Personal Argentino en zona de combate



La Compañía B del RI 12 estaba en las inmediaciones de en donde se encuentran hoy los dos helicópteros de Ejército destruidos el 21 de mayo de 1982. Algunos hacia Monte Kent, otros hacia Puerto Argentino, pero todos en esa zona. Estimo distribuidos en un radio de quinientos metros. El año pasado estuvo en la zona quien fuera (en el '82) cabo Hilario Lucero, integrante de la Compañía; pudo reconocer su posición.
Muchas gracias Oscar. ¿Existe alguna cronica o informe oficial sobre el EC Solari?
 
Su nombre es Jorge Cabrera, pero en Cañada Seca para todos es conocido como “El Chueco”. Nacido en Rufino, paso muchos años en la zona rural de nuestro pueblo, ya que sus padres eran tamberos. Varios años después también trabajó en la Municipalidad local, y actualmente reside en Rufino.
El año 82 lo encontró haciendo la “colimba” como infante de marina en la Base de Puerto Belgrano, y como a tantos otros compatriotas le tocó cumplir su juramento y marchar a la guerra. Una experiencia que marco su vida para siempre.
Recientemente en Rufino, a iniciativa de la concejal Menghini, se dio cumplimiento a una ley Provincial que establece que las escuelas que hayan tenido como alumnos a ex combatientes, los honrarán dándole su nombre a una o más dependencias. Es por eso que en un acto muy emotivo, el “Chueco” recibió la distinción de la que Escuela N°172 le pusiera su nombre a uno de los patios. Y en base a ello se disparó la posibilidad de hacer una nota para compartir sus vivencias como ex combatiente.
Lo recibimos en Cañada, acompañado de su hija Maira Mai Cabrera (ella fue una de las últimas nacidas en Cañada, en el Centro de Salud, atendida por el Dr.Dorín, así que se jacta de ser más Cañadense que nosotros).
TL: ¿El tema de que la escuela tenga un lugar con tu nombre es por ser alumno?
JC: Si, fui alumno de esa escuela hasta que me vine a Cañada. La ley que establece esto, se cumplió ahora en distintos actos, somos once en total incluyendo a Almeyda (de Castellanos) y Manavella (de Leguizamón). Estos dos combatientes aún no tienen su espacio en sus colegios.
TL: Y como fue lo de Malvinas, ¿Vos estaban en la Marina?
JC: Si, yo estaba en la Base de Puerto Belgrano, como Artillero en la FAPA, batería Bravo. Mi función era cronometrista, nuestra batería era de obuses de 105 mm., y mi trabajo era manejar un goniómetro. El recupero de Malvinas fue el 2 de Abril y el 13 nos movilizaron a Comodoro. Pensábamos que a cuidar la costa, pero terminamos en Malvinas. Nosotros, nuestra Compañía en una competencia de baterías, habíamos hecho el mejor desempeño de tiro, así que por ser los mejorcitos ¡A Malvinas!
TL: ¿En buque?
JC: ¡En avión! De Comodoro a Malvinas en un Hércules, con cañones y todo. Vos viste lo que es el Hércules, no hay cinturones ni nada: dos chatas Dodge, los cañones, y nosotros armados hasta los dientes con todo el equipo, mochila, fusil… ¡agarrate como puedas! (se ríe)
Nuestra posición era a unos kilómetros de Puerto Argentino, en el Monte Tumbledown (NR: Fue uno de los lugares donde más ferozmente se combatió, y donde la Infantería de Marina, sobre todo el BIM 5 a las órdenes del Capitán Rovacio, dio muestras increíbles de valor combatiendo contra la Guardia Escocesa, los Guardias Galeses y los Gurkas)
Nosotros también quedamos integrados a las órdenes de Rovacio, nos integraron al BIM 5 como artilleros, también había antiaéreos y morteros.
TL: ¿Se combatió feo?
JC: Si, creo que fue la zona en que más se combatió, y nosotros quedamos como última línea hasta terminar el repliegue…
TL: ¿Y contra quienes les tocó enfrentarse?
JC: Nunca vimos a los famosos gurkas, siempre el contacto era con la guardia escocesa y los Royal Marines (NR: la guardia escocesa es una unidad de élite de las fuerzas británicas)
TL: ¿Y qué instrucción tenías?
JC: Yo era clase 62, hacía 10 meses que estaba incorporado así que tenía bastante instrucción, había chicos de clase 63 que eran más nuevos. El tema es que en Infantería siempre es más exigente, nosotros éramos muy exigidos y acompañados por los jefes. Comparamos por videos los tiros de artillería de Ejército y los nuestros, nuestros jefes estaban al lado nuestro, “Al pie del cañón” verdaderamente y eso nos daba mucho ánimo, a pesar de la situación terrible.

