Perros de guerra

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador

BAM AEROPARQUE-Soldado Guia de Perro de Guerra y su Pastor Aleman.Armamento:BROWING 12,7 mm con choke.
 
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BAM AEROPARQUE-Soldado Guia de Perro de Guerra y su Pastor Aleman.Armamento:BROWING 12,7 mm con choke.

estuve recorriendo ésas instalaciones el viernes ppdo. (ex barracas de compañías, plaza de armas, jefatura de brigada, alojamientos, y por supuesto, casino de suboficiales - quincho) con un guía de lujo y un acompañante de lujo: el Sr. Secretario del Dpto. Malvinas de la FAA y el conductor responsable de un afamado programa radial sobre La Gesta, respectivamente... mezcla de sensaciones: por un lado la gratísima sorpresa ante lo hermoso y cuidado de las instalaciones; por otro lado la pena ante lo que ha sido y ya no es...
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
estuve recorriendo ésas instalaciones el viernes ppdo. (ex barracas de compañías, plaza de armas, jefatura de brigada, alojamientos, y por supuesto, casino de suboficiales - quincho) con un guía de lujo y un acompañante de lujo: el Sr. Secretario del Dpto. Malvinas de la FAA y el conductor responsable de un afamado programa radial sobre La Gesta, respectivamente... mezcla de sensaciones: por un lado la gratísima sorpresa ante lo hermoso y cuidado de las instalaciones; por otro lado la pena ante lo que ha sido y ya no es...
Estimado YKHAWK
EL DOLOR DE YA NO SER....
 
Estimado YKHAWK
EL DOLOR DE YA NO SER....

Debo remarcar dentro de lo grato al personal destacado, a cargo de la guardia y de la seguridad (no es sorpresa, dado que es lo que acostumbro recibir de la FAA en cada oportunidad en que me distinguen con la invitación a una unidad militar). Trato amable, cordial, y por sobre todo muy correcto y respetuoso. Hay cosas que nunca van a "dejar de ser"...
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Hola estimados!

Siempre tuve una duda respecto a los perros militares: en tanto a las reacciones del can, ¿se los entrena para ser sigilosos, silenciosos o bien más templados ante diversas situaciones? Me pregunto si el tema de los gruñidos y ladridos se puede trabajar en el caracter de los perros ante situaciones de peligro. Entiendo que de seguro cada cual estará orientado a una taréa específica, por ejemplo haciendo guardia, que el perro ladre és intimidante, pero en el frente, si hay que guardar silencio ¿se tiene contemplado éso? Disculpen mi ignorancia al respeto, pero siempre tuve ésa interrogante. Grácias!


Saludos!!!
 

Charly B.

Miembro del Staff
Moderador
pero en el frente, si hay que guardar silencio ¿se tiene contemplado éso? Disculpen mi ignorancia al respeto, pero siempre tuve ésa interrogante. Grácias!
Por lo que pude leer en el tema, se trabaja desde bien cachorro a los fines de que el perro se sienta cómodo en distintas situaciones e ir amoldándolo según su función.
La situación a la que hacés referencia es más característica de los perros multi-propósito, como son los profusamente empleados por las TOEs. Y si es tenido en cuenta lo que mencionás. En este caso hay un importante trabajo en cuanto a la selección, adiestramiento y manejo del perro.
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Claro, grácias Charly!

Todo un trabajo el adiestramiento! Véo el porqué del aprecio entre los entrenadores y los perros; no debe ser fácil. Grácias por la respuesta.


Saludos!!!
 

nestorboca

MALVINAS... VOLVEREMOS..!
Colaborador
Estimados,
comparto el siguiente articulo...



Introducción.
Desde los albores del hombre se ha tenido constancia de la relación simbiótica entre el ser humano y los perros en cualquiera de sus familias genéticas… lobos, perros domésticos, chacales, coyotes, etc.

Durante todo este tiempo el género humano ha utilizado a sus fieles aliados como instrumentos para diversas artes, ya fuesen agrónomas, sociales, médicas o de la guerra. Y es precisamente este último aspecto uno de que resultan más espectaculares, heroicos, sangrientos y desconocidos de la historia.

Estas atribuciones relacionadas con el arte de la guerra, han sido reconocidas a través del tiempo mediante escritos, historias orales o medios audiovisuales. Así encontramos ejemplos en textos procedentes de la antigua China, como son las referencias de Sun Tzu, u otros, los de táctica y estrategia para el combate escritos por Von Claussewitz, padre del dinamismo bélico moderno.

