¿Hace unos pocos años imaginabas enjambres de drones autónomos? Hoy nada es ciencia ficción...
Noticias de las Fuerzas Terrestres del Ejército Popular de Liberación
- Tema iniciado Grulla
- Fecha de inicio
¿Hace unos pocos años imaginabas enjambres de drones autónomos? Hoy nada es ciencia ficción...
Sebastian
Colaborador
Parte 1
@pati_marins64
La excesiva dependencia del ejército chino en tecnologías avanzadas podría servir de advertencia.
En 2003, durante la guerra de Irak, los estadounidenses desplegaron el Blue Force Tracker y el GPS Navigation, un prometedor sistema de rastreo que sufrió fallos en la percepción situacional y la coordinación, con datos inexactos durante las emboscadas. Miles de millones de dólares se desperdiciaron.
En ese mismo conflicto, también desplegaron Redes de Sensores y Comunicaciones por Microondas: sensores aéreos y satelitales integrados en algo que parecía futurista para la época.
Estos sistemas no lograron detectar grandes fuerzas enemigas; las repeticiones sufrieron fallos, pérdidas de ancho de banda y una necesidad de recurrir a comunicaciones básicas, situación agravada por la interferencia GPS de los sistemas rusos que Irak aún utilizaba.
Dos programas considerados extremadamente avanzados para su época, que, al ser probados en el campo de batalla, no dieron los resultados esperados.
Estos fracasos demostraron que ni siquiera las tecnologías más futuristas pueden simplemente empaquetarse y desplegarse en un campo de batalla real.
Las JDAM, que en su momento fueron de vanguardia, tuvieron dificultades para alcanzar sus objetivos durante los primeros días de la guerra, y solo se volvieron efectivas tras la destrucción de los sistemas de interferencia iraquíes.
En las últimas décadas, la industria de defensa occidental se ha centrado en una clase de armas futuristas y prometedoras, que, una vez más, la prueba en el campo de batalla las neutralizó prácticamente por completo tras el primer año de guerra.
Hoy en día, gran parte del frente ucraniano está sometido a interferencias o suplantación de identidad, lo que limita considerablemente el uso de misiles Excalibur, HIMARS, JDAM-ER y GLSDB. Prácticamente todo el arsenal de misiles guiados occidentales ha perdido su efectividad, a excepción de las municiones Vulkan.
@pati_marins64
La excesiva dependencia del ejército chino en tecnologías avanzadas podría servir de advertencia.
En 2003, durante la guerra de Irak, los estadounidenses desplegaron el Blue Force Tracker y el GPS Navigation, un prometedor sistema de rastreo que sufrió fallos en la percepción situacional y la coordinación, con datos inexactos durante las emboscadas. Miles de millones de dólares se desperdiciaron.
En ese mismo conflicto, también desplegaron Redes de Sensores y Comunicaciones por Microondas: sensores aéreos y satelitales integrados en algo que parecía futurista para la época.
Estos sistemas no lograron detectar grandes fuerzas enemigas; las repeticiones sufrieron fallos, pérdidas de ancho de banda y una necesidad de recurrir a comunicaciones básicas, situación agravada por la interferencia GPS de los sistemas rusos que Irak aún utilizaba.
Dos programas considerados extremadamente avanzados para su época, que, al ser probados en el campo de batalla, no dieron los resultados esperados.
Estos fracasos demostraron que ni siquiera las tecnologías más futuristas pueden simplemente empaquetarse y desplegarse en un campo de batalla real.
Las JDAM, que en su momento fueron de vanguardia, tuvieron dificultades para alcanzar sus objetivos durante los primeros días de la guerra, y solo se volvieron efectivas tras la destrucción de los sistemas de interferencia iraquíes.
En las últimas décadas, la industria de defensa occidental se ha centrado en una clase de armas futuristas y prometedoras, que, una vez más, la prueba en el campo de batalla las neutralizó prácticamente por completo tras el primer año de guerra.
Hoy en día, gran parte del frente ucraniano está sometido a interferencias o suplantación de identidad, lo que limita considerablemente el uso de misiles Excalibur, HIMARS, JDAM-ER y GLSDB. Prácticamente todo el arsenal de misiles guiados occidentales ha perdido su efectividad, a excepción de las municiones Vulkan.
