, Le Myre de Vilers, quien concentraba todos sus esfuerzos en la promoción económica del país y deseaba la calma en el exterior. Obligado a reforzar la guarnición de Hanoi por la no ejecución del tratado de 1874, el gobernador limitó los efectivos a tres compañías y las colocó bajo el mando del capitán de navío Riviere, oficial recientemente graduado, hombre de mundo y de letras cuya ponderación, flexible inteligencia y prudente escepticismo parecían prevenir contra el delirio de militares aventuras.


Le Myre de Vilers​


Riviére partió el 26 de marzo de 1882, decidido a actuar «políticamente, pacíficamente y administrativamente», según la fórmula sugerida por el gobernador. Pero, apenas llegado, se encontró con los mismos obstáculos que Garnier, y pronto se vio cercado por fuerzas chinas que se habían infiltrado en el valle del río Rojo. Intentando forzar una salida, Riviére encontró la muerte el 19 de mayo de 1883. Con la emoción que la noticia provocó en París, el presidente del Consejo, Jules Ferry, hizo votar los créditos necesarios pata el envío de un cuerpo expedicionario.

El plan de campaña preveía una doble acción dirigida contra Annam y Tonkín. La primera se resolvió con unos cuantos cañonazos desde la boca del río de Hué; el emperador Tu Duc, que habría podido imponer una resistencia, había fallecido en julio de 1883, y el gobierno vietnamita abrió las puertas de la ciudadela de Hué y firmó el tratado del 25 de agosto (tratado Rarmand), reconociendo el protectorado de Francia.


Firma del Tratado de Hue, 1883​

Una primera serie de operaciones en Tonkín consiguió la caída de las principales plazas del delta: Sontay, Bac Ninh, Phu Lang Thuong, Thai Nguyen y Rung Roa. En virtud del tratado do de Tien Tsin (11 de mayo de 1884), China se comprometió a retirar inmediatamente hacia sus fronteras las guarniciones chinas de Tonkín, y el segundo tratado de Hué (tratado Patenótre, del 6 de junio), especificó las condiciones del protectorado: un residente general francés tendría en Annam derechos de audiencia privada cerca del rey, pero los mandarines seguirían administrando las provincias; otros residentes se ocuparían en Tonkín de las tareas administrativas en cada capital de provincia.


French Marsouins (Troupes de Marine) in Indo-China in 1888.​

Cuando todo parecía reglamentado, la guerra contra China se reanudó bruscamente a raíz del incidente de Bac Le, provocado por no haberse transmitido la orden de retirada de las tropas chinas. En un ultimátum al gobierno chino, Jules Ferry exigió una indemnización de 250 millones. Transcurrido el plazo, el almirante Courbert bombardeó Kelung y Fu Cheu; el cuerpo expedicionario reanudó la marcha hacia la frontera china y ocupó Lang Son el 13 de febrero de 1885. Mientras Briere de L 'Isle acudía con una parte de las fuerzas en ayuda del comandante Dominé, sitiado en Tuyen Quang, el general De Négrier libraba, con una sola brigada, un impreciso combate en Hoa, durante el cual resultó gravemente herido. El coronel Rerbinger perdió la serenidad y dio la orden de retirada.
 
Prematuramente telegrafiada a París, la noticia hizo suponer un desastre y provocó la caída del gabinete Jules Ferry el 30 de marzo. Poco faltó para que Francia abandonara la partida, en el momento en que acababa de ganarla. El asunto de Lang Son no había comprometido realmente la situación militar en Tonkín, y las victorias del almirante Courbet en Formosa y en las islas de los Pescadores obligaron a China a pedir el fin de las hostilidades. El tratado de Tien Tsin del 9 de junio de 1885 reconocía definitivamente el protectorado de Francia sobre Annam y Tonkín. Agotado por la fatigosa campaña, el almirante Courbert fallecía dos días más tarde a bordo del Bayard.


El Admiral Courbet en Hue.​

Después de la muerte de Tu Duc, el gobierno fue confiado a dos regentes, Ton That Thuyet y Nguyen Van Tuong, el primero de ellos irreductible adversario de Francia. El príncipe Hiep Hoa había sucedido a Tu Duc, pero se sospechó que deseaba pactar con Occidente y fue obligado a envenenarse; Kien Fuoc, su sucesor, tuvo un reinado no menos efímero. La elección de un emperador de doce años de edad, Ham Nghi, en julio de 1884, dejaba el poder efectivo en manos de los regentes. Ton That Thuyet lanzó a las tropas vietnamitas a la una de la madrugada del 5 de julio de 1885 contra la concesión de Hué, donde el general De Courcy había llegado dos días antes.