TL: ¿Y los ataques a Uds. Eran de infantería?
JC: Nos atacaba la infantería de ellos y su artillería, al igual que nosotros a ellos, nosotros tirábamos a una distancia de 11 km. y nos respondían también con hostigamiento desde tierra y mar, hubo momentos muy muy duros…en uno de esos bombardeos muere un compañero mío…
Recuerdo que el 1° de mayo, el primer ataque yo estaba de guardia en el refugio del Teniente, esperábamos un ataque pero no sabíamos mucho, solo lo que nos informaban los oficiales. A partir de ahí fue cosa de todos los días. Dos meses estuve en Malvinas, imagínate.
TL: ¿Y cómo era la vida diaria, tenían refugios, pozo de zorro?
JC: Como llegamos el 20 de abril, días antes de que empezaran los combates, habíamos cavado pozos, pero eran tanta la humedad que no se podía estar, allá el suelo es de turba, es un pasto como una esponja, estas siempre mojado. Nosotros la turba la usábamos para quemar, para calentarnos (primero le quemamos toda la leña a los kelpers), y terminamos armando unos refugios como pudimos con lonas y carpas, entre las piedras y camufladas con pasto, para no estar tan mojados y congelados. Por suerte la marina tenía buen calzado, a diferencia de Ejército que la pasaron mal. Cuando podíamos hacíamos fuego en un tacho…éramos un grupo de 5 o 6 que hacíamos guardia, yo que estaba con el goniómetro cada vez que se hundía un cañón tenía que salir corriendo a ponerlo en posición de nuevo. ¡Si hoy tuviera que usar ese instrumento de nuevo no tendría ni idea! Mi función era mantener la nivelación, sino el tiro a los 11 km sale para cualquier lado. Éramos seis por cañón en una batería de seis cañones, en total, todos con distintas funciones (armadores, cargadores, apuntadores, comunicaciones…)
Tirábamos a esa distancia…seguramente habremos matado, por suerte no tuve que ver si lo hice…
Ellos desembarcaron, hicieron cabecera de playa y bajaron artillería también. Desde el 1 de mayo al 20 más o menos tardaron en desembarcar, y entonces fue fuego constante. No tenían bien nuestra posición por suerte, porque hasta los últimos días veníamos bien, ellos tenían aviones de observación que operaban por encima de los 7000 metros que era el límite de nuestros antiaéreos. Y unos diez días antes de la rendición nos atacaron con todo, una vez que te ubican te tiran con todo. Tuvimos pocas bajas y heridos y tuvimos que replegarnos, nos quedaba un solo cañón… Recuerdo un día con un compañero íbamos a buscar la comida, la cocina estaba en un matadero de los kelpers. Y en ese momento vemos que un avión venia desde la bahía. Después supimos que podía ser un Harrier, no nos tiró a nosotros, sino a otra posición, pero recuerdo que nos zambullimos en una zanja del matadero como veníamos. Te juro que sentía el corazón bombear dentro del pecho, fue la vez que más miedo tuve…

Ronda de mates

TL: Esa experiencia tan traumática a muchos ex combatientes les costó años superarlas y algunos no pudieron, ¿cómo es en tu caso?
JC: De mi grupo, varios compañeros han fallecido, pero de causas naturales, no suicidios. Pero si, fue algo muy difícil y nos “largaron” sin nada, ningún tratamiento psicológico ni nada parecido, imagínate lo que es siendo tan jóvenes, ver morir gente, compañeros…estar en esa situación. Yo creo que en mi caso como era un chico de campo, acostumbrado a estar lejos de la familia (a los 14 ya me iba a trabajar solo a los tractores) me ayudó mucho, pero otros la sufrían mucho más.
TL: ¿Y cómo fue la rendición y el regreso?
JC: Nosotros nos rendimos el 14, y vinimos en el Rompehielos Irizar a Ushuaia, de ahí a Bahía Blanca y luego a Puerto Belgrano en camiones.
TL: ¿Te dieron la baja de inmediato?
JC: No, vinimos bastante “delgados” de Malvinas, calcula que comíamos una sola vez por día. Así que nos tuvieron como un mes antes de licenciarnos. No dieron 45 días, recuerdo que Cuando llegue acá recién ahí mis viejos supieron que estaba bien, no habíamos podido comunicarnos. Mi mamá después nos contaba lo que pasó, pobre, nunca lloraba delante de nadie pero en su interior la pasaba muy mal.

TL: ¿Cambiaste después de eso?
JC: Creo que sí, es imposible que no haya cambiado después de eso, mis hermanas dicen que volví más “egoísta”, que defiendo más lo mío…yo no me doy cuenta. Antes de ir a la guerra, como que no me importaba nada, seguramente. Pero por suerte la puedo contar, y estoy muy bien.
El Chueco, apura los últimos mates, mientras Maira lo mira con adoración. Le pregunto a ella si está orgullosa de su padre y le brillan los ojos al decir que sí con una gran sonrisa.
 