Por supuesto que por medio encontramos relatos del Egipto faraónico, de la Roma Imperial y de las singulares campañas de las hordas germánicas y nórdicas. Encontramos más referencias provenientes de los ejércitos de Carlos V, la Primera y Segunda guerras Mundiales, Vietnam y últimamente Irak y Afganistán.

Eso de lo que hemos hablado resultaría ser más bien un aspecto real sobre los canes, pero el perro siempre ha nutrido otras historias, esas irreales, están basadas en tradiciones y mitologías y se han sucedido en el tiempo siendo parte de las memorias populares legendarias. Llama poderosamente la atención que estas se encuentran repartidas a lo largo y ancho del Globo, y aún en la distancia física y temporal existente entre culturas (muchas de ellas precolombinas), la figura del perro se recoge en creencias y leyendas.




Ya hemos hecho mención sobre el desconocimiento del papel jugado por los perros en las batallas si bien han sido utilizados desde la antigüedad por la mayoría de los contendientes.

El anecdotario sobre su evolución está lleno. En la antigüedad, por ejemplo, doscientos canes devolvieron del destierro a la corte al rey de los Garamantas, peleando contra los que resistían. Los pueblos Calophonios y Castabalenses así como los Hircanos y Magnesios tenían para la guerra escuadrones de perros que luchaban los primeros en las batallas sin retroceder jamás.

Tras el fin de cada contienda, los perros defendieron la casa de los Cymbros que habían muerto en batalla.

Posteriormente, los perros también fueron protagonistas de una de las eras más fascinantes de la historia: El Imperio Romano. Allí, los cronistas no solamente recogen ejemplos de canes al servicio de militares, sino que tratan su uso en peleas con gladiadores o como parte de la cadena logística de las legiones.

Paralelamente, en Rusia oriental, uno de los pueblos Escitas logró adiestrar centenares de perros de guerra con el único fin de convertirlos en hordas salvajes que atacasen a los Hunos y apoyasen el avance por las provincias romanas entorno a Corintia. Tras este periodo saltamos en el tiempo y volvemos a encontrar importantes referencias durante otra era igualmente espectacular: La colonización de América desde su descubrimiento.

Los historiadores nos relatan que fueron los perros una de las armas más importantes usadas en los avances y los combates de los soldados. Comúnmente se refieren a animales de raza española llamados Alanos, una variedad de perro pastor de grandes dimensiones. Gastón Phebus habla de ellos en su libro de caza como seres capaces de cruzarse con otras razas y a los cuales se les cortaba las orejas al ras para evitar heridas en combate.

La primera referencia que ha llegado a nuestros días de sus acciones en el Nuevo Mundo está fechada el 24 de marzo de 1495, donde la actuación de estos canes fue decisiva durante la batalla de las Antillas, donde el hermano de Cristóbal Colón, Bartolomé, empleo a doscientos hombres con veinte caballos y otros tantos perros contra los indios Caribes.

Pero no solamente fue esta tribu quien conoció la destreza de estos animales, también Aztecas, Araucanos, Pampas, Incas y un largo etcétera de pueblos cedieron así ante los europeos, como relató Fray Bartolomé de las Casas, quien llegó a afirmar que los españoles tenían el hábito de arrojar sus perros en cualquier ocasión, contra los indios.

También otro cronista, el fraile Bernardino de Sahagún refiere testimonios de indios atacados por “perros enormes, con orejas cortadas, ojos de fiera de color amarillo inyectados en sangre, enormes bocas, lenguas colgantes y dientes en forma de cuchillos, salvajes como el demonio y manchados como los jaguares”. La descripción tiene un inevitable tono de admiración y temor, no olvidemos que en la época precolombina los indios poseían perros de pequeña talla y cuerpo menudo. De esta suerte, los indígenas denominaron a los canes de los españoles como “una diabólica invención”.

Con el devenir de las civilizaciones encontramos que las funciones han variado afortunadamente desde usos de presa y ataque hasta la actualidad, en que han derivado a servicios auxiliares tales como detección de bombas y drogas, escolta de personalidades o rescate de accidentados.