Tras el fracaso de su ataque, Ton That Thuyet y el joven emperador se decidieron por las guerrillas y lanzaron un llamamiento a la insurrección general, que fue secundada en las provincias de Quang Tri y de Thanh Roa. Thuyet embarcó hacia China, donde confiaba obtener ayuda. Ham Nghi prosiguió la lucha mientras los franceses nombraban un nuevo emperador, elegido de entre los príncipes de la familia real: Dong Khang.

Francia pretendió apaciguar los ánimos sustituyendo la autoridad militar por la civil. Nombrado para desempeñar las funciones de residente general de Annam y de Tonkín, un gran sabio como Paul Hert reemplazó al general De Courcy en 1886. Su primer acto consistió en la creación de un Consejo de los notables, y se esforzó en practicar una política de asociación restaurando las instituciones del país bajo supervisión francesa. Pero debilitó al mismo tiempo la corte de Rué al delegar la administración de Tonkín a un kinh luoc, o virrey, en Hanoi. En Annam, a pesar de la heroica resistencia de Dinh Cong Trang en Ha Dinh, Ram Nghi fue cercado en Ta-bao; de los dos hijos de Ton That Thuyet que combatían a su lado, uno resultó muerto y el otro se suicidó. El joven emperador fue deportado a Argelia.

Aquello fue el fin de la resistencia en Annam, aunque la pacificación de Tonkín exigió todavía largos años. Tres grandes jefes-Pennequin, Galliéni y Lyautey- tuvieron el talento de lograrla sin gran despliegue de fuerzas militares, sólo empleando la táctica de la «mancha de aceite» y utilizando pequeños destacamentos que avanzaban poco a poco protegiéndose con blocaos y construyendo pistas y líneas telegráficas.

Formación de la Unión lndochina

Fue el geógrafo Malte-Brun quien forjó en el siglo XIX la palabra «Indochina», para designar la península que separa los golfos de Tonkín y de Siam a cada lado de' la cordillera annamita, cuya vertiente oriental es de civilización china, mientras la oriental es hindú.
La Unión Indochina fue constituida administrativamente en 1887, mediante la incorporación al ministerio de Marina y de las colonias de Annam y de Tonkín, que dependían hasta entonces del de Asuntos Exteriores. Junto con Cochinchina y Camboya, aquellos dos países fueron colocados bajo la autoridad de un gobernador general adscrito a las Colonias. En 1893 se le añadió incruentamente un quinto país, Laos, gracias al prestigio del gran explorador Auguste Pavie.
Auguste Pavie.

Entre 1887 y 1897, los primeros gobernadores generales respetaron el particularismo de los distintos países de la Unión, y su actividad se mantuvo discreta en el aspecto federal. El más destacable de ello fue De Lannessan (1891-94), antiguo médico de la Armada y explorador, llegado a profesor en la Facultad de Ciencias de Paris.

No menos ferviente y apasionado en su misión, Paul Doumer (1897-1902) tenía un concepto totalmente distinto de ella. A él se debió el impulso económico del país, pero le incumbió al mismo tiempo la responsabilidad de haber sustituido el sistema de protectorado previsto en los tratados por otro de administración directa, abriendo un profundo foso entre la acción francesa y los usos tradicionales.


Paul Doumer Governor-General de Indochina desde 1897 a 1902​

Aunque carecía del derecho de fiscalización sobre Cochinchina, por ser esta colonia francesa, el emperador de Vietnam conservaba, antes de Doumer, la administración directa de Annam y ejercía su autoridad sobre Tonkín por intermedio de -un virrey, el kinh luoc. Pero el decreto de 26 de julio de 1897 suprimió este cargo de enlace, y el residente general de Tonkín- centralizó desde entonces la Administración de dicho país. Los mandarines vietnamitas fueron mantenidos en un principio, aunque la instalación de recaudadores franceses en las localidades importantes acarreó la extinción de los quan bo, o mandarines de las finanzas; en cuanto a los tong doc y los thuan fu, sólo se les dejaron las atribuciones relativas a intrascendentes ceremonias, y la realidad del poder pasó a ser ejercida por los residentes franceses y sus delegados.

Tres meses después le llegó el turno a Annam. El joven emperador Thanh Thai fue ultrajado en la más esencial de sus prerrogativas, con la suspensión del Co Mat o Consejo secreto, convertido en Consejo de Ministros presidido por el residente superior en Annam, que pasaba con ello a ser el auténtico jefe del gobierno. Al año siguiente la corte de Hué perdía su derecho apercibir los impuestos, cuyo producto se adjudicó a las necesidades del país bajo el cuidado de la Administración francesa; en adelante, el emperador sería dotado de una asignación por lista civil.