Hola amigos: Siguiendo con mi busqueda de informacion sobre todo lo ocurrido alrededor del monte Kent, he encontrado algunas notas que apuntan a la presencia de miembros del RI4 en dicho monte. Por ejemplo el Col Machinandiarena del PC del Gral Menendez, comenta en el informe Rattenbach como el monte Kent queda desocupado cuando se sacan tropas del RI4 y son llevadas al Dos Hermanas (Two Sisters). Igualmente en el libro "Asi Lucharon" de Turolo, el Tte Echeverria del RI4 comenta como en el monte Kent una fraccion propia(supongo del RI4) tuvo que retirarse del monte con los ingleses pisandoles los talones. He releido algunos capitulos del magnifico libro de Lautaro "Malvinas en Primera Linea" y no he encontrado referencia a esta supuesta presencia del RI4 en el Kent. ¿Alguien tiene conocimiento de hombres del RI4 en el Kent?¿Pueden ser errores? Muchas gracias.
 
Gente, les paso a comentar lo siguiente: me llego un compartido de face, de un tal Ale Miguens, el cual encontró en un libro un diploma de honor del VGM Miguel Pilquiman, y quiere devolvérselo. El tema es que vive en Trevelin, Chubut. Si alguien puede hacer algo, adelante...
 

berraondo

Veterano Guerra de Malvinas
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La Compañía B del RI 12 estaba en las inmediaciones de en donde se encuentran hoy los dos helicópteros de Ejército destruidos el 21 de mayo de 1982. Algunos hacia Monte Kent, otros hacia Puerto Argentino, pero todos en esa zona. Estimo distribuidos en un radio de quinientos metros. El año pasado estuvo en la zona quien fuera (en el '82) cabo Hilario Lucero, integrante de la Compañía; pudo reconocer su posición.
Perdon por la tardanza en contestar, muchas gracias Oscar. Una pregunta por favor, ¿Alguien sabe si hubo tropas argentinas en el monte Estancia? Segun algunos informes britanicos, estos descubrieron varias posiciones defensivas argentinas abandonadas en dicho monte. Un saludo.
 
Perdon por la tardanza en contestar, muchas gracias Oscar. Una pregunta por favor, ¿Alguien sabe si hubo tropas argentinas en el monte Estancia? Segun algunos informes britanicos, estos descubrieron varias posiciones defensivas argentinas abandonadas en dicho monte. Un saludo.
De memoria,ocuparon Estancia parte de una Seccion de la Comapñia 601 de Comandos el 29 de Mayo.Vieron la Cima del Kent ocupada e intenso movimiento de helicoperos desde Teal Intel hacia el Kent.Vieron pasar a la Patrulla de la IMAra que regresaba de San Carlos.Pidieron Morteros de 120 para atacar Teal Intel,pero no fueron provistos.
 
Hola Rottweiller: Muchas gracias por la contestacion. Si, ya recordaba las patrullas de comandos de la 601 y 602 en el monte Estancia pero los informes britanicos hablan de dos posiciones defensivas de peloton. No lo se pero me imagino que los comandos argentinos no construirian grandes posiciones, como mucho algun muro de piedras. Los inofrmes tambien hablan de una posicion en el monte Vernet, a poca distancia al Noreste del monte Estancia, donde encuentran dos grandes tiendas de campaña, como para nueve hombres cada una y sacos de dormir y ropa abandonados. ¿Podrian ser partidas del EC Solari?
 
En las posiciones del RI 8 en Gran Malvinas se sucitó un acidente en que un tractor pisó una mina anti tanque.
El accidente produjo bajas, alguien tiene presente el nombre de los accidentados.
 
En las posiciones del RI 8 en Gran Malvinas se sucitó un acidente en que un tractor pisó una mina anti tanque.
El accidente produjo bajas, alguien tiene presente el nombre de los accidentados.

Recuerdo el nombre de un Suboficial de apellido Wodrick (o parecido) que falleció en ese evento.
 
Estas son las bajas fatales del RI8



137. Cbo EC __Cond. Motorista__ WAUDRIK Juan (+), 01/06 pisa mina antitanque con tractor


41. ANTIECO Simón Oscar........................(+) 09/05 incendio vivienda

360 LUDUEÑA Jorge.................................(+) 20/05 enfermedad

451. NOSIKOSKI Sergio Fabián ............(+) 9 May. Incendio Vivienda

626. SOSA Eduardo José ......................(+) 9 May Incendio Vivienda



  • Aparentemente el deceso de Ludueña fue el 20/05 (no el 30).
http://www.malvinense.com.ar/smalvi/292.htm

No puede encontrar información en la WEB, pero por algunos comentarios con VGM, Ludueña fallece por desnutrición. Hay alguna información que dice que fue por fuego naval.
Comida en mal estado o desnutrición?
https://www.infobae.com/sociedad/20...bia-escrito-en-la-guerra/?outputType=amp-type

  • El accidente del incendio de la casa, está confirmado que fue el 20/05.
  • El accidente de la mina antitanque es el 01/06 de acuerdo al libro Malvinas, 20 años- 20 Héroes




En lo que respecta al resto de las bajas (las no fatales), no tengo datos.