Saltamos en el tiempo hasta el periodo contemporáneo, más cercano a nosotros, para observar que, durante las guerras modernas, los canes tenían asignados diferentes roles en los ejércitos…


  • Paracaidistas: Realizando operaciones especiales detrás de las líneas enemigas para seguimiento de rastros y extracción de comandos.
  • Correos: Cruzando líneas enemigas y terrenos inaccesibles, principalmente en el frente del Pacífico durante la 2ª G.M.
    Usado igualmente para transmisión de órdenes entre posiciones artilleras y diversos objetivos en informes de observación.
  • Ingenieros: Para tendido de líneas telefónicas o telegráficas por parte de los ingenieros militares.
  • Logísticos: Para tiro de mercancías, transporte de víveres y pertrechos (incluso tomas meteorológicas, sobretodo en áreas cuasi-polares).

Durante la 1ª G.M. (1914-19).
Las potencias contendientes se dieron cuenta de la utilidad de los perros en acciones bélicas. Las razas utilizadas fueron diversas, pero destacan los Terrier Airedale, los Pastores Alemanes (Alsacianos), los Lurchers, el Rottweiler, el Schnauzer gigante y los Collies, que fueron los predilectos, aunque se pueden sumar muchas otras razas porque aparte de la pericia del adiestrador, el éxito dependía de la pericia y la destreza del can. Muchos de estos perros, antes de entrar en los campos de adiestramiento, sufrieron penalidades debido al razonamiento impuesto ya que sus amos, a duras penas, podían alimentarlos. Así es que, recién llegados al campo se pretendía que recibieran una alimentación nutritiva y un ejercicio sano para que estuvieran saludables y enérgicos.

Se tuvieron que acostumbrar a los sonidos de la guerra, al silbido de los obuses y al estruendo de los cañones, al fragor de la artillería y que soportaran el ruido tronador de las explosiones de granadas y proyectiles. Se les exponía constantemente a estos ruidos.

Francia fue el primer país que empleó perros en las maniobras de la infantería pero no desarrollo esa posible arma debido a falta de presupuestos, en cambio Alemania y Rusia encabezaron el desarrollo. En estos ejércitos destacaba el caso de los perros mensajeros sobre los que se tenía prohibición de acariciar o mostrar afecto para que no olvidaran a su adiestrador, pero recibían una buena alimentación antes de ser enviados al frente, donde nunca permanecerían más de doce horas seguidas.

Posteriormente, durante la 2ª G.M. (1939-1945).
El desarrollo del perro como arma en el combate se generalizó. Veamos la estadística sobre contendientes durante este conflicto. Como ejemplo tenemos que el ejército alemán hizo uso de 200.000 perros, la URSS entorno a 60.000 y EE.UU 25.000 de estos animales. El caso del Reino Unido difiere según autores debido a que comenzó a usarlos al menos dos años después de comenzada la contienda.
Veamos ahora, por su importancia, la actuación concreta de los canes en el ejército alemán.

Para su instrucción se estableció una escuela cercana a Berlín y otra cercana a Fráncfort. Entre ambas se podían albergar hasta 2.000 perros a la vez. Estos fueron entrenados como centinelas, exploradores, guardianes y mensajeros. La mayoría eran, como en los demás casos mencionados, Pastores Alemanes, Dobermans, Airedales y Boxers, que fueron incorporados a la nueva unidad designada como K-9 (posteriormente la denominación mencionada fue utilizada de manera general por los demás ejércitos).



En 1939, cuando Hitler.
Lanzó su bombardeo aéreo contra Polonia y posteriormente contra Europa en general, las unidades K-9 estaban también allí, organizadas y entrenadas de manera tan completa como lo eran la Luftwaffe o las fuerzas Panzer acorazadas. Los perros alemanes actuaron en los frentes de operaciones de Francia, frente ruso, Países Bajos, Italia, Polonia, Noruega y el norte de África, encuadrados en el mítico África Korps del mariscal Rommel. Cada campo de concentración tuvo su unidad de SS K-9 e incluso el mismo Overeichkampfürehr (Inspector General de Campos de Concentración del Reich) Heinrich Himmler tenía su propio Pastor Alemán.

El caso más conocido en esta raza es el de la perra de Adolf Hitler, el cual admiraba y quería profundamente a Blondi hasta el punto de sacrificarla junto a él cuando se suicidó en el bunquer berlinés al final de la guerra.