Habiendo hecho así tabla rasa de la autoridad del soberano, Paul Dourner reemplazó a los antiguos mandarines por funcionarios franceses del cuerpo de los Servicios Civiles de lndochina, residentes, administradores y comisarios del gobierno. Suprimiendo después cualquier frontera entre los distintos países de la Unión, creó los Servicios Generales de Trabajos Públicos, Aduanas y Monopolios y Agricultura y Comercio, que colocó bajo la dirección de un pequeño número de especialistas dependientes directamente del gobernador general, verdadero árbitro de todo engranaje vital. Para cubrir los gas- tos de interés común creó finalmente el Presupuesto General de lndochina y lo alimentó con los ingresos aduaneros, de los monopolios y de las contribuciones indirectas. La intervención del opio y, sobre todo, las del alcohol y la sal, lesionaron muchos intereses privados y violaron seculares costumbres; pero sus resultados financieros fueron espectaculares y, a costa de quebrantos individuales, Indochina superaba en pocos años el estado de una economía rudimentaria para entrar en el camino de las grandes realizaciones modernas.

Se puso en inmediata marcha un vasto programa de aprovechamiento económico: trazado de los canales de Cochinchina, equipamiento del puerto de Saigón, trabajos urbanísticos en Hanoi y, sobre todo, política impulsora de ferrocarriles.

El Transindochino y la línea de Yunnán fueron iniciados simultáneamente. Entre las obras más espectaculares, la que más asombró a los vietnamitas fue el puente de Hanoi, el llamado «puente Doumer>, que atraviesa el río Rojo en una longitud de 1.680 m y cuyos pilares, altos de 13 m, se hunden otros 30 m por debajo del fondo. El equipo científico se desarrolló con el impulso económico; Paul Doumer creó lo servicios geográfico, meteorológico y geológico, la escuela de medicina y un gran instituto científico destinado a fomentar el conocimiento de las civilizaciones antiguas ya proteger los monumentos históricos con la Escuela Francesa de Extremo Oriente.


El puente Doumer​

El clima de confianza que Francia intentaba establecerse vio perturbado en 1905 por un acontecimiento destinado a tener profunda resonancia entre los pueblos orientales: la victoria de Japón sobre Rusia. Acababa de demostrarse que, tomando el modelo de Europa y adoptando sus mismas armas, ¡Asia podía vencerla! Un primer estremecimiento de rebeldía conmovió a la juventud. Uno de los más brillantes representantes de la clase de los letrados, Fan Boi Chau, elegido primero en el concurso trienal de Vinh, prefirió rechazar el puesto que se le ofrecía y se trasladó a Japón acompañado por algunos otros letrados y por un descendiente del emperador Gia Long, el príncipe Cuong De. La campaña de excitación que este grupo promovió desde lejos desembocó en un intento revolucionario en 1908, con el envenenamiento de doscientos soldados de la guarnición de Hanoi.


Responsables del envenenamiento​

El movimiento se extendería por todo Tonkín, con la complicidad de De Tham, un antiguo jefe de piratas. Nombrado gobernador general en 1911, el diputado Albert Sarraut se esforzó en instaurar una «política de desarrollo humano y de educación). Abrió para los vietnamitas la enseñanza secundaria francesa, construyó escuelas y hospitales y fomentó al mismo tiempo la extensión de las redes de carreteras y de los canales de irrigación. Y anunció, durante un discurso oficial, que la independencia sería progresivamente devuelta a Vietnam.


Piratas de De Tham​

La opinión vietnamita quedaba así, después de la guerra de 1914, en razonable derecho de esperar de Francia una efectiva participación en los asuntos del país y un más amplio acceso a los cargos públicos por parte de la población indígena. Pero las medidas adoptadas en este sentido fueron tan tímidas como tardías. Sólo el gobernador general Alexandre Varenne ( 1925- 28) tuvo una clara visión de sus deberes en los aspectos social y político. Creó las Cámaras de Representantes del Pueblo en Annam y en Tonkín, decidió el acceso con igualdad de títulos en los mandos franceses para los funcionarios asiáticos naturales de Indochina y tomó toda una serie de medidas para proteger a la mano de obra en las plantaciones, donde fijó la duración de la jornada de trabajo, la edad mínima, los cuidados médicos, las modalidades de los contratos y el jornal del trabajador; combatió la plaga del préstamo usurario, temible y crónico defecto del país, instituyendo el Crédito Popular Agrícola. Semejantes medidas provocaron una viva reacción entre determinados medios colonialistas, que desencadenaron una campaña de prensa contra Varenne y lograron que su mandato no fuese renovado. Y transcurrieron los años sin que se diera satisfacción a las legítimas aspiraciones indígenas.