Pero hubo heridas auto-infringidas, desnutrición, y quizás otro tripulante del tractor.
 
Última edición:
Habla un protagonista del incidente que detonó la guerra de Malvinas: “Nos usaron asquerosamente”
Ricardo Cacace integró el equipo de trabajadores que viajaron a las islas Georgias a desguazar una factoría ballenera. El extraño episodio de la bandera.
Por Daniel Riera
02 de Abril 2019 · 10:49hs





El 17 de marzo de 1982, un grupo de trabajadores argentinos desembarcó en las islas Georgias del Sud con el objeto de desguazar una antigua factoría ballenera y llevar la chatarra al continente. Los trabajadores izaron la bandera argentina y se desató un extraño incidente diplomático que derivó apenas dos semanas después en la ocupación militar de las islas Malvinas y las propias Georgias. Ricardo Cacace entonces tenía 33 años y es uno de los protagonistas de aquella historia. Casi cuatro décadas después, está convencido de que hubo una suerte de “cama” para aquella delegación, que un episodio sin importancia fue usado como coartada para que la dictadura pudiera concretar su plan de ocupar las Malvinas..

-Empecemos desde el principio. ¿Qué fuiste a hacer a las Georgias?

Yo era chatarrero. Tenía una empresa de desguace y proveía a una acería en particular de materia prima, o sea de chatarra de hierro. Un día viene un amigo con un negocio para desguazar una factoría ballenera en las islas Georgias...