El Reich Sbahninspektor Langner (subinspector de campos), era el líder de la escuela alemana. Hablamos de un experimentado adiestrador de perros desde la 1ª G.M. Él reconocía la importancia de encontrar a la persona más apropiada para cada perro, pensaba que los que manejaban a los perros debían ser sobretodo Hundefreunde (amante de los perros) y pasaba tanto tiempo entrenando a los Hundeführer como el que empleaba entrenando a los Diensthund (perros de servicio). Cada uno de los 700 equipos de perros y los que iban a acompañarlos debían renovarse en un examen anual a cargo del ReichSbahninspektor Langner.

Los métodos de instrucción de los K-9 desarrollados por Langner llegaron a ser reconocidos por todo el mundo. En el ejército soviético los perros demostraron ser especialmente valiosos durante los severos inviernos rusos cuando ellos localizaban y llevaban también a los soldados de combate con trineos.

Los Samoyedos Blancos fueron encontrados especialmente útiles en operaciones invernales y se utilizaron para tirar de trineos con soldados que se acercaban sigilosamente hasta las líneas enemigas mientras otro grupo de perros transportaba el resto de armas y materiales.

Este ejército adiestró también perros suicidas cargados con explosivos (ver fotografía) y entrenados para buscar alimento bajo los tanques. Un dispositivo era conectado a sus mochilas. Cuando este se accionaba causaba una explosión capaz de cortar el bajo vientre de los tanques. En un solo día, en el sector de Izyum, estos canes destruyeron nueve tanques y dos coches blindados, así que temidos por alemanes, tan pronto como oían los ladridos y veían a los perros corriendo, giraban frenéticamente los tanques para regresar a sus propias líneas.

En este frente destacó la figura del perro Bob, un Pastor Alemán, que llegó a localizar, entre ataques y bombardeos, a más de dieciséis soldados heridos que se habían ido arrastrando hasta perderse dentro de hoyos y zanjas. Cuando encontraba a un superviviente se echaba a su lado para que el herido tomase algún material del botiquín médico que transportaba sobre su lomo.

Conclusión Final.
A lo largo de la historia la íntima relación entre humanos y perros se ha basado principalmente en nuestro aprovechamiento de sus atributos, y en base a esa fidelidad sumisa los hemos enviado a las guerras de los hombres para padecer salvajes monstruosidades. Los libros están repletos de ejemplos y aquí hemos visto alguno. Además, podemos encontrar menciones más actuales en casos como el de la Guerra de Vietnam, y en general de su utilización por parte de las fuerzas norteamericanas a lo largo de los diferentes conflictos, o su actual vigencia en las últimas guerras de Oriente Medio.

Afortunadamente la tendencia está evolucionando en positivo y se están transformando los objetivos ofensivos y cuasi suicidas de la antigüedad por otros de carácter auxiliar, menos sangrientos pero no por ello prescindibles. Todavía se utilizan perros en los frentes de batalla, pero OFICIALMENTE no para fines cargados de la brutalidad pasada.

Dicen que la historia de la humanidad no ha contado con un solo día de paz desde sus inicios, lo cual, indirectamente quiere decir que estos compañeros del hombre han corrido su suerte a la de nosotros desde el principio.
Para premiar esa valentía y fidelidad se creó la medalla Dickins, la cual ya se ha mencionado en el capítulo anterior. En su caso se pretende dar tributo a aquellos animales que han entregado sus esfuerzos y en muchas ocasiones incluso sus vidas ayudando al hombre en épocas de conflicto bélico.

A tenor de este apartado encontramos ejemplos como el perro Rob que saltó 20 veces en paracaídas para la realización de misiones secretas en territorio enemigo. Otro caso es Ricky, que a pesar de sufrir graves lesiones mientras desempeñaba su labor de detector de minas continuó trabajando en distintas misiones después de la guerra, o perros como Belleza, Peter, Irma y Jet, destacados en el rescate de supervivientes bajo los escombros de Londres tras los bombardeos alemanes.

En la actualidad la medalla sigue vigente y encontramos un último caso que corresponde al perro Buster, al cual se le concedió por sus labores en la detección de bombas durante la Guerra de Irak y sobre el que hablaremos más adelante.

Así mismo, recientemente ha sido inaugurado un monumento conmemorativo en Londres que pretende homenajear NO SOLO A LOS CONDECORADOS con la mencionada medalla sino a todos aquellos animales anónimos que, según recordó el presidente de la PDSA, Jilly Cooper, “sin tener idea de porqué habían sido arrastrados a los conflictos de los hombres actuaron solamente movidos por la lealtad y el afecto”.