De Than​

La condena más grave que, en su forma moderada, se hizo contra la actitud de los franceses en Indochina, es quizá, la frase de Fam Quynh: «Nos hacen sentir extranjeros en nuestro propio país». Los puestos de mando seguían detentados por administradores franceses. Ello equivalía a empujar más allá de la oposición, a la plena revuelta, a los jóvenes intelectuales diplomados con elevados títulos que ningún porvenir les deparaban en su propia tierra, mientras que aquellas mismas cualidades eran provechosas en la Francia metropolitana, cuando se proseguían estudios en la metrópoli.


La última oportunidad desaprovechada fue, sin duda, la que brindó el advenimiento del joven emperador Bao Dai en 1932, cuando este incorporó al ministro Ngo Dinh Diem, perteneciente a una familia de mandarines católicos, a la Comisión de .Reformas. Una actitud egoísta de la administración colonial hizo perder a Francia los beneficios morales del ingente progreso logrado gracias a sus ingenieros, médicos y profesores en el triple ámbito económico, social e intelectual.


El Colonialismo Europeo en Indochina

El primer contacto de Vietnam con los europeos se produce por la instalación de factorías y misiones portuguesas en el siglo XVI. Posteriormente, los jesuitas franceses, en el siglo XVII, sustituirán a los portugueses en su tarea evangelizadora. Sin embargo, una penetración más sistemática y fructífera tendrá lugar durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando la inestabilidad interna o la persecución de distintos misioneros fueron motivos frecuentemente aducidos por las potencias coloniales para enviar contingentes militares a Asia.



En este caso el “martirio” del abate Chapdelaine y de unos dominicos españoles, dio pie para una acción militar conjunta franco-española en 1858, que se salda con una victoria francesa.
El Abate Auguste Chapdelaine (1814-1856), fue ejecutado en la Provincia de Guangxi, un 29 de Febrero, por orden del Magistrado Zhang Mingfeng del condado de Xilin. Antes de 1860, los misioneros tenían prohibido salir de los Puertos del Tratado. Como hombres de Dios, todos viajaban ilegalmente en su afan por catolizar a los infieles. Ese nefasto día, el Abad fue arrestado junto a 26 de sus seguidores, pero sól a él y dos más los asesinaron. Aparentemente, los golpearon duramente y encerraron en pequeñas jaulas de hierro. Después lo decapitaron.

El rechazo de las exigencias francesas en cuanto a concesiones diplomáticas y económicas provocó una nueva intervención que, en esta ocasión, supuso la dominación de Cochinchina en 1860. Al mismo tiempo, las dificultades internas que tuvo el gobierno vietnamita en Tonkín permiten a Francia endurecer las condiciones de su asentamiento, reconociéndose su soberanía en la mitad de Cochinchina y permitiéndose el culto católico en 1862.
Las expediciones geográfico-militares y económicas se sucedieron, y con ellas, enfrentamientos que culminan en los Tratados de Patenôtre en 1884 y de Tien-Tsin, de 1885, los cuales consolidaron la estructura de dominio francés que divide Indochina, administrativamente, en una colonia (Cochinchina), una semicolonia (Tonkín) y tres protectorados (Annam, Camboya y Laos).

Según M.E. Chamberlain, uno de los motivos que explicó la colonización francesa fue la “misión civilizadora”.
Otro factor a tener en cuenta sería la privilegiada situación geográfica de Indochina para conquistar el inmenso mercado chino, ya que el dominio del río Rojo al norte y del Mekong al sur, producen ventajas a Francia sobre Gran Bretaña en el control comercial del sur de China.
Pero, muy pronto se añadió a todas las preocupaciones anteriormente reseñadas la voluntad de controlar las riquezas naturales de las colonias: estaño y otros minerales, carbón, bosques de teca, seda, posibilidad de desarrollar plantaciones de tipo tropical y el control del cultivo del arroz con miras a la exportación.

A comienzos del siglo XX, toda la península de Indochina estaba repartida entre Francia e Inglaterra; sólo Siam, gracias a su buena voluntad, había escapado al reparto, pero con muchas limitaciones sobre su soberanía.
El régimen económico que se implantó con estas actividades supuso una dependencia estructural de las colonias hacia las metrópolis, que se puede dividir en dos etapas: la primera llegaría hasta aproximadamente 1890, y la segunda la constituiría el periodo de 1890-1937. La distinta naturaleza económica, dentro del régimen colonial, nos sirve para diferenciar claramente estas dos etapas.