-¿Qué es una factoría ballenera?
-Es una especie de fábrica donde se procesaban las ballenas. Hasta la década del 60, cuando se prohibió la caza, se cazaban las ballenas, las subían a los barcos, las llevaban a Husvik, uno de los tres lugares donde estuvimos nosotros, y ahí se la procesaba. Es como un frigorífico, pero de ballenas. Extraían el aceite, la carne, todo lo que se le podía sacar a una ballena. Eran instalaciones abandonadas que pertenecían a una empresa inglesa llamada Salvensen. Creo que lo compraron sin verlo, así como te lo digo. Apareció un conocido de este muchacho, Constantino Davidoff, y éste se prendió. Nosotros lo acompañamos un poco para apoyarlo con el tema de la compra, pero no teníamos nada que ver. Lo empujamos un poco, lo apoyamos como un amigo, económicamente, fue a Inglaterra y compró. Después el tema no terminaba ahí, porque había que ir a hacer el desguace. La situación del país era bastante difícil, no sólo por la represión, sino porque económicamente el país estaba muy mal. Había que armar un equipo de gente para trabajar, transportarla a las islas Georgias, traer el material. Venderlo después no era lo más complicado, la complicación era armar todo para que pudieran traerlo.
-Era un buen negocio a futuro, pero hacía falta mucha plata para invertir.
-Exacto. Yo tenía una cuenta en el Banco Juncal. Uno de los directivos era amigo mío, y le comento, Che, vos sabés que tengo una gente amiga con un negocio así, así y así... en las islas Georgias. Los arrimo y ellos financian la campaña. Había que contratar la gente, llevar los equipos... Era un trabajo como para cinco años. En principio se planteó una primera etapa de 90, 120 días, y se planteó que alguien tenía que ir a controlar, a determinar las prioridades de carga, y me dijeron “Vos trajiste el negocio, vos estás en el tema, ¿por qué no te vas vos?” En principio me chocó un poco, pero yo no andaba muy bien económicamente y dicen que la necesidad tiene cara de hereje.
-¿Por qué te chocó?
-Porque había que estar entre 90 y 120 días fuera de tu casa en un lugar en el medio de la nada. Yo ya estaba casado, tenía dos hijos, tenía mi historia armada acá y te aparece eso... Lo hablé con Blanca, mi esposa, le dije Mirá, la posibilidad es buena... Era algo que no podía fallar. Salvo que se hundiera el barco o hubiera un accidente grave, inesperado, no había chances de que saliera mal. Después con el tiempo te das cuenta de que nos usaron asquerosamente, que aprovecharon ese momento para hacer la guerra, porque después nos enteramos que había barcos argentinos dando vueltas por la zona desde diciembre del 81. Nosotros viajamos en marzo de 1982 y allá en realidad, de todo lo que se dijo de que vinieron los ingleses a atacarnos cuando llegamos no pasó absolutamente nada. Vinieron un par de ingleses que cayeron ahí, no sé qué hablaron con el capitán del barco, nosotros estábamos en otra tarea...
-Pará, ordenemos un poquito... ¿Cómo se llamaba el barco en el que viajaron?
-Nosotros fuimos en el Bahía Buen Suceso, un buque de la marina mercante: no era un barque de guerra, no estaba artillado, no tenía militares ni nada. Salimos el 11 de marzo desde el puerto de Buenos Aires y llegamos el 17.
-Bueno, llegaron y vos o uno de tus compañeros tuvieron la iniciativa de izar una bandera...
-Así es. Si vos me preguntás quién izó la bandera, nadie sabe.
-No se acuerdan...
-No es que no se acuerdan: es que para nosotros no fue un acto ni agresivo ni... Es lo mismo que yo te preste mi casa para que hagas tu cumpleaños y vos venís y me colgás una bandera paraguaya porque sos paraguayo, qué se yo... No me estás agrediendo, porque no hay nadie. Donde estábamos nosotros era una miniciudad abandonada... Estábamos alojados en Puerto Laith, que digamos era la zona de dormir, la que estaba más estructurada para trabajar. Eran casas que habían pertenecido a la factoría... Había casas, un hospital, barracas, todo abandonado. Puerto Laith era un lugar de alojamiento y taller de reparaciones chicas. Después estaba la bahía Stromnest, que era pasando una pequeña montaña, un cerro, donde había un taller de reparaciones bastante importante en el cual había dos diques flotantes para reparar barcos, y después estaba Husvik, donde realmente estaban las factorías balleneras, que ahí se pensaba llegar en la próxima etapa. Con lo que había en Husvik tenías para trabajar bastante más de los tres, cuatro meses que estaban previstos, y bueno, después había que ir pasando a Stromnest, que estaba a unos 20 minutos, media ahora a pie. En cambio desde Puerto Laith, para ir a Husvik, donde estaban las famosas factorías balleneras, eran dos horas de caminata, más o menos.
-¿Cuál era tu papel en las Georgias?
-Cada uno tenía su rol asignado. Yo particularmente tenía que sacar fotos de todo lo que había, documentar todo de palabra y por foto para informar al banco. Había un muchacho que se ocupaba del desembarco de los equipos, otro de ir acomodando a la gente, Un día llego y me dicen : “Mirá, estuvieron los ingleses, hablaron con el capitán del barco”. Fui a hablar con el capitán, porque si bien yo no tenía injerencia con el personal, si la tenía como representante del banco, que me había mandado como coordinador entre los dueños del negocio, el banco y la empresa que se había contratado para hacer el desguace. Fuimos al barco, los ingleses ya se habían ido, no había pasado nada. Sí habían dicho que bajaran la bandera, se había bajado, y después no los vimos nunca más hasta el 25 de abril, cuando nos tomaron prisioneros. El barco estuvo dos o tres días más bajando los pertrechos, las grúas, los equipos de corte, los tubos de oxígeno. Se habían llevado comestibles para estar tres meses ahí.
Parte de la chatarra que habían comenzado a juntar.