Esta condecoración, que fue instituida en 1943 por la fundación inglesa PDSA (Dispensario Popular para los animales enfermos), es el equivalente de la Cruz de la Victoria otorgada a las personas y pretende ser un tributo a aquellos animales que han entregado sus esfuerzos y en muchas ocasiones incluso sus vidas ayudando al hombre en épocas de conflicto bélico.
Los ingleses aún recuerdan los bombardeos alemanes sobre Londres durante la guerra. En las labores de rescate destacaron perros como Peter, Belleza, Irma y Jet, especialistas en el rescate de supervivientes bajo los escombros. Sin embargo, los perros no son los únicos animales que trabajan y se sacrifican ayudando al hombre en las guerras.

Entre los animales heroicos se cuentan también especies tan diversas como las palomas, las cuales sirvieron como mensajeras en conflictos como la 2ª Guerra Mundial (de las 17.000 enviadas a territorio enemigo sólo regresó 1 de cada 8); los caballos (sólo en la 1ª Guerra Mundial murieron 8 millones de estos animales) o ejemplares tan exóticos como delfines y leones marinos (utilizados para la detección de minas subacuáticas) e incluso luciérnagas que iluminaban a los soldados cuando leían los planos durante las noches en las trincheras.

Como hemos podido observar, el perro es un nítido reflejo del nivel cultural e incluso económico de un pueblo. En esta sociedad moderna y egoísta, tan mal acostumbrada para exigir sin estar dispuesta a dar, los perros siguen siendo en demasiadas ocasiones los anónimos benefactores que muchos en su ignorancia desprecian.

En países donde la cultura de los perros todavía está en proceso de desarrollo, como es el caso de España, el perro es visto por la sociedad humana en cierta medida como un estorbo. Sirva como ejemplo que en la Europa de rica tradición cultural y democrática, en más del 80 % de los hoteles, se aceptan canes. Por el contrario en nuestro país todavía esta cifra no supera el 10 %.

Para concluir deberíamos darnos cuenta que para conocer al perro, su naturaleza y su historia, nos ayudará a comprender mejor y valorar la inmensa aportación anónima que a través de los siglos ha supuesto para la humanidad. No seamos ingratos… Es de bien nacidos ser agradecidos.

FUENTE...
http://www.adiestradorcanino.com/webdelperro/perros-de-la-guerra/145


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Por lo que pude leer en el tema, se trabaja desde bien cachorro a los fines de que el perro se sienta cómodo en distintas situaciones e ir amoldándolo según su función.
La situación a la que hacés referencia es más característica de los perros multi-propósito, como son los profusamente empleados por las TOEs. Y si es tenido en cuenta lo que mencionás. En este caso hay un importante trabajo en cuanto a la selección, adiestramiento y manejo del perro.
Lo que tengo entendido es que como dice Charly pasa por el adiestramiento, el Perro ladra si el Guía se lo ordena, siempre tiene que tener su postura de atención, no puede ladrar o cambiar de animo solo.
 

nestorboca

MALVINAS... VOLVEREMOS..!
Colaborador

Perros de Guerra






Desde hace miles de años, los perros han sido utilizados en infinidad de tareas por el hombre. Eso lo sabemos ya todos porque no han dejado de repetirnoslo. Lo que algunos no saben, porque no lo han repetido tanto, es el uso bélico que se le han dado a estos animales desde tiempos inmemoriales. Cuando se habla de este tema, a la mayoría se les viene a la cabeza la visión de perros con máscara anti-gás en la Primera Guerra Mundial, o los feroces pastores alemanes usados por los malvados SS en los campos de exterminio y poco más.

Pero ya desde varios siglos antes de Cristo, como podemos ver en ese bajo-relieve asirio encontrado en Nínive, el hombre se valía de enormes perros de presa para hacerle la puñeta al adversario. Molosos especialmente adiestrados para sembrar el terror entre las filas enemigas soltando dentelladas a diestro y siniestro, y espantándoles la caballería. Ese descomunal animalito del bajo-relieve, que tiene toda la pinta de un mastín español, bien podría ser un ancestro de nuestros emblemáticos chuchos ya que, según parece, fueron introducidos en la Península por los fenicios hace unos 3.000 años. Estos, junto con los temibles alanos, fueron usados prolijamente en multitud de ocasiones.