El principio del laissez –faire y del librecambio inspiró, hasta finales del siglo XIX, esta dependencia económica del sudeste asiático respecto a los países industriales avanzados. Este liberalismo se impuso gradualmente. Así que, este sistema clásico de explotación colonial en beneficio exclusivo de la metrópoli preveía la expropiación de una quinta parte de las tierras de los pueblos, cultivadas en lo sucesivo por el gobierno gracias a las prestaciones personales indígenas. Estas tierras se dedicaban al cultivo del café, caña de azúcar, índigo, quina... En efecto, en las regiones más fértiles representaba con frecuencia una tercera parte, si no la mitad, de las tierras de las aldeas. En esta primera época, la prosperidad del régimen colonial no se medía por el volumen de inversiones, como en la etapa siguiente, sino por el de intercambios.
De este modo, una de las primeras medidas que tomaron los almirantes de Napoleón III en Cochinchina fue la de liberalizar el comercio del arroz, intervenido hasta entonces por el mandarinato vietnamita; en 1860 se exportaron 57.000 toneladas, y en 1870, 229.000 toneladas de arroz.
La preocupación de las potencias occidentales, tanto en sus propias colonias como en los demás países asiáticos, consistía en ampliar al máximo la zona de concentración de los productos locales y la de difusión de los productos industriales enviados a cambio. Durante el siglo XIX, esta concentración y difusión se realizaron esencialmente por vía marítima, como lo muestra el reparto de puertos “abiertos” que se llevó a cabo gradualmente.

La dependencia de los países asiáticos se extendió también al campo de la moneda, pues los occidentales introdujeron nuevas unidades de plata: la piastra en Indochina. De esta forma, la cotización de estas nuevas monedas, utilizadas al principio para los cambios exteriores aunque introducidas pronto en el mercado interno, dependía de las relaciones oro-plata y variaba considerablemente en relación con las monedas metropolitanas basadas en el patrón oro.
En el aspecto territorial, el laissez-faire se traducía en una serie de disposiciones legislativas que permitían a las empresas colonizadoras acceder a la propiedad territorial.
Según Chesnaux, “se consideraba que la tierra pertenecía al soberano, y la posesión de los campesinos era de carácter precario” Las tierras despobladas a consecuencia de la guerra de Tonkín, fueron liberalmente asignadas a las compañías francesas de colonización. En cambio, no podía hablarse en modo alguno de industria, salvo en los sectores ligados directamente al comercio: reparación de barcos, acondicionamientos de los productos de exportación etc. Consecuentemente, los capitales metropolitanos preferían el comercio, las plantaciones y las minas.

La segunda etapa viene marcada por la expresión tránsito al imperialismo, que define las nuevas necesidades del capitalismo occidental en sus relaciones con el mundo extra-europeo. Lo importante no era ya comprar a buen precio las materias primas destinadas a la industria o productos coloniales valiosos, ni vender los productos de la industria occidental, sino exportar a aquellos países el stock de capitales desarrollado por la producción moderna occidental.
Ya no son las formas comerciales, sino los bancos estrechamente ligados a los grandes intereses industriales, los inspiradores y beneficiarios de la expansión económica occidental en dirección al Tercer Mundo. La era del laissez- faire y del librecambio se había cumplido.
Por consiguiente, la competencia entre las naciones se endureció todavía más porque Francia e Inglaterra tenían que enfrentarse con nuevos adversarios: Alemania, Rusia, Estados Unidos e incluso Japón (convertido en el rival de sus antiguos señores). Las potencias acudieron al proteccionismo aduanero y se enfrentaron a lo largo de los conflictos de “redistribución del mundo”, que afectaron ampliamente al sudeste asiático hasta fines de la I Guerra Mundial.

Así pues, lo que se puso en juego en las rivalidades internacionales fue toda el Asia Oriental. Esta situación fue una de las principales causas de agitación de los movimientos nacionalistas de los diferentes países asiáticos, los cuales se oponían a que sus respectivas patrias fuesen objetos pasivos de tratados diplomáticos y empresas militares.

Con la 1ªGM se agravaron aún más estas rivalidades. Francia e Inglaterra, absorbidas por su esfuerzo en la guerra, se desentendieron prácticamente de los asuntos del sudeste asiático durante cuatro años, lo cual dejó el campo libre al Japón. Entretanto, las preocupaciones financieras superaron a las meramente comerciales, y el interés que las metrópolis sentían por sus colonias del sudeste asiático se hallaba en función de las inversiones que representaban dichas colonias.
 
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