-¿Alimentos no perecederos?
-Había alimentos enlatados, pero también frescos. Se había llevado un contenedor con frutas y verduras para llevar a la gente de Grytviken. Tengo entendido que los ingleses querían que el barco fuera a pasar por la aduana en Grytviken, pero el capitán del barco dijo que de ninguna manera. Por eso no se les llevó nada a los ingleses y las frutas y verduras quedaron para nosotros.
-¿Por qué no quisieron pasar por la aduana?
-Porque la embajada inglesa sabía de nuestro viaje, no estábamos haciendo nada ilegal. Todos teníamos carta blanca, un documento que era el fruto de un acuerdo que había hecho el gobierno de Lanusse, por el cual los argentinos podían viajar a Malvinas, por ejemplo, sin pasaporte. Era como un carnet. Teníamos previsto estar como mínimo 60 días, preparando material para que el primer barco viniera y se fuera con la carga suficiente. Así que seguimos trabajando normalmente, y a la semana llegó un grupo de la Armada, que dijeron que lo habían mandado para custodiarnos a nosotros ante la eventualidad de que los ingleses tomaran alguna represalia. No sabíamos por qué iban a tomar una represalia, porque en realidad nosotros...
-Para vos el de la bandera había sido un incidente menor...
-Sí, claro, una cosa sin ninguna importancia.
-¿En qué momento ese pequeño roce con los ingleses se convierte en un incidente diplomático gigante?
-Yo creo que lo convierten.
-A ver, explicame eso...
-Estamos hablando después de mucho tiempo, además estando allá aislados no sabíamos lo que estaba pasando. Hablábamos todos los días por radio con Buenos Aires y a veces agarrábamos por onda corta alguna radio argentina, pero no pasaba de ahí. Para mí esto lo armaron aprovechando este negocio para perpetuarse en el poder. Vos fijate que nosotros llegamos el 17 de marzo, se produjo el incidente ese y el 2 de abril tomaron las Malvinas, o sea...
-O sea que los llevaron como al flautista de Hamelin...
-Sí, totalmente.
-¿Vos pensás que Davidoff estaba al tanto?
-No sé si Davidoff, además no te puedo hablar ni bien ni mal porque lo conozco muy poco.yo estaba más con el socio de él y después con el banco que nos financió, pero sí me doy cuenta de que algo raro pasó.
-Hubo una cama...
-Sí, no sé... Me resisto a pensarlo porque entre las personas que había en el banco Juncal había una que te diría que era mi amigo, y quiero pensar que si el sabía que iba a pasar eso no me hubiera propuesto ir.
-¿Se lo preguntaste?
-Mirá, hace muchos años que no lo veo. Él te dice que ellos no sabían nada. Pero después te enterás que el Banco Juncal, que después terminó fundiéndose, en el medio le dieron la financiera Finberco. Hay cosas que te dan a pensar... Que hubo traiciones hacia nosotros, a esta altura del partido ya no lo dudo. Ahora, si los que nos traicionaron lo hicieron a sabiendas de todo lo que iba a pasar después, no lo sé. Ahora, que nos usaron no tengo ninguna duda. Como usaron a todos los pibes. Yo no sé si ellos se imaginaron que se iba a desatar una guerra. Obviamente, si vas a tomar las Malvinas algo tiene que pasar. Lo que no sé es si tomaron dimensión de lo que estaban generando.
-Pero sí pensás que el incidente fue inflado...
-Yo estaba ahí, no es que me la contaron. Para nosotros mismos fue una anécdota, más que un incidente. Esto habrá pasado antes del mediodía y nosotros volvimos al mediodía de hacer un relevamiento de los materiales que había, ir determinando prioridades de carga, cuando nos dijeron “En tal lugar hay uno que es del Foreign Office”. Fuimos a verlos, ya no estaban más. Por lo que me contaron eran dos personas, uno de pelo largo, aspecto medio hippón. Ya se habían ido, así que fuimos y siguió todo su curso. Cuando llegó un barco con gente de la Armada comprendimos que la cosa había cambiado. Nosotros estuvimos trabajando hasta el 24 de abril y el 25 nos tomaron prisioneros. Vos no podés parar ahí, ¿qué hacemos? No es que decíamos “No laburo más, me voy”. Lo más lógico era seguir trabajando. Cuando toman las Malvinas el 2 de abril, nosotros todos contentos, todos felices como supongo que estaban todos en el continente.
-¿No tomaron la noción de que estaban en peligro?
-No, para nada. Nos enteramos cuando llegó el famoso Astiz y nos dijo que habían tomado la s Malvinas. Se hizo una especie de acto cívico militar, los tipos con un mástil y una bandera, nosotros con otro mástil y otra bandera... Había algarabía, como supongo que habria pasado acá en el continente.
-Conociste a Astiz... ¿Qué hablaste con él?
-Me dijo que estaba muy consternado porque habían matado al capitán Giacchino, que era muy amigo de él. Ese día ni se lo vio. Ya se prepararon para tomar la isla al otro día, porque en Grytviken estaba la base científica inglesa, ahí había tres ingleses, que ahí murieron un suboficial y un soldado a los que les bajaron el helicóptero, y creo que también mataron a un suboficial del submarino Santa Fe. Recuerdo que lo vinieron a buscar a Astiz, medio de madrugada, y lo llevaron en un barco. Después volvieron donde estábamos nosotros, ellos hacían sus tareas, nosotros las nuestras, por ahí nos cruzábamos durante el día. Los que estaban al mando de Astiz eran buzos tácticos, comandos, no eran colimbas. Unos se quedaron a custodiarnos a nosotros y el resto fueron a tomar Grytviken. Al otro día nos contaron lo que había pasado. Les dijeron que se rendían y cuando se acercó el helicóptero se lo bajaron. Los militares estaban por ahí dando vueltas. Las Georgias eran indefendibles, porque los Lagartos, el grupo de Astiz, eran poquitos y tenían unos fusiles con antitanques, que eran de 500 metros. Los tipos te ponen ocho barcos, nueve barcos a 600 metros y andá a defenderte. Empezaron a hacer ablandamiento de costa, nosotros estuvimos en nuestra radio escuchando las conversaciones de los barcos, de los de Grytviken con el continente. Hasta que llegó un momento en que uno de los militares nos dijo que había que irse porque nos iban a tomar prisioneros.
-Siempre se dice que Astiz fue cobarde, que se rindió sin disparar un solo tiro...
-Sí, pero la verdad es que no había manera, no tenían con qué. Te repito: vos tenés una gomera y yo tengo un fusil. Tu gomera llega a 50 metros. Yo me mantengo a 100 metros y te mato. Yo conté no menos de nueve barcos. El día que nos tomaron prisioneros vino uno de los hombres de Astiz, nos dijo Bueno muchachos, nos rendimos, ustedes se van a entregar hoy, nosotros mañana a la mañana, y mientras tanto ellos tenían que tirar las armas, romper las armas, qué se yo esas cosas de los militares. Y bueno, nosotros nos entregamos, fuimos caminando, hasta que nos recibe una patrulla inglesa, uno de los muchachos que habíamos llevado hablaba bien inglés, nos dijeron “Bueno, sigan caminando hasta Stromness, quédense en alguno de los lugares por ahí, que al otro día alguien los va a ir a buscar”. Veníamos muy distendidos, nos habían informado que nadie nos iba a tocar, que los ingleses no nos iban a hacer nada, que éramos civiles, que de acuerdo al tratado de Ginebra no nos podían tomar declaraciones ni nada, y así fue hasta que llegamos a un punto, íbamos todos caminando, fumando, distendidos, y antes de llegar nos empezaron a balear de todos lados. Todo el mundo cuerpo a tierra, fue una especie de simulacro de fusilamiento. Éramos 39, habíamos acordado que yo iba adelante y que otro compañero iba atrás,al final, para que no se perdiera ninguno en el camino, porque se te pierde uno ahí en la noche y no lo encontrás más. El que hablaba bien inglés era el último de la fila. Nos dejaron toda la noche ahí a la intemperie. Decí que no llovió ni nevó, porque hacía un frío terrible y más de uno la quedaba ahí. Al otro día nos dicen que nos quedáramos sentados , ahí anochece muy temprano, habremos estado entre las 5 de la tarde y las seis de la mañana. Cuando amaneció bajó uno de ellos, nos dijo que fuéramos caminando el tramo que faltaba hasta los lugares cubiertos, que era a unos 500, 600 metros. Cuando llegamos bajó un helicóptero del Endurance, ahí tomamos contacto y nos dijeron que nos quedábamos tranquilos, que nosotros no teníamos nada que temer porque éramos civiles, que nos iban a dispersar en distintos buques, y que iban a ver cómo se iban dando los acontecimientos.
-¿Cumplieron los ingleses?
-Te digo que fuimos bastante bien tratados. Al tercer día nos pasaron a todos a un buque tanque, a civiles y militares. Los civiles estábamos en la popa del barco, en el hangar, custodiados por 13 soldados ingleses. Pusieron catres, bolsas de dormir y ahí estábamos. Nos sacaban una hora por día a cubierta. Y de ahí ya nos desconectaron del mundo. Desde el 25 de abril hasta el 14 de mayo estuvimos en el barco. Creo que el 12 de mayo llegó una delegación de la Cruz Roja Internacional, que es la que nos rescata a nosotros. Nos ponen al tanto de toda la situación, de la guerra, de que se habian hundido barcos, no me acuerdo si ya había pasado lo del General Belgrano... Hubo un día que nos trataron muy mal, creo que ese día la aviación había hundido un barco inglés. La gente de la Cruz Roja nos dijo que nos iban a llevar a la Isla Ascensión al día siguiente, que ahí tenían un avión que habían contratado ellos para sacarnos, que tratáramos de evitar cualquier tipo de incidente porque eso podía hacer que se abortara la entrega de los prisioneros. En la punta del hangar habían puesto un tacho con una cortina para que uno pudiera hacer sus necesidades. Cada vez que había que vaciarlo, había que subir a cubierta y tirarlo, si había viento en contra tirabas y te volvía todo... Me acuerdo que uno de los muchachos se quejó y le contó eso al de la Cruz Roja y el tipo amablemente le explicó que esto era una guerra y que no tenía idea de la situación que se estaba viviendo en las Malvinas. Al otro día, nos sacaron en helicóptero del barco, de ahí viajamos a la isla Ascensión, que tengo entendido que es una base inglesa arrendada a los norteamericanos. Había soldados sin ningún tipo de insignia, creo que eran norteamericanos. Nos fotografiaron, nos subieron a un avión. Totalmente prohibido subir la ventanilla, con la amenaza de que si alguien la abría hasta 15 minutos después del despegue nos iban a disparar. En ese avión nos llevaron a Montevideo. Ahí nos volvimos a juntar con los famosos Lagartos y los del Submarino Santa Fe, que habían estado en el mismo barco con nosotros, pero en diferentes sectores: nosotros en un hangar y ellos creo que en la bodega. Los cinco extranjeros que estaban en nuestra delegación -dos uruguayos, dos chilenos y un español- estuvieron en un régimen totalmente distinto, alojados en camarotes, porque no eran parte del conflicto y por lo tanto no eran prisioneros. Tuvieron un trato más amable con ellos En el Uruguay nos recibió el embajador argentino, que era el General Rivero, y de ahí nos mandaron a Buenos Aires en el buque Piloto Alsina, con un ablande previo de que nadie tenía que hablar, querían que nos quedáramos no se cuántos días en el barco, y nosotros estábamos desesperados por llegar a casa. Nos largaron con el compromiso de que nadie podía decir nada referente a lo que habíamos vivido.