Sebastian
Colaborador
Parte 2
@pati_marins64
En Israel, se habló mucho del sistema Trophy integrado en los tanques israelíes, que presumía de una tasa de intercepción de proyectiles cercana al 100 %.
Sin embargo, justo al comienzo del conflicto de Gaza, se descubrió que su eficacia real no era la anunciada y que el sistema presentaba vulnerabilidades ante proyectiles lanzados desde arriba. Como resultado, los tanques israelíes comenzaron a usar jaulas antivuelco.
Y hablo de excelentes tanques como los Merkava.
Esto me lleva a los chinos. El VT-4, un vehículo chino de primera categoría, pesa más que un T-80BVM o T-90M ruso y tiene aproximadamente la mitad del blindaje de estos, a la vez que porta una amplia gama de sensores y drones, confiando plenamente en su sistema GL-6, similar al Trophy israelí.
La misma situación se aplica al Type-100, que incorpora mucha tecnología y también depende del GL-6, pero con un blindaje mínimo.
¿Y si el GL-6 resulta ineficiente en el campo de batalla? ¿Qué sería del Merkava si no fuera un tanque con un blindaje excelente?
Otro punto es que los chinos parecen estar apostando todo a la interconexión de sus vehículos en el campo de batalla. ¿Qué probabilidades hay de que esa red funcione? Pocas.
La guerra es un proceso de adaptaciones donde la defensa o el ataque son dinámicos y disruptivos.
Los chinos están construyendo un ejército de alta tecnología que puede fallar abruptamente en el campo de batalla. Las innovaciones deben ser graduales y basarse siempre en la experiencia en primera línea, incorporando contramedidas en caso de fallo.
Así es como lo hacen los rusos, y así aprendió Occidente tras sus errores.
Y estas lecciones no solo se refieren al hardware, sino también al nivel táctico.
Los sistemas BTG rusos se prepararon y perfeccionaron durante largos periodos para... solo para resultar ineficaces ante un conflicto de mayor envergadura como el de Ucrania.
La guerra es dinámica, y es imposible presentar soluciones tecnológicas avanzadas que no hayan evolucionado a partir de experiencias reales.
China debería prestar mucha atención a este modelo.
@pati_marins64
En Israel, se habló mucho del sistema Trophy integrado en los tanques israelíes, que presumía de una tasa de intercepción de proyectiles cercana al 100 %.
Sin embargo, justo al comienzo del conflicto de Gaza, se descubrió que su eficacia real no era la anunciada y que el sistema presentaba vulnerabilidades ante proyectiles lanzados desde arriba. Como resultado, los tanques israelíes comenzaron a usar jaulas antivuelco.
Y hablo de excelentes tanques como los Merkava.
Esto me lleva a los chinos. El VT-4, un vehículo chino de primera categoría, pesa más que un T-80BVM o T-90M ruso y tiene aproximadamente la mitad del blindaje de estos, a la vez que porta una amplia gama de sensores y drones, confiando plenamente en su sistema GL-6, similar al Trophy israelí.
La misma situación se aplica al Type-100, que incorpora mucha tecnología y también depende del GL-6, pero con un blindaje mínimo.
¿Y si el GL-6 resulta ineficiente en el campo de batalla? ¿Qué sería del Merkava si no fuera un tanque con un blindaje excelente?
Otro punto es que los chinos parecen estar apostando todo a la interconexión de sus vehículos en el campo de batalla. ¿Qué probabilidades hay de que esa red funcione? Pocas.
La guerra es un proceso de adaptaciones donde la defensa o el ataque son dinámicos y disruptivos.
Los chinos están construyendo un ejército de alta tecnología que puede fallar abruptamente en el campo de batalla. Las innovaciones deben ser graduales y basarse siempre en la experiencia en primera línea, incorporando contramedidas en caso de fallo.
Así es como lo hacen los rusos, y así aprendió Occidente tras sus errores.
Y estas lecciones no solo se refieren al hardware, sino también al nivel táctico.
Los sistemas BTG rusos se prepararon y perfeccionaron durante largos periodos para... solo para resultar ineficaces ante un conflicto de mayor envergadura como el de Ucrania.
La guerra es dinámica, y es imposible presentar soluciones tecnológicas avanzadas que no hayan evolucionado a partir de experiencias reales.
China debería prestar mucha atención a este modelo.
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