En la época que nos ocupa, los perros de guerra fueron usados especialmente en dos cometidos concretos: lanzados contra las cargas de caballos coraza, y como instrumento de terror por los conquistadores del Nuevo Mundo.


Los indios desconocían la existencia de semejantes fieras antes de la llegada de los españoles. Entre los caballos, que también desconocían, y los mastines y alanos que fueron llevados a las Américas, la gente de Cortés, Balboa, Pizarro, etc. sembraron el pánico por doquier. Hubo un alano, llamado Becerrillo, propiedad de un tal Sancho de Aragón, que alcanzó tal fama a inicios del siglo XVI que hasta cobraba la paga de un ballestero. Bueno, la cobraría su amo, pero el caso es que tenía asignada una paga, y que esta era superior a la de un peón o un piquero. Para el que quiera conocer mejor su historia y la de su hijo Leoncico hay varios artículos en la red. No creo que haya habido un chucho más famoso tras Rintintín.


Uno de los castigos que solían imponer a los indios rebeldes era el conocido como el aperreo, que no era otra cosa que azuzarle a los desdichados de turno varios alanos o mastines con las consecuencias imaginables. La contemplación de semejante escabechina por parte de los demás miembros de su tribu era suficiente, por lo general, para convencerlos de que lo más sensato era someterse al dominio hispano, so pena de verse literalmente despedazado por las ávidas mandíbulas de sus perros. La lámina de la izquierda muestra uno de esos aperreos, quizás al que Vasco Núñez de Balboa sometió a un cacique llamado Torecha y a cincuenta de sus amantes. Amantes hombres, ojo. Ya sabemos que, en aquellos tiempos, el pecado nefando era causa de terribles castigos.

El alano, que al parecer era una raza obtenida mediante el cruce de dogo y mastín, era un animal especialmente fiero, ágil, poderoso y, sobre todo, inteligente. Aunque originariamente usados como perros de presa para guarda y agarre de ganado, sus cualidades lo elevaron a la categoría de perro-soldado. Sin embargo, quizás por el denodado empeño hispano de valorar más lo ajeno que lo propio, durante el siglo XIX esta raza quedó prácticamente extinta. Afortunadamente, en la década de los 80 del pasado siglo, grupos de aficionados buscaron por cielo y tierra ejemplares perdidos de esta raza, dando con algunos en el norte de España. Actualmente, los ancestrales alanos españoles son afortunadamente una realidad.


En Europa, el uso de perros de guerra está documentado en todas las épocas habidas y por haber. Desde los romanos y los pueblos germánicos hasta el día de hoy, no ha habido conflicto en el que no hayan participado de un modo u otro. En la Edad Media, la amplia colección de molosos disponibles fueron usados para deshacer cargas de caballería sobre todo. Es obvio que los guerreros del Viejo Mundo no se asustaban como los indios y, además, cubiertos de hierro como iban, sus dentelladas no eran tan preocupantes como una alabarda o una espada. Pero los caballos si se asustaban, y mucho, cuando venían venir sobre ellos una horda de perros cubiertos por armaduras erizadas de púas o, como vemos en la ilustración de la derecha, con un recipiente lleno de resina ardiendo del que emerge una afilada pica con la que herían las patas de los caballos. Y el problema no solo era que les mataran o inutilizaran el caballo, sino que, además, si los derribaban, los perros, enloquecidos por la furia y el olor a sangre se cebaban con el caído, o bien los peones que los seguían los remataban sin más.

Se tiene constancia, por ejemplo, del envío en 1530 por parte de Enrique VIII de Inglaterra de una hueste de 4.000 hombres y varios cientos de perros, concretamente mastines napolitanos, en ayuda de Carlos I para combatir a Francisco I de Francia. La gentil y gallarda caballería gala poco pudo hacer cuando aquellos descomunales perros, que pueden alcanzar los 90 kilos de peso e incluso más, se abalanzaron sobre ellos. Para su defensa se les dotaba de armaduras como las de los humanos, bien de placas, como el que aparece a la derecha de la ilustración inferior, que lleva incluso escarcelas para protegerle las patas traseras; cota de malla, como el que vemos en el centro, o un perpunte acolchado como el que lleva puesto el de la izquierda. A eso, añadirle púas o cuchillas o, como también vemos en la ilustración, collares erizados de pinchos a fin de que no puedan ser sujetados si se les agarra por el cuello.