-¿Vos sabías quién era Astiz, tenías alguna noticia de sus crímenes en la Esma?
-No, para nada, y te digo la verdad, no me parecía un tipo que estuviera en condiciones de cuidarnos. Pensé: “Este nos va a defender?” Una vez lo escuché hablar por radio, que decía “Necesito que me manden garrafas para la gente”... y pensaba “Con el quilonmbo que hay está pidiendo garrafas”... Salvo que estuviera hablando en clave, era una conversación que no tenía mucho sentido. Él decía que nos venía a cuidar por si venían a desalojarnos los ingleses, y la verdad es que vinieron y nos desalojaron. En fin... Para mí fue todo orquestado, que a nosotros nos vendieron, nos traicionaron mal es evidente. Y con respecto a Astiz, para nosotros era un muchacho que venía y charlaba con nosotros... Él no viajó con nosotros. Los civiles, los de la armada viajaron en el barco, a él lo llevaron en otro. Cuando llegamos el avión me acuerdo que alguien preguntó: “Che, y Alfredo?” Era “Alfredo”. Lejos de imaginarnos quién era y qué había hecho. Pensá que en junio el país todavía estaba en guerra y se estaba jugando un Mundial. Cosas que pasan acá nada más. Estábamos en Disneylandia. Malvinas fue el disparador de un montón de cosas. Se perdieron un montón de vidas dirigidas por reverendos hijos de ****. Si esa jugada les salía bien, capaz que hoy todavía estoy estaban. Acordate que el 2 de abril -yo no estaba en Buenos Aires, me lo contó mi señora- la gente fue a la Plaza a vivar a Galtieri, que en la misma plaza donde dos o tres días antes [el 30 de marzo] habían corrido a la CGT a los tiros.
-¿Cómo siguió tu vida cuando volviste?
-Yo lo que sabía es que tenía que seguir viviendo. No fui a ni pelear ni a hacer la guerra, fui a laburar. Volví y tenía que seguir laburando porque tenía a mi familia y a mis hijos. Mi vida era eso: mi mujer, mis hijos, mi laburo, ir a jugar a la pelota... Vine acá a Buenos Aires y como no había laburo me fui al Chaco. El año pasado tuve la posibilidad de ir a las Malvinas. Me invitaron a participar de los sorteos que se hacen con los ex combatientes del municipio y salí sorteado. Estve ahí con los muchachos, que me decían Nosotros estábamos acá, y había un muchacho que le metieron un cohete que lo atravesó de lado a lado, te lo contaban como si estuviera pasando hoy... y después ir al cementerio y ves las cruces de nuestros muertos, los “chicos de la guerra”, los “chicos de la guerra” las pelotas... Dieron su vida por la patria, y vos le preguntás hoy y te dicen Yo voy de vuelta. Recién el año pasado, cuando estuve en Malvinas, entendí de veras lo que pasó.
 