En fin, no quería dejar de hablar, aunque sea de forma muy resumida, sobre estos eficaces auxiliares en las incontables guerras que llevamos pasadas en la humanidad. El hombre, siempre extremadamente hábil para manipular hasta los instintos de otros animales, ha sido capaz de crear razas de perros para los usos más inverosímiles. Y, entre ellos, como no, para la que quizás sea nuestra mayor afición: matarnos unos a otros.






Fuente
http://amodelcastillo.blogspot.com/2011/07/los-perros-de-la-guerra.html


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nestorboca

MALVINAS... VOLVEREMOS..!
Colaborador

El sargento Stubby fue el perro de la guerra más condecorado de la Primera Guerra Mundial. Este Boston Bull Terrier comenzó como la mascota de la Infantería 102 º División Yankee 26, y terminó por convertirse en un perro de combate en toda regla. Criado a las líneas del frente, fue herido en un ataque con gas, lo que le dio una sensibilidad al gas que más tarde le permitió advertir a sus soldados de ataques con gas. Ayudó a encontrar a los soldados heridos, incluso capturó a un espía alemán. Stubby fue herido en dos veces, pero aguanto la Gran Guerra.




Un soldado recupera los vendajes del kit sanitario de un perro británico, 1915.



Un perro mensajero con un carrete unido a un arnés para crear el tendido de una nueva línea eléctrica en septiembre de 1917. (National Archive / Fotografía oficial alemana de la Primera Guerra Mundial)




Ataque con gas en la frente oeste, cerca de St. Quentin 1918.
Los perros estuvieron en el frente de batalla y fueron utilizados durante la guerra como centinelas, exploradores, equipos de rescate y mensajeros.




Un perro con una cesta de la paloma para el transporte de palomas mensajeras en primera línea de batalla (Namur, Bélgica)




Un perro entrenado para buscar para a los soldados heridos, bajo el fuego enemigo en 1915. (Bibliotheue nationale de France)




Un soldado lee un mensaje traído por un perro mensajero nadando a través del canal en Francia, durante la Primera Guerra Mundial (Biblioteca Nacional de Escocia)




Refugiados belgas salen de Bruselas con sus pertenencias en un carro tirado por un perro, 1914. (Bibliotheque nationale de France).



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Rober D

Moderador Intransigente
Miembro del Staff
Moderador

Liam y Theo eran un equipo, haciendo un trabajo peligroso - buscar bombas en los caminos establecidos por los insurgentes en Afganistán.

El soldado británico y su perro trabajaron y jugaron juntos durante meses, y murieron en el mismo día. Sus restos volvieron a Gran Bretaña en una ceremonia de repatriación sombría para el soldado recordado por su empatía con los animales y su fiel compañero que amaba.

Soldado de primera clase. Liam Tasker, un guía de perros con el Royal Army Veterinary Corps, murió en un tiroteo con insurgentes en la provincia de Helmand el 1 de marzo, mientras buscaba explosivos con Theo, un springer spaniel mestizo detector de bombas. El perro sufrió un fatales convulsiones horas de después en una base del ejército británico, probablemente provocada por el estrés.

Las autoridades militares no van a ir tan lejos como para decir Theo murió de un corazón roto - pero que pueden no estar muy lejos de la verdad.

"Creo que a menudo subestiman el proceso de duelo en los perros," dijo Elaine Pendlebury, un veterinario de alto nivel con los animales PDSA caridad. "Algunos perros reaccionan muy gravemente a la pérdida de su pareja."

Ella dijo que no era raro que los animales domésticos para responder a la muerte de un propietario se nieguen a consumir sus alimentos o se enferman - y el vinculo entre los perros de trabajo y sus manipuladores es especialmente estrecha.

"La unión que he visto entre los soldados o los policía y sus perros es fantástico. Cuando se les ve trabajando juntos, son realmente una unidad."


Ministerio de Defensa / Reuters

Una fotografía de archivo muestra soldado británico de primera Liam Tasker viendo a su perro de trabajo militar Theo, un perro springer spaniel mestizo, durante una sesión de entrenamiento en Camp Bastion, Afganistán el 10 de febrero.

http://www.nbcnews.com/id/42016161/...-dog-make-final-journey-together#.V-qJneSHNN4
 
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