Las bajas de la Gerrico

datos por teniente PALET Alejandro, cuarto de operaciones de combate

heridos
GU PINGITORE Ricardo, comunicaciones
CS artillero MONZON José Luis
CPAR PAEZ Francisco Solano, jefe pieza 40mm, popa


muerto
CIMA GUANCA Patricio Alfredo
 
Última edición:
Habla un protagonista del incidente que detonó la guerra de Malvinas: “Nos usaron asquerosamente”
Lamentablemente, la guerra, les llego como anillo al dedo tanto a Margaret Tacher como a Fortunato Galtieri, políticamente sus gobiernos políticamente se caian a pedazos, y lo que pudo haber sido un simple tramite de diplomacia, lo llevaron a un estado insostenible,para desatar la guerra, lo que pudo haber sido solo un roce diplomático .... otros lo verán de otro modo y todo es valido, peroel tema de los chatarreros, jamas devio haber pasado de un conflicto que no se pudiera resolver diplomaticamente, pero no le fue conveniente a las partes fueron EEUU, UK y Argentina

Juan López y John Ward"
"Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países,
cada uno provisto de lealtades,
de queridas memorias,
de un pasado sin duda heroico,
de derechos,
de agravios,
de una mitología peculiar,
de próceres de bronce,
de aniversarios,
de demagogos y de símbolos.
Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. (fragmento)
J,L, Borges
 
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